Las protestas en Norte de Santander revelan una vez más la enorme brecha que existe entre la Colombia del discurso y el país real, entre los comunicados de prensa y la vida de sus gentes.
Tejido de comunicación ACIN Comparte el siguiente texto basado en un diálogo entre el Tejido de Comunicación y un campesino del Catatumbo(1) del Norte de Santander, quien participó activamente y dejó sembradas sus ilusiones de paz desde abajo durante el Congreso de la Paz realizado en Bogotá el pasado mes de abril de 2013. Este texto en palabras del campesino del Catatumbo, presenta la memoria del terror y despojo que viene sufriendo el pueblo en Catatumbo desde hace varias décadas, pero también narra las resistencias y alternativas que los campesinos vienen liderando desde la Integración Social CISCA
Red de Fraude de Markus Schad Müller en Fondos de Inversión.pdf
Con carbon y sin zona de reserva campesina y memorias de un campesino
1. Con carbón y sin zona de reserva campesina
Las protestas en Norte de Santander revelan una vez más la enorme
brecha que existe entre la Colombia del discurso y el país real, entre
los comunicados de prensa y la vida de sus gentes.
Por: Gearóid Ó Loingsigh / Especial para El Espectador
Los campesinos del Catatumbo durante el sepelio de una de las
víctimas de los recientes enfrentamientos con la fuerza pública. /
Prensa Rural
La chispa que prendió la mecha fue la erradicación de coca y la
negativa del Gobierno Nacional de suspenderla. ¿Por qué el Gobierno
no paraliza la erradicación? Se supone que ya no hay mucha coca en
el Catatumbo. Según los últimos datos disponibles de la ONU, en
Tibú, epicentro de las protestas, había apenas 772 hectáreas de coca
repartidas entre 1.233 lotes. Muy poca coca comparado con las 9.677
hectáreas reportadas por la misma entidad en 2001 y, a diferencia de
hoy, la mayoría de esas siembras superaban las tres hectáreas.
Difícil explicar la terquedad del Gobierno frente al tema, o, ¿será
como muchos siempre hemos sospechado que las cifras de
producción de coca son parte de esa Colombia del discurso? No son
reales y hay más coca de lo que se supone.
Las protestas también ponen en entredicho el discurso frente al
proceso de paz. Luego de las exigencias respecto a la coca vinieron
las demandas de los campesinos de la declaratoria de una Zona de
2. Reserva Campesina (ZRC). Valga aclarar que la demanda no es
nueva, sino viene de tiempo atrás y hasta el propio presidente ha
reconocido que es una figura reglamentada por la legislación. Se
supone que hay un acuerdo firmado por el Gobierno y las Farc, un
acuerdo agrario, que casi todos los comentaristas han descrito como
“histórico y trascendental”. Entre los puntos tratados está el de las
ZRC, y las especulaciones sobre el tema nos arrojan una cifra de unos
nueve millones de hectáreas que serían cobijadas por la figura de
ZRC.
Si el Gobierno ya ha firmado un acuerdo sobre las ZRC, ¿por qué no
dar una señal de buena fe y ceder en el Catatumbo? También le
queda la opción de explicar a los campesinos que lo de ellos ya está
acordado y toca esperar hasta el final del proceso en La Habana.
No sabemos cuántas ZRC han acordado ni cuánta tierra abarcarán,
pero podemos estar seguros de que no lo han contemplado para el
Catatumbo, o por lo menos el Gobierno no pretende cumplirles en la
región, pues su futuro económico está cantado desde hace muchos
años y si Bogotá tiene la última palabra no habrá una ZRC en el
Catatumbo, ni ahora ni después de firmar la paz con las Farc, digan lo
que digan en La Habana.
¿Por qué? En la ceremonia de desmovilización del bloque Catatumbo
de las Auc, el entonces gobernador Luis Miguel Morelli Navia declaró
que la zona es “un símbolo de enormes oportunidades: petróleo,
carbón, palma africana, cacao, los bosques más ricos en
biodiversidad del planeta”.
