Orígenes y características del Modernismo en Hispanoamérica
1. Razón del término "Modernista"
El termino "moderno" se utiliza para nombrar lo que sigue la "moda" de una época,
es decir aquello que va de acuerdo con las tendencias de su tiempo. La iniciativa
de dar este nombre al movimiento de América Latina partió de Rubén Darío, quien
es un articulo sobre Ricardo Contreras publicado en Chile publicado en 1888,
califico el estilo de este escritor mexicano como "expresión moderna". Dos años
mas tarde, en un comentario sobre una visita realizada a Ricardo Palma, empleo
el termino "Modernismo" para calificar el "espíritu nuevo" que movía a un grupo de
escritores.
Durante un tiempo la denominación fue empleada de una manera peyoritativa,
para referirse a la nueva generación de escritores llamándolos decadentes,
amanerados y extranjerizantes. El modernismo no recibió el reconocimiento y el
respeto publico hasta que Rubén Darío se acredito su legitimidad como
movimiento estético con valores propios y con fuerzas renovadoras positivas.
Comienzos
El modernismo literario tuvo su origen en Hispanoamérica, entre los años 1880 y
1914, impulsado en especial por el poeta nicaragüense Rubén Darío.
Aquí en Hispanoamérica se registro una lenta pero creciente reacción contra las
corrientes académicas y románticas, protagonizadas por varios y renombrados
escritores como por ejemplo González Prada, Salvador Díaz Mirón, entre otros.
En el desarrollo del modernismo, es posible identificar los siguientes momentos:
Iniciación: La primera generación modernista (1882-1896). José Martí y Manuel
Gutiérrez Nájera inician un trabajo de actualización de la lengua, principalmente en
la prosa, aunque también en el verso, muy fijos al modelo español.
Culminación: En 1888, Rubén Darío publica su libro Azul. En esta época ya se
habían realizado grandes innovaciones en la palabra poética. Por medio de su
obra en Chile, Argentina y España, Darío realiza una tarea excepcional, que
consolida el Modernismo como movimiento continental y se convierte en su
síntesis más brillante, tanto en América como en España. En 1896 se edita Prosas
Profanas, el libro de Darío que oficializa el Modernismo en Hispanoamérica.
Continuación: La segunda generación modernista. Consagrado Rubén Darío como
jefe de la escuela del Modernismo, cuando ya los iniciadores habían muerto
prematuramente, los escritores de esta segunda generación continuarían la obra
con sus aportes personales. Ellos son, entre otros, Leopoldo Legones, Ricardo
Jaime Freyre, Amado Nervo, y Julio Herrera y Reissig.
2. Características y Estilo
En sus comienzos, el estilo modernista fue muy recargado y estuvo dominado por
los temas exóticos e indigenistas, pero con el tiempo se fue haciendo cada vez
mas depurado y alcanzo expresiones de gran purismo lírico, como las rimas de
Juan Ramón Jiménez.
Los temas preferidos por los poetas modernistas reflejaban el mundo intimista y
subjetivo del autor, así como una atracción por lo original e insólito y cierta carga
de melancolía.
El poeta sentía una absoluta necesidad de evadirse hacia paraísos idílicos y una
gran añoranza del pasado mítico y legendario, sentimientos que solían
acompañarse del culto por la belleza y lo erótico y del rechazo del mundo real.
Es muy frecuente la alusión de culturas lejanas, también los escritores de este
movimiento se caracterizaban por su deseo de ser cosmopolitas y trascender la
realidad en la cual vivían, esto los llevo a tomar imágenes tomadas de culturas
exóticas, europeas, de Oriente o pertenecientes a otras épocas.
Para expresar sus preocupaciones y sentimientos, los modernistas recurrieron a
una renovación formal y estilística, en la que eran frecuentes los símbolos, los
giros complejos con palabras de gran sonoridad o la laberíntica combinación de
las rimas de un amplio vocabulario metafórico, integrado por un amplio vocabulario
metafórico, integrado por flores (loto, crisantemo, nenúfar), animales (cisne, ibis,
cóndor), piedras preciosas, colores, ciudades exóticas y abundantes referencias a
otras artes.