Este poema agradece a la madre por su amor incondicional, ternura y dedicación a pesar de sus fallas. Reconoce que a veces el gran amor de una madre puede confundirse con egoísmo al querer mantener a los hijos siempre cerca, aunque sus acciones se hacen por amor. Pide perdón por los propios errores y desea llenar de felicidad a la madre.