Comunicado de la FAME

1. 25 DE NOVIEMBRE
DÍA INTERNACIONAL PARA LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA
CONTRA LAS MUJERES
El 25 de noviembre fue declarado Día Internacional Contra la Violencia de Género en julio de
1981, en el Primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y del Caribe celebrado en Bogotá
(Colombia). Posteriormente, este Día Internacional fue aprobado por la Asamblea General de
las Naciones Unidas en su resolución 54/134 el 17 de diciembre de 1999, y se celebra
anualmente en esta fecha. La propuesta para que se celebrara la realizó la República
Dominicana, con el apoyo de 80 países.
La violencia contra las mujeres se presenta en muchos ámbitos: físico, sexual, psicológico y
económico. En este sentido, se considera una vulneración de los derechos humanos, es un
problema de salud pública y un grave obstáculo para el bienestar de las mujeres y de las
familias, así como para el desarrollo de los países.
La Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME) de nuevo vuelve a expresar su
total rechazo a cualquier tipo de violencia ejercida contra las mujeres, pero este 25 de
noviembre queremos visibilizar aún más la violencia machista ejercida en un periodo vital de la
mujer como es el embarazo y el postparto.
Diversos estudios (Edin K, 2006) ponen de manifiesto que la violencia hacia las mujeres se
inicia o aumenta durante el embarazo, según la OMS, en una de cada cuatro mujeres.
A partir de una encuesta realizada en el ámbito doméstico, la Organización Panamericana de la
Salud muestra que las mujeres embarazadas son un 60,6 % más susceptibles de sufrir violencia
que las mujeres que no están embarazadas. Esta violencia es más frecuente cuando se trata de
parejas adolescentes y con embarazos no deseados.
Así, por ejemplo, en el Reino Unido, la prevalencia era del 17 % (Johnson JK, 2003) y puede
variar entre un 0,9 % y un 20,2 % de las mujeres embarazadas (RCM, 2009). En España, al
preguntar a las mujeres que acudían al parto en hospitales públicos, el 7,7 % habían sufrido
una situación de violencia en el año previo y este porcentaje variaba en función de la escala
utilizada para la detección, llegando a un 21 % de violencia no física (Velasco, C 2014). Por
tanto, la incidencia de la violencia durante el embarazo es superior a otros problemas de salud
que se presentan durante este periodo, como son la diabetes y la hipertensión.

2. Durante el embarazo cambia la manera de ejercer la violencia por parte de la pareja, en el caso
de la violencia física la distribución de los golpes que recibe la mujer van más dirigidos a los
pechos, abdomen y genitales, generando lesiones físicas en la mujer y consecuencias en el
feto, considerándose también un maltrato prenatal. Otras formas de violencia durante el
embarazo son los insultos y menosprecio ante los cambios producidos durante este proceso,
amenazas, aislamiento y/o relaciones sexuales no deseadas.
Las mujeres embarazadas sometidas a una situación de violencia tienen mayor riesgo de sufrir
depresión, ansiedad, estrés postraumático, consumo de substancies tóxicas e intentos de
suicidio. En muchas ocasiones dejan de ir a los controles prenatales y presentan más partos
prematuros, hemorragias anteparto y muertes perinatales.
Las matronas estamos junto a las mujeres, y en nosotras pueden encontrar la ayuda necesaria
para expresar la situación en la que se encuentran. Por eso, durante el control y seguimiento
de embarazo y en la atención posparto, las matronas hemos de preguntar de manera
sistemática si la mujer está en una situación de violencia.
La matrona es una profesional consciente de la importancia de la prevención, la detección y la
atención, a través del trabajo conjunto con otros profesionales del ámbito de la salud,
educativo y social.
El seguimiento del embarazo y la relación asistencial que se crea entre la matrona y la mujer
hace que esta pueda expresar su situación, a la vez que se asegura la intimidad y la
confidencialidad.
La violencia hacia las mujeres no desaparece sin intervención, por eso las matronas podemos
ayudar a que esta situación finalice.
Con este comunicado, la FAME quiere mostrar su compromiso con la
prevención, la detección y la atención de las mujeres que durante el
embarazo, el posparto o en otros momentos vitales se encuentran en
una situación de violencia.
FAME, 25 de noviembre de 2016.