1. La tradición afirma que los dos primeros gobernantes (cónsules) de Roma tras la
expulsión del último Rey etrusco fueron Tarquino Collatino y Lucio Junio Bruto.
Con el final de la monarquía se instauró el sistema republicano de gobierno, basado en
la elección, por parte de los ciudadanos, de una serie de magistrados. Junto con el
modelo griego, esta es la referencia más directa de nuestro sistema político democrático.
El sistema de gobierno: asamblea y magistrados.
Los comicios suponían la agrupación de los ciudadanos en diferentes tipos de
asambleas:
- Comicios curiados: Procedían de la época monárquica. Concedían el
“imperium” a los magistrados superiores, y resolvían asuntos de derecho
privado.
- Comicios centuriados: Basados en la división de la ciudadanía en 193 centurias
(de la época de Servio Tulio), elegían a los magistrados superiores e intervenían
en las cuestiones relativas a la guerra y la paz.
- Comicios tributos: Basados en la agrupación de los ciudadanos en 35 tribus (4
urbanas y 31 rústicas), que se encargaban de elegir a los magistrados interiores y
a los tribunos militares.
También había una Asamblea de la plebe (concilium plebis) integrada por plebeyos,
que elegía a las magistraturas que defendía sus intereses, como el tribunado de la plebe.
Sus decisiones eran conocidas como plebiscitos.
Los Magistrados.
Tenían tres características básicas: la anualidad, la colegialidad y la responsabilidad,
debiendo responder de sus actos ante el Senado al terminar su tiempo en el cargo.
Los magistrados superiores eran:
- Dos cónsules: eran los más importantes, pues tenían el imperium, o poder de
mando, y la potestas, o capacidad legar para imponer su decisión. Mediante la
coercitio se les reconocía la autoridad para imponer castigos.
- Dos pretores: también poseían el imperium, y se especializaron en cuestiones
judiciales.
- Dos censores: su función principalmente era la de elaborar el censo de los
ciudadanos. Cada cinco años, los ciudadanos, reunidos en el Campo de Marte,
debían declarar ante los censores sus datos personales y su fortuna. El no
presentarse podía acarrear terribles consecuencias, incluyendo la propia pérdida
de la condición de ciudadano romano. Además, los censores vigilaban las
costumbres y confeccionaban la lista de los miembros del Senado, teniendo
capacidad para expulsar de esta cámara a los individuos que consideraran
indignos por su comportamiento negligente.
2. En caso de peligro para el Estado, todos los poderes pasaban durante seis meses a
manos de un dictador, nombrado por uno de los cónsules a propuesta del Senado. Este
magistrado debía retornar los poderes que se le habían dado una vez pasado el peligro.
Los magistrados menores eran:
- Cuatro ediles: (dos patricios, dos plebeyos), que se ocupaban de la vigilancia de
las calles, mercados y acueductos, así como del aprovisionamiento y los
espectáculos.
- Dos cuestores: se encargaban de las finanzas y de la recaudación de impuestos.
Era además la primera magistratura que debían desempeñar aquellos que
aspiraran a seguir la carrera política o cursus honorum.
- Diez tribunos de la plebe: que protegían los derechos de los plebeyos, para lo
cual contaban con la intrecegio o derecho de veto (Derecho de anular o derogar
leyes).
El Senado de Roma.
El Senado era una institución que alcanzó su desarrollo durante la República.
Compuesto por 300 miembros nombrados por el censor con carácter vitalicio de entre
aquellos ciudadanos que habían ocupado magistraturas superiores, los patres et
conscripti , es decir, los miembros de origen patricio y plebeyo, tenían un amplio
abanico de funciones, que incluían las relaciones exteriores, el culto, las finanzas, el
reclutamiento de las legiones, la vigilancia de los magistrados y la organización de los
territorios conquistados.
Para imponer su criterio, el Senado contaba con dos instrumentos legales:
- La auctoritas patrum, en virtud de la cual ratificaba las leyes aprobadas por los
comicios, requisito sin el cual estas no podían entrar en vigor;
- El consilium, o consejo-orden dirigido a los magistrados.
Además estaba el senatus consultum, que es como se conocían las resoluciones del
Senado de obligado cumplimiento.
En las sesiones del Senado, el magistrado que presidía la convocatoria leía el orden del
día y daba comienzo el debate sobre los asuntos incluidos en él. Los senadores
intervenían por orden de importancia. Tras ser escuchados por la cámara los senadores
que habían dado a conocer su opinión sobre el tema a tratar, se producía la votación de
una curiosa manera: los que estaban de acuerdo con cada uno de los intervinientes se
colocaban a su lado para demostrar su apoyo.
