El documento discute los errores comunes en la redacción de recetas magistrales y la importancia de especificar correctamente los ingredientes activos, excipientes, unidades y tipo de formulación farmacéutica. Una prescripción bien redactada por el dermatólogo y elaborada adecuadamente por el farmacéutico garantiza que el paciente reciba una fórmula de alta calidad.