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Aire
           Rodríguez Carrillo

18 de Julio de 2002 – 5 de Septiembre de 2002
Aire

Ya sé que algunos no volverán
Que habrá que llegar hasta ellos
Y entonces regresar hasta el hoy
Con menos densidad y mayor amplitud.

Ya entendí el frío y el alma
La crueldad que suele habitar en algunos cambios
Y la posibilidad de que un pueblo entero esté solo
Como una cifra entre otras frente a los ojos del asceta.

Prisionero de un presentimiento creo vivir
Buscando un punto que juega a ser imposible
Sin otro motivo que el de hallarlo para obviarlo
Y así descubrir el velo tras el cual intuición e imaginación convergen.

Después de los propios - siempre después –
Los límites del otro – de los otros-
La celda más justa
Que al aire jamás puede aprisionar.

A una edad en que las cosas al menos parecen
Pasar enfrente desprovistas de algún dador de sentido
Porque en cierta anchura no basta lo determinado
Porque se siente que la ley está hecha para superarla desde ella.

Ya sé que habrá algunos que regresen
Y que lamentablemente lamentarán
Que no se convierta en fiesta el día común
Por un hecho que por parecerles enorme no fue sentido como tal.

La sencilla copa compartida con el amigo
Y desprenderse del cuerpo una y otra vez
En el medio mismo de la liviana idea
De que todo lo que sucede, sucede para no suceder.

El aire mismo, que como el tiempo de aquí
Arropa sin proteger la así antigua costumbre
De ver cómo alguien entrega y otro toma la posta
Como si tuviese algún valor el darle valor al visualizarlo.

Al momento de jugarse, si comprendes de momentos
No es extraordinario el repasar la última batalla
Para captar que la primera es la que más pesa
Y que a pesar de ese peso, posiblemente sea la última la que cuente.

Andrea
23:59
18.07.02
Pri hi d ai

Como era antes, mucho antes
Una señal contra el mal de ojo
Escupir al suelo cerrando un puño
El arte brutal por el cual, con la boca torcida
Se podía, sonriendo, despreciar hasta al maligno.

Así como era antes, así hoy la tracción
Que lleva otro nombre y otra misión
Pero que cuya causa siempre es igual
Que no es otra que el drama del tenue satélite
Y el planeta tormentoso que lo rige.

Vienen y van, llenos o carentes de exceso
Con la frugalidad de todo pasado
Y la pretensión de un futuro inmenso
Entre las mismas manos en donde anoche
Fueron otras la que gozosas aceptaron la presión.

Dirán “algo se rompió entre los dos”
Dirán “nunca habrá de ser igual”
Y aunque cada cual le guarda esperanza a lo dicho
Lo hecho es lo que va pesando a la medida del tiempo
De acuerdo a lo que dentro de cada piel se pueda atesorar.

Uno pierde y el otro gana, alguien se lamenta
Libre vuela la eterna sospecha de que nada es sencillo
Y a veces faltan ojos para ver lo que queda tan firme
Después del hurto, aquello que habrá de conservarse
Pase lo que pase, y deje de pasar lo que deje de pasar.

La inquietud del tiempo de espera
La borra del café que aguarda su hora
La playa bajo la marea alta
La mecha que extinguiéndose extingue la cera
Para una puerta que se cierra al lado, y una luz que se enciende.

Lo lograrían si alcancen a ser lo que quisieron ser
Pero nada más fuerte que una mujer enfocada en el despecho
Como nada más débil que un hombre jugado a víctima
Y nada más normal que perder el cielo por un par de horas
En las que terminan por relucir las otras, dueñas de lo no sabido.

Smarc
20:46
21.07.02

La tragedia

Vamos bien, hay aroma a dolor
Un lejano hedor a dominación
Colabora con la imagen fácil
De un alguien sobre el otro condenadamente.

Crece el empuje de la vitalidad olvidada
Las historias sabidas terminan por pasar de lado
Tanto se quiere que parece posible que sea posible
Se recuerda el “hoy”, aparece el “esta noche”.

Con flores, con prados enteros
Sin demoras que la vida no espera
Que por ahí gritan penitencia
Los de ropas pobres y alma enceguecida.

Un solo día, o una sola vida
El intelecto que juega a sentenciar
El amo del gato ahogando a sus cachorros
Porque nunca encontró a quién regalárselos.

De persona a persona
De sueño ajeno al otro, que es propio
De lo adquirido a lo heredado
Frente a frente una y otra partícula de fe.

Quien toma los momentos y quien los genera
La incomprendida ceremonia del ofrecimiento
Para que la madrugada sea sofocante de angustia
Y se pida la oportunidad, que obtenida, habrá de despreciarse.

Pero no hubiera servido advertirle
Que después sería tarde
Que entonces sería que le tocaría buscar
Entre muros de sal rodeando todos su pasos.

Cuando por la inteligencia, la inteligencia se renuncia
Dejando abierto el camino para quien quiera seguir
Intentando batallas y siembras en algún corazón
Todavía no termina de comenzar tan solo el cimiento.

Las lágrimas de quien se sorprende actuando
Y que en lugar de abandonar el pésimo disfraz humano
Toma la careta más próxima y lo intenta de nuevo
Mientras pretende dolerse de la marcha de su único espectador.

Andrea
21.07.02
21:11

El reclamante

En quien no creías tenía razón
Y en la razón debías ganarle
Y cuando por cansancio le venciste
Encontraste que no era nada, y que eso eras.

Quizá que fue por eso
Que ahora no podrías cambiar
Que lo que haces, a veces siendo distinto
Conserva el mismo sentido, sin sentido.

No habrás de volver, entonces
Aunque de nuevo llegues a mi puerta
Y expreses el preparado discurso
Luego del cual desbordarás sinceramente.

En Sudamérica, bajo el sol de febrero
El vestido blanco sobre la piel morena
Las huellas sobre las calles de arena
Moviéndose con el aire, sabiéndolo.

Una queja como adorno al cuello
La esperanza, antes que la ilusión
Bañando las pupilas para ciertas cosas ignorantes
En un mismo cuerpo que quiere y cree no poder.

La historia de una hembra y la de una música
Que lleva su nombre sin que aquella lo sepa
Entre los dedos de quien la sospecha
Porque en otra lo que ve es lo opuesto.

De manera que también sirves
Como todo y como todos
Como lo que respiras y todo lo que niegas
Como el sufrimiento que conoces sin saber del dolor.

Ofrecidas las defensas, por puro rigor
Toca a fin la tarea del pontífice
Se abre la hora de las presas
Donde siempre falla lo previsto.

Lo que de ti hablaron los que ya murieron
Y lo que dirás de los que habrán de sobrevivirte
Y una noche, quizás esta, quizás ninguna otra
Para que yo te mire mirar las cosas que no me saben.

Smarc
21:37
21.07.02

Entre sombras

Soñarte una noche, y todas las demás
O sólo haber podido imaginarte
Para aguantar la teoría del espacio
Y la de los estandartes perdidos.

En una ciudad que nunca fue la mía
Se habría erigido la estela de tu nombre
Para llenar de sonidos el pretendido silencio
Donde sólo los sobresaltos buscan entrar.

En otra línea de un pentagrama infinito
La precisa forma de lo que sin crecer se expande
Como un mirar que difiere de otro en unos mismos ojos
Apuntando lo posible, subrayando lo lejano.

Al alcance de la comprensión de los afectos
Fundidas, como siempre, inteligencia y sensibilidad
En el acto de la aceptación y en el de la desestimación
Hasta abarcar que todo abarcamiento termina en poquedad.

Con sus aullidos me arañan la noche los lobos en las calles
Suciamente llueve sobre los carteles abandonados
Mientras, intuyo, tejes la trampa envuelta en ternura
El huevo de algodón de donde asomará el áspid.

Se mueven las sombras, se agolpan unas sobre otras
Atisban mientras se muerden sus propios desiertos
Le prueban a la llama, le juegan a la luz que irradia
Los vidrios se destrozan y no es sonido el resultado.

Paso a paso en el pasillo que bordea el Leteo
Miseria y destrucción, la mentira de una obsecuencia
Cuando el Dios pareciera perder la paciencia
Cuando como tú, otro, distinto, tampoco mastica la comprensión.

Los hospitales llenos, de lunas sangrantes y vaginas laceradas
El llanto de las madres que nunca lo fueron
Y la almohada llena de púas aguardando al cuello
Y el aire, desesperado de escapar de su celda infinita.

Como al final de lo que no tiene principio
Y no como lo que ocultas pero que quieres confesar
En el modo, la forma, y jamás en la consecuencia
De lo que agradecerías se comprendiera, como no comprendiste jamás.

Andrea
22:02
21.07.02

Aunque

Que aunque lo fuese
No nos parecería breve
Que aunque nos lo dijeran
Nunca lo creeríamos.

El estallido del aire
Por la presión del hombre
Que lo busca desde la gruta
Que lo sueña, encerrado en su crisálida.

Otro viento, más frío
Donde la nieve y el hielo
Entre lágrimas de cuarzo
Baña los labios de jaspe.

La carne que cae, rendida,
Por la edad de las circunstancias
Por la oculta sed de los buitres
Y la manifestada necesidad de los sectarios.

Paraíso sin fruto, parábola sin mensaje
El espejo mayor, el que refleja a los demás
En el triángulo que absorbe por ser mayor
Suma de dos septentrionales y uno meridional.

El venturoso golpe de los ritos
La cadencia de cada adjetivo
Mientras todo se detiene por que el mientras partió
Y por un momento lo que existe sólo es lo que se capta.

Una roca, azotada por el mar
Lacerada hasta la ignominia por el viento
Pero que por sostener el hogar, el suyo y uno ajeno,
Al agua le dice agua, y al aire, aire.

No hay gracias, aunque sí conciencia
Agradecido queda el que queda superado
Anhelante el que domina el arte que le cupo
Que podría consumirlo si no aprende a jugar con la detención.

Lanzado, de sí mismo y por uno que no es él
Que en él había a su agria manera de ser eslabón
Muestra estructural que en diamante o grafito culmina
Para cederle a lo que llaman voluntad un espacio en la nada.

Smarc
23:37
23:37

Los creados

Cuando en silencio, sin dormir
Se extiende la espera de los tigres
Y al tiempo, en su nido el águila joven
Muta las plumas atravesando su propio centro

También se cruza un ámbito
Donde recordando a alguien
Se espera la llegada de otro
Sabiendo que no habrá más que uno mismo.

No existía el cariño
Donde habrá de estar
No sería cierto lo dicho
Porque quien habla del futuro

Lo hace porque morirá
O porque habrá de ver morir
Para que lo escuchen todos
Incluso aquellos que como él hablarán.

En el final del día
Donde queda el jergón o el palacio
Tampoco se decide nada sino la intención
Porque en el paso a paso de los siglos en segundos

Es, casi en verdad, donde cada cual tiende
Ya la red, ya las manos entonces nudosas
Siendo que así pudiera recogerse más, mucho más,
De lo que pudiera absorberse, sin tener a quién repartir lo demás.

Nunca fue pulsado el timbre
La silla toda su vida aguardó al jinete
En el corazón de la selva se marchitó el clavel
Como si sólo se tratase de una palabra que nunca fue utilizada.

El placer de conocer, y el de adivinar
Prescindencia del sujeto que lo logra
Porque enfrente, puntualmente, se sitúa
Uno que prescinde hasta de sí mismo.

En honor al rastro de los astros
Por una idea, aprendida o descubierta
Capaz de realizar el fragor de una disculpa
La difícil e intensa cofradía de los creados.

Andrea
23:56
21.07.02

Siempre

Siempre partir desde lo bajo
Siempre andar por lo llano
Como si la realidad estuviese en los opuestos
Y el cariño más alto implicase fraternidad.

Siempre el objetivo y la meta
Siempre el curso y sus dificultades
Como si todas las salidas fuesen un escape
Y la llegada más alegre una bienvenida a lo conocido.

Siempre la regla y el que por cumplirla la refiere
Siempre el filo que en la mirada termina por distinguir
Como si el trigo y la paja vinieran de tierras diferentes
Y de uno y otro no pudiera obtenerse algo más que cosas.

Siempre el suspiro, siempre
Siempre la imagen y al lado su proceso
Como si lo obtenido se distanciase de lo intentado
Y cada caída signifique siempre un aleteo.

Siempre tus calles que dices tan crueles
Siempre tus madrugadas ricas en lloviznas
Como si lo que esperases nunca estuviera
Y bajo tus cejas continuamente se dibuje un callado reproche.

Siempre un poco más, aunque sientas que ya no puedas
Siempre una aventura, conocida o ignorada
Como si en la persistencia pudieras hallar alguna clave
Y en tu cálida soledad, un poquito de oasis.

Siempre te huye, porque así te espera
Siempre, haciéndote más
Como la fiera que respirando menos aspira a más
Y en la presa no ve su alimento, sino el de los suyos.

Siempre amándote
Siempre la vida
Como a pocos les ocurre
Y todavía queriendo

Siempre, un poco más
Siempre sed que no admite ser domada
Como si el tenerlo todo no bastase nunca
Y sólo al compartirla fuese posible realizar la riqueza.

Smarc
22.07.02
00:19

Se hi d ai

A las ganas de fiesta
Le acompañan las telarañas
El viento que viene del norte
Y el certero conocimiento de un alguien
Que por cosas complicadas se niega a la alegría.

Aunque más sencillo
No deja de ser difícil
Pues la historia va de prejuicios
Del nefasto temor de que el ayer
Se cuele esta noche y embarre el mañana.

Ni con la muerte habría solución
Porque en ciertos momentos de la vida
No hay más que vivir trozo a trozo1
Sin llegar al reposo dar un poco con el descanso
Por al menos una noche en la que algo sea oído y compartido.

Después de tanto insistir
Será el dejar de hacerlo lo que provoque el reclamo
Ya que no siempre es bueno abrir alguna puerta
Y por alguna razón quién está detrás no oye a tiempo el llamado
Y el dolor del que parte es ínfimo con el de que abre a destiempo.

Mientras se pueda habrá que lamer las cadenas
Que ganadas las virtudes del esclavo
Es precisa la ascensión y sus efectos
Y cuesta menos perdonar a quien estuvo donde uno estuvo
Y pesa menos condenar a quien ni siquiera intentó haber estado.

Se toma su tiempo, haciéndolo denso
Quien le habló se ha vuelto invisible
Las ideas parecen confundirse, dislocarse
Y a pesar de que lo que siente es claro, no lo acepta
Porque lo que le mueve es lo que el prójimo diga de su posible humildad.

Y así el extravío, cuando pudiera ser el encuentro
Una palabra que podía no haber sido dicha
Y una más que pudo haber sido valorada en su medida
Haciendo que lo corto señale lo largo como extendiéndolo
Como si fuese la noche la que hace que brille el día.

Hasta que acaba no acaba
La dicha potencial
La lacrimosa confesión en la madrugada
El cartero que no sabe lo que lleva
Y la dirección que sabe sólo puede esperar.

Andrea
22:02
22.07.02
1
    Mateo 15:27
Error

No es musgo
Son las órbitas de los ojos de cientos
Arrancadas y puestas en la escalera
Recibiendo el paso embotado del que sube
Por los escalones de la intemperie.

Destrozado el conjunto
Para el rojo gozo de uno solo
Nublando lo que le queda al alma
Entre señas que le burlan la salida
Y el inconmovible peso de una montaña de remordimientos.

Tarde, y por el cúmulo de necesidades
Los deseos que se vuelven imágenes
Sin sonidos donde parece alguien llama
Sin movimientos donde una sombra pareció desplegarse
Y no es más que la mente exponiendo su insana fragilidad.

El nuevo día desprovisto de todo abrigo
Que no sea el que cobija gusanos en los bolsillos
A donde van las manos que quieren evitar el granizo
Mientras una risa alcanza a arañar las orejas
Haciéndole doler las muelas a la que en silencio menstrúa.

De a poco se realiza la formación
Un punto y otro convergen a la cita
El hambre es mucha, la pericia mayor
Gobierna el orden del ritmo más preciso
Donde nadie falla, porque todos están en uno.

Calma, que hay estilo en la tranquilidad
Como en las manos del barbero y en las del homicida
En el contrapunto donde la pureza no viene por ser citada
Donde el juicio es para los que no lo tienen
Y desde aquellos que lo han perdido, por mentirse sin creerse.

Muchos años después persiste el grito de los ahogados
El zumbido de los aviones que se presienten antes de llegar
El reguero de pólvora antes de que la misma sea inventada
Visiones reales, huesos rotos y corazones sacrificados en holocaustos
La carne cruda que palpita su credo decible, horriblemente errado.

Smarc
22:27
22.07.02

Izquierda y derecha
Anduve por lechos
La primera patria de los amantes
Examinando los finales, todos
Para ver cómo era que ocurría.

No vi mucho que pudiera llamarse distinto
Vi, que en la repetición adquieren valor los detalles
Que al tiempo van perdiendo en importancia
Por el peso de la rutina que sin disciplina provoca el tedio.

Se vuelve triste, a pesar de tanta fuerza invertida
Como el atleta que de un salto quiere llegar a la luna
Sin haberse detenido jamás a pensar si era tan bonita
Y no como la rodilla, que obediente, se pliega y se despliega.

La carga de los ahora la soportan los instrumentos
La de la consecuencia de la potencia realizada
Al pecho le caen al que manda creyendo gobernar
Y entonces, alma y músculos, dolidos o plácidos en el después.

Intuyo que hay más de lo que vi
Aunque jamás lo haya presenciado
Y sabiendo que es vano plantearlo
Callo que cada cual es infinito porque no pudiera haber dos.

En los bordes, que nunca explican nada
Porque esa es su misión, indicar el filo de los límites
Que atropellando siempre terminan por mutilar
Pero que saltándolos dejan ver, en el pasado, su brillo.

Después de la lástima la risa dura
El objeto más preciso por acabado
Tal como lo imaginó quien lo ve
Y un poco más, el detalle de que no lo hizo uno.

No cambiar, que no hay muro que no sea de contención
Y girar y girar para confirmar que todo es cierto
Con la convicción de que pudiera no serlo como motor
Que ruge, y al sonido agudo llega, cuando por no encontrarla hace la huella.

La sombra del crucifijo en la pared
El humo de los cigarrillos y las copas llenas
El murmullo tan tenue y tan voraz
Y el libro y la espada que se hacen una seña cuando llega la lógica.

Andrea
23.07.02
22:19

El sentido, el precio
Dos o tres planteos
Que lastimeramente juegan
A ser diferentes, únicos
Mezcla de sueño y vigilia
Pero que no llegan ni al humo.

Por el temblor que nunca se espera
Cae el revoque de las paredes
Se desnudan los arácnidos nidos
Surge el polvo sin ser señal esta vez
Avisa el mareo, el rencor no soporta la alegría.

Y las sábanas de los hospitales
Cubriendo la mente que por detenerse
Se hace creer que el tiempo es lo móvil
Mientras feroces eruditos cierran círculos
Y algún ser humano accede a su propia esencia.

No comprendes pero sientes que lo haces
Sin percatarte que de tu boca brota el juicio
Que a la hora de la presión tus deseos no cuentan
Porque por todo lo que pidas y se te conceda
Habrás de pagar, y no hay más precio que el del fin.

Las cartas derramadas sobre la noche
Los astros divirtiéndose con sus astrólogos
Con las veredas sudando suelas de goma
Con las ventanas llorando restos de lluvias pasadas
Y un cielo dentro del pecho al que le bastaría odiar para surgir.

En el límite del esfuerzo
Que conserva su sentido
Justo en el antes de perderlo
La idea del brillo, la noción de lo incierto
La siesta del mundo agostando intenciones.

En el viento los brazos
Sin postura, sin pose copiada
La genética mordiéndose la cola
En el fondo de la copa del sacrificio
Donde aguarda un reflejo que oculta su ser de velo.

Smarc
21:48
24.07.02

Ordinariez

El aire me había prometido cosas
Batallas que serían históricas
Travesías incomparables
Y un diario, que como su dueño, no tendría fin.

Sin embargo, no todo ocurre tan aprisa
Y es la memoria la que muerde en la velocidad
Porque no hay premura en lo que ha ocurrido
Ni desgana, porque habiendo existido ya no está.

El tabique un poco desviado
Por un golpe que no se supo evitar
La mirada siempre fija y al fondo
Por haber aprendido a no bajar la guardia.

En la distinción de los versos
Y de aquel que los porta
En la concepción de lo que será mensaje
Y que en un espacio todavía no deja de ser idea

Como no ceder a la provocación y entonces vencer
Y por no ver el rostro del vencido levantar el escudo
Para mostrar el muro detrás del cual cómodamente se habita
En el medio de la carretera hacia uno mismo.

Y así decir, lo siento, lo siento mucho
Nada gira a mi alrededor
No giro alrededor de nada
Porque no hay centro, no hay órbita.

Desprendido, piel pura
Flaco de necedades
Impulso constante
Altar primitivo en una tierra desolada.

Y en los libros, en los que compraste
Los almanaques conocidos
Donde todo está entre líneas
Que se vuelven cuerdas dispuestas a ahorcar.

Encendidas ocho velas, y no siete
Que sin brillar a manera de reflejo exhalan
Que de todas las necesidades posibles
La de una prueba y una señal esculpen
A quien corresponda, el homenaje a lo ordinario.

Andrea
21:53
25.07.02

Concepción

Cavas un hoyo en la tierra
Sin saber que será lo mismo
Hacerlo en el centro del aire
Porque no está en lo que quitas.

Sigues, inicias la persistencia
Y te da igual que la tarea impuesta
La realices de día o de noche
Porque no está en lo que quitas, sino en lo que buscas.

Superada la bravura adquieres paciencia
Sin recordar ni el motivo ni el fin intuido
Dejas que el esfuerzo roce el agotamiento
Recuperas la ignorancia, el dolor de su inocencia.

Sólo entonces, cuando crees haber llegado al límite
Y sin ver claramente ni lo que será ni lo que fue
Encuentras tus manos, las tuyas propias, en labor
Y aunque quieres permitirte creerlo, no cedes a la idea de que está en ellas.

Después de tanto la piel está gastada
Debajo de ella la voluntad de la sangre corriendo en las venas
Y el continuo acto de la fuerza en los músculos
Que te ofrecen el imprevisto espectáculo

De un motor que llaman corazón
De un timón que llaman mente
De un algo que se encuentra
Y que al hallarse, de nuevo sospecha, que no está en lo que ve.

Entonces finges detenerte
Pero a hurtadillas insistes
Sin dejar de oír lo de afuera
Decididamente atiendes los detalles.

Casi caes, casi te extravías
Grita fuerte el mar de los dolientes
Y el brillante gas de los elegidos
Antes que guiar, puede bien obnubilar.

No está en el hoyo lo que buscas
Cierra los ojos y mira:
Ni en tu corazón ni en tu mente
Sino en quien concibió que concibas que lo hizo
Ordenando primero, permitiendo después.

Smarc
22:22
25.07.02

La despedida

Merced a vos, señora mía
En el espacio encontrar la asfixia
Parte es de la ruta que habiéndola elegido
La pretendo destinada, tentando vanamente amenguar

El dolor, que de otro modo seguro estoy
Tanto me sobrepasaría, que luces me faltarían
Hasta para hallar algún culpable a quien reprochar
Este infinito, que pudiendo alcanzarlo y vivirlo

De las manos me huye por habitar en vuestro nombre
Que el mío conociendo, sin piedad lo desestima
Porque en mi historia hay poco, y aunque puro
No es agua para labios que sólo beben inocencia.

En la cima del recuerdo de mis historias
Me queda, como una daga en el medio del pecho
El terrible poder de imaginaros conmigo
Y por sólo esa imagen abarcar la inmensidad de mi desierto

En el cual, por compasión, hasta el sol ha partido
Menos ardiente, creo, que en siglos anteriores
Porque parte de su llama y parte de su calor
Se extraviaron, al yo extraviar el camino a la mirada de vos.

Confieso que una parte de mí desea afligiros
Que como el enfermo, por el médico sabiéndose incurable
En el que intenta su cura quiere descargar su ira
Así mismo, desde mi vigilia, de ella deseo contagiaros.

Pero es breve, señora mía
Aprendí, en el polvo, admitir mi condición
El ser de aire, el de pertenecer a la no pertenencia
Sabiendo que el precio es encontrar en no quererlo

No dos errores, o uno solo, sino ninguno
Porque en el querer, si al hacerlo no se inflige la ley
No hay motivo de pesar que no sea en el tiempo
Y no hay placer que no se cumpla en lo eterno.

Por haberme dejado, os dejo
Y por no buscarme os buscaré
Pero sabiéndolo a cada paso
Como el hombre que camina sabiendo que dejará de hacerlo.

Andrea
23:20
25.07.02

Los otros

Te mostrarán lo que eres a sus ojos
La maravilla de cada segundo en el tiempo
La más imposible convergencia de los astros
Y una montaña de sal relatando tu nombre.

Mientras yo te sueñe niña o mujer
Y torpemente te dibuje en la arena
Por no comprender lo que quiero comprendas
Todos ellos podrán hacer lo que nunca hice.

