Se hacen reflexiones sobre el aborto y se plantean una serie de preguntas

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La muerte intencional de seres humanos antes de su nacimiento
Enrique Posada
Abril de 2021
Principios fundamentales: la conciencia de la vida o del poder elitista
Creo y siento que todo ser humano es una maravilla, una inspiración de la creatividad
universal, un hijo de Dios, heredero de sus dones.
Esto se aplica no solamente a su vida real en la tierra, sino a los impactos que la existencia
de las personas tendrá a través de los tiempos.
Está en nuestra conciencia caer en cuenta del propio potencial y el de contribuir al desarrollo
del potencial de las personas en la medida en que sea factible para nosotros.
Afortunadamente la humanidad ha hecho siempre esfuerzos por el humanismo y por la
supervivencia y progreso de la especie, por la calidad de vida y por el logro de la felicidad y
de la armonía. No ha de faltar una minoría de seres de baja conciencia que se enfocan en el
crimen, en la destrucción, en la deshonestidad y en el daño. Aunque muchos de ellos son
poderosos porque consiguen dinero, fama y dominio, hasta el momento han salido adelante
las fuerzas creativas y la mayor parte agradece la vida y la ejercita con optimismo.
Sin embargo, ha crecido la sutileza y la malicia de diversos grupos que no creen en la
maravilla de la raza humana y que quieren entorpecer su evolución y llevar el mundo hacia
uno dominado por una élite con ideas como las siguientes:
- Los seres humanos son una plaga destructora, que ha crecido demasiado y cuya
actividad es una amenaza para la vida misma y para el planeta.
- Los seres humanos han llevado las cosas a tales niveles de peligro, que solamente
quedan unos pocos años de vida al planeta.
- Esto ha ocurrido porque se permite que florezcan las ideas y las iniciativas
individuales.
- Se requieren unos líderes ilustrados que, bajo las premisas de la ciencia, de la
racionalidad, destruyan las equivocadas tradiciones e ideas y las cambien por unas
nuevas que no permitan que florezcan las libertades y las iniciativas de los individuos,
de modo que todos se ajusten a la sabiduría y a la narrativa de la élite ilustrada.
La escogencia y el derecho a la vida
Uno de los instrumentos más efectivos que ha tenido la élite ilustrada es desacreditar el valor
de la nueva vida humana, aquella que se concibe en pareja y que durante nueve meses se va
formando, en un proceso misterioso, potente y creativo, que permite que la unión de dos
células se transforme, en unas pocas semanas, en una persona claramente determinada, que
tiene conciencia y vida propia a medida que pasa el tiempo del embarazo. Es así como cada

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vez se difunde más y más entre las personas la idea de que el aborto es conveniente. En esta
forma mueren miles y miles de niños antes de nacer.
La mayor parte de los países, bajo la inspiración de organizaciones pro-escogencia y diversas
fuerzas políticas y de buena parte de los artistas, de los intelectuales, de los feministas y de
los periodistas, han ido aceptando el aborto como algo cotidiano y conveniente, bajo la
premisa de que la mujer en embarazo es dueña de su cuerpo. Por ello, ella puede escoger qué
hacer con el ser humano que tiene dentro de sí, sin que dicho ser pueda expresarse para nada.
No es tampoco asunto de pareja. Ella decide.
Entonces ha sido efectiva la penetración de las ideas que favorecen el aborto, de manera que
la humanidad ha quedado divida en dos partes: los que están a favor de los derechos del ser
que se desarrolla dentro de la madre, denominados “´pro vida” y los que están a favor del
aborto cuando la mujer lo decida, denominados “pro escogencia”.
La mayor parte de las religiones y las personas respetuosas de la vida y de ideas de centro y
de derecha, se han opuesto al aborto, pero van perdiendo terreno ante la fortaleza económica,
política y mediática de los movimientos de “avanzada”, especialmente los de izquierda, que
lo defienden, cada vez con mayor descaro y atrevimiento. Antes se lo pedía para casos de
violación y de embarazos de muy alto riesgo para la madre. Ahora es tema simplemente de
los derechos de la mujer en embarazo para escoger y decidir, eliminando prácticamente todo
límite, cada vez más y más.
En esta forma, se ha llegado a todo un esquema de funcionamiento de los sistemas de
asistencia de la salud y estatales, a un conjunto de normas y de procedimientos, que han dado
carta de existencia a la terminación de la vida de millones seres humanos, inocentes e
indefensos.
En defensa de la vida de los inocentes
Obviamente en la raíz de todo esto están los comportamientos individuales y colectivos, que
hay que prevenir en muchas formas, que dan lugar a situaciones en las cuales las mujeres
quedan en embarazo, para luego rechazar al ser que llevan adentro y a considerarlo, bajo la
narrativa abortiva cada vez más prevalente, como una amenaza a sus propios derechos, de
modo que pueden escoger que no llegue a vivir.
En este sentido habrá que insistir en la importancia de escoger o no escoger la concepción
del inocente e indefenso ser, como paso previo que nace de la responsabilidad y de la
conciencia personal.
También es importante insistir en lo maravillosa que es la vida, mucho más que el derecho a
escoger. Siempre habrá alternativas para que una mujer que se sienta incómoda o acosada
con la vida que lleva dentro, no tenga que recurrir a acabar con ella. En ese sentido, ella puede
escoger dar a luz, en vez de dar paso a la muerte del indefenso y la sociedad debe contar con
mecanismos para que el niño sobreviva y se desarrolle, por ejemplo, siendo adoptado.

