Los avatares para el juego dramático en entornos virtuales
Texto 8 elementos_para_prescripcion
1.
2. 8. ELEMENTOS CLAVES PARA LA PRESCRIPCIÓN DE ANTIBIÓTICOS EN LA
CONSULTA ODONTOLÓGICA
Lilia Jadith Bernal Cepeda, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia
Revisado y aprobado por: Leidy Bastidas Legarda. Universidad de Southampton,
Southampton, Inglaterra
2019
En el momento de decidir si resulta necesario el uso de un antibiótico en el manejo de
una infección odontogénica, son múltiples los elementos a tener en cuenta; una correcta
decisión y elección conllevara a la resolución de la infección y al mejor pronóstico del
paciente. Desafortunadamente, es frecuente la prescripción inadecuada de antibióticos
durante la consulta odontológica, lo cual se asocia con los mitos que poseen los
profesionales y el desconocimiento de la farmacología de estos medicamentos. El uso
incorrecto de antibióticos se ha relacionado con el incremento en la incidencia de
resistencia bacteriana, el aumento en los costos al sistema de salud, aparición de
procesos de sobreinfección y efectos adversos, entre otros.
Los aspectos importantes que deben ser analizados antes de prescribir un
antimicrobiano pueden clasificarse en elementos propios del paciente, elementos del
proceso infeccioso y aquellos relacionados con el medicamento; estos puntos serán
descritos a continuación.
Elementos propios del paciente
Dentro de este grupo se enmarcan características como alergias medicamentosas, edad,
peso, sexo y enfermedades de base, entre otras.
Respecto a las alergias es importante destacar que la respuesta de hipersensibilidad a
las penicilinas constituye la principal alergia a medicamentos en la población mundial,
pudiéndose presentar de manera inmediata, temprana o tardía (1,2). Durante la
3. administración de penicilinas por vía oral en la consulta odontológica ambulatoria no se
realiza test cutáneo de sensibilidad; sin embargo, debe reconocerse que cualquier
paciente a lo largo de la vida tiene riesgo potencial de presentar dicha respuesta. En
general, las reacciones alérgicas son mas severas cuando estos fármacos beta
lactámicos son administrados por vía parenteral; En caso de presentarse la reacción
inmunológica, la medicación deberá ser suspendida de manera inmediata, se manejarán
los síntomas generados por la alergia y se buscarán alternativas terapéuticas. Es
importante la correcta realización de la historia clínica del paciente para identificar
alergias previas y severidad de las mismas, y de esta manera, por ejemplo, evitar la
administración de cefalosporinas en pacientes alérgicos a penicilinas por riesgo
reportado de aparición de reactividad cruzada (3).
La edad y el peso del paciente determinaran la dosis del antibiótico a administrar. En
general, en pacientes adultos, las dosis de antibióticos en odontología son estándares
con excepciones de pacientes con enfermedades renales o hepáticas en estadio
avanzado o pacientes con sobrepeso. En los pacientes pediátricos la dosis de los
medicamentos debe ser calculada, existiendo varias formulas que correlacionan la edad
del paciente y la dosis de adulto; sin embargo, la mejor manera de hacerlo es teniendo
en cuenta el peso del sujeto. Dadas las características farmacocinéticas, la dosis por
kilogramo de cada medicamento se encuentra establecida, permitiendo así el cálculo en
miligramos o mililitros según corresponda. Hoy en día se disponen de varias aplicaciones
y páginas web que permiten calcular la posología de manera rápida y sencilla.
En casos particulares, como por ejemplo en mujeres embarazadas, el uso de antibióticos
y en general de cualquier medicamento debe basarse en la evaluación riesgo-beneficio.
La mayoría de antibióticos empleados durante la consulta odontológica ambulatoria
(penicilinas, lincosamidas, macrólidos) pueden utilizarse en mujeres en estado de
gestación sin que se reporten afecciones importantes en el feto, presentado una
categoría B según la categorización de seguridad de los fármacos en el embarazo
realizada por la FDA (Food and drugs administration-US). En el caso del metronidazol
no existe un consenso sobre su seguridad en la etapa de gestación y se ha relacionado
4. con teratogenicidad en modelos animales, por lo cual debe ser usado con precaución
durante el embarazo (4). Respecto a las tetraciclinas y las fluoroquinolonas, su empleo
está completamente contraindicado debido a que existe evidencia de aparición de daños
irreversibles en el feto a nivel de estructuras dentales y tejido conectivo.
Durante el periodo de lactancia, el clínico deberá tener presente que muchos fármacos
presentan eliminación por leche materna y que de esta manera pueden alcanzar al bebé
durante este proceso, sin embargo, es necesario romper el mito que todos los
medicamentos están completamente contraindicados durante el embarazo y la lactancia.
La mayoría de antibióticos que se emplean en odontología (penicilinas, ácido clavulánico,
cefalosporinas, lincosamidas y macrólidos) pueden utilizarse en caso de requerirse, sin
tener que ser suspendida la lactancia. En general, los reportes existentes muestran que
la cantidad del medicamento que alcanza al infante es muy baja (5).
