4. “México son las manos hábiles de sus artesanos, la fuerza de sus
trabajadores, México es la fusión de culturas y de tradiciones; es
variedad de aromas y sabores; es el colorido de su ferias y fiestas
populares; es la grandeza de sus pirámides y la modernidad de
sus ciudades…”
Enrique Peña Nieto
CHINELO
DELEGACIÓN MILPA ALTA, 2013.
7. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Distrito
Federal ha realizado un esfuerzo porque las fiestas de
los carnavales se reconozcan como parte de las fortalezas culturales, turísticas y económicas de la ciudad, por
lo que presenta ante ustedes el libro DF Festivo, Carnavales de la Ciudad de México.
La presente investigación cuenta la historia gráfica, en
presente, de cincuenta y nueve carnavales en nueve de
sus dieciséis delegaciones políticas. De febrero a junio
de 2013, el equipo multidisciplinario de la Secretaría de
Cultura del PRI-DF se dio a la tarea de documentar los
carnavales y sus procesos de organización. Esta investigación muestra cómo la fiesta de carnaval refuerza el
sentido comunitario, los valores familiares, permitiendo
la recuperación de la historia local. De esta manera es
posible fortalecer la cultura popular y el desarrollo económico de la ciudad a través del turismo. El carnaval se
ha convertido en la fiesta ciudadana principal en más del
cincuenta por ciento de las delegaciones.
Este primer acercamiento a la fiesta es un esfuerzo inconcluso y que deja un testimonio ineludible de la grandeza de la organización de la gente. Aporta la creatividad y destreza de sus participantes, miles de familias que año tras año elaboran trajes, máscara y crean
coreografías e interpretan música. Manos defeñas que son artistas del carnaval.
En el PRI DF, distinguido por su histórica efectividad para leer cambios sociales de este siglo, impulsamos propuestas que llevan al desarrollo y al conocimiento. En esta ocasión, nuestra tarea es apoyar y
difundir la fiesta de carnaval como patrimonio cultural de la Ciudad de México. Dicha acción se reflejará
con iniciativas propuestas ante la Asamblea Legislativa del DF a través de su Grupo Parlamentario y en la
Comisión de Cultura, Turismo y Desarrollo Económico de la Cámara de Diputados del H. Congreso de
la Unión. Impulsaremos la asignación de presupuesto y la creación de mesas de trabajo con carnavaleros de las nueve delegaciones que celebran estas fiestas. Todo esto como parte de su fortalecimiento y
difusión.
El carnaval es sin duda parte cultural de la Ciudad de México, de los procesos migratorios, hechos históricos y del sincretismo entre los antiguos rituales prehispánicos y la cultura occidental. Ello se hace
presente en una fiesta que se muestra fortalecida y donde, en cada año, nuevos espacios de la urbe se
suman a ella.
¡Bienvenidos a los carnavales!
Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre
Presidente PRI DF
El Distrito Federal es el reino de los modernismos y las tecnologías…
es México ciudad capital.
Pese a ello, nuestra majestuosa Ciudad no deja de ser también un enorme y
fantástico espacio con sonoridades de barrio y pueblo, con olor a panadería
y campanadas que llaman a recogerse; con calles que se cierran por decreto para celebrar los quince años y talleres de oficios siempre dispuestos a
brindar. Esta es pues una maravillosa urbe de mujeres y hombres que no
olvidan, que siguen, bailan, que celebran, trabajan, y fiestean…
Dip. Tonatiuh González Casé
Coordinador del grupo parlamentario del PRI en la Asamblea Legislativa
8. PRÓLOGO
La gran ciudad de México es por vocación un inmenso
mosaico cultural de espacios comunitarios, héroes callejeros, celebraciones íntimas, mujeres luchonas, pueblos,
colonias y barrios fiesteros, tronido de cuetes, ferias y,
por supuesto, carnavales.
prehispánicos dieron al Valle de México una identidad
acuática. De allí que en muchas de estas celebraciones,
los estribillos que cantan las cuadrillas recuerden con
alegría la pesca lagunar, la caza de patos y el cultivo en
las chinampas.
Así, irrumpiendo la rutina de los días, pintando
de colorido las calles de siempre y acompasando el andar con danzas y músicas atemporales, mujeres, hombres, abuelas y abuelos, niñas y niños inundan paseos
y arterias viales para anunciar a todos que la fiesta ha
llegado. No cualquier festividad, sino la de carnaval, la
que todo lo invierte, la que reconstituye, la que precede en muchas ocasiones al primer Miércoles de Ceniza,
pero en muchas otras se extiende sobre un calendario
cubierto de nuevas jornadas.
Los personajes distintivos de los carnavales
constituyen todo un arsenal de inventiva y creatividad
resultando uno de los mayores atractivos de estas festividades: huehuenches, arrieros, charros, caporales,
chinelos, muñecas, licenciados, apaches, disfrazados,
saltimbanquis o morras se dan cita en representaciones
dancísticas que apelan a fusilamientos, ahorcamientos,
juicios o incluso a coronaciones de reinas para reiniciar
la rutina. Y en este tránsito del caos al orden las músicas
de todo tipo son el acompañamiento ideal para dar rienda suelta a las pasiones.
La memoria popular sobre esta fiesta hunde sus
raíces en los tiempos en los que el presidente Juárez luchaba por combatir a los traidores de la patria. Anclados
en aquella época, los recuerdos de los primeros carnavales articulan una mitología que lo mismo retrocede a
los tiempos del arribo de los aztecas al Altiplano Central
que a escenas de la vida campesina porfirista y surgen
como respuesta a los intentos de modernización de los
años cuarenta y cincuenta del siglo pasado. Sin embargo, pese a sus diferencias cada una de estas versiones
del origen recupera el sueño igualitario de la inversión
de roles, que tiene como fin alterar el orden habitual del
mundo, para terminar la fiesta con un acto restaurador
donde se castiga a los transgresores de los preceptos
morales.
Luego de escuchar los distintos testimonios de
la defeña comunidad carnavalera quedan también de
manifiesto los nexos familiares que unen a los moradores del Distrito Federal con quienes habitaron y habitan
los estados de Tlaxcala, Morelos, Guerrero, Hidalgo y el
circundante Estado de México, entre otros. Vínculos que
por cierto fueron construidos sobre rutas comerciales
y mercados regionales donde la Tierra Caliente, Costa
Chica y Costa Grande, el Valle Poblano o la costa veracruzana siguen vivos en el imaginario colectivo.
Las máscaras, los trajes, las danzas, las músicas
y la infaltable cocina tradicional que acompaña a los
carnavales tienen historia de largo aliento, como podrá
constatar el lector, evoca añejas relaciones de amistad
y trabajo entre pueblos que hoy parecen distantes. Recorridos que hoy parecen largos, hace apenas medio
siglo no lo eran, pues dichas poblaciones se encontraban vinculadas aún por los restos de la intrincada red
de canales y complejos lagunares que desde tiempos
HUEHUENCHE CON MÁSCARA DE MADERA
CARNAVAL “FAMILIA SÁNCHEZ”, DELEGACIÓN GUSTAVO A. MADERO, 2013.
Resulta complicado sintetizar en poco espacio la
diversidad carnavalera que hoy vive esta ciudad capital.
Lo que sí se puede hacer es insistir en la vigorosa organización comunitaria que hace posible la realización de
cada una de las celebraciones de carnestolendas. Igualmente, debe insistirse en la conciencia que expresan los
carnavaleros al respecto de que su fiesta constituye un
patrimonio cultural, herencia de sus padres y abuelos
que ellos a su vez deben salvaguardar para el usufructo
de las futuras generaciones. De allí que los carnavales
sean un mirador privilegiado para valorar las sólidas redes de colaboración y compromiso comunitario que los
mantienen como una fiesta viva que mira al futuro.
Los testimonios recuperados, las historias y las
anécdotas que aquí se cuentan deberán comprenderse como acontecimientos que como bien lo dice Eduardo Galeano “(…) sucedieron, casi sucedieron o nunca
sucedieron, pero lo bueno que tienen es que suceden
cada vez que se cuentan.” Así, la fuerza y valor de esta
provocadora instantánea carnavalesca que hoy ofrecemos a través de este libro reside en que son el producto
de las vivencias y pasión con que esta ciudad ha mantiene viva su tradición.
Vaya pues este libro como un reconocimiento a
los miles y miles de personajes anónimos que año con
año se preparan con fervor para salir a las calles a danzar, engalanados con vistosos trajes y máscaras, sólo
para recordarle a la gente que de las tentaciones de la
carne, nadie, - oiga usted bien -nadie se salva.
¡Que lo disfruten!
Agustín Dany
Secretario de Cultura PRI DF
9. CU
AZ
ÍNDICE
19 | Carnavales de Iztacalco
GU
39 | Carnaval de Venustiano Carranza
Peñón de los Baños
VE
55 | Carnavales de Gustavo A. Madero
IZT
81 | Carnaval de Cuajimalpa
San Pedro Cuajimalpa
IZT
99 | Carnaval de Xochimilco
119 | Carnaval de Azcapotzalco
Santiago Ahuizotla
XO
141 | Carnavales de Tláhuac
TL
167 | Carnavales de Iztapalapa
MI
213 | Carnavales de Milpa Alta
243 | Anexos
Carnavales y prácticas musicales
Los que beben pulque, los huehuenches
258 | Glosario
259 | Bibliografía
260 | Directorio
262 | Agradecimientos
CUAJIMALPA
AZCAPOTZALCO
GUSTAVO A. MADERO
VENUSTIANO CARRANZA
IZTACALCO
IZTAPALAPA
XOCHIMILCO
TLÁHUAC
MILPA ALTA
12. | IZTACALCO |
LOS CARNAVALES DE
IZTACALCO
En Iztacalco los carnavales se celebran “por todo lo
alto”. En 2014 se cumplirán cien años de realizarse ininterrumpidamente, acompañados del ya tradicional “Baile de los licenciados”. Para los habitantes de esta delegación, dicha festividad constituye uno de los eventos
más importantes del año, ya que continúa con una tradición que entre los meses de febrero, marzo y abril, hace
posible que, todos los vecinos bailen por las calles ataviados de vistosos disfraces y máscaras sorprendentes
que evocan sucesos históricos de añejos tiempos que
vuelven a ocurrir año tras año.
Según testimonios de los vecinos, el carnaval dio
inicio en 1914 en los barrios de Santiago y La Asunción,
dos de los siete barrios que actualmente celebran la fiesta. Antes de esa fecha, ya se celebraba el carnaval en el
pueblo de Santa Anita, aunque cuentan que allí eran “los
charros” quienes llevaban la voz cantante. Cuando a
principios de siglo la fiesta se extendió a otros barrios de
la delegación, la lucha entre los conservadores y liberales del siglo XIX cobró nueva vida y “los licenciados”,
con danza, mofa y sátira, representan la victoria del gobierno juarista sobre los invasores franceses. Aparece
así toda una constelación de personajes históricos entreverados con otros de nueva creación donde Maximiliano de Habsburgo, la emperatriz Carlota –identificada
a veces con el personaje de “la Loca” y “la Llorona”- y
los liberales juaristas se entremezclan con arlequines,
monstruos, superhéroes y pachucos.
Si bien años atrás esta representación histórica
culminaba con el fusilamiento del emperador austriaco,
a últimas fechas el príncipe extranjero muere en la horca, mientras su desconsolada esposa recorre las calles
llorando su muerte. Mediante esta sátira, el pueblo parece haber encontrado una forma de ajustar cuentas con
los aristócratas que hace siglo y medio no les permitían
asistir a los bailes de castillo.
Como en toda representación, la indumentaria
es fundamental y los carnavaleros de Iztacalco, en el
intento de lucir el atuendo más vistoso, ponen en práctica toda la creatividad posible combinando levitas, trajes, mascadas, sombreros de copa, plumas, lentejuelas,
chaquiras y guantes para no sólo parecer, sino ser ellos
mismos la historia viviente.
LA DANZA DE LICENCIADOS ES UNA BURLA A LOS LICENCIADOS QUE LE HICIERON EL JUICIO A JUÁREZ.
GUADALUPE OLIVARES (AMA DE CASA Y ORGANIZADORA DEL CARNAVAL).
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PORTADA: NIÑO CARNAVALERO CON TRAJE DE LA DANZA DE LICENCIADOS.
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14. | IZTACALCO |
La lucha entre los conservadores y liberales del siglo XIX cobró nueva vida en los carnavales de Iztacalco. Los “licenciados” con
danza, mofa y sátira representan la victoria del gobierno juarista sobre los invasores franceses.
