1. Programa de las Naciones Unidas Para el Desarrollo (PNUD)
BOLIVIA:
PROSPECTIVA ECONOMICA
Y SOCIAL
2000 - 2010
Cuaderno De Futuro 10
La Paz – Bolivia
2000
2. 2
Índice
PRESENTACIÓN
INTRODUCCIÓN
I. ESTRUCTURA ECONOMICA E INSTITUCIONALIDAD
1. C ARACTERÍSTICAS DE LA ECONOMÍA BOLIVIANA
2. L AS ACTIVIDADES ECONÓMICAS
3. EL AMBIENTE ECONÓMICO – INSTITUCIONAL Y LA APERTURA EXTERNA
4. LAS REFORMAS ESTRUCTURALES
5. EL ROL DE LOS AGENTES ECONÓMICOS
6. RESULTADOS MACROECONÓMICOS EN EL PERÍODO DE POST-ESTABILIZACIÓN
7. LA SITUACIÓN REGIONAL
II. LOS GRANDES DESAFIOS DE LA ECONOMIA
1. LOS SECTORES CLAVES
2. LOS PROCESOS DE INTEGRACIÓN REGIONAL
III. LOS ESCENARIOS A FUTURO
1. E SCENARIO TENDENCIAL
2. ESCENARIO OPTIMISTA
IV. BIENESTAR DE LA POBLACION Y POBREZA
1. LAS CAUSAS DE LA POBREZA
2. SITUACIÓN DE LA POBREZA
EVOLUCIÓN DE LA POBREZA
3. 3
CARACTERÍSTICAS DE LOS POBRES
CONDICIONES DE BIENESTAR DE LOS HOGARES
V. LOS GRANDES DESAFIOS SOCIALES
VI. LOS ESCENARIOS SOCIALES
1. METODOLOGÍA
2. ESCENARIO TENDENCIAL
3. ESCENARIO MODERADO
4. ESCENARIO OPTIMISTA
CONCLUSIONES
Referencias bibliográficas
4. 4
Presentación
El presente trabajo tiene por objetivo reflexionar sobre los posibles escenarios de
evolución de la pobreza en Bolivia en el mediano plazo. Para plantear esas
posibilidades, la Unidad de Análisis de Política Económica (UDAPE), institución
autora de esta investigación, analizó los datos relacionados con el crecimiento
económico y los efectos de distribución asociados a las políticas sociales. En ese
sentido, se han planteado tres escenarios en el periodo comprendido entre los
años 1997-2000.
El análisis de las tendencias económicas a futuro fue un importante contraste con
el cuadro de aspiraciones generales de la sociedad, dado que las primeras
plantean las condiciones de posibilidad de las segundas.
UDAPE descubre que en la sociedad boliviana existe una bifurcación entre el
crecimiento económico y las aspiraciones de las personas en función del
desarrollo humano. Si bien persiste la idea generalizada de que el futuro será lo
que fuimos en el pasado, también es posible pensar en que la economía puede
ser un escenario desde donde es posible reducir la pobreza.
Como es de suponer, el trabajo de UDAPE pone en tensión a la política, entendida
como el arte de lo posible, y asumida en su papel constructivo.
Desde el Informe de Desarrollo Humano en Bolivia, que patrocina la publicación
de esta serie “Cuadernos de Futuro”, los escenarios reflexionados por UDAPE nos
invitan a impulsar un compromiso activo de la sociedad para que los pobres se
conviertan en actores de su existencia, se establezcan políticas municipales
descentralizadas como eje del desarrollo y se fortalezca una cultura basada en
resultados, pero también en el pluralismo y la participación de abajo hacia arriba.
Somos conscientes de las limitaciones que tiene un análisis prospectivo de la
marcha de la economía, más aún en un país con serios déficits de información y
con un aparato productivo dependiente e inestable como el boliviano. A pesar de
ello, este trabajo, junto a otros de esta serie como el de Gabriel Loza o el
coordinado por Manuel Contreras, marcan un horizonte que debe tomarse en
cuenta a la hora de fijar metas y políticas nacionales.
Fernando Calderón Gutiérrez
Coordinador del Equipo IDH 2000
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud)
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5. 5
Introducción
El desarrollo de los países está condicionado por eventos del pasado reciente y
las oportunidades y limitaciones que pueden presentarse en el mediano y largo
plazo, razón por la cual es necesario contar con una visión a futuro que permita
orientar las decisiones presentes para reforzar las tendencias favorables y evitar
aquellas que entorpezcan el logro de un mayor bienestar para la población,
objetivo central del desarrollo.
Este trabajo busca aportar a la construcción de una visión prospectiva sobre la
economía y las condiciones de vida de la población en Bolivia. Para tal efecto se
han elaborado diferentes escenarios a futuro que muestran las perspectivas
económicas y las posibles situaciones de bienestar de la población que, a su vez,
se derivan del crecimiento y acciones del sector público.
Esta prospectiva simula situaciones deseables en un horizonte temporal
determinado para lo cual se han realizado varios supuestos sobre el
comportamiento de variables económicas y sociales. Para esto, se parte del
reconocimiento de potencialidades, restricciones y posibles efectos de las
acciones actualmente en curso. Sin embargo, los escenarios planteados no
desconocen que el futuro es el espacio de tiempo donde ocurren eventos
previsibles y no previsibles.
Por las características de los ejercicios prospectivos, los resultados deben
considerarse como una posibilidad, siempre y cuando, se cumplan los supuestos y
condiciones previamente definidas. Es conveniente aclarar que a diferencia de las
proyecciones donde se trata de minimizar la probabilidad de error, la prospectiva
se construye con base en eventos deseables.
La metodología requirió la aplicación de instrumental cuantitativo. Se usaron
modelos contables, econométricos y estadísticos y se tomó en cuenta la
información macroeconómica, sectorial y social del sistema de información de la
Unidad de Análisis de Política Económica (UDAPE), que fue revisada para
asegurar la consistencia de los modelos utilizados.
El trabajo consta de dos partes y está dividido en seis capítulos. En la primera de
ellas, se abordan los aspectos relativos a las características de la economía
boliviana, su evolución en los últimos años, las reformas estructurales a partir de
las cuales se identifican los desafíos del futuro que permiten estructurar dos
escenarios de proyección.
En la segunda parte se desarrollan los temas sociales y se incorpora un
diagnóstico de las condiciones de vida de la población, a partir del cual se
determinan los principales desafíos en el área social para construir tres escenarios
prospectivos. Se concluye con algunas consideraciones sobre los mismos.
6. 6
Este documento es resultado del trabajo de un equipo de profesionales de UDAPE
especialistas en macroeconomía, sectores productivos y de servicios, en pobreza,
desigualdad y en modelos econométricos.
El presente estudio fue realizado a solicitud del Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD), en el marco del Informe de Desarrollo Humano (IDH)
para el año 2000.
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I. Estructura económica e Institucionalidad
1. Características de la economía boliviana
De acuerdo a clasificaciones de organismos internacionales, Bolivia está entre los
países de menor desarrollo relativo e ingreso mediano bajo. Según el Producto
Interno Bruto (PIB) per cápita ($us 892), en 1997 ocupó el lugar 81 de un total de
133 países, nivel que sólo es superior para Latinoamérica al observado en
Honduras y Nicaragua. La mayoría de los indicadores socioeconómicos muestra
que las condiciones de la población son inferiores al promedio de la región y, en
ciertos casos, semejantes a las de algunos países africanos.1
Desde hace más de una década, la economía presenta una significativa
estabilidad macroeconómica, resultante de la aplicación de políticas fiscales y
monetarias adecuadas y de reformas estructurales que además buscan promover
el crecimiento a través de un mayor flujo de inversión privada (nacional y
extranjera) y de un mejor funcionamiento del mercado. En este periodo se observó
una mayor urbanización como consecuencia de fuertes flujos migratorios del
campo hacia las principales ciudades del eje central y cierta diversificación de la
producción. El Estado redujo su participación directa en la economía y orientó sus
acciones a su promoción y regulación, y a la creación de infraestructura
económica y social. Por su parte, el sector privado mostró mayor dinamismo en las
áreas productivas.
El crecimiento de la economía boliviana alcanzó en los años 90 un promedio anual
de 4.3% superior en varios períodos a la tasa de crecimiento regional. Se captaron
montos significativos de inversión extranjera orientados hacia los sectores
extractivos, de transportes, comunicaciones y de servicios que en muchos casos
eran monopolios estatales. La inversión extranjera incorporó formas de
administración y tecnología que tienden a elevar la competitividad de la economía.
1
World Bank Atlas (1998).
7. 7
El crecimiento no fue uniforme. La economía presenta importantes diferencias, en
algunos sectores como la agricultura y minería coexisten empresas con
producción artesanal e intensivas en mano de obra y otras con adelantos
tecnológicos y alta densidad de capital. La producción de los sectores intensivos
en mano de obra se canaliza, a excepción de la minería, al mercado interno y los
de mayor desarrollo buscan colocar sus productos en el exterior.
En la composición del PIB, la participación de las actividades primarias de origen
agropecuario y extractivo es de 25%, las de comercio y servicios productivos y
sociales participan con un 54%, mientras que las de transformación (industria
manufacturera y construcción), representan el 21%. Las características referidas
generan diferencias en la calidad del empleo que repercuten en los niveles de
ingreso.
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2. Las actividades económicas
Los sectores económicos más importantes son la industria manufacturera, la
agropecuaria, la minería, la explotación de hidrocarburos, los servicios financieros
y los prestados a empresas, el transporte, almacenamiento y comunicaciones y
comercio. La producción de éstos, en conjunto, representa alrededor del 63% del
PIB.