Para uno reina, para otro princesa
Capaces de hacer de lo que no eres
La imagen existente de lo que podrías
Y que por tu inteligencia aceptarás.

Para que yo diga que no eres mi consuelo
Para que yo sepa que no eres el motivo de mi alegría
Para que admita que la corona implica una cruz
Y la cruz una vida, una vida obtenida en el medio de una esperanza.

Necesaria y precariamente
Contigo, con lo que no tengo
Con lo que quisiera y tanto trato
De no querer para no pretender

El circulo perfecto
La espalda de miel
El rostro bondadoso
Que destroza los espejos.

Los otros pesan, lo sé
Como sé que te pesan
Sabiendo que el peso es carga
Y que la carga destruye o construye a quien la lleva.

No me va a quedar nada
Calles solas, libros silentes
Miradas que se desvían
Pánico ante mis pasos

Por quererte, y querer que me quieras
Por estar dispuesto y exigir igual aptitud
Sabiéndome barro besando el mármol
Con el viento, y no tus manos, jugando con mi pelo.

Smarc
23.:40
25.07.02

El espejo

Lo que sientes por alguien
A quien no le importas más que el mundo
Al que lo que acusas de no manifestar
Lo que siente por ti, sin que el mundo lo sepa.

El marino que bebe su taza de café
Recordando la tormenta de hace un momento
Donde salvó la vida y salvó una ajena
Y que calla, porque no quiere explicar lo que vive.

Las ilusiones de la mujer preñada por primera vez
Y que no puede compartirlos con su hombre
Porque nunca fue suyo, porque yace bajo tierra
Y en su mente un lazo roto o una cadena salvada.

Al final del día el dinero que cuenta el cambista
Y la amenaza fija del recaudador de impuestos
Con el corazón que va queriendo fallar
Volviendo a la boca muda para palabras bellas.

Lo que en los días que vienen atisba el que proyecta
Ignorante de cómo fue que en un tiempo se elaboró
El piso sobre el cual su escritorio asimila la gravedad
Y la anciana, que en el campo, por la lluvia, no saldrá del galpón.

Los hijos del piloto de pruebas
Y los del carpintero
Y los del arquitecto
Y el padre de todos, impreso en los libros.

El peso de los líquidos y la sublimación
El estado del miasma y la imagen del que sangra
Cien corderos y un lobo que no sabe que es lobo
La calle abierta para el que mutiló su voluntad.

Y a veces
En dos lechos distintos un mismo sueño
Y en dos siglos distantes un mismo ideal
Y dos alternativas para un único momento.

Que hoy es temprano y mañana necesariamente será tarde
Que si no lo logras podrías incubar al ave negra de la decepción
Que si triunfas podrías obtener el duro premio de una soledad perfecta
Y que si lo dejas pasar no lo notará nadie, salvo el espejo, que domina la espera.

Andrea
26.07.02
20:40

Bajo los ojos

Piedras de fuego que en tempestad caen
Sobre las débiles espaldas de los efebos
Ante la atónita mirada del esclavo chipriota
Que fue al mercado a comprar velas amarillas.

Cuando dar duele, porque lo que se otorga
Es tan único que no puede evitar su condición de peso
Evitable sólo si se sabe ignorar su destino crucial
Que marca al receptor con huellas bajo los ojos.

Y el vacío ajeno más personal
Provocado por la presión de los conceptos
Que se vuelven aire cuando el que los entregó
Se marcha, distinguiendo su cuerpo del mensaje que lleva en él.

El que sabe está cayendo, y no siente nada
El que resurge tan solo para volver a llorar por vez primera
El que desconoce el límite que fija la noche de su muerte
Y el que espera un obsequio en el que no exista la tensión.

Y después, sobre las nubes los epitafios
En los que están inscritos números solos
Ocultando y cerrando la puerta y no el camino
Hablándole con fuerza a la fuerza que busca.

Sin dejarte navegar, para que partas
Asidos a tus tobillos y todavía buscando
Insertarle un clavo ardiente a tus ideas
Para que le extiendas el pecho al timón y a las velas.

En la densidad de las horas
Cuando el suelo acepta tus pasos
Y ni es la tierra ni el agua tu vía
Donde desistes de desistir, es que vas viendo.

Tuya la intención, y tuyo el anhelo
La posibilidad de fidelidad
El centro puro del volcán
Y el jadeo contenido ante lo inmenso.

A tu edad temprana, donde los vidrios no cortan
Porque todavía todo lo que queda separado puede volver a unirse
Merced a un solo chispazo, a un solo salto
Sobre el abismo y sobre los cielos, en la noche de tu alegría.

Smarc
26.07.02
21:40

El golpe mudo

Sin haberte buscado te hallé
Y te propuse la noche entera
Como quien propone un libro
Sobre el que se hablará luego de vivirlo.

Te invité a mi lecho, y a mis soles
Te mostré imperios y arrabales
Te di de comer y te dejé dormir
Y cuando logré que sonrieras, fatalmente
De nuevo comencé a esperar y creer en ti.

Pero el sí era para las formas
No admitías mi fondo, pues
Con solo imaginar el abismo
Temblabas de impotencia.

A empezar de nuevo dice el día
Y caminan cada cual con lo que hizo o deshizo
Sogas, cadenas, alguna estampita oculta
Y el breve rezo mascullado en la noche.

La narración de la culpa desde el culpable
El papel que ejerces durante todas las horas
Porque nunca pudiste aprender otro
Porque no tenías quién te enseñe
Porque cuando no hubo lo que querías, no lo construiste.

Aquí me quedo, en mi viaje
Las puertas del mundo son tuyas
Toma lo que puedas y a quien puedas
Y si por intentarlo es que se me acusa
Confieso que en mi falla encuentro nobleza.

Vete ya, que lo cotidiano te aguarda
La seguridad del techo y la de la muerte
Las cosas simples, las que tienen medida
Dentro del viejo marco de la incomprensión y la ingratitud
De donde partimos todos hasta que descubrimos lo contrario.

No se oculta lo que no existe
Como no se irradia lo que no se es
Pues, mira bien, la idea de lo perfecto
Sólo puede concebirla un imperfecto
No piensa el árbol en ser árbol cuando lo consigue.

Andrea
20:33
28.07.02

Te hi d ai

Vino desde otro planeta
Compartió mi mesa en silencio
No habló más de lo necesario
Calló lo justo, expresó lo exacto.

Me pidió la libreta que llevo siempre
Le dije que sentía un poco de vergüenza
Con un gesto me hizo entender que no importaba
Que sabía que lo ahí escrito difería de quien lo hizo.

Estaban
El número de los muertos antes de Cristo
El número de los que murieron un tiempo después
El de los vivos actuales divididos en dos columnas
Una para los desgraciados, otra para los que dejaron de serlo.

Recorrió las páginas de las enfermedades
Las de las guerras y las del hambre
Se detuvo un poco más en los suicidios
Y todavía más en los abortos provocados.

Llegada la hora, le pedí que se marche
Evité preguntarle si qué haría al respecto
Para no tener que oír la sabida respuesta:
Anotar lo que tu hagas.

Subí entonces de memoria las escaleras
Y en el estudio encendí sólo una vela
Sobre la tabla, a mi izquierda el libro
Y frente a mi, la libreta abierta...

Una vez más las dos columnas de los vivos
Examinándome, y no yo a ellas
A ver en cual de ellas, por esta noche
Y sin mentiras, termino por escribir mi nombre.

Si no es de carne lo que condena
No será de carne lo que salve
Y lo que en el tiempo ocurre
En el tiempo es que deja de ocurrir.

Sólo dos columnas al final del día
Con sólo el amor pudiendo crear una tercera
Y ahora es la noche, y este es el tiempo
Y el pulso es firme, escribe sin demora.

Smarc
28.07.02
21:14
El suelo de la montaña

A salvo, en el suelo que sólo tú pisas
En medio del presente intentas el futuro
Y la imagen de la memoria te asalta precavidamente
Para que quieras compartir lo que con nadie has podido.

Aunque ruda, la tentación es perecedera, como todo
Se trata de no ceder y evitar el roce crucial
Por el que el acceso queda permitido
Una sola vez, para después otras tantas

A quien no ha sabido distinguir claramente
Entre el temor a la autoridad y la valoración de la justicia
Entre lo creado y lo generado
Entre lo obtenido y lo construido.

Chirrían los goznes, el movimiento del aire los mueve
Se quiere, se puede, pero no se debe
Y la lealtad, que parte de la mente
Parece querer quebrarle al cuerpo en sus exigencias.

Y no hay certezas en las propuestas
Hasta el mejor esfuerzo puede fallar
Quizá el salto más grande no sea suficiente
Porque lo ido es ancla que cada cual leva o no.

Quién habrá de oírte cuando calles
Cuando cierres los ojos y sigas pensando
Cuando en el lecho puedas sentir la lluvia de afuera
Y cuando bajo el sol, caminando, todavía huelas a noche?

La calidez de una espada recién forjada
El sueño que se sueña buscando otro sueño
Lo que nunca se ha querido, y que ocurre
El imposible grito de las luciérnagas moribundas.

Recio el fango, yerto el metal
El peso que por sí a sí se hunde
En la historia de la carne y la carne
Dibujada por monjes ciegos que no conocen la escritura.

Las pastillas, como alguna piel, en lo lejos
Sosiego agridulce, ya inevitable
Como una montaña que en el Tibet conversa con la luna
Porque no puede tocarla, porque nunca podrá tomarla.

Andrea
29.07.02
21:49

Cosecha

Como un juego que no querías
Porque alguien habría de perder
Como un objeto cuyo precio
No todos podrían pagar.

El beso y la tarde entera
El escándalo dentro del pecho
Por una ansiedad con nombre
Por un desafío en el corazón.

Ahora lo que será pasado
En este mismo instante
Polvo que lleva el viento
O pilar saludado por el aire.

Plagiando la vida
Arreglando detalles
La hora que no se conoce
Que sólo la sabe quien la espera.

Antes del error de fingir
Exponiendo crudamente
El prado y sus gusanos
La vida tenue de quien sabe vive.

Todo porque sí
Porque hay muerte en el aliento
Desesperación latente en cada gesto
Mar bravío, el infinito vientre del otro ser.

Y de lo que pasa algo quedará
Y valdrá si de ello se extrae
Parte de la madera que formará el timón
Para la ola que viene y la tormenta que le sigue.

No conviene extrañar
La telaraña de los afectos
No combina con la llama
Que alumbra al que busca más de lo que le dieron.

Por de pronto, una copa más
Los ojos rojos de tanto escudriñar
Y los pies fatigados de tanto no ser alcanzado
Por si fuese posible que el que coseche sea el que haya sembrado2.

Smarc
22:28
29.07.02

No es así


2
    Juan 4:35-38
Ya no engañan tus mentiras
Porque aquí ya no cabe tu historia
El espacio es breve, como una vida
Y ya nadie tiene tiempo para errores.

Supongo que fue distinto, y que entonces
Le supusiste permanencia a lo inseguro
Pretendiendo inocencia donde había malicia
Pues ya tenías preparada la petición de perdón.

En verdad, no importa, después de todo
Sólo es tu caso, y en esto debes placerte
Pues tenías razón, “los demás” no existen
Y lo inexistente sólo al intelectual puede perturbar.

Así las cosas, no te valdría ya revisarlo todo
No es que sea tarde, es que ya no tendrías fuerzas
Porque aunque bastarían diez para darlo vuelta
Necesitarías de cien para aceptar lo que no puedes ver.

Suele suceder, ni siquiera es notable,
No es el objeto, ni la actitud de los ojos
Sino el simple modo por el que todos los días
Se trata la expansión hasta lograr la aptitud.

Palabras que no quisiste escuchar
Y que ahora, entonces, no podrías usar
Momentos en que apartaste el rostro entero
Y que ahora hacen no puedas ver el del que te sentencia.

Sin embargo, también tú serás escuela
Te duela más o te sirva de consuelo
También indicarás un camino a seguir
Y un final digno de los pasos dados.

Ahora que estás con nosotros, con los demás
Aprovecha, finalmente, lo poco que hay
Cosas que se tocan, cosas que se quieren
Sin otra posibilidad que la de desconocer el desenlace.

Se está bien porque otros están peor
Se está mal porque otros están mejor
Se está de acuerdo a como otros estén
Porque la prescindencia se convirtió en dependencia.

Andrea
21:39
30.07.02

Hoja de acero
Sonríe detrás del maquillaje
Baja la mirada, y en el gesto
Parece saber algo más
Una historia de lobos y otra de tigres.

Por ser capaz de hacer despertar
También sería capaz de extraviar
Hoja de acero sin mango conocido
Que se toma con el pecho dejándose atravesar.

En la tarde sin cambios
Donde llueve a la luz del sol
No se advierte el clima
El deseo se lanza a sí mismo.

Entre sus piernas pasa el aire
Reconociéndola, sin besarla sigue
Cargando ahora con su aroma
Que llena la habitación en penumbra.

Y aunque ella ignora lo que sabe
Todos saben lo que ella ignora:
El paso que quiebra los leños secos
El sueño liviano de los que permanecen alertas.

No es remanso para nadie
Pero transita sin tensión
Carece de ninguna solución
Y no está en su ser dar un conflicto.

No arma sus jugadas
    - no tiene con qué –
No espera demasiado
Y aceptándolo todo no termina por imponer.

Arena blanca y agua clara
Que camina sin gozar ningún milagro
Y se detiene sin presenciar ninguna tragedia
Porque lo que está es lo que hay, y nada más.

Y el silencio donde con sencillez gana
Porque aunque no hay equilibrio donde no hay fuerzas
Aún así conserva una difícil expresión
La de lo posible, la de lo cierto entre las manos.

Smarc
30.07.02
22:00

Cuando vuelva y venga
Cuando vuelva el verano
Cargado de aroma a tormenta
Fuerte e indomesticable
Como el corazón de un continente

Y venga a mi oscura terraza
A traerme el mensaje del sol
El alboroto de las cigarras
Y el calor queriendo agotar al aire

Tendré presente el anterior
Y jugaré a imaginar el que sigue
Y quitaré cuentas de los nombres
Y la medida en que estuvieron o no.

Sumaré y restaré, y para serme fiel
No tendré en cuenta el resultado
Sostendré lo elegido, como si fuese invierno
Como si sólo lo incompleto buscase complemento.

Pero es enfrente, es literatura
Aquí, donde el dedo toca los muebles
Donde se decide el destinatario
Las ventanas aún están cerradas

El juego es poco, mucho el trabajo
Las promesas hacen el estire
Lo aprendido el empuje
Y el sentido duele en su claroscuro.

Queda por ver lo que queda
A ver qué tanto se extienden los músculos
Y qué tanto comprende la mente
En una, en dos, en tres páginas

Que dirán de Antioquia y de Ispahán
Como quien dice de la puerta
Para referir a lo que se da al trasponerla
Cruzando el aire con los ojos.

Y cada cosa, detalle o no
En una rueda que quiere ser de fuego
Y que en su querencia halla motivo de persistencia
Intuyendo, más que el fuego, el calor en el verano.

Andrea
30.07.02
22:29

La primera
Un jugarse porque da la edad
Porque los miedos, aunque muchos
Son breves y un poco torpes
Pues basta un puño, o una palabra
Para lograr el abrazo y el puente que genera.

Sin hablar, de la potencia o de lo histórico
En un auto o en el pórtico de una catedral
El destino de ser real y de que alguien lo sea
Y que ocurra mientras se va viviendo
Entre presagios y certezas de manual.

Con lo que se tiene y desde ahí lo que se espera
Con lo que se quiere y desde ahí lo que se obra
La ropa que alguno elabora y que otro la viste
La tala que se imagina y la que porta quien se desconoce
Y el arte, realizado o no, de captar un extremo unido a otro.

Nada que decir cuando suena cada nombre
Transmitiendo el mensaje que habita en las entrañas
Y que quiere responder porque sigue su propio impulso
Atravesando lo que tenga que se le impuso tenga que atravesar
Hasta llegar al punto casi extremo en el que no cuenta acudir

Sino seguir acudiendo, señalando la no poca distancia
Entre el acto y su continuidad, entre el verbo y su sujeto
Como ramas que sabiendo que lo son, saben no eligieron
Y que pudiendo esgrimir una protesta se abstienen de hacerlo
Porque quieren, contagiadas de una querencia que las incendia.

La nueva vuelta a lo sencillo, sin sonidos esta vez
El impulso de un aliento que aletea su verbalización
Los ojos clavados en la no necesidad de explicaciones
Las pupilas fijas en lo que pretendiendo desestiman
Como desestima la mujer estéril el sexo del hijo prometido.

En alguna calle, al fondo de una noche o de alguna siesta
Durante o después de algún deseo que se habría atrevido a brotar
En el adentro de un ser que con sus manos expresa lo que es
- Un intento que sospechándose bajo el granizo más humano
Sabe de los que sabiéndolo pretenden la liviana estadía –
No estalla un grito, sino que se concibe una primera orden.

Smarc
30.07.02
22:50

Tus sabotajes

Siento que no querrías que lo logre
Y no por la consecuencia, sino por el acto
De realizar lo que pudiendo hacerlo tú
No lo haces, por la razón que elijas.

Pudiendo consolar, no sabes alentar
Tus propios sabotajes te lo impiden
Como le impiden los actos del hedonista
Querer hablarle a la asceta más extremo.

Los visitantes de la noche, los extremistas
Cada uno con una daga ya empuñada
Y con un velo cubriendo sus intensidades
Demostrando intangibles, probando intensidades.

De los otros por nada, de los que te miran
De las vías solitarias de un tren oxidado
Y del crepúsculo de una intención anciana
Como del puente, en el aire, desprovisto de rumbo.

Sin la idea y sin el cuerpo
El humo mismo en las tarjetas postales
Toda imagen de todo suplicio
Convergiendo para lo barato y lo ordinario.

El golpe de lo que no entiendes
La oscuridad, la luz, y la plástica
De referir una realidad a mansalva
Ese campo propicio para la ignominia final.

Tensando la cuerda del arco del alma
Midiendo los vacíos que queden por recorrer
Mientras se asiste a la propia desesperación
Dominada por el impulso constante de un esfuerzo enloquecedor.

Así los ojos sobre los hombros tuyos
Que alcanzaron para el alivio de la tristeza
Pero no para el estallido de la risa franca
Donde se destruye el temor, como se destruye un obstáculo en la mina.

En el borde de los dedos una frágil precisión
Las teclas que urden la posibilidad de tu nombre
En un tiempo en el que avizoras lo que hubieras podido
De no ser por tanto presente cargado de un pasado que no sabe absorber.

Andrea
23:57
31.07.02

Su pregunta

Ya te habías marchado
Ya lo diste por perdido
Bajo la bóveda del templo
En el que jamás creíste poder creer

Cuando de lo imposible surgió, a su tiempo
Una confirmación vestida de cita
Un ejemplo inacallable
La voz de un hombre en medio del aire.

Supiste que no habría refugio
Que el verso va y viene
Como estaciones, días, y noches
A su tiempo y en su propia marea

Y entonces la locura de la asfixia
Un juego dominado por el peligro
Lo alto volviéndose lo más alto
Y lo bajo, volviéndose lo más bajo.

Golpea el rostro la intensidad
Haciendo crujir todo lo adquirido
Marcando nítidamente el límite
Entre lo que se acepta y lo que se propone.

Como en el que le parece, no busca distinción el que lo crea
Sino una similitud en lo lejos del afán
Como el padre que en el vástago no defiende lo que lo difiere de él
Sino lo que lo aúna con el retoño por el que éste cruzó las nubes.

En las hojas de lo predecible
Como un señor dialogando con las piedras
El sentido frente a su origen
Negación y afirmación frente a la aceptación.

Sangre goteante sobre las púas de un acero que se odia
Por la captura de lo efímero que termina señalando lo eterno
Como el hijo que mira a la madre de soslayo
Mientras ésta, en silencio, observa absorbiendo el tiempo.

La diagonal implícita
Y los saltos del sacrificio
Por una explicación que hiede
Por un rostro que hasta en las manos transmite su pregunta.

Smarc
00:14
01.08.02

La niña II

Sin saberlo, todavía sin saberlo
Con dos o tres palabras inesperadas
La niña me perfora el corazón
Y en mis ojos escruta, de su vida la dimensión.

No falla el aire, falta
Cuando ella no está
Haciendo de su ausencia una piedra
Cuyo peso sólo se soporta por la promesa de su vuelta.

Es con ella que todo es grave
Que al cimiento se le exige culminación
Y a cada flecha un blanco preciso
Porque me fue dada en respuesta y bendición
Como se le otorga una luz perfecta al pintor inexperto.

En el centro de mi garganta, tantas veces acusada,
Ella anuda un lazo que sólo con lágrimas se afloja
Y tanto tensa cada momento llevando al límite cada fibra
Que la vida se vuelve mar y cielo fundidos en una montaña.

Frágil, como el que sabe que otro sabrá más
- Y que caminando entre miradas de respeto
Devuelve sonrisas porque no se abarca lo que lleva dentro –
Y fuerte, como el que intuye que lo que conoce
No alcanza para imponer el rumbo, sino sólo para indicarlo

Me juego a persistir en esta nada de tiempo
Merced a un par de suspiros pensando su nombre
Haciendo girar una y otra vez en mi mente
La dolorosa alegría de la realidad de su existencia
A ver si puedo alcanzar lo que me he propuesto:

El tiempo sin momentos
La felicidad sin adjetivos
El verbo sin oración
El fondo sin ninguna forma.

Y entonces sentarme
A ver cómo la niña sigue
Su propia espiral
Su también único embravecido carrusel.

Finamente me persigue
Sin delicadezas me subyuga
Y en una sola mirada ensancha mi pecho
Presionándome a ser lo que seré
Dejándome ver que ella ya ve la distancia.

Andrea
03.08.02
20:42
Mirando atrás

Cuando queda limpio el sonido
Y todo espacio coincide con su forma
Imponiéndole un orden hasta a las ausencias
Todavía queda el eco del fragor atravesado
Y en la claridad lograda por fin asiste el sosiego.

Por haberle dicho que sí al corazón
Cuando pidió algo que no era cariño
Sino una naturaleza roja que enfrentar y vencer
Para tentar la calma que siempre le huye
Porque en su centro más que sangre hay llama.

Y, sin embargo, es cierta la tristeza
Porque cuando uno termina con uno
Es cuando en verdad comienza el mundo
En el que los más cercanos no siempre son
Los que nacieron más cerca de la propia cuna.

Cada cual con sus demasiados
Donde la intensidad existe por no ser explicada
Donde toda carencia tiene raíz en la incomprensión
A donde hay que entrar alguna vez, cuando sea posible
Con un mensaje prístino por su potencia realizada.

En el antes, sin apretar los pasos que ya no se sienten
Permitir el propio avance, o la idea de ello
Dejando caer sin demasiada tragedia
Las escamas de la piel cansada que ya en el verano
Desde el suelo y satisfechas verán como las nuevas siguen el viaje.

Los búhos que se descubren no tan solos
Una amistad que tuvo su inicio hacía años
Y que hoy va cerrando la estructura de los muros
Donde queda el espacio para una puerta que invita
Y una fosa inmensa para los que no gozan de buena voluntad.

Y ya con las horas que no siempre coinciden con el reloj
Haciendo juego con los almanaques que pierden precisión
Con seis alacranes, el beso de un ángel, un monasterio y una calle
Realizando el peso, realizando el contrapeso, ensanchando la barca
Que ni busca la tormenta, ni la evita, que en el día y en la noche
Aunque no lo intente simplemente va un poco más, porque el fuego la llama.

Smarc
04.08.02
14:21

Cu hi d ai
Dice que devuelve lo que le dieron
Que sólo quiere a quien le quiere
Y que lo que le enseñaron es poco
Que no tiene culpas el que ignora
Y que hasta el que conoce es limitado.

Mientras entre sus manos no muy hábiles
Sostiene como puede las del hijo
Que sin haber aprendido a vivir ya roza la muerte
Y uno y otro ser humano reciben así las semillas
Del resentimiento más hostil, o de la aceptación más humillante.

No tiene recursos el médico condenado a amar al mundo
No basta el sentimiento, nunca bastó ningún conocimiento
Lo necesario está arriba, adentro, y al lado
Para quien quiera, si puede atravesar sus miedos
Y se anime a destruir lo hecho para intentar construir algo mejor.

Dice que son discursos, que no son más que palabras
Siente que el que le habla difiere de lo que dice el libro que porta
- Ve en su mente jueces entregados a llenar el abismo de sus cuerpos -
Y no es paciencia lo que lo clava a la silla junto a la cama
Sino la impotencia de revertir lo irreversible, la costumbre de no tener respuestas.

Esa noche, o a la mañana siguiente
Alguien tendrá que lavar el cuerpo del hijo
Y aunque alguien logre en algún después
Lavarle el alma de todo lo vivido al procreador
Mantenerla pulcra dependerá de él.

