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Conocen al
Dios de amor
Ka y Ka y Zin
puedes quedarte con la familia del pastor ad-
ventista. Ellos te darán un hogar y te ayudarán
para que asistas a la escuela adventista.
Traté de hablar, pero no podía pronunciar
palabra.
—Te gustará vivir con el pastor y su familia
—continuó mamá.
Conocía al pastor, y me agradaba su famil-
ia. Pero no soportaba la idea de perder a mi
[Pídale a una adolescente que presente este madre y a mi hermanita, Ee. Las lágrimas me
relato en primera persona] corrían por las mejillas.
M
e senté en la cama con las piernas
cruzadas. Me dolía el estómago a causa Momentos felices
del temor. Permanecí sentada en mi cama pensando en
¿Cómo pudo mi padre haber abandonado a momentos felices del pasado. Recordé las voces
mi madre, a mi hermanita y a mí? ¿Cómo de los niños que cantaban dulces canciones que
sobreviviríamos? El rostro preocupado de mi hablaban de Jesús. Varios meses antes, había
madre me reveló que tampoco ella tenía las escuchado esas voces que venían de una iglesia
respuestas para mis interrogantes. cercana, y la música me había atraído. Cuando
—Kay Kay, necesito hablar contigo —dijo mi
PACÍFICO SUR
algunos amigos me invitaron a asistir al culto
madre. de adoración de la pequeña iglesia, decidí ir.
Me acerqué a ella. Me agradó aprender por primera vez los
—Kay Kay, como tu padre se ha ido, tengo cánticos y escuchar los relatos de la Biblia. Su-
DEL
que ganar dinero para mantenerlas a tu her- pe que Jesús es un Dios de amor que estaba
MISIÓN ADVENTISTA - DIVISIÓN ASIÁTICA
mana y a ti. Pero, no hay trabajos aquí. Debo vivo. Lo invité a entrar en mi vida. Ahora es-
irme a otro lado a encontrar trabajo. peraba que su amor nos acompañara mientras
Los ojos de mamá brillaban con lágrimas que mi familia se veía obligada a separarse.
no salían, pero su rostro se mantuvo firme.
-No, mamá -le rogué-. ¡Por favor, no te vay- Un nuevo hogar, un nuevo futuro
as! Me establecí en mi nuevo hogar y pronto
Comencé a sollozar, pero mamá siguió ha- me inscribieron en el Seminario Adventista de
blando como si yo no hubiera dicho nada. Rangún, la institución adventista que ofrece des-
—La pequeña Ee irá a vivir con tu tía, y tú de el preescolar hasta el último año de estudios
16 Material adaptado y facilitado por RECURSOS ESCUELA SABÁTICA ©
2. secundarios. Disfruté la escuela y el cálido
ambiente del lugar. ¡Los maestros eran muy
Cápsula informativa
amables conmigo! Extrañaba a mi madre y a Rangún es la ciudad más grande de Birmania
mi hermanita, pero me encantaba vivir con la (tiene cuatro millones de habitantes).
familia grande y bulliciosa del pastor. La lengua oficial es el birmano, pero
Cuando mi hermana tuvo suficiente edad grandes segmentos de la población hablan
para asistir a la escuela, el pastor le pidió a mi otras lenguas, como por ejemplo los que
tía que le permitiera venir a vivir con noso- hablan el karen.
tros para que asistiera conmigo a la escuela La mayor parte de los birmanos (más del
adventista. Mi tía estuvo de acuerdo, ¡y yo me 80 por ciento) practica el budismo; alrede-
M YA N MA r
sentí muy emocionada! ¡Por fin podríamos dor del 12 por ciento observa las creencias
estar juntas nuevamente, como hermanas! tradicionales, como por ejemplo la adora-
Mientras más aprendía de Dios, más se- ción a los ancestros o a los ídolos; un 6 por
ciento son cristianos, en su mayoría protes-
gura me sentía con respecto a seguir a Jesús tantes. En Birmania hay menos de 30 mil
toda mi vida. Un día le pedí al pastor que me adventistas, lo que implica una proporción
bautizara. ¡Su rostro se iluminó de felicidad! de un adventista por cada 1800 personas.
Me sentí muy amada. Cuando le conté a mi
Si desea saber más de Birmania, lo invita-
madre sobre mi decisión, me dijo que estaba mos a ver el DVD de Misión Adventista
contenta, aunque no podría regresar a Birmania para este trimestre.
para mi bautismo.
Me gusta mucho cantar y adorar a Dios en adventista y su familia me llevaron a vivir con
la escuela y en la iglesia. Me siento en casa e-llos, he recibido una educación cristiana. Ahora,
con el pueblo de Dios. Su amor llena mi mi hermana menor está aprendiendo de Dios
corazón. gracias a que también estudia en la escuela ad-
ventista.
Esperanza en medio de la incertidumbre
El año pasado, mi tía llegó a ver al pastor Un sueño postergado
con quien vivíamos. Pidió que mi hermana y Mi sueño es ser maestra, como los buenos
yo regresáramos a vivir con ella. De mala gana maestros que tuve en el Seminario Adventista
dijimos que lo haríamos. No es adventista y de Rangún. Me gusta mucho trabajar con niños, y
no le agrada que yo vaya a la iglesia. A veces me gustaría marcar una diferencia en sus vi-
me permite ir únicamente a la Escuela Sabáti- das. Quiero ayudarlos para que ellos también
ca, y después tengo que regresar rápidamente aprendan de Jesús, así como lo hice yo.
a la casa. Pero estoy contenta porque Ee y yo Nuestra escuela tiene tantos niños que ya no
estamos juntas, y porque puedo ayudar a mi cabemos en los salones de clase, y hay cientos
hermanita para que aprenda más de Dios. más que desearían estudiar en ella. Parte de las
Mis tíos no tienen muchos recursos y se les ofrendas de este decimotercer sábado ayudarán a
hace difícil mantenernos. Mi madre nos manda agrandar nuestra escuela, para que así muchos
dinero cuando puede, pero ella no está muy otros niños puedan aprender del amor y del
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bien de salud, y tal vez no pueda trabajar en el servicio a Dios, y puedan convertirse en buenos
extranjero por mucho tiempo más. ciudadanos. Gracias por contribuir con el creci-
La tragedia que separó a mi familia cuando miento de nuestra escuela, para que esta pueda
yo tenía diez años ha resultado en muchas ben- seguir sirviendo a muchos niños y jóvenes.
diciones para mí. Gracias a que el pastor ad-
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