Aunque no existe un consenso respecto a la importancia del uso profiláctico o terapéutico
de antibióticos en pacientes con enfermedades sistémicas, como por ejemplo en
pacientes diabéticos, debe tenerse en cuenta la fisiopatología de la condición en la cual
se presenta una alteración de la respuesta inmunológica que podría favorecer un
aumento en la susceptibilidad a infecciones; sin embargo, en los pacientes con diabetes
controlada no se justifica la administración de profilaxis antibiótica antes de la realización
de procedimientos odontológicos invasivos (6).
Elementos asociados al proceso infeccioso
En este grupo resulta importante el correcto diagnóstico, el planteamiento de los posibles
diagnósticos diferenciales y el establecimiento del plan de tratamiento. Para la
consideración de prescripción de antibióticos es determinante el diagnóstico de infección
de origen bacteriano y descartar que la sintomatología presente sea causada por un
agente fúngico o viral, en cuyo caso el paciente deberá ser manejado con un antifúngico
o un antiviral, respectivamente. Ha sido previamente descrita la incorrecta prescripción
5. de antibióticos por parte de los profesionales en odontología para el manejo de
infecciones causadas por microorganismos diferentes a bacterias, como por ejemplo en
lesiones causadas por el virus del herpes simplex tipo 1 (7), contribuyendo de esta
manera a la aparición de resistencia bacteriana y generando posibles efectos adversos
en los pacientes de manera innecesaria. Por otro lado, muchas de las infecciones de
origen dental cursan con síntomas de dolor e inflamación, los cuales no se constituyen
en determinantes para la prescripción de antibióticos.
Luego de establecer la presencia de una infección bacteriana se debe recordar que no
en todos los procesos ni en todos los pacientes deberán prescribirse antibióticos y que
en los casos donde se decide su prescripción, la terapia antibiótica actuará como un
tratamiento coadyuvante, es decir, una terapia de soporte a la intervención local (manejo
mecánico). En este caso, la administración de antibiótico como monoterapia, sin la
realización de la intervención local odontológica, no permitirá la resolución de la
enfermedad.
Elementos relacionados con el medicamento.
Dentro de estos elementos, los conceptos de farmacocinética y farmacodinamia de los
antimicrobianos descritos en un espacio adicional en el presente Ambiente Virtual de
Aprendizaje (farmacocinética y farmacodinamia de los antibióticos) permiten la
comprensión de la importancia de la administración de los antibióticos según los
regímenes de dosificación establecidos.
También deberá tenerse en cuenta la selectividad de los antibióticos para la elección
correcta del fármaco. Por ejemplo, durante procesos periodontales donde predominan
bacterias de tipo anaerobio, se deben considerar fármacos como el metronidazol debido
a su actividad preferente contra bacterias con estas características.
6. Cuando el odontólogo general o el especialista se enfrenta a la decisión de prescribir o
no antibióticos durante su consulta, serán muchos los aspectos que deberá analizar para
de esta manera contribuir al uso racional de estos medicamentos en odontología.
Siempre deberá establecerse un balance riesgo-beneficio entre lo que espera lograrse
(efecto farmacológico) y los efectos indeseados que pueden presentarse. Es necesaria
la educación de los profesionales en ciencias de la salud y la generación de políticas
encaminadas al uso correcto de antibióticos a nivel mundial (8).
Finalmente, es importante recordar la forma correcta de realizar una prescripción y los
elementos básicos que esta debe contener, como lo son el nombre del medicamento
según la denominación común internacional (nombre genérico), la forma farmacéutica,
la concentración, vía de administración, frecuencia de administración, tiempo total de
tratamiento y número de formas farmacéuticas (sin omisión de ninguno de estos
aspectos), como lo establece el decreto 2200 del año 2005 del Ministerio de Protección
Social (9).
7. BIBLIOGRAFÍA
1. Solensky R. (2003). Hypersensitivity Reactions to Beta-Lactam Antibiotics. Clinical
Reviews in Allergy & Immunology; 24.
2. Guzmán M., Salinas J., Toche P., Afani A. Alergia a β-lactámicos. (2004). Rev
Chil Infect; 21 (4): 285-298
3. Kelkar P. y Li J. (2001). Cephalosporin allergy. The New England Journal of
Medicine; 345 (11): 804-809.
4. Ouanounou A., Haas D. (2016). Drug therapy during pregnancy: implications for
dental practice. British Dental Journal; 220 (8).
5. Bar-Oz B., Bulkowstein M., Benyamini L., Greenberg R., Soriano I., Zimmerman
D., et al. (2003). Use of Antibiotic and Analgesic Drugs during Lactation. Drug
Safety; 26 (13): 925-935
6. Ramaraj P., Cariappa K. (2006). Is there a need for antibiotic prophylaxis after
routine dental extraction in diabetic patients? Letters to the Editor. British Journal
of Oral and Maxillofacial; 44: 421–425.
7. Dar-Odeh N., Abu- Hammad O., Al-Omiri M., Khraisat M., Shehabi A. (2010).
Antibiotic prescribing practices by dentists: a review. Therapeutics and Clinical
Risk Management; 6: 301–306
8. Holloway K. (2011). Promoting the rational use of antibiotics. Regional Health
Forum: 15 (1): 122-130
9. Decreto 2200 de 2005. Ministerio de Protección Social-República de Colombia.
[Internet]. [citado 03 de Julio de 2019]. Disponible en
https://www.invima.gov.co/documents/20143/453029/Decreto-2200de-
2005.pdf/272bc063-41bd-7094-fc8f-39e5e8512d95?t=1541014861533