Dice que se habla sin saber, sin haber estado
Que son débiles y que no saben odiar
Y que pudo haber sido sencillo trocar su rencor
En una gratitud tangible e incondicional
Si sólo alguien hubiese permanecido firme junto a él.

Las comidas serán diferentes, los alimentos no
El mismo hastío y la misma decepción
Los días amargos sin la posibilidad de vivirlos todos juntos
Sino uno a uno, a cada hora la memoria contra el futuro
Contigo leyendo lo real, inmóvil, dándole razón a quien te acusa.

Andrea
04.08.02
14:58

El azor

Sobre las torres del castillo
Solo, cruza el azor de nuevo
Observando y por ello transmitiendo
El cielo imposible para los pedestres.

Me muestra el hielo de tus ojos
Tu piel todavía tan joven
Las ganas y todos los años
Tu historia que sigue aún sin incluirme.

Lo que no puede decirse por estar vedado
El infructuoso movimiento ardiente
En las entrañas de una tierra oculta
Donde al invertirlo todo se accede a su sentido.

Por la inteligencia que te piensa
La sonrisa que se filma y se archiva
Gritando imposibles sobre las torres
Bajo el vuelo del azor todavía desconocido.

Todo extraño a mitad de la fatiga
Antesalas y más antesalas
Desconociendo si será o no de materia
Quien venga o aquél al que se encontrará
Cuando los cadáveres junto con su cuerpo
De nuevo, como banderas, levanten cada uno su propio nombre.

Ronronea y no quiere trascendencia
Bastándole el espacio de una habitación
Mueve los hilos sin soltar ninguna cadena
Entregada al juego de ser compañera
Sin que se le escape los destellos tras la ventana.

Cuesta, como cuando detrás no hay imágenes
Salvo la de las agujas insertas en un corazón
El cariño perdido, el afecto robado, el extravío
La cita que jamás había existido y en la que se creyó
Como el niño que por mucho tiempo cree que la vida es un fiesta.

Y por encima, uno que vuela sin expresar
Y entre nosotros, habitando el de rodillas lastimadas
Para la desesperación necesaria y absolutamente de manual
El grito más alto y el más lejano
El compás quebrado y el pergamino que no sobrevivió a la lluvia.

Smarc
16:07
04.08.02

Qu hi d ai

Por cada día una medalla.

Andrea
16:13
04.08.02

La mesa

Doce cruces bajo las piedras
Que pocos imaginan y menos recuerdan
Presas en las intenciones del que habla
En el crepúsculo de un sistema solar.

Astillando las manos y no los ojos
Con golpes exactos, dirigidos a lo hondo
Donde al que estuvo antes se le pide que aguarde
Como si todavía existiese movimiento en la carrera.

En la asfixia, en la madera de las frutillas
En el verdadero sabor que no incluye recompensa
Levanta el pánico sus nacaradas trincheras
Habitadas por la voz de todas las lenguas.

Camino al sepulcro de la tarde
Derrotando difíciles acertijos
Con el pulso apenas controlable
Guiando las mareas del extraviado.

El himno sucio de vanidad
La divisa pobre en el estandarte
Los huesos, como el alma, emblandecidos
Por la copa que como su dueño no resistiría el miasma.

Seco en el desierto
Impidiendo el deshielo con los ojos
Naturaleza que por conocerse se desafía
Sabiendo que el querer aniquilarse le mueve.

En las horas de la fortuna, en las que aguardan
Y en los peldaños que le anteceden irremediablemente
Para emponzoñar la piel de quien escala
Y hacerle terrible la vista de lo que habrá de ver.

Perdida la palabra pero no el aliento
Sintiendo en las fauces toda cercanía
Manchas en el pecho desprovisto de temor
Que desea el enfrentamiento lento e infinito.

Sonido encubierto por el trueno
Sobre las reces descuartizadas
Para la mesa llena de extraños
Sentados para compartir su ignorancia.

Smarc
04.08.02
16:49

1537

La exquisita manera
Por la que el metal
Sin jadeos desata la distancia
Entre lo que vive y lo que anhela
Desde un continente que se ignora
Pero que supera las nubes y su lluvia
Para besarle al corazón de mi tierra
Su historia que abre la de las demás

En mi país, donde se aprecia los otros
En el que teniéndolo todo para odiar
El pequeño espacio geográfico se hace inmenso
Al no poder permitir ni la más mínima gota de vanidad
Para clavarle, sin querer, besos precisos a cada momento
Que los demás miran, como se mira una vitrina
Inaccesible no por lo que no se tiene, sino por lo que no se es
Como suele ocurrir, cuando chirría una hamaca sin llamar la atención.

No hay tregua para el paciente del corazón de Sudamérica,
Aunque fueron suyos, ni le pertenece el mar, ni le pertenece la montaña
El bullicio siempre le es vecino, y el carnaval siempre le resulta imagen
Porque la guerra la guarda dentro, porque fue parido en el imposible
Nunca necesita descanso, porque nunca exige y así no se exige
Evitando sabiamente el drama de distinguirse en su intensidad
De manera que no le reclamen lo que nunca podrá ser objeto de reclamo
La vida sin metáforas, y una tragedia en la que el que lo vive no pide compensaciones

Porque ganar, al final, nunca podrá costarle nada
Porque vive en el final sin siquiera mencionarlo ni por descuido
Por el hecho de habitar en todo lo que resbaladizo le es a cualquiera
Que todavía tenga edad para creer en los afectos que se escriben
Y no en las pérdidas que no se nombran, esa verdadera caballerosidad
De viajar en lo dentro para saber lo que el otro no necesitará expresar
Y tejer así la alfombra que sólo será perceptible cuando ya no esté
Porque cuando está, no habla su presencia, la ofrece sin exponerla.

Lo demás existe, lo demás es mejor, lo demás es todo predicado
Aquí es rojo, blanco y azul, el gorro frigio, la palma y el olivo
El “buen día” al desconocido, la hospitalidad de la que dicen “fácil”
Y la realidad de que cada par de ojos de cada uno de sus hijos
Saben, desde que nacen, mirar al fondo de los ojos del que venga
Para juzgarlos en lo breve del primer gesto y la primera palabra expresada
Y entonces extenderles la invitación a un espacio temporal siempre improbable
El de las cosas ciertas, cuando no hay palabras y todavía existe la bondad.

Andrea
04.08.02
18.59

Esta mañana

En el buzón dejaron esta mañana
Los restos mortales de dos pájaros
Una cinta negra y la breve lista
De los pasos que jamás han sido dados.

Tembló la tierra sacudida por un espasmo
Se apagaron las velas, se agotó la varilla
Los libros perdieron a las palabras que los sostenían
Y murieron de vergüenza al saberse por fin mudos.

Esta mañana el sol se partió en dos
Y desplazando a los demás planetas
Iluminó todos los sitios de la tierra
Y hasta los ciegos pidieron un poco de penumbra.

Algunos robles amputaron sus raíces
La gramilla se negó a beber el rocío
Los peces pudieron visualizar el tiempo
Y se entregaron, todos, a las redes y a los anzuelos.

En las agendas de los corredores
Aparecieron el detalle de las operaciones
Que habrían de concretarse semanas después
Y los tranvías aullaron su deseo de convertirse en trenes.

Y yo sabiendo, con ahogado conocimiento
Que vos creés que al quedarme de tu cuerpo
Tan sólo la memoria de lo que fue junto al mío
Puedo decir que me basta con lo que no me alcanza.

En vano entonces explicar los detalles casi mágicos
De las manos de las lavanderas a orillas del arroyo
El trabajo del campesino sobre los arneses cuando llueve
El sudor en la frente del barrendero cuando llega el mediodía.

En tu mente ya está hecha la imagen de lo que no soy
Mientras en la mía todo va incluyéndose irremediablemente
Como el cántaro que ocultamente desea saturarse de a poco
Para quebrarse de golpe y volver a su condición primigenia.

Y hace años el esta mañana no hablamos
Y lo supimos siempre, es decir, al primer momento
Como sabe la presa cuando le llega la hora
Y no por ello se entrega, sino que pelea como si lo ignorase.

Smarc
05.08.02
21:22

La moneda

Liviano en el aire
Practicando con la sombra
Sintiendo el cuerpo
Apreciando el vacío.

El aroma a deseo
Sobre las copas llenas
El corazón y las nubes
Conectados a los ojos que observan.

Detrás de la puerta el después
Para la tragedia del que lo sabe
Y para el que la habrá de vivir
Para no darle premios al impotente.

En un solo minuto de atención
Donde se forja el esfuerzo de años
La paciencia y el entusiasmo
La fe y la razón hombro a hombro hacia lo mismo.

Más variables, más intensidades
Diversos árboles para el mismo bosque
Donde no se tala, sino que más se siembra
Como el niño que no quiere vaciar el mar

Sino que intenta llenarlo aún más
Porque lo pueda lograr o no
Siente que puede hacerlo
Y para el intento es eso lo que basta.

El cobijo de las palabras elegidas
Menos espontaneidad por mayor precisión
Los nudillos que no se golpean al golpear
Para resultados mediatos, pero contundentes.

Porque cada minuto en el que notas tu existencia
Se vuelve compromiso, cadena, cruz
Que tú decides te comprimirá o expandirá
Para acceder o no a la potencia de la caridad

Por medio de la cual, como sea que se de
Hay más y más de los que fueron de los tuyos
Y que a pesar de que el mundo les negó un poco de calor
Siguen con las manos abiertas, por la fe de que serás tú el que llegue.

Andrea
21:44
05.08.02

Sex hi d ai

Me habló del infierno
Como me faltaba edad
Se atrevió a hacerlo
Y todo lo que dijo lo acepté.

Me habló de su vida
Diciendo que así era la vida
Y aunque mucho escuché
Fue poco lo que aprendí.

Hasta que crucé los años
Y vi que yo no estuve
Ni cuando se fijó la tierra
Ni cuando se dio el hielo en los polos.

Anduve por escritores
Por magos y sacerdotes
Y olvidándome de mí
Les hice creer lo contrario.

Conservo los rastros
Los estragos de lo errado
Y con mayor fuerza digo lo contrario
Y errando, antes que lo fraterno, busco contrarios.

Como nadie me devolverá el tiempo
Nunca a nadie se lo reclamé
En este hoy que es en su modo
Porque en el pasado intuyó el futuro.

A nadie le sirve ser extrañado
Aunque duela, ingratitud e incomprensión
Templan más que cualquier libro
Porque el que defiende necesita más fe que el que ataca.

Mientras un infante moría de difteria
Otro me habló del cielo
Y viendo que le sonreía
Más habló, y menos dijo.

El punto es otro, hablarlo no es vivirlo
Algunas cosas cambian para que otras permanezcan
La cantidad siempre hace cifra con la calidad
Y la inmensidad en cada uno, la potencia del corredor
Que sólo necesita le indiquen cómo hacerlo.
Smarc
22:07
05.08.02

La estadía del regreso

Habíamos encontrado
En el fondo del mar
Una gruta, y en ella, los rastros
De la historia del primer puñal.

Paso a paso las narraciones
La mano del niño en las del adulto
Lo que se siente en el camino
Por los pies, y por lo que irradia el que guía.

La bravura de una idea
El poder abandonarlo todo
Y el poder aferrarse a algo
Y decidir ni soltar, ni encadenar.

Golpe a golpe
Melodía, ritmo y armonía
En las más viejas cabañas de Kansas
El paso del hogar en medio del campo.

Legiones inaccesibles, por pocas
Como el atleta esplendoroso entre los tullidos
Frente al tullido que alienta a los suyos
Hijos de un mismo padre que los evalúa.

El manejo de la rabia
El dominio de la sed
El instante previo a la locura
La contrición que antecede a la confesión.

Soñando con informes
Esculpiendo la gratitud a Freud
Situaciones reales como juegos
Como guerras, como cosas que se escriben.

Etruria por siempre
Abdera entre las cejas
La aldea y la olla de hierro
La perra fiel que aguarda el regreso en el pórtico.

Unas desgracias murmuradas – quizá las mías -
Y el mañana que viene, ya mañana
La belleza, la luz, y la orden
Lo que hay que decir cuando nadie tiene qué decir.
Andrea
05.08.02
22:55

Pronombre relativo

Que caían sin esfuerzo
Como el plumón de los aguiluchos
Que flotaban en el aire
Como el pensamiento de los elegidos.

Que a conciencia fijaban su presencia
Como el yugo impuesto y el arado aceptado
Que aprehendían cuanto y de cuanto ocurría
Como la corteza del espinillo que en su existencia inmóvil
Es capaz de grabar el movimiento de la de las demás.

Que en la mañana, el primer rayo de sol
Se estrella sin romperse sobre el muro
Que los labios que la noche anterior no rezaron
Por no poder seguir al alma, callan ante lo que ven.

Que cuatro estrellas pueden fijar una cruz
Y tres de ellas la flecha que nunca falla
Que no se demora el tiempo en el pecho
A pesar de escribirlo con las manos bajo los ojos.

Que sigue y seguirá siendo posible
La intensidad del inicio y la persistencia de algunos
Que cuando esto o aquello se quiebre
Hasta en el desorden, si adquiere sentido, habrá belleza.

Que si la luna termina por no cambiar ya nunca
Terminará cambiando quien la observa
Que la balsa que acompaña puede volverse carga
Como la dependencia del hijo que le fija a la madre mil renuncias.

Que en esta mañana, como en las demás
Ningún rostro habrá de amanecer igual
Que el horario fija la mayoría de los ojos
Pero es el segundero el que a todos arrastra y empuja.

Que alguien ya cree es esperado
Y calla su espera el que lo oye decirlo
Que Esteban, la astilla y la viga
Todavía recorren la fatiga de los niños en las esquinas.

Que en su difícil sonrisa las palmeras buscan el cielo
Y aunque son pocos los que llegan, de ellos nadie sobra
Que el día pudiera no ser una moneda que gira
Sino una intención que se abre paso entre dos columnas.
Smarc
07:19
07.08.02

Y cambias

Y hacían fiestas por la pena ajena
Y algo les mordía el corazón si veían sonrisas
Y nunca les importó ninguna música
Y aunque leyeron alguno, jamás apreciaron un libro.

Y caminaron cuanto pudieron, cuanto decidieron
Y no les alcanzó el tiempo, porque transitaban círculos
Y sin que lo noten la luz se les fue apagando
Y golpearon un par de puertas sólo para aumentar sus miedos.

Y a su modo persisten, quién sabe por qué
Y ya son parte del ancla hundida en el abismo
Y se sospecha que lo supieron en algún momento
Y se cree que sabiendo darlos, no sabían acusar algunos golpes.

Nos queda interpretarlo, para no juzgarlo
El tratar de ver el origen, el modo y el fin
De cada estela borrosa que todo paso deja
Marcando semejanzas y diferencias, o quizás el reflejo en el espejo.

Desde los gritos que provoca la guerra
Desde las rodillas blandas del títere
Hasta los dedos del que mueve los hilos
Hasta la mente del que cree poseer una verdad nacional.

Quieta la furia, con el entendimiento limpio
Arrancado de raíz todo rencor y todo resentimiento
El cuerpo libre de grasa, y el alma lanzada a su meta
Para acomodar, como la situación lo exija, las piezas de carne.

Porque no hay mayor fragilidad que la que fija la dependencia
Ni mayor inutilidad que la de no saber qué hacer por alguien
Como no hay mayor fortaleza que la que otorga la fidelidad
Ni mayor libertad que la que se logra por la entrega al servicio.

Quien atisba la justicia, no puede ignorar a la bestia
Y quien finge hacerlo termina a mitad del eterno camino
Abandonado por la razón, desheredado por la fuerza
A merced de un tiempo pobre de perdurabilidad.

De manera que todo sigue yendo
Que todo movimiento sigue siendo perceptible
Pero que van cambiando algunas cosas
Por ejemplo lo que ves, cuando miras al que te mira.
Andrea
09.08.02
19:57

La fragua

Puro pecho para toda afrenta
En el espacio cierto, dominado
Más flaco, y menos cansado
Cubriendo con cuarzo cada sonrisa.

La tarea infinita y la paciencia que huye
Hasta que el ritmo se defiende con sutileza
Haciendo ya no moje la lluvia
Ni los ojos obnubile ningún brillo.

Nadie en la casa, ni siquiera el vacío
Abriendo el mundo para escudriñarlo
Masticando las espinas de rosales enteros
Demostrándole al rigor la inmensidad de la voluntad.

El aire de los valientes
Que del temor hacen llama
Que cuidan o descuidan
Como quien se encarga de una imagen.

Mirando lágrimas convertidas en cristal
Que caen desde nubes violetas
Y que sin romperse se difuminan
Brindándole los peldaños al clamor del carenciado.

En la marcha del creyente
Que escucha el cántico del prójimo
Tratando de acompañarlo, y no de oírlo
Porque a precio de soledad desborda compañía.

Y el obsequio que me diste sin saberlo
Y el aprecio que se fija fuera del mundo
Y que parte de mis labios sellados
Donde silencio y palabra se amalgaman.

Acabando y empezando
Éxtasis en el centro de la fatiga
La garganta ronca de gritar mudamente
La convergencia de los soles de Giordano.

La piel del rumiante que será pergamino
Bajo la vigilante mirada del escriba
El vuelco programado en el medio del corazón
Cuando la comprensión se haga posible
Como el esfuerzo de dos distintos
Hacen posible la entrega y aceptación de la posta
Descubriendo el velo que oculta el arte
De dos momentos que al unirse forjan el futuro.

Y el sentir que todo dolor se justifica
Y la tentación de que un instante lo valga todo
Y la sapiencia de contener sin reprimir el impulso
Y el límite de permanecer en el límite sin ignorarlo.

La verde mirada de la codicia
La verde descripción de la esperanza
El rojo de la naturaleza y de lo normal
El rojo de la norma que sangra instinto y razón.

La silla o el trono
La mesa sin cabecera
El sueño del poder
Que sueña no poder más.

En las manos que pueden quebrarse
En el plexo que puede partirse en diez mil
En la luna que le sonríe a la vanidad celeste
En la verdad de los colores del ciego de nacimiento.

Porque muertos, los sentidos de los vivos los atienden
Porque en el sacrificio de los leños se implica el hogar
Porque lo que se deja de lado hace la tarea del detallista
Porque nadie sobra en el guión de la trama perfecta.

Por alguien que no es alguien
Por un objetivo que no es meta
Por que hay opuestos y salidas
Porque hay algo más en el después de cada vocablo.

La Trinidad en las venas
En el túnel una vez creado y luego generado
En la muestra y en la copia
En el dibujo que se anima, en el ánima que dibuja.

Aquí, torrente lento
Concepto desnudo
Donde se yergue lo no imaginado
El espacio abierto y el punto que no lo fija.

Sin libertad, porque no hubo cadenas
Sin alegría, porque no hubo tristeza
Presión simple e imposible
La divina fragua que se alimenta del todo.
Smarc
09.08.02
21:23

La semilla del infante

Y sin embargo en la carne estaba
El extraño convencimiento por el cual
Una regla adquiere el poder de quebrar a otra
Haciendo del hombre que la poseía

Un instrumento de difícil dolor
En tanto lo nuevo no rompiera lo viejo
Y de un placer posible
En cuanto fuese capaz de lograr su meta de expresión.

Lo cierto se debate a contraluz
Por el concepto adquirido a fuerza de esfuerzo
Con la cuota de talento, predestinación y voluntad
Que cada cual en su noche oscura se atreve a poseer

Mientras ya otros se montan sobre hombros de gigantes
Habilitando la cadena de los que buscan la verdad
Dividiendo los eslabones entre los que repiten y los que generan
Dando así pie a la batalla que tensa los músculos un poco menos que el alma.

La palabra comprometida al infante
Pintando el espectáculo de la humanidad
Cuando logra lo de por sí en la normalidad le sería imposible
Erigir una certeza por simplemente cumplir con lo propuesto.

Con la moral como emoción
Y cada opuesto como ejercicio
Encontrando en la propia prisión
Los límites de la celda ajena

El amo que se vuelve esclavo de sus esclavos
El objeto que le fija dependencia al sujeto
Y la mirada del que lo capta, un momento después
Fijándose en los ojos del que comienza a aprender.

Tentaciones de la furia, las manos todavía abiertas
Después de asumir la extrema facilidad con que la injusticia
Abrocha y abre cada momento de distracción
Que anula la abstracción necesaria que le daría belleza a la acción.

Enfrente la mañana, sin contestación del apoyo buscado
Y los años muy, muy escasos
Y el mismo mar para el resto de la vida
Y adentro la semilla de una comprensión absoluta
Que se regará con la sangre de cada día que quede.
Andrea
11.08.02
11:59

Prologo

Acortando distancias
Por impulsos nerviosos
Subiendo la ola
Para caer al hielo.

En el orden sumiso
De cada resbalón
Levitando sin notarlo
Viviendo probabilidades.

Y el aire que traes
Tras la muerte del día
Como si el mundo fuese culpable
De tu bolso vacío ya de ilusiones.

Alterando los sonidos
Que generan ojeras
El preciso movimiento corporal
Que al que observa le transmite ritmo.

La tierra desconocida
Que al pisarla subyuga
Como la habitación prohibida
Al olfato del cazador más temido.

Y lo que guardarás de la noche
Cuando mañana otra vez salgas
A escribir otro poco de tu historia
En el barullo de lo que no sabes nombrar.

Se pierde el humo sin testigos
Sin huellas, sin propósito
Ya no cuesta el vacío
Ya es poco lo que cuenta.

Dos soles frente a frente
Idénticos en todo
Y un punto que los espera
Capaz de hacerlos estallar.

Y lo que dirán tus amigas
Cuando a ellas recurras
Y no tengan, para tu corazón,
Más que palabras que no vivieron.
Smarc
11.08.02
19:31

Exceso

A los veinte y cinco días de mi prueba
Escuchándole al exceso expresar:
Que basta la nada y que sobra el todo
Con mis párpados solos tapo la luna

Y le tiendo la mano a los cuatro rumbos
Por si vengas o vayas en el entretanto
Del que tanto saben los que no hurgan
En el pozo intenso de las dolencias.

Allá a lo lejos, todavía acribillando labios
Todo estero y toda belicosidad en la pólvora
Entre las estacas que al tiempo le resistieron
Más que los huesos del que no las vio crecer

Ya está el hilo soñando convertirse en puente
Para que lo lea el recién nacido a los momentos
Y lo guarde dentro para exponerlo en un después
Cuando de la gramilla surja la selva que habrá de cuidarlo.

Como los caminos que recorre el mudo
Y como un mundo sin caminos
La madre de ciudades que ya no paren
Y el hombre que las cita citando en ello su polvo.

Otro desliz, y ninguna fatalidad
Portando la cumbre de la soledad en las entrañas
Para la compasión de salón
Y la atónita mirada de la que no comprende

El grito por siempre dolorosamente callado
De la mujer estéril que pasó la vida acariciando
El pelo de oro de los que no fueron sus retoños
Y que en medio de sus arrugas valiente le sonríe al futuro.

Y nunca encontró al alazán
Y siempre supo que no lo encontraría
Y como jamás bastó saberse errado
Nunca suficiente sería haber acertado en nada

Porque para el que navega en la magia
No es sobre el mar que libera su nave
Sino entre lo que no se toca ni se huele
Sobre la semejanza misma con la idea que la genera.
Y un poco más:

La fraternidad que le fue negada
Y que lo aceptó como se acepta el verano
Y la obligación de no mirar atrás
Como un clavo insertado en el pecho
Por que el que está vedado protestar.

La voz de mamá pidiendo estadía
Entre la sed y tanta falta de abrigo
Rodeado de los gestos que quieren decir
Afecto, raíces, centro y finalidad.

Y el hueco de los árboles que fueron compañía
La sombra de Manú y la mariposa que busca su llama
Golpeteando al mortero del cráneo
La indescriptible aunque comprensible emoción de ser diferente.

El amante y la luna que lo guía
La amada y el pan de la buena voluntad
Mientras el recelo de un sol hacia su mar
Abriendo el tajo del brillo esmeralda de una piedra dicha y no sabida.

El fémur en la mente de Avicena
Los dedos que no alcanzan más que la fuerza
Reduciendo al trapecista a un intento vano
Elevando al público al nivel de principiante de observador.

Lejía sobre los ojos
Cerrado el corazón
Curtidas las manos
Haciendo del beso su imposible meta.

Donde la madera no resistiría
Porque el llanto le humedecería los cimientos
Donde la luz quema y hace llagas
Porque no está listo quien la pretende.

Poco y pobre, y destella
Liviano, y así preciso
La unión que no quiso
La cola que obedece a los ojos que la guía.

Para querer entender
Que uno no es uno cuando así lo dice
Que al hablarse habla lo ajeno
Y al nombrar lo ajeno, si no juzga
Puede tocar lo que lo difiere de aquel que lo nombra.

Andrea
00:23
12.08.02

Andá a saber

Mejor que todos digan que no se puede
Para que lo dicho sea el reflejo de lo vivido
Y no, finalmente, una teoría más que intenta
Dejar atrás su vestido de utopía abrazando las calles.