Ausentes de su discurso estuvieron los campesinos de la región. No
podía ser de otra forma, su gobernación había inferido un potencial
de casi 350 millones de toneladas de carbón en el Catatumbo para
explotar a cielo abierto e incluía a Tibú en sus planes. Se pretendía
abrir una mina de 71 mil hectáreas, tumbando selva y desplazando a
los campesinos de sus fincas. La meta era aumentar la producción de
carbón a ocho millones de toneladas para 2015. La mina aún es una
proyección, pero no olvidada ni abandonada.
3. La creación de una ZRC supondría un obstáculo para el proyecto
minero en pleno apogeo de la locomotora minera. Es poco probable
que el Gobierno dé marcha atrás, siendo este uno de los renglones
principales de la economía. La palma africana tampoco ha dado
tregua. En 2001 existían muy pocas siembras. Entró el Usaid con
proyectos para su siembra en Campo Dos, Tibú, con la meta de
cultivar 6.500 hectáreas. Hoy hay más de 18.000 hectáreas de palma
en el Catatumbo, principalmente en Tibú y el vecino municipio de
Zulia. No es sorprendente que Fedepalma haya exigido que el
Gobierno tome medidas para levantar el bloqueo y haga inversión en
la zona, pues el proyecto palmero avanza incesante y nada indica que
hemos llegado al tope de tierras que se pretende cultivar. Quieren
proteger la inversión palmera y ellos también requieren
infraestructura para sacar sus productos.
Desde la Concesión Barco de los años 30, el municipio de Tibú se
relaciona con el petróleo. En los años 90 la producción de crudo entró
en decadencia, pero tampoco es un renglón de la economía que el
Gobierno pretenda abandonar. Existen varios proyectos de explotar lo
que denominan campos maduros. Ecopetrol, con una inversión de
US$849 millones espera aumentar la producción del campo maduro
de Tibú a 26.800 barriles por día para 2015. Algo parecido pasa con
el gas, aunque apenas están mirando suministrar el servicio a la
población del municipio.
La región ha vivido muchas bonanzas de coca, petróleo, gas, carbón
y los monocultivos. Siempre se ha visto la zona como una fuente de
ingresos mediante la extracción de los recursos naturales. Se han
hecho todo tipo de apuestas para la región, tanto legales como
ilegales, todo menos apostar y jugar a favor de las comunidades
campesinas.
A lo largo de la historia de la región ninguno de los proyectos
extractivistas ha sacado a sus habitantes de la pobreza. Hoy día en
Tibú 56,76% de la población rural y 40,31% de la urbana tiene una o
más necesidades básicas insatisfechas. El Gobierno haría bien al
escuchar sus demandas, sus súplicas, a fin de cuentas la región ha
enriquecido a todos menos a sus pobladores.
4. En 1987 los campesinos del Catatumbo también se tomaron las vías
en el marco de las movilizaciones de la Coordinadora Nacional de
Movimientos Cívicos. Firmaron acuerdos y el Gobierno Nacional les
incumplió. Volvieron a abocarse a la calle en 1996 y 1998 en
protestas que tenían como trasfondo los cultivos ilícitos. También les
incumplieron.
No puede haber una ZRC rodeada de pozos petroleros, minas de
carbón y monocultivos, y es por eso que el Gobierno no cede. Es una
opción o la otra, las dos no pueden convivir en el mismo tiempo y
espacio.
*Investigador y escritor irlandés.
Autor de “El Catatumbo: un reto por la verdad”.
Por: Gearóid Ó Loingsigh / Especial para El Espectador
CATATUMBO: MEMORIA DEL SAQUEO QUE OBLIGA AL PAÍS A
LEVANTARSE
A 40 días del levantamiento, después de 4 muertos, más de 100
heridos y 4 judicializados en el Catatumbo de Norte de Santander,
Colombia, las calumnias y las mentiras del gobierno intentan opacar
5. una lucha legítima que se levanta contra un plan sistemático de
saqueo y exterminio.