Composición porcentual del PIB según ramas de actividad, 1990 – 1998
1990 1992 1994 1995 1996 1997 1998
Agricultura, silvicultura, caza y pesca 15,4 15,1 15,4 14,9 14,9 15,2 15,2
Extracción de minas y canteras 10,2 9,9 10,0 10,2 10,2 9,6 10,1
Industrias manufactureras 17,0 16,6 16,7 17,1 17,1 17,1 16,8
Electricidad, gas y agua 1,6 1,7 2,0 2,1 2,1 2,0 2,0
Construcción y obras públicas 3,1 3,4 3,3 3,4 3,4 3,5 3,6
Comercio 8,9 8,9 8,8 8,6 8,6 8,7 8,7
Transporte, almacenamiento y comunicaciones 9,3 9,7 9,8 10,0 10,0 10,2 10,6
Establecimientos financieros, seguros, bienes 10,2 10,5 10,9 10,8 10,8 11,2 11,6
inmuebles y servicios a las empresas
Servicios comunales, sociales y personales 3,8 3,9 3,8 3,8 3,8 3,8 3,8
Restaurantes y hoteles 3,3 3,4 3,3 3,2 3,2 3,2 3,2
Servicios bancarios imputados -1,6 -2,0 -2,3 -2,4 -2,4 -2,8 -3,6
Servicios de las administraciones públicas 10,1 9,9 9,6 9,4 9,4 9,1 8,9
Servicio doméstico 0,6 0,6 0,6 0,6 0,6 0,5 0,5
Impuestos indirectos y derechos sobre 8,3 8,5 8,3 8,6 8,6 8,5 8,6
importaciones
TOTAL 100 100 100 100 100 100 100
Fuente:Elaboración en base a información Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
El sector agropecuario aporta el 15% al PIB, al interior del mismo se destaca la
producción agrícola no industrial que representa el 44% del producto sectorial,
8. 8
caracterizado por actividades que se realizan a secano, pequeña escala y sin
mayores adelantos tecnológicos, lo que incide en su baja productividad. Siguen en
orden de importancia la producción pecuaria (26%) y la agrícola industrial (19%)
constituida por los cultivos orientados a los mercados externos (en 1998 las
exportaciones de este subsector representaron 31% del total). También se
destaca la silvicultura y la producción de coca que representan el 11% del
producto sectorial, aunque se encuentra en franco descenso.
La falta de infraestructura, riego, transportes y almacenamiento limita, en gran
medida, un mejor desempeño del sector agropecuario que, además, es vulnerable
a variaciones climáticas y costos de transporte y comercialización muy altos.
Los sectores extractivos que incorporan el petróleo crudo, gas natural, minerales
metálicos y no metálicos, participan con el 10% del PIB y su producción se destina
en su mayoría al mercado externo. La actividad minera aporta con el 5.3% al PIB y
está integrada por la minería mediana que genera el 59% del valor total de la
producción, la minería chica y cooperativas que generan el 36% y la estatal que,
luego de la privatización, sólo aporta con el 5%. En 1998, las exportaciones
minero metalúrgicas representaron el 33% del valor total exportado.
La producción hidrocarburífera genera el 4.8% del PIB y participa con un 7.3% del
total de las exportaciones nacionales. La producción de derivados del petróleo se
canaliza sobre todo al mercado interno y un porcentaje marginal de petróleo es
destinado a la exportación. En cambio, la producción de gas permite abastecer el
mercado interno y genera un significativo excedente que se exporta al Brasil. Las
perspectivas de producción y exportación son importantes, porque se registraron
reservas certificadas de gas por 23.7 trillones de pies cúbicos.
En 1997, con la capitalización de las unidades de exploración, explotación y parte
de las de transporte, se transformó la propiedad de la empresa estatal
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Actualmente, se están
privatizando las refinerías y sólo quedan en poder de YPFB las unidades de
comercialización y algunas de transporte.
El sector industrial participa con 17% en el PIB y el 14% de sus ventas se destina
al mercado externo, lo que representa más o menos el 30% de las exportaciones.
Sus productos de exportación más importantes son los derivados de la soya, las
manufacturas de madera y cuero, estaño y oro metálicos, joyería, alimentos y
textiles. Las ramas agroindustriales que aportan con el 45% del valor agregado
sectorial, muestran un importante encadenamiento con la agricultura, en tanto que
en las otras ramas sus interrelacionamientos son menores.
El comportamiento del mercado y gestiones no eficientes determinan una baja
utilización de la capacidad industrial que se refleja en índices de productividad no
satisfactorios. En la industria, el 83% de su producción está compuesta por bienes
no duraderos, el 14% por bienes intermedios o materias primas y el resto por
bienes de capital.
9. 9
En el sector manufacturero los establecimientos grandes representan el 1%, los
medianos el 4%, los pequeños el 14% y la microindustria, el 81%2, sin embargo,
las industrias grandes y medianas generan, en conjunto, casi el 96% del valor
agregado sectorial.
El sector de electricidad, gas y agua, representa el 2% del PIB. El sistema
eléctrico está conformado por el Sistema Interconectado Nacional (SIN) que une
los principales nudos de generación y distribución e interconecta a La Paz, Oruro,
Potosí, Cochabamba, Sucre y Santa Cruz. Fuera del área de cobertura del SIN,
operan los sistemas aislados. Las empresas que trabajan dentro del SIN están
desagregadas verticalmente y se dividen en empresas de generación, transmisión
y distribución de electricidad; en cambio, las empresas que operan los sistemas
aislados se encuentran integradas verticalmente.
A fines de 1998, la capacidad instalada de generación de electricidad ascendía a
1.042,8 MW y se registró un consumo de energía eléctrica de 3.222 GW. Además
existe un amplio potencial hidro y termoeléctrico en las principales cuencas
generadoras de electricidad.
El sector de transportes, almacenamiento y comunicaciones constituye el 11% del
PIB y abarca a los sistemas de transporte terrestre, aéreo, ferroviario, fluvial y
lacustre. En el sistema de carreteras se destaca la red fundamental, integrada por
vías que vinculan las capitales de departamento y el territorio nacional con las
principales carreteras de países limítrofes. Cuenta con 8.650 kilómetros
construidos, de los cuales la tercera parte está asfaltada. Por su parte, el sistema
de transporte ferroviario se encuentra privatizado y conformado por las redes
andina y oriental.
En los últimos años, en el sector de telecomunicaciones se efectuaron importantes
inversiones e innovaciones tecnológicas como las realizadas en la Empresa
Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL), capitalizada en 1996, y en operadoras
privadas como Telefónica Celular (Telecel) y las cooperativas telefónicas. La
capitalización y la promulgación de la Ley de Telecomunicaciones otorgaron
privilegios de exclusividad a empresas en ciertos mercados. ENTEL tiene el
monopolio de las comunicaciones de larga distancia y las cooperativas telefónicas
en sus áreas de acción hasta el año 2001.
El sector comercio mantiene una participación de 9% en el PIB. La actividad
comercial se deriva del movimiento mercantil en el mercado interno y externo. Se
caracteriza por la existencia de un reducido número de empresas modernas y con
servicios eficientes y una gran cantidad de comerciantes que hacen parte de la
2
Se clasifican como establecimientos grandes aquellas industrias con 50 o más p ersonas ocupadas; mediana
industria los que cuentan con entre 15 y 49 personas ocupadas; pequeña industria a establecimientos con
entre 5 y 14 personas ocupadas y; microindustria a establecimientos con 1 a 4 personas ocupadas.
10. 10
informalidad urbana que efectúan sus actividades en condiciones no adecuadas y
en muchos casos al margen de las normas legales.
El sector de construcción y obras públicas está altamente relacionado al
desempeño del resto de la economía y según la previsión de los agentes
económicos sobre su desenvolvimiento en el corto y mediano plazo, representa el
3.6% del PIB. Dentro de esta rama de actividad, la construcción de viviendas
comprende el 34%; otros edificios, 14% y otras construcciones, 52% del PIB
sectorial.
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3. El ambiente económico – institucional y la apertura externa
El ambiente económico e institucional vigente y la mayor apertura de la economía
al resto del mundo, son el resultado de las transformaciones que se
implementaron desde mediados de los años 80 con la aplicación de la Nueva
Política Económica (NPE) en 1985, que permitió superar la hiperinflación y
restablecer los equilibrios macroeconómicos, mediante la liberalización de los
mercados, una administración fiscal disciplinada, la aplicación de políticas
contractivas de demanda, la unificación cambiaria y la liberalización de los
mercados financieros.
La disciplina fiscal se sustentó en el incremento de los niveles de ingresos y la
racionalización del gasto gubernamental, que se expresó en el congelamiento de
salarios en el sector público y en la reducción de la inversión pública. El aumento
de los ingresos estuvo basado en la regularización y aumento de los impuestos de
los hidrocarburos, en la racionalización de los precios de los bienes y servicios
producidos por las empresas públicas y en el establecimiento de un régimen
cambiario que permitió a las empresas exportadoras del Estado recibir sus
ingresos al tipo de cambio de mercado.
Con la eliminación de brechas entre el tipo de cambio oficial y de mercado, la
implementación del Bolsín (1985) que permitió la flotación de las divisas, el
aumento progresivo de las reservas internacionales netas y los bajos niveles de
inflación interna se mantuvo un tipo de cambio real competitivo. El manejo
monetario se concentró en el control del circulante, medido en términos de M1.
La liberalización de las tasas de interés y la reforma financiera tuvieron por
objetivo mejorar los niveles de intermediación para promover el ahorro interno y
generar mayores recursos para las inversiones.
En el ámbito laboral, en 1987 se flexibilizaron las condiciones del mercado de
trabajo a través de la libre contratación y se generó un mecanismo de fijación de
salarios que consistió en la unificación de los bonos al salario mínimo nacional.
11. 11
Se promovió la liberalización de los movimientos internacionales de capital y la
amplia apertura de la economía al comercio exterior eliminando la alta dispersión
de las tarifas arancelarias, las barreras para-arancelarias e implementando un
sistema arancelario con alícuotas bajas y uniformes3 a fin de promover la
competitividad interna y externa.
También se implementaron mecanismos de fomento, diversificación y
abaratamiento de los procedimientos de las exportaciones y se implementaron
regímenes de neutralidad tributaria que eliminan los sesgos antiexportadores.
Ahora están en vigencia el Régimen General de Neutralidad, de Internación
Temporal para la Exportación y el de Zonas Francas.
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4. Las reformas estructurales
Las políticas implementadas desde 1985 no sólo se orientaron a estabilizar la
economía, sino también a poner en marcha reformas de carácter estructural, que
buscan estimular la inversión y la actividad privada, aumentar la eficiencia y la
productividad de la economía, desarrollar mercados competitivos, modernizar el
Estado y lograr el crecimiento sostenido con una distribución equitativa del
ingreso.
Entre las reformas estructurales, se destaca la reforma del sistema tributario, que
redujo el número de impuestos4, simplificó los mecanismos de recaudación y
amplió el universo tributario permitiendo, al mismo tiempo, la existencia de
regímenes especiales en favor de la pequeña propiedad rural y los pequeños
contribuyentes. Por otra parte, se promulgó la Ley de Aduanas marco en el cual se
aplica la reforma de aduanas para elevar las recaudaciones y eliminar el
contrabando.
La reforma del sector financiero eliminó los mecanismos de intervención estatal en
el mercado de capitales mediante el cierre de los bancos estatales. En este marco,
se adoptaron medidas para aumentar la eficiencia en la intermediación y la
asignación de los recursos, generar mayor competitividad en el mercado de
capitales y reducir las tasas de interés fijadas en el mercado, implementando
mecanismos de supervisión y regulación para garantizar la estabilidad y solvencia
del sistema financiero.
