Luisa de Marillac y cuidado de las personas ancianas
Ponencia maría rosaura gonzález
1. Retos
de
la
cultura
de
hoy
para
la
Espiritualidad
Teresiana
“¡Oh Dios mío, quien tuviera entendimiento y letras y nuevas palabras
Para encarecer vuestras obras como lo entiende mi alma!” V 25,17
Antes de comenzar el tema, quisiera decir lo importante que me parece este Congreso Latinoamericano que
compartimos todos los que estamos unidos por la espiritualidad teresiana. Deseo profundamente que nos
prepare a celebrar el V centenario de la Santa desde una perspectiva de renovaciòn que parte de la conversiòn
personal y que nos lleva a comprometernos con este mundo y con esta Iglesia a la que amamos.
El tema que me han pedido desarrollar, implica poner en diálogo al hombre y la mujer moderna o
postmoderna y a Teresa de Jesús. Hay una distancia de 500 años que tenemos que considerar
metodológicamente, sin embargo, es posible hacerlo si vamos a lo esencial, si escuchamos y nos dejamos
interpelar por estas dos realidades: porque ambas convergen en ti y en mi, en cada uno de nosotros. Se
trata pues, de dejarnos cuestionar profundamente y no intentar dar respuestas superficiales que corren el riesgo
de ser respuestas “devotas”, pero que no tocan la raíz, ni entran en lo más profundo del corazón. Si escuchamos
auténticamente, nos pondremos en dialogo y en camino de encuentro.
Apunto hacia 4 desafíos que nos presenta la cultura de hoy, los dos primeros tocan directamente nuestra
dinámica de crecimiento y desarrollo personal en la fe y en la transformacion en Cristo, los dos últimos nos invitan
a tomar una postura apostólica y de compromiso social y eclesial.
I El mito de la Felicidad
1.- CULTURA: Vamos a partir de lo que es más cercano a nosotros porque lo vivimos diariamente, aunque por
tenerlo tan cerca, podemos ser ciegos. Quizá nos parezcan verdades de perogrullo, pero son fundamento para
asentar nuestra vida en la Roca en la que se asentó Teresa de Jesús.
En la cultura de hoy se nos repite continuamente que estamos en este mundo para pasarlo bien, para no
sentir nunca aburrimiento, ni soledad, ni sufrimiento. No podemos sentirlo….! No nos es permitido! No podemos
pasar malos ratos, ni enfadarnos, y para ello la sociedad de consumo se encarga de ofrecernos mil y un
entretenimientos y posibilidades para ser felices y llenar nuestra vida: ¡vea películas, coma bien, salga, diviértase,
viaje placenteramente! TENGA EXPERIENCIAS! Di me gusta en Face, ten tu blackberry, tu tablet….etc., Tienes
que estar “entretenida y contenta”, tal pareciera que no puede haber límites, ni defectos, ni sufrimientos para el
hombre y la mujer de hoy, como me decía una señora…Madre, viví en Estados Unidos por varios años y “el
concepto de casa es que sea una casa sin polvo y que no la tengas que limpiar!” de hecho, se han inventado
hasta camas que se tienden solas…para que no se tenga que hacer ese pequeño esfuerzo…! Cada vez hay
menos tolerancia al fracaso o a las molestias que nos causa la vida y que todos hemos de vivir. Sabemos de
jóvenes que se suicidan por malas calificaciones, o niños pequeños que se les golpea porque los padres no
toleran que lloren, o divorcios porque no se pueden soportar los defectos que puedan tener. Esta mentalidad de
no aceptación del sufrimiento y de los límites, se ha filtrado también en muchas de nuestras casas religiosas, de
hecho, este concepto de ser feliz o ser felices se ha hecho un verdadero “mito” que es como un pequeño
dictador interior: tenemos que estar siempre felices, no es posible tener malos ratos, ni tener mucho trabajo, ni
pasar soledad, ni vivir alguna renuncia…eso “impide nuestra felicidad”!! La “vida feliz” es equivalente a una vida
placentera, cómoda, como si todo fuera dormir en un buen colchón, con buena comida, con los mejores
1
2. programas de la tele, con un celular, con mascotas que hacen lo que tú dices y no con personas que no te
obedecen, sin calor, sin mosquitos, ni cucarachas…
Según el Diccionario de la real academia española, la felicidad es “satisfacción, gusto, contento” y esta
definición va muy de acuerdo con lo que la cultura de hoy nos dice sobre la felicidad. Para muchos jóvenes, y
adultos, y quizá podríamos incluir también a religiosos y religiosas, la felicidad significa en cierto modo, crear una
burbuja donde es posible vivir en un estado permanente de “gusto y contento”….sin embargo, que lejos está esto
de nuestra realidad!....porque los que pertenecemos al género humano, sentimos muchas veces soledad,
aburrimiento, ansiedad, pasamos malos ratos, nos enfadamos y demás… ¿cómo vivir estos momentos sin
intentar llenarlos con todo lo que nos presenta la cultura consumista? ¿cómo reorientar nuestras emociones,
sentimientos y vacios desde la espiritualidad teresiana?
Para empezar, Jesús nos habla de 7 posibilidades de ser felices que nos sorprenden…se trata de ser felices
siendo pobres, no consumidores, siendo mansos, pacíficos, ser felices cuando lloramos por un sueño, cuando
deseamos estar cerca de Dios, cuando lloramos reconociendo nuestro pecado, ser felices cuando sentimos
hondamente hambre y sed de justicia en nuestros paises latinoamericanos, donde aumentó en los últimos años el
índice de pobreza, ser felices cuando dejamos que nuestro corazón sienta misericordia y compasión, cuando
echamos a buena parte los errores de los demás y los nuestros y miramos con limpieza de corazón, cuando en
medio de los conflictos, pleitos y discusiones, intentamos hacer la paz y provocar la reconciliación. Esta es la
felicidad que nos propone Jesús, pero parece una verdadera locura…
Veamos ¿Qué nos dice Teresa? ¿Qué vivió ella y qué nos propone?
