Este documento presenta una lista de desempeños y actividades para un grado 11 de literatura hispanoamericana. Los desempeños incluyen identificar, comprender y reflexionar a partir de textos, identificar la intención comunicativa de diferentes tipos de textos, y producir un texto escrito a partir de una orientación e investigación. Las actividades consisten en realizar lecturas de autores destacados como Miguel de Cervantes, Francisco de Quevedo, Miguel de Unamuno, Rubén Daríay Julio Cortázar, y explicar el tema y argumento de cada
Análisis literario de obras clásicas hispanoamericanas
1. NOMBRE: _______________________________GRADO: Once FECHA: ________
DESEMPEÑOS PARADEMOSTRAR.
Identifica, comprende y reflexiona a partir de un texto para aproximarse al
desarrollo de estrategias de lectura crítica.
Identifica la intención comunicativa según sea el tipo de texto y su estructura.
Produce un texto escrito a partir de una orientación e investigación dada.
ACTIVIDADES
1. Realizar la lectura de cada uno de los textos escritos por los autores más
destacados en la literatura Hispanoamérica. Explicar de cada uno su tema y
argumento.
Miguel de Cervantes Saavedra
Don Quijote de la Mancha
Todo comienza cuando un noble comienza a leer libros de caballería se entusiasma y
quiere convertirse en caballero andante y ser rescatador de doncellas con muchas
aventuras, pero tenia que conseguir un nombre digno de caballero y un nombre de un
Ducado importante, se puso a pensar y lego a la conclusión de ponerle a su caballo el
nombre de: Rocinante, y a su Ducado el nombre de: Ducado de la mancha, y por
supuesto solo faltaba su nombre que después varios días decidió autodenominarse:
Don Quijote de la Mancha, y su reina se llamaría Dulcinea del toboso.
Después de tener ya su nombre salió para tener muchas aventuras, como derrotar a
muchos dragones, rescatar doncellas y conquistar reinos. Su primer viaje no fue muy
exitoso porque salió muy mal herido, entonces supo que tenia que devolverse a su
Ducado donde sus amigos como el Barbero y el parroquiano lo ayudaron, y los dejaron
descansar, pero el barbero pensó esconderle todos sus libros de caballería porque se
había vuelto muy loco desde que se puso a leerlos, y lo hizo al día siguiente Don
Quijote busco sus libros al ver que se les habían extraviado llamo a sus siervos para
que los buscasen, después de una larga búsqueda, los siervos regresaron donde Don
Quijote sin rastros de ellos, entonces llamo a su fiel amigo el barbero, y le pregunto si
sabia donde estaban sus libros el barbero le respondió, que un extraño mago llamado
“Freston” se los llevo y que nunca los devolvería porque, el le había dicho que eran
mágicos, al saber esto Don Quijote se alista a buscarlos, y pelear con Freston, pero ya
no podía salir solo necesitaba un escudero, y lo consigue su nombre era Sancho
Panza, y se alisto para salir en la madrugada con el.
Después de salir esa madrugada tuvieron muchas aventuras donde libero ladrones,
salvo pastoras, intentaron asesinarlo, bueno en fin, muchas aventuras, vuelve a su
casa ya muy viejo se da cuenta de todas las locuras que cometió, le pide disculpas a
Sancho por todo lo que le prometió y nos e lo cumplió, al final de todo, le pide
disculpas a todos, y reparte su herencia entre sus fieles siervos, que además de
siervos fueron amigos que lo ayudaron en el tiempo de sus locuras.
COLEGIO PARROQUIAL SAN JUDAS TADEO
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REFUERZO DE LENGUACASTELLANA
2. Miguel de Cervantes Saavedra el escritor español es una figura fundamental de la
literatura universal y lo concibo, porque él ha creado la singular novela Don Quijote de
la Mancha, una obra ambiciosa, con una temática rica y variada, llena de humor y
ternura y que consigue llegar y entretener a los más variados públicos.
Una buena obra por la creatividad del autor, por las aventuras tan impresionantes,
donde tiene un poco de realidad pero si mucha imaginación, y la personalidad de Don
Quijote de la Mancha, que siempre es insistente en las cosas, no se deja rendir con
cualquier cosa, y puede ser muy viejo físicamente, pero intelectualmente es muy
joven, por la locuras que hace, sin temor de perder la vida, junto su amigo Sancho
Panza, también se ve la amistad de Sancho Panza, porque además de ser el
escudero, fue un verdadero amigo, pues al ver las locuras de Don Quijote de la
Mancha, pudo dejarlo e irse, cogiendo un camino diferente, dejándolo abandonado y
sin esperanzas ya que estaba muy viejo, y el necesitaría de él.
Sueños de Francisco de Quevedo (fragmento).
...Parecióme que veía un mancebo, que discurriendo por el aire daba voz de su aliento
a una trompeta, afeando en parte con la fuerza su hermosura.