3
Antes de 1985 los aranceles variaban en un rango de 0 a 180% y existían cupos de volumen y valor para ciertos bienes
importados con licencias previas para importar, entre otras medidas proteccionistas. Posteriormente, se estableció un
arancel único y uniforme de 20%, que actualmente se ha reducido a 5% para los bienes de capital y 10% para los demás
bienes.
4
Actualmente existen los siguientes impuestos entre directos e indirectos: el impuesto al valor agregado (IVA) con una
alícuota de 13%, el impuesto complementario al IVA que grava los ingresos personales con una tasa de 13%, el impuesto a
los consumos específicos (ICE) que grava con distintas tasas al consumo de hidrocarburos, alcohol y cigarrillos, el impuesto
a las transacciones (IT) de 3%, deducible del impuesto a las utilidades, el impuesto que grava con 25% a las utilidades de
las empresas, el impuesto “ad-valorem” a la propiedad de bienes inmuebles y vehículos, y el impuesto sobre donaciones y
herencias.
12. 12
Se modernizó la Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras, como
entidad autónoma encargada de fiscalizar el sistema de intermediación financiera
y se promulgó la Ley de Bancos y Entidades Financieras que regula las
operaciones de intermediación y adopta el concepto de banca universal para
permitir la diversificación de las actividades.
Además se promulgó la Ley del Banco Central de Bolivia por la cual se le otorga al
ente emisor autonomía de gestión e independencia en la formulación e
implementación de las políticas monetaria y cambiaria. La promulgación de la Ley
del Mercado de Valores en 1998 permite el desarrollo del mercado bursátil como
fuente alternativa de financiamiento, la Ley de Seguros define las normas para
esta área y, con el objetivo de ampliar el microcrédito, se promulgó la Ley de
Propiedad y Crédito Popular.
Entre otras reformas, se destaca la Ley de Inversiones que otorga un trato similar
a los inversionistas nacionales y extranjeros, facilitando el ingreso y salida de
capitales, garantizando la repatriación de utilidades. Para complementar dicha
Ley, se promulgaron normativas sectoriales como el Código de Minería, la Ley de
Hidrocarburos y las Leyes Forestal, del Medio Ambiente y de Aguas.
Se promulgó la Ley de privatización y capitalización, lo cual dio lugar a una amplia
participación de capitales extranjeros en las empresas de energía, hidrocarburos,
comunicaciones y transporte. El proceso de capitalización, implicó innovaciones
tecnológicas y el fortalecimiento en la gestión de las empresas.
Las reformas económicas estuvieron acompañadas por transformaciones en el
área social, que tuvieron el propósito de elevar los niveles de vida de la población,
mejorar la asignación de recursos, redistribuir el ingreso e incrementar la
productividad del capital humano. Entre ellas se destacan la reforma educativa, la
de salud, los programas de saneamiento básico y la dotación de infraestructura
social, la reforma de pensiones, que no sólo garantiza una pensión vitalicia, sino
que además promueve el ahorro de largo plazo y alienta al mercado de valores.
Se aplicaron reformas políticas y administrativas en el Estado con el fin de
establecer un sector público eficiente e institucionalizado. Se creó el Tribunal
Constitucional encargado de velar por el cumplimiento estricto de la norma
constitucional, el Consejo de la Judicatura como órgano administrativo y
disciplinario del Poder Judicial y el Defensor del Pueblo, para garantizar los
derechos y las libertades del ciudadano. Se han emprendido reformas en el
sistema judicial, mediante la promulgación de los nuevos códigos de
Procedimiento Penal y Civil. En el marco de la modernización de la administración
pública, está vigente la Ley SAFCO, el Programa de Servicio Civil y el Estatuto del
Funcionario Público.
Para consolidar las reformas estructurales, el gobierno actual aplica el Plan
Operativo de Acción 1997-2002, con cuatro pilares de acción: Oportunidad,
13. 13
Dignidad, Institucionalidad y Equidad, cuyas metas principales son la
consolidación de la estabilidad macroeconómica, el crecimiento económico
sostenido, la generación de empleos y mayores ingresos, la reducción de la
pobreza urbana y rural, el mejoramiento de la educación, la salud, el acceso a la
vivienda y a los servicios básicos, la consolidación del marco institucional y legal, y
la erradicación del narcotráfico.
5. El rol de los agentes económicos
Con la vigencia del nuevo modelo económico y la implementación de las reformas
estructurales, se modificó el rol de los agentes, se le otorgó al sector privado un
papel protagónico dentro de la actividad productiva, y se reorientaron las funciones
del sector público hacia la regulación de los mercados, la provisión de servicios
para el desarrollo del capital humano, la construcción de infraestructura y la lucha
contra la pobreza.
Con el proceso de privatización, se implementó el Sistema de Regulación Sectorial
(SIRESE), compuesto por las superintendencias e intendencias sectoriales a fin de
incentivar la competencia en los distintos mercados y maximizar el excedente del
consumidor.
Una transformación importante en el rol de las instancias públicas tiene lugar con
las Leyes de Participación Popular y Descentralización administrativa, que
establecen que el nivel central adquiere un rol normativo y regulador, las
instancias departamentales una función articuladora entre las políticas nacionales
y las municipales y, finalmente, los gobiernos municipales son el nivel interlocutor
entre la sociedad civil organizada y el sector público. Con este nuevo esquema, se
genera el cambio de un esquema tradicionalmente centralista a uno
descentralizado y participativo.
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6. Resultados macroeconómicos en el período de post-estabilización
Después de la estabilización, los resultados macroeconómicos son positivos, se
han consolidado los equilibrios macroeconómicos, reflejados en bajos niveles de
inflación de 6.7% en 1997, 4.4% en 1998 y una inflación esperada de alrededor
de 3.0% hasta fines de 1999. Se aprecia una paulatina reducción del déficit fiscal
que se estima alcanzará en 1999 al 4.2% del PIB, nivel que podría estar cerca a
cero si no se considera la reforma de pensiones.
El stock de reservas internacionales netas fue de $us 1.063 millones en 1998 que
representan el 12% del PIB y casi siete meses de importación, lo que es
significativamente superior al valor que en 1990 era de $us 132 millones (0.4% del
PIB). Se mantiene un tipo de cambio real competitivo, que favorece el desempeño
del sector exportador.
14. 14
Principales indicadores macroeconómicos 1990 – 1998
INDICADORES 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998
Tasa de inflación dic.a dic.
18.0 14.5 10.5 9.3 8.5 12.6 8.0 6.7 4.4
(%)
Tasa de crecimiento del PIB
4.6 5.3 1.7 4.3 4.7 4.7 4.4 4.5 4.8
real (%)
Déficit fiscal (% PIB) 4.4 4.2 4.4 6.0 3.0 1.8 1.9 3.3 4.0
Indice de términos de
100.0 87.1 76.3 67.3 68.9 69.0 67.5 67.5 62.8
intercambio
Indice del tipo de cambio real 100.7 104.8 108.8 119.6 122.8
100.0 116.75 115.97 113.35
(1) 6 1 8 7 4
Stock reservas Int.netas 1.066. 1.063.
132.3 200.3 233.5 370.9 502.4 650.3 950.8
(mill.$us) 1 4
Saldo en Cuenta corriente - - - -
98.4 -71.2 -349.2 -553.1 -675.6
(mill.$us) 216.8 409.2 408.3 299.7
1022.
Inversión total (mill $us) 610.2 831.7 941.5 955.1 858.6 1219.6 1543.2 1942.5
4
Inversión pública (mill.$us) 315.4 420.5 531.6 480.6 513.3 519.7 588.7 548.3 504.7
Inversión privada (mill $us) 294.8 411.2 409.9 474.5 345.3 502.6 630.9 994.9 1437.9
Ahorro interno (mill $us) 708.6 614.9 532.3 546.8 787.4 722.8 870.4 990.1 1266.9
Ahorro externo (mill $us) -98.4 216.8 409.2 408.3 71.2 299.6 349.2 553.1 675.6
(1) ITCR global, multilateral y regionalizado con los principales socios comerciales de Bolivia.
Fuente: Elaboración en base a información UPF, BCB, VIPFE y UDAPE.
En el sector externo, el déficit en cuenta corriente se amplió de $us 217 millones
en 1991 a $us 676 millones en 1998, sobre todo por el deterioro de los términos
de intercambio y las importaciones crecientes de bienes de capital e insumos. El
déficit fue financiado por un flujo creciente de inversión extranjera, que pasó de
representar menos del 1% del PIB en 1990 a casi el 8% en 1998.
La estabilidad macroeconómica y las reformas permitieron el crecimiento del
producto (4.8% en 1998), el incremento del ahorro interno y de la inversión
privada, situación que permitió la expansión de la infraestructura económica. En
ello se destaca la construcción de carreteras, caminos regionales y avances en el
sector de hidrocarburos y comunicaciones que fue posible gracias al aumento de
la inversión pública que pasó de $us. 315 millones a $us 505 millones entre 1990 y
1998.
El crecimiento se ha visto limitado por la vulnerabilidad de la economía a shocks
externos, que generan disminuciones de precios de los principales productos de
exportación y deterioro en los términos de intercambio. Esta limitación puede
explicarse por la baja diversificación de las exportaciones que en gran medida
provienen de actividades primarias y con bajo grado de transformación, sujetas a
la inestabilidad de los mercados internacionales. También existe una alta
propensión a importar especialmente bienes de capital e insumos, que no cuentan
con una oferta doméstica alternativa.
15. 15
Esta vulnerabilidad es acentuada por los eventos climáticos adversos como el
fenómeno del Niño y la Niña que afectan la actividad agropecuaria y agroindustrial
donde se concentra una parte importante de las exportaciones no tradicionales.
Durante 1999 se espera una tasa de crecimiento sustancialmente menor a la
observada en 1998 debido a los efectos negativos de la crisis del Brasil y las
repercusiones retardadas de la crisis asiática.
Si bien las políticas y programas de ajuste estructural redujeron las tasas de
inflación y mejoraron el crecimiento económico, éste aún no es suficiente para
elevar sustancialmente el empleo, los ingresos y tener efectos destacables en la
reducción de la pobreza.
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7. La situación regional
Bolivia muestra importantes diferencias regionales. El eje central conformado por
los departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, genera el 73.2% del
PIB nacional aunque presenta distintos perfiles de producción. Así, en el caso de
La Paz las actividades están volcadas hacia la administración pública y los
servicios, mientras en Santa Cruz predominan las actividades agropecuarias.