2
2.- TERESA DE JESUS
Ø “Esta casa es un cielo, si le puede haber en la tierra, para quien se contenta sólo de contentar a Dios y
no hace caso de contento suyo; tiénese muy buena vida; en teniendo algo más, se perderá todo porque
no lo puede tener, y alma descontenta es como quien tiene gran hastío, que por bueno que sea el
manjar, le da en rostro, y de lo que los sanos toman gran gusto en comer, le hace asco en el estómago”
CP 13,7
Teresa nos dice que podemos vivir un cielo en la tierra, es decir la verdadera felicidad, si somos capaces de salir
de nosotros mismos, y buscar el contento de otro, y en este caso del Otro, Otra con mayúscula, porque la
verdadera alegría y felicidad brota de salir de sí, cuando se vive con un sentido de amor y entrega por Alguien
que está más allá de nosotros. Teresa nos habla de un apasionamiento de amor y de totalidad, de sólo querer
contentarle a EL y esta es la fuerza que la empuja a salir de si. Este es el movimiento al que le llamamos
trascendencia, que implica ir más allá de nuestras propias necesidades e impulsos.
La confusión viene porque buscamos el placer que viene de la satisfacción inmediata de nuestros
impulsos o necesidades y no llegamos a la verdadera alegría que tiene que pasar por la “insatisfacción de lo
inmediato” y trascender por amor, en la búsqueda de un fin que está más allá de nosotros mismos, fuera de
nosotros. Si meditamos bien las tentaciones de Jesús, precisamente a esto se refieren. Lonergan habla de tres
formas de trascendencia y la más alta que incluye a las anteriores (la de la Verdad y el Bien) es precisamente la
que tiene como motivacion el Amor. Se trata por tanto de un enamoramiento.
2.- ¿Qué nos dice Teresa sobre este movimiento de “salir de sí” en las insatisfacciones inmediatas?
•
3. • En las limitaciones de Salud: Teresa nos habla de alegría. Cuando estaba enferma y no podía caminar,
pedía la salud, porque entendía que estando sana podía servir mejor al Señor, pero llevaba la
enfermedad con alegría “con mucha alegría lo llevaba” V 6,5. Y años más tarde, ya cuando había
sanado de esta enfermedad, pero tenía otros “males corporales”, dice que “los pasaba con mucha
alegría” V 30, 8.
• En los esfuerzos y trabajos en el camino de la oración: Teresa invita a “andar con alegría y libertad” V
13, 1. Y tener “gran confianza para no apocar los deseos” V 13,2. Estas son actitudes que en medio de
los trabajos nos ayudan a salir adelante, son luz en las tinieblas, actitudes evangélicas que Teresa
fomenta desde los inicios
• En las carencias y pobreza: Cuando fundó el monasterio de San José, estaba muy sorprendida de ver
cómo las hermanas que iniciaron esta fundación, a pesar de que algunas de ellas habían dejado una
vida confortable, con comodidades, “galas” o vanidades”, “llevánlo con una alegría y contento, que cada
una se haya digna de haber merecido venir a tal lugar” V 35, 12.
• En la exigencia que trae consigo la búsqueda de perfección evangélica: Nos habla del “gran contento,
alegría y poco trabajo” V 36, 29 que da a quienes quieren vivir la perfección evangélica, la pobreza, las
exigencias de la oración y la vida comunitaria, porque lo llevan con suavidad, gozo y grande alegría.
Teresa nos sorprende con esta actitud generalizada de “alegría y contento” en las insatisfacciones y limitaciones
de la vida ordinaria. Y no es que esquive dolores, sufrimientos y dificultades. Teresa humana, aprendió a aceptar
las limitaciones y los vacios desnudamente, sin intentar “llenarlos con otras cosas, o personas”….en soledad y
pobreza, con las manos abiertas
¿Cuál es el secreto de Teresa?
Nos lo explica a lo largo de todos sus escritos, pero me voy a fijar especialmente en su conocido poema:
“Vivo sin vivir en mí”. Creo que muchas veces se ha leído este poema como si Teresa quisiera morirse, y aunque
tuvo en algún momento esos deseos, me parece que ella se refiere a una actitud de vida. Ella muere cada día a
aquello que le separa de Dios para tener la vida verdadera, felicidad eterna, la que no se acaba. Vamos a
analizar solamente algunas estrofas:
3
“Vivo ya fuera de mí, después que muero de amor;
Porque vivo en el Señor, que me quiso para sí:
Cuando el corazón le di puso en él este letrero,
Que muero porque no muero.
Solo con la confianza vivo de que he de morir,
Porque muriendo el vivir me asegura mi esperanza;
Muerte do (donde) el vivir se alcanza,
No te tardes que te espero,
Que muero porque no muero”
“Mira que el amor es fuerte; vida no me seas molesta,
Mira que solo te resta, para ganarte perderte.
Venga ya la dulce muerte, el morir venga ligero,
que muero porque no muero”
“Aquella vida de arriba, que es la vida verdadera,
Hasta que esta vida muera, no se goza estando viva:
Muerte no me seas esquiva; viva muriendo primero,
Que muero porque no muero”
4. Vida, ¿qué puedo yo darte a mi Dios, que vive en mi,
Si no es el perderte a ti, para merecer ganarte?
