Ejecuciones extrajudiciales en Colombia - 2014. Boletín de seguimiento
Acto público de perdón, revíctimizó a familiares de persona ejecutada extrajudicialmente
1. Un recorrido por Boyacá y Casanare en defensa de la vida.
"Sobrevivimos en una región donde a muchos,
el poder ilegitimo no les ha permitido vivir.
A pesar de todo, defendemos la vida y el territorio,
dignificando a nuestras víctimas". "F. Laverde"
Por: Corporación Social Para la Asesoría y Capacitación Comunitaria COSPACC
Hablar de derechos humanos o intentar
defender la vida, se ha convertido en muchas
regiones y especialmente en la región Centro
Oriente de colombia, en extender una
invitación a la muerte; pero que más hacemos
si el territorio nos pertenece. Los falsos
positivos en Casanare y Boyacá, no son cosas
del pasado; al menos esa es la realidad que
existe en aquellos suelos productivos de agua,
carbón, petróleo, entre otros recursos
naturales mientras los poderosos se hacen
famosos por corruptos patrocinando la guerra
sucia.
El año anterior el juez segundo administrativo de descongestión de Santa Rosa de Viterbo
Boyacá, fallo como muy pocas veces se atreven, mediante una sentencia, declarando
responsable administrativa y contractualmente a la nación, ministerio de la defensa,
Ejército Nacional, Brigada XVI, por la muerte del campesino Luis Alberto Vega Patiño. Así
nos contó la viuda, con palabras entrecortadas de manera muy valiente lo que sucedió
aquella vez:
"Mi esposo era un campesino de 43 años, dedicado a la ganadería y la agricultura,
Vivíamosen la vereda Ocobe, del municipio de Labranzagrande. Compartimos nuestras
vidas durante veinte años. Era un hombre dedicado al hogar y a las actividades del
campo, además siempre se preocupó por el bienestar de la comunidad. Nosotros
llevábamos una vida tranquila hasta cuando militares lo detuvieron sin ninguna orden
judicial, lo asesinaron y lo hicieron pasar como guerrillero muerto en combate, luego de
haber simulado un enfrentamiento".
Dentro de la sentencia, el juez ordeno: “como medida de reparación simbólica, la
celebración de acto público en el municipio de Labranzagrande Boyacá, en el cual se le
pida perdón a la familia Vega Patiño, por los hechos ocurridos el día 04 de junio de 2006 y
afirmar de manera categórica que no hay duda que el señor Luis Alberto Vega Patiño, no
pertenecía a ningún grupo armado al margen de la ley”.
COSPACC, la FCSPP y el Observatorio de Derechos Humanos y Violencia Política de
Boyacá – Casanare, ante la solicitud de las víctimas para que fuéramos acompañarlas, no
dudamos de la solidaridad de otras familias que han vivido dicho flagelo. De esa manera
organizamos una delegación integrada por habitantes de Casanare y Boyacá, así mismo
2. acompañantes y periodistas internacionales, para brindar el incondicional apoyo de
manera colectiva.
El 30 de enero de 2014, Luego de casi cuatro horas de viaje, llegamos hacia el mediodía
al mencionado municipio, en el parque principal habían dos carpas con el logo de La
Brigada XVI del Ejército Nacional, mientras uno que otro habitante presente en el pueblo,
desconocía lo que estaba sucediendo; mientras tanto, miraban hacia lo alto dos
helicópteros que sorpresivamente sobrevolaban el casco urbano..... de repente uno de
ellos aterrizo. A los pocos minutos fue visible el incremento de presencia militar y de
policía. No era para menos… caminaban en medio de la caravana fuertemente armada
varios hombres, cuyos distintivos relucidos en sus hombros, se componían de jinetas,
estrellas, barras y soles; otros muchos el número de años que llevan como mercenarios
apostándole al diario vivir, a cambio de matar.
