El documento presenta una definición preliminar de qué es el pensamiento. Se define como el suceso o conjunto de sucesos mentales que ocurren más allá de las cualidades sensoriales de la experiencia, ya sea de forma independiente o yuxtapuesta a la percepción. Luego, se corrige esta definición indicando que el pensamiento también puede ocurrir de manera vinculada a la percepción, aunque de forma independiente del objeto percibido. Finalmente, se contextualiza el pensamiento en relación a la emoción y el deseo, indicando que los límites
LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...
El pensamiento en la vida mental 1
1. «El pensamiento es el suceso o conjunto de sucesos mentales que ocurre
más allá de las cualidades sensoriales de la experiencia»
¿Qué es el pensamiento? Una definición preliminar
• Vemos una flor y ésta se nos aparece bajo la modalidad
de la percepción.
• Dejamos de verla pero evocamos su imagen y
entonces asistimos el fenómeno del pensamiento.
• Lo anterior puede sintetizarse de un modo simple: la
mente está poblada tanto de objetos percibidos como de
objetos pensados.
1
2. Impresiones e ideas según Hume
Fuente: Rafael Mora – Filosofía Moderna
https://www.slideshare.net/romuloromero/semana-4-filosofia-moderna-i
3. Impresiones
Ideas
Fuertes y vívidas
Débiles y opacas
• Para Hume, las impresiones eran fuertes o vívidas, mientras que las representaciones o ideas
eran una especie de versiones o copias débiles de las impresiones.
• Las impresiones se homologan a la sensación, mientras que representaciones se
homologan a la memoria.
• En términos del pensador escocés: “El pensamiento más intenso es siempre inferior a la
sensación más débil”.
Impresiones e ideas según Hume
5. • Hume, como cabal empirista, sostenía que a partir de ideas simples la mente tenía la
capacidad de elaborar otras más complejas.
• Así, a partir de las ideas simples de caballo y de humano la mente puede, en base a
operaciones tan elementales como “cortar” y “pegar”, crear la idea compleja del centauro.
• Este modo de pensar el proceso de elaboración de ideas complejas a partir de ideas simples
resulta compatible con el hecho de que Hume haya bautizado como imaginación a la
capacidad de combinar o ensamblar ideas anteriores para obtener otras nuevas.
• De todos modos, sea que denominemos pensamiento, imaginación o actividad
representativa al proceso antes descripto, lo cierto es que —básicamente— se hace
referencia a la actividad mental que se desarrolla más allá de lo inmediatamente dado a
través de los órganos sensoriales.
• La distinción de Hume resulta subsidiaria de la clásica diferenciación entre actividad externa
e interna. La primera se homologa al mundo de la sensación perceptual, mientras que la
segunda referiría al mundo de la interioridad mental reflexiva.
• En tal sentido resulta congruente definir al pensamiento como la manipulación
interior de representaciones o símbolos mentales, tal como se propone en el
ámbito de la psicología cognitiva.
Ideas simples y complejas según Hume, o de la memoria a la imaginación y
al pensamiento como un proceso
6. • Cabe vincular le teoría de Hume sobre la génesis de las
ideas complejas con el paradigma C-R, cómputos
• o procesos que se aplican sobre representaciones.
• Así, en el ejemplo del centauro las operaciones o
cómputos que se aplicarían sobre las imágenes o
ideas de hombre y de caballo corresponderían,
precisamente, a cortar y pegar.
Las ideas complejas y el paradigma “C – R” o cómputos operativos
sobre representaciones mentales
7. • Por último, cabe una aclaración en relación al carácter singular o plural de “pensamiento”
cuando utilizamos ese término.
• Así, si —a través de un experimento imaginario— pudiera congelarse la serie o
sucesión de una cadena de pensamientos podría decirse que cada foto correspondería
a un pensamiento o idea particular, mientras que la sucesión como un todo referiría al
proceso del pensamiento.
• De todos modos, conviene aclarar que no todo lo que sucede en el curso del pensamiento son ideas.
Williams James (1989) distinguía entre las partes sustantivas y transitivas del pensamiento. En rigor, las
ideas o representaciones se corresponderían con las partes sustantivas. Pero el curso del pensamiento
incluiría también aspectos no sustantivos tales como direcciones mentales, sensaciones no
representacionales, etc.