3. Personalidades más importantes de la República Romana.
Julio Cesar. Militar y político cuya dictadura puso fin a la República en Roma
(Roma, 100 - 44 a. C.). Procedente de una de las más antiguas familias del patriciado
romano, los Julios.
Cayo Marius. (Arpino, c. 157 a. C. - Roma, 13 de enero de 86 a. C.) Fue un político y
militar romano, llamado tercer fundador de Roma por sus éxitos militares. Fue
elegido cónsul siete veces a lo largo de su vida. También se destacó por
las reformas que impuso en los ejércitos romanos, autorizando el reclutamiento de
ciudadanos sin tierras y reorganizando la estructura de las legiones, a las que dividió
en cohortes.
Cayo Sempronio Graco. (154 a. C. - 121 a. C.) Fue un destacado político
populista romano del siglo II a. C., perteneciente a una de las más ricas familias de
Roma, los Gracos.
Cayo Servilio Glaucia. (m. 99 a. C.) Fue un político romano, que sirvió
como tribuno de la plebe en el 101 a. C. y fue pretor en el 100 a. C. Era un brillante
jurista y legalista.
Cneo Pompeyo Magno. (106-48 a. C.) Fue un político y general romano. Provenía
de una rica familia itálica de provincias, y alcanzó por sí mismo el rango de la nobleza
romana a través de su exitoso liderazgo en diversas campañas. Sila se dirigió a él con
el cognomen Magnus (el Grande) y se le concedieron tres triunfos.
Lucio Emilio Paulo. (c. 230 -160 a. C.) Fue un famoso general y político romano, el
miembro más distinguido de la familia Paullus de la gens Emilia..
Marco Tulio Cicerón. (3 de enero de 106 a. C. - Formia, 7 de diciembre de 43 a. C.)
Fue un magnífico orador y filósofo, que actuó como fiscal de la República en la
conspiración de Catalina contra ella. Reconocido universalmente como uno de los más
importantes autores de la historia romana, es responsable de la introducción de las más
célebres escuelas filosóficas helenas en la literatura republicana, así como de la creación
de un vocabulario filosófico en latín. Hoy en día es recordado por sus escritos de
carácter humanista, filosófico y político. Sus cartas, la mayoría enviadas a Ático,
alcanzaron un enorme reconocimiento en la literatura europea por la introducción de un
depurado estilo epistolar.
4. Acontecimientos más sobresalientes de la República Romana.
Fin de la monarquía y establecimiento del sistema republicano. Se puso fin a la
monarquía con la expulsión del último rey, Lucio Tarquino el Soberbio, hasta
el 27 a. C., fecha en que tuvo su inicio el Imperio. La República Romana consolidó su
poder en el centro de Italia durante el siglo V a. C. y en los siglos IV y III a. C. se
impuso como potencia dominante de la península Itálica sometiendo a los demás
pueblos de la región y enfrentándose a las polis griegas del sur.
Las tres guerras púnicas.
1. Primera Guerra Púnica. El jefe Amílcar de Cártago invadió Italia, pero fue derrotado
en MILES Y ÉGATES.
2. Segunda Guerra Púnica. El jefe Aníbal de Cártago invadió Italia y derrotó a Roma en
TREBIA, TESINO, TRASIMENO Y CANNAS. Finalmente fue derrotado en ZAMA.
3. Tercera Guerra Púnica. El romano Catón instigó al senado para destruir Cártago. El
general Escipión Emiliano cumplió la terrible tarea.
Primer triunvirato.
Es el nombre dado por los historiadores a la alianza política no oficial que
formaron Cneo Pompeyo Magno, Cayo Julio César y Marco Licinio Craso, duró desde
el 60 a. C. hasta el 53 a. C.
Asesinato de César (44 a.c)
El 15 de marzo del año 44 a.C. Cayo Julio César, dictador de Roma y pontífice máximo,
fue asesinado en la Curia del teatro de Pompeyo, donde se reunía el Senado de Roma.
Le sucedió en el poder Cesar Augusto.
5. Pintura y escultura de Roma:
Pintura
En la pintura romana va a influir decisivamente el arte griego, ya que desde la época de
César llegaron pinturas griegas que arrancaban de las paredes y se llevaban a Roma.
Ésta es una de las razones por las que apenas se conservan pinturas murales griegas.
Al igual que otras artes, la pintura en Roma tenían una finalidad práctica: decorar las
casas y palacios.
La pintura mural se realizaba con la técnica del fresco, aunque también se discute que
en algunas ocasiones se utilizaran técnicas mixtas. Para la pintura sobre tabla se
utilizaban las técnicas al temple y a la encaústica. La gama de colores era amplia, ya que
a la del mundo griego y egipcio se les suman algunos colores más. Destacan el negro, el
blanco, el rojo y el amarillo, aunque a veces también se utilizaron verdes, azules y
violetas. Se aplicaban mezclados con agua y a veces con cola.
