La alegría proviene de sentirse amado y apreciar la vida. Surge de hacer lo correcto y disfrutar los buenos momentos, aunque también se permite sentir tristeza ante lo malo para aprender de ello. La alegría es una manifestación intensa pero pasajera de la felicidad que ayuda a vivir con ligereza. Expresar alegría a través de la sonrisa no sólo demuestra este sentimiento sino que también puede provocarlo en los demás.