El documento resume una entrevista con Todd Gordon, académico canadiense y autor del libro “Canadá Imperialista”, donde argumenta que Canadá ha desarrollado un imperialismo propio y no depende de Estados Unidos o Inglaterra económicamente. Gordon señala que las corporaciones canadienses tienen una fuerte presencia internacional, especialmente en América Latina, y que las ONG canadienses a menudo apoyan los intereses de las empresas mineras canadienses en el extranjero. También critica la negativa de los académicos y medi
Deconstruyendo el mito del imperialismo canadiense
1. Deconstruyendo el “mito” canadiense
– 20 FEBRERO, 2014
Fernanda Sánchez Jaramillo*. Entrevista a Todd Gordon, académico
canadiense y autor del libro “Canadá Imperialista”
FSJ: El imperialismo y el capitalismo canadiense maduró
significativamente en diferentes formas durante las últimas
dos décadas. ¿Podría mencionar las más importantes?
TG: El más grande es el crecimiento de su internacionalización. Ha
habido un mito en la “izquierda” canadiense (y en otras partes en la
sociedad canadiense) de que Canadá no tiene su propio capitalismo,
de que es económicamente dominado por Inglaterra y por Estados
Unidos.
Algunos escritores han usado el lenguaje de la dependencia para
describir a Canadá –agregando el adjetivo “rica” dependencia. Esto es
profundamente engañoso, superficial y un mal análisis que nunca
explicó la dinámica del capitalismo canadiense y el rol internacional
de los capitalistas canadienses.
Hubo gente que en los años 70´s y 80´s retó esto pero ellos estaban
nadando contra la corriente. Ese análisis de la “rica” dependencia no
es contundente y eso se hizo evidente, especialmente, en la mitad de
los 90´s. Las corporaciones canadienses son una red de
inversionistas internacionales, con una importante presencia en todo
el mundo, especialmente Latinoamérica.
2. Estas tienen la orientación más agresiva hacia la inversión extranjera,
en términos relativos y absolutos, (medido con respecto al producto
interno bruto). La minería canadiense domina la industria
globalmente, con casi dos tercios de toda las compañías mineras con
base en Canadá.
Uno de los más grandes fabricantes de medias y camisetas (Gildan)
es canadiense, cinco de los bancos más grandes de Norteamérica son
canadienses; tres de ellos, Scotia, RBC and CIBC, juegan un
importante rol en el Caribe y otros países latinoamericanos.
FSJ: Canadá es ahora más visible en la política internacional y
juega un rol más activo. ¿Le ayudaron los medios corporativos
a mantener ese bajo perfil mientras el país extendía sus
tentáculos alrededor del mundo, especialmente en
Latinoamérica?
TG: Con muy pocas excepciones, los medios canadienses ofrecieron
muy poco cubrimiento de lo que las compañías canadienses han
hecho en el exterior; excepto por celebrar su éxito pero no
proporcionaron un análisis significativo de derechos humanos y
abusos ecológicos cometidos por estas compañías.
Tampoco acerca de cómo las políticas de seguridad y relaciones
internacionales están ligadas a la internacionalización del capital
canadiense. Esto las convierte, como a muchos medios en el mundo,
en medios corporativos, que buscan la ganancia y están vinculados a
otros capitalistas a través de la propiedad “cruzada”. Además, con
directores no interesados en retar el dominio del poder capitalista en
nuestras vidas.
FSJ: Canadá ha dado muestras de su imperialismo a través de
los tratados de libre comercio, que incluyen la inversión pero
también a través de las ONG´s en los mismos países cuyos
recursos se está llevando. ¿Qué piensa usted de las ONG´s y
la “ayuda para el desarrollo” como extensión del imperialismo
canadiense?
TG: Existe una larga historia pero en los años más recientes, hemos
visto una más agresiva orietanción por parte e las ONG´s para ligar
su trabajo en apoyo de las compañías mineras canadienses. Tratan
3. de comprar comunidades en el Sur Global que no quieren mineras
canadienses a su alrededor. Estas comunidades saben que estas
inversiones llevan al abuso de los derechos humanos, la destrucción
del medio ambiente, incrementa la iniquidad y no mejora los
estándares de vida, al contrario, los empeora. Esta es la conclusión
de las investigaciones acerca del impacto de la minería canadiense en
el Sur Global.
