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PERSPECTIVAS DE AFRONTAMIENTO DE LA COMPETICIÓN EN
PADRES/MADRES DE JÓVENES DEPORTISTAS
Un fin de semana tras otro miles de padres y madres de muchos jóvenes deportistas
acompañan a sus niñ@s a distintas competiciones, tanto de deporte escolar, deporte federado
o competiciones de cualquier tipo. En todos los casos se produce una interacción que puede
ser enormemente beneficiosa según se afronte, y es la relación entre los padres/madres de
compañeros y adversarios.
En el primer caso es más sencillo establecer un vínculo, porque a lo largo de varios meses
vamos a estar en situaciones similares con las mismas personas. Esta relación puede servir
para observar cuál es el entorno de nuestros hij@s, ampliar el entorno social y tener un punto
de referencia sobre otros similares a ellos.
También se tendrá oportunidad de coincidir con los padres/madres de los competidores de
nuestros hij@s. Aquí podrían aparecer dos actitudes: la primera es la de fomentar una
relación cordial y amistosa propia de competiciones entre jóvenes que están en un proceso de
educación integral y apertura a todos los ámbitos de la vida; y la segunda forma es la menos
deseable y es la que se centra en establecer una “tensión” más propia de la competición de
élite que de niñ@s.
En base a esta reflexión inicial vamos a describir una serie de aspectos que pueden ser reflejo y
deseo de cualquier club deportivo de iniciación.
Ilustración 1. Aspectos a tener en cuenta en la relación padres/madres en deporte de formación
PADRES/MADRES
ÚTILES
EL FUERA DE
CONTROL
EL TERCER
TIEMPO
PADRES/MADRES
DE COMPAÑEROS
PADRES/MADRES
DE ADVERSARIOS

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1. PADRES/MADRES ÚTILES.
Los clubes y las escuelas deportivas subsisten
gracias al trabajo de (en muchos casos) unas
pocas personas que están implicadas en el
proyecto. Por todo ello, la crítica destructiva no
es lo mejor para apoyarles en su labor y
tampoco hay que olvidar que la crítica es
percibida de inmediato por los niñ@s que
realizan deporte. Una buena forma de enseñar
a los hij@s que se quieren compartir actividades
con ellos es embarcándose en la actividad
deportiva, cosa que permitirá estar dentro del mismo proyecto y compartir vivencias. La
consecuencia es que pasarán más tiempo juntos, podrán disfrutar del proyecto, compartir las
buenas experiencias y aprender de las experiencias adversas que el deporte ofrece por
naturaleza.
2. EL FUERA DE CONTROL.
En el día a día del deporte los padres/madres
que están observando la actividad de los
hij@s muestran su desacuerdo con una acción
arbitral, del entrenador o un lance del juego.
La forma en que se muestra ese desacuerdo
suele ser en muchos casos ostensible,
desmedida y llamativa. Esto en muchos casos
produce enfrentamientos con otros padres en
desacuerdo, creándose una situación tensa
que puede desembocar en una discusión en
algunos casos o incluso peleas (por desgracia para el deporte).
Hay que tener en cuenta que si las personas “adultas” se comportan de este modo, ¿cómo se
comportará un joven deportista ante tal situación? Se podría hacer una serie de preguntas
como: “¿Es esta la forma de resolver los problemas en el deporte? ¿Es esta la forma habitual
de comportarse en la vida? ¿Si ellos lo hacen, por qué no voy a hacer lo mismo?”
Por todo ello, es muy importante reflexionar antes de actuar, ya que se trata de un juego entre
niñ@s y es muy importante para ellos que todo se suceda de una forma “normal” y que la
importancia esté en cada situación que se da en el juego. Por todo ello es importante que los
padres y madres mantengan la calma, sean capaces de analizar la situación y den una
respuesta adecuada. No se puede olvidar que en las edades de formación uno de los modelos
de los niñ@s son los padres/madres.
Una persona adulta debe ser capaz de no dejarse llevar por las emociones o por las actitudes
destructivas de otros padres que se puedan comportar de este modo y esto se le debe
comentar al niñ@ para hacerle saber que adoptar una posición extrema e irracional no lleva a
ninguna conclusión.

