Un hombre colombiano viviendo en España recibió repetidas solicitudes de su esposa en Colombia para enviarle esperma por correo para quedar embarazada durante 10 años, hasta que un día envió una mezcla de maicena, clara de huevo y leche en su lugar. Su esposa le confirmó que estaba embarazada de nuevo, lo que llevó al hombre a exclamar que había inventado el esperma.