Conviene que sigan vaticinando las estaciones
Apilando montañas de tedio para el futuro astrólogo
Que la multitud sostenga su condición de indescifrable
Para que el egoísta, si puede, termine de construir su muro de protección.

Por algo hay que seguir dejando fluir la queja
Y al tiempo, paso a paso, atisbar en la penumbra
El ritmo del cuerpo acoplándose a la ancestral melodía
Que en su único compás va realizando toda su armonía.

El toque de ternura, y el de madurez
Mezcla de la panza de la mujer amada y preñada
Que todavía ignora que en su vientre ya late Aquiles
Y las manos del herrero que por un momento se conceden el reposo.

Dos platos idénticos de una balanza justa
Sosteniendo ambos un mismo peso
Hasta que uno de los dos inicia la sospecha
De que va cumpliendo un fin, posiblemente propuesto.

No es exacto, aún
Ya no es ceguera lo pretendido
Nuevos sentidos se descubren
Para escrutar eso mismo que no había sido percibido.

Mejor entonces el ajetreo de abejas
La impresionante concentración
De miles de millones enfocados en cualquier cosa
Para que dos o tres – a veces diez – continúen la tarea.

Después de todo, qué más da si llegas o te demoras
Si como sea, de no dar con alguna de las respuestas
En vano sería todo, y sobre todo el ir viviendo
Con la mueca del que acepta sin querer resignarse
Y que no se atreve a una década y aún más con sólo ilusión como combustible.

Por el entretanto habrá que permitirle
A todos al menos algo, como cuando en el orfanato
Una vez al año, al niño se le entrega un balón, y a la niña una muñeca
Para reducirles el tiempo a la perdurabilidad de alguna cosa.
Smarc
12.08.2
21:10

Una vez más

Al mejor parece no costarle
Lo que a otros desespera
Y cuesta ver si acaso la actitud
Dirige o es parte del resultado.

Enigma del enfrentamiento
Tensión o relajación en lo previo
Con el temor de que al final
Por un desliz aflore el resentimiento
Por el precio pagado por solo intentarlo.

Porque hasta que sucede el hecho
Todo no es más que el antes
Y su transcurso propio
Ligero o lento, según cada cual.

Cuando se impone la salida
Dibujada como única no por serlo
Sino por haber sido hallada con esfuerzo
Con la casi trágica implicancia del roce del agotamiento

Es cuando se le otorga al guerrero la oportunidad
De cerrar los ojos ante la tentación de una única opción
O de resistir un poco más aunque el cuello quiera doblarlo
A ver si en verdad puede, si no convertirla en vino
Al menos mantener la sangre dentro de su propio instrumento.

Instante crucial, en el que cada palabra puede mover años venideros
Porque todos los años anteriores se vivieron para ello
Y ese algo de transformación que todo movimiento implica
En la memoria de la exigencia de renunciar a todo premio inmediato.

Tener que respirar profundamente, esta vez sin orgullo
El asfixiante aire que sofoca al que no pertenece a lo que lo rodea
Y recibir así la más cierta de las educaciones
La de la calma, aunque en ella habite una tristeza, frente a la tormenta.

Imposible de cumplirlo de no ser por la fe
Para aquel que, sujeto por el hierro, aspira al cielo
Como intrascendente para el que habita a gusto en las mazmorras
Repletas de cuerpos que dominan la desgracia.

Hacia delante, jugando con adelantar o no la batalla
Considerando cuándo se será más fuerte
Y cuándo el enemigo podría verse más débil
Y una vez más el indomable impulso buscando el puño que lo guíe.

Andrea
22:03
12.08.02

Pronombre relativo II

Que podría soportarlo
Pero no con gracia
Que podría vencer
Pero sin vencerse.

Que querría como ninguno
Pero sólo por tanto quererse
Que se entregaría como ninguna
Pero por no saber qué hacer consigo.

Que le muerden los talones la músicas
Y por no saber inventarlas las repite
Que la razón le asiste a cada decisión
Y que por ello ninguna locura sería temporaria.

Que recurre a los recuerdos
Porque lo que tiene no le basta
Que apela a lo posible
Porque le asusta lo que juzgó imposible.

Que estando desnudos no los miran
Y en la ignorancia conocen la vergüenza
Que la meta es alta y muy lejana
Para el breve cuerpo que en sus pupilas fija toda una estrella.

Que no hay intento sin propósito
Aunque lo sincero a veces no se dice
Que muchas veces es tarde
Sólo para entender de a poco al tiempo.

Que todo es cierto, y a veces real
Para que cada cual pueda seguir soñando
Que en el límite de todos los límites
Reposa risueño el dedo del que crea porque sabe.

Que alguno fatiga sus ojos
Para exigirle a otro la vereda a caminar
Que sin poder reconocerse egoísta
Hay una que al otro le quiere imponer reciprocidad.

Que el aire no es eterno
Y aún así puede saber bien
Que mi vida, como la tuya
Es breve, y por ello sabe puede cambiar.

Smarc
22:53
12.08.02

En otra

Acorto distancias, eso es todo
Me salpique lo que me salpique
Me huya lo que me huya
Y termine por no encontrarme quien sea.

Nada parece igual desde hace años
- Los mismos que llevó el no cambiar en nada -
Y aunque sea ese el erudito precio
Por el cual lo que quede podría ser mejor

Lo cierto es que el blanco es móvil
Y que cada mejora del arquero
Solo sirve para que la presa sonría
Mirando hacia atrás mientras pisa lo que viene.

De lo contrario te pediría que pienses en mí
Que me tengas en cuenta como no lo hizo nadie
Y así me obligues, del modo que entonces puedas,
A fijar en tu presencia una parte de mi morada.

Pero es el aire el que me mueve
Y es por acceder a la belleza que irradias
Que busco al que te hizo
Más que a quien porta su obra.

Aunque también es cierto que estamos viejos
Que no valdría lo que digo si no lo vivo
Que, por ejemplo, todavía miro tus piernas
Como años atrás cuando ya se abrían como puertas al deseo.

Pero uno de los dos está en otra
Por no haber cambiado tanto
Uno de los dos inició, entre dos pilares
El propio, el que lleva un nombre heredado.

Otra es la desesperación
La desesperanza es la misma
No se ensancha la pasión, se ahonda,
Buscando lo único por querer renunciar a lo múltiple.

Y los labios que no lo dicen
Porque el día entero lo expresó
Desde el primer saludo del día
Hasta la copa postergada en la profundidad de la noche
Cuando la insidia flagela sin piedad la premura de la ignorancia.

Andrea
12.08.02
23:16

Inicio y tránsito

Con tres serpientes a mi lado
Para hablar de grietas y sentimientos
Escribo tu personal tiempo de espera
Para que jamás me pertenezca.

Saludando la escudilla de oro
Que sin ser la misma ningún día
Acompaña tu variación única
Cada día irremediablemente irrepetible

Me atrevo a cerrar los ojos
A mitad del espectáculo
En el que se mide la fuerza
Por la forma que genera

Y asiento, como si dependiera de mí,
Al proceso de vanidad
Por el que se fija un grano de arena
Bajo los párpados del que enfrenta el mar

Desde la orilla que no conoce de embarcación
Para empujarle hasta el atrás del bosque
Donde desde el árbol le llama la madera
Que ordenada podría servir de instrumento.

Y el presentimiento

De que todo está perdido
De que todo habrá sido en vano
De que todo se reducirá a elocuencia
Y de que entonces podría estar errado.

En medio del llanto
Donde hasta los peces se ahogan
Capaz de reclamarle a todo desierto
La menor huella de humedad

Alguien, por tanto querer entrar,
Desiste de todo acto que lo lleve a hacerlo
Dándole al tacto la posibilidad de magia
Que sólo surge de ella cuando se abstiene de tocar
Para que lo que haya refleje, sin temor a repudio
Lo que pudo haber sido peor
Y a sí mismo se señale
Como inicio, y no como tránsito iniciado.

Smarc
23:35
12.08.02

La pregunta

En tu pequeñez te prueba
Quien de ti quiere hacer un gigante
Y lleva el nombre que tú llevas
Y carga el rostro que puedes ver
Cuando levantas el mentón y te miras al espejo.

En esto que imaginas será pasado
Por sospecharte bajo tierra
Doliéndote tanto tanta palabra ajena
Es donde se fija el valor de los valores
Y por ello el nudo de las manos que los sostendrán.

Y el cigarrillo y el beso cruel
La botella que se acaba y el cuerpo que comienza
El examen que quiere despertar al olvido
Como lo aprendido frente a lo que se quiere aprender
La escuela del desprecio y la de la humildad, espalda a espalda.

El circulo que por imaginado
Pudiera resultar quebrable
El inicio que fija el final
La genética y las revelaciones
Tu voz sola entre las muchedumbres.

De nuevo, y mejor
La brea sobre las cuerdas de acero
Los callos primigenios en la yema de los dedos
Tocando la lectura de lo que otro escribió
Cuando el tiempo era otro y la sed la misma

Cuando en otra caja humana
También pudo ser concebida
La idea que compartes con el aire
Los pasos que generoso le cedes a tu sombra
El paso de tu historia en la isla que te cede la incertidumbre.

Agilidad y persistencia
El giro que sólo tú adviertes
Cuando gritan derecha, centro o izquierda
Y miras la tensión del que decide
Ser o no lo que en soledad se puede.

Andrea
12.08.02
23:54

En la cuerda

Habiéndote elegido por imposible
Entre diez mil imposibilidades,
Besando una y otra vez el polvo
Para hacer aptos mis labios de carne
Al sabor de la piel que contiene tu alma

Le exijo de nuevo al concepto de exigencia
La tregua que implica el fin de todas ellas:
El balbuceo del paraíso perdido
La literatura del infierno tan hablado
Y el verte sin prisa cuando me concibes.

Pero soy yo quien lo dice
Y me alegan la trampa
Y me atribuyen la emoción
Y lo que me dejan es lo que soy
El cuerpo vivo del que en su mente dibuja madrugadas.

No cuentan entonces los aromas
No valen mucho los tropiezos
Hay algo que cuesta más de lo que vale
Y aunque se ha respirado la injusticia
No es su negación, sino su rechazo lo que inspira

A tentarle piedrecillas a la ventana cerrada
Tras la cual no sólo duerme tu cuerpo
Y sin saberlo pretende el infinito tus ansias
Sino también, aunque jamás se crea,
A cederle un alto al que en su momento acabará.

Pero pasa, como todos lo saben
Porque no habla quien muere
Ni vive quien no expresa
Y porque pretenderlo todo
No es más que pretensión heredada.

Porque en la cuerda más floja
No faltan las manos capaces de sostener
Sino que sobra el casi alto deseo
De cada pie queriendo ser lo que cree
Como si bastasen sus intenciones
De las que nadie, es sabido, quiere hablar.
Smarc
00:22
13.08.02

Reparar

Sobre sí misma quiere cerrarse la noche
Sabiendo que la oscuridad que desprende
Hace, por ley, el cielo de quien abajo transita
Si por descuido, confundió la luz con los colores.

Y de todos modos se fatigan las intenciones
Bordeando como una danza el antiguo entusiasmo
Que de lo logrado pretende hacer el cimiento
Sobre el que le parece justo erigir una escala.

Mas nada es demasiado simple
Una vez dentro, a solo dos pasos de la puerta del templo
Ya se olvidan los peldaños que condujeron al atrio
Ya no hay memoria para el precio del inicio del viaje.

No descansa la presión
La constancia es su esencia
Y no es con inteligencia que se hace soportable
Sino con el enfrentamiento que desestima todo desafío

Por el convencimiento por el que una sola mente
Puede conectar con otra fijando así un punto nuevo
En la espiral que alguna vez se pudo concebir como red
Como en su tiempo se entendió al fuego como fuente del calor.

Diferentes intensidades para las mismas variables
La duda del que busca confiar
La defensa que siempre presenta
El que teme seguir siendo herido

Pero en otros niveles
Con cuatro planos extendiendo
La dimensión que se respira y aquella que no
Por no pertenecer al alrededor de lo tangible.

El principio siempre torpe, donde se gesta el valor
De ya en el alma intentar el brillo más lejano
Aun viviendo la realidad de algo imposible
Para medir la existencia o carencia de la cuota de perseverancia

Necesaria no tanto para dar un paso adelante
Sino para sostener el ritmo de la carrera
Cuando se descubre que el rumbo estaba errado
Y lo que cuesta no es aceptarlo, sino el retomar la senda
Porque si hay daño en el pecado, solo al repararlo habrá perdón.
Andrea
20:02
14.08.02

Sep hi d ai

De madrugada y en el frío
A orillas del viejo estanque
Todavía lleno de penumbra
Leyendo el gran libro de la desesperanza

Ya no lamenta algunas pérdidas
Los ladridos del perro agitado por su llegada
Las primeras puertas girando sobre sí mismas
O la corriente de electricidad trabajando el estómago.

Y ya no le detiene la alegría de un segundo más
Ni la convergencia de la imaginación con los hechos
Que venciendo instantes de almanaques
Navegan el aire que también respiró su padre.

De vez en cuando hace como que existe
Se permite mirar sin observar
Sujeta su intención de mostrar
Huyendo de sí, escondido en el fondo de una idea.

O le habla al aire que respira
Mientras soporta la presencia ajena
Tolerando la interrupción del mundo
Cuya tarea, en ocasiones dice, es acabarse.

Comprador de tiempo
Cuánto podrías guardar en tus alforjas?
Con qué dinero pagarías lo que prometió
Aquel que diseñó la montaña de la que, avieso,
Alguien extrajo una partícula a la que le atribuyes valor?

Y es entonces que vuelve a su espera
Por el peso propio de lo que sabe
Que habiendo sido estallido y debelación
Ahora no es más que el bastón sobre el que se apoya

Pero del que no depende,
Como no depende el mensaje
Del medio por el que es transmitido,
Como no depende de los libertos la libertad.

Va siendo seguro que persistirá
Y que un día de estos ya no lo veremos
Sin irse de habrá marchado
Como una nube que parte
Dejando de su sombra pasajera, un recuerdo imborrable.

Smarc
20:28
14.08.02

Fatiga y consuelo

Sin partir de lo simple o complicado
De un titulo, de dos palabras que se juzgan
De pleno en el polvo de las formas
Cálido y algo triste en la atención que fija

En el acto real del respirar ajeno
En el que infiernos y cielos
De intensidades también diferentes
Se funden para el exacto cumplimiento

Si no de una promesa
Al menos el de las condiciones
Como las herramientas del agricultor
Cuando mira el terreno sopesando su responsabilidad.

Y los juegos posibles
Sobre todo los crueles
Por la conocida situación
De unicidad preestablecida

Y que cada cual quiere resaltar
Como si para ello hubiese que hacer algo
Porque lo común ha sido vivir en el desprecio
Y cuesta dominar el ansia de contestar

Mientras no tenga claridad el propósito
De afrontar el esfuerzo de intentar la valoración
De cada parte que hace al prójimo
Expandido, y no reducido, a humilde enseñanza

Para que no pese la grandeza
Ni sea olvidada ninguna pequeñez
Aceptando el todo y la nada
El macho, la hembra, y sus dioses

Como se acepta el aire y el mundo
Convertidos en marco que no encierra
Más que una parte de lo proyectado
Y que ha empezado en lo que llaman tiempo

Que suele persistir en la mente
Como una astilla que clavada en la piel
No ha sido arrancada, sino postergada
Y que a alguna hora suele devolver con dolor

A la inacción del que la soporta
Por no haberle prestado esa atención
Necesaria más en los primeros pasos
Que en los últimos posibles de dar

Porque el modo del inicio
Tiende a fijar el del resto del viaje
A menos que se den los saltos precisos
Entre una línea de expresión y otra

Fulgiendo la pureza por encima de la norma
Reflejando en los actos la ley que no fue leída
Pero que por haber sido observada
No es motivo de fatiga, sino de consuelo.

Andrea
14:27
15.08.02

Sus vivencias

Considerando diversas escuelas
Ocultas bajo las veredas de otras ciudades
Sangrando la herida para limpiar la pus
Determinando el muñón que sellará una carencia

Mide desastres y absoluciones
Mientras acaricia el lomo indócil
De una fiera, por inventada, muy querida
Que en su mente lo acompaña fuera del tiempo

Mitad locura, sentimiento y emoción
Mitad cordura, la cúspide que sabe no será tal
Y que le muestra como una lección sencilla
Que todo es necesario, más allá de lo real.

Parte de su historia, quizá muy brevemente
Transcurrió entre brazos humanos
Aunque bien puede ser que esto no haya ocurrido
Merced a la tierna confusión que la historia permite

A los que pretenden insertarla a través de las pupilas
En lo que va de sus días actuales
Donde la piel que anhela la querencia
Por intenciones pretendidas más altas queda relegada

Quitándole todo brillo y todo resplandor
A los gestos que suele exhibir la razón
Buscadora nata de la explicación de los extremos
Donde pudiera no encontrarse ni el origen ni su fin.

Cae la fecha de nacimiento
La del primer beso
Y la del primer funeral
Sin un algo que las reemplace.

El impulso de la propia naturaleza
Sacudiéndose la condición de la premura
La vista que se sabe
La conciencia que a sí misma se roza

Tras el agotamiento de concebir el equilibrio
Que evita el atropello de la fuerza
Y aún así avanza en contundencia
Como la daga del persa que no pertenece
Ni al que la forja, ni al que habrá de portarla

Y aún así irradia el tener su dueño
Que quizá por ella nunca deslizó un dedo
Pero que sobre ella puso su mente
Haciendo de los demás tan sólo portadores
Del mensaje que en su tiempo habrá de descifrarse.

Entonces toca el aire
Adivinando el calor
Que le cede el derecho a jugar
Con el humo de sus vivencias.

Smarc
15.08.02
14:52

Oc hi d ai

Un nombre selló sus labios
Para toda palabra que no lo incluyera
Habiéndolo hecho partir una mañana
Hacia la tierra donde todo es renuncia.

Entregado como se debe
Por propia razonada voluntad
Aceptó la insuficiencia de los elementos
Cuando por vez primera con la frente tocó el polvo.

En la peste, y en la recuperación de ciertos caídos
Haciendo de libros y batallas su continuo hogar
Extenuó ausencias y piezas sin encajar
Palpando todo el tiempo la distancias entre los instantes.
Sin el credo que defienden los devotos
Con lo inextricable como tarea
Y no como yugo que libera de responsabilidades
A diversos caminos le fue mostrando la posibilidad de sus pasos

Hundiendo sus sandalias en la arena resbaladiza
Adecuando la planta de sus pies a la roca
Dúctil para el futuro, férreo en el presente
Negándole a su corazón todo intento de falsa calma.

Explayó su historia
Respirando entre desconocidos
Sin ninguna finalidad aparente
Sin la carga de ningún discípulo
Y sin el peso de ningún maestro

Aunque soñando siempre esta puesta de sol
Que va ocurriendo paso a paso
Cumpliendo esa tan extrema realidad del regreso
Que parece elevarse aún más de lo posible de entender
Cuando en la puerta aguarda aún el mismo nombre

Que habiéndole propuesto la marcha
Del algún modo le había señalado la vuelta
Para que en ninguna parte del camino
Cediera a la vanidad de alguna certeza
Y se consuma entonces en la sospecha
Antes que forjarse en la más noble de las esperanzas
La que ya vive por haberse dejado atravesar por la fe.

Andrea
15.08.02
15:17

Poco

Ahora, cuando con poco pudiera bastar
Ese poco es lo que falta
Dejando a la trama temblando
Porque ha perdido su final.

Atrás el orden en un entonces pretendido
Murallas afuera los lamentables gritos
De quienes pudiendo no quisieron
Y de los que habiendo querido no dieron la talla.

A pesar del sol todavía joven
Ya la tarde se vuelve grave
Como el rostro del novicio
Cuando entiende dejó de serlo.
Los topos siguen convencidos de sus túneles
No se arriesga la tierra a dejar de girar sobre sí
Y aunque conocer muchas veces duele
No cesan su tarea los buscadores.

En la tristeza del campamento abandonado
En la diminuta inmensidad de todo lo que fue
Se incrusta también el trozo de vacío
Que en la despedida de la que fue compañía se genera.

El compás aguarda su empleo
El tiempo continua tejiendo su futuro silencio
Y del otro lado de las percepciones
Alguien permanece aferrado a su puerta llaveada.

No le bastó a otro lo presenciado
No pudo alguno con el exceso
Derramaron juntos, sobre un río olvidado
La copa entonces llena de un cariño absurdo

Que pudo reír por carecer de pretensiones
Y que haciéndose necesario cobró un peso
Que sólo podría ser manejado con fuerza y destreza
Y no con entregas tórridas vacías ya de inocencia.

En el destino de los gusanos
En el odio frío que por sí mismos sienten los clavos
Y en el sudor que se desprende de las axilas de las parteras
Y en la infinita estupidez del que no aprendió a cuidar

Se raja una parte de la luna
Se pierde la captación de un destello
Y alguien deja que lo que quede
No sea más que seguir así
Con las manos medio llenas de lo que nadie quiere.

Smarc
15.08.02
15:43

Punto de apoyo

No se enseña a cruzar el miedo
Sin antes haberlo transitado
Tantas veces como haya sido necesario
Hasta hacer de la piel una costra impenetrable.

Y lo que dentro queda genera otro adentro
Dando cuenta de la coraza
Explicándola sin justificarla.
Oscuros gritos en las calles mal iluminadas
Leones que rugen su falta de selva
Entre hombrecitos condenados a su sueldo
Paridos por mujercitas que adoran su destino

Capaces, pero renuentes a intentar clavar las uñas
En algo más que no sea una espalda flaca u obesa
Como si la finalidad última de todos sus afectos
Tuvieran por ley que limitarse a un único montón de huesos.

La tierra en donde se cultiva la lástima
Que será distribuida con injusticia
Para que el inocente pague por su inocencia
Y el culpable pretenda demorar un tiempo que no existe.

Reveses de la mente en un momento siempre crucial
Que a todos sorprende más tarde o más temprano
Con las piernas todavía resistentes y sedientas
O con el corazón casi pútrido de tanta ignominia

De la que conociendo se ha sido parte
De una forma clara u oculta
Se rechazó la aceptación de su carga
Por el simple temor a la más pura de las soledades

La que le cede a todo ser humano
El supremo derecho a aspirar
A convertirse en el simple y preciso instrumento
Por el que lo inefable deslice su intención

Vestida por mucho espacio de espiral,
Por algún trecho de color o de luz,
Más firme que el primer concepto,
Capaz de poner sus garras
En donde la imaginación de quien la acepte
Pueda fijar lo que se convertirá en su primer punto de apoyo.

Andrea
16.08.02
22:21

Todos lo saben

Puede que al final del día
Ni el trofeo sea como lo esperabas
Ni esté viva aquella persona
A la que pretendiste ofrecerlo.

Existe la posibilidad de que los símbolos
Todos, hubiesen estado errados
Que el vino no sea más que vino
Y que la sangre simple juego de materia.

Es posible que utilices palabras
Que nombran sentimientos que no conoces
Repitiendo el adquirido habito de repetir
Lo que emite el que antes de ti aprendió a caminar.

A quién extrañaría que el sudor de tu frente
Pudiendo ser suficiente para el pan de familias enteras
Apenas alcance para que sobrevivas otro día
Mientras en otro lozano rostro no se refleja la labor manual?

Puede que haya habido un gran error
O que no haya existido ninguno
Quizá pensarlo ya sea un acierto
O el error final que acaba y alimenta a los demás.

Y en medio de tantas pocas cosas
Cuánto fuiste juntando para esa vejez
Que durante muchas, muchísimas noches
Te irá leyendo la historia de tu humanidad?

Quizás hayas leído, o escuchado al pasar
Que todo es posible si en verdad se quiere
Pero que no hayas captado ni el todo
Ni la verdad, ni la querencia. Es posible.

Sin embargo, el tablero siempre está a medio jugar
Se vive un antes y un después en el juego
En donde ganar o perder significa solo una idea
Que distrae del acto esencial de participar o no

En la gran incógnita de las acciones e inacciones
Que manejan los que rozan la conciencia
De esas cosas que suceden pudiendo no haber sucedido
Y las que no ocurren a pesar del mar de intenciones
Que no alcanzan expresión todos saben por qué...

Smarc
22:42
16.08.02

La penumbra

No, no alcanza con haber servido bien
No basta con haber abrazado una ilusión
No hay grandeza en reconocer la pequeñez
No resulta heroico enfrentar día a día el imposible.

Una pregunta reemplaza a otra
Un dolor suple a otro
Mientras infinitos espacios de cotidianeidad
Van distanciando una alegría de la próxima.

La historia no es más que un disparo
Donde al último trecho de la bala
La que sabe resultará víctima casi grita
Su horrible, pueril, y sincero deseo de fiesta de despedida.

Empezar de nuevo o terminar, al menos intentarlo
Con el origen y la finalidad
Como culpas que se mascullan
Desde el tristísimo lado de los insatisfechos.