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15. | IZTACALCO |
La máscara que acompaña el disfraz es la cara
de Maximiliano, tal cual se le encuentra en los retratos de
la segunda mitad del siglo XIX: tupida barba pelirroja,
ojos azules y un lunar en el pómulo izquierdo. Las caretas utilizadas provienen de Santa María Aztahuacán, Chimalhuacán y, en menor medida, de Texcoco y, dependiendo de su complejidad y elaboración, pueden llegar
a costar varios miles de pesos. Sin embargo, para los
miembros de las cuadrillas ni el dinero ni el tiempo invertido son obstáculo, la intención es ser “el licenciado”
más original. Isaías Monzalvo Aguilar, organizador de la
comparsa de Santiago y heredero de la tradición de sus
padres y abuelos comenta: “Los trajes son comunes, lo
que hace cada danzante es personalizarlo con bordados, lentejuelas y plumas. A este traje no le puede faltar
un bombín, lápiz y un cuaderno”.
“Es el de la Viga [carnaval] uno de los más bellos que imaginarse pueden, y aún podría mejorarse; pero así como está […] sería
difícil […] encontrar en cualquier otra parte un espectáculo tan placentero o más inconfundible.”
La vida en México. Madame Calderón de la Barca, Carta XII del 16 de Marzo de 1840.
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Aunque cada barrio diseña su propio carnaval,
es labor de los organizadores distribuir el día en que
saldrán las cuadrillas por las calles. Los organizadores
se encargan no sólo del pago y alimentación de los músicos, sino también de convidar a todos los asistentes,
siendo infaltables en estas comilonas el pipián y los nopales. Pero esto no lo hacen solos, toda una organización
colectiva se despliega durante el año para hacer posible
la fiesta, donde destaca la participación de las mujeres,
en su carácter de promotoras de la tradición, además
de proporcionar apoyo económico, moral y logístico. Un
buen ejemplo lo constituye Guadalupe Olivares, quien
con su activa participación, ha inculcado a sus dos hijos
el gusto por el carnaval y la defensa de las tradiciones.
Pedro Vázquez Díaz –a quien su padre y abuelo
le confiaron la responsabilidad de mantener y promover la festividad iniciada por su bisabuelo, Petronilo Vázquez, en 1914– nos dice sin vacilar: “Al primer barrio
que le toca es el de la Asunción, después sigue el barrio
de Santa Cruz, luego el barrio de Los Reyes; el barrio de
Santiago; el barrio de San Sebastián Zapotla, el pueblo
de Santa Anita, el barrio de San Miguel, el barrio de san
Francisco, para después hacer un gran cierre con todos
los barrios”.Con relación a esto, Isaías Monzalvo nos informa que el barrio de San Pedro se sumará al carnaval
en 2014.
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17. | IZTACALCO |
Las máscaras utilizadas provienen de Santa María Aztahuacán, Chimalhuacán y, en menor medida, de Texcoco y, dependiendo de
su complejidad y elaboración, pueden llegar a costar varios miles de pesos. Sin embargo, para los miembros de las cuadrillas ni el
dinero ni el tiempo invertido son obstáculo, la intención es ser “el licenciado” más original.
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18. | IZTACALCO |
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ISAÍAS MONZALVO, ORGANIZADOR Y CARNAVALERO DE LA DANZA DE LICENCIADOS.
“NEGRO” EN LA DANZA DE LICENCIADOS.
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20. | IZTACALCO |
La música que acompaña al carnaval es fiel reflejo de la capacidad renovadora de las tradiciones. Hace
medio siglo, los pasodobles, el fox trot (“paso del zorro”
o “trote del zorro” que nació en Estados Unidos con las
primeras orquestas de jazz) y el danzón eran los géneros que acompañaban la danza. Hoy en día, la cumbia, la
música tropical y la banda sinaloense suenan con el danzar en las calles; las actuales bandas han dejado atrás
a la antigua orquesta del carnaval compuesta por dos
trompetas, dos saxofones, trombón de vara y timbal.
La creciente participación social y una mejor organización entre los barrios han fortalecido los carnavales de Iztacalco, a tal grado que desde hace cinco años
se organiza un cierre en el que participan los siete barrios y el pueblo de Santa Anita. Según cuentan, en la
edición de este año, 2013, más de trece mil personas
celebraron el carnaval por las principales calles de la
delegación. Los retos son grandes pues los gastos de lo-
gística, alimentación y música sobrepasan el bolsillo de
los organizadores y vecinos, nos describe Alicia Téllez
Sánchez promotora cultural y social de la Delegación.
Todavía hoy se recuerdan con nostalgia los tiempos en que el carnaval concluía con el baile de coronación de la reina. Entonces, dicen los vecinos del lugar,
se llegó a escuchar a Mike Laure, Acerina, Los Xochimilcas, y la mismísima reina de la salsa, Celia Cruz. Ante la
falta de apoyos institucionales y los elevados gastos que
implica mantener vigente el carnaval, los bailes de coronación hoy son sólo recuerdo.
Los pujantes carnavales de estos rumbos están
a la espera de ser revalorados pues, como bien nos recuerda Guadalupe Olivares, los habitantes de Iztacalco
saben muy bien que tienen historia y “el carnaval es
toda una historia viviente”.
PEDRO VÁZQUEZ DÍAZ, ORGANIZADOR HISTÓRICO DEL CARNAVAL.
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21. CARNAVALES DE IZTACALCO
CARNAVAL
TEMPORAL (2013)
ATEMPORAL
San Pedro
Inicia 2014
Tres sábados antes de Miércoles
de Ceniza (MC en adelante)
La Asunción
10, 11, 12, 13 de marzo
A parƟr del domingo antes de
MC y hasta el propio MC
Santa Cruz
16 y 17 de marzo
Fin de semana posterior a MC
Los Reyes
23 y 24 de marzo
Segundo fin de semana posterior
a MC
SanƟago
30 y 31 de marzo
Tercer fin de semana posterior
a MC
Zapotla
6 y 7 de abril
Cuarto fin de semana posterior
a MC
Pueblo de Santa Anita
13 y 14 de abril
Quinto fin de semana posterior
a MC
San Miguel
20 y 21 de abril
Sexto fin de semana posterior
a MC
San Francisco
4 y 5 de mayo
Fin de semana posterior a SS
Cierre de Carnaval
11 y 12 de mayo
Segundo fin de semana posterior
a SS
MC: Miércoles de Ceniza
SS: Semana Santa
Nota: Cada barrio organiza su propia comparsa, sin embargo, durante el cierre de carnaval se unen todas, incluyendo la
del pueblo de Santa Anita.
Fuente: Isaías Monzalvo / Carnavalero
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23. | VENUSTIANO CARRANZA |
CARNAVAL DEL
PEÑÓN DE LOS BAÑOS
Al igual que otros sitios de la capital, el Peñón de los
Baños es un ejemplo de cómo las políticas “modernizadoras” hicieron desaparecer, casi de un plumazo, a
la antigua Ciudad de México. Reducida y reinventada
a mediados del siglo pasado, tras la construcción del
aeropuerto Benito Juárez, esta antigua zona de tierras
cultivables debió entrar a los carriles del frenesí urbano
y forjarse una nueva historia. La nueva vida debió organizarse alejada del lago de Texcoco, del intercambio
comercial que se realizaba en los grandes canales que
lo unían con Tláhuac o Santa Anita y de la vida silvestre
y campirana donde la pesca, la agricultura y la caza de
patos animaban los días.
por su liderazgo moral, pues lo mismo dirimían las diferencias entre vecinos que instaban la continuidad de
las tradiciones más representativas de los peñoneros: la
recreación de la Batalla del 5 de mayo y las fiestas de
carnaval, nos cuenta don Agustin Jiménez Cedillo, cronista del Peñón.
Su nombre, Peñón de los Baños, lo adquirió gracias a la fama de las aguas sulfurosas y curativas que
emanaban de sus cerros. Del periodo colonial, distintos
testimonios documentales dan cuenta de su renombre y
hay quienes afirman que los aztecas usaban sus aguas
con fines medicinales.
Al hurgar en los recuerdos de sus actuales habitantes, el viaje por el pasado alcanza a los abuelos de los
abuelos, para situarse en una brumosa época porfiriana donde los fundadores hicieron su vida en torno a las
haciendas. De ahí surgen los Cedillo, Caballero, Nava,
Hernández, Villanueva, Gutiérrez, Alpide, Samaniego o
Arista, por mencionar algunos. Todos ellos recordados
GLADIADORES DE LA COMPARSA DE “LOS INFAMES” DEL BARRIO DE LOS REYES, FAMILIA CABALLERO.
COMPARSA DE LA 194.
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COMPARSA DE “LOS VENADOS DE TRASVAL”.
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24. | VENUSTIANO CARRANZA |
Se calcula que el carnaval se celebraba desde
finales del siglo XIX, aunque queda claro que las cosas
han cambiado. De los vestigios intactos encontramos la
sana competencia existente entre los barrios del Peñón,
La Asunción, El Carmen y Los Reyes por no repetir trajes
y lucir lo más original posible durante los días de fiesta.
La añeja competencia implica también los esfuerzos por
preparar las comparsas con antelación, recurriendo a
donaciones, colectas y todo tipo de estrategias de asistencia mutua que asegure una relucida fiesta.
En lo que respecta a la música, durante los tres
días previos al Miércoles de Ceniza, las antiguas bandas van entremezclándose con los actuales gustos de los
asistentes y pasodobles, polcas y quebradita. Sonidos
que continúan marcando el movimiento de cuadrillas y
comparsas. Sin duda, el estribillo que nunca podrá dejar
de oírse en estos días es aquel que afirma: “voy de paso
chapinguito, voy contento y a pescar, qué bonito peñoncito, que le gusta el carnaval”.
Cuentan que antiguamente el traje de charro
era lo típico en días de carnaval y que poco a poco se
fueron incorporando máscaras, capas, sombreros y disfraces de arlequín. Cabe destacar que las imágenes de
este año muestran una variedad de trajes, vestimentas y
disfraces que podríamos calificar como surrealistas: luchadores, botargas, saltimbanquis, hombres barbados,
animales zoomorfos, soldados a la usanza europea, robots, zombis, ensombrillados de todos colores y escopeteros, provenientes del recuerdo de la mítica Batalla
del 5 de mayo que también se han sumado para redondear la lista. No olvidemos que esta diversidad carnavalesca no es otra cosa que una recreación del “mundo
patas pa´arriba” con todo y el consabido intercambio de
género nos narra la antropóloga Ema Jiménez, originaria
y descendiente de familias carnavaleras.
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ESCOPETEROS VENECIANOS DEL BARRIO DE LOS
REYES.
MOSQUETEROS DE LA COMPARSA DE LOS “VENADOS
DE TRASVAL”.
COMPARSA DE “LOS VENADOS DE TRASVAL”
DISFRAZADOS DE TEMPLARIOS.
43
25. | VENUSTIANO CARRANZA |
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COMPARSA DE LOS INFAMES DE LA FAMILIA CABALLERO DEL BARRIO DE LOS REYES, ATAVIADOS CON TRAJE
DE GLADIADORES.
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26. | VENUSTIANO CARRANZA |
Al presenciar el espectáculo de este año y la
impresionante participación popular, resulta impensable que la tradición carnavalera se encuentre en riesgo.
Fiel al espíritu original de esta festividad, el derroche
de energía, la energía del baile, la oportunidad de romper con la rutina, el ánimo de entregarse a la bebida y
al goce de los sentidos le augura un largo futuro. Esto,
pese a los intentos de algún funcionario agobiado por
los excesos, recuerda que la calle siempre ha sido un
espacio del pueblo.
Don Agustin Cedillo nos dice que todo lo anterior quizá pueda achacársele a cualquier carnaval de
pueblo, sin embargo, lo que es único del Peñón de los
Baños, la Colombia Chiquita, como la llaman muchos, es
que ahí nació el movimiento sonidero. Justamente esa
vocación sonidera y fiestera de los habitantes del Peñón
de los Baños hace que sus carnavales sean –en la opinión de sus protagonistas– los más “chingones”. Y es
por eso por lo que desde aquellas primeras “discos móviles” o “sonidos” que amenizaban las fiestas callejeras
haciendo sonar el repertorio de cumbias, salsa, vallenato y música afroantillana, se sigan peleando el honor
de tocar aunque sea una vez en su vida en el Peñón, La
Colombia chiquita de los carnavales monumentales.