En efecto, dentro de la producción agropecuaria nacional, el departamento con
mayor incidencia es Santa Cruz, que genera alrededor del 45% de la misma.
Además es la región que concentra el 94% de la producción agropecuaria
mecanizada e integrada con la producción agroindustrial. La producción de
petróleo crudo y gas natural sólo se realiza en los departamentos de Santa Cruz
(43%), Cochabamba (26%), Tarija (16%) y Chuquisaca (15%). La extracción de
minerales metálicos y no metálicos, se concentra en La Paz (22%), Oruro (29%) y
Potosí (33%). Por su parte, la industria manufacturera, está concentrada en el eje
central: Santa Cruz (31%), La Paz (24%) y Cochabamba (23%).
16. 16
Estructura del PIB e inversión pública por departamentos
Participació Crec. anual PIB per cápita Participación en la
Departamento n en el PIB promedio 1996 ($us) inversión púb. total
1996 (%) 89-96 (%) 1998 (%)
Chuquisaca 5.5 0.56 623 6.4
La Paz 26.0 4.00 785 20.3
Cochabamba 18.4 3.93 846 16.1
Oruro 6.1 5.67 1,007 6.4
Potosí 5.7 2.83 481 7.1
Tarija 4.8 4.01 800 10.5
Santa Cruz 28.8 5.63 1,130 16.8
Beni 3.9 2.15 838 4.9
Pando 0.8 4.86 1003 2.3
Bolivia 100.0 4.16 843 9.2
Fuente: Elaboración en base a información del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y VIPFE.
La dinámica del crecimiento muestra diferencias entre las regiones. Así, entre
1989 y 1996, mientras Santa Cruz, Oruro, Tarija, Pando y La Paz mostraron tasas
de crecimiento promedio mayores o similares a la del promedio nacional, los
departamentos de Chuquisaca, Cochabamba, Potosí y Beni tuvieron
comportamientos por debajo del promedio. Al considerar el producto per cápita se
observa que Potosí presenta el nivel más bajo con $us 481 y Santa Cruz el más
alto, con $us 1.130.
En lo que se refiere a la inversión pública, en 1998 los departamentos del eje
central concentraron el 53% del total, donde se destaca el departamento de La
Paz (20%), mientras los otros seis participaron con el 38% de la inversión pública.
Estas diferencias son atribuibles a la dispersión de los tamaños relativos de las
economías regionales.
Las características regionales mencionadas se explican por el desarrollo de la
producción agroindustrial, las exportaciones de productos no tradicionales e
hidrocarburos y la asignación de montos importantes de inversión pública que
estimularon el desarrollo de la región suroriental, principalmente del departamento
de Santa Cruz. Esas diferencias, que tuvieron efectos multiplicadores en la
economía, promovieron la migración desde el occidente al oriente. Al mismo
tiempo, la caída de los precios internacionales del estaño en 1986, afectó sobre
todo a regiones del occidente boliviano con vocación productiva tradicionalmente
minera como los departamentos de Potosí y Oruro.
En perspectiva, debe reconocerse que existen regiones que presentan un
reducido grado de actividad económica, pero a la vez cuentan con dotaciones
importantes de recursos naturales explotados plenamente (sobre todo
hidrocarburos), como los departamentos de Tarija, Chuquisaca y Beni.
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17. 17
II. Los grandes Desafíos de la Economía
El crecimiento económico sostenido y el desarrollo social que se espera en los
próximos años, resultará del mantenimiento de la estabilidad macroeconómica, la
consolidación de las reformas estructurales, el funcionamiento democrático y
descentralizado del Estado y de la implementación concertada de políticas
económicas y sociales.
La estabilidad deberá sustentarse en la continuidad y consolidación de la política
fiscal que busca incrementar los ingresos públicos a través de la profundización de
la reforma impositiva, la ampliación de la base imponible, el aumento de los
impuestos progresivos en el sistema, la aplicación de la reforma de aduanas y la
racionalización del gasto público, priorizando el gasto social y promoviendo una
asignación eficiente de recursos.
Si se considera que la restricción fiscal está condicionada por la capacidad de
generación de ingresos internos, el acceso a financiamiento externo y la
inflexibilidad del gasto corriente referido al servicio de la deuda externa y la
reforma de pensiones, se deberán continuar las negociaciones para el alivio de
deuda en el marco de la iniciativa HIPC. De igual manera, se espera continuar
recibiendo el apoyo de la cooperación internacional, en el marco del nuevo
relacionamiento establecido en el Grupo Consultivo de París (1999).
Gracias a la independencia del Banco Central, la política monetaria se orientará a
promover la liquidez adecuada a la evolución de la economía, preservando la
estabilidad de precios y la flexibilidad cambiaria a fin de asegurar la competitividad
del sector externo en función a la oferta y demanda de divisas en un contexto de
liberalización del movimiento de capitales.
También se deberán realizar esfuerzos para disminuir el déficit en cuenta
corriente, promoviendo el incremento de las exportaciones que depende,
críticamente, de las reformas sectoriales, de un ambiente favorable en el comercio
exterior y de estabilidad de precios internacionales. Al mismo tiempo, cualquier
política relacionada a fortalecer el sector externo, deberá considerar que la
economía boliviana es altamente vulnerable a los cambios en el contexto
internacional.
De manera general, es posible identificar los siguientes desafíos que deberán
enfrentarse a futuro.
a) Incremento de los niveles de ahorro e inversión extranjera y nacional.
Las posibilidades de incrementar el ahorro e inversión están estrechamente
relacionados con el mantenimiento de Ia estabilidad macroeconómica, la
18. 18
superación de las rigideces del mercado, el establecimiento de reglas de juego
claras y la garantía de que éstas permanezcan en el tiempo.
Los mayores niveles de inversión están asociados a la capacidad de generar
mayores niveles de ahorro interno del sector público y privado. En el sector público
la racionalización y eficiencia en la asignación del gasto y la reforma impositiva e
institucional de la aduana son los instrumentos que permitirán elevar el ahorro
público. Por su parte, niveles superiores de ahorro privado están vinculados a más
altas tasas de crecimiento, al fortalecimiento de la estabilidad económica y social,
a los resultados de la reforma de pensiones y a la transformación del sistema
financiero para mejorar los niveles de intermediación.
Este conjunto de medidas deberá complementarse con políticas de promoción
para la inversión extranjera y nacional, mediante una amplia difusión de la
información sobre oportunidades en Bolivia y elevar los rankings en las
calificadoras de riesgo.
Adicionalmente, y con el propósito de promover el uso del factor trabajo se
modernizará la legislación laboral para adecuarla a las nuevas características de
la economía.
b) Aprovechamiento de las ventajas de una mayor inserción competitiva
en la economía internacional
Las oportunidades otorgadas por el comercio internacional determinan que los
esfuerzos nacionales deberán orientarse a incrementar la productividad de los
factores. Con este objetivo, es fundamental mejorar el capital humano, apoyar los
procesos de transferencia de tecnología, la asistencia técnica y la promoción de
una gestión gerencial eficiente.
A fin de asegurar y ampliar los mercados de exportación es necesario fortalecer
los acuerdos de integración regional y subregional que otorgan ventajas
arancelarias y facilidades a los productos bolivianos. Al mismo tiempo se deberá
promover el diseño de un sistema de información que difunda, de manera
transparente y oportuna, la información sobre mercados internacionales, la
demanda de productos, precios, procesos de exportación y cadenas de
comercialización con costos accesibles para los exportadores nacionales.
c) Creación y mejoramiento de la infraestructura económica
El crecimiento y la competitividad deben estar fuertemente apoyados en una
infraestructura económica que genere significativas externalidades positivas.
Considerando este importante factor, una prioridad nacional es el mejoramiento y
mantenimiento adecuado de las carreteras, tanto de la red fundamental como
19. 19
departamental y un apoyo estratégico a la construcción de caminos vecinales para
facilitar los circuitos de comercialización y la integración nacional. En este sentido
debe garantizarse la ampliación y conclusión del corredor interoceánico que
permitirá el flujo de bienes entre los países del Pacífico y el Atlántico.
También es fundamental continuar y ampliar el apoyo al sector privado para
mejorar los sistemas de comunicación y una mayor eficiencia de los sistemas de
energía eléctrica y de derivados del petróleo. En el sector agropecuario, el Estado
deberá financiar la construcción de obras de riego para aprovechar mejor las
tierras con vocación agropecuaria.
d) Orientación de la estructura productiva hacia la generación de bienes
con mayor valor agregado
Con el objetivo de incrementar el ingreso nacional y reducir la vulnerabilidad de la
economía, se deberá promover una mayor articulación de los procesos
productivos con los de transformación. En esta perspectiva, se debería generar
una mayor dinámica de la agroindustria y de la industria derivada de los minerales
no metálicos y del petróleo.
Otro elemento orientado a fortalecer la estructura productiva nacional será el
fomento de una mayor interrelación entre los establecimientos empresariales de
gran tamaño, con los que pertenecen a la mediana y pequeña empresa, mediante
cadenas de producción que promuevan una integración vertical para, así, generar
círculos virtuosos de productividad.
A fin de orientar la estructura productiva hacia una mayor participación de los
bienes transables en un escenario de mayor apertura, se fomentará la
diversificación de las actividades productivas, basada principalmente en
mecanismos de mercado a través de la minimización de las asimetrías de
información. La diversificación también puede incentivarse mediante un mejor
conocimiento de la vocación y las potencialidades regionales, de la viabilidad de
su explotación y de la posibilidad de asegurar la participación de la iniciativa
privada nacional o extranjera para desarrollar actividades productivas en las
cuales existen ventajas comparativas regionales.
En este sentido, se generarán las externalidades económicas necesarias para la
inversión productiva en los sectores intensivos en mano de obra, en las regiones
pobres del país y en aquellas que no han realizado una adecuada explotación de
sus recursos naturales, complementadas con la profundización de los procesos de
descentralización y participación de la sociedad civil organizada. Ambos procesos
deben generar estrategias y políticas regionales y locales compatibles con las
políticas nacionales, que permitan una asignación eficiente y equitativa de los
recursos y expandan el nivel de empleo y los ingresos.
20. 20
Adicionalmente, los programas de inversión pública continuarán desarrollando la
infraestructura económica, especialmente de transporte, generando un sistema
consistente de externalidades que permita el incremento de la competitividad del
aparato productivo, reduzca los costos de operación y comercialización, y facilite
su integración y expansión vertical y horizontal.
Las acciones necesarias para que la economía boliviana sea capaz de asumir
adecuadamente los desafíos del próximo milenio, deben estar apoyadas por
instituciones fortalecidas y consolidadas, con normas y reglas transparentes,
conformadas por recursos humanos capacitados e idóneos, con capacidad para
acelerar el crecimiento económico en un marco descentralizado que permita
mejorar la calidad de vida de grandes segmentos de población que se encuentran
en situación de pobreza.