Quiero muriendo alcanzarte, pues tanto a mi amado quiero,
Que muero porque no muero.
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3.- La dinámica del “perder para ganar”
Teresa nos muestra una dinámica que es impulsada fundamentalmente por la pasión del amor. Es la dinámica de
perder para ganar, de perderse para ganarse y todo esto con alegría. Es pagar el costo por el gran tesoro que ha
descubierto. Nosotros nos enamoramos del Amor, pero cuánto nos cuesta llegar a los concretos y pagar los
costos! Es el amor, es el Reino que tenemos que vivir. Así nos lo dice la parábola
"Sucede con el Reino de los cielos lo que con un tesoro escondido en el campo: el que lo
encuentra lo esconde de nuevo y, lleno de alegría, va, vende todo lo que tiene y compra aquel
campo. También sucede con el reino de los cielos lo que con un comerciante que busca
perlas finas, y que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la
compra. (Mt 13, 44-46)
El valor incalculable de lo encontrado, la fortuna inaudita de haber topado con ello, ponen en marcha una
prioridad absoluta en Teresa: llegar a poseer ese tesoro que es Cristo. Un rápido contacto con su realidad le hace
ver que la única manera de hacerse de este tesoro es desposeerse totalmente de todos sus bienes y la pérdida
no le detiene porque la garantía que espera es infinitamente mayor. No dilata la decisión, sino que a lo largo de
su vida, y lo vemos en todos sus escritos, vende todo para comprar el campo.
"Vender" es desprenderse y renunciar a lo que se posee; "comprar" es adquirir: la renuncia acaba en
posesión. Estamos ante la extraña lógica del perder para ganar (Mc 8, 35) que se apodera, como si fuera una
borrachera, como nos lo dice Teresa en el cantar de los cantares, de todos aquellos que han encontrado el
Tesoro que es Cristo.
En el modo de vivir la vida ordinaria hay decisiones que implican pagar ciertos “costos”, “vender”,
“perder”, pero la dificultad o el trabajo de esos costos, si estamos enamorados, no nos quitan la felicidad, ni la
alegría, al contrario, pagamos con gusto el costo porque lo que nos mueve es el amor por el tesoro que hemos
encontrado, -lo importante es encontrar el tesoro- Teresa lo repite en muchas y diversas ocasiones:
“Considerando que no es la casa que nos ha de durar para siempre, sino tan breve tiempo
como es el de la vida, por larga que sea, se nos hará todo suave viendo que mientras menos
tuviéremos acá, más gozaremos de aquella eternidad, a donde son las moradas conforme al
amor con que hemos imitado la vida de nuestro buen Jesús” F 14,5
Conclusión:
Todos los hombres y mujeres de nuestro tiempo y de todos los tiempos queremos ser felices, nuestros
corazones anhelan la verdadera felicidad, la plenitud de la vida. Y tanto la cultura de hoy, como la dinámica del
Reino en Teresa de Jesús nos presentan la alegría y la felicidad como un objetivo de vida, sin embargo, la visión
que nos presenta la cultura de hoy no admite dificultades, ni limitaciones; se da una negación de la posibilidad de
incomodidades y sufrimientos en la vida y se intenta tener esa alegría con satisfactores inmediatas, confundiendo
la verdadera alegría con placer, que a la larga y a veces también a la corta, dejarán en el “hondón del alma” una
5. insatisfacción profunda que obedece a la dinámica: mientras más hago lo que me place, menos me place lo que
hago.
En cambio Teresa de Jesús siguiendo el Evangelio no proponen una dinámica diferente para vivir la
verdadera alegría. Esta dinámica es la de “perder para ganar” que implicará asumir nuestra propia humanindad
con malos ratos y sufrimientos, pero vivirlos con una visión transcendente, unidos en amor a Cristo humano y
cercano, saliendo de nosotros mismos para ir más allá de las propias necesidades y limitaciones y así vivir
“alegres”, porque la ganancia es el Gran Tesoro de inaudito valor que es Cristo. ¿Cuál es pues nuestro
compromiso? decidirnos a “vivir muriendo” a todo los que nos separe del amor a Cristo, eso reorientará nuestras
emociones y sentimientos, con gozo y alegría, y allí encontraremos la verdadera vida. La felicidad auténtica va
unida a la cruz y no hay resurrección y vida si no hay muerte. El secreto de Teresa es precisamente vivir el
misterio pascual en la vida ordinaria, unida a la humanidad de Jesús que le ayuda a aceptar las limitaciones
humanas. Por eso repetimos alegres con Teresa:
“Quiero muriendo alcanzarte, pues tanto a mi Amado quiero,
Que muero porque no muero”
II Las Relaciones de unos con otros1
Otra área muy importante para la verdadera felicidad, es el área relacional, porque solo quien ama y es amado es
feliz. Veamos cuales son los desafíos que nos presenta la cultura de hoy y qué nos propone Teresa para vivir
estos desafíos:
5
1. CULTURA
Hay varios síntomas que nos hablan de la dificultad en las relaciones en nuestra cultura:
Ø El concepto de estabilidad en una relacion ha cambiado. Antes, cuando se pensaba en casarse era para
siempre, se trataba de un compromiso para toda la vida, en el que había responsabilidades graves que
eran los hijos y existía en la pareja el deseo de mantener el amor de por vida. En esta, que llamamos
sociedad “líquida” los compromisos también se van haciendo líquidos y se escapan de las manos.