Halló el son obediencia en los mármoles y oídos en los muertos, y así al punto empezó
a moverse toda la tierra y dar licencia a los huesos que andaban ya unos en busca de
otros.
Y pasado ya tiempo (aunque breve), veía los que habían sido soldados y capitanes
levantarse de los sepulcros con ira, juzgando por señal de guerra; a los avarientos con
ansias y congojas, recelando algún rebato. Los dados a vanidades y gula (con ser
áspero el son), le tuvieron por cosa de sarao o caza.
Esto colegí yo de los semblantes de cada uno, y no ví que llegase el ruido de la
trompeta a oreja que se persuadise que era cosa de juicio. Más tarde noté de la
manera que algunas almas huían, unas con asco y otras con miedo de sus antiguos
cuerpos, a cuál faltaba un brazo y a cuál un ojo.
Diome risa ver la diversidad de figuras y admiróme la providencia de Dios en que
estando barajados unos con otros, nadie por yerro de cuenta se ponía los miembros
de su vecino.....
A un hombre de gran nariz
Érase un hombre a una nariz pegado,
Érase una nariz superlativa,
Érase una alquitara medio viva,
Érase un peje espada mal barbado;
Era un reloj de sol mal encarado.
Érase un elefante boca arriba,
Érase una nariz sayón y escriba,
Un Ovidio Nasón mal narigado.
Érase el espolón de una galera,
Érase una pirámide de Egito,
Los doce tribus de narices era;
Érase un naricísimo infinito,
3. Frisón archinariz, caratulera,
Sabañón garrafal morado y frito.
Miguel de Unamuno
Niebla (fragmento)
Mientras iba así hablando consigo mismo cruzó con Eugenia sin advertir siquiera el
resplandor de sus ojos. La niebla espiritual era demasiado densa. Pero Eugenia, por
su parte, sí se fijó en él, diciéndose: "¿Quién será este joven?, ¡no tiene mal porte y
parece bien acomodado!" Y es que, sin darse clara cuenta de ello, adivinó a uno que
por la mañana la había seguido. Las mujeres saben siempre cuándo se las mira, aun
sin verlas, y cuándo se las ve sin mirarlas.Y siguieron los dos, Augusto y Eugenia, en
direcciones contrarias, cortando con sus almas la enmarañada telaraña espiritual de la
calle. Porque la calle forma un tejido en que se entrecruzan miradas de deseo, de
envidia, de desdén, de compasión, de amor, de odio, viejas palabras cuyo espíritu
quedó cristalizado, pensamientos, anhelos, toda una tela misteriosa que envuelve las
almas de los que pasan.(...)El amor precede al conocimiento, y este mata a aquel.
Nihil volitum quin praecognitum, me enseñó el padre Zaramillo, pero yo he llegado a la
conclusión contraria y es que nihil cognitum quin praevolitum. Conocer es perdonar,
dicen. No, perdonar es conocer. Primero el amor, el conocimiento después. Pero
¿cómo no vi que me daba mate al descubierto? Y para amar algo, ¿qué basta?
¡Vislumbrarlo! El vislumbre; he aquí la intuición amorosa, el vislumbre en la niebla.
Luego viene el precisarse, la visión perfecta, el resolverse la niebla en gotas de agua o
en granizo, o en nieve, o en piedra. La ciencia es una pedrea. ¡No, no, niebla, niebla!
¡Quién fuera águila para pasearse por los senos de las nubes! Y ver al sol a través de
ellas, como lumbre nebulosa también. "
Rubén Darío Azul (fragmento)
"Cuando iba a la floresta, junto al corzo o jabalí herido y sangriento, hacía improvisar a
sus profesores de retórica canciones alusivas; los criados llenaban las copas de vino
de oro que hierve, y las mujeres batían palmas con movimientos rítmicos y gallardos.
Era un rey sol, en su Babilonia llena de músicas, de carcajadas y de ruido de festín.
Cuando se hastiaba de la ciudad bullente iba de caza atronando el bosque con sus
tropeles, y hacía salir de sus nidos a las aves asustadas, y el vocerío repercutía en lo
más escondido de las cavernas. Los perros de patas elásticas iban rompiendo la
maleza en la carrera, y los cazadores, inclinados sobre el pescuezo de los caballos,
hacían ondear los mantos purpúreos y llevaban las caras encendidas y las cabelleras
alviento.(...)