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1. Los sectores claves
El fortalecimiento de la economía y los niveles de crecimiento necesarios para
acelerar el desarrollo requieren que en los sectores con mayor potencialidad se
implemente un conjunto consistente de políticas que permitan fortalecer sus
ventajas, superar sus limitaciones y garantizar su inserción eficiente en mercados
competitivos y globalizados.
En el sector agropecuario debe incrementarse la productividad mediante la
incorporación de mejoras tecnológicas, lo que permitirá una mayor integración del
sector agropecuario tradicional con la economía de mercado. Se espera que la
producción agroindustrial alcance ritmos de crecimiento importantes, consistentes
con la orientación exportadora.
El sector de hidrocarburos deberá convertirse en uno de los principales
abastecedores de gas natural del cono sur y la producción doméstica de petróleo
deberá abastecer totalmente la demanda doméstica. En el sector minero se
pretende aplicar una explotación de los recursos con tecnología de punta, lo cual
disminuirá los costos de producción e integrará los procesos de extracción con los
de fundición. Esto posibilitará obtener mayor valor unitario para las exportaciones
y aumentará la competitividad.
En el sector industrial se buscará incrementar la participación relativa de las
actividades de transformación dentro del PIB. Así, deberán expandirse las
industrias intensivas en tecnología, sin descuidar el desarrollo de la mediana y la
pequeña empresa ni los encadenamientos verticales y horizontales entre las
unidades industriales, los sectores extractivos y los servicios. Se espera que el
desarrollo de los sectores productores de bienes pueda apoyarse en la expansión
competitiva de los sectores financieros, de transportes, comunicaciones y energía.
21. 21
2. Los procesos de integración regional
Durante los años 90, la apertura de la economía y la búsqueda de una inserción
externa competitiva, se fortalecieron con políticas de integración multilaterales y
regionales aplicadas en el marco de relaciones internacionales más
interdependientes.
La política de comercio exterior converge con su liberalización postulado por la
Organización Mundial de Comercio (OMC). Bolivia es miembro pleno de la OMC
desde 1995, situación que puede fortalecer el multilateralismo profundizando la
liberalización de los mercados mundiales, eliminando las profundas asimetrías
existentes entre las distintas regiones y naciones para lograr una mayor
cooperación internacional en favor de los países en desarrollo.
Dentro del proceso de integración regional, Bolivia participa activamente en la
Comunidad Andina (CA), que actualmente es una unión aduanera con la
liberalización total del comercio entre sus países miembros y la vigencia de un
arancel externo común para las importaciones desde terceros países. En el
mediano plazo se espera aumentar los volúmenes de exportación de bienes
nacionales hacia los países andinos y profundizar la complementariedad
productiva y comercial comunitaria. Estas expectativas pueden concretarse, dado
que la CA proyecta convertirse en un “mercado común” hasta el año 2005,
liberalizando también el comercio de servicios y los flujos intracomunitarios de
trabajo y capital.
Bolivia también se integra al Mercosur mediante la implementación de una zona
de libre comercio, que el año 2006 permitirá alcanzar un comercio recíproco de
bienes totalmente liberalizado, con un grupo reducido de productos que
permanecerán protegidos por seis y ocho años adicionales. Al mismo tiempo, el
país mantiene programas de construcción vial, desarrollo cultural e integración
energética. Por otro lado, el Mercosur y especialmente el Brasil, es uno de los
principales abastecedores de importaciones de bienes de capital e insumos y se
espera que pueda convertirse en un centro de demanda de exportaciones
bolivianas.
Bolivia participa en el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Actualmente grupos de trabajo multinacionales analizan las condiciones
necesarias para implementar el ALCA. Adicionalmente, existen otros acuerdos
comerciales y de integración con Chile, México, Cuba y Estados Unidos que
pueden ampliar mercados para la producción nacional y promover un intercambio
de tecnologías.
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22. 22
III. Los Escenarios a Futuro
El planteamiento de los desafíos y perspectivas de la economía permite el diseño
de escenarios prospectivos, cuyos resultados dependen del cumplimiento de los
supuestos utilizados. Con fines analíticos, se utilizaron dos escenarios para la
posible evolución de las principales variables macroeconómicas. El primero se
caracteriza por mantener las tendencias de los últimos años y, el segundo
considera perspectivas más alentadoras de la evolución de las variables.
1. Escenario tendencial
Los principales supuestos macroeconómicos que sustentan este escenario
asumen que en los próximos 10 años se consolidarán las condiciones
económicas, sociales y políticas que han caracterizado el país en las últimas
gestiones, promovido iniciativas privadas para impulsar el crecimiento económico,
sustentado en más ahorro e inversión y generado condiciones objetivas para
implementar programas sociales.
En el ámbito sectorial, se supone que las ramas de actividad económica
mantendrán su comportamiento histórico considerando, en algunos períodos, el
impacto que tendrá la puesta en marcha de proyectos concretos en cada sector
productivo.
Supuestos macroeconómicos
La aplicación de una política monetaria prudente y otra fiscal austera permitirán
mantener una tasa de inflación por debajo del 4.5%. El año 2003 ésta alcanzó un
nivel de 4.0% y el 2010, un 3.1%. La preservación de una baja inflación es
consistente con una política cambiaria orientada a mantener la competitividad de
las exportaciones.
La inversión total alcanzaría más o menos al 22.6% del PIB, promedio anual, del
cual un 6.6% correspondería a la inversión pública y se mantendría hasta el año
2001, para luego alcanzar a un 6.5% del PIB, en términos absolutos, significa un
monto de $us 650 millones anuales, que se orientará sobre todo a los sectores
sociales con énfasis en educación, salud, saneamiento básico y desarrollo rural.
Las acciones de política buscarán la consolidación de la participación de la
inversión privada nacional que se mantendría en 5.5% del PIB hasta el año 20065,
lo que significa, en promedio, valores anuales de $us 613 millones entre los años
2000 y 2010.
5
El año 1998 la inversión privada nacional alcanzó al 6.3% del PIB; sin embargo, se estima que para 1999 esta proporción
descienda a 5.5% del producto.
23. 23
La garantía de la estabilidad macroeconómica y las reformas estructurales
permitirán mantener los flujos de inversión extranjera directa en los últimos años,
se estima que alcanzará un promedio anual de $us 1,100 millones hasta el año
2002 (12% del PIB). Entre los años 2003 y 2005, se espera un aumento debido a
la puesta en marcha de proyectos de inversión en hidrocarburos, construcciones,
electricidad, telecomunicaciones, transporte, industria, agroindustria6 y minería. A
partir del año 2006 se mantienen los niveles asumidos para años previos.
Respecto al sector externo, considerando las ventas de gas natural al Brasil, se
prevé para el año 2000 una tasa de crecimiento en el valor de las exportaciones
totales del 10%. Con la puesta en marcha del proyecto minero San Cristóbal que
incidirá en las ventas externas de zinc y plata, el valor de las exportaciones totales
se incrementará el año 2001 en un 12%. A partir del año 2002, se espera una tasa
de crecimiento de las exportaciones de alrededor del 4% anual, como resultado de
mayores inversiones sectoriales.
Después de la disminución observada a la conclusión del gasoducto al Brasil, se
asume que el valor de las importaciones presentará una tasa de crecimiento de
casi el 4% en el período 2000-2010. No obstante este desempeño estaría
reflejando las nuevas importaciones de bienes intermedios y de capital, asociadas
al aumento en la inversión total.
Supuestos sectoriales
Durante la próxima década, el desempeño de la economía estará basado sobre
todo en las inversiones que se implementarán en los sectores agropecuario,
pesquero, hidrocarburífero, minero, eléctrico, manufacturero y de transportes y
comunicaciones.
En el sector agrícola se tiene previsto completar la erradicación de los cultivos
ilegales de coca hacia el año 2002, por lo cual las tasas de crecimiento de este
subsector serán negativas hasta llegar a cifras similares correspondientes al
periodo entre 1981 y 1983. En cambio, en la producción agrícola industrial es poco
probable que se repitan las elevadas tasas de crecimiento del período 1991-1997,
que respondieron a condiciones favorables en los mercados internacionales, y se
espera que el crecimiento en la producción responda sobre todo a incrementos en
los rendimientos.
Se ha previsto la presencia del fenómeno de El Niño, con distinta intensidad cada
tres y siete años. Para los años 2001 y 2004, se ha considerado que tendrá
efectos leves con consecuencias en la producción agrícola no industrial. En
6
La cifra de inversión privada extranjera programada para el período 1999-2005 es de $us 7,682 millones distribuidos en los
siguientes sectores: hidrocarburos, $us 4,032 millones; construcciones, $us 450 millones; electricidad, $us 954.5 millones;
telecomunicaciones, $us 615 millones; transportes $us 37.5 millones, comercio y servicios, $us18.0 millones; minería, $us
1,021 millones; industria y agroindustria, $us 554 millones.
24. 24
cambio, para el año 2007 se han previsto efectos severos con efectos negativos
sobre la producción agrícola industrial y no industrial.
Respecto al sector de hidrocarburos, se prevé un mayor dinamismo durante los
próximos años, no sólo en cuanto a la prospección y la explotación, sino también
en el transporte y la comercialización. Las exportaciones estarán fuertemente
inclinadas hacia el gas natural con destino al mercado brasileño. Para el año 2000,
se prevé exportar 9.1 millones de metros cúbicos al día y, a partir del 2001,
aumentarán los volúmenes y se transarán bajo la modalidad de “take or pay” 7. Por
otro lado, se espera que las exportaciones de crudo crezcan en un 5% a partir del
año 2000.
En cuanto a la comercialización interna, se espera que las ventas de productos
derivados de petróleo crezcan a un 3% anual. Los combustibles y líquidos
procedentes del gas natural crecerán a un 2% anual y las importaciones de diesel
oil al 8%.
La reactivación del sector minero estará asociada a la puesta en marcha del
proyecto ejecutado en la mina de San Cristóbal8, por el cual la plata y el zinc serán
los principales minerales de explotación y exportación. Por otra parte, se espera
una recuperación sostenida en el precio del oro, lo que permitirá la ejecución de
varios proyectos mineros que se encuentran pendientes debido a la baja en las
cotizaciones de este metal en los últimos dos años.