8. MIND READER 1.8
Un Dispositivo de Lectura de la Mente
Un experimento imaginario en Neurotecnología Cognitiva
10. Mind Reader – Interfaz de Inicio
Mind Reader 1.2
1 – Pensamientos en Tiempo Real
2 – Escaneo de Memoria
3 – Historial de Pensamientos
> Memoria Semántica
> Memoria Episódica
Solo Palabras
Solo Imágenes
Mixta
11. 1) Pensamientos en Tiempo Real > Secuencia
32 4 51
87 96 10
¿Cómo será
esto del
tomógrafo?
No llores
por mi
Argentina
13. 2) Escaneo de Memoria > Memoria Semántica > Solo Palabras
No llores
por mi
Argentina
Eva
Perón
Evita
Partido
Justicialista
Juan D.
Perón
Actriz
Madonna
Cantante Canción
Película
Musical
14. 2) Escaneo de Memoria > Memoria Semántica > Solo Imágenes
No llores
por mi
Argentina
15. 2) Escaneo de Memoria > Memoria Semántica > Mixta
No llores
por mi
Argentina
Evita Juan D.
Perón
Cantante
Película
16. Proceso inconsciente Time Estado consciente Time
1: Generando pensamiento preverbal
2: Activando imagen
3: Trasvasando imagen
4: Activando cadena imagínistica
5. Trasvasando imagen
10:02:03
10:02:05
10:02:06
10.02:09
10.02.11
1: ¿Cómo será esto del tomógrafo?
2.
3.
10:02:04
10:02:08
10.02.15
3) Historial de pensamientos
17. • La diferenciación entre sensación/percepción versus
pensamiento esconde un hecho también evidente de la
vida mental: no solo pensamos en el retiro del
hipotético “teatro interior” de nuestra mente, sino
que pensamos también de modo simultáneo,
contemporáneo o vinculado a nuestras percepciones.
• Así, a la visión de la flor se le yuxtapone el
pensamiento de que se trata de una flor. O
mientras vemos la flor, pensamos también (o
imaginamos) en su aroma, su textura, su belleza. Y es
probable, además, que la visión de esa flor nos evoque,
mientras la seguimos observando, el recuerdo de otras,
o historias de flores como la de El Principito y la rosa, o
la contraposición entre la naturaleza de la flor y la
aridez de la maceta que la contiene.
¿Qué es el pensamiento? Una definición corregida.2
18. • También es probable que mientras vemos la flor no pensemos nada
vinculado con esa ni con ninguna otra flor porque, a pesar de estar viendo
una en particular, nuestra mente simplemente se encuentra absorta “en
otra dimensión”, elucubrando cuestiones tales como nuestros planes o
preocupaciones cotidianas, el diálogo interior que entablamos con alguna
persona o el sentido en que la psicología cognitiva se diferencia o no de
otros paradigmas de esa ciencia. En este caso, nuestro pensamiento
parece discurrir de modo paralelo o independiente de la experiencia
perceptual inmediata.
El pensamiento resulta entonces el suceso o conjunto de sucesos mentales que
ocurre, o bien más allá de las cualidades sensoriales de la experiencia, o bien en
una íntima yuxtaposición contemporánea conectada con tales cualidades
experienciales, aun cuando sea independiente de las mismas.
19. 3
• La caracterización tripartita de la mente ha sido expresada en
términos de entidades y/o de funciones mentales.
• Desde hace siglos se han postulado las clásicas distinciones
entre razón y emoción, intelecto y pasión o entre conocimiento
y voluntad.
• La misma noción de mente no ha escapado a la taxonomía
dicotómica cuando, luego de adscribirla al intelecto y la razón
se la termina oponiendo al sentimiento y a la pasión.
• En tales distinciones cuasi binarias, el pensamiento quedaría
adscrito a las cualidades representacionales de los objetos
mentales, mientras que el afecto aparece homologado a una
especie de energética o cualidad no representacional, cuya
vinculación al objeto representacional puede ser más o
menos necesaria o contingente.