Compartimos el siguiente texto basado en un diálogo entre el Tejido
de Comunicación y un campesino del Catatumbo(1) del Norte de
Santander, quien participó activamente y dejó sembradas sus
ilusiones de paz desde abajo durante el Congreso de la Paz realizado
en Bogotá el pasado mes de abril de 2013. Este texto en palabras del
campesino del Catatumbo, presenta la memoria del terror y despojo
que viene sufriendo el pueblo en Catatumbo desde hace varias
décadas, pero también narra las resistencias y alternativas que los
campesinos vienen liderando desde la Integración Social CISCA.
Desde el Tejido de Comunicación impulsamos el vuelo de esta
palabra, porque esa realidad narrada por este campesino, es la
misma que sufrimos en todo el territorio nacional, en el que las
transnacionales mejoran las estrategias de Conquista para
someternos con terror y convertir a nuestra Madre Tierra en
mercancía. Sentémonos a sentir las palabras de este campesino que
son tan vigentes y actuales, que una vez más legitiman y llaman a
movilizarnos por una verdadera independencia y defensa de nuestros
territorios:
Nosotros vivimos en una crisis bastante problemática desde un
pasado. Un pasado que vivimos en paz, pero esa paz que logramos
vivir, cuando creímos que teníamos paz, nos dio una vuelta. Nos
generó una gran violencia en la región porque el Estado que tenemos
vio que la paz que teníamos en la región, no le servía para que el
pueblo gobernara, para que nosotros los pobres gobernáramos en el
país que queremos. Eso nos generó una violencia grande en la
región.
En la década del 70 tuvimos una organización muy fuerte en la región
conformada por juntas de acción comunal, gremios, cooperativismo,
ganadería, tiendas comunales, tiendas en las veredas. Una gran
organización muy fuerte que generaba una gran paz en la región.
Pero a través de la misma violencia que generó el Estado colombiano,
desde los gobiernos de derecha enviándonos la gran potencia militar
y paramilitar en la región, se dio el descabezamiento de nuestra gran
fuerza política, es decir, la unidad de poder que teníamos allá en la
región. El mismo Estado se dio cuenta que esto no le servía a él y por
eso generó todo este tipo de violencia asesinando los líderes,
acabando con el hato ganadero y con la fuerza social que se tenía.
Esta gran violencia en la región fue porque teníamos una fuerza
grandísima, porque el pueblo estaba organizado, porque nosotros
éramos capaces de enfrentar cualquier fenómeno que se nos viniera,
porque estábamos organizados con el nivel cooperativismo, porque
teníamos ganadería y la riqueza que nuestros abuelos nos habían
6. dejado. Ese fue nuestro gran ¨problema¨, por eso cuando el
paramilitarismo y la fuerza militar llegaron a estos territorios nos
desplazaron y asesinaron miles de campesinos. Eso fue en ese
entonces, en la década del 2001 y 2002, fue la propia ola de
paramilitarismo en todos los municipios del territorio de la región del
Catatumbo. Muchos de los líderes que estábamos en la región
organizando todo el proceso tuvimos que salir, muchos cambiaron de
territorio por su seguridad. Por defender la vida hubo que irse a otros
departamentos, a las ciudades a las cabeceras Municipales, pues la
misma potencia militar veía que éramos los organizadores de todos
los procesos, entonces nos veían como terroristas. Unos fueron
amenazados y otros fueron asesinados.
Para salvar la vida hubo la necesidad de salir del territorio. Muchos
cayeron. Hoy no están con nosotros pero van en nuestros corazones,
porque fueron los que dejaron el pensamiento y ese pensamiento
siguió en la memoria de los jóvenes. Que hoy somos nosotros, los
que en ese entonces éramos niños y que hoy llamamos al quehacer
para defender nuestro territorio, nuestra tierra, la que nos habían
dejado nuestros abuelos. El ataque militar y paramilitar que es la
misma potencia del Estado, es el mismo gobierno con las
multinacionales para defender la riqueza de los grandes capitalistas.