¡Así o más mejor, preguntó el peñonero!
EN ESTA CELEBRACIÓN SE OBSERVAN, EN EL DISEÑO DE LAS MÁSCARAS DE CERA, HÍBRIDOS DE CARNAVAL
VENECIANO Y DISFRACES DE MOSQUETEROS.
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28. | VENUSTIANO CARRANZA |
El artesano mascarero de el Peñón, Jonathan
García Hernández, nos describe:
Cuadrilla del Barrio de El Carmen
Según las narraciones populares, el personaje
del ahorcado solía ser un señor que robaba vacas, hasta
que un día decidió robarse a su novia; ahora la dinámica
carnavalesca es que el “ahorcado” y la “novia” andan
corriendo por el barrio, seguidos por el “padrecito”,
todo ello el domingo después de Miércoles de Ceniza.
En este barrio las comparsas se hacen acompañar por una orquesta, originaria del Peñón de los Baños, cuyos principales instrumentos son el bandolón, las
trompetas, el trombón y los tambores, dirigida por el
Sr. Lino Cedillo.
Cuadrilla del Barrio de la Asunción
Las cuadrillas, es decir, el conjunto de comparsas de los Barrios de la Asunción y de El Carmen, bailan
en compañía de la banda de viento San Juan de Aragón,
estos barrios tienen canciones especiales, algunas de
ellas son: Los Dados, La panzona, Ernermundo, El Peñoncito, Los Chenchas, Chicos Malos, El Chapinguita. El
Miércoles de Ceniza se ejecuta al ahorcado en el carnaval después de los bailes de pareja tradicionales.
Cuadrilla del Barrio de Los Reyes
VENECIANOS DEL BARRIO DE LOS REYES.
VIKINGO Y VENECIANOS DE LA COMPARSA DE “LOS VENADOS DE TRASVAL”.
La banda San Juan de Aragón, cuyos líderes son
los señores Silverio Fuentes y su hermano el Güero
Fuentes, es de tal magnitud que cada año se divide para
tocar en este barrio y en el de La Asunción. En Los Reyes
los bailes que encienden el carnaval se realizan en parejas, el ahorcado es ejecutado el Miércoles de Ceniza.
ESQUIMAL DE LA COMPARSA DE “LOS KISS DE ZAPATA”.
ÁRABES DE LA COMPARSA DE “LOS HIELEROS”.
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29. | VENUSTIANO CARRANZA |
VENECIANOS Y REYES DE LA COMPARSA DE “LOS VIKINGOS” Y, AL FONDO, LA BANDA DE SAN JUAN DE ARAGÓN.
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30. CARNAVAL DE EL PEÑÓN DE LOS BAÑOS
CARNAVAL
COMPARSA
TEMPORAL (2013)
ATEMPORAL
Barrio de El
Carmen
Los Dados
Los Uvas
Los Chenchas
Intocables
Chicos malos
Ángeles de la colonia
Campeones
Camorras
Sinaloa
Familia García
Los animalitos (niños
vesƟdos de botargas)
10, 11, 12, 13 y 17
de febrero
Inicia un domingo
antes de MC
Barrio de La
Asunción
Los Burros
Los Calaveras
Los Traviesos
Los Dragones
Los Concaguas
10, 11, 12, 13 y 17
de febrero
Inicia un domingo
antes de MC
Barrio de Los
Reyes
Los Kiss de Zapata
Los Hileros
Los 7 Vientos
Los Petroleros
Los Venados
Los Kibukis
Los Casi Guapos
10, 11, 12, 13 y 17
de febrero
Inicia un domingo
antes de MC
MC: Miércoles de Ceniza
Nota: El conjunto de comparsas perteneciente a un mismo barrio es llamado Cuadrilla, por ejemplo, Cuadrilla de
Barrio de El Carmen
Fuente: Jonathan García Hdez. /Artesano.
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32. | GUSTAVO A. MADERO |
LOS CARNAVALES DE
GUSTAVO A. MADERO
En el intento por explicar el origen de los carnavales de
esta delegación, surgen en el imaginario de sus pobladores las reivindicaciones de la antigua nobleza indígena tlaxcalteca y el cúmulo de tradiciones heredadas de
padres a hijos a través de los tiempos. En dichas prácticas, encontramos la remembranza de acontecimientos
históricos como la Batalla de Puebla (1862) y la evocación de bailes y danzas aristocráticos de las cortes europeas.
Un primer acercamiento a la composición de
esta festividad lo brinda el profesor Carlos Ortega, quien
dice: “Se presume que la festividad la trajeron familias
de músicos que venían de Tlaxcala y que se asentaron
en donde ahora se sitúa el panteón Guadalupe-Hidalgo,
en la colonia Martín Carrera (detrás de la basílica de
Guadalupe)”.
Otra versión que reafirma esta influencia es la de
Saúl Sánchez López, integrante de la organización Familia Sánchez y descendiente de añejos migrantes tlaxcaltecas, que a la fecha conserva las actas de nacimiento
de sus abuelos como prueba irrefutable del nexo con
su ancestral raíz ubicada en San Damián Tlacocalpan. El
señor Saúl nos cuenta: “El carnaval viene de Tlaxcala,
56
PORTADA: FOTO HISTÓRICA DEL CARNAVAL MARTÍN CARRERA, FAMILIA SÁNCHEZ, 1946.
HUEHUENCHES DE CARNAVAL.
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33. | GUSTAVO A. MADERO |
anteriormente en San Juan de Aragón, el baile se realizaba vestidos de toreros, disfrazaban una carretilla de toro
y la toreaban asemejando la fiesta taurina y la música
que los acompañaba era únicamente de violines; posteriormente, comenzaron a usar el traje de huehuenche,
pero en Martín Carrera siempre ha sido el huehuenche.”
Con respecto a los personajes, existen dos figuras fundamentales que le dan vida a la fiesta: “las morras” y “los huehuenches”, ambos protagonizan todos
los recorridos. Hacia el final del carnaval, se lleva a cabo
“la horca”, donde participan distintos actores como “el
padre”, “el fiscal”, “el demandante”, “la esposa”, “la
querida”, “el verdugo”, etcétera. Dicha representación
es una suerte de juicio a los transgresores de las normas
sociales. Con este acto se pone fin al caos ritual, restaurando simbólicamente el orden preestablecido.
El señor David Sánchez López nos cuenta: “Esta
tradición proviene de tiempos coloniales, cuando a los
indios se les ahorcaba o se les degollaba si cometían algún delito. El ahorcado, es la representación de la historia del castigo de un indio de aquellos tiempos que robó
veinte guajolotes”.
La máscara constituye la esencia del carnavalero, es el elemento que permite cubrir y disipar las diferencias entre los participantes. Sin importar la profesión,
el oficio, la fama o la fortuna, una vez puesta la careta
todos pueden cambiar de identidad. Como explicara
Octavio Paz en el Laberinto de la soledad: “[…] viejo o
adolescente, criollo o mestizo, general, obrero o licenciado, el mexicano se me aparece como un ser que se
encierra y se preserva: máscara el rostro y máscara la
sonrisa”.
Hechas con manta, cera y cerdas de caballo,
cada máscara solía contener las etiquetas de las familias
visitantes que las elaboraban. Actualmente la delegación
Gustavo A. Madero cuenta con sus propios mascareros.
Uno de ellos es Ángel Gutiérrez, conocido en el barrio
como el Famosísimo Faria.
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FOTO DE ARCHIVO HISTÓRICO HUEHUENCHES Y MORRAS DEL CARNAVAL, MARTÍN CARRERA, FAMILIA SÁNCHEZ, 1950.
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34. | GUSTAVO A. MADERO |
“EL AHORCADO”.
“LA VIUDA”.
FAMILIAS EN EL CARNAVAL.
Esta tradición proviene de tiempos coloniales, cuando a los indios se les ahorcaba si cometían algún delito. El ahorcado,
es la representación de la historia del castigo de un indio de aquellos tiempos que robó veinte guajolotes.
David Sánchez López
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38. | GUSTAVO A. MADERO |
Ángel Gutiérrez nos
cuenta que cuando era pequeño su máscara se rompió y, al no haber en su localidad quién las supiera
reparar, decidió arreglarla
él mismo. Así, en compañía
de su hermano, viajó hasta Santa María Aztahuacan,
uno de los pueblos originarios de Iztapalapa donde
se había perfeccionado la técnica artesanal. Desde entonces, el Faria decidió convertirse en mascarero con
la firme intención de preservar y enriquecer el oficio.
Ángel Gutiérrez nos relata: “Mi pasión de artesano es
alimentada por los recuerdos. Cuando me voy a poner
una máscara y miro detrás de ella tengo un sentimiento
de alegría y tristeza. Son los recuerdos de la infancia que
pasan rápido frente a mis ojos como un enorme estímulo
para extender la tradición en las siguientes generaciones”.
Sobre la historia de las máscaras, algunos miembros de la organización Familia Sánchez mencionan que
las primeras, hechas con madera de cedro, provienen
de Tlaxcala. Con respecto a las de cera y manta, nos
comentaron que se confeccionan en Santa María Aztahuacán. También se utilizan máscaras rematadas con
pedrería, originales de Santa Isabel Tola. Estas últimas
constituyen una peculiaridad, ya que sólo se utilizan
en la delegación Gustavo A.
Madero.
El Faria relata que
los carnavales son realizados por diversas organizaciones que se encuentran
en San Juan de Aragón, Santa Isabel Tola, San Pedro
Zacatenco y la colonia Martín Carrera.
Los bailes característicos son los “de cuadrillas”,
cuyas reminiscencias remontan al barroco europeo.
Pero la cultura popular se ha construido en un vaivén entre América y Europa. Desde finales del siglo XVI hasta
la fecha, tonadas y géneros como los minués, contradanzas, valses o gallops fueron incorporándose al conjunto
de festividades populares en las distintas regiones del
país hasta constituir parte viva de los carnavales. De allí
que en muchas zonas –como la Huasteca– los vinuetes
sean los minués de antaño, mientras que las contradanzas y zarabandas las podemos ver en las coreografías
de los carnavales musicalizadas con piezas de moda
como “El Gallinazo” o “El Pollito Pío”.
ÁNGEL GUTIÉRREZ, EL FAMOSÍSIMO FARIA.
CARNAVAL DE PRIMAVERA EN LA COLONIA MARTÍN CARRERA.
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39. | GUSTAVO A. MADERO |
Los bailes característicos son los “de cuadrillas”, cuyas reminiscencias remontan al barroco europeo. Pero la cultura popular se ha
construido en un vaivén entre América y Europa. Desde finales del siglo XVI hasta la fecha, tonadas y géneros como los minués,
contradanzas, valses o gallops fueron incorporándose al conjunto de festividades populares en las distintas regiones del país hasta
constituir parte viva de los carnavales.
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40. | GUSTAVO A. MADERO |
Otro baile que llama la atención es el de “La muñequita”, danza que en los días de la fiesta se realiza en
torno a una muñeca envuelta en un rebozo, a la que algunos atribuyen poderes curativos. Para algunos habitantes de Martín Carrera, “la muñequita” representa a
la hija de un poderoso hacendado europeo quien –tras
arribar al puerto de Veracruz luego de una larga travesía– logró reunirse con su padre que vivía en la Ciudad
de México. Otra hipótesis es que este personaje rememora a una doncella raptada por tlaxcaltecas. Cabe decir que las interpretaciones asociadas a este baile quizás
no sean suficientes para entender la importancia de este
baile en los carnavales de la Gustavo A. Madero. Lo cierto es que los versos dedicados a “la muñequita”aluden
reiteradamente a Tlaxcala y a sus antiguos pobladores.
Abran puertas y ventanas,
salgan todos a mirar,
a esta niña tlaxcalteca,
que ha venido aquí a bailar…
Llegaron los tlaxcaltecas
con vivas y con valor,
que nos ha dado licencia
nuestro juez y regidor…
De Tlaxcala hemos venido,
de Tlaxcala para acá,
a bailar carnestolendas,
como las que usan allá…
Carlos José Ortega, organizador del carnaval, remata la conversación con el siguiente relato: “La pasión
por el carnaval ha acompañado toda la vida a los vecinos
de esta delegación y asiste a los carnavaleros hasta el
último momento. Como ocurrió con Genaro Gutiérrez,
quien se despidió de la vida y del carnaval vestido de
huehuenche, sus amigos disfrazados y con música nos
fuimos con él hasta el panteón”.