Cuando se piensa en un compromiso de por vida sea con un grupo de personas o con una persona en
particular, da vértigo…. De hecho ha aparecido ya legalmente el concepto de “divorcio express” en el
que ni siquiera se tienen que presentar razones por las cuales alguna de las partes quiere divorciarse,
simplemente una persona se quiere separar de la otra y es una razón suficiente para llevar adelante el
proceso... y ¿los hijos?, ¿la familia?, ¿la comunidad?, ¿las relaciones? han pasado a ser un compromiso
momentáneo en el que prevalecen los intereses personales.
Ø La mentalidad consumista, de placer y gusto por lo inmediato ha llegado a plantearnos la relación con
los otros como un producto de placer, de hecho la relación sexual se ha llegado a ver como un objeto de
consumo, donde la otra persona y su identidad importan poco o pasan a un segundo plano. Y esto se
manifiesta en uno de los gravísimos problemas de hoy que es el abuso sexual y el tráfico de personas,
1
Este apartado puede ahondarse en mi libro GONZALEZ CASAS M.R., La Fuerza de la Mujer en
Teresa de Jesús, Buenos Aires, 2007
6. tanto niños, jóvenes, adultos, en su mayoría mujeres y menores de edad. De los abusos sexuales que
se cometen en México segùn las estadisticas de investigadores de la UNAM, 2 de cada 4 personas han
sido abusadas, de las cuales el 76 % son mujeres: niñas, adolescentes, adultas.
Ø También somos testigos de cómo los menores de edad y mujeres son usados como mano de obra
barata para las grandes marcas que se venden en todo el mundo nike, zara y otras y que tienen como
objeto poner en el mercado a precios accesibles a costa de la explotación de los pequeños de nuestra
sociedad.
Puede haber muchos más indicadores de la dificultad de las relaciones en nuestro mundo, pero solo quiero poner
en evidencia la herida que causa en la dignidad de las personas esta “cultura de usar y tirar” o de mentalidad
narcisistica. El deseo de posesión y la incapacidad de salir de nosotros nos hace ver a los demás como un
objeto, como algo se puede manipular segun nuestros antojos sin respetar su diversidad, su “otredad”.
¿Qué hacer con esta realidad que aqueja a nuestra cultura? ¿Cómo dialogar con ella? ¿Qué nos dice Jesús?
¿Qué nos dice Teresa de Jesús?
2.-Teresa de Jesús
ACEPTACIÓN DE LO DIVERSO. Una de las claves que ayudaron a Teresa de Jesús a entrar en relación con
Dios fue aceptar que ella y Dios eran diferentes. Dios estaba separado de ella y era OTRO. Y esto fue también
una experiencia en la relación con los demás. Quizá esto nos puede parecer muy obvio, y sin embargo, casi
siempre hacemos a Dios a nuestra medida, lo hacemos semejante a nosotros…hacemos ídolos, prolongando en
Dios nuestras necesidades e ideas. Nuestra tendencia natural es la de buscar “semejanzas” con la otra persona,
queremos hacer que los otros sean “semejantes” a nosotros, nos cuesta aceptar lo diferente, lo separado, lo
otro….y entonces no podemos tener relaciones verdaderas, porque lo que en realidad buscamos, es
relacionarnos con la prolongación de nuestro yo, o poseer al otro/otra, y no una relación con alguien diferente de
nosotros. Nos olvidamos que su identidad, su forma de ver la vida y las relaciones no es la misma que la nuestra.
Al estar frente a una persona, estamos frente a una “otredad” por así llamarlo, frente a otro/otra diferente de mí.
Este reconocimiento de la diversidad nos lleva a salir de nosotros mismos, a trascender. Escuchemos a Teresa:
...”porque para ser verdadero el amor y que dure la amistad, hanse de
encontrar las condiciones...” “porque no es de vuestra condición...más
viendo lo mucho que os va en tener su amistad y lo mucho que os ama,
pasáis por esta pena de estar mucho con quien es tan diferente de vos”
6
Vida 8,5
Teresa de Jesús descubre que solo pasando por el sufrimiento de aceptar que Dios es tan diferente de ella, que
es “Otro”, puede relacionarse verdaderamente con El.
Por eso la propuesta de Teresa para relacionarnos con Dios y con los otros es la de aceptar la
diferencia, “tolerar” y “amar” estar con quien es “tan diferente de nosotras”, esta actitud nos va transformando.
Así, la amistad que se abre a estar con Alguien que es diferente, tiene el poder de irnos haciendo poco a poco
como la otra persona, en este caso como el Amigo. De tal forma que el proceso es inverso, nosotros
normalmente queremos hacer a los otros semejantes y Teresa nos propone aceptar las diferencias para irnos
haciéndonos semejantes.