La pintura romana se clasifica en cuatro estilos a partir del siglo XIX y fueron
establecidas en base a las pinturas conservadas en Pompeya.
6. Las pinturas de Pompeya son las mejor conservadas ya que en el año 79 d.C. una
erupción del Vesubio cubrió toda la ciudad, permitiendo que se conservaran las pinturas
(entre otras muchas cosas) como no se han conservado en ninguna otra ciudad. Todas
las pinturas de Pompeya se encontraban en Domus.
Escultura
La gloria de la escultura romana fue, indudablemente, el retrato.
El retrato romano tiene su origen en el arte etrusco, en el mundo griego helenístico y en
las imágenes mayorum, máscaras en cera de los muertos que se guardaban en las casas
para rendirles culto y sacarlas en procesiones.
Los materiales más utilizados en el retrato fueron el bronce y el mármol y la estatuas
eran apolícromas, salvo en un primer momento en que los ojos se coloreaban, práctica
que se abandonó para ser tallados.
En un principio eran bustos que sólo recogían la cabeza y parte del cuello, pero que se
irán alargando poco a poco llegando a representar también los hombros y el pecho.
También hubo retratos de cuerpo entero, de pie o sedentes (esto fue más frecuente en los
cuerpos femeninos), y retrato ecuestre, del que debió haber varios ejemplos, pero que
sólo nos ha llegado uno importante. Sólo se representaba así al emperador y es
importante por la influencia que tendrá en épocas posteriores.
El retrato más frecuente de la escultura romana es el del emperador, que constituye el
modelo para el resto de retratos.
Hay tres tipos de retratos:
Retrato togatos. Se esculpe al emperador con toga y manto sobre la cabeza. Le
representa como pontífice máximo.
Retrato toracatos, que representa al emperador como cónsul o militar, por lo que
aparece con coraza.
Retrato apoteósico, que representa al emperador como una persona heroizada o
divinizada. Aparece con la parte superior del cuerpo desnudo, corona de laurel y algún
atributo de un dios. Es la representación más rica, aunque no la más frecuente.
El retrato romano evolucionó según las distintas etapas, y para poder distinguir la época
en que fue creada la escultura es necesario observar algunos pocos detalles, como los
ojos, la barba y el cabello. En el retrato femenino, además, quedan patentes las modas
en los peinados.
7. El arte romano y su influencia:
En la Edad Media antiguos edificios civiles, como las basílicas romanas, se
convirtieron, a través del arte paleocristiano, en modelo para las nuevas iglesias
románicas, un estilo artístico cuyo nombre deriva precisamente del uso del arco de
medio punto y de la bóveda de cañón, atribuidos al arte romano.
• En el Gótico y el Renacimiento.
El gótico se separó de esta “influencia romana” en arquitectura, aunque la
escultura de esta etapa final comenzó a mostrar un cierto clasicismo que
anunciaba claramente un nuevo despertar del arte clásico: el Renacimiento. Las
cúpulas, los órdenes arquitectónicos romanos, los frontones a modo de
decoración en las ventanas y las estatuas ecuestres como símbolo de autoridad se
convirtieron en elementos habituales del arte italiano. La obra Los diez libros de
la arquitectura, del arquitecto clásico romano Vitrubio, que vivió y trabajó en
época del emperador Augusto, se tomó como modelo para la arquitectura
renacentista.
• En el Barroco.
El Barroco aumentó las proporciones de los edificios, pero sin abandonar esta
influencia clásica: la arquitectura barroca francesa se caracteriza precisamente
por su gran clasicismo. Y no solo en Francia: la iglesia de San Carlos de Viena
muestra en la fachada un frontón clásico enmarcado por dos grandes columnas
levantadas a imagen de la célebre Columna Trajana de Roma.
• En el Neoclasicismo
El gran momento del arte clásico en la historia llegó a finales del siglo XVIII y
comienzos del XIX con el estilo neoclásico, que tomó el mundo antiguo como
modelo ético y estético.
Se valoraba especialmente la serenidad y la noble grandeza del arte clásico y los
temas pictóricos acogieron también grandes pasajes de la historia romana, como
los cuadros del Juramento de los Horacios o el del Rapto de las Sabinas, ambos
del pintor de la Revolución Francesa Jacques-Louis David. Incluso personajes
contemporáneos fueron representados en las esculturas como si se tratara de
héroes o dioses del mundo antiguo. Así vemos a Napoleón como el dios Marte
en una estatua de bronce de 1809 realizada por Antonio Canova.