El documento presenta un ranking de los perros que más ladran, elaborado en 1988 por Benjamin y Lynette Hart, que clasifica a diferentes razas caninas de la 1 a la 10 según su tendencia a ladrar, colocando en el primer puesto a razas pequeñas como el Yorkshire Terrier y en los últimos puestos a perros más grandes como el Bloodhound y el Golden Retriever.