1. GERENCIA DE LÍDERES INTEGRALES
El mundo está atravesando una grave crisis, que lo podemos apreciar observando dos realidades contradictorias, la existencia
de pobreza mundial; aproximadamente 985 millones de personas en el mundo viven con un dólar diario y 2,600 millones
con dos dólares diarios [1], y el uso de recursos del mundo a guerras, como la del Golfo Pérsico, cuyo resultado fue la
ocupación militar de IRAK, el cual para mantenerlo tiene un costo aproximado 1,000 millones de dólares semanales [2] para
el gobierno de los EEUU.
Como es posible que los líderes del mundo, permitan que existan niños que se mueren de hambre y que en paralelo destinen
los recursos escasos que tienen sus Estados a comprar armamentos militares, en el año 2005 el gasto aproximado en
armamentos fue de US$ 1,118 mil millones [3], ¿por qué no destinan esos recursos para solucionar la pobreza en el mundo?
La causa principal de esta crisis, es la carencia de líderes integrales, capaces de conducir al mundo a solucionar estos graves
problemas, que demuestran la incoherencia de un sistema en donde la falencia principal es la falta de valores morales de
quienes dirigen los países.
Esto realidad nos lleva a preguntarnos:
¿Qué pasa con los líderes del mundo que no pueden solucionar estos problemas, aun teniendo los recursos?
¿Qué clase de líderes necesitamos?
¿Qué clases de líderes debemos exigir que sirvan de paradigmas a las nuevas generaciones para cambiar el mundo?
Liderazgo Integral
Estas preguntas son las que responde este artículo, en donde abordamos el liderazgo integral como premisa del nuevo
liderazgo y que comprende dos dimensiones: La eficacia y la Moral.
Lo que significa que el líder no solo debe conducirnos hacia el objetivo, determinando con ello su eficacia, sino debe ser un
ejemplo de moral a prueba de todo, a este nuevo enfoque que mezcla las dos dimensiones que debe cumplir un líder, le he
denominado liderazgo integral.
La dimensión de la eficacia en el liderazgo
La primera dimensión del liderazgo ha sido ampliamente tratado en el mundo académico, e inclusive la definición más
amplia de liderazgo, que abarca todas las posiciones actuales sobre el tema, implica de por sí eficacia: Se definirá Liderazgo
como la capacidad para influir en un grupo con el objeto de que alcance metas [4].
Pero profundizaremos en el tema, para explicar que se exige del Líder en esta dimensión. Para ello utilizaremos los estudios
de uno de los especialistas en liderazgo más afamado en el mundo, el profesor de Harvard John P. Kotter, quien nos señala
que el Liderazgo y la Gerencia son dos cosas distintas pero complementarias; lo que significa que el Líder en una
organización de éxito ejerce un papel distinto al gerente, posición que nos servirá para resaltar lo que exigimos del líder de
hoy, dentro de la dimensión de la eficacia, lo que describimos en el siguiente cuadro:
2. Para Kotter el líder tiene como función plantear las metas o el rumbo hacia donde debe dirigirse la organización, adicional
a esto tiene que tener la capacidad de persuadir y convencer al grupo sobre la correcta elección del rumbo, alineándolos en
esa dirección y finalmente tiene que tener la capacidad de motivar e inspirar al grupo para que logren alcanzar la meta
planteada, lo que indicaría la importancia del líder en la dimensión de la eficacia, porque no solo influye en el grupo para
ayudarlo a alcanzar sus metas, sino es él quien plantea las metas, los convence de que esas son las metas correctas y
finalmente los motiva e inspira para que alcancen la meta.
En la actual crisis que vive el mundo, en donde se ha perdido la brújula, por que como mundo civilizado y desarrollado no
sabemos hacia dónde vamos, ni que queremos de este mundo en el futuro, si queremos la preservación de la raza humana o
la extinción de ella, si queremos un mundo desarrollado cuyos frutos sean disfrutado por todos los habitantes de la tierra o
la situación de exclusión y de pobreza en que viven la mayor parte de la población del mundo.
Entonces necesitamos entonces de aquel Líder que señale que ese rumbo y que se encargue de convencer al mundo entero
que ese es el camino correcto.