MÁSCARAS ELABORADAS POR JOSÉ JUAN BARRÓN
MORALES
Algunos se adelantaron,
de esta bella tradición,
seguro que están presentes,
porque eran de corazón
Con versos recordaremos,
a todos los que se fueron,
y así les agradecemos,
todo lo que divirtieron…
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HUEHUENCHE CON MÁSCARA DE MADERA, QUE ORIGINALMENTE LLEGARON DE TLAXCALA.
HUEHUENCHES ATRÁS DE LA BASÍLICA DE GUADALUPE, EN LA COLONIA MARTÍN CARRERA.
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41. | GUSTAVO A. MADERO |
Las máscara constituye la esencia del carnavalero, el elemento que permite cubrir y disipar las diferencias entre participantes.
Sin importar la profesión, el oficio, la fama o la fortuna, una vez puesta la careta todos pueden cambiar de identidad.
FOTO DE ARCHIVO HISTÓRICO QUE REPRESENTA LO QUE SE HA VUELTO UNA COSTUMBRE DE
DECORAR CON MURALES LAS PAREDES DE LAS CALLES DONDE SE REALIZA EL CARNAVAL
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42. 76
LOS PRENDEDORES SON UNA CARACTERÍSTICA SINGULAR DE LOS TRAJES EN LOS CARNAVALES DE
GUSTAVO A. MADERO.
LAS MUJERES SON PARTE FUNDAMENTAL DE LOS CARNAVALES, COMO PERSONAJES Y COMO ORGANIZADORAS.
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43. | GUSTAVO A. MADERO |
En GAM tenemos una gran rivalidad y competencia en los carnavales, pero eso nos hace sacar el mejor cada año. Al final del día,
todos somos una gran familia, y lo que queremos es continuar la tradición.
Ángel Gutiérrez
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44. CARNAVALES DE GUSTAVO A. MADERO
CARNAVAL
COMPARSA
TEMPORAL (2013)
ATEMPORAL
Carnaval Marơn
Carrera
Organización Familia
Sánchez.
9, 10, 11 y 12 de
febrero
Sábado antes del MC
Carnaval de la Villa
Organización Los Pachis,
Familia Cárdenas
9, 10, 11 y 12 de
febrero
Cuatro días antes del
MC
Carnaval del barrio de
la Marơn Carrera
Organización Los Padrotes, 9, 10, 11 y 12 de
Familia Acuña
febrero
Cuatro días antes del
MC
Carnaval infanƟl de la
Villa
Organización 12 de
Joaquín Herrera, por el
Lobo, Pepe Panteonero
y El Tigre
16 y 17 de febrero
Sábado y domingo
después del MC
Carnaval de Santa
Isabel Tola
Organización El Chano
16, 17, 18 y 19 de
febrero
Sábado después del
MC
Carnaval InfanƟl de
Santa Isabel Tola
Organización El
Maestrín
16 y 17 de febrero
Sábado y domingo
después de MC
Carnaval de San Pedro
Zacatenco
Organización
Raymundo, Familia
Herrera Serna
9, 10, 11 y 12 de
febrero
Cuatro días antes del
MC
Carnaval Pueblo de
San Juan de Aragón
Organización Luis
Morales Pineda y
Miguel Ángel González
Gudiño
9, 10, 11 y 12 de
febrero
Cuatro días antes del
MC
Carnaval de Marơn
Carrera
Organización Los
Chales, Familia Zaldívar
23, 24, 25 y 26 de
febrero
Quince días después
del MC
Carnavales de México,
Tradición y Cultura:
Carnaval de primavera
El Famosísimo Faria y la
Organización Anaya y
47 de Rayón
16, 17, 18 y 19 de
marzo
Sábado, domingo,
lunes y martes antes
o después del 21 de
marzo, depende el
año
MC: Miércoles de Ceniza
Nota: Este año el carnaval de la Familia Sánchez se realizó a desƟempo por instrucciones de las autoridades de la
delegación, durante los días 2, 3, 4 y 5 de febrero.
Fuente: Ángel GuƟérrez / Carnavalero
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46. | CUAJIMALPA |
CARNAVALES DE SAN PEDRO
CUAJIMALPA
Los preparativos del carnaval comienzan el 2 de febrero con el festejo de la Virgen de la Candelaria. Resuena
en el recuerdo la peregrinación guadalupana que desde
hace 80 años parte de la diócesis de Toluca, atravesando
Cuajimalpa hasta culminar en el Tepeyac. Así, los moradores de Cuajimalpa esperan ansiosos el amanecer del
sábado previo al Miércoles de Ceniza, para cargar –entre todos y acompañados de música– “la portada” hecha
a base de flores y granos que enmarcará la iglesia de
San Pedro Apóstol.
Llegada la tarde, las cuadrillas de danzantes se
dirigen al panteón central para retirar la cruz mayor y
trasladarla con algarabía a la casa donde será velada. En
todos los sitios por donde las cuadrillas circulan, la comida, la bebida, la música y la palabra son “dones” que
se comparten con gusto. “No importa que el amanecer
se encuentre próximo, el éxtasis parece no tener fin. Son
días de carnaval”, nos cuenta Víctor Carrillo, promotor
social.
Los bailes que acompañan esta festividad incluyen las ya conocidas danzas de chinelos, apaches, hue-
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PORTADA: MÁSCARA DE CHINELO.
TRAJE DE LA DANZA DE ARRIEROS.
huenches, concheros y arrieros. Esta representación
hunde sus raíces en los circuitos comerciales que durante décadas unieron a Cuajimalpa con otras regiones
como Tierra Caliente, Costa Chica y Costa Grande (Oaxaca y Guerrero). Según los testimonios recogidos, la
Danza de Arrieros y la de huehuenches son las danzas
más antiguas practicadas en la delegación, siendo las de
chinelos una tradición relativamente reciente, pero que
va en aumento.
Don Vicente Sánchez Delgadillo, de 74 años de
edad y con 50 años participando en la danza, nos cuenta
que fue durante la segunda mitad del siglo XIX que dieron inicio las primeras danzas en Capulhuac y Ocoyoacac, Estado de México. Los protagonistas de este baile
reviven la vida de las haciendas representando personajes como “el patrón”, “el cargador mayor”, “el surtidor de cargas”, “los atajadores”, “los corredores”, “los
arrieros “y “el animal de carga”.
Las danzas de arrieros son acompañadas por
distintas músicas, como los mariachis, llamados “alcoholeros”, rezos, alientos y, la mayor de las veces, por
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47. | CUAJIMALPA |
DANZA DE ARRIEROS Y SU SINCRETISMO CON LOS RITUALES INDÍGENAS.
Al conversar con los distintos personajes que participan de la fiesta, emerge una memoria generacional que nos recuerda que el
oficio de arriero formaba parte de la cotidianidad de estos pueblos en los tiempos pasados. De allí que los carnavaleros recreen las
distintas etapas que conformaban la “ruta larga”, que alcanzaba el puerto de Acapulco y, ocasionalmente, “la ruta corta” a Chalma
u otros pueblos del estado de Morelos.
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48. | CUAJIMALPA |
un conjunto de cuerdas, es decir, violín, guitarra y bajo.
Si bien las costumbres carnavaleras de los pueblos tienen sus diferencias, como anota don Vicente: “La danza
de arrieros es la más popular, la que atrae a más gente,
y qué mejor para mí, me siento muy contento porque
están participando jóvenes y podemos enseñarles nuestras costumbres”.
Al llegar el domingo, las calles se ven inundadas
por cuadrillas de arrieros, que marcan el tiempo de la
vida al ritmo de sones como “Entrada de corral”, “Descargar a la consentida”, “Dejar al atajador”, “Desaparejar”, “Ir a dar agua”, “Limpia de atajo”, “Registro de
cocina”, “Desayuno y comida” y “Limpia de hato”.
Al conversar con los distintos personajes que
participan de la fiesta, emerge una memoria generacional que nos recuerda que el oficio de arriero formaba
parte de la cotidianidad de estos pueblos en los tiempos
pasados. De allí que los carnavaleros recreen las distintas etapas que conformaban la “ruta larga”, que alcanzaba al puerto de Acapulco y, ocasionalmente, la “ruta
corta” a Chalma u otros pueblos del actual estado de
Morelos.
El domingo temprano los chinelos alistan sus
trajes blancos con vivos azules, negros o multicolores,
que rematan con el prominente mentón de una máscara.
Aunque en el pueblo constituye una tradición reciente,
los danzantes de Cuajimalpa se asumen herederos de
las tradiciones de chinelos que existen en el estado de
Morelos desde el siglo XIX.
DON VICENTE SÁNCHEZ DELGADILLO, MAESTRO
DE LA DANZA DE ARRIEROS.
PERSONAJES DE LA DANZA DE ARRIEROS, REPRESENTANDO LA VIDA DE LAS HACIENDAS: “EL PATRÓN”, “
EL CARGADOR MAYOR”, “EL SURTIDOR DE CARGAS”, “LOS ATAJADORES”, “LOS CORREDORES”, “LOS ARRIEROS”.
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51. | CUAJIMALPA |
Una carta recibida en 1872 del entonces presidente municipal de Tlayacapan, Antonio Ortíz y Arvizu,
nos da pista sobre la antigüedad de la danza, al ubicar
a este poblado como la posible cuna. Si bien existen diferencias en los trajes debido a su procedencia, hoy en
día los pasos son los mismos para todas las comparsas.
En Cuajimalpa ocurre algo más, pues algunas comparsas exageran los pasos para hacer el “brinco del chinelo” y hacer aún más vistoso y disparatado el baile.
Es posible que la palabra “chinelo” provenga
del náhuatl tzineloa que quiere decir “meneo de cadera”. Sin embargo, para Benjamín de Jesús Rodríguez,
miembro de la comparsa de chinelos de San Pedro
Cuajimalpa, dicho término es en sí misma una burla a
los poderosos y religiosos que no permitían a los pobres participar en las festividades. Entre los pioneros
de las comparsas de esta delegación se encuentran los
señores Cecilio Ortíz Montesinos y el señor Tobías López García, quienes con profundo entusiasmo continúan
dando vida al carnaval.
La animosa participación de habitantes de los
pueblos de San Pablo Chimalpa, La Candelaria, Zatlapatl, Contadero, San Lorenzo Acopilco, San Mateo Tlaltenango, Santa Cruz Atizapán y, por supuesto, de San
Pedro Cuajimalpa permite augurar un largo futuro a
esta celebración, cuenta Tomas Martínez, “patrón” en la
danza de arrieros.
A la distancia, “el tronar de los cuetes” recuerda
que un año más es uno menos. Y que otro sábado de
carnaval ha llegado.
CUADRILLA DE CHINELOS
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52. | CUAJIMALPA |
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Los chinelos de San Pedro Cuajimalpa exageran sus pasos para hacer el brinco más vistoso y disparatado.
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53. | CUAJIMALPA |
TOMAS MARTÍNEZ, PERSONAJE DE PATRÓN EN LA DANZA DE ARRIEROS.
ESPUELA DE BOTA, DANZA DE ARRIEROS.
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56. | XOCHIMILCO |
CARNAVAL DE
XOCHIMILCO
Ante nuestros ojos, la Ciudad de México emerge como
un perpetuo desfiladero de asfalto, con avenidas, ejes
viales y segundos pisos que pretenden borrar el recuerdo de aquél valle de México
que alguna vez estuvo hecho de agua. Sin embargo,
la antigua vocación acuática de este asentamiento
por fortuna aún subsiste en
Xochimilco, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en
1987. En ese lugar donde se
alternan caminos de agua y
tierra se despliega una cartografía fiestera que no deja
pasar un día sin que el tronido de cohetes y la música
anuncien a propios y extraños que se está “de manteles largos”.
Distribuida en catorce pueblos y diecisiete barrios, la delegación de Xochimilco hace gala de su vocación festiva, sostenida en una arraigada identidad y organización comunitaria. Más o menos cercanas al culto
religioso, Xochimilco ejemplifica la renovación de tradi-
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PORTADA: MÁSCARA DE CHINELO
XOCHIMILCO MANUFACTURA SUS TRAJES Y MASCARAS DE CHINELOS, TENIENDO COMO PARTE DE SU
IDENTIDAD ELEMENTOS PREHISPÁNICOS…
ciones que encuentran siempre la forma de imprimir el
sello de lo nuevo y contemporáneo a la herencia de los
abuelos.
