El documento habla sobre la violencia escolar en España. Señala que el 15% de profesores han sido agredidos físicamente y el 73% verbalmente. También menciona que los profesores carecen de medios para lidiar con estudiantes disruptivos. Finalmente, argumenta que las leyes no serán suficientes y que se necesita un mayor compromiso de los padres en la educación de sus hijos para abordar este problema.
1. La violencia escolar
El cine americano ha tratado muchas veces el maltrato a los docentes, describiendo
con tintes sombríos esas escuelas multirraciales en barrios deprimidos donde el profesor
es sistemáticamente agredido por pandilleros desmotivados que hacen de las aulas su
hábitat de protesta y desarraigo.
Podemos creer que eso es cosa de otros y que nuca iba a llegar aquí. Pero lo cierto es
que el fenómeno ha irrumpido entre nosotros de una manera preocupante. Según datos
de mi amigo Javier Urra, quince de cada cien profesores de secundaria han sido
agredidos físicamente alguna vez y un 73% verbalmente, y son muchos los que
manifiestan sentir miedo al entrar en clase. De ahí que el 80% reclame instrumentos
para ejercer más y mejor la autoridad docente. Lo cierto es que hasta ahora el profesor
carece de medios para luchar contra unos alumnos que no le dejan dar la clase y no
permiten a sus compañeros estudiar y aprender en condiciones. El resultado es ese estrés
permanente de muchos docentes y su deseo de salir cuanto antes del sistema.
Por ello propuestas como las de la Comunidad de Madrid de conferir a los profesores
la condición de «autoridad pública» deben ser bienvenidas. Pero esa deseable medida no
lo va a resolver todo. Resulta muy turbador que más del 60% de los profesores
consideren que la indisciplina de los alumnos en las clases está directamente relacionada
con una permisividad excesiva en el hogar familiar. Educar a los hijos exige oficio y
tiempo y los padres que trabajan no siempre lo tienen. Pero esa situación no justifica
que se comporten siempre como abogados defensores de sus hijos. Deberían actuar más
veces como fiscales ante comportamientos desviados de lo razonable. Así que bien
estará la ley, pero no servirá de mucho sin una mayor implicación de los padres en el
proceso educativo.
Rafael Puyol, ABC, 19 de septiembre de 2009
COMENTARIO DE TEXTO
GUACIMARA MARTÍN
Estamos ante un texto periodístico, concretamente, ante un artículo de opinión.
Debido a su corta extensión se podría decir que se trata de una columna.
Dicho texto, titulado “La violencia escolar”, ha sido publicado el 19 de Septiembre
2. de 2009 en el periódico ABC, por doctor en Geografía española y ex-rector de la
Universidad Complutense de Madrid, Rafael Puyol.
Se trata de un tema de interés general y de gran actualidad. Por eso el autor lo
dirige a toda clase de lectores, utilizando por ello un lenguaje sencillo, pero
siempre dentro de un registro formal. Además no se observan tecnicismos ni
coloquialismos.
Por la propia naturaleza de este tipo de textos, encontramos presentes las
siguientes funciones del lenguaje:
*La función apelativa, puesto que su autor pretende convencernos de su postura
ante un tema de actualidad. Por ese motivo, precisamente, hace uso de un lenguaje
sencillo. También intenta influir en los lectores a través de perífrasis de
obligación: “deben ser bienvenidas las propuestas de conferir a los profesores la
condición de autoridad pública”, “los padres deberían actuar más veces como
fiscales ante comportamientos desviados”.
*La función referencial: Rafael Puyol intenta ser lo más objetivo posible al
exponer su posicionamiento, y utiliza información real. Para ello recurre, entre
otros recursos, a un estudio realizado por el catedrático Javier Urra (“quince de
cada cien profesores de secundaria han sido agredidos físicamente alguna vez, y un
73 % verbalmente, y son muchos los que manifiestan sentir miedo al entrar a
clase”). Además, en el texto todas las oraciones son enunciativas.
* Y, por último, la función expresiva. A menudo aparecen en el texto términos
valorativos, sobre todo, el autor recurre a la utilización de adjetivos explicativos
(“deseable propuesta”, excesiva permisividad). También expresiones como
“problema preocupante”. Aunque quizá la frase más llamativa por su expresividad
es otra: “los padres se comportan como abogados defensores de sus hijos”. Otro
recurso que demuestra esta función es el empleo de la primera persona: “podemos
creer que eso es cosa de otros”.
El tema del texto ya nos viene dado en el título “La violencia escolar”. Se trata de
uno de los graves problemas que ocurren día a día en nuestras aulas. Pero ya no son
suficientes las medidas legales. El ambiente social que rodea a los jóvenes es el
principal responsable de que esto ocurra. Por ello se pide a las familias su
implicación y compromiso para poder mejorar esta situación.
Como ya sabemos, en los textos de opinión los autores adoptan una postura ante
determinados temas, denominada tesis. Rafael Puyol quiere transmitir que las
3. medidas tomadas ante la violencia escolar no son suficientes. Afirma que “educar
exige tiempo y dedicación”, por ello pide a las familias su colaboración.
En cuanto a su estructura, el texto se divide en tres partes: en el primer párrafo
se realiza la presentación del tema; en el segundo el autor desarrolla con
argumentos dicho tema, y en el tercero expone la conclusión, por ello podemos
decir que se trata de una estructura inductiva.
Muy a menudo salen en los telediarios y periódicos, noticias relacionadas con la
violencia, por lo que es un tema muy conocido por todos. No solo la violencia
escolar, ante la cual los profesores ya no saben cómo resolver los problemas que
ocurren en las aulas, sino también la violencia doméstica o violencia de género.
Tanto hombres como mujeres utilizan la violencia para resolver discusiones y
problemas. “La ley del más fuerte; el que gana, tiene la razón”.
Oímos a diario noticias que nos sorprenden, como: “tres escolares de 14 años han
sido procesados por maltratar a un compañero” (4 de Junio, El País); “una mujer
muere tras ser golpeada con un martillo por su pareja” (2 de Octubre, El País)…
Noticias como estas hacen que este tema sea algo presente, que nos preocupa a
todos.
Como bien dijimos anteriormente, en este tipo de textos, el autor defiende una
tesis, es decir, una postura ante un determinado tema, y para ello recurre a la
utilización de argumentos (razones para intentar convencer al lector). Nos
encontramos de varios tipos:
- argumentos estadísticos: como su propio nombre indica, basado en estadísticas.
Por ejemplo: “quince de cada cien profesores de secundaria han sido agredidos
físicamente, y un 73% verbalmente” o “más del 60% de los profesores consideran
que la indisciplina de los alumnos en las clases está directamente relacionada con
una excesiva permisividad”.
- Rafael Puyol argumenta que el cine americano ha tratado muchas veces el
maltrato a los docentes, utilizando así argumentos cinematográficos.
- Además podemos encontrar argumentos lógicos o de evidencia, como por
ejemplo: “educar a los hijos exige tiempo y oficio”.
- También hay en el texto argumentos basados en la ley: “propuestas como las
de la Comunidad de Madrid de conferir a los profesores la condición de autoridad
pública deben ser bienvenidas”.