Manda a sus hombres para acabar con el campesino y el indígena que
hay en nuestros territorios.
Integración Social para revitalizar el Plan de Vida CISCA
En la década de los 70 sintiéndonos nosotros solos, pero con ese
pensamiento que habíamos escuchado de nuestros abuelos que ya no
están con nosotros, tuvimos que empezar a llamarnos, comunicarnos
y reencontrarnos para empezar a hacer un nuevo trabajo. Entonces
en el 2004 aparece un nuevo proceso con un modelo nuevo de
pensamiento, de ideas sobre cómo volver a retomar nuestra región,
de cómo volver a poblar las comunidades, las veredas y los
municipios donde habían sido desplazados por el paramilitarismo. Así
pudimos hacer preencuentros que arrojaron una temática muy
importante para retomar el proceso en la región, con un modelo
nuevo pero con un pensamiento viejo, o sea un pensamiento que ya
venía desde atrás pero que la nueva generación lo retoma. Es un
pensamiento que ya estaba sembrado hacía mucho tiempo.
Entonces nace un proceso que se llama El Comité de Integración
Social del Catatumbo CISCA que reúne a todos los sectores, gremios,
estudiantes, jóvenes, niños para defender nuestro territorio. Ese
movimiento nace entre el 10, 11 y 12 de septiembre de 2004.
Empezamos a trabajar desde ese año y hoy tenemos una gran
organización muy reconocida en la región por la defensa de nuestro
territorio y de nuestras comunidades, veredas y municipios. Hoy
7. somos muchos más de los poquitos que iniciamos este proceso.
Retomamos la región y hoy hemos avanzado mucho en el hato
ganadero, el cooperativismo, las juntas de acciones comunales. Los
líderes ya estamos haciendo un papel muy fundamental
organizativamente en la región.
Este proceso que empieza como defensa de nuestro territorio se
pensó para mantener la vida, porque tenía que haber un papel muy
importante que era soñar en un Plan de Vida. Para tener vida
teníamos que tener alimento, por eso se empezó a retomar el
cooperativismo, la ganadería, la tienda veredal. Volver a sembrar
nuestros cultivos con semillas nativas de nuestra región, para
defender nuestro territorio y eso es lo que hoy nos ha impulsado.
Luego este proceso ha crecido, ha dado una gran fuerza en la región.
Pedimos ayuda internacional, humanitaria y en seguridad de derechos
humados y eso hizo que El estado mismo se diera cuenta que había
una equivocación y que siempre había habido un error grande de
ellos. Por eso hicieron un desmonte, entonces el para militarismo en
la región soltó el uniforme y el arma, pero sus cabezas siguen
crecidas por los mismos mandatos de los gobiernos salientes y del
que hoy está gobernado, que es la misma cabeza de ellos.
Nosotros hemos sido capaces de denunciar, de hacer
pronunciaciones, de demostrarnos en el pueblo, en las ciudades,
donde sea. Hoy hablamos con claridad, ese es el papel fundamental
que defendemos en la región. Todo eso nos ha unido, nos hemos
encontrado con procesos de otras regiones y hemos dado a conocer
nuestro proceso en otras regiones. Hoy somos miles de campesinos
que estamos organizados en el Catatumbo para defender nuestro
territorio, porque la guerra que nos implementaron allá fue porque
nuestra región es muy rica en todos los recursos. Tenemos de todo,
pero lo que el Estado ha explotado y sigue explotando es para las
potencias mundiales, porque quienes reciben la riqueza de nosotros,
son otros países y nosotros hoy no tenemos ni salud ni educación.
Esa es nuestra lucha, lucha que nos lleva a que hoy unamos
esfuerzos y nos encontremos en este Congreso de los Pueblos para la
Paz, porque desde El Catatumbo estamos haciendo un proceso y
defendemos nuestro territorio. Queremos morirnos en nuestro
territorio pero de viejos, defender a los antepasados que nos dejaron
esta forma organizándonos y seguir en nuestra lucha.