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3. PADRES Y MADRES DE COMPAÑEROS
En un deporte de equipo como es el fútbol, aparece la interacción entre los padres/madres de
todos los compañeros. El aspecto más importante es que se tengan totalmente claros los
objetivos que se tienen respecto al equipo en la disputa de la competición. Se deben evitar el
desarrollo de situaciones que puedan provocar contradicción en los niñ@s como la situación
siguiente:
Por un lado puede aparecer una persona que les comunique que “hoy jugamos contra los
primeros y si ganamos podemos ponernos líderes y es lo más importante que nos puede
pasar”. Por otro lado puede aparecer otra que, debido al nerviosismo que puede producir la
competición les quiera tranquilizar y comunique que “la buena temporada que se está
realizando es debido a lo bien que se ha entrenado y si se hacen las cosas como sabemos no
debemos preocuparnos por el resultado que se dé”.
Por ello, antes de aconsejar a otros componentes del equipo se piense en la línea que se ha
marcado desde el equipo, el club o el entrenador. Todo ello evitará malos entendidos entre
padres/madres y puede fomentar el diálogo entre padres para hablar de la competición, la
forma que tiene cada hij@ y cada padre/madre de afrontarla y nos puede descubrir nuevas
estrategias para solucionar problemas a lo largo de la etapa de formación deportiva.
4. PADRES Y MADRES DE ADVERSARIOS
Siempre que se asiste a una competición,
del mismo modo que a nosotros nos
gusta acompañar a nuestros hij@s, a los
padres y madres del equipo le sucede lo
mismo. Habrá dos formas de afrontar
esta situación: la primera es adoptar una
forma sencilla y conciliadora, dando un
primer paso hacia el disfrute de la
jornada y la interacción amable; y la
segunda es abordar el encuentro como
una competición fuera del terreno de
juego.
En la primera visión el protagonismo total y absoluto recae en los participantes de la actividad,
de manera que disfrutan de la práctica deportiva que más les gusta y al finalizar el partido son
capaces de contarnos su experiencia y sus “hazañas” en el terreno de juego.
En la segunda visión lo único que se consigue es aumentar la tensión y el nerviosismo entre los
participantes y el protagonismo del partido se deriva a las gradas, donde el deporte brilla por
su ausencia.
Una curiosa tercera visión puede aparecer con la situación de tensión entre dos o más
componentes de un mismo grupo, ante situaciones típicas con comentarios tales como “¡qué
se habrá pensado este!” o “¡tu hijo es mejor, así que tira más!”o “Habéis visto que bueno es mi
hijo y cuántos goles mete…”

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Ante esto hay que reflexionar y recalcar que estamos hablando de competiciones entre niñ@s,
y que se debe fomentar la práctica deportiva y los beneficios que se obtiene de al participar.
De la misma manera no se puede permitir entrar en la lucha del “mi hijo es mejor que…” o “mi
hijo sale en el equipo ideal…”, y aunque sea verdad, ya que están en constante evolución y
diciendo esto nos hacemos un flaco favor a nosotros mismos y a nuesto jugador@, más
teniendo en cuenta que el fútbol es un deporte de equipo y que sin el resto de compañeros no
se puede hacer nada.
5. EL TERCER TIEMPO
Este concepto proviene del rugby y se refiere a
que tras los partidos, ambos equipos se
encuentran para compartir una bebida, bromear
y cantar grupalmente, como excusa para
confraternizar y suavizar los resentimientos que
pudieran haber surgido durante la
confrontación.
En el caso del deporte de iniciación, y el fútbol
base en este caso, se debería fomentar esta
situación, en la que todos los participantes del juego (adversarios, colegiado, entrenadores), se
mostraran a los niños como lo que son, es decir, personas. Y en este aspecto los
padres/madres son los que de una forma más natural pueden facilitar este tercer tiempo con
el tema de preparar el bocadillo y la bebida, buscando comentarios distendidos tras el partido,
que hagan que la competición se convierta en toda una fiesta.
CONCLUSIÓN
Generalmente, los padres en estas edades son los que motivan o atienden las demandas de
sus hij@s para practicar una modalidad deportiva y son los que inscriben a sus hij@s en estas
actividades. Por ello son los primeros que tienen que percibir y exigir la seguridad en el
entorno donde van a trabajar sus hij@s y la validez y coherencia del proceso metodológico que
se va a llevar a cabo con sus hij@s.
Deberían de ser conscientes de que sus hijos van a practicar deporte por unas motivaciones
principalmente lúdicas, que a ser posible deben aportar elementos educativos para sus hijos.
Por tanto no es adecuado que los padres proyecten sobre sus hijos intereses o frustraciones
particulares que sin duda van a perjudicar más que ayudar a la diversión y formación de sus
hijos.
Como parte del contexto, y por tanto del proceso de enseñanza, deben aprender a reforzar a
sus hijos con una orientación dirigida al proceso, es decir, por su participación, la propia
superación,... Por otro lado deben ser partícipes de la responsabilidad para cumplir el
compromiso que adquieren sus hijos /as a la hora asistir a las clases o sesiones de
entrenamiento y a los partidos.
DIRECCIÓN DEPORTIVA PRIMER TOQUE 2009