En la memoria popular, las fiestas constituyen
un recorrido por el tiempo
y la historia. La celebración
de La Flor más Bella del Ejido remite para muchos a
una fiesta iniciada en la época prehispánica, realizada
en honor a la diosa Xochiquetzalli. Por otro lado, la
distintiva fiesta del Niñopa
–que en el candelario litúrgico católico está destinado a la Virgen de la Candelaria– se relaciona con
la época colonial. Mientras
que las conmemoraciones a
personajes fundantes de la
vida cívica y artística, como
el poeta Fernando Celada o Quirino Mendoza y Cortés
–a quien se atribuye la composición del “Cielito lindo”–
complementan el calendario festivo. No debe olvidarse
que el célebre encuentro de los generales Emiliano Zapata y Pancho Villa también ocurrió en este lugar.
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57. | XOCHIMILCO |
En ese lugar donde se alternan caminos de agua y tierra se despliega una cartografía fiestera que no deja pasar un día sin que el
tronido de cohetes y la música anuncien a propios y extraños que se está “de manteles largos”.
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58. | XOCHIMILCO |
La estructura comunitaria –fundada en torno a las mayordomías y la organización barrial– garantiza y refuerza la vida social y
cultural de Xochimilco
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59. | XOCHIMILCO |
Otra festividad que no puede dejar de mencionarse es la fiesta patronal del barrio de Xaltocan o
El Xaltocan –palabra náhuatl que significa: “donde se
siembra en arena”– celebrada dos domingos previos al
Miércoles de Ceniza, dedica a la Virgen de los Dolores. En esta fiesta tradicional que antecede y se conecta
naturalmente con el carnaval, al son de las bandas de
viento, de pasito duranguense, grupero y de chirimías
con teponaztles se mezcla el emotivo paseo que acompaña la procesión de la Inmaculada. Así, pueden verse
chinelos, huehuenches, animales humanizados, santiaguitos y personas de todas las edades y géneros, que
con máscaras y estrafalarios atuendos, o sin ellos, riegan
por las calles su energía vital para honrar un nuevo ciclo
de vida.
Don Sebastián Flores Farfán, cronista de la delegación Xochimilco, comenta: “Los carnavales de Xochimilco son fiestas recientes, esta celebración tiene
un arraigo de apenas cuarenta años en la zona. Solía
ser una festividad pequeña hasta que, a inicios de los
ochentas, el ingeniero Mariano Velasco incitado por su
célebre sobrino, Raúl Velasco, conductor del programa
Siempre en Domingo, avivaron el carnaval”.
Distribuida en catorce pueblos y diecisiete barrios, la delegación de Xochimilco hace gala de su vocación festiva, sostenida en una
arraigada identidad y organización comunitaria.
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Según el testimonio, el jefe delegacional de
aquellos años, entusiasmado con la propuesta se dio a
la tarea de implementar acciones que fortalecieran al
carnaval local, exhortó a las autoridades de las escuelas
de educación básica a participar activamente en la celebración. Se instó a los vecinos a participar en la transformación de los vehículos empleados en las actividades
cotidianas, desde aquellos que se usaban para el trabajo familiar hasta los camiones recolectores de basura,
en vistosos y alegres carros alegóricos que dieran realce al desfile carnavalero.
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61. | XOCHIMILCO |
Don Sebastián Flores Farfán, cronista de la delegación Xochimilco, comenta: “Los carnavales de Xochimilco son fiestas recientes,
esta celebración tiene un arraigo de apenas cuarenta años en la zona. Solía ser una festividad pequeña hasta que a inicios de los
ochentas, el ingeniero Mariano Velasco incitado por su célebre sobrino, Raúl Velasco, conductor del programa Siempre en Domingo
avivaron el carnaval”.
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62. | XOCHIMILCO |
Dicha iniciativa fue tan exitosa que locatarios de
los mercados y embarcaderos de la zona se unieron
para hacer la fiesta en grande y fortalecer la tradición.
El carnaval fue creciendo exponencialmente al punto de
atraer a público y comparsas de diversos puntos de la
República Mexicana –incluyendo aquellas que una vez
terminado el carnaval venían desde el entrañable Puerto de Veracruz– para incentivar la desbordante alegría
que encontraba en la explanada delegacional su epicentro.
Con el transcurrir de los años, el carnaval en Xochimilco perdió fuerza, hasta el punto que llegó a desaparecer por algunos años. Sin embargo, en 2008, la
inquietud ciudadana recuperó los adormecidos bríos y
restableció la fiesta. Las escuelas de todos los niveles
y casas de cultura locales fueron convocadas a formar
sus propias cuadrillas. También invitaron a participar a
comparsas de otros lugares, como los charros de Santa
María Aztahuacán, los chinelos de Morelos, los huehuenches xochimilcas, entre otros. Con este nuevo impulso,
los danzantes entre máscaras, tarolas, trompetas, trombones, tamboras y pistas musicales previamente grabadas, volvieron a inundar las multicolores calles y avenidas de Xochimilco.
Cada año se suman nuevas comparsas que de
a poco han ido incorporando a su tradicional montaje
a personajes de la política y el mundo del espectáculo.
Pero a diferencia de otras delegaciones, donde el carnaval es fiesta principal, en Xochimilco comparte el protagonismo con un extenso número de festividades que a lo
largo del año provocan que las comparsas de los distintos rumbos se esfuercen por ser reconocidas como las
mejores.
Con el transcurrir de los años, el carnaval en Xochimilco perdió fuerza, hasta el punto que llegó a desaparecer por algunos años. Sin
embargo, en 2008, la inquietud ciudadana recuperó los adormecidos bríos y restableció la fiesta.
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La estructura comunitaria –fundada en torno a las
mayordomías y la organización barrial– garantiza y refuerza la vida social y cultural de este territorio. Cada
vez que un mayordomo toma la responsabilidad de cuidar al Niñopa, lo acompaña una nueva comparsa, hasta que, al siguiente 2 de febrero, deba entregar al Niño
Dios a la comparsa que hará la sustitución.
Don Sebastián Flores Farfán, cronista, comenta:
“Si bien algunas danzas casi han desaparecido, como la
danza de “Los Santiaguitos” –que es una representación
de la batalla de moros y cristianos, donde los personajes
llevan capas rojas– el entusiasmo de los lugareños es tan
grande que cada año surge al menos una nueva comparsa. Hay reconocidas alrededor de veinticinco comparsas en la zona, que renuevan constantemente nuestra
tradición y el sentir xochimilca”.
A caballo entre la modernidad y la tradición, Xochimilco es una muestra inmejorable de cómo los pueblos pueden mirar al futuro sin olvidar su historia. Y para
muestra un botón, entre chinampas y asfalto el gusto
prehispánico por la comida continua vigente, por lo que
el convite ofrecido a los asistentes al festejo comunitario
es fundamental. Cada año los pescadores van recorriendo las orillas del lago de Xochimilco confiados en recolectar las presas necesarias para el banquete que tendrá
lugar al día siguiente. La organización de la comilona es
compleja. Las familias locales cocinan mole con pollo y
arroz para los pescadores, que entre sus redes traerán:
peces, acociles, charales, michpetos, ajolotes o almejas
con los que se prepararán los “tlapiques” (tamalitos asados, hechos en hoja de maíz a base de pescado, tomate
verde, cebolla, venas de chile y epazote). También se
prepara el “michmole” (tomate verde o rojo molido con
chile y sazonado con cebolla y epazote, servido sobre
pescados, ajolotes, ranas, almejas o menudencias de
pollo) que acompañado con agua de chía será compartido como los dones más preciados de la vida. Así pues,
esta mezcla de sabores, olores, ropajes, máscaras, tambores y música de viento anuncia en forma inequívoca el
comienzo de un carnaval más.
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64. | XOCHIMILCO |
A caballo entre la modernidad y la tradición, Xochimilco es una muestra inmejorable de cómo los pueblos pueden mirar al futuro
sin olvidar su historia.
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65. Así pues, esta mezcla de sabores, olores, ropajes, máscaras, tambores y música de viento anuncia en forma inequívoca el comienzo de
un carnaval más.
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67. | AZCAPOTZALCO |
CARNAVAL DE SANTIAGO AHUIZOTLA
AZCAPOTZALCO
En pleno siglo XXI el carnaval en Azcapotzalco persiste
como una forma de enraizar la identidad local, mediante la rememoración de añejas prácticas culturales que
poca a poco han ido incorporando en el sentir y en la
cotidianidad de las nuevas generaciones.
De acuerdo con el arqueólogo José Antonio
Urdapilleta Pérez, cronista de la delegación, esta zona
otomí se regía por el calendario solar prehispánico para
realizar sus rituales agrarios. Por lo que sus actuales habitantes han intentado mantener la misma calendarización en sus festividades
A cuatro años de organizar el carnaval, las formas y texturas de esta joven festividad continúan definiéndose. Esta inquietud carnavalesca fue introducida
por los profesores de la Casa de Cultura Morelos.
El cambio de mayordomía de la Virgen de los
Remedios se convirtió naturalmente en la fecha emblemática del carnaval, ya que se efectúa –desde hace más
de 150 años– el domingo previo al Miércoles de Ceniza. Así, en 2010, en el primer año de carnaval en Santiago Ahuizotla, no hubo temática. Sobre ello nos comentó
Miguel Ángel García, profesor de la Casa de Cultura:
“Salimos a las calles con máscaras de mariposas, aves o
cualquier otro animal que nosotros mismos hicimos con
materiales reciclados. Fuimos más de cincuenta y lo importante fue expresar la alegría de nuestro pueblo y dar
inicio a una tradición”.
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PORTADA: TORITO DE PÓLVORA.
TALLER DE DANZA REGIONAL DE LA CASA DE CULTURA MORELOS.
Este 2013 incluso llegaron comparsas de la delegación Gustavo A. Madero por lo que huehuenches, chinelos y bandas de viento coincidieron en Azcapotzalco
llevar a cabo la fiesta. Este año marchó un ahuizote (del
náhuatl, “perro de agua”) –figura que en adelante será
representativa de Santiago Ahuizotla– acompañando a
las comparsas.
PERSONAJE LA VOZ DEL TIEMPO QUE CUENTA EL PASADO, PRESENTE Y FUTURO DEL CARNAVAL.
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72. | AZCAPOTZALCO |
TRADICIONAL “PALO ENCEBADO”.
El palo encebado es una herencia que ha sobrevivido desde tiempos prehispánicos. Uno de sus antecedentes clarificadores es la
fiesta tepaneca de Azcapotzalco que se hacía en honor a Otontecutli. Ésta consistía en colocar, en la copa de un árbol de ocote, las
insignias de un guerrero y una figura hecha de semilla de amaranto y miel, para que los participantes lucharan por alcanzarlas. El
ganador obtenía las insignias y los desafortunados recibían un trozo de la figurilla dulce.
José Antonio Urdapilleta, cronista de Azcapotzalco
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73. | AZCAPOTZALCO |
En el esfuerzo de buscar identidad, el 29 de julio de 2013 se
repitió el carnaval. En la fiesta no faltaron las danzas dedicadas a Diosa del maíz y al señor Santiago y tampoco personajes
como el “tlachiquero”, encargado de extraer el aguamiel de la
planta de maguey.
DANZA DEL MAÍZ CENTÉOTL.
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74. | AZCAPOTZALCO |
Jorge Pineda Cervantes –fotógrafo y cineasta independiente y actual director y asesor pedagógico de
la Casa de la Cultura y decisivo impulsor de la fiesta–
nos comenta “El carnaval, al ser nuevo, debe involucrar
poco a poco a la gente en el saber de su historia para
que participe. El objetivo es personalizar el carnaval según los gustos del pueblo y trabajar para que tenga su
propia música original”.
En el esfuerzo de buscar identidad, el 29 de julio
de 2013 se repitió el carnaval. En la fiesta no faltaron las
danzas dedicadas a diosa del Maíz y al Señor Santiago y
tampoco personajes como el “tlachiquero”, encargado
de extraer el aguamiel de la planta de maguey. Sobre el
tema de las bebidas tradicionales, nos comenta el cronista que, hacia 1974, había más pulquerías que escuelas; actualmente solo existe una en toda la delegación de
Azcapotzalco.
La música que da vida a la celebración está a
cargo de Ricardo Manuel Alonso Pilón, músico comprometido con el rescate y difusión de la lengua náhuatl y
la música prehispánica y quien, en la actualidad, desarrolla un proyecto para recopilar ritmos propios de la
comunidad.