7. RELACIONES QUE SON CAPACES DE RECONOCER Y AMAR LA VERDAD2.
Otra característica que nos presenta Teresa es que quien acepta lo diverso se abre a la Verdad. Estamos
llamados a vivir en la verdad, en la autenticidad y al mismo tiempo a buscar lo que es verdadero, esa felicidad
que no es humo que pasa. Teresa vive relaciones de amistad con ambos sexos, relaciones fuertes e intensas,
amistades que se fundan en la verdad. En las relaciones en las que el yo es el punto de referencia, existen
muchas dificultades para reconocer la verdad. Es imposible reconocer una verdad que está fuera de nosotros, si
no somos capaces de abrirnos a lo diverso y a la luz que nos puede venir de los otros. Teresa de Jesús crea un
grupo de amigos para ayudarse a reconocer la verdad de lo que somos y hace un pacto: decirse siempre la
verdad:
“Este concierto querría hiciésemos los cinco que al presente nos amamos en
Cristo, que como otros en estos tiempos se juntaban en secreto contra su
Majestad y para ordenar maldades y herejías, procurásemos juntarnos alguna
vez para desengañarnos unos a otros y decir en lo que podríamos enmendarnos y
contentar más a Dios; que no hay quien tan bien se conozca a si mismo como
conocen los que nos miran, si es con amor y cuidado de aprovecharnos”
7
Vida 16,7
RELACIONES QUE SE DIRIGEN HACIA LA PASION DE AMOR, AMOR VERDADERO
Solamente se puede aprender a vivir con los demás, cuando aprendemos a amar verdaderamente. Pero ¿qué
significa para Teresa de Jesús pasión de amor? Ella nos lo explica en Camino de Perfección al hablar de las
personas que son capaces de salir de sí y pagar los costos de trabajar por el bien de la persona que se ama:
“Verdad es que lo que ven aman y a lo que oyen se aficionan; más esas cosas que
ven son estables. Luego éstos si aman un amigo, pasan por los cuerpos (que como
digo no se pueden detener en ellos), y pasan a las almas y miran si hay que amar; si
no lo hay y ven algún principio o disposición para que si cavan, hallarán oro en
esta mina, si tienen amor, no les duele el trabajo; ninguna cosa se les pone delante
que de buena gana no la harían para bien de aquel alma, porque la desean
amar...(...)...Y este amor que sólo acá dura, alma a quien Dios ha infundido
verdadera sabiduría , no le estima en más de lo que él vale, ni en tanto...(...) ...esto
tiene debajo de los pies y poco se le da de ello. Ahora pues aquí si tiene amor, es la
pasión del amor... (...)...Es amor muy a su costa; no deja de poner nada porque se
aproveche de cuanto es en sí; perderían mil vidas por un pequeño bien suyo”
Camino Perfección (E) 10,3-4
Dice Teresa que esta es la “pasión de amor”, “amor muy a su costa” amor que sabe pagar los precios, y no lo
que nos presenta la cultura de hoy como “apasionamientos” que muchas veces utiliza a los otros para satisfacer
las propias necesidades.
Para llegar a este punto del amor, de donde salen obras concretas, Teresa nos presenta un proceso de madurez
relacional en el Castillo interior. Sabemos que para ella la oraciòn es una relación de amistad, el proceso del
Castillo lo podemos leer como etapas de maduración relacional y que nos llevarán a una verdadera relación de
Amor a Dios y al prójimo.
2
Cf. En GONZALEZ CASAS M.R, Mujer, tienda de encuentro espacio de relaciones. Ediciones STJ,
Barcelona, 2004
8. 8
1ª. Etapa
Separación del exterior: “La persona no puede escuchar, ni tiene la voluntad. Se encuentra en estado de
parálisis. Para salir de esta inmovilidad se necesita “desprendimiento”, separación del exterior. Esta misma
imagen es la que propone Jesús en el Evangelio Mc 2,3. Podemos examinar cada uno nuestro interior y
hacernos esta pregunta ¿De qué nos tenemos que separar para llegar más hondo en las relaciones? ¿De
las apariencias físicas y de la moda?, ¿del color de las personas? ¿Qué prejuicios me tienen atado/atada y
me impiden acoger con más libertad a los otros? ¿de la dependencia y deseos de recibir afecto?
2ª. Etapa
Comienza a escuchar. El esfuerzo de separación de las cosas externas, de los prejuicios, y de las
búsquedas personales, permite la “escucha” de las llamadas del Señor, que en este caso se concretan
como; atender a la dignidad de las personas, ver más allá de las apariencias y descubrir valores, aunque
muchas veces las malas costumbres le impiden responder. La propuesta para pasar de esta segunda etapa
es, en lenguaje teresiano “dejar las ocasiones” para fortalecer la voluntad. Esta renuncia ya implica un
primer paso de salir de sí, de comenzar a tomar el camino de los verdaderos seguidores de Jesús, que es
“tomar la cruz de cada día”, tomar las armas que son las de la cruz. Sólo esto le dará fuerza a su voluntad.
3ª. Etapa
Comienza a diferenciar entre exterior e interior. La persona ha logrado desprenderse del exterior y
comienza a diferenciar entre el exterior y el interior, sin embargo, ha caído en la tentación de constituirse a
sí misma como punto de referencia, y creerse merecedora de la relación con los demás y con Dios por la
justificación de sus obras: “por sentirse buena”. Todavía no ha reconocido su propia pobreza. Ahora el
“desprendimiento” es de sí misma. Por tanto la propuesta de crecimiento es: hacerse a un lado a sí misma,
a su propia voluntad y poner al centro a Dios y a los otros: “salir de sí”.
4ª. Etapa
Se inicia un proceso de ensamblaje entre lo divino y lo humano. A este nivel de maduración, puede haber
dos tipos de experiencias:
ü Experiencias de relación que comienzan en nosotros y acaban en Dios en la que una parte de la
persona no se ha involucrado del todo, es decir todavía no se ha hecho a un lado y sigue en cierto modo
algo de sus gustos y tendencias: tanto a nivel afectivo emocional como a nivel perceptivo-cognitivo.
ü Experiencias de relación que comienzan en Dios y la persona siente los efectos. Por ejemplo una
oración, momentos de silencio y soledad, algo de lo que me doy cuenta, la muerte de un ser querido, etc.