La moral en el liderazgo
La segunda dimensión que se busca en el Líder, es la dimensión moral, constituida por la defensa cerrada de los valores
morales compartidos en la sociedad y el mundo, porque ella nos permitirá hacer trascender el liderazgo mucho más allá de
la frontera de los intereses particulares de un país. Si centramos el liderazgo en su eficacia, convertiremos a los líderes en
medios para que un país o determinados grupos satisfaga sus intereses particulares, que muchas veces son contrarios a los
intereses de la sociedad, para no caer en ello, dependeremos de la posición moral de líder, quien tiene que buscar conseguir
resultados que sean no solo adecuados a los intereses de un grupo o país en particular sino adecuado también a los intereses
de la sociedad y del mundo. De qué sirve que existan en la actualidad gran cantidad de líderes políticos, si ellos no van a
defender la Paz en el mundo, la lucha contra la corrupción o la lucha contra la pobreza mundial. De qué sirve que exista
gran cantidad de líderes empresariales, si estos solo van a servir para hacer ganar más dinero a las empresas, aun a expensas
de la salud de las personas (empresas de cigarrillos, empresas farmacéuticas que venden medicinas vencidas o con riesgo
para la vida humana, canales de televisión y periódicos que por unos puntos más de rating o por vender más envenenan la
mente de las nuevas generaciones), a expensas de los trabajadores (pagándoles sueldos miserables), a expensas de los
clientes (engañándoles con productos que no cumplen lo que ofrecen), necesitamos que el liderazgo trascienda los intereses
de un grupo y se convierta en un medio para alcanzar los fines sagrados de la sociedad, que no son incompatibles con los
intereses de las organizaciones empresariales, ni de los países, porque se pueden hacer negocios, pagando bien a los
empleados, tratándolos con justicia, siendo honestos con ellos, con los clientes y buscando el bienestar del cliente y de la
sociedad. Por lo tanto necesitamos calidad y no cantidad y esa calidad tiene que ver con el ejercicio del liderazgo integral,
con la dimensión moral de los líderes.
Definición de liderazgo integral
Debemos entonces redefinir el liderazgo, en función del liderazgo integral, por lo que propongo la siguiente
definición: Liderazgo Integral es la capacidad para influir en un grupo con el objeto de que alcance metas, siempre y
3. cuando las metas y los medios que se utilicen para alcanzar las metas sean compatibles con los valores morales de la
sociedad. Esta definición hace que el liderazgo sea trascendental, convierte al Líder en un paradigma de conducta no solo
para un grupo u organización determinada, sino para toda la sociedad, contribuyendo con esto al bienestar de todos y no
solo al de una parte.
Tipos de liderazgo según la dimensión de la eficacia y la moral
A continuación presentamos un cuadro donde explicamos las distintas formas de liderazgo eficaz que existen en función a
la dimensión moral que se busca:
El Líder inmoral y eficaz, representado por la posición 1, busca tener éxito a cualquier precio, está en contra de la conducta
ética y considera a la ley es un obstáculo a superar en la búsqueda de su éxito, esta posición del liderazgo es totalmente
dañina para la sociedad, en esta situación tenemos a los líderes de organizaciones delictivas(narcotráfico, bandas de
secuestros, robos, clínicas de aborto) congresistas tránsfugas, líderes que recibieron la confianza del pueblo y pagaron esa
confianza con corrupción. Este estilo de liderazgo es dañino para la sociedad en todo momento, porque es inmoral e ilegal,
lo que marca la pauta de la conducta del líder.
El líder amoral y eficaz representado por la posición 2, busca tener éxito pero considera que la moral no es
importante para sus acciones, ignora la moral, por lo que solo se rige por las leyes que existen, a las cuales guarda
obediencia. Esta posición puede ser dañina para la sociedad, porque la moral tiene un contenido que no
necesariamente se encuentra normado o incluido en la Ley, uno puede ser inmoral en un tema que no está penado
por la Ley, como es el caso de los canales de televisión o los periódicos que por rating o ventas envenenan la mente
de los niños o jóvenes, propalando programas, imágenes o informaciones que estimulan la violencia, el libertinaje,
recortando las informaciones que no le convienen que lleguen al público.
El líder moral y eficaz, representado por la posición 3, busca tener éxito, pero respetando estrictamente los
parámetros éticos, ósea teniendo una conducta basada en la moral y respetando las leyes, entendiendo la ley, como
la norma formal, que regula el comportamiento de las personas, aceptada por la sociedad y que se sustenta en el
bien común.
