El borrador filtrado del quinto informe del IPCC reconoce que una parte creciente de las emisiones de CO2 en países en desarrollo se produce durante la fabricación de bienes exportados a países desarrollados. Aunque los países en desarrollo aceptan esta transferencia de industrias contaminantes del norte, también se oponen a medidas en los países ricos para limitar el consumo de esos productos. Ni los países ricos ni los pobres asumen toda la responsabilidad por el aumento de emisiones, creando un problema sin resolver en las negociaciones climá
Proponen la eliminación del Consejo de la Magistratura
Filtraciones climáticas: adelanto del V Informe del IPCC
1. Filtraciones climáticas: adelanto del V Informe del IPCC
Gerardo Honty
ALAI AMLATINA, 21/01/2014.- Un borrador del nuevo reporte del
IPCC se filtró a la prensa. Además de reiterar amenazas conocidas, el
documento rescata un tema que merece analizarse: la transferencia
de emisiones del norte hacia el sur.
El quinto Informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio
Climático -al igual que sus cuatro antecesores publicados en 1991,
1996, 2001 y 2007- consta de tres volúmenes. El primero de ellos ya
fue presentado en setiembre del año pasado y contenía una
actualización de los últimos conocimientos sobre la ciencia del cambio
climático. El segundo se lanzará en marzo (comprendiendo aspectos
de vulnerabilidad y adaptación) y el tercero, referido a la mitigación,
se conocerá recién en abril.
Sin embargo, un borrador parcial de este tercer volumen, fechado el
17 de diciembre, fue filtrado en los últimos días a varios medios de
comunicación y mereció la atención de, entre otros, Reuters
(15/01/14), The New York Times (17/01/14) y The Guardian
(19/01/14). Se trata de un borrador de 29 páginas del capítulo
dirigido a los responsables políticos; un resumen de fácil digestión
que el Panel suele hacer para evitarles a los tomadores de decisión la
dura tarea de leer los informes técnicos completos.
Los detalles del borrador que la prensa divulgó no presentan grandes
novedades y mayormente son actualizaciones de tendencias ya
anunciadas o datos que ya habían sido anticipados por otras agencias
internacionales de la propia ONU o la Agencia Internacional de la
Energía. Algunos de los puntos señalan:
2. - Las emisiones de gases de efecto invernadero crecieron dos veces
más rápido en la primera década de este siglo que en las tres
décadas anteriores. Gran parte de ese aumento se debió a la quema
de carbón, y particularmente por el carbón utilizado para la
generación de electricidad en China.
- La mayoría de los escenarios a futuro muestran que las emisiones
mundiales tendrían que reducirse de 40 a 70 por ciento entre 2010 y
2050 para mantener el aumento de la temperatura media del planeta
por debajo de los 2° C tal como se acordó en Naciones Unidas.
- Para limitar el calentamiento, el informe estima que el mundo
tendría que invertir USD 147 mil millones al año en energías bajas en
carbono, como la eólica, solar o nuclear hasta el 2030. Al mismo
tiempo, las inversiones en energía de combustibles fósiles tendrían
que ser reducidas en USD 30 mil millones anualmente.
- Los gobiernos del mundo todavía están gastando mucho más dinero
en subsidiar los combustibles fósiles que en acelerar el cambio hacia
una energía más limpia.
- Es necesario impulsar las tecnologías de captura y almacenamiento
de carbono -principalmente en las usinas eléctricas- y el secuestro de
carbono de las plantaciones forestales como mecanismo para
alcanzar un balance neto de “emisiones negativas” en el 2100.
El Norte emite hacia el Sur
Sin embargo, uno de los principales aspectos que recogen los
artículos de prensa referidos, es el reconocimiento por parte del Panel
de un asunto que ya había sido destacado por analistas y activistas
climáticos y que merece un análisis un poco más profundo: la
“externalización” de las emisiones.
"Una parte cada vez mayor de las emisiones de CO2 procedentes de
la combustión de combustibles fósiles en los países en desarrollo se
libera en la producción de bienes y servicios exportados, sobre todo
de países de renta medio-alta y alta” entrecomilla The Guardian,
dando a entender que es extracto textual del borrador filtrado.
3. Según el periódico inglés, el documento afirma que el mayor
crecimiento en las emisiones de gases de efecto invernadero se da en
los países emergentes, particularmente China, pero que buena parte
de ellas está originada en la producción de bienes que son
consumidos en Europa y Estados Unidos.
Muchos en el sur reclaman que una política global de reducción de
emisiones debería no solo considerar el origen de la producción sino
también su destino, responsabilizando a los países consumidores del
norte por el aumento de las emisiones en los países productores del
sur. Desde esta perspectiva, la transferencia de industrias y
emprendimientos contaminantes del norte hacia el sur, sería una
estrategia de los países desarrollados para escabullir sus
responsabilidades climáticas. Y esto es parcialmente cierto, pero no
es toda la verdad.
El problema es que los países del sur aceptan gustosos esta
transferencia (cuando no la alientan fervientemente) y aceptan
complacientemente aumentar su cuota de emisiones. No solo esto:
también se oponen a la existencia de cualquier política doméstica en
los países desarrollados que limite sus posibilidades de exportación.
Es decir, no aceptan la inclusión de estándares de carbono en los
productos consumidos en los países del norte aduciendo que se trata
de medidas proteccionistas para-arancelarias.
Esto se ha visto en las negociaciones internacionales de cambio
climático principalmente en los temas de hidrocarburos y agricultura
pero es extensible a todos los rubros de exportación de los países en
vías de desarrollo. De esta manera son los propios países en
desarrollo los que impulsan la “externalización” de las emisiones de
los países industrializados. Nadie es inocente en este juego.
Esto se ha convertido en un nudo imposible de desatar en la
Convención de Cambio Climático. Los países desarrollados llevan sus
industrias al sur porque allí no hay restricciones a las emisiones y los
países del sur encuentran en esta relocalización productiva una
fuente importante de inversión extranjera y de crecimiento del PBI.
Esta transferencia provoca el aumento de las emisiones de las
economías en desarrollo que, con el argumento del combate a la
pobreza, rechazan cualquier imposición de límites a sus emisiones.
4. Pero también rechazan cualquier medida que los países desarrollados
adopten para reducir el consumo de los habitantes del norte, con el
argumento de las trabas a las exportaciones desde los países en
desarrollo.
Adicionalmente, estas exportaciones están promoviendo el
crecimiento de nuevas clases altas y medio altas en los países
emergentes que están aumentando su consumo y consecuentemente
las emisiones de esos países.
Las empresas felices: han encontrado la manera perfecta de evitar
los límites a sus emisiones, pagar una mano de obra más barata,
recibir exoneraciones variadas, flexibilizar los estándares ambientales
y mantener los mercados de mayor poder adquisitivo en el norte.
Todo con la buena colaboración de los gobiernos del norte y del sur
que continúan culpándose unos a otros de la falta de compromisos en
el combate al cambio climático.
Por suerte para el clima, el “Desarrollo” es muy eficiente para
mantener a la mayoría en la pobreza haciéndole creer que prospera o
prometiéndole que prosperará, porque si verdaderamente todos se
desarrollaran el planeta ya habría estallado.
- Gerardo Honty es investigador de CLAES (Centro Latinoamericano
de Ecología Social)
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