Hoy hacemos parte del CNA, Coordinador Nacional Agrario como
Comité de Integración Social del Catatumbo CISCA. Hacemos parte
de ese proceso como campesinos que hemos luchado y hemos
defendido ese territorio. Hoy nos encontramos en el Congreso de los
Pueblos, una de las propuestas grandes de país, porque queremos un
país en paz donde quepamos todos. Que nosotros sentemos el
derecho propio que nos ha dejado nuestra Constitución Política, en
8. eso es lo que trabajamos y por eso hoy nos encontramos aquí en este
proceso.
Llevo más de 16 años trabajado como presidente, como líder comunal
y hoy no tengo miedo de afrentar lo que me toque. Si muero, muero
por defender nuestros campesinos, nuestros líderes en nuestro
territorio. Si me toca desplazarme de allá, no me desplazaré por
miedo sino por seguridad de la vida, pero desde allá defenderé el
territorio, mis campesinos y mi lucha. Será dejar la sangre allá, pero
por defender a esos campesinos y por defender esa lucha.
Ilusiones de nuestra paz sembradas en el Congreso para la
paz
Aquí nos encontramos para hacer parte de ese Congreso de Paz,
porque nosotros si queremos la paz, queremos una paz con justicia
social, donde quepamos todos. Cuando ya no haya más hambre, ni
violencia. Cuando nuestros hijos puedan pasar por las plazas de las
capitales, de las provincias. Cuando ya no tengamos que utilizar las
cédulas o nuestra cara para ponerla allá. Cuando yo sea libre por allí.
Eso es lo que nosotros buscamos, un gobierno que nos escuche y que
sea escuchado por el pueblo. Que no mande para uno solo. Que no
coma uno solo. Que mientras ellos comen pan, los campesinos no
sigamos comiendo mierda. Que nuestras riquezas no se las sigan
llevando otros.
Hoy el Congreso de los Pueblos me parece que era lo que hace rato
nos estaba haciendo faltaba. Nos faltaba esa unidad de resistir,
unidad de conformidad que no sea otro, que no sea aquel, el o
aquella que haya hecho la mejor propuesta, sino que la defendemos
pero en unidad. Es el llamado de unirnos porque ya estamos
cansados de tanta mierda, de tanta violencia que nos ha generado el
Estado. A estos gobiernos, corruptos, sucios, narcoparamilitares,
narcoterroristas que han generado la violencia de este país, nosotros
lo resistimos con un poder popular, con una unidad para servirle a
nuestro pueblo y dejarle a nuestros hijos. Mi papá murió y dio
nuestra lucha, pero a mi hijo yo le quiero dejar algo que él diga
gracias. Hoy estoy caminando por una libertad porque mi papá botó
mi sudor y botó mi sangre luchando para dejarme a mí. Ese es
nuestro pensamiento: queremos nosotros ver un país de ricos, pero
ricos de pensamientos, de poder disfrutar nuestras riquezas y no ver
unos ricos entregándole nuestra riquezas a otros que no son quienes
necesitan. Nosotros aquí no queremos generar violencia, queremos
generar ya la paz, pero que haya una paz verdadera con una justicia
social. Que yo me pueda comer tranquilo algo en mi finca, en mi
territorio, allá en mi municipio. Que yo me pueda acostar a dormir
tranquilo, esa es la paz que necesitamos. Porque ellos en diálogos
hablan de paz, pero en nuestros territorios suenan bombas, todavía
9. son las grandes multinacionales las que están matando a nuestros
líderes a nuestros hijos. Allá en nuestro territorio para poder sacar el
petróleo, el oro, todas las riquezas que tenemos allá, generan el
terror, mandan bombas para poder sacar lo que ellos buscan.
Terror paramilitar instalado para desplazar y despojar
En la primera semana de abril, a la una de la mañana sonaron 6
bombas. Y no se escuchó decir nada de lo que ha pasado allá. Esas
bombas son para que nuestros campesinos dejen el territorio para
ellos poder sacar las riquezas que tenemos allá. Entonces queremos
que si el gobierno habla de paz, acabe con la guerra y este conflicto.
