1. Bachillerato: Leonardo tamariz
Integrantes:
Marco Antonio Martínez Robles
Francisco Gutiérrez Martínez
Grado: 3
Grupo: A
Sexto: semestre
Materia: taller de medios de comunicación
Profesora: Amanda Romero Herrera
Fecha: 28 de mayo del 2013
2. Una ponencia es una propuesta o comunicación sobre
un tema específico, que es analizada y examinada en
una asamblea. La ponencia puede generar una
resolución por parte de la asamblea en cuestión.
En el lenguaje cotidiano, se suele utilizar el concepto
de ponencia para hacer referencia a cualquier
discurso o presentación que una persona realiza
frente a un auditorio. El lanzamiento de productos en
el marco de un evento, las exposiciones científicas y
la argumentación académica serían, en este sentido,
distintos tipos de ponencias.
3. Por lo general, una ponencia consiste en la
presentación de un proyecto o una propuesta de
trabajo. Como su intención es didáctica o
persuasiva, resulta indispensable que el ponente
conozca en profundidad los temas tratados. La
ponencia debe tener una introducción (para
llamar la atención de la audiencia), un cuerpo
central (donde se desarrolle el mensaje que se
quiere transmitir) y una conclusión (que suele
resumir lo expresado en el cuerpo central).
4. Es importante que la ponencia cuente con un
adecuado soporte audiovisual que refuerce
los conceptos o que ayude a la comprensión
de los términos. Por ejemplo: el ponente
puede apoyarse en diapositivas mientras
habla, hacer pausas para mostrar pequeños
videos, etc.
5. Sobre el final de la ponencia, resulta
necesario dejar espacio para las preguntas o
el diálogo. El ponente debe invitar al
auditorio a realizar consultas y tiene que ser
claro en sus respuestas. De todas formas,
debe tratar de no entablar diálogos
personales (dejando de lado al resto de las
personas presentes), sino que lo mejor es
responder las inquietudes a nivel general y
estableciendo vínculos con lo ya expuesto.
6. Los pasos previos
Las razones por las que un médico se ve abocado a
presentar una ponencia o dar una conferencias son
muchas: un congreso donde debe exponer la investigación
realizada ante una audiencia generalmente amplia, una
mesa redonda a la que se le ha invitado en razón de su
experiencia o conocimientos en un área del saber
médico, una sesión clínica en la que debe exponer o
comentar un caso clínico. Cualquiera que sea la razón por
la que un médico debe hablar en público, antes de hacerlo
le interesa asegurarse de que: conoce suficientemente el
tema que le han encomendado
tendrá suficiente tiempo para prepararlo
dispondrá del adecuado soporte audiovisual
el tema es apropiado para los oyentes.
7. Las conferencias de clausura, clases magistrales, etc. permiten una cierta libertad de maniobra, siempre que
sigan las normas de cómo hablar en público, o se ajusten a las estructura de una ponencia descrita más
adelante. Su contenido se acerca más a lo que es una revisión, un meta análisis o una ponencia que revela
criterios médicos basados en la evidencia. Para ser realmente magistral, además de informar de los aspectos
más relevantes del tema escogido, debe servir también para estimular las inquietudes científicas de los
oyentes, lanzar interrogantes y señalar las líneas de investigación más actuales sobre la materia. La duración de
la exposición no debe ser superior a los 45 minutos, dejando un margen de tiempo razonable para el diálogo.
Las mesas redondas se caracterizan porque los ponentes (generalmente cuatro) tienen menos tiempo que el
ponente de una conferencia magistral para exponer su tema y porque deben ajustarse a las indicaciones del
moderador. La discusión suele ser conjunta y se realiza cuando todos los ponentes han finalizado su
exposición. Si participa en una mesa redonda sea breve en los agradecimientos iniciales; tiene poco tiempo
para hacer su exposición y no hay cosa más aburrida para el público que oír a todos los ponentes comenzar de
la misma manera: "agradezco la invitación a participar en esta mesa redonda….". Vaya rápido al grano.
Las comunicaciones científicas realizadas en congresos médicos son las ponencias que tienen un tiempo más
limitado, generalmente no superior a los 10 minutos y a los que hay que añadir unos 5 minutos más de
discusión. En muchos congresos, los 10 minutos ya incluyen el tiempo de discusión por lo que la exposición en
sí debe concentrarse en 5-7 minutos.
