Un creativo de publicidad cambió el letrero de una ciega mendiga para mejorar su mensaje y resultados. Donde antes sólo pedía limosna, el nuevo letrero instaba a la gente a cambiar de estrategia cuando las cosas no funcionan y a no tener miedo al cambio. Esto resultó en que la taza de la ciega se llenara de billetes y monedas.