Para la mañana de herrumbre entre los ojos
En el que un pobrísimo ser humano
Le dirá a otro una parte de su conocimiento
Como si el mundo entero tuviera algo que ver con ello.

No eres nadie
Lo eres todo
No ser o ser
Pero decirlo

Porque con ello cuenta el idiota
De cuya aprobación depende otro idiota
Porque de ello depende el intelectual
Que niega su dependencia, como lo hace un intelectual.

Se escapan las horas
Hediondas de prisión
Por nombrarlas alguien las mancha
Y vivirlas no da para redimirlas

En la mente del que palpó lo que le fue bueno
Y que habiendo tenido la posibilidad de sostenerlo
Lo dejó ir por una razón que siempre pudo explicar
Pero que nunca la sintió cierta, como el astrólogo
Que capaz de predecir que ya no podrá hacerlo, lo calla.

Andrea
23:02
16.08.02

Sólo parte

Despacio, o velozmente
- nunca le importó el tiempo -
pesó sus opciones momentáneas
y se abrió camino en la desestimación.

Le tocó el reclamo ajeno
Y se defendió con una queja
Se ofreció a lo común
Y logró su espacio solitario.

Sembró, como una semilla sembró
La distancia de quien lo habla
Y la de quien es nombrado por su boca.

Se admite su difícil existencia
Que unos aprueban y otros no
Pero que ninguno califica inextensa
Por que ni la sombra ni la luz evidencian acompañarlo.

Es pretendido cierto acercamiento
Que se conoce no es más que curiosidad
Como la imagen del que escudriña un secreto
No para saberlo, sino para contarlo.

Al seguirlo se vuelven más breves los tobillos
Frágil conjunción de carne y huesos
Que capaces de imponerle su voz al alma
Le temen al salto que pudiera convertirlos en alas.

Las horas del reloj
O la sombra de un árbol
De lo frugal el límite
De los extremos toda explicación

Sobre la que deja hacer al polvo
En una seguridad siempre inmediata
Por el público esperada por la duda
En medio de una emoción que por su intensidad
No sabe qué rumbo habrá de abrazar.

Más años, y años más
La capa gris que cubre los hombros
Del que en la lluvia solo ve agua
Y en el agua sólo hidrógeno y oxígeno
Y en toda molécula sólo parte de lo que ve que fue.

Smarc
16.08.02
23:23

No hi d ai

Capaz de visualizar
Y de dibujar con firme pulso
La curva que sobre ondulados acantilados
Conduce a su propio final inaccesible.
8   aire - carta
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8 aire - carta