Ejemplo de Líderes Integrales
Como ejemplo de este Liderazgo tenemos a Mahatma Gandhi, Martín Luther King, Jr. Nelson Mandela, Jesús De Nazaret.
Y Madre Teresa de Calcuta.
Mahatma Gandhi (1869-1948). Fue el patriarca político y espiritual de la India moderna y apóstol de la no
violencia. Fue encarcelado por su resistencia al dominio colonial en la India. Su lucha pacífica logro el poder
negociar con los dos últimos virreyes Percival Wavel y Louis Mountbatten un acuerdo que sella la Independencia
de la India en 1947. Hay quien dice que Gandhi escribió: “que los medios no son más que medios. Pero yo digo que
los medios lo son todo: según sean los medios, así será el fin. Si empleamos medios violentos, la liberación será
violenta, de tal forma que sería una amenaza para la India y para el mundo entero.” [5]
4. Martin Luther King (1929-1968). Líder norteamericano de raza negra, fuertemente influido por Gandhi, se dedicó
a organizar la resistencia pacífica contra la discriminación racial. Organizo una marcha que aglutino a 25,000
personas para protestar por la segregación. Premio Novel de la Paz en 1964, fue violentamente asesinado en
Memphis en 1968. Un día, Luther King dijo en uno de sus discursos: “Si un día me halláis muerto en una esquina,
no quiero que respondáis con un acto de violencia. Os pido, por el contrario, que sigáis protestando con la misma
dignidad y disciplina que ahora.” [6]
Jesús De Nazaret. Maestro Judío cuya predicación, con el ejemplo personal y la muerte en sacrificio,
fundamentaron los cimientos de la religión Cristiana. Nacido hacia finales del reinado de Herodes el Grande, su
ministerio y pasión los narran los cuatro Evangelios del Nuevo Testamento.
Madre Teresa de Calcuta (1910 – 1997). La Madre Teresa, fundadora de las Misioneras de la Caridad, ha sido un
ejemplo de amor al prójimo, valor moral fundamental para considerarnos seres humanos. Nos enseñó que la mayor
pobreza la encontró no en los arrabales de Calcuta sino en los países más ricos cuando falta el amor, en las sociedades
que permiten el aborto: “Para mí las naciones que han legalizado el aborto son los más pobres, le tienen miedo a un
niño no nacido y el niño tiene que morir”. En 1995 en Nueva Cork propuso: “Si conoces a alguien que no quiere al
niño, que le tiene miedo al niño, díganle que me lo de a mí”. [7]
Estos son los lideres integrales que necesitamos, aquellos líderes que tienen que servir de paradigmas a las nuevas
generaciones, aquellos cuyas enseñanzas basadas en el ejemplo, trasciendan los linderos de sus organizaciones, de sus países
y lleguen al mundo entero, que actúen no en función de intereses particulares sino de los sagrados intereses de la humanidad,
y para ello sus decisiones tienen que basarse en valores morales, garantizando con ello un mundo mejor.
Evaluación del liderazgo integral en las organizaciones
Para lograr el liderazgo integral que es el que requiere el país y las organizaciones, necesitamos evaluar el liderazgo que
existe, para ello propongo 6 características que deberán ser observadas para saber si estamos ante un liderazgo integral:
Existencia de una visión, conocida y asumida como un compromiso personal por todos o la mayoría de los miembros de la
organización
1. Existencia de estrategias que posibilitan alcanzar la visión, que es conocida y asumida como compromiso personal
por todos o la mayoría de los miembros de la organización.
2. Que todos o la mayoría entregan lo mejor de sí, motivados por la identificación con la organización [8]
3. Que los esfuerzos de todos apuntan a una misma dirección [8]
4. Que se están logrando las metas organizacionales [8]
5. Los valores que sustentan la conducta del líder sean compartido por la sociedad, lo que se manifiesta en una
admiración de la sociedad frente a los logros que alcanza la organización.
En conclusión debo señalar que el mundo de hoy exige líderes capaces de conducirse con eficacia y moral, líderes que
conduzcan a las organizaciones a alcanzar metas compatibles con los intereses de la sociedad y que utilicen para ello medios
morales, en síntesis Lideres Integrales. Por ello debemos evaluar el liderazgo en las Organizaciones, para lograr que la
contribución de los lideres trascienda los linderos de la organización y llegue a la sociedad, entendiendo que una
organización es parte de ella y depende de ella, y que por ello debe contribuir con la misma.