Es una gran mentira la paz de la que están hablando, porque en
nuestro territorio del Catatumbo suenan cantidades de aviones, hay
miles de soldados en la región y a cada rato matan campesinos, que
después pasan por subversivos y por guerrilleros. Por eso nosotros
salimos a manifestarnos y a decirle al pueblo la verdad. Nosotros si
queremos generar una paz, pero la que realmente se construye en el
Congreso de nuestros pueblos. Ya es la hora, es la hora de mandar,
de gobernar, porque nosotros si conocemos realmente nuestras
necesidades en nuestras regiones.
El paramilitarismo que Uribe Vélez mandó al Catatumbo pasó por
todos los batallones. Desde la capital que es Cúcuta, departamento
Norte de Santander salieron los paramilitares en camiones
encarpados. Pasaron por las bases del Ejército, por los puestos de
Policía y entraron a Tibú y a Gabarra. Allí hicieron un hostigamiento
entre el Ejército y la Policía, diciendo que la guerrilla había entrado,
pero en realidad eran los paramilitares que habían entrado a eso de
12 a 1 de la madrugada a la zona de la Gabarra. Llegaron escoltados
con helicópteros y carros militares, así entraron a la región a hacer
las masacres.
Agarraban a las compañeras, las asesinaban, las descuartizaban, las
echaban en estopas de naylon, las amarraban y las tiraban al río
Catatumbo. Agarraban a las compañeras embarazadas, las rajaban
con motosierra, les sacaban los niños y las despedazaban.
Asesinaban a los campesinos y le cortaban la cabeza y con ella
jugaban como balón de fútbol en las canchas, en los parques, en las
plazas de los municipios. Eso hizo el paramilitarismo que era el
mismo Ejército camuflado, la misma Policía camuflada de
paramilitares en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Eso hicieron los
paramilitares en Catatumbo, fueron miles de campesinos
masacrados, pero hasta hoy no reconocemos en total cuantas son las
víctimas, los desaparecidos, los asesinados que tuvimos en la región.
Allá violaron, asesinaron, torturaron. Se robaron el ganado,
saquearon las tiendas comunitarias, se robaron las mejores fincas y
10. las riquezas que ya eran economía que estaba en el bolsillo de los
campesinos. Asesinaban la gente descuartizándola, le sacaban los
ojos, los capaban como capar un animal. A los que no nos asesinaron
fue porque nos escondimos entre las montañas, porque salimos a las
cabeceras municipales y porque nos desplazamos. De esa forma
defendimos la vida y hoy hemos estado construyendo la memoria
histórica de la región.
En la desmovilización del paramilitarismo entregaron mentiras,
entregaron armas de las que no utilizaban allá, porque las que
utilizaban eran las mismas prendas, las mismas armas de la misma
Policía, de los mismos Ejércitos de la fuerza pública. Eso lo utilizaron
en la región de Catatumbo, por eso cuando el paramilitarismo se
“desmovilizó”, era el mismo aparato del Gobierno que ha mandado
estos 10 años y el mismo gobierno que está hasta el 2013. Fue el
mismo Estado que promovió a los paramilitares en la región.
La región del Catatumbo es muy grandísima y de esos territorios se
fueron muchos líderes. Nosotros hoy no sabemos en dónde están.
Sabemos que hay gente en Canadá y en otros países que hoy no
están con nosotros. Eso lo vivimos y eso ha sido el mismo Estado, el
mismo gobierno que nos ha generado esta violencia. Y eso que yo
soy nuevo, para lo que se vio en el 87, en el 98, en el 99, lo que se
vio en esa región. Es el mismo Estado que ha generado el
paramilitarismo y en la supuesta desmovilización, lo que hicieron fue
legalizarse. El mismo Gobierno legalizó el paramilitarismo y hoy se
encuentran generales retirados que han armado el mismo
paramilitarismo en todas las ciudades, en todos los departamentos.