  • 1. Aire Rodríguez Carrillo 18 de Julio de 2002 – 5 de Septiembre de 2002
  • 2.
  • 3. Aire Ya sé que algunos no volverán Que habrá que llegar hasta ellos Y entonces regresar hasta el hoy Con menos densidad y mayor amplitud. Ya entendí el frío y el alma La crueldad que suele habitar en algunos cambios Y la posibilidad de que un pueblo entero esté solo Como una cifra entre otras frente a los ojos del asceta. Prisionero de un presentimiento creo vivir Buscando un punto que juega a ser imposible Sin otro motivo que el de hallarlo para obviarlo Y así descubrir el velo tras el cual intuición e imaginación convergen. Después de los propios - siempre después – Los límites del otro – de los otros- La celda más justa Que al aire jamás puede aprisionar. A una edad en que las cosas al menos parecen Pasar enfrente desprovistas de algún dador de sentido Porque en cierta anchura no basta lo determinado Porque se siente que la ley está hecha para superarla desde ella. Ya sé que habrá algunos que regresen Y que lamentablemente lamentarán Que no se convierta en fiesta el día común Por un hecho que por parecerles enorme no fue sentido como tal. La sencilla copa compartida con el amigo Y desprenderse del cuerpo una y otra vez En el medio mismo de la liviana idea De que todo lo que sucede, sucede para no suceder. El aire mismo, que como el tiempo de aquí Arropa sin proteger la así antigua costumbre De ver cómo alguien entrega y otro toma la posta Como si tuviese algún valor el darle valor al visualizarlo. Al momento de jugarse, si comprendes de momentos No es extraordinario el repasar la última batalla Para captar que la primera es la que más pesa Y que a pesar de ese peso, posiblemente sea la última la que cuente. Andrea 23:59 18.07.02
  • 4. Pri hi d ai Como era antes, mucho antes Una señal contra el mal de ojo Escupir al suelo cerrando un puño El arte brutal por el cual, con la boca torcida Se podía, sonriendo, despreciar hasta al maligno. Así como era antes, así hoy la tracción Que lleva otro nombre y otra misión Pero que cuya causa siempre es igual Que no es otra que el drama del tenue satélite Y el planeta tormentoso que lo rige. Vienen y van, llenos o carentes de exceso Con la frugalidad de todo pasado Y la pretensión de un futuro inmenso Entre las mismas manos en donde anoche Fueron otras la que gozosas aceptaron la presión. Dirán “algo se rompió entre los dos” Dirán “nunca habrá de ser igual” Y aunque cada cual le guarda esperanza a lo dicho Lo hecho es lo que va pesando a la medida del tiempo De acuerdo a lo que dentro de cada piel se pueda atesorar. Uno pierde y el otro gana, alguien se lamenta Libre vuela la eterna sospecha de que nada es sencillo Y a veces faltan ojos para ver lo que queda tan firme Después del hurto, aquello que habrá de conservarse Pase lo que pase, y deje de pasar lo que deje de pasar. La inquietud del tiempo de espera La borra del café que aguarda su hora La playa bajo la marea alta La mecha que extinguiéndose extingue la cera Para una puerta que se cierra al lado, y una luz que se enciende. Lo lograrían si alcancen a ser lo que quisieron ser Pero nada más fuerte que una mujer enfocada en el despecho Como nada más débil que un hombre jugado a víctima Y nada más normal que perder el cielo por un par de horas En las que terminan por relucir las otras, dueñas de lo no sabido. Smarc 20:46 21.07.02 La tragedia Vamos bien, hay aroma a dolor
  • 5. Un lejano hedor a dominación Colabora con la imagen fácil De un alguien sobre el otro condenadamente. Crece el empuje de la vitalidad olvidada Las historias sabidas terminan por pasar de lado Tanto se quiere que parece posible que sea posible Se recuerda el “hoy”, aparece el “esta noche”. Con flores, con prados enteros Sin demoras que la vida no espera Que por ahí gritan penitencia Los de ropas pobres y alma enceguecida. Un solo día, o una sola vida El intelecto que juega a sentenciar El amo del gato ahogando a sus cachorros Porque nunca encontró a quién regalárselos. De persona a persona De sueño ajeno al otro, que es propio De lo adquirido a lo heredado Frente a frente una y otra partícula de fe. Quien toma los momentos y quien los genera La incomprendida ceremonia del ofrecimiento Para que la madrugada sea sofocante de angustia Y se pida la oportunidad, que obtenida, habrá de despreciarse. Pero no hubiera servido advertirle Que después sería tarde Que entonces sería que le tocaría buscar Entre muros de sal rodeando todos su pasos. Cuando por la inteligencia, la inteligencia se renuncia Dejando abierto el camino para quien quiera seguir Intentando batallas y siembras en algún corazón Todavía no termina de comenzar tan solo el cimiento. Las lágrimas de quien se sorprende actuando Y que en lugar de abandonar el pésimo disfraz humano Toma la careta más próxima y lo intenta de nuevo Mientras pretende dolerse de la marcha de su único espectador. Andrea 21.07.02 21:11 El reclamante En quien no creías tenía razón
  • 6. Y en la razón debías ganarle Y cuando por cansancio le venciste Encontraste que no era nada, y que eso eras. Quizá que fue por eso Que ahora no podrías cambiar Que lo que haces, a veces siendo distinto Conserva el mismo sentido, sin sentido. No habrás de volver, entonces Aunque de nuevo llegues a mi puerta Y expreses el preparado discurso Luego del cual desbordarás sinceramente. En Sudamérica, bajo el sol de febrero El vestido blanco sobre la piel morena Las huellas sobre las calles de arena Moviéndose con el aire, sabiéndolo. Una queja como adorno al cuello La esperanza, antes que la ilusión Bañando las pupilas para ciertas cosas ignorantes En un mismo cuerpo que quiere y cree no poder. La historia de una hembra y la de una música Que lleva su nombre sin que aquella lo sepa Entre los dedos de quien la sospecha Porque en otra lo que ve es lo opuesto. De manera que también sirves Como todo y como todos Como lo que respiras y todo lo que niegas Como el sufrimiento que conoces sin saber del dolor. Ofrecidas las defensas, por puro rigor Toca a fin la tarea del pontífice Se abre la hora de las presas Donde siempre falla lo previsto. Lo que de ti hablaron los que ya murieron Y lo que dirás de los que habrán de sobrevivirte Y una noche, quizás esta, quizás ninguna otra Para que yo te mire mirar las cosas que no me saben. Smarc 21:37 21.07.02 Entre sombras Soñarte una noche, y todas las demás
  • 7. O sólo haber podido imaginarte Para aguantar la teoría del espacio Y la de los estandartes perdidos. En una ciudad que nunca fue la mía Se habría erigido la estela de tu nombre Para llenar de sonidos el pretendido silencio Donde sólo los sobresaltos buscan entrar. En otra línea de un pentagrama infinito La precisa forma de lo que sin crecer se expande Como un mirar que difiere de otro en unos mismos ojos Apuntando lo posible, subrayando lo lejano. Al alcance de la comprensión de los afectos Fundidas, como siempre, inteligencia y sensibilidad En el acto de la aceptación y en el de la desestimación Hasta abarcar que todo abarcamiento termina en poquedad. Con sus aullidos me arañan la noche los lobos en las calles Suciamente llueve sobre los carteles abandonados Mientras, intuyo, tejes la trampa envuelta en ternura El huevo de algodón de donde asomará el áspid. Se mueven las sombras, se agolpan unas sobre otras Atisban mientras se muerden sus propios desiertos Le prueban a la llama, le juegan a la luz que irradia Los vidrios se destrozan y no es sonido el resultado. Paso a paso en el pasillo que bordea el Leteo Miseria y destrucción, la mentira de una obsecuencia Cuando el Dios pareciera perder la paciencia Cuando como tú, otro, distinto, tampoco mastica la comprensión. Los hospitales llenos, de lunas sangrantes y vaginas laceradas El llanto de las madres que nunca lo fueron Y la almohada llena de púas aguardando al cuello Y el aire, desesperado de escapar de su celda infinita. Como al final de lo que no tiene principio Y no como lo que ocultas pero que quieres confesar En el modo, la forma, y jamás en la consecuencia De lo que agradecerías se comprendiera, como no comprendiste jamás. Andrea 22:02 21.07.02 Aunque Que aunque lo fuese
  • 8. No nos parecería breve Que aunque nos lo dijeran Nunca lo creeríamos. El estallido del aire Por la presión del hombre Que lo busca desde la gruta Que lo sueña, encerrado en su crisálida. Otro viento, más frío Donde la nieve y el hielo Entre lágrimas de cuarzo Baña los labios de jaspe. La carne que cae, rendida, Por la edad de las circunstancias Por la oculta sed de los buitres Y la manifestada necesidad de los sectarios. Paraíso sin fruto, parábola sin mensaje El espejo mayor, el que refleja a los demás En el triángulo que absorbe por ser mayor Suma de dos septentrionales y uno meridional. El venturoso golpe de los ritos La cadencia de cada adjetivo Mientras todo se detiene por que el mientras partió Y por un momento lo que existe sólo es lo que se capta. Una roca, azotada por el mar Lacerada hasta la ignominia por el viento Pero que por sostener el hogar, el suyo y uno ajeno, Al agua le dice agua, y al aire, aire. No hay gracias, aunque sí conciencia Agradecido queda el que queda superado Anhelante el que domina el arte que le cupo Que podría consumirlo si no aprende a jugar con la detención. Lanzado, de sí mismo y por uno que no es él Que en él había a su agria manera de ser eslabón Muestra estructural que en diamante o grafito culmina Para cederle a lo que llaman voluntad un espacio en la nada. Smarc 23:37 23:37 Los creados Cuando en silencio, sin dormir
  • 9. Se extiende la espera de los tigres Y al tiempo, en su nido el águila joven Muta las plumas atravesando su propio centro También se cruza un ámbito Donde recordando a alguien Se espera la llegada de otro Sabiendo que no habrá más que uno mismo. No existía el cariño Donde habrá de estar No sería cierto lo dicho Porque quien habla del futuro Lo hace porque morirá O porque habrá de ver morir Para que lo escuchen todos Incluso aquellos que como él hablarán. En el final del día Donde queda el jergón o el palacio Tampoco se decide nada sino la intención Porque en el paso a paso de los siglos en segundos Es, casi en verdad, donde cada cual tiende Ya la red, ya las manos entonces nudosas Siendo que así pudiera recogerse más, mucho más, De lo que pudiera absorberse, sin tener a quién repartir lo demás. Nunca fue pulsado el timbre La silla toda su vida aguardó al jinete En el corazón de la selva se marchitó el clavel Como si sólo se tratase de una palabra que nunca fue utilizada. El placer de conocer, y el de adivinar Prescindencia del sujeto que lo logra Porque enfrente, puntualmente, se sitúa Uno que prescinde hasta de sí mismo. En honor al rastro de los astros Por una idea, aprendida o descubierta Capaz de realizar el fragor de una disculpa La difícil e intensa cofradía de los creados. Andrea 23:56 21.07.02 Siempre Siempre partir desde lo bajo
  • 10. Siempre andar por lo llano Como si la realidad estuviese en los opuestos Y el cariño más alto implicase fraternidad. Siempre el objetivo y la meta Siempre el curso y sus dificultades Como si todas las salidas fuesen un escape Y la llegada más alegre una bienvenida a lo conocido. Siempre la regla y el que por cumplirla la refiere Siempre el filo que en la mirada termina por distinguir Como si el trigo y la paja vinieran de tierras diferentes Y de uno y otro no pudiera obtenerse algo más que cosas. Siempre el suspiro, siempre Siempre la imagen y al lado su proceso Como si lo obtenido se distanciase de lo intentado Y cada caída signifique siempre un aleteo. Siempre tus calles que dices tan crueles Siempre tus madrugadas ricas en lloviznas Como si lo que esperases nunca estuviera Y bajo tus cejas continuamente se dibuje un callado reproche. Siempre un poco más, aunque sientas que ya no puedas Siempre una aventura, conocida o ignorada Como si en la persistencia pudieras hallar alguna clave Y en tu cálida soledad, un poquito de oasis. Siempre te huye, porque así te espera Siempre, haciéndote más Como la fiera que respirando menos aspira a más Y en la presa no ve su alimento, sino el de los suyos. Siempre amándote Siempre la vida Como a pocos les ocurre Y todavía queriendo Siempre, un poco más Siempre sed que no admite ser domada Como si el tenerlo todo no bastase nunca Y sólo al compartirla fuese posible realizar la riqueza. Smarc 22.07.02 00:19 Se hi d ai A las ganas de fiesta
  • 11. Le acompañan las telarañas El viento que viene del norte Y el certero conocimiento de un alguien Que por cosas complicadas se niega a la alegría. Aunque más sencillo No deja de ser difícil Pues la historia va de prejuicios Del nefasto temor de que el ayer Se cuele esta noche y embarre el mañana. Ni con la muerte habría solución Porque en ciertos momentos de la vida No hay más que vivir trozo a trozo1 Sin llegar al reposo dar un poco con el descanso Por al menos una noche en la que algo sea oído y compartido. Después de tanto insistir Será el dejar de hacerlo lo que provoque el reclamo Ya que no siempre es bueno abrir alguna puerta Y por alguna razón quién está detrás no oye a tiempo el llamado Y el dolor del que parte es ínfimo con el de que abre a destiempo. Mientras se pueda habrá que lamer las cadenas Que ganadas las virtudes del esclavo Es precisa la ascensión y sus efectos Y cuesta menos perdonar a quien estuvo donde uno estuvo Y pesa menos condenar a quien ni siquiera intentó haber estado. Se toma su tiempo, haciéndolo denso Quien le habló se ha vuelto invisible Las ideas parecen confundirse, dislocarse Y a pesar de que lo que siente es claro, no lo acepta Porque lo que le mueve es lo que el prójimo diga de su posible humildad. Y así el extravío, cuando pudiera ser el encuentro Una palabra que podía no haber sido dicha Y una más que pudo haber sido valorada en su medida Haciendo que lo corto señale lo largo como extendiéndolo Como si fuese la noche la que hace que brille el día. Hasta que acaba no acaba La dicha potencial La lacrimosa confesión en la madrugada El cartero que no sabe lo que lleva Y la dirección que sabe sólo puede esperar. Andrea 22:02 22.07.02 1 Mateo 15:27
  • 12. Error No es musgo Son las órbitas de los ojos de cientos Arrancadas y puestas en la escalera Recibiendo el paso embotado del que sube Por los escalones de la intemperie. Destrozado el conjunto Para el rojo gozo de uno solo Nublando lo que le queda al alma Entre señas que le burlan la salida Y el inconmovible peso de una montaña de remordimientos. Tarde, y por el cúmulo de necesidades Los deseos que se vuelven imágenes Sin sonidos donde parece alguien llama Sin movimientos donde una sombra pareció desplegarse Y no es más que la mente exponiendo su insana fragilidad. El nuevo día desprovisto de todo abrigo Que no sea el que cobija gusanos en los bolsillos A donde van las manos que quieren evitar el granizo Mientras una risa alcanza a arañar las orejas Haciéndole doler las muelas a la que en silencio menstrúa. De a poco se realiza la formación Un punto y otro convergen a la cita El hambre es mucha, la pericia mayor Gobierna el orden del ritmo más preciso Donde nadie falla, porque todos están en uno. Calma, que hay estilo en la tranquilidad Como en las manos del barbero y en las del homicida En el contrapunto donde la pureza no viene por ser citada Donde el juicio es para los que no lo tienen Y desde aquellos que lo han perdido, por mentirse sin creerse. Muchos años después persiste el grito de los ahogados El zumbido de los aviones que se presienten antes de llegar El reguero de pólvora antes de que la misma sea inventada Visiones reales, huesos rotos y corazones sacrificados en holocaustos La carne cruda que palpita su credo decible, horriblemente errado. Smarc 22:27 22.07.02 Izquierda y derecha
  • 13. Anduve por lechos La primera patria de los amantes Examinando los finales, todos Para ver cómo era que ocurría. No vi mucho que pudiera llamarse distinto Vi, que en la repetición adquieren valor los detalles Que al tiempo van perdiendo en importancia Por el peso de la rutina que sin disciplina provoca el tedio. Se vuelve triste, a pesar de tanta fuerza invertida Como el atleta que de un salto quiere llegar a la luna Sin haberse detenido jamás a pensar si era tan bonita Y no como la rodilla, que obediente, se pliega y se despliega. La carga de los ahora la soportan los instrumentos La de la consecuencia de la potencia realizada Al pecho le caen al que manda creyendo gobernar Y entonces, alma y músculos, dolidos o plácidos en el después. Intuyo que hay más de lo que vi Aunque jamás lo haya presenciado Y sabiendo que es vano plantearlo Callo que cada cual es infinito porque no pudiera haber dos. En los bordes, que nunca explican nada Porque esa es su misión, indicar el filo de los límites Que atropellando siempre terminan por mutilar Pero que saltándolos dejan ver, en el pasado, su brillo. Después de la lástima la risa dura El objeto más preciso por acabado Tal como lo imaginó quien lo ve Y un poco más, el detalle de que no lo hizo uno. No cambiar, que no hay muro que no sea de contención Y girar y girar para confirmar que todo es cierto Con la convicción de que pudiera no serlo como motor Que ruge, y al sonido agudo llega, cuando por no encontrarla hace la huella. La sombra del crucifijo en la pared El humo de los cigarrillos y las copas llenas El murmullo tan tenue y tan voraz Y el libro y la espada que se hacen una seña cuando llega la lógica. Andrea 23.07.02 22:19 El sentido, el precio
  • 14. Dos o tres planteos Que lastimeramente juegan A ser diferentes, únicos Mezcla de sueño y vigilia Pero que no llegan ni al humo. Por el temblor que nunca se espera Cae el revoque de las paredes Se desnudan los arácnidos nidos Surge el polvo sin ser señal esta vez Avisa el mareo, el rencor no soporta la alegría. Y las sábanas de los hospitales Cubriendo la mente que por detenerse Se hace creer que el tiempo es lo móvil Mientras feroces eruditos cierran círculos Y algún ser humano accede a su propia esencia. No comprendes pero sientes que lo haces Sin percatarte que de tu boca brota el juicio Que a la hora de la presión tus deseos no cuentan Porque por todo lo que pidas y se te conceda Habrás de pagar, y no hay más precio que el del fin. Las cartas derramadas sobre la noche Los astros divirtiéndose con sus astrólogos Con las veredas sudando suelas de goma Con las ventanas llorando restos de lluvias pasadas Y un cielo dentro del pecho al que le bastaría odiar para surgir. En el límite del esfuerzo Que conserva su sentido Justo en el antes de perderlo La idea del brillo, la noción de lo incierto La siesta del mundo agostando intenciones. En el viento los brazos Sin postura, sin pose copiada La genética mordiéndose la cola En el fondo de la copa del sacrificio Donde aguarda un reflejo que oculta su ser de velo. Smarc 21:48 24.07.02 Ordinariez El aire me había prometido cosas Batallas que serían históricas Travesías incomparables
  • 15. Y un diario, que como su dueño, no tendría fin. Sin embargo, no todo ocurre tan aprisa Y es la memoria la que muerde en la velocidad Porque no hay premura en lo que ha ocurrido Ni desgana, porque habiendo existido ya no está. El tabique un poco desviado Por un golpe que no se supo evitar La mirada siempre fija y al fondo Por haber aprendido a no bajar la guardia. En la distinción de los versos Y de aquel que los porta En la concepción de lo que será mensaje Y que en un espacio todavía no deja de ser idea Como no ceder a la provocación y entonces vencer Y por no ver el rostro del vencido levantar el escudo Para mostrar el muro detrás del cual cómodamente se habita En el medio de la carretera hacia uno mismo. Y así decir, lo siento, lo siento mucho Nada gira a mi alrededor No giro alrededor de nada Porque no hay centro, no hay órbita. Desprendido, piel pura Flaco de necedades Impulso constante Altar primitivo en una tierra desolada. Y en los libros, en los que compraste Los almanaques conocidos Donde todo está entre líneas Que se vuelven cuerdas dispuestas a ahorcar. Encendidas ocho velas, y no siete Que sin brillar a manera de reflejo exhalan Que de todas las necesidades posibles La de una prueba y una señal esculpen A quien corresponda, el homenaje a lo ordinario. Andrea 21:53 25.07.02 Concepción Cavas un hoyo en la tierra Sin saber que será lo mismo
  • 16. Hacerlo en el centro del aire Porque no está en lo que quitas. Sigues, inicias la persistencia Y te da igual que la tarea impuesta La realices de día o de noche Porque no está en lo que quitas, sino en lo que buscas. Superada la bravura adquieres paciencia Sin recordar ni el motivo ni el fin intuido Dejas que el esfuerzo roce el agotamiento Recuperas la ignorancia, el dolor de su inocencia. Sólo entonces, cuando crees haber llegado al límite Y sin ver claramente ni lo que será ni lo que fue Encuentras tus manos, las tuyas propias, en labor Y aunque quieres permitirte creerlo, no cedes a la idea de que está en ellas. Después de tanto la piel está gastada Debajo de ella la voluntad de la sangre corriendo en las venas Y el continuo acto de la fuerza en los músculos Que te ofrecen el imprevisto espectáculo De un motor que llaman corazón De un timón que llaman mente De un algo que se encuentra Y que al hallarse, de nuevo sospecha, que no está en lo que ve. Entonces finges detenerte Pero a hurtadillas insistes Sin dejar de oír lo de afuera Decididamente atiendes los detalles. Casi caes, casi te extravías Grita fuerte el mar de los dolientes Y el brillante gas de los elegidos Antes que guiar, puede bien obnubilar. No está en el hoyo lo que buscas Cierra los ojos y mira: Ni en tu corazón ni en tu mente Sino en quien concibió que concibas que lo hizo Ordenando primero, permitiendo después. Smarc 22:22 25.07.02 La despedida Merced a vos, señora mía
  • 17. En el espacio encontrar la asfixia Parte es de la ruta que habiéndola elegido La pretendo destinada, tentando vanamente amenguar El dolor, que de otro modo seguro estoy Tanto me sobrepasaría, que luces me faltarían Hasta para hallar algún culpable a quien reprochar Este infinito, que pudiendo alcanzarlo y vivirlo De las manos me huye por habitar en vuestro nombre Que el mío conociendo, sin piedad lo desestima Porque en mi historia hay poco, y aunque puro No es agua para labios que sólo beben inocencia. En la cima del recuerdo de mis historias Me queda, como una daga en el medio del pecho El terrible poder de imaginaros conmigo Y por sólo esa imagen abarcar la inmensidad de mi desierto En el cual, por compasión, hasta el sol ha partido Menos ardiente, creo, que en siglos anteriores Porque parte de su llama y parte de su calor Se extraviaron, al yo extraviar el camino a la mirada de vos. Confieso que una parte de mí desea afligiros Que como el enfermo, por el médico sabiéndose incurable En el que intenta su cura quiere descargar su ira Así mismo, desde mi vigilia, de ella deseo contagiaros. Pero es breve, señora mía Aprendí, en el polvo, admitir mi condición El ser de aire, el de pertenecer a la no pertenencia Sabiendo que el precio es encontrar en no quererlo No dos errores, o uno solo, sino ninguno Porque en el querer, si al hacerlo no se inflige la ley No hay motivo de pesar que no sea en el tiempo Y no hay placer que no se cumpla en lo eterno. Por haberme dejado, os dejo Y por no buscarme os buscaré Pero sabiéndolo a cada paso Como el hombre que camina sabiendo que dejará de hacerlo. Andrea 23:20 25.07.02 Los otros Te mostrarán lo que eres a sus ojos
  • 18. La maravilla de cada segundo en el tiempo La más imposible convergencia de los astros Y una montaña de sal relatando tu nombre. Mientras yo te sueñe niña o mujer Y torpemente te dibuje en la arena Por no comprender lo que quiero comprendas Todos ellos podrán hacer lo que nunca hice. Para uno reina, para otro princesa Capaces de hacer de lo que no eres La imagen existente de lo que podrías Y que por tu inteligencia aceptarás. Para que yo diga que no eres mi consuelo Para que yo sepa que no eres el motivo de mi alegría Para que admita que la corona implica una cruz Y la cruz una vida, una vida obtenida en el medio de una esperanza. Necesaria y precariamente Contigo, con lo que no tengo Con lo que quisiera y tanto trato De no querer para no pretender El circulo perfecto La espalda de miel El rostro bondadoso Que destroza los espejos. Los otros pesan, lo sé Como sé que te pesan Sabiendo que el peso es carga Y que la carga destruye o construye a quien la lleva. No me va a quedar nada Calles solas, libros silentes Miradas que se desvían Pánico ante mis pasos Por quererte, y querer que me quieras Por estar dispuesto y exigir igual aptitud Sabiéndome barro besando el mármol Con el viento, y no tus manos, jugando con mi pelo. Smarc 23.:40 25.07.02 El espejo Lo que sientes por alguien
  • 19. A quien no le importas más que el mundo Al que lo que acusas de no manifestar Lo que siente por ti, sin que el mundo lo sepa. El marino que bebe su taza de café Recordando la tormenta de hace un momento Donde salvó la vida y salvó una ajena Y que calla, porque no quiere explicar lo que vive. Las ilusiones de la mujer preñada por primera vez Y que no puede compartirlos con su hombre Porque nunca fue suyo, porque yace bajo tierra Y en su mente un lazo roto o una cadena salvada. Al final del día el dinero que cuenta el cambista Y la amenaza fija del recaudador de impuestos Con el corazón que va queriendo fallar Volviendo a la boca muda para palabras bellas. Lo que en los días que vienen atisba el que proyecta Ignorante de cómo fue que en un tiempo se elaboró El piso sobre el cual su escritorio asimila la gravedad Y la anciana, que en el campo, por la lluvia, no saldrá del galpón. Los hijos del piloto de pruebas Y los del carpintero Y los del arquitecto Y el padre de todos, impreso en los libros. El peso de los líquidos y la sublimación El estado del miasma y la imagen del que sangra Cien corderos y un lobo que no sabe que es lobo La calle abierta para el que mutiló su voluntad. Y a veces En dos lechos distintos un mismo sueño Y en dos siglos distantes un mismo ideal Y dos alternativas para un único momento. Que hoy es temprano y mañana necesariamente será tarde Que si no lo logras podrías incubar al ave negra de la decepción Que si triunfas podrías obtener el duro premio de una soledad perfecta Y que si lo dejas pasar no lo notará nadie, salvo el espejo, que domina la espera. Andrea 26.07.02 20:40 Bajo los ojos Piedras de fuego que en tempestad caen
  • 20. Sobre las débiles espaldas de los efebos Ante la atónita mirada del esclavo chipriota Que fue al mercado a comprar velas amarillas. Cuando dar duele, porque lo que se otorga Es tan único que no puede evitar su condición de peso Evitable sólo si se sabe ignorar su destino crucial Que marca al receptor con huellas bajo los ojos. Y el vacío ajeno más personal Provocado por la presión de los conceptos Que se vuelven aire cuando el que los entregó Se marcha, distinguiendo su cuerpo del mensaje que lleva en él. El que sabe está cayendo, y no siente nada El que resurge tan solo para volver a llorar por vez primera El que desconoce el límite que fija la noche de su muerte Y el que espera un obsequio en el que no exista la tensión. Y después, sobre las nubes los epitafios En los que están inscritos números solos Ocultando y cerrando la puerta y no el camino Hablándole con fuerza a la fuerza que busca. Sin dejarte navegar, para que partas Asidos a tus tobillos y todavía buscando Insertarle un clavo ardiente a tus ideas Para que le extiendas el pecho al timón y a las velas. En la densidad de las horas Cuando el suelo acepta tus pasos Y ni es la tierra ni el agua tu vía Donde desistes de desistir, es que vas viendo. Tuya la intención, y tuyo el anhelo La posibilidad de fidelidad El centro puro del volcán Y el jadeo contenido ante lo inmenso. A tu edad temprana, donde los vidrios no cortan Porque todavía todo lo que queda separado puede volver a unirse Merced a un solo chispazo, a un solo salto Sobre el abismo y sobre los cielos, en la noche de tu alegría. Smarc 26.07.02 21:40 El golpe mudo Sin haberte buscado te hallé
  • 21. Y te propuse la noche entera Como quien propone un libro Sobre el que se hablará luego de vivirlo. Te invité a mi lecho, y a mis soles Te mostré imperios y arrabales Te di de comer y te dejé dormir Y cuando logré que sonrieras, fatalmente De nuevo comencé a esperar y creer en ti. Pero el sí era para las formas No admitías mi fondo, pues Con solo imaginar el abismo Temblabas de impotencia. A empezar de nuevo dice el día Y caminan cada cual con lo que hizo o deshizo Sogas, cadenas, alguna estampita oculta Y el breve rezo mascullado en la noche. La narración de la culpa desde el culpable El papel que ejerces durante todas las horas Porque nunca pudiste aprender otro Porque no tenías quién te enseñe Porque cuando no hubo lo que querías, no lo construiste. Aquí me quedo, en mi viaje Las puertas del mundo son tuyas Toma lo que puedas y a quien puedas Y si por intentarlo es que se me acusa Confieso que en mi falla encuentro nobleza. Vete ya, que lo cotidiano te aguarda La seguridad del techo y la de la muerte Las cosas simples, las que tienen medida Dentro del viejo marco de la incomprensión y la ingratitud De donde partimos todos hasta que descubrimos lo contrario. No se oculta lo que no existe Como no se irradia lo que no se es Pues, mira bien, la idea de lo perfecto Sólo puede concebirla un imperfecto No piensa el árbol en ser árbol cuando lo consigue. Andrea 20:33 28.07.02 Te hi d ai Vino desde otro planeta
  • 22. Compartió mi mesa en silencio No habló más de lo necesario Calló lo justo, expresó lo exacto. Me pidió la libreta que llevo siempre Le dije que sentía un poco de vergüenza Con un gesto me hizo entender que no importaba Que sabía que lo ahí escrito difería de quien lo hizo. Estaban El número de los muertos antes de Cristo El número de los que murieron un tiempo después El de los vivos actuales divididos en dos columnas Una para los desgraciados, otra para los que dejaron de serlo. Recorrió las páginas de las enfermedades Las de las guerras y las del hambre Se detuvo un poco más en los suicidios Y todavía más en los abortos provocados. Llegada la hora, le pedí que se marche Evité preguntarle si qué haría al respecto Para no tener que oír la sabida respuesta: Anotar lo que tu hagas. Subí entonces de memoria las escaleras Y en el estudio encendí sólo una vela Sobre la tabla, a mi izquierda el libro Y frente a mi, la libreta abierta... Una vez más las dos columnas de los vivos Examinándome, y no yo a ellas A ver en cual de ellas, por esta noche Y sin mentiras, termino por escribir mi nombre. Si no es de carne lo que condena No será de carne lo que salve Y lo que en el tiempo ocurre En el tiempo es que deja de ocurrir. Sólo dos columnas al final del día Con sólo el amor pudiendo crear una tercera Y ahora es la noche, y este es el tiempo Y el pulso es firme, escribe sin demora. Smarc 28.07.02 21:14 El suelo de la montaña A salvo, en el suelo que sólo tú pisas
  • 23. En medio del presente intentas el futuro Y la imagen de la memoria te asalta precavidamente Para que quieras compartir lo que con nadie has podido. Aunque ruda, la tentación es perecedera, como todo Se trata de no ceder y evitar el roce crucial Por el que el acceso queda permitido Una sola vez, para después otras tantas A quien no ha sabido distinguir claramente Entre el temor a la autoridad y la valoración de la justicia Entre lo creado y lo generado Entre lo obtenido y lo construido. Chirrían los goznes, el movimiento del aire los mueve Se quiere, se puede, pero no se debe Y la lealtad, que parte de la mente Parece querer quebrarle al cuerpo en sus exigencias. Y no hay certezas en las propuestas Hasta el mejor esfuerzo puede fallar Quizá el salto más grande no sea suficiente Porque lo ido es ancla que cada cual leva o no. Quién habrá de oírte cuando calles Cuando cierres los ojos y sigas pensando Cuando en el lecho puedas sentir la lluvia de afuera Y cuando bajo el sol, caminando, todavía huelas a noche? La calidez de una espada recién forjada El sueño que se sueña buscando otro sueño Lo que nunca se ha querido, y que ocurre El imposible grito de las luciérnagas moribundas. Recio el fango, yerto el metal El peso que por sí a sí se hunde En la historia de la carne y la carne Dibujada por monjes ciegos que no conocen la escritura. Las pastillas, como alguna piel, en lo lejos Sosiego agridulce, ya inevitable Como una montaña que en el Tibet conversa con la luna Porque no puede tocarla, porque nunca podrá tomarla. Andrea 29.07.02 21:49 Cosecha Como un juego que no querías