Las actividades del sector eléctrico, como servicios complementarios de la actividad
productiva, están ligados a la dinámica de otros rubros. Una situación similar se presenta
en los servicios de transportes y comunicaciones. Al respecto, se espera que este sector
genere servicios transables con la conclusión de los corredores interoceánicos, que
permitirán el transporte internacional de carga y pasajeros. El subsector de
telecomunicaciones continuará con un gran dinamismo debido a la apertura del mercado
en el año 2001, que afectará a la telefonía de larga distancia y local.
7
Esta modalidad se refiere a que Brasil está obligado a comprar volúmenes mínimos de gas natural los utilice o no.
8
Este proyecto será realizado por la empresa Andean Silver Company.
25. 25
Escenario tendencial. Principales variables económicas
1998 2005 2010
PIB en millones de Bs.1990 21,554 29,379 39,586
Crecimiento del PIB (%) 4.71 5.51 6.59
Sectores (Tasas de
crecimiento)
Agricultura -3.49 3.1 3.6
Hidrocarburos 11.6 3.62 4.81
Minería -0.46 11.03 5.69
Industria manufacturera 3.91 6 6.6
Electricidad 6.13 6.7 6.7
Construcción y obras públicas 36.95 8.2 8.6
Comercio 4.1 6.7 6.9
Transportes, alm. y comunic. 7.77 6.1 4.7
Establecimientos financieros 6.48 6.5 7
Servicio administración pública 4.91 2.36 2.02
Servicio doméstico 2.51 3.1 2.65
Inversión % PIB 22.8 22.4 21.6
Pública 6.3 6.5 6.5
Externa 10.2 10.5 8.9
Nacional 6.3 5.4 6.3
Déficit fiscal % PIB 4.0 2.6 2.4
Déficit en cuenta corriente % 7.9 6.1 6.0
PIB
Nota: En el anexo se incorpora mayor información sobre este escenario.
Con relación a la industria manufacturera, se espera que ésta aporte más a la
producción, porque los sectores con los que se encuentra relacionada son más
dinámicos. Con la incorporación de cambios tecnológicos, se buscará un mayor
grado de industrialización. Sin embargo, como se requiere de maduración, se
estima que las tasas de crecimiento del sector no se modificarán substancialmente
durante la próxima década, aunque se pueden presentar cambios ligeros a nivel
intrasectorial.
De forma complementaria, los subsectores de industrias básicas de metales no
ferrosos y de refinerías de petróleo mantendrán su importancia dentro de la
industria manufacturera. Sucederá sobre todo con éste último, debido a la
demanda interna creciente de derivados de hidrocarburos. Además, con la
privatización de estas plantas se espera que las nuevas empresas atiendan el
mercado local y externo.
Por último, las mayores exportaciones de gas al Brasil incidirán de manera positiva
en la tasa de crecimiento del sector, que en el horizonte de proyección tendrá una
trayectoria ascendente hasta alcanzar su máximo nivel.
26. 26
Resultados macroeconómicos
En general, el reporte macroeconómico de las proyecciones del escenario
tendencial, considerando el crecimiento relativamente moderado de la inversión,
muestra un mantenimiento del equilibrio macroeconómico.
Los niveles supuestos de inversión extranjera directa junto a una mayor eficiencia
del acervo del capital, permitirán un mayor crecimiento del producto a partir del
año 2000. Así, para el periodo 2000-2010, la tasa promedio anual de crecimiento
real del PIB se prevé en alrededor del 5.4%, nivel superior al promedio histórico de
los 90 (4.3%) a pesar de los efectos negativos del fenómeno “El Niño” previstos
para los años 2001, 2004 y 2007.
La aplicación de una política fiscal austera y la reforma aduanera permitirán, por
un lado, contraer el gasto corriente y, por otro, lograr mayores recaudaciones. El
resultado de ello serían déficits con una ligera tendencia a la baja. Se espera para
el año 2002 un déficit global (incluido el costo de la reforma de pensiones) del
2.6% del PIB y para el 2010 una proporción de 2.4% del PIB.
Finalmente, según los supuestos de este escenario se observa un incremento del
PIB per cápita del orden del 26% en el periodo 1998-2010, lo que representa un
aumento de aproximadamente $us 284 en 12 años.
Resultados sectoriales
En este escenario, debido a la existencia de proyectos de gran escala en los
sectores de hidrocarburos y minería, el crecimiento en el sector industrial no será
suficiente para cambiar la estructura productiva y, por tanto, se mantendrá el perfil
actual.
Dentro de los sectores extractivos, el agropecuario tendrá tasas de crecimiento
modestas que repercutirán en una disminución de su participación en el PIB de
14% a 10%. El sector hidrocarburos presentará un fuerte crecimiento al inicio de
la década por las exportaciones de gas al Brasil, al igual que el minero, en el que
en los años 2001 y 2005 los proyectos San Cristóbal y Asientos repercutirán de
forma positiva en su crecimiento. A largo plazo, sin embargo, esto no cambiará el
aporte al PIB de estos dos sectores.
Al mantener la tendencia histórica de crecimiento en la industria manufacturera, no
existirán cambios significativos en su participación. No obstante, a mediano plazo
se espera que la privatización de las refinerías, el cumplimiento de la Ley de
Aduanas y el desarrollo del mercado de valores repercutan en el crecimiento del
mismo.
Dentro de los sectores de servicios, el crecimiento del sector electricidad está en
función a las estimaciones de crecimiento de la demanda de las empresas, es así
27. 27
que este sector lograría mantener su participación en el PIB hacia el 2010. En el
sector de transportes y comunicaciones, se presentarán tasas mayores de
crecimiento en los tres primeros años de la siguiente década, como efecto de las
inversiones realizadas en los últimos años. Después, se espera que este sector
disminuya su ritmo de crecimiento, aunque se prevé que su participación dentro
del PIB se incrementará al 12%.
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2. Escenario optimista
En este escenario se evalúa el efecto del incremento de la actividad económica
sectorial a niveles cercanos a su potencial sobre el ritmo de crecimiento global de
la economía. Al igual que en el escenario tendencial, se toma como base el
comportamiento histórico de las ramas de actividad económica y el impacto de la
puesta en marcha de varios proyectos de inversión.
Supuestos macroeconómicos
A diferencia del escenario tendencial, éste supone una mayor tasa de crecimiento
en todos los sectores económicos, principalmente en el de la energía eléctrica,
debido a las inversiones planeadas para lograr exportaciones de este servicio al
Brasil. Se asume además, que los efectos de El Niño en los años 2001, 2004 y
2007 podrán ser atenuados con la implementación de un programa agropecuario,
lo que permitirá obtener tasas superiores de crecimiento en el sector agropecuario.
Para lograr mayores niveles de crecimiento se requiere más inversión. De esta
manera, la inversión total en términos del PIB se incrementará en dos puntos
porcentuales respecto al escenario tendencial a partir del año 2002.
La inversión privada nacional aumentaría en $us 100 millones a partir del año
2003, mientras que la inversión pública crecería a partir del año 2004. El ahorro
público generado por mayores ingresos tributarios se destinará especialmente a la
inversión en infraestructura, sin afectar el déficit fiscal.
Por su parte, el flujo de inversión extranjera directa será mayor, especialmente a
partir del 2002, año en que se espera el inicio del proyecto energético para la
exportación de energía eléctrica al Brasil, incrementándose en $us 300 millones
respecto al escenario tendencial, lo que se mantiene hasta el año 2005. En
promedio, la inversión extranjera en el período 2000 al 2010 alcanzaría más o
menos a los $us 1,295 millones.
Por último, considerando las exportaciones de energía eléctrica al Brasil a partir
del año 2002, las exportaciones totales crecerían en una tasa promedio anual del
10%, mientras las importaciones lo harían a un ritmo del 5% anual.
28. 28
Supuestos sectoriales
En el sector agrícola, al igual que en el escenario tendencial, se mantienen los
supuestos sobre la erradicación de los cultivos ilegales de la hoja de coca.
También se consideran la intervención del Estado en la transferencia de
tecnología y la investigación y las acciones de previsión para afrontar la llegada
del fenómeno climático de El Niño.
Se espera que en el año 2000, se implemente el Programa de Servicios
Agropecuarios (PSA) para que, en el mediano plazo, genere un impacto positivo
sobre todo en la actividad de algunos subsectores mediante la mejora, por
ejemplo, de los rendimientos de productos agrícolas no industriales y productos
pecuarios.
Para reducir los impactos de El Niño, se promoverá la dotación de infraestructura
de riego y cultivos más resistentes, con lo cual se espera un efecto negativo
menor en el crecimiento del sector. En los años 2001 y 2004, su incidencia
afectaría sólo a la producción agrícola no industrial y, probablemente para el 2007,
tendría efectos en los subsectores agrícolas no industrial e industrial.
Respecto al sector de hidrocarburos, las exportaciones dependerán del gas
natural destinado al Brasil. Para el año 2000, se prevé exportar 9.1 millones de
metros cúbicos al día y, a partir del 2005, este nivel se incrementaría hasta 30
millones de metros cúbicos diarios. A partir del 2006, se espera una exportación
adicional de 2.5 millones de metros cúbicos al día a través del ducto San Miguel-
San Matías-Cuiabá, que el año 2010 alcanzará a 6.5 millones. Se estima que las
exportaciones de crudo crezcan a un 5% a partir del año 2000.
En cuanto a la comercialización interna, las ventas de productos derivados de
petróleo crecerían a un 3% y los combustibles y líquidos del gas natural a un 2%
anual. Respecto al diesel oil, se espera cubrir todas las necesidades del mercado
local con la producción de las refinerías recientemente privatizadas y, en algunos
casos, lograr la sustitución de su consumo con el de gasolina.
A partir de la puesta en marcha de varios proyectos de explotación de oro, plata,
plomo, zinc y estaño a partir de los años 2004 y 2005, se espera una mayor
dinámica en el sector minero. También se consideró la producción de la mina de
San Cristóbal desde el año 2001. Finalmente, se asumió una tasa de crecimiento
del 1.5% anual en el precio de los principales minerales de producción, que
asociada a las elasticidades precio constantes para cada año, se traducen en más
producción y por tanto, en crecimiento de las exportaciones.
El sector eléctrico incluye la posibilidad de exportación de esa energía al Brasil.
También se prevé un aumento en la demanda por este servicio, asociada a la
dinámica de otros sectores productivos.
29. 29
En el sector manufacturero se espera incrementar el uso de la capacidad instalada
y mejorar su nivel tecnológico. Al mismo tiempo, se considera la privatización de la
fundición de Vinto, que lograría incrementar el valor agregado de este subsector.
De la misma forma este escenario considera nuevas inversiones en las refinerías
recién privatizadas. A mediano plazo se espera cubrir con la provisión de diesel oil
al mercado local.