A los pocos minutos, se avisó que comenzaría el acto público. Sin embargo, un capitán
encargado de coordinar el espectáculo, solicito a la representante de las víctimas,
garantizar que todo se hiciera bajo condiciones de serenidad y sin protestas. Pues le
genero intranquilidad, ver a la delegación acompañante con pancartas y pasacalles, que
señalaban a los victimarios. Fue ahí donde reafirmamos que la acción política, de
denuncia pública y movilización por parte de las víctimas, se convierte en una amenaza,
donde no hay presencia militar que lo supere.
En la tarima del parque principal, se subieron ciertas personalidades… o personajes. El
mayor general Ricardo Gómez nieto comandante de la octava división del Ejército
Nacional, el coronel Gildardo Melo Barrera comandante de la Brigada XVI, el coronel
Hernández comandante de la primera Brigada, el teniente coronel Jairo Enrique Beltrán
Chacón comandante del
grupo mecanizado Guías
del Casanare, y por
supuesto no podía faltar
la secretaria privada del
Gobernador de
Casanare, la personera
Municipal Erica Paola
Peña, el alcalde y él cura
párroco de
Labranzagrande.
No fue suficiente el
tiempo que duro sonando
el himno nacional, para
que los familiares de
falsos positivos y acompañantes, aseguraban en los muros de la tarima, amarrando con
cabuya casi a los pies de los mencionados, varios carteles. Entre ellos uno del que se
podía leer: ni muertes cuestionadas, ni errores operacionales; ejecuciones
extrajudiciales y falsos positivos. La consigna estaba acompañada de una lista
compuesta por veinte nombres de víctimas de falsos positivos, en los últimos años solo en
Casanare.
Seguidamente el cura párroco, invito a los presentes –entre ellos muy pocos civiles- a
hacer suplicas a Dios por el perdón de los pecados, argumentando que no importa cuál
3. sea la causa, por la que Luis Alberto Vega Patiño, no estuviera allí presente. Corrió por
nuestra mente ¿serán ellos mismos los que bendicen en nombre de Dios las armas e
individuos con las que asesinan a tanto inocente?. En contraste, inmediatamente
recordamos las palabras que el padre Javier Giraldo, en el marco de la peregrinación
nacional al Casanare, manifestara en su homilía el Miércoles 4 de noviembre de 2009, en
el parque de Chameza: “Y vivimos también con la conciencia de que la sociedad en la
cual estamos sumergidos, es así y no de otra manera, gracias el exterminio de todos los
que fueron expulsados violentamente de la vida. Vivir hoy día en Colombia es convivir con
millones de ausencias: las ausencias de los desaparecidos; las ausencias de los
ejecutados, e incluso las ausencias de los desplazados, obligados a vivir casi como
muertos en vida, paralizados y silenciados por el terror”.
Y entonces tomó la palabra el general, antes de entregarle un ramo de flores a la viuda,
sin ni siquiera atreverse a mirarla a los ojos, diciendo entre otras cosas:
“Comparto el dolor que sienten todos
ustedes. Si bien estas palabras y
cualquier otra medida de reparación no
podrán aliviar su aflicción ni resarcir la
tristeza, ni el dolor que los embarga por
la muerte de su ser querido (…) quiero
que sepan que ellas manifiestan el
compromiso indeclinable de la fuerza
pública para evitar que hechos como
estos se repitan en el futuro (…) Quiero
aprovechar esta ocasión para
manifestar que la fuerza pública como
defensora de los derechos humanos de
nuestros conciudadanos, siempre ha
estado, está y estará dispuesta a
ayudar a esclarecer la verdad, frente a
cualquier hecho que ponga en duda
sobre su actuación. (…) De todo corazón como colombiano y militar y en nombre del
señor ministro de la defensa nacional, quiero presentarles mis más sinceras disculpas y
solidarizarme con el dolor de todos y cada uno de ustedes. (…) estamos trabajando
decididamente por evitar la ocurrencia de estos lamentables hechos en el futuro, así como
puedo testificar que la fuerza pública continuara con la firme convicción de mantener y
garantizar las condiciones de libertad y democracia que el pueblo colombiano nos
demanda.