Los estudiosos de la cultura suelen considerar
las tradiciones de los pueblos y barrios como materia
prima para desarrollar sus principales temas de investigación. El carnaval que recién inicia en Azcapotzalco,
implica al científico social un nuevo reto: atestiguar el
nacimiento de una nueva tradición carnavalera que busca en el pasado el sostén del futuro. Y serán los habitantes de esta delegación quienes le den a este carnaval
historias para contar y recordar.
REPRESENTACIÓN DE SANTIAGO EL MAYOR
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DIOSA DEL MAÍZ CHICOMECÓATL.
CUETERO
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75. | AZCAPOTZALCO |
DIABLITA INTENTANDO “ECHAR A PERDER”
LA COSECHA DEL MAÍZ.
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SANTIAGO EL MAYOR, ESCULTURA REALIZADA
POR LA CASA DE CULTURA EN PAPEL MACHÉ.
MÁSCARA DEL DIOS DEL MAÍZ CENTÉOTL.
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79. | TLÁHUAC |
LOS CARNAVALES DE
TLÁHUAC
Se sabe por algunas fotografías que el primer carnaval
después de la Revolución, desfiló en 1920 en San Francisco Tlaltenco. Los pioneros de esta festividad fueron
Agapito Mancilla, Dionisio Chávez y Gregorio Ruiz,
quienes no se imaginaban que la fiesta se extendería por
más de cinco generaciones.
Sin embargo, la tradición oral plantea que el carnaval pudo haber existido antes de la Revolución Mexicana y que con dicha revuelta se dispersó, pues muchos
tlahuaquenses emigraron para refugiarse en otros pueblos, por ejemplo, en Tlaxcala. Durante su refugio, estas
personas aprendieron nuevos estilos de música y baile
que llevaron consigo de vuelta a Tláhuac. Cuando el movimiento armado terminó reintegraron el carnaval, pero
ahora enriquecido con más formas musicales y dancísticas, que le dieron una nueva identidad. En algunos lugares como San Pedro Tláhuac, se asegura incluso que el
carnaval perduró durante la Revolución, ya que se integraron algunas canciones revolucionarias al repertorio
de la fiesta carnavalesca, aunque de igual forma las migraciones terminaron por nutrir los desfiles.
habían emigrado a causa de los enfrentamientos bélicos, encontraron estragos en los paisajes en los que alguna vez se pasearon Maximiliano de Habsburgo y su
esposa Carlota, lo cual despertó un profundo y ejemplar
sentimiento de solidaridad y fraternidad entre los pobladores. Nos platica Jaime Leyte Mancilla que “ante el escenario que dejó la Revolución, los vecinos decidieron
unirse formando sociedades como la de Tlaltenco, que
sirvió como plataforma para crear la Sociedad Mutualista y Recreativa Benito Juárez, a través de la cual los
vecinos rehabilitaron casas y campos”.
Lo cierto es que cuando la región comenzó a reponerse social y económicamente, el carnaval se fortaleció como una herencia cultural que además contribuyó a
la unión social: “Para finales de la década de los veinte,
la estabilidad había sido recuperada y en la misma demarcación en la que Zapata montó uno de sus cuarteles
de guerra, los vecinos se enfocaban ahora un poco más
a la fiesta del carnaval, puesto que les concedía esparcimiento y diversión fortaleciendo sus lazos comunitarios”, nos dice Alfredo Rioja Castañeda, heredero de la
tradición carnavalera reiniciada por sus abuelos.
Una situación que ayudó al resurgimiento del
carnaval fue la unión de los ciudadanos. Las familias que
Los carnavales en Tláhuac han contribuido a la vasta historia de esta delegación, han aportado a su reestructuración social y han
permeado la identidad de sus habitantes. Lo que es realmente sorprendente es la fuerza de su presente, en una ciudad impersonal
y hasta lejana, que sean miles las familias que intervienen en esta tradición, miles los que dejan el corazón en el baile y la música,
miles los que con su alegría garantizan el futuro de esta festividad que seguro será prominente.
CARNAVAL DE SAN PEDRO TLÁHUAC
142
CHARRO DE LA SOCIEDAD BENITO JUÁREZ. CARNAVAL DE SAN FRANCISCO TLALTENCO
143
82. | TLÁHUAC |
En ese entonces en algunos carnavales de Tláhuac caminaban
grupos de gente disfrazados de caníbales, cargando cazuelas enormes. Estos grupos de pronto se detenían y colocaban
el trasto encima de un puñado de zacate húmedo al que le
prendían fuego con el objetivo de que por no estar seco solo
esparciera humo figurando una fogata, hecho esto, metían
un caníbal dentro de la cazuela y otros caníbales danzaban
alrededor
Esperanza Mancilla Castañeda, cronista de Tláhuac
CARNAVAL DE ZAPOTITLÁN.
CARNAVAL DE SANTA CATARINA YECAHUÍZOTL.
148
149
83. | TLÁHUAC |
Menciona la profesora Esperanza Mancilla Castañeda, cronista de Tláhuac que por esta misma época el
carnaval era diverso: “Al principio, en algunos pueblos,
la gente se disfrazaba con ropa vieja o con algún mote
extraordinario, por ejemplo, pieles de animales que habitaban en el cerro como tejones, coyotes, armadillos
o cualquier otra cosita que sirviera para un disfraz que
fuera visto con alegría en el carnaval”.
Hacia los años treinta se veían en los carnavales
de Tláhuac, personajes como “la pareja de novios”, “los
ositos”, “el diablo” y, por supuesto, los tradicionales charros, caporales y damas. Además se encontraban otros
personajes muy curiosos como los hombres vestidos
de mujer, que a manera de parodia, cargaban un bebé
en el rebozo mientras caminaban con enaguas y huipiles. “En ese entonces en algunos carnavales de Tláhuac
caminaban grupos de gente disfrazados de caníbales
cargando cazuelas enormes. Estos grupos de pronto se
detenían y colocaban el trasto encima de un puñado de
zacate húmedo al que le prendían fuego con el objetivo
de que por no estar seco solo esparciera humo figurando una fogata, hecho esto, metían un caníbal dentro de la
cazuela y otros caníbales danzaban alrededor”, cuenta
la profesora Esperanza.
Hacia la mitad del siglo XX el carnaval había evolucionado, las comparsas en diferentes pueblos habían
cobrado tanta fuerza que ya se disputaban el reconocimiento por el charro más original, el traje de dama más
llamativo, el carro alegórico más vistoso, la reina más
ataviada, y el mejor grupo de música.
Es natural que las manifestaciones culturales
cambien con el tiempo, por eso en Tláhuac el carnaval
ha visto transformaciones en su música y en sus vestimentas pero también en su sistema organizativo. Un
ejemplo de estos cambios es la forma de participar de
las mujeres, nos explica Beatriz Mancilla, profesora de
educación primaria y una de las primeras mujeres en
participar en el recorrido del carnaval: “La participación
150
151
84. | TLÁHUAC |
femenina en el principio era limitada, las mujeres sólo
acompañaban a los hombres que eran los que le daban
vida al carnaval. Las primeras en bailar cuadrillas lo hicieron hasta el año 1940 y acompañar a los hombres en
el recorrido se logró en el año 1955, al menos así fue en
Tlaltenco”.
Actualmente el carnaval sigue siendo motivo y
causa de cohesión entre la población, Eloy Palma, vecino de esta demarcación, señala que: “El carnaval ha
tomado distintos caminos en Tláhuac, pero siempre es
una festividad que genera en esta delegación participación ciudadana, como una de sus principales características”.
Marcos Zaldívar Espejel hace una radiografía
de los carnavales en esta demarcación al señalar que:
“En el caso de Santa Catarina Yecahuízotl los charros y
caporales van apegados al tema del trabajo y la fiesta.
San Pedro Tláhuac tiene un misticismo único y además
son los únicos que tiene al Judas. Por otro lado, Tlaltenco tiene al carnaval en un tenor de distracción y alegría
pero también de tradición, pues aquí siempre han bailado los charros y las damas sin cambiar su atuendo por
el orgullo de conservar sus costumbres y qué decir de
Zapotitlán con la belleza de sus carros alegóricos adornados con flores naturales y sus comparsas orgullosas y
apasionadas que bailan hasta el último aliento”.
CARNAVAL DE SANTA CATARINA YECAHUÍZOTL.
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Es evidente que los carnavales en Tláhuac han
contribuido a la vasta historia de esta delegación, que
han aportado a su reestructuración social y que han permeado la identidad de sus habitantes. Lo que es realmente sorprendente es la fuerza de su presente, que
en una ciudad impersonal y hasta lejana, sean miles las
familias que intervienen en esta tradición, miles los que
dejan el corazón en el baile y la música, miles los que
con su alegría garantizan el futuro de esta festividad que
seguro será prominente.
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85. | TLÁHUAC |
Si una revuelta armada no logró acallar la alegría
del carnaval, mucho menos la indiferencia de los ajenos
o la frialdad de las autoridades locales lograrán borrar
las sonrisas de la dama, o el bullicio de la trompeta, no
detendrán el fuete del caporal ni trastabillará el charro
cuando baile, todo lo contrario, cada vez la dama sonreirá más alegre y el charro bailará mas fuerte, porque hoy
la llama de los carnavales de Tláhuac está encendida.
Es una hoguera, casi un incendio en el corazón de los
Tlahuaquenses. Hoy los carnavales ¡están más vivos que
nunca!
Carnaval de San Francisco Tlaltenco
Amanece en Tlaltenco, los parques rodeados de
pirules y el paisaje pintoresco aguardan el momento del
baile y el alboroto, el “día de los feos” está por comenzar. En el segundo domingo de cuaresma, es decir dos
domingos después del Miércoles de Ceniza, cuando el
sol comienza a alcanzar el cenit las comparsas toman las
calles y, al ritmo de la banda de viento, niños, jóvenes,
hombres y mujeres bailan y brincan con sus atavíos inspirados en personajes del cine, políticos u otro icono del
imaginario popular. Personajes de la película Avatar, ex
presidentes, músicos, guerreros águila, tlatoanis o actores de telenovela se mezclan entre los personajes tradicionales del carnaval de “los feos” como “la muerte”,
“el diablo” y “el gorila”.
LA “DAMA” Y EL “CHARRO” DE LA SOCIEDAD BENITO JUÁREZ. CARNAVAL DE SAN FRANCISCO TLALTENCO
Hacia la mitad del siglo XX el carnaval había evolucionado, las comparsas en diferentes pueblos habían cobrado tanta fuerza que ya
se disputaban el reconocimiento por el charro más original, el traje de dama más llamativo, el carro alegórico más vistoso, la reina
más ataviada, y el mejor grupo de música.
154
En punto del medio día del tercer domingo de
cuaresma se reúnen los participantes del carnaval para
dar inicio al Baile de charros y damas. Cada comparsa
tiene su propia ruta y por ella desfilan los carros alegóricos que trasladan a las reinas hasta la plazuela donde
se bailan cuadrillas y se hace la coronación y baile que
cerrará la celebración.
Los charros y las damas del carnaval de Tlaltenco bailan las corridas acompañados de una banda de
viento que interpreta canciones como “Las Lolas”, “Los
Pecados de Lola”, “Los de Levita”, “Los Lanceros”, entre
otros. Las mujeres ataviadas con vestidos de coctel y los
hombres con el tradicional traje de charro: guantes, botas blancas o color hueso, sombrero bordado, máscara
de cera, fuete y, por supuesto, una pistola amarrada al
cinturón. Sobre las pistolas comenta Edgar Hernández:
“Aunque ya sólo es una réplica que ya no dispara en el
recorrido”.
El carnaval de Tlaltenco surgió en 1920, impulsado por la Sociedad Benito Juárez, pero hacia 1947 nació una comparsa que también contribuyó al desarrollo
de la tradición carnavalesca el Club Juvenil. “En 1947,
dicha comparsa se presentó con su reina en el carro
alegórico acompañado de “Que rico mambo” de Pérez Prado”, nos cuenta la señora María Rosa de la Rosa,
quien conserva el legado carnavalesco de los fundadores del Club Juvenil. Los grupos siguieron surgiendo:
Los Chupamaros, Los Guadalupanos, Las Guadalupanas, Zacatenco, Barrio Fuerte, La Selene, grupos infantiles y más que durante mucho tiempo crearon ingeniosas comparsas que hasta hoy surcan las calles de sus
pueblos. “No me imagino el carnaval sin otras comparsas, le dan vida y alegría y nos genera mucha emoción
el poder competir y compartir en el carnaval, nuestra
herencia cultural”, agrega el señor Camilo Reyes Mancilla, quien es también descendiente de los iniciadores
del carnaval y enérgico promotor cultural de Tláhuac.