En esta experiencia hay inclusión de todo lo humano en la experiencia divina, y esto provoca:
Ø Ensanchamiento y dilatamiento de todo lo interior
Ø Se inicia un nuevo modo de conocer “por experiencia” de Dios
Ø Con estas experiencias se da el inicio de un ensamblaje entre lo divino y lo humano
5ª Etapa
Aparece una criatura nueva. El ensamblaje de lo divino con lo humano va haciendo que la persona sea una
criatura nueva más semejante a Dios. Teresa lo presenta simbólicamente con:
ü La muerte del gusano: que representa todas las pérdidas que ha vivido a lo largo del proceso (morir a
si misma): separación del exterior, aceptación de los propios límites así como aspectos positivos de sí.
ü Vida nueva de la mariposa: en la que se da un cambio de gustos y deseos abiertos a la
trascendencia (vida nueva), antes tenía miedo al sufrimiento, ahora se halla fuerte, antes llena de
atamientos, ahora libre. Se han ordenado los afectos y ama con libertad a los demás.
9. 9
6ª. Etapa
Unidad entre lo divino y humano. Las personas que han llegado a este tipo de relación manifiestan
algunos cambios en el área afectiva, cognitiva y volitiva-relacional:
ü Tienen una nueva forma de conocer la realidad. El encuentro con la sabiduría de Dios les da una
visión nueva del mundo.
ü La experiencia de Dios, en la humanidad de Cristo, sana la memoria afectiva
ü Son capaces de pasar pruebas fuertes y permanecer fieles en el amor.
7ª. Etapa
Vive la unión de lo humano y lo divino de forma semejante a la de Cristo con la diferencia que nosotros
podemos perder esa gracia y en Cristo forma parte de su naturaleza e identidad como Verbo Encarnado. Es
“otro Jesús en la tierra”
Este es el punto de llegada, el objetivo al que nos dirigimos desde la perspectiva relacional. Esto nos llevará
a la posibilidad de vivir lo humano y lo divino de nuestra capacidad como hijas e hijos de Dios, y así amar a
los demás como los ama Dios, como los ama Jesús. Esta es la madurez relacional que nos permitirá
vencer la incapacidad que vivimos en el mundo de relacionarnos unos con otros.
Conclusión: Ante la cultura narcisistica y de consumo que ve al otro como un “objeto” de posesión, de uso
para intereses personales y de amenaza ante lo diverso, Teresa de Jesús nos propone un itinerario de
madurez relacional que nos llevará a vivir las relaciones y el amor como Cristo lo vivió, entregando nuestra
vida por los demás. La relación con Dios es un proceso que implica la restructuracion de toda la persona.
Este es el compromiso al que nos invita hoy Teresa, a ponernos en camino de madurez relacional, aprender
a amar, que es lo único importante en nuestra vida, salir de nosotros mismos para aceptar lo diverso, la
verdad, y ¡vivir el amor!
III La Tecnología de la Informática y las Comunicaciones Sociales
1.- CULTURA. Asistimos a una revolución histórica que se ha gestado con el uso de las nuevas tecnologías
de la información en el mundo. El uso de estas tecnologías nos permite fundamentalmente dos cosas:
1. Saber lo que sucede en el mundo global de una manera rapidísima, casi estando presentes y
siendo testigos en el momento en que están sucediendo ciertos acontecimientos hasta en los
lugares más recónditos del planeta.
2. Poner en conexión a una o muchas personas que están separadas por la distancia y crear redes.
Esto genera relaciones cibernéticas a nivel interpersonal o pone en conexión a miles de personas;
un ejemplo del uso y de la fuerza de las redes sociales fue la convocatoria que se dio en Egipto
para derrocar al presidente Hosni Sayyid Mubarak de la que todos fuimos testigos.
Ciertamente esta nueva forma de comunicación implica un salto cualitativo gigante en los últimos 30 años y si
pensamos en Teresa de Jesús hace 450 años y en la forma de comunicarse de ese tiempo, podríamos pensar
que quizá Teresa a este respecto no tiene nada que decirnos, ya que ella enviaba las cartas por mensajero y
tardaban semanas en llegar a su destino, pero vamos a lo esencial y veremos cómo su forma de actuar tiene
mucho que decirnos para el hoy.
10. 10
2.- TERESA DE JESUS
Antes que nada, Teresa es sin duda, una de las mujeres en la historia de la humanidad, con uno de los mayores
potenciales relacionales que jamás hayamos conocido. Se relacionó con arrieros, labradores, con Reyes, condes,
duques, monjas y frailes, y se relacionó desde la totalidad de su persona, incluyendo el aspecto afectivo,
intelectual, volitivo, corporal de una manera intensa y total, amando con libertad a amigos y amigas. Podríamos
pensar que Teresa hoy usaría los medios de comunicación social y quizá tendría su facebook, o twitter, sin
embargo, quiero hacer notar un movimiento importante haciéndonos esta pregunta ¿porqué, como y para qué se
relacionaba Teresa con la gente?
Podemos decir varias cosas:
1. Si analizamos un poco sus relaciones por medio de las cartas, nos daremos cuenta que no hay una sola
carta en que escriba para “autocentrarse”, es decir para buscar ser conocida, popular o tener muchos
amigos como proponen en facebook: “ponme me gusta”. Teresa está a otro nivel, aunque para ese
tiempo podríamos llamarla “Teresabook”, a ella lo que le interesa con sus cartas es en un primer
momento comunicarse y estar en comunión de ideales con sus amigos.
2. Teresa tiene relaciones reales, hechas sobre la vida y la convivencia, en la que la imagen o la idea que
tiene de la persona parte de la realidad y de lo vivido. En las relaciones cibernéticas actuales se da una
separación entre la vida real, histórica y el concepto imaginario que se tiene de esa persona, y esto es lo
que puede ser peligroso en cuanto que las relaciones pueden darse con alguien que en realidad no es.