  • 24. Porque alguien habría de perder Como un objeto cuyo precio No todos podrían pagar. El beso y la tarde entera El escándalo dentro del pecho Por una ansiedad con nombre Por un desafío en el corazón. Ahora lo que será pasado En este mismo instante Polvo que lleva el viento O pilar saludado por el aire. Plagiando la vida Arreglando detalles La hora que no se conoce Que sólo la sabe quien la espera. Antes del error de fingir Exponiendo crudamente El prado y sus gusanos La vida tenue de quien sabe vive. Todo porque sí Porque hay muerte en el aliento Desesperación latente en cada gesto Mar bravío, el infinito vientre del otro ser. Y de lo que pasa algo quedará Y valdrá si de ello se extrae Parte de la madera que formará el timón Para la ola que viene y la tormenta que le sigue. No conviene extrañar La telaraña de los afectos No combina con la llama Que alumbra al que busca más de lo que le dieron. Por de pronto, una copa más Los ojos rojos de tanto escudriñar Y los pies fatigados de tanto no ser alcanzado Por si fuese posible que el que coseche sea el que haya sembrado2. Smarc 22:28 29.07.02 No es así 2 Juan 4:35-38
  • 25. Ya no engañan tus mentiras Porque aquí ya no cabe tu historia El espacio es breve, como una vida Y ya nadie tiene tiempo para errores. Supongo que fue distinto, y que entonces Le supusiste permanencia a lo inseguro Pretendiendo inocencia donde había malicia Pues ya tenías preparada la petición de perdón. En verdad, no importa, después de todo Sólo es tu caso, y en esto debes placerte Pues tenías razón, “los demás” no existen Y lo inexistente sólo al intelectual puede perturbar. Así las cosas, no te valdría ya revisarlo todo No es que sea tarde, es que ya no tendrías fuerzas Porque aunque bastarían diez para darlo vuelta Necesitarías de cien para aceptar lo que no puedes ver. Suele suceder, ni siquiera es notable, No es el objeto, ni la actitud de los ojos Sino el simple modo por el que todos los días Se trata la expansión hasta lograr la aptitud. Palabras que no quisiste escuchar Y que ahora, entonces, no podrías usar Momentos en que apartaste el rostro entero Y que ahora hacen no puedas ver el del que te sentencia. Sin embargo, también tú serás escuela Te duela más o te sirva de consuelo También indicarás un camino a seguir Y un final digno de los pasos dados. Ahora que estás con nosotros, con los demás Aprovecha, finalmente, lo poco que hay Cosas que se tocan, cosas que se quieren Sin otra posibilidad que la de desconocer el desenlace. Se está bien porque otros están peor Se está mal porque otros están mejor Se está de acuerdo a como otros estén Porque la prescindencia se convirtió en dependencia. Andrea 21:39 30.07.02 Hoja de acero
  • 26. Sonríe detrás del maquillaje Baja la mirada, y en el gesto Parece saber algo más Una historia de lobos y otra de tigres. Por ser capaz de hacer despertar También sería capaz de extraviar Hoja de acero sin mango conocido Que se toma con el pecho dejándose atravesar. En la tarde sin cambios Donde llueve a la luz del sol No se advierte el clima El deseo se lanza a sí mismo. Entre sus piernas pasa el aire Reconociéndola, sin besarla sigue Cargando ahora con su aroma Que llena la habitación en penumbra. Y aunque ella ignora lo que sabe Todos saben lo que ella ignora: El paso que quiebra los leños secos El sueño liviano de los que permanecen alertas. No es remanso para nadie Pero transita sin tensión Carece de ninguna solución Y no está en su ser dar un conflicto. No arma sus jugadas - no tiene con qué – No espera demasiado Y aceptándolo todo no termina por imponer. Arena blanca y agua clara Que camina sin gozar ningún milagro Y se detiene sin presenciar ninguna tragedia Porque lo que está es lo que hay, y nada más. Y el silencio donde con sencillez gana Porque aunque no hay equilibrio donde no hay fuerzas Aún así conserva una difícil expresión La de lo posible, la de lo cierto entre las manos. Smarc 30.07.02 22:00 Cuando vuelva y venga
  • 27. Cuando vuelva el verano Cargado de aroma a tormenta Fuerte e indomesticable Como el corazón de un continente Y venga a mi oscura terraza A traerme el mensaje del sol El alboroto de las cigarras Y el calor queriendo agotar al aire Tendré presente el anterior Y jugaré a imaginar el que sigue Y quitaré cuentas de los nombres Y la medida en que estuvieron o no. Sumaré y restaré, y para serme fiel No tendré en cuenta el resultado Sostendré lo elegido, como si fuese invierno Como si sólo lo incompleto buscase complemento. Pero es enfrente, es literatura Aquí, donde el dedo toca los muebles Donde se decide el destinatario Las ventanas aún están cerradas El juego es poco, mucho el trabajo Las promesas hacen el estire Lo aprendido el empuje Y el sentido duele en su claroscuro. Queda por ver lo que queda A ver qué tanto se extienden los músculos Y qué tanto comprende la mente En una, en dos, en tres páginas Que dirán de Antioquia y de Ispahán Como quien dice de la puerta Para referir a lo que se da al trasponerla Cruzando el aire con los ojos. Y cada cosa, detalle o no En una rueda que quiere ser de fuego Y que en su querencia halla motivo de persistencia Intuyendo, más que el fuego, el calor en el verano. Andrea 30.07.02 22:29 La primera
  • 28. Un jugarse porque da la edad Porque los miedos, aunque muchos Son breves y un poco torpes Pues basta un puño, o una palabra Para lograr el abrazo y el puente que genera. Sin hablar, de la potencia o de lo histórico En un auto o en el pórtico de una catedral El destino de ser real y de que alguien lo sea Y que ocurra mientras se va viviendo Entre presagios y certezas de manual. Con lo que se tiene y desde ahí lo que se espera Con lo que se quiere y desde ahí lo que se obra La ropa que alguno elabora y que otro la viste La tala que se imagina y la que porta quien se desconoce Y el arte, realizado o no, de captar un extremo unido a otro. Nada que decir cuando suena cada nombre Transmitiendo el mensaje que habita en las entrañas Y que quiere responder porque sigue su propio impulso Atravesando lo que tenga que se le impuso tenga que atravesar Hasta llegar al punto casi extremo en el que no cuenta acudir Sino seguir acudiendo, señalando la no poca distancia Entre el acto y su continuidad, entre el verbo y su sujeto Como ramas que sabiendo que lo son, saben no eligieron Y que pudiendo esgrimir una protesta se abstienen de hacerlo Porque quieren, contagiadas de una querencia que las incendia. La nueva vuelta a lo sencillo, sin sonidos esta vez El impulso de un aliento que aletea su verbalización Los ojos clavados en la no necesidad de explicaciones Las pupilas fijas en lo que pretendiendo desestiman Como desestima la mujer estéril el sexo del hijo prometido. En alguna calle, al fondo de una noche o de alguna siesta Durante o después de algún deseo que se habría atrevido a brotar En el adentro de un ser que con sus manos expresa lo que es - Un intento que sospechándose bajo el granizo más humano Sabe de los que sabiéndolo pretenden la liviana estadía – No estalla un grito, sino que se concibe una primera orden. Smarc 30.07.02 22:50 Tus sabotajes Siento que no querrías que lo logre Y no por la consecuencia, sino por el acto
  • 29. De realizar lo que pudiendo hacerlo tú No lo haces, por la razón que elijas. Pudiendo consolar, no sabes alentar Tus propios sabotajes te lo impiden Como le impiden los actos del hedonista Querer hablarle a la asceta más extremo. Los visitantes de la noche, los extremistas Cada uno con una daga ya empuñada Y con un velo cubriendo sus intensidades Demostrando intangibles, probando intensidades. De los otros por nada, de los que te miran De las vías solitarias de un tren oxidado Y del crepúsculo de una intención anciana Como del puente, en el aire, desprovisto de rumbo. Sin la idea y sin el cuerpo El humo mismo en las tarjetas postales Toda imagen de todo suplicio Convergiendo para lo barato y lo ordinario. El golpe de lo que no entiendes La oscuridad, la luz, y la plástica De referir una realidad a mansalva Ese campo propicio para la ignominia final. Tensando la cuerda del arco del alma Midiendo los vacíos que queden por recorrer Mientras se asiste a la propia desesperación Dominada por el impulso constante de un esfuerzo enloquecedor. Así los ojos sobre los hombros tuyos Que alcanzaron para el alivio de la tristeza Pero no para el estallido de la risa franca Donde se destruye el temor, como se destruye un obstáculo en la mina. En el borde de los dedos una frágil precisión Las teclas que urden la posibilidad de tu nombre En un tiempo en el que avizoras lo que hubieras podido De no ser por tanto presente cargado de un pasado que no sabe absorber. Andrea 23:57 31.07.02 Su pregunta Ya te habías marchado Ya lo diste por perdido
  • 30. Bajo la bóveda del templo En el que jamás creíste poder creer Cuando de lo imposible surgió, a su tiempo Una confirmación vestida de cita Un ejemplo inacallable La voz de un hombre en medio del aire. Supiste que no habría refugio Que el verso va y viene Como estaciones, días, y noches A su tiempo y en su propia marea Y entonces la locura de la asfixia Un juego dominado por el peligro Lo alto volviéndose lo más alto Y lo bajo, volviéndose lo más bajo. Golpea el rostro la intensidad Haciendo crujir todo lo adquirido Marcando nítidamente el límite Entre lo que se acepta y lo que se propone. Como en el que le parece, no busca distinción el que lo crea Sino una similitud en lo lejos del afán Como el padre que en el vástago no defiende lo que lo difiere de él Sino lo que lo aúna con el retoño por el que éste cruzó las nubes. En las hojas de lo predecible Como un señor dialogando con las piedras El sentido frente a su origen Negación y afirmación frente a la aceptación. Sangre goteante sobre las púas de un acero que se odia Por la captura de lo efímero que termina señalando lo eterno Como el hijo que mira a la madre de soslayo Mientras ésta, en silencio, observa absorbiendo el tiempo. La diagonal implícita Y los saltos del sacrificio Por una explicación que hiede Por un rostro que hasta en las manos transmite su pregunta. Smarc 00:14 01.08.02 La niña II Sin saberlo, todavía sin saberlo Con dos o tres palabras inesperadas
  • 31. La niña me perfora el corazón Y en mis ojos escruta, de su vida la dimensión. No falla el aire, falta Cuando ella no está Haciendo de su ausencia una piedra Cuyo peso sólo se soporta por la promesa de su vuelta. Es con ella que todo es grave Que al cimiento se le exige culminación Y a cada flecha un blanco preciso Porque me fue dada en respuesta y bendición Como se le otorga una luz perfecta al pintor inexperto. En el centro de mi garganta, tantas veces acusada, Ella anuda un lazo que sólo con lágrimas se afloja Y tanto tensa cada momento llevando al límite cada fibra Que la vida se vuelve mar y cielo fundidos en una montaña. Frágil, como el que sabe que otro sabrá más - Y que caminando entre miradas de respeto Devuelve sonrisas porque no se abarca lo que lleva dentro – Y fuerte, como el que intuye que lo que conoce No alcanza para imponer el rumbo, sino sólo para indicarlo Me juego a persistir en esta nada de tiempo Merced a un par de suspiros pensando su nombre Haciendo girar una y otra vez en mi mente La dolorosa alegría de la realidad de su existencia A ver si puedo alcanzar lo que me he propuesto: El tiempo sin momentos La felicidad sin adjetivos El verbo sin oración El fondo sin ninguna forma. Y entonces sentarme A ver cómo la niña sigue Su propia espiral Su también único embravecido carrusel. Finamente me persigue Sin delicadezas me subyuga Y en una sola mirada ensancha mi pecho Presionándome a ser lo que seré Dejándome ver que ella ya ve la distancia. Andrea 03.08.02 20:42
  • 32. Mirando atrás Cuando queda limpio el sonido Y todo espacio coincide con su forma Imponiéndole un orden hasta a las ausencias Todavía queda el eco del fragor atravesado Y en la claridad lograda por fin asiste el sosiego. Por haberle dicho que sí al corazón Cuando pidió algo que no era cariño Sino una naturaleza roja que enfrentar y vencer Para tentar la calma que siempre le huye Porque en su centro más que sangre hay llama. Y, sin embargo, es cierta la tristeza Porque cuando uno termina con uno Es cuando en verdad comienza el mundo En el que los más cercanos no siempre son Los que nacieron más cerca de la propia cuna. Cada cual con sus demasiados Donde la intensidad existe por no ser explicada Donde toda carencia tiene raíz en la incomprensión A donde hay que entrar alguna vez, cuando sea posible Con un mensaje prístino por su potencia realizada. En el antes, sin apretar los pasos que ya no se sienten Permitir el propio avance, o la idea de ello Dejando caer sin demasiada tragedia Las escamas de la piel cansada que ya en el verano Desde el suelo y satisfechas verán como las nuevas siguen el viaje. Los búhos que se descubren no tan solos Una amistad que tuvo su inicio hacía años Y que hoy va cerrando la estructura de los muros Donde queda el espacio para una puerta que invita Y una fosa inmensa para los que no gozan de buena voluntad. Y ya con las horas que no siempre coinciden con el reloj Haciendo juego con los almanaques que pierden precisión Con seis alacranes, el beso de un ángel, un monasterio y una calle Realizando el peso, realizando el contrapeso, ensanchando la barca Que ni busca la tormenta, ni la evita, que en el día y en la noche Aunque no lo intente simplemente va un poco más, porque el fuego la llama. Smarc 04.08.02 14:21 Cu hi d ai
  • 33. Dice que devuelve lo que le dieron Que sólo quiere a quien le quiere Y que lo que le enseñaron es poco Que no tiene culpas el que ignora Y que hasta el que conoce es limitado. Mientras entre sus manos no muy hábiles Sostiene como puede las del hijo Que sin haber aprendido a vivir ya roza la muerte Y uno y otro ser humano reciben así las semillas Del resentimiento más hostil, o de la aceptación más humillante. No tiene recursos el médico condenado a amar al mundo No basta el sentimiento, nunca bastó ningún conocimiento Lo necesario está arriba, adentro, y al lado Para quien quiera, si puede atravesar sus miedos Y se anime a destruir lo hecho para intentar construir algo mejor. Dice que son discursos, que no son más que palabras Siente que el que le habla difiere de lo que dice el libro que porta - Ve en su mente jueces entregados a llenar el abismo de sus cuerpos - Y no es paciencia lo que lo clava a la silla junto a la cama Sino la impotencia de revertir lo irreversible, la costumbre de no tener respuestas. Esa noche, o a la mañana siguiente Alguien tendrá que lavar el cuerpo del hijo Y aunque alguien logre en algún después Lavarle el alma de todo lo vivido al procreador Mantenerla pulcra dependerá de él. Dice que se habla sin saber, sin haber estado Que son débiles y que no saben odiar Y que pudo haber sido sencillo trocar su rencor En una gratitud tangible e incondicional Si sólo alguien hubiese permanecido firme junto a él. Las comidas serán diferentes, los alimentos no El mismo hastío y la misma decepción Los días amargos sin la posibilidad de vivirlos todos juntos Sino uno a uno, a cada hora la memoria contra el futuro Contigo leyendo lo real, inmóvil, dándole razón a quien te acusa. Andrea 04.08.02 14:58 El azor Sobre las torres del castillo Solo, cruza el azor de nuevo Observando y por ello transmitiendo
  • 34. El cielo imposible para los pedestres. Me muestra el hielo de tus ojos Tu piel todavía tan joven Las ganas y todos los años Tu historia que sigue aún sin incluirme. Lo que no puede decirse por estar vedado El infructuoso movimiento ardiente En las entrañas de una tierra oculta Donde al invertirlo todo se accede a su sentido. Por la inteligencia que te piensa La sonrisa que se filma y se archiva Gritando imposibles sobre las torres Bajo el vuelo del azor todavía desconocido. Todo extraño a mitad de la fatiga Antesalas y más antesalas Desconociendo si será o no de materia Quien venga o aquél al que se encontrará Cuando los cadáveres junto con su cuerpo De nuevo, como banderas, levanten cada uno su propio nombre. Ronronea y no quiere trascendencia Bastándole el espacio de una habitación Mueve los hilos sin soltar ninguna cadena Entregada al juego de ser compañera Sin que se le escape los destellos tras la ventana. Cuesta, como cuando detrás no hay imágenes Salvo la de las agujas insertas en un corazón El cariño perdido, el afecto robado, el extravío La cita que jamás había existido y en la que se creyó Como el niño que por mucho tiempo cree que la vida es un fiesta. Y por encima, uno que vuela sin expresar Y entre nosotros, habitando el de rodillas lastimadas Para la desesperación necesaria y absolutamente de manual El grito más alto y el más lejano El compás quebrado y el pergamino que no sobrevivió a la lluvia. Smarc 16:07 04.08.02 Qu hi d ai Por cada día una medalla. Andrea
  • 35. 16:13 04.08.02 La mesa Doce cruces bajo las piedras Que pocos imaginan y menos recuerdan Presas en las intenciones del que habla En el crepúsculo de un sistema solar. Astillando las manos y no los ojos Con golpes exactos, dirigidos a lo hondo Donde al que estuvo antes se le pide que aguarde Como si todavía existiese movimiento en la carrera. En la asfixia, en la madera de las frutillas En el verdadero sabor que no incluye recompensa Levanta el pánico sus nacaradas trincheras Habitadas por la voz de todas las lenguas. Camino al sepulcro de la tarde Derrotando difíciles acertijos Con el pulso apenas controlable Guiando las mareas del extraviado. El himno sucio de vanidad La divisa pobre en el estandarte Los huesos, como el alma, emblandecidos Por la copa que como su dueño no resistiría el miasma. Seco en el desierto Impidiendo el deshielo con los ojos Naturaleza que por conocerse se desafía Sabiendo que el querer aniquilarse le mueve. En las horas de la fortuna, en las que aguardan Y en los peldaños que le anteceden irremediablemente Para emponzoñar la piel de quien escala Y hacerle terrible la vista de lo que habrá de ver. Perdida la palabra pero no el aliento Sintiendo en las fauces toda cercanía Manchas en el pecho desprovisto de temor Que desea el enfrentamiento lento e infinito. Sonido encubierto por el trueno Sobre las reces descuartizadas Para la mesa llena de extraños Sentados para compartir su ignorancia. Smarc
  • 36. 04.08.02 16:49 1537 La exquisita manera Por la que el metal Sin jadeos desata la distancia Entre lo que vive y lo que anhela Desde un continente que se ignora Pero que supera las nubes y su lluvia Para besarle al corazón de mi tierra Su historia que abre la de las demás En mi país, donde se aprecia los otros En el que teniéndolo todo para odiar El pequeño espacio geográfico se hace inmenso Al no poder permitir ni la más mínima gota de vanidad Para clavarle, sin querer, besos precisos a cada momento Que los demás miran, como se mira una vitrina Inaccesible no por lo que no se tiene, sino por lo que no se es Como suele ocurrir, cuando chirría una hamaca sin llamar la atención. No hay tregua para el paciente del corazón de Sudamérica, Aunque fueron suyos, ni le pertenece el mar, ni le pertenece la montaña El bullicio siempre le es vecino, y el carnaval siempre le resulta imagen Porque la guerra la guarda dentro, porque fue parido en el imposible Nunca necesita descanso, porque nunca exige y así no se exige Evitando sabiamente el drama de distinguirse en su intensidad De manera que no le reclamen lo que nunca podrá ser objeto de reclamo La vida sin metáforas, y una tragedia en la que el que lo vive no pide compensaciones Porque ganar, al final, nunca podrá costarle nada Porque vive en el final sin siquiera mencionarlo ni por descuido Por el hecho de habitar en todo lo que resbaladizo le es a cualquiera Que todavía tenga edad para creer en los afectos que se escriben Y no en las pérdidas que no se nombran, esa verdadera caballerosidad De viajar en lo dentro para saber lo que el otro no necesitará expresar Y tejer así la alfombra que sólo será perceptible cuando ya no esté Porque cuando está, no habla su presencia, la ofrece sin exponerla. Lo demás existe, lo demás es mejor, lo demás es todo predicado Aquí es rojo, blanco y azul, el gorro frigio, la palma y el olivo El “buen día” al desconocido, la hospitalidad de la que dicen “fácil” Y la realidad de que cada par de ojos de cada uno de sus hijos Saben, desde que nacen, mirar al fondo de los ojos del que venga Para juzgarlos en lo breve del primer gesto y la primera palabra expresada Y entonces extenderles la invitación a un espacio temporal siempre improbable El de las cosas ciertas, cuando no hay palabras y todavía existe la bondad. Andrea
  • 37. 04.08.02 18.59 Esta mañana En el buzón dejaron esta mañana Los restos mortales de dos pájaros Una cinta negra y la breve lista De los pasos que jamás han sido dados. Tembló la tierra sacudida por un espasmo Se apagaron las velas, se agotó la varilla Los libros perdieron a las palabras que los sostenían Y murieron de vergüenza al saberse por fin mudos. Esta mañana el sol se partió en dos Y desplazando a los demás planetas Iluminó todos los sitios de la tierra Y hasta los ciegos pidieron un poco de penumbra. Algunos robles amputaron sus raíces La gramilla se negó a beber el rocío Los peces pudieron visualizar el tiempo Y se entregaron, todos, a las redes y a los anzuelos. En las agendas de los corredores Aparecieron el detalle de las operaciones Que habrían de concretarse semanas después Y los tranvías aullaron su deseo de convertirse en trenes. Y yo sabiendo, con ahogado conocimiento Que vos creés que al quedarme de tu cuerpo Tan sólo la memoria de lo que fue junto al mío Puedo decir que me basta con lo que no me alcanza. En vano entonces explicar los detalles casi mágicos De las manos de las lavanderas a orillas del arroyo El trabajo del campesino sobre los arneses cuando llueve El sudor en la frente del barrendero cuando llega el mediodía. En tu mente ya está hecha la imagen de lo que no soy Mientras en la mía todo va incluyéndose irremediablemente Como el cántaro que ocultamente desea saturarse de a poco Para quebrarse de golpe y volver a su condición primigenia. Y hace años el esta mañana no hablamos Y lo supimos siempre, es decir, al primer momento Como sabe la presa cuando le llega la hora Y no por ello se entrega, sino que pelea como si lo ignorase. Smarc
  • 38. 05.08.02 21:22 La moneda Liviano en el aire Practicando con la sombra Sintiendo el cuerpo Apreciando el vacío. El aroma a deseo Sobre las copas llenas El corazón y las nubes Conectados a los ojos que observan. Detrás de la puerta el después Para la tragedia del que lo sabe Y para el que la habrá de vivir Para no darle premios al impotente. En un solo minuto de atención Donde se forja el esfuerzo de años La paciencia y el entusiasmo La fe y la razón hombro a hombro hacia lo mismo. Más variables, más intensidades Diversos árboles para el mismo bosque Donde no se tala, sino que más se siembra Como el niño que no quiere vaciar el mar Sino que intenta llenarlo aún más Porque lo pueda lograr o no Siente que puede hacerlo Y para el intento es eso lo que basta. El cobijo de las palabras elegidas Menos espontaneidad por mayor precisión Los nudillos que no se golpean al golpear Para resultados mediatos, pero contundentes. Porque cada minuto en el que notas tu existencia Se vuelve compromiso, cadena, cruz Que tú decides te comprimirá o expandirá Para acceder o no a la potencia de la caridad Por medio de la cual, como sea que se de Hay más y más de los que fueron de los tuyos Y que a pesar de que el mundo les negó un poco de calor Siguen con las manos abiertas, por la fe de que serás tú el que llegue. Andrea
  • 39. 21:44 05.08.02 Sex hi d ai Me habló del infierno Como me faltaba edad Se atrevió a hacerlo Y todo lo que dijo lo acepté. Me habló de su vida Diciendo que así era la vida Y aunque mucho escuché Fue poco lo que aprendí. Hasta que crucé los años Y vi que yo no estuve Ni cuando se fijó la tierra Ni cuando se dio el hielo en los polos. Anduve por escritores Por magos y sacerdotes Y olvidándome de mí Les hice creer lo contrario. Conservo los rastros Los estragos de lo errado Y con mayor fuerza digo lo contrario Y errando, antes que lo fraterno, busco contrarios. Como nadie me devolverá el tiempo Nunca a nadie se lo reclamé En este hoy que es en su modo Porque en el pasado intuyó el futuro. A nadie le sirve ser extrañado Aunque duela, ingratitud e incomprensión Templan más que cualquier libro Porque el que defiende necesita más fe que el que ataca. Mientras un infante moría de difteria Otro me habló del cielo Y viendo que le sonreía Más habló, y menos dijo. El punto es otro, hablarlo no es vivirlo Algunas cosas cambian para que otras permanezcan La cantidad siempre hace cifra con la calidad Y la inmensidad en cada uno, la potencia del corredor Que sólo necesita le indiquen cómo hacerlo.
  • 40. Smarc 22:07 05.08.02 La estadía del regreso Habíamos encontrado En el fondo del mar Una gruta, y en ella, los rastros De la historia del primer puñal. Paso a paso las narraciones La mano del niño en las del adulto Lo que se siente en el camino Por los pies, y por lo que irradia el que guía. La bravura de una idea El poder abandonarlo todo Y el poder aferrarse a algo Y decidir ni soltar, ni encadenar. Golpe a golpe Melodía, ritmo y armonía En las más viejas cabañas de Kansas El paso del hogar en medio del campo. Legiones inaccesibles, por pocas Como el atleta esplendoroso entre los tullidos Frente al tullido que alienta a los suyos Hijos de un mismo padre que los evalúa. El manejo de la rabia El dominio de la sed El instante previo a la locura La contrición que antecede a la confesión. Soñando con informes Esculpiendo la gratitud a Freud Situaciones reales como juegos Como guerras, como cosas que se escriben. Etruria por siempre Abdera entre las cejas La aldea y la olla de hierro La perra fiel que aguarda el regreso en el pórtico. Unas desgracias murmuradas – quizá las mías - Y el mañana que viene, ya mañana La belleza, la luz, y la orden Lo que hay que decir cuando nadie tiene qué decir.
  • 41. Andrea 05.08.02 22:55 Pronombre relativo Que caían sin esfuerzo Como el plumón de los aguiluchos Que flotaban en el aire Como el pensamiento de los elegidos. Que a conciencia fijaban su presencia Como el yugo impuesto y el arado aceptado Que aprehendían cuanto y de cuanto ocurría Como la corteza del espinillo que en su existencia inmóvil Es capaz de grabar el movimiento de la de las demás. Que en la mañana, el primer rayo de sol Se estrella sin romperse sobre el muro Que los labios que la noche anterior no rezaron Por no poder seguir al alma, callan ante lo que ven. Que cuatro estrellas pueden fijar una cruz Y tres de ellas la flecha que nunca falla Que no se demora el tiempo en el pecho A pesar de escribirlo con las manos bajo los ojos. Que sigue y seguirá siendo posible La intensidad del inicio y la persistencia de algunos Que cuando esto o aquello se quiebre Hasta en el desorden, si adquiere sentido, habrá belleza. Que si la luna termina por no cambiar ya nunca Terminará cambiando quien la observa Que la balsa que acompaña puede volverse carga Como la dependencia del hijo que le fija a la madre mil renuncias. Que en esta mañana, como en las demás Ningún rostro habrá de amanecer igual Que el horario fija la mayoría de los ojos Pero es el segundero el que a todos arrastra y empuja. Que alguien ya cree es esperado Y calla su espera el que lo oye decirlo Que Esteban, la astilla y la viga Todavía recorren la fatiga de los niños en las esquinas. Que en su difícil sonrisa las palmeras buscan el cielo Y aunque son pocos los que llegan, de ellos nadie sobra Que el día pudiera no ser una moneda que gira Sino una intención que se abre paso entre dos columnas.
  • 42. Smarc 07:19 07.08.02 Y cambias Y hacían fiestas por la pena ajena Y algo les mordía el corazón si veían sonrisas Y nunca les importó ninguna música Y aunque leyeron alguno, jamás apreciaron un libro. Y caminaron cuanto pudieron, cuanto decidieron Y no les alcanzó el tiempo, porque transitaban círculos Y sin que lo noten la luz se les fue apagando Y golpearon un par de puertas sólo para aumentar sus miedos. Y a su modo persisten, quién sabe por qué Y ya son parte del ancla hundida en el abismo Y se sospecha que lo supieron en algún momento Y se cree que sabiendo darlos, no sabían acusar algunos golpes. Nos queda interpretarlo, para no juzgarlo El tratar de ver el origen, el modo y el fin De cada estela borrosa que todo paso deja Marcando semejanzas y diferencias, o quizás el reflejo en el espejo. Desde los gritos que provoca la guerra Desde las rodillas blandas del títere Hasta los dedos del que mueve los hilos Hasta la mente del que cree poseer una verdad nacional. Quieta la furia, con el entendimiento limpio Arrancado de raíz todo rencor y todo resentimiento El cuerpo libre de grasa, y el alma lanzada a su meta Para acomodar, como la situación lo exija, las piezas de carne. Porque no hay mayor fragilidad que la que fija la dependencia Ni mayor inutilidad que la de no saber qué hacer por alguien Como no hay mayor fortaleza que la que otorga la fidelidad Ni mayor libertad que la que se logra por la entrega al servicio. Quien atisba la justicia, no puede ignorar a la bestia Y quien finge hacerlo termina a mitad del eterno camino Abandonado por la razón, desheredado por la fuerza A merced de un tiempo pobre de perdurabilidad. De manera que todo sigue yendo Que todo movimiento sigue siendo perceptible Pero que van cambiando algunas cosas Por ejemplo lo que ves, cuando miras al que te mira.
  • 43. Andrea 09.08.02 19:57 La fragua Puro pecho para toda afrenta En el espacio cierto, dominado Más flaco, y menos cansado Cubriendo con cuarzo cada sonrisa. La tarea infinita y la paciencia que huye Hasta que el ritmo se defiende con sutileza Haciendo ya no moje la lluvia Ni los ojos obnubile ningún brillo. Nadie en la casa, ni siquiera el vacío Abriendo el mundo para escudriñarlo Masticando las espinas de rosales enteros Demostrándole al rigor la inmensidad de la voluntad. El aire de los valientes Que del temor hacen llama Que cuidan o descuidan Como quien se encarga de una imagen. Mirando lágrimas convertidas en cristal Que caen desde nubes violetas Y que sin romperse se difuminan Brindándole los peldaños al clamor del carenciado. En la marcha del creyente Que escucha el cántico del prójimo Tratando de acompañarlo, y no de oírlo Porque a precio de soledad desborda compañía. Y el obsequio que me diste sin saberlo Y el aprecio que se fija fuera del mundo Y que parte de mis labios sellados Donde silencio y palabra se amalgaman. Acabando y empezando Éxtasis en el centro de la fatiga La garganta ronca de gritar mudamente La convergencia de los soles de Giordano. La piel del rumiante que será pergamino Bajo la vigilante mirada del escriba El vuelco programado en el medio del corazón Cuando la comprensión se haga posible
  • 44. Como el esfuerzo de dos distintos Hacen posible la entrega y aceptación de la posta Descubriendo el velo que oculta el arte De dos momentos que al unirse forjan el futuro. Y el sentir que todo dolor se justifica Y la tentación de que un instante lo valga todo Y la sapiencia de contener sin reprimir el impulso Y el límite de permanecer en el límite sin ignorarlo. La verde mirada de la codicia La verde descripción de la esperanza El rojo de la naturaleza y de lo normal El rojo de la norma que sangra instinto y razón. La silla o el trono La mesa sin cabecera El sueño del poder Que sueña no poder más. En las manos que pueden quebrarse En el plexo que puede partirse en diez mil En la luna que le sonríe a la vanidad celeste En la verdad de los colores del ciego de nacimiento. Porque muertos, los sentidos de los vivos los atienden Porque en el sacrificio de los leños se implica el hogar Porque lo que se deja de lado hace la tarea del detallista Porque nadie sobra en el guión de la trama perfecta. Por alguien que no es alguien Por un objetivo que no es meta Por que hay opuestos y salidas Porque hay algo más en el después de cada vocablo. La Trinidad en las venas En el túnel una vez creado y luego generado En la muestra y en la copia En el dibujo que se anima, en el ánima que dibuja. Aquí, torrente lento Concepto desnudo Donde se yergue lo no imaginado El espacio abierto y el punto que no lo fija. Sin libertad, porque no hubo cadenas Sin alegría, porque no hubo tristeza Presión simple e imposible La divina fragua que se alimenta del todo.