Pensamiento, afecto e intención: una contextualización necesaria para precisar sus
identidades e intersecciones
La concepción tripartita sobre el universo mental
20. «Podemos distinguir entre el rostro de la persona
amada y el sentimiento que nos provoca verla; lo cual
nos permite elucubrar, ya de modo teórico, que — en tanto
objeto representacional— ese rostro portará similares cualidades
objetivas reconocidas por diferentes observadores, aunque
subjetivamente será valorado y, por ende, percibido de modo
diferencial por el enamorado. Aunque todos puedan reconocer
ese rostro como propio de esa persona, el enamorado lo
percibirá desde la mirada de su sentimiento»
El sutil vínculo entre representaciones y afectos
21. • ¿Acaso el enamorado no percibe un rostro representacional diferente del que
pueden ver otros sujetos carentes de tal sentimiento? ¿No existe alguna
faceta representacional, un brillo, un matiz en la mirada, un rubor, etc. que “la
magia del sentimiento” ha conferido al objeto?
• Cuestiones que nos conducen a especular sobre aquello de que “la belleza está
en el ojo de quien mira” amerita un giro de significado, a saber: “Aun cuando la
belleza encuentre su origen en el ojo de quien mira, eso no quita que su
destino también abarque al objeto donde se deposita”
• Mirar un rostro o lo que fuere bajo la mirada del amor u otro sentimiento ¿no
constituye en algún sentido que lo que se percibe es ya otro objeto ahora
transfigurado?
• El filósofo Jean Paul Sartre (1959) lo teorizó con claridad cuando en su “Esbozo
de una teoría de las emociones” sentenció que “la emoción es una
transformación mágica del mundo
22. Representación y afecto, según Freud
• Para Freud representación y Afecto son entidades irreductibles,
pero pasibles de unirse o desligarse.
• Así, una determinada representación o idea puede estar unida a
un afecto que le confiere tinte y significado.
• Ese afecto es el que hace que una misma representación pueda
ser considerada de manera diversa por distintos sujetos o,
incluso, por un mismo sujeto en diferentes momentos o estadios
de su vida.
Fuente de la imagen:
https://twitter.com/RafaelPoulain/status/103574
6551765905408
23. • Dilthey nos invita a pensar que, por imperio de la imaginación, podemos concebir a un soldado que, a punto de morir
en el fragor de la batalla, observa su escena como un simple espectador desprovisto de cualquier afecto
ligado al miedo.
• Del mismo modo, podríamos también imaginarlo experimentando un “miedo puro” que careciera absolutamente de
la intención de proyectar un acto volitivo orientado a evitar el fatal desenlace que parece.
• Pero tales elucubraciones —según Dilthey— no son, sino abstracciones improbables, porque en la vivencia real
del hipotético soldado lo más verosímil es suponer la indisoluble amalgama entre representación,
miedo y voluntad liberadora.
Dilthey y la indisoluble unidad de la vivencia
24. Brentano y la Intencionalidad de la consciencia
• En su distinción entre lo mental y lo físico, Brentano propone
que los estados mentales poseen una propiedad de la que
carece lo físico: la intencionalidad.
• Los procesos mentales en su totalidad, se caracterizan por la
propiedad de ser sobre, apuntar o versar acerca de algo.
• El concepto de intencionalidad está íntimamente ligado al de
representación, en la medida en que toda representación
referiría a algo.
“Todo fenómeno psíquico contiene en sí algo como objeto, aunque no siempre
del mismo modo. En la presentación hay algo que es presentado; en el juicio
algo viene aceptado o rechazado; en el amor, amado; en el odio, odiado; en el
deseo, deseado, etc.”
Fuente de a imagen: Gerardo Viau Mollinedo.
https://es.slideshare.net/GerardoViau/brenta
no-y-la-intencionalidad
25. La intencionalidad según Searle:
Un mismo contenido bajo tres modalidades psicológicas diferentes
CREER QUE
LLUEVE
DESEAR QUE
LLUEVA
TEMER QUE
LLUEVA
Ambito Ejemplo Acto mental o modalidad Ejemplo
Creencia “Creo que lloverá” Creer Creo que lloverá
Deseo “Deseo que llueva” Deseo Deseo que llueva
Temor “Temo que llueva” Temor Temo que llueva
26. • Searle (1992) destaca que un mismo objeto puede ser aprehendido bajo diferentes tipos
o modalidades mentales.