Cada año la alegría del pueblo finaliza con la
convivencia anhelada por locales y visitantes. Música,
baile, gastronomía, sonrisas y recuerdos cierran cada
año el carnaval.
Carnaval de Santiago Zapotitlán
En Santiago Zapotitlán el carnaval tiene sus orígenes en la danza de azcachichintles, un baile que por
el pasar del tiempo y los cambios sociales ya ha desaparecido. Se tiene conocimiento de que el carnaval comenzó en esta zona en los últimos años de la década de
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87. | TLÁHUAC |
los veinte y los primeros de los treinta, donde se veía
bailotear a los primeros huehues con sus máscaras de
cera, que representaban un rostro europeo y que más
tarde cambiarían para ser de cartón con alusión a animales como chivos, toros o perros y personajes como el
diablo y las brujas.
Al igual que en Tlaltenco la participación de la
mujer aquí era limitada, la lucha de las mujeres por participar en el carnaval comenzó en la década de los cuarenta originando un movimiento en la delegación a favor
de la participación femenina. Es curioso mencionar que
se conquistó este objetivo en la década siguiente, la de
los cincuenta, en la cual también se le otorgó el voto a la
mujer a nivel nacional (1953). Es menester mencionarlo
porque se puede interpretar la lucha de las zapotitlecas
como parte de una lucha mayor en el país.
En la actualidad, el carnaval empieza el tercer
domingo de cuaresma con la participación de la comparsa de La Polilla, un grupo de adultos mayores (hombres y mujeres) que, a pesar de sus años, bailan con
toda la energía de un joven con el afán de conservar su
tradición carnavalera. Nos cuenta el José Carlos Valdés
Noguerón, quien es nativo de Zapotitlán, que este día La
Polilla inunda las calles con disfraces en lo que la gente
conoce como la primera “loqueada”.
El domingo siguiente la misma comparsa sale
con sus disfraces tradicionales de charros, hombres y
mujeres en pareja bailan para divertirse por las calles
para celebrar sus raíces. El quinto domingo de cuaresma, descansan y el sexto sale toda la “loqueada” y, finalmente, el domingo siguiente es el cierre de carnaval.
Representación de los disfrazados en el cierre del carnaval: “la muerte”. “La hechicera Tlahuica de los mil amores”-personaje
caracterizado por don José Cecilio Calzada Cadena- influyó en el carnaval durante la década de los 90. Dicho personaje incluso
fue nombrado en varias notas periodísticas Finalmente, el judas de cartón y de carrizo destinado a la quema.
158
Las comparsas del Club Santiago de charros,
del Club Raíces los Caporales, Club Unión Zapotitlán y
Club Halcones, así como los Carvernícolas y otros, toman las calles transformándolas en una fiesta de color,
banda de viento, charros y caporales. Alegres formas
multicolores hechas de flores naturales adornan el carro
alegórico en el que viaja la reina con sus princesas hacia
la coronación en la explanada frente a la iglesia, donde
antes de la ceremonia se bailan cuadrillas durante varias
horas. El carnaval finaliza con los convivios organizados
con motivo de la coronación de la reina y princesas. Esta
celebración ha perdurado por más de tres generaciones. “Es para mí una gran alegría ver las tradiciones de
mi pueblo”, comenta José Carlos mientras de fondo se
escuchan las campanas de la iglesia entonando “La Bikina”, dándole a la noche un toque de añoranza y buenos
recuerdos.
Carnaval de Santa Catarina Yecahuízotl
Desde hace más de ocho décadas, en Santa Catarina se ven desfilar charros, caporales a lo ancho de
sus calles y avenidas. Acompañados de música de viento, estos personajes surcan los paseos del pueblo con el
único interés de divertir a los espectadores y de mantener una tradición que los hace sentirse orgullosos de su
procedencia.
El Domingo de Ramos, saltan a las calles decenas
de personas disfrazadas de cualquier personaje. El baile conocido como “la locada” pone a bailar a cientos de
espectadores que acuden a mirar y valorar el ingenio de
quienes se animan a bailar, algunos contagiados por la
alegría bailan aunque no porten ningún atuendo extraordinario de carnaval.
El Sábado de Gloria, ocho días después de “la
locada”, salen a las calles los primeros charros y caporales a danzar en parejas con las charras y las mujeres que
portan su vestimenta estilo escaramuza de charrería. El
carnaval llega a su culmen el Domingo de Resurrección
cuando todas las comparsas desfilan por los paseos: la
comparsa de la Sección Primera, la Sección Segunda, la
Asociación de Charros y las comparsas infantiles.
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88. | TLÁHUAC |
CARNAVAL DE SAN PEDRO TLÁHUAC
Marcos Zaldívar Espejel hace una radiografía de los carnavales en esta demarcación al señalar que: “En el caso de Santa Catarina
Yecahuízotl los charros y caporales van apegados al tema del trabajo y la fiesta. San Pedro Tláhuac tiene un misticismo único y
además son los únicos que tiene al “Judas”. Por otro lado, Tlaltenco tiene al carnaval en un tenor de distracción y alegría pero
también de tradición, pues aquí siempre han bailado los charros y las damas sin cambiar su atuendo por el orgullo de conservar
sus costumbres y qué decir de Zapotitlán con la belleza de sus carros alegóricos adornados con flores naturales y sus comparsas
orgullosas y apasionadas que bailan hasta el último aliento”.
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89. | TLÁHUAC |
Cada comparsa se reune por la mañana para salir en los carros alegóricos, con su reina y así iniciar el
primer recorrido. Al medio día hacen un descanso para
tomar los alimentos en la casa de la reina de la comparsa correspondiente. Al atardecer, charros, caporales
y disfrazados vuelven a tomar las calles con su alegría
carnavalesca para llegar así al momento de la coronación. “Todas las comparsas tienen a su reina, incluso las
infantiles tienen su reinita, además de las princesas que
llevan a sus padrinos para que también las coronen. Es
tradición que las comparsas de las secciones Primera
y Segunda coronen en la plaza frente a la iglesia por el
espacio que hay allí, nosotros los de la Asociación de
Charros coronamos en el salón ejidal y las comparsas
infantiles pues depende de lo que decidan los organizadores, algunas veces coronan en la plaza y otras eligen
lugares distintos”, cuenta Mauricio Infante Cañas, presidente de la Asociación de Charros de Santa Catarina.
Luego de la coronación, las comparsas realizan
un baile para que la gente del pueblo y los visitantes
convivan. Una locura de fiesta, donde quiera que se transite el día de carnaval se hallará jolgorio y alegría.
COMPARSA Y REINA DEL CLUB JUVENIL
TLALTENCO
Actualmente el carnaval sigue siendo motivo y causa de cohesión entre la población, Eloy Palma, vecino de esta demarcación, señala
que: “El carnaval ha tomado distintos caminos en Tláhuac, pero siempre es una festividad que genera en esta delegación participación ciudadana, como una de sus principales características”.
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Carnaval de San Pedro Tláhuac
Judas es el nombre que recibe una artesanía hecha de papel y carrizo para el desfile de carnaval. En
San Pedro desde hace muchos años se acostumbra hacer estas figuras gigantes y multicolores para burlarse
de personajes de la política o de la sociedad, estas figuras nacieron como tradición en las pulquerías aunque ahora se queman en la explanada durante el cierre
del carnaval. “Aquí al que se porte mal le hacemos su
judas. Hace tiempo hubo un padrecito que se opuso al
carnaval y pues hasta a él le hicimos su judas también y
lo quemamos”, explica Ezequiel Calzada Martínez, con
una sonrisa dibujada al recordar la alegría del carnaval.
Este carnaval cuenta con más de ochenta años de tradición, en un principio sólo se veía gente disfrazada, con
el tiempo se unieron caporales y charros. “Se bailaban
canciones revolucionarias de paso doble como la “Marcha de Zacatecas”, “El Zopilote mojado”, “La Raspa”,
“Rascapetates”, “Las Pelonas “y actualmente ya se tocan
más ritmos con banda de viento”, cuenta José Cecilio
Calzada Cadena, uno de los carnavaleros más antiguos
de San Pedro.
“El traje tradicional masculino se compone de
sombrero de trigo, moño doble sencillo, camisa pachuqueña, pantalón de caporal azul, gris o plateado, botín
charro, fuete, espuelas y cinto”, narra Emmanuel Calzada Martínez. Las mujeres siempre han tenido participación en el carnaval, no sólo en su papel de reina, pues
durante décadas han sido parte de la danza. Su traje está
diseñado con apego al del hombre. Maribel Córdova
señala que la vestimenta que usa la mujer en la comparsa de caporales es una blusa blanca de manga larga con
moño, chaleco y falda que hacen juego.
Aquí el carnaval comienza el Domingo de Ramos, cuando salen los disfrazados. Posteriormente el
Domingo de Resurrección todas las comparsas salen a
las calles a bailar, excepto los charros que salen ocho
días después.
Desde el medio día los desfiles toman las calles,
las reinas viajan en sus carros alegóricos o sus calandrias y se coronan en la explanada de la delegación.
Este ritual finaliza con una fiesta donde la familia de la
reina ofrece comida a los participantes.
El carnaval llega a su fin, pero la alegría sigue y
no tardará demasiado para que se repita esa sensación
que nos narra Don José Cecilio: “Al oír la música se siente un golpe fuerte en el pecho: ¡se siente que se sale el
toro del corral! Así empezamos a bailar… es un orgullo
ser de aquí”.
163
90. CARNAVALES DE TLÁHUAC
CARNAVAL
COMPARSA
Sociedad Benito Juárez
TEMPORAL (2013)
2,3 y 4 de marzo
Club Juvenil San Francisco
Tlaltenco
Barrio Fuerte
2,3 y 4 de marzo
CARNAVALES DE TLÁHUAC
Comparsa independiente
Chupamaros
Comparsa Zacatenco
10 de marzo
Comparsa La Guadalupana
10 y 11 de marzo
Comparsa Cultural Selene
10 de marzo
Comparsa Ampliación Selene
17 de marzo
Asociación Mazatepec
23 de marzo
Amigos de Mazatepec
Club infanƟl El Popo y sus
Cariñosos
24 de marzo
14 y 15 de abril
Comparsa Tradicional de
Caporales
Comparsa de Caporales
Comparsa de Caporales
Alegres
Comparsa de caporales Santa
Cecilia
Club de Caporales
Comparsa de Caporales San
Pedro Tláhuac
24 de marzo
ATEMPORAL
Tercer domingo
de cuaresma
Tercer domingo
de cuaresma
Domingo después
de MC
VS, SG, DRe y
domingo siguiente
Segundo y cuarto
sábado de
cuaresma
Cuarto domingo
de cuaresma
Cuarto viernes de
cuaresma
Cuarto domingo
de cuaresma y
lunes siguiente
Cuarto domingo
de cuaresma
Quinto domingo
de cuaresma
Sábado antes de
SS
DRa
Segundo domingo
después de SS y
lunes siguiente
DRa
31 de marzo
31 de marzo
DRe
DRe
31 de marzo
DRe
31 de marzo
31 de marzo y 6 de abril
DRe
DRe y sábado
después de SS
Santa Catarina
Grupo Guadalupanos
Pueblo de San
Francisco
Tlaltenco
Pueblo de San
Pedro Tláhuac
MC: Miércoles de Ceniza
VS: Viernes Santo
SG: Sábado de Gloria
16 y 17 de febrero
29,30,31 de marzo y
8 de abril
23 de febrero, 9,10 y 11
de marzo
8 de marzo
DRe: Domingo de Resurrección
DRa: Domingo de Ramos
SS: Semana Santa
CARNAVAL
Pueblo de ZapoƟtlán
MC: Miércoles de Ceniza
VS: Viernes Santo
SG: Sábado de Gloria
TEMPORAL (2013)
31 de marzo
29 y 31 de marzo
ATEMPORAL
DRe
VS y DRe
30 y 31 de marzo
31 de marzo
31 de marzo
SG y DRe
DRe
DRe
31 de marzo
DRe
31 de marzo
DRe
31 de marzo
DRe
31 de marzo
DRe
8 de abril
Club SanƟago Chávez
Pueblo de Santa
Catarina Yecahuízotl
COMPARSA
Asociación de Charros
Comparsa Nueva
Generación de
Caporales
Originales Caporales
Comparsa Monarca
Los Peques, comparsa
infanƟl de caporales
Cuadrilla Juventud
Salazar
Segunda Sección de
Carnaval
Nueva Sociedad de
Charros san Miguel
Primera sección de
Charros
Carnaval infanƟl
16 de marzo
disfrazados 23 y 24 de
marzo charros
Segundo lunes
después de SS
Quinto sábado de
cuaresma
Club Oro A. y amigos
Raíces de los
Caporalitos
Tradicional carnaval
de Comparsa
Cavernícolas
Carnaval de comparsa
Charros Unión
ZapoƟtlán
31 de marzo
5,6 y 7 de abril
21 de abril
14, 20, 21, 27 de abril
DRe
Viernes a domingo
después de SS
Cuarto domingo
después de SS
Segundo domingo
después de SS, tercer
sábado y domingo
después de SS y cuarto
domingo después de
SS
DRe: Domingo de Resurrección
DRa: Domingo de Ramos
SS: Semana Santa
Nota: El segundo domingo de cuaresma todas las comparsas de Tlaltenco salen a bailar disfrazados
Fuente: Marcos Zaldívar Espejel/ Promotor social y cultural y carnavalero Eloy Palma / Promotor social
.
