La dacriocistitis es una inflamación del saco lagrimal que generalmente se origina por la obstrucción del conducto nasolagrimal, lo que provoca la acumulación de lágrimas y una infección bacteriana. Existen tres tipos de dacriocistitis - aguda, crónica y del recién nacido - que se caracterizan por dolor, lagrimeo y enrojecimiento ocular. El tratamiento incluye antibióticos, antiinflamatorios, masajes y en casos graves, cirugía.
1. Quijada
Medicina Ocular
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Dacriocistitis, ¿qué es y cómo se origina?
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Anteriormente vimos qué eran las vías lagrimales y en qué consistía la obstrucción lagrimal
en los niños. Pero en esta ocasión veremos qué es la dacriocistitis y qué relación tiene
con la vía lagrimal.
Se trata de una inflamación del saco lagrimal. La dacriocistitis es la inflamación más
frecuente de la vía lagrimal. Normalmente, son unilaterales y afectan más frecuentemente a
lactantes, así como a mujeres de edades comprendidas entre 40 y 50 años.
Son muchas las causas que pueden originar la dacriocistitis. Gran parte corresponde a la
obstrucción del conducto nasolagrimal, que predispone a la infección bacteriana.
Este tipo de inflamación se produce tras la obstrucción del conducto: la obstrucción provoca la
acumulación de lágrima en el saco lagrimal que lleva a la infección por un sobrecrecimiento
bacteriano.
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Existen tres tipos de dacriocistitis: la dacriocistitis aguda, una infamación que produce mucho
dolor y que requiere un tratamiento precoz para evitar complicaciones graves; la dacriocistitis
crónica, con un lagrimeo continuo y enrojecimiento de ojos provocados por un desarrollo
crónico de gérmenes; la dacriocistitis del recién nacido, cuando la inflamación es adquirida
en el momento del parto o se trata de una obstrucción congénita de la vía lagrimal transmitida
por la madre.
Los síntomas más comunes de la dacriocistitis son fundamentalmente: eritema
(enrojecimiento de la piel condicionado por una inflamación), epifora (lagrimeo continúo),
secreción, ojo rojo, dolor y tumoración en el ángulo interno del ojo.
La dacriocistitis puede ser tratada de muchas maneras según la gravedad y según el paciente.
En casos más leves, una buena higiene de la zona, masaje y calor local a nivel de la lesión son
fundamentales. También pueden emplearse antibióticos sistémicos. En algunos casos, en los
que el paciente tiene una obstrucción postsacular, se hace necesario realizar un sondaje. En
los casos más severos, en los que se requiere un tratamiento urgente, se recurre a los
antibióticos de amplio espectro, antiinflamatorios y analgésicos. Y en algunos pacientes con
infección activa, se indica cirugía. La técnica se denomina dacriocistorrinostomía.
Para evitar la dacriocistitis es importante acudir al oftalmólogo ante los primeros síntomas de
infección ocular para que pueda hacerse un diagnóstico temprano y poner tratamiento cuanto
antes para evitar así complicaciones.
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