Hay generales que tienen las bases más grandes para que a ellos les
cuiden las riquezas que le han robado al Estado, a nuestros
campesinos. Esos mismos nos tildan de guerrilleros, de subversivos,
de terroristas, pero nosotros somos gente humilde, gente campesina,
gente que si generamos la paz. Porque nosotros si conocemos
realmente el pensamiento, nosotros si conocemos la crisis económica,
la crisis social.
Que nos pregunten a nosotros realmente que es lo que en nuestro
territorio tenemos, porque nosotros si conocemos el territorio en
donde vivimos y eso que dan en CARACOL Y RCN, que son las canales
que hoy realmente dicen la mentira, ocultan la verdad, porque el
mismo Estado los cuida con la potencia mundial de Estados Unidos
metiendo las narices aquí en Colombia para llevarse las riquezas. Eso
es lo que ellos cuidan pero realmente no defienden nuestros
intereses. Hoy nosotros montamos una emisora comunitaria y nos
genera una serie de problemas porque para el Estado los que deben
tener emisoras comunitarias o emisoras comerciales son las grandes
empresas, los grandes ricos de este país, porque ellos sí ocultan
realmente lo que nos están robando, lo que nos están haciendo.
11. Por esto tenemos que organizarnos, fortalecernos para realmente
tener un gobierno para que nos escuche al pueblo. Que los
congresistas, los concejales, los Alcaldes, los Gobernadores de este
país seamos nosotros mismos. Los que conocemos realmente la
verdad, los que si somos capaces de repartir ese ponqué, Esos son
los intereses que nosotros tenemos. Para esto es importante la
Constitución Política del 91 que se creó en esos años para gobernar
este país, porque realmente no se conoce dónde estamos los que
necesitamos gobernar este país. Esto es nuestra defensa de nuestro
territorio y de esa forma hemos vivido en nuestros territorios.
La Paz de ellos
Yo creo que los diálogos de paz que hoy el gobierno hace con las
FARC en Cuba, para mí son una paz escondida, unos diálogos
escondidos porque hoy realmente nosotros no sabemos que es lo que
negocian. Porque hoy todavía no hemos conocido que es lo que están
negociando. La paz que el gobierno quiere negociar hoy no es la paz
que nosotros necesitamos, cómo va a haber paz en una negociación
cuando el gobierno se come las mejores comidas sentado en una
mesa, mientras los campesinos a nuestros hijos hoy tenemos que
hacerle mazamorra de plátano molido en una piedra o en un molino.
¿Eso será paz?, ¿Cuándo en nuestros territorios teniendo unas tierras
tan ricas hoy el Estado no nos permite que nosotros vendamos
nuestros productos? Eso no es paz. ¿Hoy se sientan en paz los
comandantes de una guerrilla armada a negociar, que negocian?
¿Negocian la calle de fusiles? Y si negocian unos, los que están
alzados en armas en nuestros territorios, por qué no vieron una paz
en nuestros territorios, dónde no ven el valor. Allí lo que
verdaderamente vales un jornal, lo que realmente debería ganar un
sueldo mínimo. Los guerrilleros tienen las armas allá y ellos han
puesto muertos, han puesto vidas de ellos allá. ¿Por qué tomaron las
armas?, porque la misma situación de este país los llevó a eso y hoy
están sentados ellos allá negociando. ¿Qué negocian allá?, si mientras
que negocian la calle de fusiles están acá, el trueno de los fusiles
suena acá, las bombas suenan en este territorio. Nosotros venos que
lo que negocian allá es una paz de mentiras. Es una paz que
realmente ellos están negociado son poderes económicos, porque el
gobierno le sirve negociar con ellos, para que el mismo gobierno
pueda explotar los recurso que aquí hay. Mientras que ellos negocian
allá nosotros aquí en la región seguimos llevando del bulto. Nosotros
aquí en el territorio como población civil somos los que estamos
llevando del bulto. No tenemos educación, salud, seguridad, derechos
humanos. El hambre y la miseria siguen en nuestros territorios.