Señor, ha tiempo que yo canto el verbo del porvenir. He tenido mis alas al huracán, he
nacido en el tiempo de la aurora; busco la raza escogida que debe esperar, con el
himno en la boca y la lira en la mano, la salida del gran sol. He abandonado la
inspiración de la ciudad malsana, la alcoba llena de perfumes, la musa de carne que
llena el alma de pequeñez y el rostro de polvos de arroz. He roto el arpa adulona de
las cuerdas débiles contra las copas de Bohemia y las jarras donde espumea el vino
que embriaga sin dar fortaleza; he arrojado el manto que me hacía parecer histrión o
mujer, y he vestido de modo salvaje y espléndido; mi harapo es de púrpura. He ido a la
selva, donde he quedado vigoroso y ahíto de leche fecunda y licor de nueva vida; y en
la ribera del mar áspero, sacudiendo la cabeza bajo la fuerte y negra tempestad, como
un ángel soberbio, o como un semidiós olímpico, he ensayado el yambo dando al
olvido el madrigal. He acariciado a la gran Naturaleza, y he buscado el calor ideal, el
verso que está en el astro, en el fondo del cielo, y el que está en la perla, en lo
4. profundo del océano. ¡He querido ser pujante! Porque viene el tiempo de las grandes
revoluciones, con un Mesías toda luz, todo agitación y potencia, y es preciso recibir su
espíritu con el poema que sea arco triunfal, de estrofas de acero, de estrofas de oro,
de estrofas de amor. ¡Señor, el arte no está en los fríos envoltorios de mármol, ni en
los cuadros lamidos; ni en el excelente señor Ohnet! ¡Señor! El arte no viste
pantalones, ni habla burgués, ni pone los puntos en todas las íes. Él es augusto, tiene
mantos de oro, o de llamas, o anda desnuda, y amasa la greda con fiebre, y pinta con
luz, y es opulento, y da golpes de ala como las águilas o zarpazos como los leones.
Señor, entre un Apolo y un ganso, preferid el Apolo, aunque el uno sea de tierra cocida
y el otro de marfil. "
POEMA20- PABLO NERUDA
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
5. Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
Julio Cortázar
Rayuela (fragmento)
" Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera
de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los
ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la
boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con
soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un
azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por
debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de
cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos
se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando
confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios,
apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire
pesado va y viene con perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan
hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos
besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos,
de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un
breve y terrible absorber simultáneo de aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay
una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como
una luna en el agua. "
OCTAVIO PAZ
Fragmento de «Piedra de sol»
“(...) —¿la vida, cuándo fue de veras nuestra?,
¿cuándo somos de veras lo que somos?,
bien mirado no somos, nunca somos
a solas sino vértigo y vacío,
muecas en el espejo, horror y vómito,
nunca la vida es nuestra, es de los otros,
la vida no es de nadie, todos somos
la vida —pan de sol para los otros,
los otros todos que nosotros somos—,
soy otro cuando soy, los actos míos
son más míos si son también de todos,
para que se pueda ser he de ser otro,
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
6. los otros que me dan plena existencia,
no soy, no hay yo, siempre somos nosotros,
la vida es otra, siempre allá, más lejos,
fuera de ti, de mí, siempre horizonte,
vida que nos desvive y enajena,
que nos inventa un rostro y lo desgasta,
hambre de ser, oh muerte, pan de todos (...)”
GABRIEL GARCIA MARQUEZ
FRAGMENTO DE CIEN AÑOS DE SOLEDAD
"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía
había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.
Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construida a la
orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas,
blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas
cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo".
***
"José Arcadio Buendía, que era el hombre más emprendedor que se vería jamás en la
aldea, había dispuesto de tal modo la posición de las casas, que desde todas podía
llegarse al río y abastecerse de agua con igual esfuerzo, y trazó las calles con tan
buen sentido que ninguna casa recibía más sol que otra a la hora del calor. En pocos
años, Macondo fue una aldea más ordenada y laboriosa que cualquiera de las
conocidas hasta entonces por sus trescientos habitantes. Era en verdad una aldea
feliz, donde nadie era mayor de treinta años y donde nadie había muerto".
***
"Vio una mujer vestida de oro en el cogote de un elefante. Vio un dromedario triste. Vio
un oso vestido de holandesa que marcaba el compás de la música con un cucharón y
una cacerola. Vio a los payasos haciendo maromas en la cola del desfile, y le vio otra
vez la cara a su soledad miserable cuando todo acabó de pasar, y no quedó sino el
luminoso espacio en la calle, y el aire lleno de hormigas voladoras, y unos cuantos
curiosos asomados al precipicio de la incertidumbre. Entonces fue el castaño,
pensando en el circo, y mientras orinaba trató de seguir pensando en el circo, pero ya
no encontró el recuerdo. Metió la cabeza entre los hombros, como un pollito, y se
quedó inmóvil con la frente apoyada en el tronco del castaño".
***
"En aquél Macondo olvidado hasta por los pájaros, dónde el polvo y el calor se habían
hecho tan tenaces que costaba trabajo respirar, recluidos por la soledad y el amor y
por la soledad del amor en una casa dónde era casi imposible dormir por el estruendo
de las hormigas coloradas, Aureliano y Amaranta Úrsula eran los únicos seres felices,
y los más felices sobre la tierra."