  • 45. Smarc 09.08.02 21:23 La semilla del infante Y sin embargo en la carne estaba El extraño convencimiento por el cual Una regla adquiere el poder de quebrar a otra Haciendo del hombre que la poseía Un instrumento de difícil dolor En tanto lo nuevo no rompiera lo viejo Y de un placer posible En cuanto fuese capaz de lograr su meta de expresión. Lo cierto se debate a contraluz Por el concepto adquirido a fuerza de esfuerzo Con la cuota de talento, predestinación y voluntad Que cada cual en su noche oscura se atreve a poseer Mientras ya otros se montan sobre hombros de gigantes Habilitando la cadena de los que buscan la verdad Dividiendo los eslabones entre los que repiten y los que generan Dando así pie a la batalla que tensa los músculos un poco menos que el alma. La palabra comprometida al infante Pintando el espectáculo de la humanidad Cuando logra lo de por sí en la normalidad le sería imposible Erigir una certeza por simplemente cumplir con lo propuesto. Con la moral como emoción Y cada opuesto como ejercicio Encontrando en la propia prisión Los límites de la celda ajena El amo que se vuelve esclavo de sus esclavos El objeto que le fija dependencia al sujeto Y la mirada del que lo capta, un momento después Fijándose en los ojos del que comienza a aprender. Tentaciones de la furia, las manos todavía abiertas Después de asumir la extrema facilidad con que la injusticia Abrocha y abre cada momento de distracción Que anula la abstracción necesaria que le daría belleza a la acción. Enfrente la mañana, sin contestación del apoyo buscado Y los años muy, muy escasos Y el mismo mar para el resto de la vida Y adentro la semilla de una comprensión absoluta Que se regará con la sangre de cada día que quede.
  • 46. Andrea 11.08.02 11:59 Prologo Acortando distancias Por impulsos nerviosos Subiendo la ola Para caer al hielo. En el orden sumiso De cada resbalón Levitando sin notarlo Viviendo probabilidades. Y el aire que traes Tras la muerte del día Como si el mundo fuese culpable De tu bolso vacío ya de ilusiones. Alterando los sonidos Que generan ojeras El preciso movimiento corporal Que al que observa le transmite ritmo. La tierra desconocida Que al pisarla subyuga Como la habitación prohibida Al olfato del cazador más temido. Y lo que guardarás de la noche Cuando mañana otra vez salgas A escribir otro poco de tu historia En el barullo de lo que no sabes nombrar. Se pierde el humo sin testigos Sin huellas, sin propósito Ya no cuesta el vacío Ya es poco lo que cuenta. Dos soles frente a frente Idénticos en todo Y un punto que los espera Capaz de hacerlos estallar. Y lo que dirán tus amigas Cuando a ellas recurras Y no tengan, para tu corazón, Más que palabras que no vivieron.
  • 47. Smarc 11.08.02 19:31 Exceso A los veinte y cinco días de mi prueba Escuchándole al exceso expresar: Que basta la nada y que sobra el todo Con mis párpados solos tapo la luna Y le tiendo la mano a los cuatro rumbos Por si vengas o vayas en el entretanto Del que tanto saben los que no hurgan En el pozo intenso de las dolencias. Allá a lo lejos, todavía acribillando labios Todo estero y toda belicosidad en la pólvora Entre las estacas que al tiempo le resistieron Más que los huesos del que no las vio crecer Ya está el hilo soñando convertirse en puente Para que lo lea el recién nacido a los momentos Y lo guarde dentro para exponerlo en un después Cuando de la gramilla surja la selva que habrá de cuidarlo. Como los caminos que recorre el mudo Y como un mundo sin caminos La madre de ciudades que ya no paren Y el hombre que las cita citando en ello su polvo. Otro desliz, y ninguna fatalidad Portando la cumbre de la soledad en las entrañas Para la compasión de salón Y la atónita mirada de la que no comprende El grito por siempre dolorosamente callado De la mujer estéril que pasó la vida acariciando El pelo de oro de los que no fueron sus retoños Y que en medio de sus arrugas valiente le sonríe al futuro. Y nunca encontró al alazán Y siempre supo que no lo encontraría Y como jamás bastó saberse errado Nunca suficiente sería haber acertado en nada Porque para el que navega en la magia No es sobre el mar que libera su nave Sino entre lo que no se toca ni se huele Sobre la semejanza misma con la idea que la genera.
  • 48. Y un poco más: La fraternidad que le fue negada Y que lo aceptó como se acepta el verano Y la obligación de no mirar atrás Como un clavo insertado en el pecho Por que el que está vedado protestar. La voz de mamá pidiendo estadía Entre la sed y tanta falta de abrigo Rodeado de los gestos que quieren decir Afecto, raíces, centro y finalidad. Y el hueco de los árboles que fueron compañía La sombra de Manú y la mariposa que busca su llama Golpeteando al mortero del cráneo La indescriptible aunque comprensible emoción de ser diferente. El amante y la luna que lo guía La amada y el pan de la buena voluntad Mientras el recelo de un sol hacia su mar Abriendo el tajo del brillo esmeralda de una piedra dicha y no sabida. El fémur en la mente de Avicena Los dedos que no alcanzan más que la fuerza Reduciendo al trapecista a un intento vano Elevando al público al nivel de principiante de observador. Lejía sobre los ojos Cerrado el corazón Curtidas las manos Haciendo del beso su imposible meta. Donde la madera no resistiría Porque el llanto le humedecería los cimientos Donde la luz quema y hace llagas Porque no está listo quien la pretende. Poco y pobre, y destella Liviano, y así preciso La unión que no quiso La cola que obedece a los ojos que la guía. Para querer entender Que uno no es uno cuando así lo dice Que al hablarse habla lo ajeno Y al nombrar lo ajeno, si no juzga Puede tocar lo que lo difiere de aquel que lo nombra. Andrea
  • 49. 00:23 12.08.02 Andá a saber Mejor que todos digan que no se puede Para que lo dicho sea el reflejo de lo vivido Y no, finalmente, una teoría más que intenta Dejar atrás su vestido de utopía abrazando las calles. Conviene que sigan vaticinando las estaciones Apilando montañas de tedio para el futuro astrólogo Que la multitud sostenga su condición de indescifrable Para que el egoísta, si puede, termine de construir su muro de protección. Por algo hay que seguir dejando fluir la queja Y al tiempo, paso a paso, atisbar en la penumbra El ritmo del cuerpo acoplándose a la ancestral melodía Que en su único compás va realizando toda su armonía. El toque de ternura, y el de madurez Mezcla de la panza de la mujer amada y preñada Que todavía ignora que en su vientre ya late Aquiles Y las manos del herrero que por un momento se conceden el reposo. Dos platos idénticos de una balanza justa Sosteniendo ambos un mismo peso Hasta que uno de los dos inicia la sospecha De que va cumpliendo un fin, posiblemente propuesto. No es exacto, aún Ya no es ceguera lo pretendido Nuevos sentidos se descubren Para escrutar eso mismo que no había sido percibido. Mejor entonces el ajetreo de abejas La impresionante concentración De miles de millones enfocados en cualquier cosa Para que dos o tres – a veces diez – continúen la tarea. Después de todo, qué más da si llegas o te demoras Si como sea, de no dar con alguna de las respuestas En vano sería todo, y sobre todo el ir viviendo Con la mueca del que acepta sin querer resignarse Y que no se atreve a una década y aún más con sólo ilusión como combustible. Por el entretanto habrá que permitirle A todos al menos algo, como cuando en el orfanato Una vez al año, al niño se le entrega un balón, y a la niña una muñeca Para reducirles el tiempo a la perdurabilidad de alguna cosa.
  • 50. Smarc 12.08.2 21:10 Una vez más Al mejor parece no costarle Lo que a otros desespera Y cuesta ver si acaso la actitud Dirige o es parte del resultado. Enigma del enfrentamiento Tensión o relajación en lo previo Con el temor de que al final Por un desliz aflore el resentimiento Por el precio pagado por solo intentarlo. Porque hasta que sucede el hecho Todo no es más que el antes Y su transcurso propio Ligero o lento, según cada cual. Cuando se impone la salida Dibujada como única no por serlo Sino por haber sido hallada con esfuerzo Con la casi trágica implicancia del roce del agotamiento Es cuando se le otorga al guerrero la oportunidad De cerrar los ojos ante la tentación de una única opción O de resistir un poco más aunque el cuello quiera doblarlo A ver si en verdad puede, si no convertirla en vino Al menos mantener la sangre dentro de su propio instrumento. Instante crucial, en el que cada palabra puede mover años venideros Porque todos los años anteriores se vivieron para ello Y ese algo de transformación que todo movimiento implica En la memoria de la exigencia de renunciar a todo premio inmediato. Tener que respirar profundamente, esta vez sin orgullo El asfixiante aire que sofoca al que no pertenece a lo que lo rodea Y recibir así la más cierta de las educaciones La de la calma, aunque en ella habite una tristeza, frente a la tormenta. Imposible de cumplirlo de no ser por la fe Para aquel que, sujeto por el hierro, aspira al cielo Como intrascendente para el que habita a gusto en las mazmorras Repletas de cuerpos que dominan la desgracia. Hacia delante, jugando con adelantar o no la batalla Considerando cuándo se será más fuerte Y cuándo el enemigo podría verse más débil
  • 51. Y una vez más el indomable impulso buscando el puño que lo guíe. Andrea 22:03 12.08.02 Pronombre relativo II Que podría soportarlo Pero no con gracia Que podría vencer Pero sin vencerse. Que querría como ninguno Pero sólo por tanto quererse Que se entregaría como ninguna Pero por no saber qué hacer consigo. Que le muerden los talones la músicas Y por no saber inventarlas las repite Que la razón le asiste a cada decisión Y que por ello ninguna locura sería temporaria. Que recurre a los recuerdos Porque lo que tiene no le basta Que apela a lo posible Porque le asusta lo que juzgó imposible. Que estando desnudos no los miran Y en la ignorancia conocen la vergüenza Que la meta es alta y muy lejana Para el breve cuerpo que en sus pupilas fija toda una estrella. Que no hay intento sin propósito Aunque lo sincero a veces no se dice Que muchas veces es tarde Sólo para entender de a poco al tiempo. Que todo es cierto, y a veces real Para que cada cual pueda seguir soñando Que en el límite de todos los límites Reposa risueño el dedo del que crea porque sabe. Que alguno fatiga sus ojos Para exigirle a otro la vereda a caminar Que sin poder reconocerse egoísta Hay una que al otro le quiere imponer reciprocidad. Que el aire no es eterno Y aún así puede saber bien Que mi vida, como la tuya
  • 52. Es breve, y por ello sabe puede cambiar. Smarc 22:53 12.08.02 En otra Acorto distancias, eso es todo Me salpique lo que me salpique Me huya lo que me huya Y termine por no encontrarme quien sea. Nada parece igual desde hace años - Los mismos que llevó el no cambiar en nada - Y aunque sea ese el erudito precio Por el cual lo que quede podría ser mejor Lo cierto es que el blanco es móvil Y que cada mejora del arquero Solo sirve para que la presa sonría Mirando hacia atrás mientras pisa lo que viene. De lo contrario te pediría que pienses en mí Que me tengas en cuenta como no lo hizo nadie Y así me obligues, del modo que entonces puedas, A fijar en tu presencia una parte de mi morada. Pero es el aire el que me mueve Y es por acceder a la belleza que irradias Que busco al que te hizo Más que a quien porta su obra. Aunque también es cierto que estamos viejos Que no valdría lo que digo si no lo vivo Que, por ejemplo, todavía miro tus piernas Como años atrás cuando ya se abrían como puertas al deseo. Pero uno de los dos está en otra Por no haber cambiado tanto Uno de los dos inició, entre dos pilares El propio, el que lleva un nombre heredado. Otra es la desesperación La desesperanza es la misma No se ensancha la pasión, se ahonda, Buscando lo único por querer renunciar a lo múltiple. Y los labios que no lo dicen Porque el día entero lo expresó Desde el primer saludo del día
  • 53. Hasta la copa postergada en la profundidad de la noche Cuando la insidia flagela sin piedad la premura de la ignorancia. Andrea 12.08.02 23:16 Inicio y tránsito Con tres serpientes a mi lado Para hablar de grietas y sentimientos Escribo tu personal tiempo de espera Para que jamás me pertenezca. Saludando la escudilla de oro Que sin ser la misma ningún día Acompaña tu variación única Cada día irremediablemente irrepetible Me atrevo a cerrar los ojos A mitad del espectáculo En el que se mide la fuerza Por la forma que genera Y asiento, como si dependiera de mí, Al proceso de vanidad Por el que se fija un grano de arena Bajo los párpados del que enfrenta el mar Desde la orilla que no conoce de embarcación Para empujarle hasta el atrás del bosque Donde desde el árbol le llama la madera Que ordenada podría servir de instrumento. Y el presentimiento De que todo está perdido De que todo habrá sido en vano De que todo se reducirá a elocuencia Y de que entonces podría estar errado. En medio del llanto Donde hasta los peces se ahogan Capaz de reclamarle a todo desierto La menor huella de humedad Alguien, por tanto querer entrar, Desiste de todo acto que lo lleve a hacerlo Dándole al tacto la posibilidad de magia Que sólo surge de ella cuando se abstiene de tocar
  • 54. Para que lo que haya refleje, sin temor a repudio Lo que pudo haber sido peor Y a sí mismo se señale Como inicio, y no como tránsito iniciado. Smarc 23:35 12.08.02 La pregunta En tu pequeñez te prueba Quien de ti quiere hacer un gigante Y lleva el nombre que tú llevas Y carga el rostro que puedes ver Cuando levantas el mentón y te miras al espejo. En esto que imaginas será pasado Por sospecharte bajo tierra Doliéndote tanto tanta palabra ajena Es donde se fija el valor de los valores Y por ello el nudo de las manos que los sostendrán. Y el cigarrillo y el beso cruel La botella que se acaba y el cuerpo que comienza El examen que quiere despertar al olvido Como lo aprendido frente a lo que se quiere aprender La escuela del desprecio y la de la humildad, espalda a espalda. El circulo que por imaginado Pudiera resultar quebrable El inicio que fija el final La genética y las revelaciones Tu voz sola entre las muchedumbres. De nuevo, y mejor La brea sobre las cuerdas de acero Los callos primigenios en la yema de los dedos Tocando la lectura de lo que otro escribió Cuando el tiempo era otro y la sed la misma Cuando en otra caja humana También pudo ser concebida La idea que compartes con el aire Los pasos que generoso le cedes a tu sombra El paso de tu historia en la isla que te cede la incertidumbre. Agilidad y persistencia El giro que sólo tú adviertes Cuando gritan derecha, centro o izquierda Y miras la tensión del que decide
  • 55. Ser o no lo que en soledad se puede. Andrea 12.08.02 23:54 En la cuerda Habiéndote elegido por imposible Entre diez mil imposibilidades, Besando una y otra vez el polvo Para hacer aptos mis labios de carne Al sabor de la piel que contiene tu alma Le exijo de nuevo al concepto de exigencia La tregua que implica el fin de todas ellas: El balbuceo del paraíso perdido La literatura del infierno tan hablado Y el verte sin prisa cuando me concibes. Pero soy yo quien lo dice Y me alegan la trampa Y me atribuyen la emoción Y lo que me dejan es lo que soy El cuerpo vivo del que en su mente dibuja madrugadas. No cuentan entonces los aromas No valen mucho los tropiezos Hay algo que cuesta más de lo que vale Y aunque se ha respirado la injusticia No es su negación, sino su rechazo lo que inspira A tentarle piedrecillas a la ventana cerrada Tras la cual no sólo duerme tu cuerpo Y sin saberlo pretende el infinito tus ansias Sino también, aunque jamás se crea, A cederle un alto al que en su momento acabará. Pero pasa, como todos lo saben Porque no habla quien muere Ni vive quien no expresa Y porque pretenderlo todo No es más que pretensión heredada. Porque en la cuerda más floja No faltan las manos capaces de sostener Sino que sobra el casi alto deseo De cada pie queriendo ser lo que cree Como si bastasen sus intenciones De las que nadie, es sabido, quiere hablar.
  • 56. Smarc 00:22 13.08.02 Reparar Sobre sí misma quiere cerrarse la noche Sabiendo que la oscuridad que desprende Hace, por ley, el cielo de quien abajo transita Si por descuido, confundió la luz con los colores. Y de todos modos se fatigan las intenciones Bordeando como una danza el antiguo entusiasmo Que de lo logrado pretende hacer el cimiento Sobre el que le parece justo erigir una escala. Mas nada es demasiado simple Una vez dentro, a solo dos pasos de la puerta del templo Ya se olvidan los peldaños que condujeron al atrio Ya no hay memoria para el precio del inicio del viaje. No descansa la presión La constancia es su esencia Y no es con inteligencia que se hace soportable Sino con el enfrentamiento que desestima todo desafío Por el convencimiento por el que una sola mente Puede conectar con otra fijando así un punto nuevo En la espiral que alguna vez se pudo concebir como red Como en su tiempo se entendió al fuego como fuente del calor. Diferentes intensidades para las mismas variables La duda del que busca confiar La defensa que siempre presenta El que teme seguir siendo herido Pero en otros niveles Con cuatro planos extendiendo La dimensión que se respira y aquella que no Por no pertenecer al alrededor de lo tangible. El principio siempre torpe, donde se gesta el valor De ya en el alma intentar el brillo más lejano Aun viviendo la realidad de algo imposible Para medir la existencia o carencia de la cuota de perseverancia Necesaria no tanto para dar un paso adelante Sino para sostener el ritmo de la carrera Cuando se descubre que el rumbo estaba errado Y lo que cuesta no es aceptarlo, sino el retomar la senda Porque si hay daño en el pecado, solo al repararlo habrá perdón.
  • 57. Andrea 20:02 14.08.02 Sep hi d ai De madrugada y en el frío A orillas del viejo estanque Todavía lleno de penumbra Leyendo el gran libro de la desesperanza Ya no lamenta algunas pérdidas Los ladridos del perro agitado por su llegada Las primeras puertas girando sobre sí mismas O la corriente de electricidad trabajando el estómago. Y ya no le detiene la alegría de un segundo más Ni la convergencia de la imaginación con los hechos Que venciendo instantes de almanaques Navegan el aire que también respiró su padre. De vez en cuando hace como que existe Se permite mirar sin observar Sujeta su intención de mostrar Huyendo de sí, escondido en el fondo de una idea. O le habla al aire que respira Mientras soporta la presencia ajena Tolerando la interrupción del mundo Cuya tarea, en ocasiones dice, es acabarse. Comprador de tiempo Cuánto podrías guardar en tus alforjas? Con qué dinero pagarías lo que prometió Aquel que diseñó la montaña de la que, avieso, Alguien extrajo una partícula a la que le atribuyes valor? Y es entonces que vuelve a su espera Por el peso propio de lo que sabe Que habiendo sido estallido y debelación Ahora no es más que el bastón sobre el que se apoya Pero del que no depende, Como no depende el mensaje Del medio por el que es transmitido, Como no depende de los libertos la libertad. Va siendo seguro que persistirá Y que un día de estos ya no lo veremos Sin irse de habrá marchado
  • 58. Como una nube que parte Dejando de su sombra pasajera, un recuerdo imborrable. Smarc 20:28 14.08.02 Fatiga y consuelo Sin partir de lo simple o complicado De un titulo, de dos palabras que se juzgan De pleno en el polvo de las formas Cálido y algo triste en la atención que fija En el acto real del respirar ajeno En el que infiernos y cielos De intensidades también diferentes Se funden para el exacto cumplimiento Si no de una promesa Al menos el de las condiciones Como las herramientas del agricultor Cuando mira el terreno sopesando su responsabilidad. Y los juegos posibles Sobre todo los crueles Por la conocida situación De unicidad preestablecida Y que cada cual quiere resaltar Como si para ello hubiese que hacer algo Porque lo común ha sido vivir en el desprecio Y cuesta dominar el ansia de contestar Mientras no tenga claridad el propósito De afrontar el esfuerzo de intentar la valoración De cada parte que hace al prójimo Expandido, y no reducido, a humilde enseñanza Para que no pese la grandeza Ni sea olvidada ninguna pequeñez Aceptando el todo y la nada El macho, la hembra, y sus dioses Como se acepta el aire y el mundo Convertidos en marco que no encierra Más que una parte de lo proyectado Y que ha empezado en lo que llaman tiempo Que suele persistir en la mente Como una astilla que clavada en la piel
  • 59. No ha sido arrancada, sino postergada Y que a alguna hora suele devolver con dolor A la inacción del que la soporta Por no haberle prestado esa atención Necesaria más en los primeros pasos Que en los últimos posibles de dar Porque el modo del inicio Tiende a fijar el del resto del viaje A menos que se den los saltos precisos Entre una línea de expresión y otra Fulgiendo la pureza por encima de la norma Reflejando en los actos la ley que no fue leída Pero que por haber sido observada No es motivo de fatiga, sino de consuelo. Andrea 14:27 15.08.02 Sus vivencias Considerando diversas escuelas Ocultas bajo las veredas de otras ciudades Sangrando la herida para limpiar la pus Determinando el muñón que sellará una carencia Mide desastres y absoluciones Mientras acaricia el lomo indócil De una fiera, por inventada, muy querida Que en su mente lo acompaña fuera del tiempo Mitad locura, sentimiento y emoción Mitad cordura, la cúspide que sabe no será tal Y que le muestra como una lección sencilla Que todo es necesario, más allá de lo real. Parte de su historia, quizá muy brevemente Transcurrió entre brazos humanos Aunque bien puede ser que esto no haya ocurrido Merced a la tierna confusión que la historia permite A los que pretenden insertarla a través de las pupilas En lo que va de sus días actuales Donde la piel que anhela la querencia Por intenciones pretendidas más altas queda relegada Quitándole todo brillo y todo resplandor A los gestos que suele exhibir la razón
  • 60. Buscadora nata de la explicación de los extremos Donde pudiera no encontrarse ni el origen ni su fin. Cae la fecha de nacimiento La del primer beso Y la del primer funeral Sin un algo que las reemplace. El impulso de la propia naturaleza Sacudiéndose la condición de la premura La vista que se sabe La conciencia que a sí misma se roza Tras el agotamiento de concebir el equilibrio Que evita el atropello de la fuerza Y aún así avanza en contundencia Como la daga del persa que no pertenece Ni al que la forja, ni al que habrá de portarla Y aún así irradia el tener su dueño Que quizá por ella nunca deslizó un dedo Pero que sobre ella puso su mente Haciendo de los demás tan sólo portadores Del mensaje que en su tiempo habrá de descifrarse. Entonces toca el aire Adivinando el calor Que le cede el derecho a jugar Con el humo de sus vivencias. Smarc 15.08.02 14:52 Oc hi d ai Un nombre selló sus labios Para toda palabra que no lo incluyera Habiéndolo hecho partir una mañana Hacia la tierra donde todo es renuncia. Entregado como se debe Por propia razonada voluntad Aceptó la insuficiencia de los elementos Cuando por vez primera con la frente tocó el polvo. En la peste, y en la recuperación de ciertos caídos Haciendo de libros y batallas su continuo hogar Extenuó ausencias y piezas sin encajar Palpando todo el tiempo la distancias entre los instantes.
  • 61. Sin el credo que defienden los devotos Con lo inextricable como tarea Y no como yugo que libera de responsabilidades A diversos caminos le fue mostrando la posibilidad de sus pasos Hundiendo sus sandalias en la arena resbaladiza Adecuando la planta de sus pies a la roca Dúctil para el futuro, férreo en el presente Negándole a su corazón todo intento de falsa calma. Explayó su historia Respirando entre desconocidos Sin ninguna finalidad aparente Sin la carga de ningún discípulo Y sin el peso de ningún maestro Aunque soñando siempre esta puesta de sol Que va ocurriendo paso a paso Cumpliendo esa tan extrema realidad del regreso Que parece elevarse aún más de lo posible de entender Cuando en la puerta aguarda aún el mismo nombre Que habiéndole propuesto la marcha Del algún modo le había señalado la vuelta Para que en ninguna parte del camino Cediera a la vanidad de alguna certeza Y se consuma entonces en la sospecha Antes que forjarse en la más noble de las esperanzas La que ya vive por haberse dejado atravesar por la fe. Andrea 15.08.02 15:17 Poco Ahora, cuando con poco pudiera bastar Ese poco es lo que falta Dejando a la trama temblando Porque ha perdido su final. Atrás el orden en un entonces pretendido Murallas afuera los lamentables gritos De quienes pudiendo no quisieron Y de los que habiendo querido no dieron la talla. A pesar del sol todavía joven Ya la tarde se vuelve grave Como el rostro del novicio Cuando entiende dejó de serlo.
  • 62. Los topos siguen convencidos de sus túneles No se arriesga la tierra a dejar de girar sobre sí Y aunque conocer muchas veces duele No cesan su tarea los buscadores. En la tristeza del campamento abandonado En la diminuta inmensidad de todo lo que fue Se incrusta también el trozo de vacío Que en la despedida de la que fue compañía se genera. El compás aguarda su empleo El tiempo continua tejiendo su futuro silencio Y del otro lado de las percepciones Alguien permanece aferrado a su puerta llaveada. No le bastó a otro lo presenciado No pudo alguno con el exceso Derramaron juntos, sobre un río olvidado La copa entonces llena de un cariño absurdo Que pudo reír por carecer de pretensiones Y que haciéndose necesario cobró un peso Que sólo podría ser manejado con fuerza y destreza Y no con entregas tórridas vacías ya de inocencia. En el destino de los gusanos En el odio frío que por sí mismos sienten los clavos Y en el sudor que se desprende de las axilas de las parteras Y en la infinita estupidez del que no aprendió a cuidar Se raja una parte de la luna Se pierde la captación de un destello Y alguien deja que lo que quede No sea más que seguir así Con las manos medio llenas de lo que nadie quiere. Smarc 15.08.02 15:43 Punto de apoyo No se enseña a cruzar el miedo Sin antes haberlo transitado Tantas veces como haya sido necesario Hasta hacer de la piel una costra impenetrable. Y lo que dentro queda genera otro adentro Dando cuenta de la coraza Explicándola sin justificarla.
  • 63. Oscuros gritos en las calles mal iluminadas Leones que rugen su falta de selva Entre hombrecitos condenados a su sueldo Paridos por mujercitas que adoran su destino Capaces, pero renuentes a intentar clavar las uñas En algo más que no sea una espalda flaca u obesa Como si la finalidad última de todos sus afectos Tuvieran por ley que limitarse a un único montón de huesos. La tierra en donde se cultiva la lástima Que será distribuida con injusticia Para que el inocente pague por su inocencia Y el culpable pretenda demorar un tiempo que no existe. Reveses de la mente en un momento siempre crucial Que a todos sorprende más tarde o más temprano Con las piernas todavía resistentes y sedientas O con el corazón casi pútrido de tanta ignominia De la que conociendo se ha sido parte De una forma clara u oculta Se rechazó la aceptación de su carga Por el simple temor a la más pura de las soledades La que le cede a todo ser humano El supremo derecho a aspirar A convertirse en el simple y preciso instrumento Por el que lo inefable deslice su intención Vestida por mucho espacio de espiral, Por algún trecho de color o de luz, Más firme que el primer concepto, Capaz de poner sus garras En donde la imaginación de quien la acepte Pueda fijar lo que se convertirá en su primer punto de apoyo. Andrea 16.08.02 22:21 Todos lo saben Puede que al final del día Ni el trofeo sea como lo esperabas Ni esté viva aquella persona A la que pretendiste ofrecerlo. Existe la posibilidad de que los símbolos Todos, hubiesen estado errados Que el vino no sea más que vino
  • 64. Y que la sangre simple juego de materia. Es posible que utilices palabras Que nombran sentimientos que no conoces Repitiendo el adquirido habito de repetir Lo que emite el que antes de ti aprendió a caminar. A quién extrañaría que el sudor de tu frente Pudiendo ser suficiente para el pan de familias enteras Apenas alcance para que sobrevivas otro día Mientras en otro lozano rostro no se refleja la labor manual? Puede que haya habido un gran error O que no haya existido ninguno Quizá pensarlo ya sea un acierto O el error final que acaba y alimenta a los demás. Y en medio de tantas pocas cosas Cuánto fuiste juntando para esa vejez Que durante muchas, muchísimas noches Te irá leyendo la historia de tu humanidad? Quizás hayas leído, o escuchado al pasar Que todo es posible si en verdad se quiere Pero que no hayas captado ni el todo Ni la verdad, ni la querencia. Es posible. Sin embargo, el tablero siempre está a medio jugar Se vive un antes y un después en el juego En donde ganar o perder significa solo una idea Que distrae del acto esencial de participar o no En la gran incógnita de las acciones e inacciones Que manejan los que rozan la conciencia De esas cosas que suceden pudiendo no haber sucedido Y las que no ocurren a pesar del mar de intenciones Que no alcanzan expresión todos saben por qué... Smarc 22:42 16.08.02 La penumbra No, no alcanza con haber servido bien No basta con haber abrazado una ilusión No hay grandeza en reconocer la pequeñez No resulta heroico enfrentar día a día el imposible. Una pregunta reemplaza a otra Un dolor suple a otro
  • 65. Mientras infinitos espacios de cotidianeidad Van distanciando una alegría de la próxima. La historia no es más que un disparo Donde al último trecho de la bala La que sabe resultará víctima casi grita Su horrible, pueril, y sincero deseo de fiesta de despedida. Empezar de nuevo o terminar, al menos intentarlo Con el origen y la finalidad Como culpas que se mascullan Desde el tristísimo lado de los insatisfechos. Para la mañana de herrumbre entre los ojos En el que un pobrísimo ser humano Le dirá a otro una parte de su conocimiento Como si el mundo entero tuviera algo que ver con ello. No eres nadie Lo eres todo No ser o ser Pero decirlo Porque con ello cuenta el idiota De cuya aprobación depende otro idiota Porque de ello depende el intelectual Que niega su dependencia, como lo hace un intelectual. Se escapan las horas Hediondas de prisión Por nombrarlas alguien las mancha Y vivirlas no da para redimirlas En la mente del que palpó lo que le fue bueno Y que habiendo tenido la posibilidad de sostenerlo Lo dejó ir por una razón que siempre pudo explicar Pero que nunca la sintió cierta, como el astrólogo Que capaz de predecir que ya no podrá hacerlo, lo calla. Andrea 23:02 16.08.02 Sólo parte Despacio, o velozmente - nunca le importó el tiempo - pesó sus opciones momentáneas y se abrió camino en la desestimación. Le tocó el reclamo ajeno
  • 66. Y se defendió con una queja Se ofreció a lo común Y logró su espacio solitario. Sembró, como una semilla sembró La distancia de quien lo habla Y la de quien es nombrado por su boca. Se admite su difícil existencia Que unos aprueban y otros no Pero que ninguno califica inextensa Por que ni la sombra ni la luz evidencian acompañarlo. Es pretendido cierto acercamiento Que se conoce no es más que curiosidad Como la imagen del que escudriña un secreto No para saberlo, sino para contarlo. Al seguirlo se vuelven más breves los tobillos Frágil conjunción de carne y huesos Que capaces de imponerle su voz al alma Le temen al salto que pudiera convertirlos en alas. Las horas del reloj O la sombra de un árbol De lo frugal el límite De los extremos toda explicación Sobre la que deja hacer al polvo En una seguridad siempre inmediata Por el público esperada por la duda En medio de una emoción que por su intensidad No sabe qué rumbo habrá de abrazar. Más años, y años más La capa gris que cubre los hombros Del que en la lluvia solo ve agua Y en el agua sólo hidrógeno y oxígeno Y en toda molécula sólo parte de lo que ve que fue. Smarc 16.08.02 23:23 No hi d ai Capaz de visualizar Y de dibujar con firme pulso La curva que sobre ondulados acantilados Conduce a su propio final inaccesible.