Me explico, en nosotros se da el fenómeno psicológico de proyección, donde solemos proyectar en los
demás relaciones del pasado ya conocidas y que al confrontar con la realidad, en el trato cotidiano, las
podemos ir haciendo “más verdaderas”, más apegadas a la realidad, sin embargo, en las relaciones
cibernéticas se corre el riesgo de relacionarse solamente con un concepto imaginario de lo que es esa
persona. Por eso sucede que por internet se suelen decir muchas cosas que si se tuviera a personas
reales delante no se dirían, porque queramos o no la presencia real del otro nos pone un límite. Teresa
se relacionaba con personas reales.
3. Otro aspecto importante a considerar es lo que sucede en el área relacional con personas que son
adictas al uso de estos medios y es que viven “cerca de los lejanos, pero lejos de los cercanos”. En este
aspecto Teresa nos confronta con mucha claridad:
“Tornando al amarnos unas a otras, parece cosa impertinente encomendarlo, porque
¿qué gente hay tan bruta que tratándose siempre y estando en compañía y no habiendo
de tener otras conversaciones ni otros tratos ni recreaciones con personas fuera de casa,
y creyendo nos ama Dios y ellas a El, pues por su Majestad lo dejan todo, que no cobre
amor?” CP 4,10
Pues hoy sucede que viviendo bajo un mismo techo, y relacionándonos por los medios de comunicación
social, somos tan brutos que no nos amamos los que vivimos juntos, y amamos a los que viven lejos.
4. Teresa, como decíamos, necesita comunicarse para fundar, viajar, comprar y vender, para discutir
reformas, seleccionar vocaciones, prioras y letrados, para allegar dineros, negociar con la corte de
Madrid, tramitar licencias en Roma, arreglar casorios y herencias, para dar consejos de oración y
¿porqué no? Para celebrar la llegada de las novedades americanas como las “papas” o patatas y cien
mil cosas más. Surge así una red de comunicaciones humanas que cruzan la geografía castellana,
5.
11. atraviesan los más variados estratos de aquella sociedad y tienen en Teresa una especie de “central de
comunicaciones”. Y Teresa, como muchos jóvenes de hoy, empleaba mucho de su tiempo en esto:
“dijo a esta testigo la dicha Ana de San Bartolomé que le acaecía a la dicha Madre
Teresa estarse despachando y escribiendo cartas hasta las dos de la mañana, y que
se acostaba aquella hora y decía las despertasen de ahí a dos horas ” BMC 18, 286 3
De ahí que cuando los Carmelos de Madre Teresa se multiplican, rebrota a nivel intercomunitario la
misma necesidad de comunicar y aparece el carteo de Carmelo a Carmelo. De tal suerte que ya estaba
en los inicios el “soft” de Bill Gates o de Jobs…o de Mark Zuckerberg el creador de Facebook en las
comunidades teresianas.
5.- Por último simplemente decir que la experiencia mística teresiana pone en diálogo a todas las religiones y
creencias sin entrar en discusiones doctrinales, desde una visión antropológica y religiosa invita a todo
hombre y a toda mujer a experimentar a Dios, a abrirse a un diálogo con él. Esa es precisamente su invitación
“hacer experiencia de Dios”. Me parece que en nuestro mundo globalizado, donde la religión ha sido más
motivo de diferencias que de unión, la experiencia mística teresiana invita a ponernos en diálogo buscando
las convergencias desde una perspectiva de inclusión y universalidad.
Conclusión:
Teresa nos invita a la comunicación y a usar estos medios para el aprovechamiento de la información. Nos
invita a “unirnos los que al presente nos amamos en Cristo” y formar una gran red de teresianos y teresianas
donde podamos compartir no solo los escritos teresianos que ya se pueden bajar de la web, sino también la
creatividad personal, las luchas por la misma causa, los descubrimientos, las ideas y las luces, creo que hasta
podríamos organizar una gran peregrinación cibernética a Ávila y estoy segura que se unirían muchas
personas. Para ello hay múltiples páginas que se pueden consultar poniendo simplemente Teresa de Jesús
en Google. Comparto algunas que nos pueden ayudar como; www.cipecar.org, www.stjteresianas.pcn.net ;
www.paravosnaci.com , www.ocd.org.mx/vcent/
IV La Situación de la Mujer en la Iglesia4
1. CULTURA ECLESIAL
Según el Concilio Vaticano, la Iglesia, está establecida y organizada en este mundo como una sociedad5, es una
Institución divina y humana6 constituida por seres humanos, que viven la dinámica de santidad y de pecado. La
sacramentalidad de la Iglesia radica en ser signo de Dios en el mundo, y esto será verdad, en la medida que
represente visible y públicamente la voluntad salvífica de Dios a los ojos de la humanidad7.
3 Esta cita está tomada de la Introducción del P. Tomás Álvarez a las Cartas de Santa Teresa en la p 7 1997, y la
abreviatura BMC se refiere a Biblioteca Mística Carmelitana.
4
Para este apartado se puede consultar también mi libro GONZALEZ CASAS M. R., La Casa se lleno
del Perfume, México, 2007.