Se prevé además, un efecto favorable por la aplicación de la Ley de Aduanas que
reducirá el contrabando generando incentivos para una mayor producción de las
ramas de alimentos, bebidas, tabaco y prendas de vestir. A mediano y largo plazo,
se espera que el desarrollo del mercado de valores permita captar recursos
financieros adicionales e incrementar las exportaciones del sector mediante un
mejor aprovechamiento de los acuerdos de integración.
El sector de transportes se caracteriza por ser un servicio complementario de
otros. Su comportamiento depende del gasto de consumo e inversión, por lo cual
tiene una fuerte dependencia de la demanda agregada.
En adición se considera la conclusión de los corredores interoceánicos, que será
desarrollada en parte como concesión a entes privados. En lo que respecta al
transporte ferroviario, se espera que las redes andina y oriental estén
interconectadas para abaratar los costos de transporte. En el transporte aéreo, se
estima que nuevas compañías aéreas operarán en el país y las existentes
expandirán sus servicios.
Escenario optimista
Principales variables económicas
1998 2005 2010
PIB en millones de Bs.1990 21,554 32,332 46,744
Crecimiento del PIB (%) 4.7 7.9 8.1
Sectores (tasas de
crecimiento)
Agricultura -3.5 3.7 4.2
Hidrocarburos 11.6 14.0 6.8
Minería -0.5 12.9 6.1
Industria manufacturera 3.9 7.3 9.0
Electricidad 6.1 16.5 7.9
Construcción y obras públicas 37.0 8.4 8.5
Comercio 4.1 7.5 7.8
Transportes, alm. y 7.8 9.5 7.7
comunicaciones
Establecimientos financieros 6.5 7.9 7.2
Servicios administración pública 4.9 3.5 2.5
Servicio doméstico 2.5 3.3 2.8
30. 30
1998 2005 2010
Inversión % PIB 22.8 24.2 22.1
Pública 6.3 6.6 6.5
Externa 10.2 11.2 7.6
Nacional 6.3 6.4 8.0
Déficit Fiscal % PIB 4.0 1.2 -0.8
Déficit en cuenta corriente %7.9 4.9 1.2
PIB
NOTA: En el anexo se incorpora mayor información sobre este escenario.
A partir del proceso de privatización, el servicio de transporte de hidrocarburos
toma mayor relevancia, porque existen operadores privados diferentes a los de
exploración, explotación y comercialización, en esta perspectiva contribuirán a la
dinámica del sector las exportaciones de gas al Brasil.
En el subsector de telecomunicaciones, se estiman mayores volúmenes de
inversión con la apertura del mercado a partir del 2001. Un factor que puede
dinamizar el sector es el tecnológico, mediante la oferta de mayores y mejores
productos (telefonía fija, móvil, celular, celular global y celular en sistema PCS).
En la construcción se espera que el sector público mantenga sus niveles de
inversión en carreteras y con la Ley de Concesiones se anticipa la participación
del sector privado en su construcción y mantenimiento. Otras inversiones en este
rubro se darán más a nivel municipal con la construcción de infraestructura de
apoyo a la producción, como caminos vecinales, sistemas de riego y otros.
Resultados macroeconómicos
Los resultados del escenario óptimo muestran una tasa de crecimiento promedio
del producto de 7.0% anual, con una aceleración importante a partir del año 2000
cuando se alcanzaría un crecimiento del 5.4%; este ritmo es sostenido, con lo que
el año 2010 se lograría un crecimiento del 8.1%.
Como resultado del incremento de las recaudaciones impositivas derivadas de un
mayor crecimiento económico y el mantenimiento de una política fiscal austera, se
espera elevar el ahorro público destinado a la inversión en infraestructura. Así, en
el periodo 2000 – 20109 se alcanzaría un promedio de $us 790 millones, sin que
ésto represente presiones sobre el déficit fiscal.
9
En términos relativos significa mantener la inversión pública más o menos en los mismos niveles del escenario tendencial
(aproximadamente 6.6% del PIB).
31. 31
En efecto, durante la mayor parte del período de proyección se presentaría una
disminución progresiva del déficit fiscal con relación al escenario tendencial. En los
años 2008, 2009 y 2010 se observaría un superávit fiscal de 0.1%, 0.4% y 0.8%
del PIB, respectivamente.
Los niveles de inversión, a partir del año 2002, se incrementarían en casi dos
puntos porcentuales con respecto al escenario tendencial, lo cual representa en
promedio el 24% del PIB, y donde la participación de la inversión extranjera directa
sería de alrededor del 11% del PIB. De igual manera, se observaría mayor
dinámica de la inversión privada nacional, que aumentaría de 6.3% a 8.0% del
PIB entre 1998 y el año 2010 ($us 1,297 millones10).
Por su parte, el ahorro externo se mantendría en alrededor del 7% del PIB hasta el
año 2002, como consecuencia de mayores flujos de inversión extranjera directa.
A partir del 2003, estos flujos se reducirían de forma notable para mantenerse en
promedio a niveles cercanos al 3% del PIB. Esta caída sería compensada por el
ahorro privado doméstico, que se incrementa en más o menos dos puntos
porcentuales del PIB.
La proporción de exportaciones de bienes y servicios respecto al PIB se
incrementaría en más del 20% en los años 2005 y 2006, lo que coincide con el
nivel máximo de exportación de energía eléctrica al Brasil. Luego, esta variable se
estabilizaría en torno al 19% del PIB, lo que representa un incremento de más o
menos cuatro puntos porcentuales con relación al nivel observado en 1998.
Por su parte, las importaciones crecerían a una tasa promedio anual de 5% en el
período 2000-2010 (6% en los primeros años y 4%, en los últimos), resultado de
las mayores importaciones de bienes de capital necesarias para los proyectos
sectoriales. Una vez concluido el período de inversiones, esta variable se
estabilizaría en alrededor del 20% del PIB.
Adicionalmente, el PIB per cápita subiría en 47.8% en el periodo, lo que es un
aumento de $us 514 por persona en 12 años, aproximadamente $us 42.8 por año.
Resultados sectoriales
En este escenario, la existencia de proyectos de gran escala en los sectores de
hidrocarburos, minería y electricidad que determina el crecimiento del sector
industrial no sería suficiente para cambiar significativamente la estructura
productiva. El conjunto de sectores extractivos (agricultura, hidrocarburos y
minería) disminuye su participación de 24% a 22%, en cambio, la industria
manufacturera la incrementa ligeramente de 16,7% a 17% del PIB entre 1998 y el
2010.
10
E n 1998, la inversión privada nacional fue de $us 539 millones; en el escenario óptimo este nivel no es superado hasta
el año 2003, cuando alcanza a $us 593 millones.
32. 32
Se considera que el sector agropecuario tendrá tasas de crecimiento modestas,
pero a diferencia del escenario anterior, el efecto cíclico de El Niño afectará su
comportamiento en menor medida.
El sector hidrocarburos presentará altas tasas de crecimiento durante el primer
quinquenio debido a las exportaciones de gas. Asimismo, en el sector minero se
espera un mayor crecimiento debido a la puesta en marcha de varios proyectos
para la explotación de oro, plata, plomo, zinc y estaño en los años 2004 y 2005. Al
final del período, se estima que los sectores de hidrocarburos y minería alcancen
un 7% y 6% de participación en el PIB, respectivamente.
Debido a las exportaciones previstas al Brasil, la dinámica de los sectores de
hidrocarburos, minería y electricidad, permitirán un crecimiento sostenido de la
industria manufacturera. Sin embargo, este crecimiento será suficiente para lograr
cambios significativos en su participación dentro del PIB.
Se considera que para una transformación de una economía extractiva a otra en la
que el sector secundario tenga mayor importancia, se requiere de más tiempo, un
mejor conocimiento de los mercados, condiciones favorables en el mercado
externo e inversiones en innovaciones tecnológicas y políticas que otorguen
incentivos para la expansión del sector durante varios años.
En el sector de transportes y comunicaciones, se esperan mayores tasas de
crecimiento compatibles con los requerimientos en los otros sectores de la
economía. De esta manera, el sector podría lograr una mayor participación en el
PIB. Entre los sectores que generarían más demanda de transporte se encuentra
el agropecuario, la silvicultura, la caza y pesca, la agroindustria y la minería
Con relación a la construcción, los resultados muestran que esta actividad
mantendrá el comportamiento a un ritmo de crecimiento sostenido, destacando la
construcción de viviendas con un crecimiento del 8%.
Como resultado de la dinámica de la demanda agregada y las mejoras de
infraestructura de transportes y comunicaciones, en la actividad comercial se
tendría un crecimiento a tasas similares a las del promedio de la economía.
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33. 33
IV. Bienestar de la Población y Pobreza
1. Las causas de la pobreza
Causas macro-sociales
La pobreza es una expresión de la falta de oportunidades para obtener recursos
que permitan satisfacer las necesidades básicas y sobre todo garantizar el acceso
a un nivel mínimo de consumo y servicios básicos. Las causas de la pobreza
están relacionadas con factores económicos, sociales y culturales.
La pobreza está asociada a la inestabilidad macroeconómica, las bajas tasas de
crecimiento y el aumento de la desigualdad. Una economía inestable reduce el
ingreso de los pobres y las bajas tasas de crecimiento disminuyen las
oportunidades de empleo.
Las disparidades regionales son factores que refuerzan la pobreza. En el área
urbana, las elevadas tasas de migración hacia las ciudades han exacerbado los
problemas en el mercado de trabajo y la provisión de servicios básicos. En el área
rural, la pobreza está asociada no sólo a una oferta difusa de los servicios básicos,
sino también a la falta de infraestructura económica y social.
Los bajos niveles de capital humano determinan que los pobres tengan menos
capacidades para generar ingresos en el mercado de trabajo. También influyen
sobre la calidad de vida y el bienestar de la población pobre.
La escasa acumulación de activos físicos y financieros de los pobres, carentes de
derechos de propiedad, dan lugar a una alta vulnerabilidad que, además, se
agudiza ante efectos adversos como los riesgos de enfermedad, desempleo,
desastres naturales, alta inflación y conflictos sociales.
La diferenciación social y la marginación también contribuyen a que la pobreza y la
elevada desigualdad se mantengan. Estos factores han generado mecanismos de
exclusión que afectan sobre todo a las poblaciones indígenas del área rural, a los
barrios marginales y a las mujeres en el ámbito laboral y educativo. Al mismo
tiempo, la debilidad institucional de los mecanismos participativos ha reducido la
capacidad para el ejercicio de los derechos ciudadanos y ha dificultado la
participación efectiva de los pobres en las instancias de decisión.