Entonces, siendo un estado imperialista, Canadá no desalienta a las
compañías en su afán de conseguir los proyectos de inversión; el
Estado proporciona fondos a las ONG´s que intentan comprar a las
comunidades locales con clínicas médicas o programas de agua
potable, las cuales no compensan por los daños a largo plazo de las
compañías canadienses.
FSJ: ¿Por qué los académicos canadienses son reacios a
aceptar que Canadá es un imperio en sí mismo, no inocente en
lugar de pretender que Estados Unidos está detrás de ellos?
TG: Creo que hay algunas razones. El sistema universitario
canadiense, en general, no capacita a la gente para pensar
críticamente, para mirar estructuras sistémicas de iniquidad o para
confrontar el poder.
Las ciencias sociales fueron históricamente diseñadas, y aún lo son,
para reproducir el poder y el privilegio desarrollando teorías- a veces
elaboradas, pero casi siempre crudas y simplistas, justificando la
naturalización de la iniquidad con base en la clase, la etnia, el género
o la región. Para alterar el sistema educativo -y hacerlo más crítico y
retar el poder y la dominación- sería esencial reemplazarlo.
Hay algo importante que señalar con el crecimiento de la
internacionalización del capital canadiense: la destinación de fondos
para programas universitarios y centros de investigación. Esto en
relaciones internacionales, negocios e ingeniería.
FSJ: Canadá trabajó muy duro para presentar una linda
fachada en el sistema internacional. ¿Qué herramientas le
ayudaron al país a lograr este objetivo y qué herramientas se
pueden usar para exponer su verdadero “rostro”?
4. TG: Parte del mito “Canadá el bueno” está fundamentado en el hecho
de que somos vecinos de un super poder, el cual obviamente lidera y
y es la cara global del imperialismo. Entonces, Estados Unidos recibe
mucha atención en el mundo y en Canadá; como resultado, Canadá
puede ser fácilmente presentado como no imperialista.
Pero también creo que generaciones de propaganda en el sistema
educativo y los medios: mentiras acerca de Canadá “progresista”,
internacionalista y mantenedor de la paz cuando en realidad
manteniendo la paz no fue nunca progresista, sino siempre una
postura ligada a intereses geopolíticos de la Guerra Fría. Canadá
siempre ha encontrado una forma particular de apoyar directa o
indirectamente el imperialismo global. Eso es algo que a la gente no
le han enseñado.
Yo creo que es importante construir la solidaridad con las luchas en
contra de los predadores corporativos canadienses, en Canadá (los
indígenas contra los oleoductos o los trabajadores contra las
corporaciones que atacan su sustento) y, afuera. Estas luchas son la
lecciones acerca del rol real de Canadá y las corporaciones
canadienses juegan en el mundo. Ellos crearon esa mentira que
reclama que Canadá es de alguna manera diferente a otros poderes
capitalistas, pero hay que recordar que la gente está luchando y es
posible ganar.
FSJ: ¿Hay algo en la “cultura” canadiense o es manipulación
política lo que convierte a los canadienses en “salvadores del
mundo”, especialmente en países con poblaciones
“racializadas” pero que impide que ellos frenen su propio
gobierno e imperialismo?
TG: No estoy seguro de que haya algo específico canadiense en eso.
El imperialismo siempre se promueve con esa ética “civilizador” y a
nosotros nos dicen que Canadá, hace bien en el mundo, que su
política internacional es diseñada para mejorar la vida de la gente.
Eso no es imposible de ver pero, como dijimos, los medios y el
sistema educativo están diseñados para impedir ver esa realidad. Por
eso, los canadienses apoyan la ayuda internacional y programas que
se suponen mejoran la vida de los demás. Creo que hay un
componente, aunque sea embrionario, que es progresista pero es
abusado y manipulado.
5. Las corporaciones canadienses dañan la vida en el exterior y también
en Canadá. Creo que si se les da la oportunidad los canadienses
concluirían eso también acerca del poder internacional canadiense.
FSJ: ¿Además, del imperialismo canadiense académico,
cultural y económico, qué otras formas de imperialismo ejerce
Canadá?
TG: Le agregaría al imperialismo económico, que el imperialismo
ecológico es determinante en las relaciones de Canadá con el Sur
Global. Es decir, la transferencia de riqueza de las compañías
canadienses asociada con la destrucción causada por proyectos
mineros a larga escala. La explotación de los países, sus recursos, la
degradación ecológica que hace más pobres a los países explotados y
a los capitalistas canadienses más ricos.
*Fernanda Sánchez Jaramillo, periodista, magíster en relaciones
internacionales y sindicalista
Fuente: Rebelión