3.
Del griego "eu-thanatos" significa "buena muerte”
Actualmente el significado real es el de muerte indolora, provocada
directamente por procedimientos médicos, de personas que son
consideradas como condenadas a una vida irreversiblemente dolorosa o
inválida, con la intención de "liberar" a esas personas del sufrimiento o a la
sociedad de una supuesta carga inútil.
4. CUANDO SE REALIZA LA EUTANASIA
Muerte cerebral
Muerte encefálica
Muerte clínica o cardio-circulatoria
5. ELEMENTOS DE LA EUTANASIA
Entre los elementos que integran la Eutanasia, se encuentran los siguientes:
Muerte que se da a otro.
Muerte: Es una consecuencia inevitable para el ser humano, y esa consecuencia deriva del bien jurídico tutelado
llamado vida. Proviene del latín Mors, entendiéndose como la cesación de la vida, suspensión permanente de todas las
funciones corporales vitales.
“Es la cesación o extinción de las funciones vitales. Es el fin natural del proceso evolutivo de toda materias vida”
Enfermedad incurable: La palabra incurable significa que no se puede curar o no se puede sanar. El concepto de
enfermedad incurable ha sufrido demasiados variaciones a lo largo de la historia médica, de acuerdo con la eficacia de
los agentes terapéuticos de que se disponía en cada época. Quizá el mayor cambio en el pronostico de este tipo de
enfermedades se haya logrado en lo últimos años, con la terapéutica eficaz contra ellos.
Agonía larga y dolorosa: Es el periodo más o menos prolongado que precede a la muerte real, a la muerte que
sobreviene lentamente (Guillermo Uribe Cuella). En un sentido médico es el estado que precede a la muerte en las
enfermedades que en la vida se extinguen gradualmente.
Dolor:”Es la sensación más o menos localizada de malestar pesadumbre o ansiedad, consecuencia de terminales
nerviosas especializadas. El dolor es casi siempre un indicio de un proceso patológico desarrollado en alguna parte del
organismo”.
Piedad: “Es el sentimiento altruista fundamental de la especie humana que produciéndonos compasión, lástima o
misericordia, ante el dolor o mal ajenos, representándonoslo como propio, nos lleva a darle alivio en lo que depende de
nuestra acción y fuerzas”.
6. PUNTO DE VISTA MEDICO
El medico se enfrenta la dilema ético fundamental, santidad
versus calidad de vida, las posiciones medicas son muy
diversas, ya que unos piensan que conservar un ser con vida
es una inaplicable reducción de la persona, mientras que otros
aseguran que su misión es la de mantener la vida de todas las
personas hasta las ultimas consecuencias, ya que su labor
profesional no es la de matar sino la de cura.
7. EUTANASIA DESDE EL PUNTO DE VISTA
JURÍDICO
Desde la perspectiva de las normas jurídicas la cuestión de la eutanasia se plantea de
modos muy diversos en función de la diversidad de los ordenamientos jurídicos.
Diremos, en un sentido muy general, que las normas jurídicas, aun cuando sean
consideradas de rango ético inferior, son de hecho las que terminan imponiéndose en la
sociedad de referencia. Ello se explica porque cuando un código sigue vigente, hay que
pensar en que el grado de desacuerdo moral con él no ha sido tan grande como para
obligar una reforma perentoria. O, lo que es lo mismo, habrá que pensar en que hay un
«consenso moral» que es capaz de neutralizar las más radicales protestas éticas de las
minorías. Este mecanismo puede ilustrarse con lo ocurrido en España en los días de
1987 en los cuales se discutió la cuestión del aborto, así como en los años sucesivos.