- Empleo y pobreza
Entre los aspectos señalados, el que cobra más relevancia está asociado a la
generación de ingresos para los pobres, lo que se explica por las condiciones y
características del mercado laboral y el empleo.
34. 34
La expansión económica, experimentada desde finales de los 80, promovió un
aumento sostenido del empleo en el área urbana. La tasa de ocupación entre
1990 y 1997 pasó del 47% al 50%, lo que refleja un crecimiento del empleo mayor
al de la población en edad de trabajar. El resultado fue la caída del desempleo
abierto que se redujo del 7.2% al 4.4%.
Los cambios institucionales, sobre todo la libre contratación, permitieron que las
unidades económicas ajusten sus niveles de ocupación a las condiciones del
mercado. En algunos casos se incrementó la demanda de trabajo calificado en el
sector formal pero, a su vez, estos cambios propiciaron, a fines de la década de
los 80, elevados incrementos de ocupaciones informales que captaron los
excedentes de la fuerza de trabajo de los sectores donde la ocupación se redujo.
La evolución del empleo muestra una tendencia hacia una mayor participación de
las ocupaciones formales que, de representar el 54% del empleo total en 1990,
pasaron al 56% en 1997.11 Sin embargo, aún es preocupante el alto grado de
ocupaciones informales caracterizadas por actividades precarias, inestables y de
bajos ingresos. En este sector se ubican trabajadores de baja calificación, jóvenes
y mujeres que en muchos casos trabajan más de 50 horas a la semana realizando
tareas de baja productividad. En los últimos años se ha detectado un importante
incremento de trabajadores familiares sin remuneración directa.
En el sector formal, se observó un aumento apreciable de la representatividad de
los patrones, socios o empleadores, que pasaron de un 4.3% al 7%. Este
fenómeno se atribuye sobre todo a la creación de pequeñas unidades económicas
que surgieron debido a la liberalización de la economía y las oportunidades
derivadas del crecimiento.
La orientación productiva de la economía urbana hacia el sector de bienes
transables que exige mayores niveles de productividad se reflejó en impactos
moderados en la generación de empleo. Entre 1990 y 1997, la industria
manufacturera elevó su participación en la ocupación del 19% al 21%. En el sector
no transable, el empleo estuvo influenciado por una creciente participación de las
actividades del comercio, la construcción y los establecimientos financieros y se
observó una contracción de la ocupación en los servicios comunales y sociales.
El comportamiento de los ingresos del trabajo refleja la elevada segmentación del
mercado laboral que desfavorece a los trabajadores de menor calificación, y la
creciente competitividad que determina que los costos salariales estén asociados
a las ganancias de la productividad.
El ingreso laboral promedio se incrementó en términos reales a una tasa anual del
4.5% desde 1990.12 Los asalariados obtuvieron aumentos del 6.1% en el periodo.
Los ingresos de los trabajadores por cuenta propia y patrones o socios
11
Ver Dossier de UDAPE (1998).
12
Los ingresos laborales se calcularon a partir de encuestas de hogares.
35. 35
prácticamente se mantuvieron constantes debido a una mayor competencia entre
pequeños empresarios, lo que determinó la saturación de algunos mercados.
Entre 1989 y 1997, el ingreso de los ocupados en el sector no transable tuvo un
mejor desempeño con relación al que obtienen los del sector transable. Esta
tendencia se explica por el crecimiento de los sectores de electricidad y servicios
sociales. En los sectores transables, el menor ritmo de crecimiento de sus
ingresos estuvo determinado por la competitividad con el exterior.
Los problemas del mercado de trabajo están centrados en la baja calificación de
los ocupados que provoca la baja productividad de la mano de obra y el uso de
métodos de producción poco intensivos en tecnología. Se ha evidenciado también
la discriminación salarial y la segregación ocupacional en contra de mujeres e
indígenas, la falta de seguridad en el empleo y la insuficiente información para
promover una reconversión laboral, aspectos que explican la persistencia de
elevados niveles de pobreza en el área urbana.
En el campo, el mayor porcentaje de las ocupaciones está representado por los
pequeños productores agrícolas que enfrentan ingresos bajos y muy variables
debido a las cambiantes condiciones climáticas y la actual estructura de los
mercados. Los productores enfrentan un elevado riesgo lo que ocasiona la
pobreza extrema y las elevadas tasas de migración hacia las ciudades.
Causas micro-sociales13
Con el propósito de analizar los determinantes de la pobreza en el hogar se estimó
un modelo de probabilidad que asocia una serie de variables con diferentes
categorías de pobreza. Los resultados muestran que el tipo de empleo, la
educación y otros factores como el género del jefe de hogar, la condición étnica, el
lugar de residencia y el tamaño del hogar influyen sobre la magnitud de la
pobreza.
Se evidenció que el empleo del jefe de hogar es lo que más influye sobre la
probabilidad de pobreza, en particular, en el área urbana. Cuando éste cuenta con
un trabajo en el sector formal y no está subempleado, la probabilidad de ser pobre
disminuye. En menor medida, influye el hecho de que el jefe de hogar se
desenvuelva en el mercado formal, pero como subempleado.14
Por otro lado, los hogares con más educación tienen menos probabilidad de ser
pobres en el área urbana y rural. En las ciudades capitales, se observa que los
hogares cuyos miembros tienen educación básica o educación superior tienen
más oportunidades de salir de la pobreza. En el área rural, las mayores
reducciones en las tasas de pobreza e indigencia están asociadas a la educación
básica completa y más que completa.
13
Para analizar los “determinantes” de la pobreza se utilizó el modelo de “Probabilidad y grado de pobreza” planteado por
Hernany (1999).
14
Un ocupado es subempleado si trabaja menos de 20 horas a la semana (subempleo visible).
36. 36
En el área urbana, los hogares, cuyo jefe es mujer o “indígena”, tienen mayores
probabilidades de ser pobres lo que, en alguna medida, se explica por la
discriminación que enfrentan en el mercado laboral. Sin embargo, este hecho
también estaría reflejando factores no observables relacionados con las
desventajas que enfrentan estos hogares como la ausencia del padre o la baja
calidad educativa.
Las diferencias regionales se manifiestan en el hecho de que los hogares que
residen en las ciudades del eje central tienen más probabilidades de salir de la
pobreza en comparación con el resto de las ciudades, lo cual se explica por los
mayores retornos a la escolaridad, por la experiencia y las economías de escala y
aglomeración como resultado de la mayor concentración poblacional. En el área
rural también se observa que los hogares de la región del Chaco tienen mayores
chances de salir de la pobreza en comparación con las familias de la región
andina debido a las mayores oportunidades que ofrecen sus actividades
ganaderas y agrícolas.
En el caso urbano y rural, el número de miembros del hogar y, en particular, de
niños menores de diez años aumenta la probabilidad de caer en la pobreza. 15
En el campo, dentro de la explicación de la pobreza, resultaron significativas las
variables relacionadas con migración y el estado de salud del jefe de hogar. La
migración en los hogares pobres rurales es una oportunidad para mejorar sus
ingresos.16 En lo que se refiere al estado de salud, la oportunidad de reducir los
riesgos de enfermedad puede elevar la productividad de los individuos y contribuir
a generar más ingresos.
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2. Situación de la pobreza
Evolución de la pobreza
Las estimaciones de pobreza para Bolivia se construyeron a partir de las
estimaciones separadas de pobreza para el área urbana y rural, para las que se
usaron datos de la Encuesta Nacional de Empleo (1997) y de la de Evaluación de
Impacto del FIS (1993) que también considera las áreas urbana y rural.17
15
Debe tenerse en cuenta que parte de esta explicación debe ser atribuida a la no aplicación de “escalas de equivalencia”
(las que atribuyen a distintos tipos de hogares distintas líneas de pobreza, según su composición y tamaño) lo que puede
sesgar las medidas de pobreza hacia arriba para los hogares más grandes.
16
Debe tenerse especial cuidado con este resultado pues la implementación de esta variable no toma en cuenta los
diferentes tipos de migración que pueden existir i.e. migración inter-rural, urbana rural.
17
Dadas las limitaciones de información para el área rural, se aplicaron factores de expansión a la muestra de las encuestas
FIS para realizar inferencias sobre el comportamiento de las tasas de pobreza.
37. 37
Para el año 1997, a nivel nacional, cerca del 59% de los hogares están por debajo
de la línea de pobreza y un 32% no tiene ingresos ni siquiera para cubrir una
canasta básica de alimentos (incidencia de pobreza extrema). Estos niveles se
encuentran 1.6 veces por encima del promedio de América Latina, situación que
clasifica a Bolivia entre los países más pobres de la región.
Entre 1993 y 1997, los niveles de pobreza prácticamente se han mantenido. Se
observa una reducción de sólo 0.7 puntos porcentuales, mientras la pobreza
extrema se ha reducido en 1.1 puntos. La brecha de pobreza, medida por la
diferencia entre el ingreso promedio de la población y el ingreso promedio de los
pobres, se redujo de 28% a 27% y la severidad de la pobreza se redujo del 17% al
16%.
En el área urbana, la pobreza pasó del 49% al 47%, la extrema pobreza se redujo
del 22% al 20% y la brecha se redujo del 21% al 19%. Debe destacarse que entre
los centros urbanos se han observado diferencias. Así, mientras la ciudad de
Cochabamba mostró importantes reducciones en la pobreza del 53% al 42%, La
Paz registró incrementos de 44% a 48%.
En el área rural, el porcentaje de hogares en condiciones de pobreza y pobreza
extrema no se ha modificado entre 1993 y 1997. La pobreza afecta al 76% de su
población y la extrema pobreza, al 50%. La brecha representa el 40% del ingreso
promedio y la severidad llega hasta el 25%. Al interior del área rural, la región
“andina” que abarca comunidades de La Paz, Cochabamba, Oruro y Potosí
presenta tasas de incidencia de pobreza extrema del 52% que se encuentran muy
por encima del 39% observado en la región del Chaco que abarca comunidades
de Chuquisaca, Santa Cruz y Tarija.
Evolución de la Pobreza en Bolivia
Incidencia de Incidencia de Brecha de Severidad de
Característica pobreza pobreza extrema pobreza pobreza
s
Urbano
1993 49.59 21.83 20.91 11.38
1997 46.93 19.85 18.81 10.09
Rural
1993 76.17 50.96 39.55 24.61
1997 75.84 50.30 39.74 24.96
Bolivia
1993 60.22 33.48 28.36 16.67
1997 58.50 32.03 27.18 16.03
Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta FIS (1993) y ENE (1997)
Características de los pobres
Con datos de 1997 y a partir del análisis de la información sobre el empleo,
educación, tipo de actividad económica y otros factores socioeconómicos de los