2. Erase una vez
una escuela submarina, que
no era de personas, sino de
delfines.
Era una escuela muy
especial ya que se dedicaban
a reciclar, era una ecoescuela
submarina, se llamaba
Caracola.
Los profesores eran delfines,
los alumnos también, y
todos los días del año
vestían una camiseta de
color verde con el símbolo
del reciclaje.
3. Un día cuando estaban dando clase…
Llegó una delfín a la clase y todo el mundo se dio cuenta de que era
nueva, entonces el profesor la presentó:
-Esta va a ser vuestra nueva compañera, se llama Lucía.
De repente, un delfín llamado Luís levantó la cabeza de su libreta y
desde ese momento se dio cuenta que no había ninguna delfín más
guapa en todo el mar.
Entonces empezaron a pasar los años y los años y cada vez fueron
haciéndose más amigos y más mayores.
Cuando llegaron a 6º eran los mejores amigos, y con el tiempo se
hicieron novios.
4. Pero surgió un problema…
Pues en la superficie habían unos niños jugando en la playa y se
pusieron a tirar aceite y las latas que tenían al mar, el aceite iba
matando todo a su paso e iba contaminando el mar y las algas, etc. Las
latas no dejaban nadar a los animales.
De repente, en el colegio de los delfines empezó a sonar la alarma de
peligro, pues se estaba acercando una mancha de aceite al colegio. Si
no evacuaban el colegio se iban a morir , así que se pusieron en
marcha
5. Cuando ya estaban
todos fuera…
Luís se puso a buscar a
Lucía, pero no la
encontraba, todo el
mundo salía del colegio,
pero Luís no podía dejar a
Lucía dentro, así que
decidió entrar a salvarla.
Pero cuando entró la
encontró tirada en el
suelo, no podía respirar
pues todo estaba lleno de
aceite y tenía una lata en
la boca.
6. Pero Luís la cogió y…
Se la llevó al hospital, la atendieron enseguida, él se quedó fuera
esperando por si surgía algún problema.
A los 20 minutos salió el médico y le dio la noticia:
-Puedes estar tranquilo, esta bien. Le hemos sacado el aceite de los
pulmones y puede sobrevivir, pero se va a tener que quedar aquí unos
días, porque todavía esta un poco débil.
Luís se puso muy contento, aunque seguía preocupado, estaban en
peligro, aún tenía que liberar al mar del aceite y las latas.
7. No sabía que hacer y…
Se puso a pensar y a pensar, pero no se le ocurría nada, así
que decidió ir a visitar a su amiga la tortuga. Entonces
subió a la orilla para pedirle su opinión.
Su amiga la tortuga se llamaba Sofía, era muy simpática y
divertida. La conoció cuando los dos tenían 1 año, porque
la madre de Sofía era amiga de la madre de Luís.
8. Y empezó a hablar…
-Hola Sofía necesito tu ayuda, es que estábamos en clase y de repente sonó
la alarma de peligro, luego…
30 minutos después…
Y entonces llevé a Lucía al hospital y el médico me dijo que estaba bien,
pero se tenía que quedar unos días en el colegio y ahora no se que hacer
para acabar con toda esta contaminación.
Así le contó todo lo sucedido.
9. Y por fin la tortuga habló…
-Mira, la verdad es que estáis en un buen lío, sin embargo la solución es
muy sencilla pero no te la voy a decir hasta que no resuelvas esta
adivinanza:
Soy el que jamás descansa
y va y viene sin cesar.
Nunca me puedo secar.
Jamás te aburre mi danza.
En presencia o añoranza
tú siempre me vas a amar.
-Yo creo que es el mar, dijo el delfín.
-Muy bien pues la solución a vuestro problema es una ballena. Llamas a
Manolita la ballena le dices que absorba todo el aceite y que lo tire al
contenedor del aceite para reciclarlo.
10. Y con las latas…
Podéis hacer un concurso llamado RECICLATAS, donde se
tendrán que hacer figuras con latas o cosas que no sirvan, es que
hay un colegio aquí en la superficie que hace ese concurso todos
los años y está muy chulo.
Entonces el delfín le dio las gracias y fue a llamar a Manolita,
cuándo Manolita oyó la idea le encantó y decidió ayudarle.
Empezó a absorber todo el aceite y después los tiró al contenedor
de reciclaje, también cogieron las latas e intentaron hacer el
concurso.
Y así escomo se acabo la contaminación en el mar, gracias a un
colegio especial, a una ballena, a un valiente y una valiente delfín.