La participación en una teleconferencia no es frecuente aún pero lo será cada vez más. En la teleconferencia, los
participantes están cada uno en un hospital, un país o una ciudad diferentes y su conexión es a través de
televisión. Junto a los ponentes (generalmente detrás de ellos) se encuentra un publico que también puede
participar, siguiendo unas normas. Quien participe en una teleconferencia debe saber que quien habla es quien
sale en pantalla (generalmente de forma automática) y que por lo tanto, si varios hablan a la vez, el selector de
pantalla no puede funcionar bien. Es pues esencial seguir la norma no1: hablar despacio y no interrumpirse
hasta que quien habla haya terminado. Por otra parte, es habitual encontrar un cierto retraso en la transmisión
de la voz y de la imagen: el movimiento parece de "cámara lenta" y la voz llega con retraso. Ello hace
aconsejable no responder al interlocutor inmediatamente sino hacerlo tras uno o dos segundos de silencio. Al
participar en una teleconferencia hay que respetar unas normas básicas:
◦ no interrumpir ni hablar varios a la vez
◦ hablar lentamente
◦ dejar pasar unos segundos entre la intervención anterior y la propia.
◦ mantener el conmutador de voz en modo mudo si no se está hablando
8. La Introducción tiene como objetivo principal el atraer la atención de la audiencia y preparar el
camino al mensaje principal. El ponente debe utilizar la Introducción para
Cautivar el interés de los oyentes y darles una visión del tema que lo haga atractivo. Dar a los
oyentes la información que juzgue necesaria a fin de que puedan entender bien el cuerpo de
doctrina que se expondrá a continuación.
Hacer los agradecimientos pertinentes de forma breve y educada, especialmente breves si está
en una mesa redonda
El Cuerpo central es donde debe incluir el mensaje principal que desea transmitir al auditorio.
El error más frecuente por parte de ponentes no experimentados (y de algunos ya
experimentados) es el de querer transmitir a la audiencia todo lo que el ponente sabe sobre la
materia. Si se cae en la tentación de decirlo todo, la lluvia de información que hará caer sobre
la sufrida audiencia será tal, que en muy poco tiempo el ponente habrá conseguido el
desinterés de la gran mayoría de oyentes. Tres o cuatro ideas clave, repetidas dos o tres veces
con diferentes palabras y desde diferentes perspectivas, deben ser transmitidas antes de que el
natural cansancio haga presa en la audiencia y disminuya su atención. Es el momento decir
cuáles son las aportaciones principales o más novedosas del trabajo realizado y limitar el
fárrago de datos experimentales a aquellos que son esenciales para substanciar lo que se
afirma. Se trata en esencia, de atenerse a lo más importante y recalcarlo. La Conclusión es
también importante. Conviene indicar a los oyentes cuándo se ha entrado en la recta
final, cuándo se ha iniciado la conclusión. En la conclusión se incluirán frases breves y sucintas
que resuman lo expuesto, digan porque es importante y qué aplicación práctica tiene. Las
conclusiones deber corresponder a los objetivos o preguntas mencionadas en la Introducción
9. Es el momento de la verdad, en el que el ponente se da cuenta si ha
llegado o no al público. Y esto no se medirá tanto por la prontitud con la
que surjan preguntas o intervenciones (la mayoría de las audiencias son
tardas en iniciar preguntas) sino por la viveza y número de las mismas
una vez se ha roto el hielo inicial. En el momento del diálogo no hay que
olvidar lo siguiente: Repita para toda la audiencia las preguntas que le
hacen. Es particularmente importante cuando el sistema de megafonía
no es óptimo. Si quien pregunta lo hace hablando hacia el ponente, los
oyentes situados por detrás de él pueden fácilmente perder sus
palabras.
Sea breve y claro en las respuestas. Los oyentes que no estén muy
interesados se lo agradecerán y los que sí lo estén, se lo agradecerán
también porque de esta forma habrá tiempo para más preguntas.
Evite los diálogos con una sola persona de la audiencia. Si alguien está
interesado en profundizar más, diga que con mucho gusto le ampliará
información o comentará lo que se desea al finalizar.
10. En conclusión tiene el objetivo principal el atraer
la atención de la audiencia y preparar el camino
al mensaje principal.
Cautivar el interés de las personas y darles una
visión del tema que lo haga atractivo
comunicación sobre un tema específico, que es
analizada y examinada en una asamblea. La
ponencia puede generar una resolución por parte
de la asamblea en cuestión.