Columna de Opinion de Waldo Fernandez El presupuesto federal ante la cámara de diputados
1. El presupuesto federal ante la cámara de diputados.
Lic. Waldo Fernández.
De acuerdo con las Naciones Unidas en el documento Situación y Perspectivas para la Economía
Mundial se proyectó que para 2016 y 2017 habría una leve mejora del crecimiento económico a escala
global, esto planteado en cifras implica que para estos años se proyecta que el crecimiento se dará entre
2.9% y 3.2% respectivamente. Sin embargo, el mismo reporte explica que a pesar de esta situación, a los
gobernantes les ha sidocomplicadoy continúanteniendodificultades paraestimular la inversión y reavivar
el crecimiento en sus entidades.
La OCDE prevé un menor crecimiento esto debido al alza en las tasas en Estados Unidos y reveló que la
estimación de crecimiento de la nación mexicana será de 3 por ciento para el año 2017. Los principales
problemas que nuestro país enfrentó en este año 2016 fue una debilidad de la demanda mundial y caída
en la producción de petróleo.
En la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado del Banco de
México (Banxico) correspondientes a julio de este año identificaron como problemáticos para la economía
mexicana la debilidad del mercado externo y la inestabilidad financiera internacional como los principales
factores contra el crecimiento del país.
El 24 de agosto de 2016 la calificadora Moody’s aseguró que para que México no pierda la calificación
soberana debe mantenerla prudenciafiscal locual implicaqueel gobierno tengala capacidaddecontrolar
y reducir sus gastos conloque sepueda estabilizarlacifra de ladeuda, así comoponer en orden a Pemex
ya que la institución petrolera se encuentra con problemas y su estructura financiera pesa sobre sus
acreedores.
Así también Stándar & Poor’s también cambió la calificación para México, en específico modificó de
“estable” a “negativa” la perspectiva de sus notas para CFE y PEMEX, argumentando que hay un bajo
crecimiento de la economía, así como que nuestra nación es vulnerable a problemas externos y a una
deuda pública importante. Esta misma agencia anunció que la economía mexicana crecerá este año 2%
y cerca del 3% entre 2017 y 2019.
El contexto internacional no ayuda a mejorar esta situación, de acuerdo con el investigador Miguel Ángel
Díaz Carreño en su documentoPerspectivas del crecimiento Económico de México en 2015-2016, existe
una fuerte inestabilidad debida a la Recesión Económica Mundial que se presentó de los años 2007 al
2009 y que impactó en México; recientemente, señala el mismo investigador durante el año 2015 se
presentó una desaceleración económica que podría mantenerse durante los siguientes dos años de
acuerdo con las perspectivas del FMI y de la OCDE.
Bajoestos análisis seapreciaun contextointernacional debajocrecimiento, dondela economíamexicana
podría estar exenta, más aún si se considera que de acuerdo con datos del INEGI en 2015 el crecimiento
del PIB se incrementó en un 2.6%.
En realidad hace ya veinte años que la economía a escala global crece poco, que las crisis financieras
son recurrentes, que la especulación campea afectando con severidad a las economías más débiles y
que los nuevos factores de poder internacional presionan sobre el mapa de decisiones de los países con
menor capacidades y recursos, lo anterior al seno de una tendencia ominosa en que la desigualdad
mundial y al interior de las naciones se profundiza. En suma, en el actual modelo de creación de riqueza
los costos se socializan mientras que los beneficios se privatizan.
Se trata de graves tendencias que ahí están a la vista, de proyecciones económicas que no pueden
descartarse, y de presiones globales sobre la economía de nuestro país donde el diálogo lejos está de
ser sólo entre países ahora hay que negociar con las empresas trasnacionales como si se tratara de
gobierno paralelos. Este escenario implica para los senadores y diputados asumir la complejidad
económica mundial y nacional a la hora de aprobar el Presupuesto de Egresos Federal (PEF) para el
ejercicio de 2017, Uno de los principales problemas que tiene nuestra nación es el lento crecimiento que
ha tenido durante los últimos 30 años y en evidencia los rezagos que han dejado las crisis económicas
internacionales.
El presupuesto de 2017 debe considerar la alta volatilidad de los mercados internacionales, la
desaceleración de China, la recesión de Canadá y la situación que surgió en Europa por el Brexit. De
acuerdo conFMI seespera un crecimientoparaestas regiones promedio de 2.0 a 2.2% mientras quepara
América Latina sería de 0.8% por esta razón la formulación del PEF debe considerar los datos arrojados
tanto por las calificadoras como por los índices de crecimiento.
Otra serie de datos nacionales de especial complejidad son la caída de los ingresos prevenientes de las
exportaciones petroleras, el costo de la deuda interna, los pasivos laborales en las instituciones de
seguridad social, un nivel de recaudación que sigue atrapado en la inacción de las administraciones
locales donde los municipios se muestran histórica y tendencialmente renuentes a cobrar impuestos, en
2. especial, el predial; y considerar a su vez la necesidad de mantener las inversiones en infraestructura,
educación, salud, vivienda, desarrollo regional, programas contra la pobreza e infraestructura social
básica.
Los recursos fiscales están limitados por este conjunto de factores, y cada año las presiones aumentan
en rubros sustantivos como los sistemas de seguridad social, el costo financiero de la deuda externa e
interna, y la necesidad de estabilidad macroeconómica ante la especulación financiera internacional.
México es una nación de sobra vinculada a la economía norteamericana a la que le vendemos ocho de
cada diez pesos, con la que compartimos la frontera más grande del mundo, y donde el factor Donald
Trump aún no puede descartarse.
Habrá que pensar en las próximas semanas no en cómo gastar más sino en cómo puede haber mayor
equidad en lo que cada persona aporta al pago de impuestos, lo cual es por demás difícil cuando estamos
en escenarios políticos que privilegia el escándalo, la denostación y la estridencia. La racionalidad en el
ejercicio del gasto debe verse en función de lo que se necesita y sus resultados, pues mantener
disponibilidad financieras para programas de gobierno cuyo sello distintivo es el subejercicio se convierte
en un despropósito público cuando se tienen necesidades reales y efectivas en el área social y de
inversión pública.
Finalmente, más tarde o temprano habrá de analizarse, y esperemos sea al seno de un diálogo nacional
abierto y plural, el papel de los programas sociales para revertir la pobreza, a la fecha de invierten miles
de millones de pesos en transferencias de recursos a los sectores más desprotegidos que a la vuelta de
más de veinte años no se aprecia que hayan reducido de manera significativa los niveles de pobreza y
menos aún de desigualdad social. El presupuesto frente al Congreso es un tema que también debiera
dejar de analizarse cada fin de año y a veces hasta al límite del tiempo constitucionalmente establecido,
en cambio se requiere un diálogo permanente entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo con mayores
niveles de eficiencia y eficacia para responder a los retos internos y externos que enfrenta nuestra
nación, como también se requiere de mayor responsabilidad en todos los niveles de gobierno para que
la ciudadanía conozca cabalmente en qué y como se ejercen los recursos provenientes de los impuestos
que todos pagamos.