2. 1.3.1 Las encomiendas y el tributo.
En 1521, tras la caída de
Tenochtitlan, Hernán Cortés tomó el
control político y militar del territorio
que nombró Nueva España. Tras
conquistar otras regiones, Cortés
premió a sus hombres con
tierras, tributos y títulos nobiliarios.
3. En 1524 se estableció el sistema de
encomiendas, por medio del cual la Corona
concedía a un súbdito español (encomendero),
como pago por sus servicios durante la
conquista y colonización, el derecho de
apropiarse del tributo y los servicios personales
de una comunidad indígena. A cambio, el
encomendero contraía la obligación de asegurar
la sumisión de encomendados, protegerlos e
instruirlos en la doctrina cristiana.
La mano de obra indígena era sobreexplotada
en las obras públicas, las empresas agro
ganaderas, las minas y los obrajes.
4. En los primeros tiempos del régimen colonial
se establecieron dos modalidades de tributo:
al rey y a otras personas. El tributo se
entregaba fundamentalmente a los
conquistadores, pero también a la antigua
nobleza indígena, a la cual la Corona otorgó
algunos privilegios. Durante las primeras
décadas del dominio español, la utilizó como
intermediaria en el gobierno indirecto que
impuso en los territorios conquistados.
La nobleza colaboró con los españoles porque
esperaba conservar sus antiguos privilegios.
Entre 1549 y 1555 se abolió gran parte del
tributo en servicios y comida, el cual se
sustituyó por dinero.
5. 1.3.2 Las doctrinas y la evangelización
Un año después del descubrimiento de América
(1493), el papa Alejandro VI otorgó a los Reyes
Católicos la posesión de los territorios
descubiertos, con la condición de que la Corona
española se encargara de evangelizar a los
indígenas americanos.
En los primeros años de la Colonia, frailes de las
órdenes religiosas de los franciscanos, dominicos
y agustinos se empeñaron en evangelizar a los
indios. En 1524 llegaron los franciscanos y se
establecieron principalmente en el centro y el
occidente de la Nueva España (Michoacán y
Jalisco). En 1526 arribaron los frailes
dominicos, que se distribuyeron en el centro y el
sur del virreinato. Los agustinos, que llegaron en
1533, se asentaron en el oriente y occidente.
6. Los Jesuitas, que habían llegado a Nueva España
en 1572, se dieron a la tarea de evangelizar las
regiones del noroeste. En la evangelización
también participaron Carmelitas (1585),
Mercedarios (1594), Benedictinos (1602),
Juaninos (1604), Filipenses (1657).
Para adoctrinar a los indígenas, los freiles del
siglo XVI fundaron escuelas, redactaron
catecismos y cartillas bilingües y enseñaron
oficios.
La influencia de los frailes misioneros entre la
población indígena llegó a ser tan grande, que la
Corona española vio en ello una seria amenaza;
por eso ordenó sustituirlos por miembros del
clero secular, es decir por sacerdotes católicos
que no pertenecían a las congregaciones
religiosas ni vivían en monasterios y estaban
adscritos a una parroquia o catedral.
7. A los primeros frailes enviados a la Nueva
España, de espíritu generoso, los
reemplazaron clérigos ávidos de riqueza y
poder, indiferentes ante la penosa situación
de los indígenas. A pesar de las amenazas y
el maltrato, los pueblos indígenas lograron
conservar algunas de sus
tradiciones, ceremonias y creencias
religiosas, pero adoptaron varias
manifestaciones del culto católico. Así, la
religión de los conquistadores españoles
quedó integrada en las creencias del mundo
indígena.
Los misioneros dirigieron la construcción de
ermitas, monasterios y templos en las zonas
más pobladas por grupos indígenas
sedentarios.
8. 1.3.3 Los pobladores y sus fundaciones
En el siglo XVI los conquistadores
fundaron varias ciudades, entre las
que destacan Colima
(1523), Querétaro
(1531), Guadalajara
(1539), Zacatecas
(1548), Guanajuato
(1557), Durango (1563) y
Aguascalientes (1575).
9. 1.3.4 Los conflictos entre los diversos
grupos de españoles
Los enfrentamientos entre españoles se
multiplicaron desde la primera mitad del
siglo XVI, debido a la repartición de
privilegios. La lucha por el poder se
desató de inmediato; cada territorio era
disputado por los conquistadores
encomenderos.
Los intereses de la Corona española y de
los encomenderos entraron en
conflicto, pues las primera pretendía
imponer su dominio en los territorios
conquistados, en tanto que los segundos
aspiraban a ejercer el poder absoluto en
sus posesiones.
10. Los partidarios de Cortés enfrentaron a sus enemigos en
una intensa lucha durante el periodo de 1524-1526. Para
reorganizar el gobierno de la Nueva España, a partir de
1528 la Corona nombró de manera consecutiva dos
audiencias y en 1535 designó el primer virrey. Con esta
medida logró centralizar el poder.