Quienes impugnaban esa ley solían hacerlo desde principios confesionales que les
obligaban a llamar asesinos a los médicos que practicaban el aborto, así como a la
madre que se prestaba a ello. Por la misma razón, los defensores de la ley debieran ser
considerados como «inductores al homicidio». Sin embargo, lo cierto es que (salvo
protestas verbales y retóricas) prácticamente ningún diputado de la derecha, una vez
promulgada la ley, ha tratado a su colega de la izquierda como si fuese un inductor de
asesinato, ni le ha llevado a juicio; ni tampoco a los médicos que, dentro de la legalidad
vigente, siguen «asesinando» a embriones de menos de tres meses. Lo cual quiere decir
que hay una suerte de «consenso moral» implícito entre la derecha y la izquierda a
propósito de la ley del aborto por debajo de las discrepancias retóricas parlamentarias o
periodísticas. Mutatis mutandis podemos prever qué ocurrirá con la cuestión de la
eutanasia.
8. POSICIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA FRENTE
A LA EUTANASIA
La Iglesia Católica rechaza enfáticamente la eutanasia y se expone su posición frente a la eutanasia de la siguiente forma:
a. Nunca es moralmente lícita la acción que por su naturaleza provoca directa o intencionalmente la muerte del paciente.
b. Por consiguiente, jamás es lícito matar a un paciente, ni siquiera para no verlo sufrir o no hacerlo sufrir, aunque él lo pidiera
expresamente. Ni el paciente, ni los médicos ni el personal sanitario, no los familiares tienen la facultad de decidir o provocar la muerte de
una persona.
c. No es lícito negar a un paciente la prestación de cuidados vitales son los cuales seguramente moriría, aunque sufra de un mal
incurable.
d. No es lícito renunciar a cuidados o tratamientos proporcionados y disponibles, cuando se saben que resultan eficaces, aunque sea sólo
parcialmente. En concreto, no se ha de omitir el tratamiento a enfermos en coma si existe alguna posibilidad de recuperación.
e. No hay obligación de someter al paciente terminal a nuevas intervenciones quirúrgicas, cuando no se tiene la fundada esperanza de
hacerle más llevadera su vida.
f. Es lícito suministrar narcóticos y analgésicos que alivien el dolor, aunque atenúen la consciencia y provoquen de modo secundario un
acortamiento de la vida del paciente, con tal que la intención de la acción sea calmar el dolor y no acelerar disimuladamente
(intencionalmente) su muerte.
g. Es lícito dejar de aplicar procedimientos extraordinarios a un paciente en coma cuando haya perdido toda actividad cerebral. Pero no lo
es cuando el cerebro del paciente conserva ciertas funciones vitales, si esa omisión le provoca muerte inmediata.
h. Las personas minusválidas o con malformaciones tienen los mismo derechos que las demás personas, en lo que se refiere a la
recepción de tratamientos terapéuticos. En la fase prenatal y en la postnatal se han de proporcionar las mismas curas que a los fetos y
niños sanos.
i. El Estado no puede atribuirse el derecho de legalizar la eutanasia, pues la vida del inocente es un bien que prevalece sobre el poder
mismo.
9. CASOS DE EUTANASIA
Karen Quinlan (1976) estaba en estado vegetativo y sobrevivía asistida mecánicamente. Sus
padres solicitaron la desconexión del respirador artificial porque no había ninguna posibilidad de
que la joven se recuperara, y aún si lo hubiera logrado, hecho absolutamente improbable, su
calidad de vida hubiera sido deplorable. El problema llegó a la corte de justicia y luego de
muchas batallas legales los padres consiguieron la autorización para que se desconectara el
respirador artificial.
El bebé Doe (1982) nació con Síndrome de Down y una atresia de esófago. La malformación
del esófago le impedía alimentarse, ya que una parte del trayecto del mismo permanecía
cerrado y sólo una intervención quirúrgica podía abrirlo. Los padres se opusieron a la cirugía
porque consideraron que era agregar otro sufrimiento al que ya padecía el bebé pues la calidad
de vida del pequeño luego de la operación no iba a ser buena debido a la conjunción de todos
sus problemas de salud. El caso también llegó a la corte. No hubo tiempo para que la justicia
diera su fallo porque el bebé murió de inanición a los pocos días.
La bebé Jane Doe (1983) nació con una espina bífida e hidrocefalia, sus posibilidades de
sobrevivir eran muy escasas y en caso de lograrlo su calidad de vida iba a ser desastrosa. Los
padres se negaron a que recibiera tratamiento.