De manera valiente, arriesgada y acertada, otra viuda de un caso de ejecución
extrajudicial por parte de la misma Brigada, con voz firme y decidida, en representación de
los acompañantes, subió a la tarima por unos minutos, con un escrito en sus manos, se
acercó al micrófono y mirando a sus victimarios, afirmó:
“Como familiares reconocemos la importancia de este acto. Esto es importante, pero
nada de eso nos devuelve a nuestro ser querido. (…) agradecemos la presencia y
solidaridad de los familiares de otras víctimas de falsos positivos ocurridos en Boyacá y
Casanare, también agradecemos la presencia de periodistas y el acompañamiento de
organizaciones defensoras de derechos humanos nacionales e internacionales que desde
el primer momento han estado con nosotros. (…) En el operativo participaron más de 20
Mayor General Ricardo Gómez nieto. Comandante de la octava
división del Ejército Nacional, con sede en Yopal Casanare.
4. militares. El comandante de la Brigada 16 en ese entonces el coronel HENRY WILLIAM
TORRES ESCALANTE, quien hoy día es mayor general del Ejército, comandante en la
jefatura de ingenieros militares. (…) La muerte de LUIS ALBERTO VEGA, como la gran
mayoría de casos de ejecuciones extrajudiciales con modalidad de falsos positivos
continúan en la impunidad, porque los autores materiales e intelectuales del crimen y el
comandante de la Brigada de ese entonces, no han sido llevados a juicio penal, ni han
sido sancionados disciplinariamente. Actualmente se encuentran en libertad e incluso
continúan prestando sus servicios en el mismo Ejercito y en importantes cargos, lo que
representa un peligro para la sociedad, para los familiares de las víctimas y los testigos
de los hechos”.
El acto duro veinticuatro minutos, sobresaliendo entre los asistentes el camuflado pixelado
de los militares y el verde policial, claro que a pesar de ello se interpuso la manifestación
valerosa de las víctimas. Acto seguido, la delegación oficial hizo procesión a un
restaurante. Se escuchaba risas y susurros, observándose como se registraban,
seguramente en las fotos de los recuerdos. Al otro lado en la otra esquina, estaban las
víctimas, limpiando sus lágrimas entre si y mirando con impotencia la cruda realidad, que
por fortuna les ha permitido organizarse, conocerse, admirarse y peregrinar en solidaridad
con ellos mismos, dignificando la memoria de quienes les arrebataron.
Y entonces nosotros nos preguntamos, queriendo encontrar respuestas: ¿Realmente es
un acto de reparación simbólica lo que hicieron los victimarios, o se trata con su presencia
desbordada e intimidatoria, en un acto de revictimización?. ¿Podrán ser sinceras las
expresiones de disculpas públicas y pedir perdón por parte de los generales, mientras se
afirme con vos de mando, que en representación de la ley seguirán matando, para
garantizar las libertades y defender los derechos humanos?. ¿Serán las víctimas quienes
deben decidir, de qué manera
deben ser y que deben
contener este tipo de actos?
En fin, son muchas las
inquietudes que nos seguirán
surgiendo, cuando se habla de
tiempos de paz e incluso de
post-conflicto; mientras
generales de la república,
hablan de hacer mafias para
denunciar a la Fiscalía y borrar
cualquier acción, que intente
investigar y esclarecer los
crímenes de Estado.
Queda claro que si bien los
altos oficiales manifiestan su
intención de evitar este tipo de
hechos en un futuro.... ¿entonces mientras tanto que se está haciendo en el presente?.
Lo que si es cierto, es que nos toca seguir luchando de manera organizada
caracterizándonos por la solidaridad y la conciencia política; exigiendo implacablemente
verdad justicia, Reparación integral, garantías de no repetición y castigo a todos los
responsables.