Varios frailes también entraron en conflicto con los
conquistadores, Fray Juan de Zumárraga, primer obispo de
la Nueva España, criticó el abuso y la brutalidad de los
conquistadores contra los indios encomendados. Por este
motivo se enfrentó a Nuño Beltrán de Guzmán, presidente
de la primera Audiencia y responsable de la situación de
miles indígenas, maltratados y explotados por él mismo y
por los encomenderos.
11. Zumárraga envió una carta al rey de
España en la que denunciaba las
tropelías y arbitrariedades de Nuño
Beltrán y los oidores, por lo que el
Consejo de Indias los destituyó a fines de
1530 y designó a los integrantes de la
segunda Audiencia. Varios religiosos
protectores de los indios se aliaron con la
Corona en su lucha contra los
encomenderos.
12. 1.3.5 Particularidades de Nueva Galicia y
Yucatán
Nueva Galicia comprendía los actuales estados de
Aguascalientes, parte de
Jalisco, Nayarit, Durango, Zacatecas, Sinaloa y una
pequeña región de San Luis Potosí. En 1560 su capital se
trasladó a Guadalajara. Cristóbal de Oñate sucedió a
Nuño Beltrán de Guzmán, su primer gobernador, quien
fue enviado a España en calidad de prisionero (1536).
Durante el siglo XVI se presentaron en Nueva Galicia
sublevaciones indígenas (1541, 1584 y 1593).
En 1548 Carlos I dispuso la creación de la Audiencia de
Nueva Galicia y en 1575 ordenó que ésta se desligara del
virrey de Nueva España para desempeñar sus funciones
de manera independiente.
13. En Yucatán, la conquista española produjo cambios
económicos, sociales, políticos y culturales. Los españoles
se apoderaron de las mejores tierras y fundaron haciendas
ganaderas y agrícolas. En estas obligaron a los indígenas a
elaborar tintes con añil, grana cochinilla y palo de tinte, o
productos como
almidón, algodón, azúcar, arroz, tabaco, henquén y
maderas preciosas.
La máxima autoridad civil recibió el nombre de
gobernador, el cual también desempeñaba el cargo de
capitán general. En lo político, Yucatán dependía del virrey
de la Nueva España y en el ámbito judicial, de la Real
Audiencia de México.
14. Desde 1546 empezaron a llegar a Yucatán misioneros
franciscanos que se encargaron de la evangelización de los
indígenas. Algunos de ellos aprendieron a escribir, lo que les
permitió registrar en sus lenguas nativas, pero empleando el
alfabeto latino, la historia y los conocimientos de los mayas
prehispánicos. Tal es el caso de los,libros Chilam Balam y el
Popol Vuh, que fueron para los mayas un mecanismo activo
de resistencia ante los conquistadores.
Los años de dominación española se caracterizaron por
guerras y guerrillas intermitentes emprendidas por los mayas
contra los colonizacores, incursiones de piratas, la lucha
entre gobernantes y franciscanos, y entre éstos y el clero
secular, así como las grandes hambrunas originadas por
intensas sequías.
15. 1.3.6 La instauración de las Audiencias y
el Virreinato.
En octubre de 1522, el monarca español Carlos I
emitió una real cédula por la cual nombró a Hernán
Cortés capitán general y gobernador de la Nueva
España. Por su parte, Cortés designó un alcalde mayor
de justicia para la capital, tenientes gobernadores en
cada región sometida y cabildos municipales, con
alcaldes nombrados por él en las poblaciones
integradas por españoles.
Durante la ausencia de Cortés (1524-1528), que
encabezó una expedición a Las Hibueras (en lo que
hoy es Honduras), el gobierno de la Nueva España
quedó en manos de oficiales reales y jueces de
residencia, quienes cometieron abusos y desaciertos
que fueron aprovechados por la Corona española para
quitar poder a Cortés.
16. La Corona española designó en 1528, para
gobernar la Nueva España, a la Primera
Audiencia, que realizó sangrientas
persecuciones y cometió otros crímenes,
se apoderó mediante la fuerza de cientos
de indígenas y entregó encomiendas a
favoritos y amigos.
Con el fin de controlar la ambición de los
conquistadores y asegurar su dominio
político, la Corona se reservó el derecho
de propiedad sobre las tierras y dividió la
sociedad colonial en dos repúblicas: la de
indios y la de españoles.
17. En 1531 se estableció la Segunda Audiencia, presidida
por Sebastián Ramírez de Fuenleal. Esta audiencia
dispuso varias medidas para debilitar a los españoles
que habían participado en las guerras de conquista.
Ordenó la incorporación a la Corona española de
muchas encomiendas que la Primera Audiencia había
entregado a sus favoritos y preparó la instauración del
Virreinato. De esta manera, los conquistadores
quedaron apartados del poder y los sustituyeron
funcionarios designados por el rey.
18. En 1535 Antonio de Mendoza, designado
primer virrey de la Nueva España por
Carlos I, llegó a la ciudad de México
para instaurar el Virreinato, que
perduró tres siglos. Mendoza aplacó a
los conquistadores, sometió
levantamientos indígenas y organizó
expediciones. En otro orden de
cosas, introdujo la imprenta y fundó
instituciones como el Colegio de Santa
Cruz de Tlatelolco, destinado a la
educación de los indios nobles.