Nota: El segundo domingo de cuaresma todas las comparsas de Tlaltenco salen a bailar disfrazados
Fuente: Marcos Zaldívar Espejel/ Promotor social y cultural y carnavalero Eloy Palma/ Promotor social
.
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91. CARNAVAL DE SANTA CATARINA YECAHUÍZOTL
Si una revuelta armada no logró acallar la alegría del carnaval, mucho menos la indiferencia de los ajenos o la frialdad de las
autoridades locales lograrán borrar las sonrisas de la “dama”, o el bullicio de la trompeta. No detendrán el fuete del caporal ni
trastabillará el charro cuando baile, todo lo contrario, cada vez la “dama” sonreirá más alegre y el “charro” bailará más fuerte
porque hoy la llama de los carnavales de Tláhuac está encendida, es una hoguera, casi un incendio en el corazón de los
Tlahuaquenses. Hoy los carnavales ¡están más vivos que nunca!
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93. | IZTAPALAPA |
LOS CARNAVALES DE
IZTAPALAPA
“No hay delegación más carnavalera en el Distrito Federal y su zona metropolitana que Iztapalapa. Aquí los carnavales son fiesta principal en
los pueblos originarios, en los
barrios, en las colonias. Aquí
nos organizamos todo el año
para que la fiesta sea la mejor.
Es una fiesta cívica, ciudadana
donde cada año se suman más
y más comparsas, nuestros
carnavales tienen historia, hacen cultura, nos dan identidad,
pero también dejan derrama
económica”, afirma Israel Betanzos, promotor social de la
Delegación.
La historia oral ha sido
la fuente principal para enarbolar el posible antecedente de los carnavales. Los protagonistas de esta fiesta cuentan lo que sus padres, y
abuelos transmitieron en sus lugares de convivencia o
en el propio carnaval.
BORDADO CARACTERÍSTICO DE LOS TRAJES DE CHARRO DE IZTAPALAPA, HECHO CON HILO CANUTILLO DE ORO.
CARRO ALEGÓRICO DE SANTA MARÍA AZTAHUACÁN.
ALFONSO OLVERA CONTRERAS, PROMOTOR SOCIAL Y CULTURAL.
168
En el carnaval no sólo las historias se transmiten,
también sus oficios; lo que las manos de los carnavaleros realizan: máscaras, trajes de charros y disfrazados,
carros alegóricos y tocados de sombrero. Si algo dis-
tingue a los carnavales de Iztapalapa, es que sus manufacturas son locales y son una referencia para los demás. Cada año, carnavaleros de
Iztacalco, Gustavo A. Madero,
Tláhuac, Milpa Alta, Venustiano
Carranza llegan a los pueblos y
barrios de Iztapalapa en busca
de máscaras, trajes de charros
e incluso carros alegóricos.
Al ubicarse en la encrucijada entre Puebla y Veracruz,
Iztapalapa sufrió un cambio de
lo agrícola a lo urbano. “Los ires
y venires comerciales, las migraciones hacia la Ciudad de
México fueron configurando lo
que hoy es Iztapalapa: una delegación urbana con tradiciones
prehispánicas y coloniales, retroalimentadas con lo contemporáneo” precisa Alfonso Olvera Contreras, promotor cultural de la delegación.
La organización de la fiesta permite afianzar lazos
familiares de compadrazgo, amistad y, al mismo tiempo,
fomenta oficios artesanales. Los procesos migratorios
recientes en Iztapalapa no han debilitado al carnaval, lo
han fortalecido. Los que llegan enriquecen su cultura y
169
94. | IZTAPALAPA |
la forma de expresar la fiesta, en algunos casos, la perfeccionan, como los músicos que llegan de Oaxaca y se
suman a las bandas musicales, característica también de
esta delegación, la generación de músicos festivos, que
son el alma de infinidad de fiestas en el D.F. y su zona
metropolitana
La fiesta en Iztapalapa es vital no sólo para la
propia delegación si no también es patrimonio de la
Ciudad de México. Esta singular tradición ciudadana, el
carnaval, que crece exponencialmente cada año, muestra largo aliento y reafirma que la fiesta está más viva
que nunca.
En la actualidad, las comparsas de charros desfilan por las principales avenidas del pueblo, con sus trajes bordados en hilo canutillo de oro y sus sombreros
que anteriormente eran de pelo de liebre o de conejo
se han sustituido con el tiempo. Las mujeres se suman
haciendo pareja con los charros, ellas portan trajes de
”charras” o “adelitas”, dependiendo del día que desfilen y la comparsas a la que pertenezcan. Precedida
por una camioneta que transporta a la orquesta, algunas
comparsas de charros bailan con banda de viento. Cada
comparsa “se alinea detrás de la reina saliente que va
caminando y bailando, la reina entrante viaja en el carro alegórico y pues los demás caminamos y bailamos
al ritmo de las virginias, las cuadrillas y los pasodobles”,
precisa Alberto Martínez.
Carnaval de Santa Cruz Meyehualco
Existen diversas teorías derivadas de la historia
oral sobre el surgimiento del carnaval en Santa Cruz
Meyehualco, una de ellas es la que cuenta Cristóbal
Contreras Contreras, miembro de la comparsa de charros Águilas Reales. “Una señora de allá de Los Reyes
trabajaba en el Castillo de Chapultepec como sirvienta
de Maximiliano y pues ella al ver los bailes de la nobleza
y el emperador se aprendió las cuadrillas y se las vino
a enseñar a los de la Magdalena. De allí aprendimos los
pueblos de por aquí a bailar y ahora eso es lo que hacemos en el carnaval, bailar para burlarnos de la nobleza”.
Fidencio López Contreras, quien es coordinador de
las comparsas del pueblo de Santa Cruz Meyehualco,
agrega que se estima que el carnaval inició en la época
de Maximiliano, alrededor de 1864, y aunque dejó de
realizarse durante la Revolución Mexicana, prevaleció
y se retomó hace cerca de ochenta años. Esto se puede
corroborar con las declaraciones de Alberto Martínez,
miembro de la comparsa Sociedad de Charros del Pueblo, quien asegura que la inició su abuelo Eulalio Aldana, en compañía de otros vecinos, hace más de setenta
años.
Por su parte, Ubaldo González Arteaga, miembro de la comparsa de disfraces del barrio de Huexotitlán, señala que el baile de disfrazados en esta zona tiene
más de setenta años. Además, explica que el número
de disfrazados llega a mil, tan sólo en su comparsa hay
cerca de cuatrocientos afiliados que año con año divierten a más de cincuenta mil espectadores que se dan cita
en Santa Cruz Meyehualco. “Nos disfrazamos de lo que
acordemos, este año [2013] nos vestimos de hamburguesas, hot dogs, papas y algunos otros de personajes
de películas como Iron Man, algunos más de políticos
famosos y pues de lo que se imagine usted”.
Cada año el carnaval cimbra la tierra, la bailada hace vibrar no sólo el suelo sino los corazones de
los participantes y los espectadores. El carnaval vive.
Fidencio López finaliza la conversación con la siguiente
declaración: “Somos una convivencia de pueblos que
nos preparamos todo el año, no sólo Santa Cruz sino los
que vienen de otros lados. Aquí todos somos el carnaval. Queremos que se enteren que existimos, que somos
reales, de carne y hueso, que aquí estamos y que no nos
vamos”.
REINAS DE LAS COMPARSAS DEL CARNAVAL.
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95. | IZTAPALAPA |
Carnaval de Santa María Aztahuacán
Santa María Aztahuacán, uno de los pueblos originarios de Iztapalapa, se ha convertido en referente de
los carnavales de la Ciudad de México. No hay lugar del
D.F. donde se baile el carnaval y no conozcan o mencionen este pueblo. Sus máscaras de cera han sido la inspiración de muchos artesanos en otras delegaciones, sus
charros los precursores del traje bordado. Un lugar que
mantiene tradiciones precolombinas, que demuestran la
evolución histórica de las tradiciones en un legado inmaterial, una riqueza cultural intangible que se puede tocar
con las manos.
Aquí el carnaval ha existido desde tiempos remotos. En la época prehispánica existía una festividad que
duraba cerca de siete días en los cuales los pobladores
se agasajaban por la llegada de la primavera, por lo cual
se relaciona al carnaval en la actualidad. En estos días se
celebraba también “la cuelga” que consistía en clavar
en el suelo una vigueta enorme en cuya punta se colocaba una cuerda corrediza que dos danzantes, uno vestido de mujer representado a la primavera y otro vestido
de hombre encarnando el invierno, tomaban por cada
extremo para competir de tal modo que quien lograra
suspender al otro en el aire representaba el tiempo que
dominaría el resto del año. “Esta tradición prehispánica
aún se celebra entre algunos pobladores e incluso hasta
hace unos años. El lunes de cuelga era todavía un día de
referencia para el carnaval pues era el día de los carros
alegóricos”, dice Jesús González Zamora.
Por otro lado, la fiesta que pudo haber influido
este carnaval es el llamado “Día de campo” una celebración que se realiza desde tiempos prehispánicos. Antiguamente, la gente caminaba hacia la sierra de Santa
Catarina donde visitaban una imagen de Xochiquetzal,
señala Joel Chirino Castillo en su libro Aztahuacán ¡Donde ya no volarán las garzas!:“Un lunes del mes de octubre, los agustinos, con azoro, vieron pasar un grupo de
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REINA DEL CARNAVAL.
naturales en solemne peregrinación hacia el cráter del
cerro de San Pablo. Se maravillaron por la brillantez y el
colorido de las túnicas de los principales y los adornos
florales y ofrendas destinadas a la diosa Xochiquetzal,
defensora de la fertilidad en los campos”. Actualmente
esta festividad se lleva a cabo en un predio llamado Los
Teatinos, en la Colonia Citlali, comenta Alfonso Olvera
Contreras, presidente de las Comparsas Carnavaleras
de Aztahuacán A.C.
Con el paso de los años, las costumbres prehispánicas han ido mutando debido al sincretismo sufrido
con la cultura europea. Sobre el carnaval en la actualidad, apunta Alfonso Olvera: “Se han congregado más de
cuarenta comparsas de charros y disfrazados, son miles
los que toman las calles, basta ver la sonrisa de los charros cuando hablan de su tradición o el baile de las chichinas para sentir que llevan el carnaval en la sangre.”
En el principio la misma cantidad de comparsas, según
nos comenta Roberto Alejaldre, quien ha participado
por más de setenta años en el carnaval: “Sólo había dos
comparsas, los del pueblo y los del barrio”. Aunque por
su parte, Juan Medina Corona, señala que se crearon dos
comparsas de charros y las chichinas: “Eran los charros
del barrio, los del pueblo y la chichina”.
Sobre las chichinas agrega Juan José Ávila Medina: “Surgieron a la par de los charros, la diferencia es
que aquellos ridiculizaban a los hombres y nosotros [las
chichinas] a las mujeres pudientes, a Carlota por ejemplo. Sin embargo, se ridiculiza además a otros personajes como la policía, los políticos u otros del estilo”.
La alegría del carnaval permea a sus habitantes
y da un sentido de identidad inigualable desde hace mucho tiempo. Afirmación que se observa en el gesto orgulloso de Pablo Chirino Castillo cuando indica: “Hemos
tenido casi siglo y medio de carnaval donde la fiesta prevalece aunque ahora ya es ciudadana la fiesta que solía
estar vinculada a la religión”.
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