• Así, puedo “creer” que lloverá, puedo “querer” que llueva o puedo “temer” que llueva.
• El objeto mental es el mismo en los tres casos (la lluvia que podría ocurrir), pero mi
conexión hacia el mismo puede ser bajo el modo de la creencia, del deseo o del temor.
• Aunque los tres casos sean claramente disímiles, adscribirlos como pensamientos tiene
sentido.
• En el primero, que aparece como paradigmático del pensamiento en tanto
representación, es claro que me represento un estado de cosas en el mundo (la lluvia).
• Sin embargo, el segundo y el tercer caso también resultan consubstanciales del mismo
objeto representacional (i.e. la lluvia). Así mi deseo o en mi temor de que llueva
también resultan inseparables del contenido representacional “lluvia”
• Lo cual permite advertir que, en la medida en que refieran a un objeto, los deseos y los
temores resultan también, en algún sentido, variedades del pensamiento.
• Al respecto, cierta expresiones del lenguaje natural resultan reveladoras como cuando
solemos expresar frases como: “Entonces tuve una idea clara de lo que quería” o
“Entonces vino a mi mente ese pensamiento horrible de lo que él pensaba hacer y eso
me inundó de miedo”
El concepto de intencionalidad de Searle y sus implicancias para caracterizar el pensamiento:
Sinopsis
27. En síntesis, se ha intentado mostrar que los límites entre pensamiento, emoción y
deseo suelen ser borrosos y, por ende, resisten a la precisión clasificatoria que un
saber científico precipitado pretendería adscribirles.
Pensamiento Emoción
Deseo
28. • La imaginación, en su
actividad salvajemente
exploratoria, confiere al
pensamiento un objeto
en el cual pensar.
• Pensar es proveer una
lógica demostrativa o
productiva al servicio
de un objeto que se
presenta en la
imaginación, a modo
de posibilidad.
«La imaginación es la punta de la flecha
que guía al proceso del pensamiento»
Pensamiento e imaginación: una sinergia cooperativa4
29. • Si nos remontamos a la tradición de Hume pensamiento e imaginación podrían homologarse como fenómenos
idénticos o del mismo tipo. Es decir: Casos particulares de la actividad representacional de la mente. Simulacros internos
de la mente en ausencia de objetos sensoriales presentes en el aquí y ahora, o actividades que más allá de anclarse en
objetos presentes desbordan sus cualidades sensoriales.
• Así, pensamiento e imaginación suponen juegos de virtualidades mentales que
trascienden a lo real, más allá de que puedan operar en ese nivel.
• Pero más allá de esa supuesta armonía identificatoria podemos especular que ambos fenómenos resultan diferentes.
• Por cierto tal especulación podría dar lugar a un cúmulo de tratados epistemológicos cuyo carácter desborda este trabajo.
Por eso adoptaremos en cambio lo que el psicólogo Edward de Bono (1991) denomina “provocación operativa” o,
también, “idea trampolín”.
• Una provocación operativa no es más que una idea arbitraria que se postula no ya por su supuesto valor de verdad inicial
sino por su potencialidad de conducir a otra idea cuyo valor preliminar es, en principio, incierto. Nuestra provocación
operativa resulta entonces la siguiente: «La imaginación es la punta de la flecha que guía al proceso del pensamiento»
Pensamiento e imaginación: una sinergia cooperativa
30. • La actividad exploratoria de la imaginación construye el horizonte al cual se dirigen las
potencias intelectuales del pensamiento para su plasmación.
• Esta particular “sociedad mental” a veces genera logros o productos variados más o menos tangibles
y a veces simplemente se agota en los juegos mentales del ensueño y la fantasía.
• Pero siempre parecen exhibir un patrón común: la imaginación le “confiere norte” a las
potencias del pensamiento para ponerlo en acción.
• Pero a veces, la imaginación no solo confiere norte al pensamiento, sino también la inventiva
necesaria para que éste termine siendo operativo.
Provocación operativa: «El pensamiento es hijo de la imaginación creadora»