19. 1.3.7 Los obispados
La Corona española ejerció enorme influencia
sobre la Iglesia. Esto fue posible gracias al
patronato, concedido por el papa, de todas las
iglesias y fundaciones religiosas que se
establecieran en el Nuevo Mundo. La Corona se
comprometió a patrocinar la nueva empresa
misionera; adquirió el derecho de nombrar
religiosos y autorizar la construcción de
iglesias, conventos y hospitales.
20. El clero se agrupaba en diócesis. El primer obispado
de la Nueva España fue el llamado carolense, en
honor de Carlos I, fundado por el papa León X en
1518, en la isla de Cozumel. Después se trasladó a
Tlaxcala y en 1539 a Puebla.
En 1530 el franciscano fray Juan de Zumárraga fue
designado obispo de la diócesis de México. En 1535
se erigió la de Oaxaca y luego, en el curso del siglo
XVI, se fundaron las de
Michoacán, Chiapas, Compostela (Nueva Galicia) y
Yucatán.
21. Durante el siglo XVII el clero secular apoyó a la Corona
española para que esta consiguiera pacificar y gobernar
el Virreinato sin sobresaltos. La alta jerarquía
eclesiástica adquirió mayor poder que los gobernantes
civiles, de manera que los obispos y arzobispos se
dirigían con libertad al rey y al Consejo de Indias para
manifestar quejas y hacer propuestas sobre le gobierno
de Nueva España.
En muchas ocasiones, las altas autoridades de la Iglesia
rechazaron las órdenes del virrey, lo que provocó
tumultos y rebeliones populares. En 1624 la lucha por el
poder entre la Iglesia y el Estado condujo a una revuelta
que culminó con el incendio del palacio virreinal.
22. 1.3.8 La introducción del ganado, el
trigo y otras especies
Durante los primeros años de la
colonización, los conquistadores introdujeron
en la Nueva España
caballos, vacas, puercos, ovejas, cabras, asno
s y yeguas. Las primeras estancias de ganado
menor y vacuno se ubicaron en el Valle de
México y después se desplazaron al norte del
Virreinato. Alrededor de 1540 comenzó la
explotación del gusano de seda, que no
prosperó porque la de Asia era de mejor
calidad y más barata.
23. También los españoles introdujeron el trigo en Nueva
España en 1521. Al año siguiente, Cortés envió por
caña de azúcar a las Antillas y cuatro años después
instaló una trapiche en San Andrés Tuxtla, Veracruz.
En esos años, el trapiche era una lugar donde por
medio de prensas o empleando un molino se extraía
jugo de caña para convertirlo en piloncillo o azúcar. En
1530 la caña de azúcar estaba presente en el valle de
Cuernavaca (Morelos), Izúcar (Puebla y las tierras
bajas de Veracruz)
En 1529 Motolonía sembró por primera vez la palmera
de dátil en el monasterio de Cuernavaca. El plátano
fue introducido por Vasco de Quiroga en 1537. El
mango, producto de las Filipinas, se trajo a la Nueva
España en 1530. A su vez, el café llegó de las Antillas
por iniciativa de Antonio Gómez de Guevara.
24. La introducción y multiplicación de nuevas especies de ganado trajeron
consigo costos y beneficios en la economía novohispana. Entre los primero
están los destrozos de los cultivos de los indígenas y los obstáculos para
regenerar los bosques.
En cuanto a los beneficios, la rueda y la tracción animal revolucionaron el
sistema de transporte al acortar distancias y facilitar el traslado de personas y
mercancías. Por su parte, la energía animal permitió acelerar ciertos procesos
productivos, por ejemplo, para mover molinos trituradores de minerales. Las
pieles de algunos animales dieron origen a un activo comercio de
exportación, y la lana posibilitó la manufactura de telas y vestidos.
25. 1.3.9 La segunda gran epidemia
Entre 1545 y 1548 se presentó la epidemia de sarampión que acabó con gran
parte de la población. Muchos pueblos desaparecieron, en particular los de las
regiones costeras.
Las epidemias tuvieron diversas consecuencias: disminución de la
población, abandono de actividades productivas, reducción de los tributos
que recibían los españoles y destrucción de las estructuras
sociales, empezando por la familia.
26. 1.3.10 La transformación del paisaje
Los animales que trajeron los españoles se distribuyeron rápidamente en
varias regiones del país y afectaron la fauna nativa y el uso del suelo;
invadieron y destrozaron los cultivos de las comunidades indígenas, por lo que
sus parcelas se convirtieron en campos de pastoreo. Además, la introducción
de ganando alteró los hábitos de alimentos tradicionales.
El paisaje, sobre todo rural sufrió un cambio drástico: viviendas vacías, tierras
abandonadas, caminos cerrados por la vegetación, terrazas
erosionadas, canales azolvados, huertos y chinampas en desuso. Se desarrolló
entonces un proceso de concentración natural de la población, que más tarde
impulsaron las autoridades virreinales.