Nosotros si necesitamos una paz pero escuchada del pueblo, que
reúna toda la situación realmente que vivimos. Yo veo que la paz que
allá están negociando, la paz que está haciendo el gobierno, son de 3
12. o 4 que ya mandaron a sentarse en la mesa. Que el pensamiento de
ellos es uno y el pensamiento de los que tienen las armas y están
fuera de ellos son otras.
La paz que ellos negocian no es la paz que nosotros realmente
necesitamos
Nosotros si necesitamos una paz pero como la que hoy se propone en
este Congreso de los Pueblos, porque aquí está recogida todo el
pensamiento de nosotros, porque lo hemos discutido, porque lo
hemos analizado, porque hemos vivido en carne propia la situación
real nuestros territorios. Entonces desde acá la paz que negocian allá
no es la paz que nosotros necesitamos. Nosotros queremos caber en
esa negociación de paz, pero con nuestros pensamientos, con la idea
de paz que nosotros queremos. Nosotros queremos una paz pero con
justicia social, que sean escuchados nuestros pensamientos. ¿Cómo
puede haber paz, en un país tan rico y que las riquezas se la estén
entregando a otros?
¿Qué paz es la que negocian allá? Si nosotros para poder llegar a este
Congreso ha sido difícil, porque hay que hacer una cantidad de
registros, una cantidad de transporte para llegar hasta este este sitio.
Además lo que nosotros aquí hoy hacemos no es escuchado por todos
los medios de comunicación. No es visto por nuestros campesinos
allá, porque todo ha sido callado. Entonces la negociación que hacen
hoy la FARC Y EL GOBIERNO son unos acuerdos de paz mentirosos
que no creemos nosotros que somos la verdadera paz que Colombia
necesita.
¿Será paz cuando los compañeros o hermanos indígenas lo siguen
sacando de los territorios?
¿Será paz cuando en nuestro territorio nos ponen 7000 mil soldados
a cuidar la explotación minera?
¿Será paz cuando por cada habitante de cada territorio nos ponen
uno o dos soldados?
¿Será paz cuando nosotros salimos a que nos regalen una lámina de
zinc y en nuestras Alcaldías o en el mismo gobierno nos digan que no
hay plata para la vivienda, y mientras construyen en las capitales la
vivienda para los ricos porque los pobres no cabemos allí. ¿Eso será
paz?
Cuándo a un pobre le dan una ayuda de construir una vivienda pero
primero tiene que pasar la escritura y luego todos los documentos
para poder acceder a la vivienda. ¿Eso será paz?
13. ¿Será paz cuando vamos a que nos den la medicina con un carnet
que nos han dado y que nos dan es acetaminofén y diclofenaco? ¿Eso
será paz?
¿Será paz cuando el gobierno se gasta en las fuerzas militares más
de la mitad del presupuesto del país en aviones, fusiles, en uniforme
para la fuerza pública. Mientras los campesinos nos morimos de
hambre en nuestros territorios?
¿Será paz cuando en los hospitales se nos mueren los niños en la
puerta del hospital porque no hay servicio médico, porque las ARS no
han pagado a los hospitales? ¿Eso será paz?
¿Será paz cuando en vez de invertir la mitad de ese presupuesto del
país en vivienda, en salud, en educación, en vías se invierte en la
guerra? Allí no hay paz y esa no es la paz que nosotros queremos y
entonces ¿qué negocian?
¿Será paz para los campesinos si los grades de la agricultura pueden
arar la tierra con grandes tractores y nosotros tenemos las peores
tierras?
¿Será paz cuando los grandes capitalistas y las grandes
multinacionales tienen las mejores tierras del país y los campesinos
no tenemos en dónde construir la vivienda?
Entonces nosotros vemos una gran mentira en lo que está haciendo y
negociando.
(1) El nombre del campesino ha sido omitido por seguridad y
protección.
Por: Tejido de Comunicación - ACIN