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Preguntas dolorosas
Las sociedades liberales, avanzadas e ilustradas, y en verdad todo tipo de sociedades que
admiten el aborto como algo aceptable (y en muchos casos deseable) simplemente dan el
visto bueno, y no se fastidian con preguntas incómodas, de modo que, sin muchos
cuestionamientos, avanza la contabilidad de los abortos. Se estima que en la actualidad se
presentan 45 millones de abortos inducidos intencionalmente en el mundo, más de 15 veces
las muertes atribuidas en un año al covid-19. A diferencia de las muertes por Covid-19, a
pocos les interesan estas estadísticas, que son mucho más graves, ya que se está destruyendo
intencionalmente la vida de personas con un potencial de aporte humano y social de hasta
más de 80 años.
¿Cuáles son las razones para esta indolencia colectiva?
¿Es que se piensa que estas personas iban a ser una plaga en sus vidas, que por ello no valen
nada?
Para mirar este estado de indolencia, vale la pena anotar que, por ejemplo, en los EE. UU.,
casi la mitad de los embarazos no son planeados (Enorme falta de conciencia colectiva e
individual) y cuatro de cada 10 de estos son interrumpidos por aborto (afortunadamente en 6
de 10 se elige la vida, lo cual va más o menos en la proporción de los que son pro-vida en la
población). Así se tienen más de 3.000 abortos por día. El veintidós por ciento de todos los
embarazos en los Estados Unidos (excluidos los abortos que se dan de espontánea) terminan
en aborto.
Un técnico se dedica, aparentemente, a
remover partes de los fetos de varios
niñitos. Evidentemente se trata de fetos
muy desarrollados.
¿Para qué estas operaciones?
¿Se trata de investigaciones?
¿Se trata de un macabro foto-shop o de
efectos especiales?
¿Se trata de un oficio que la persona
asume sin mayores cuestionamientos?
¿Hay clientes interesados en las partes
que se puedan recuperar, hay aspectos
comerciales y de negocio?

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No puedo dejar de compartir esta fotografía que me causó horror. No la tomé ni fui testigo,
la encontré en la red, no la puedo certificar como algo que ocurre con frecuencia, me imagino
que pocos se atreven a hacer estas cosas, pero temo que se dan en verdad y se debe mover
nuestra conciencia, a preguntarnos qué otros significados hay detrás del aborto.
Naturalmente que las entidades especializadas en llevar a cabo abortos niegan que suceda
nada horroroso con estas cosas, más bien explican que son entidades que asisten y apoyan a
las mujeres en el ejercicio de sus derechos de libre reproducción, para que no caigan en
clínicas ilegales y sean expuestas a altos riesgos de salud.
Sin embargo, las entidades que defienden la vida han hecho investigaciones y denuncias que
indican que no es esta la única situación.
Miren esta gráfica que muestra un procedimiento desarrollado por un famoso médico
abortista para extraer un feto de modo que no se destruya al abortar, lo cual permite hacer
cosas extrañas con las partes corporales, como las aparentes en la foto anterior (gráfico
tomado de https://www.liveaction.org/news/partial-birth-abortion-was-it-really-rare/
Se ilustra el proceso del médico abortista Martin Haskell para extraer el cuerpo en buen
estado. En la actualidad no se lo permite legalmente en EEUU, pero alcanzó a ser puesto
en práctica en miles de casos
Entonces nos podemos hacer estas otras preguntas inquietantes:
¿Hay intercambio comercial y precios establecidos en el mercado de los fetos y sus partes?
¿Hay alguna relación entre estos precios los días de vida del feto/bebé?

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¿Será que aumentan los precios con tales días de vida?
¿Qué se hace si el feto/bebé sobrevive a un aborto?
¿En verdad se trata solamente de los derechos de la mujer a elegir?
En un artículo reciente se trata el tema de que el gobierno de los Estados Unidos ha estado
por años comprando y negociando partes del cuerpo de bebés abortados “frescos”. Estas
partes del cuerpo, adquiridas por la Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU. para
"humanizar" ratones (al parecer usar partes humanas en los animales) y probar medicamentos
biológicos en experimentos científicos, provienen de bebés de hasta 24 semanas de gestación,
apenas unas semanas después del aborto. Estás prácticas ocurrieron entre 2012 y 2018.
¿Existe la posibilidad de que las autorice de nuevo el gobierno actual, que ya ha mostrado
órdenes ejecutivas presidenciales impulsando el aborto?
https://thefederalist.com/2021/04/15/federal-government-caught-buying-fresh-flesh-of-
aborted-babies-who-could-have-survived-as-preemies/