5 Cf. LG 8.
6 Op. Cit.
11
12. ¿En dónde podemos percibir que la Iglesia es signo de Dios? En la representación simbólica de la
voluntad de Dios en la forma de su organización, en los roles, en las relaciones, normas, valores y en los
conceptos que se transmiten. Si contemplamos esta organización, los roles institucionalizados, así como las
relaciones ¿qué podríamos inferir del evangelio?, ¿de la voluntad de Dios para la mujer? ¿representa lo que dice
Pablo en la carta a los Gálatas que entre los bautizados en Cristo no haya distinción entre hombre y mujer porque
todos somos uno en Cristo? (Gal 3,28) ¿qué nos dice de la mujer como Imagen de Dios? ¿qué revela? ….quizá
si somos honestos, tendríamos que admitir que su organización, roles y relaciones no van muy de acuerdo a lo
que nos ha invitado Jesús a vivir y asi queda en juego su sacramentalidad en el mundo.
Veamos muy brevemente a lo largo de la historia de la Iglesia cual es el lugar de la mujer
Ø Jesús devuelve a la mujer su lugar y dignidad a todos los niveles. La vida de las primeras comunidades
cristianas8 continuó seguramente en esta dirección, sin embargo, los conceptos culturales sobre la mujer
y el poder del varón en las distintas sociedades volvieron a imponerse y fueron ahogando poco a poco
los valores del Evangelio proclamados por Jesús.
Ø En el siglo XII Tomás de Aquino9 expresa cual era el concepto que se tenía de la mujer:
«Sólo con considerar la naturaleza del individuo se ve que la mujer es algo defectuoso y de
segundo orden. Pues el poder que actúa en la semilla del varón tiende a producir algo igual
a sí, perfecto en su masculinidad; pero la procreación de una hembra es el resultado bien de
la debilidad de ese poder activo o de alguna inadecuación de la materia, bien de algún
cambio provocado por influencias externas, como el viento sur por ejemplo, que es húmedo
como nos lo dice Aristóteles»10.
Ø En el siglo de oro español, Fray Luis de León en el libro de la Perfecta Casada expresa en qué consistía
12
la santidad para la mujer:
«...es justo que las mujeres se precien de callar todas, así aquellas a quienes les conviene
encubrir su poco saber, como aquellas que pueden descubrir lo que saben; porque en todas
es no sólo condición agradable, sino virtud debida, el silencio y el hablar poco; porque así
como la naturaleza hizo a las mujeres para que encerradas guardasen la casa, así las obligó
a que cerrasen la boca; porque el hablar nace del entender, y las palabras no son sino como
imágenes o señales de lo que el ánimo concibe en sí mismo; por donde, así como a la mujer
buena y honesta la naturaleza no la hizo para el estudio de las ciencias ni para los negocios
de dificultad, sino para un solo oficio simple y doméstico, así les limitó el entender y por
consiguiente les tasó las palabras y las razones»11.
7 «La Iglesia es el signo de Dios en el mundo, y su misión, representar visible y públicamente la voluntad
salvífica de Dios ante los ojos de la historia. Si bien la Iglesia sirve a la difusión de la gracia, no por esto debe
ser confundida con ella; pues una cosa es la representación simbólica ante la historia del nuevo orden de la
gracia, y otra el estado de gracia, o la privación de ella, en los individuos, cosas que afectan a la interioridad del
corazón humano y que nadie conoce sino sólo Dios» RATZINGER J., Fraternidad Cristiana, 118.
8 TAMEZ E., Luchas de poder en los orígenes del cristianismo, Un estudio de la Primera carta a
Timoteo.2005
9 Biológicamente se consideraba que la mujer sólo era un vaso contenedor y nutritivo y que del varón
dependía el origen de la vida. Es hasta 1827 cuando Carlos Ernesto Von Baer descubrió el óvulo de los
mamíferos ofreciendo la primera descripción científica de la participación de la mujer. Enciclopedia
Universal. Espasa Calpe, VII, 153.
10 BARBADO F., Summa Teologica de Santo Tomas de Aquino I, q.92,a.1,ad1.
11 GARCIA F., Fray Luis de León, 320.
13. Ø A lo largo de la historia, han surgido distintas Ordenes y Congregaciones, de varones y mujeres, que
con su vida testimonian el amor de Dios a este mundo. Sin embargo, no podemos dejar de reconocer,
que los conceptos culturales, conscientes e inconscientes, de lo femenino y masculino, más que los
valores evangélicos, han sido un factor condicionante en los estilos de vida en las diferentes
Congregaciones, decidiendo lo que unos pueden hacer, y otros no por motivos de su género. Esto ha
tenido trascendencia en la reglamentación del modo de proceder tanto en varones como en mujeres,
así como en la cristalización de algunos carismas. Este es el caso de Teresa de Jesús, que no
pudiendo salir a predicar, se decidió a vivir la vida contemplativa12. La historia de la fundadora Mary
Ward13 es una doloroso oráculo de lo que puede significar la «marca del género» en la consolidación de
un carisma en la Iglesia.
Ø Por otra parte, la gran mayoría de las Congregaciones de Vida Apostólica, sobre todo de mujeres, fueron
fundadas a finales del s. XVIII y a lo largo del XIX. Estas se sienten interpeladas por los grandes
cambios que ha tenido la vida de la mujer, sin embargo, un exceso de institucionalización poco abierta al
Espíritu, puede resultar en un posible anquilosamiento que lleve a la pérdida de su vitalidad inicial, con
lo cual se va diluyendo la razón de su existencia.
Ø En México, hay congregaciones en las que sus fundadores han visto, en cierto modo, a las religiosas
como la mano de obra barata que le sacará adelante los trabajos, pero no se han ocupado, ni
preocupado por su formación religiosa, ni promoción humana.
A lo largo de los siglos hasta nuestros días, hemos sido testigos de la lucha de las mujeres14 y de algunos
varones para defender los derechos y espacios de participación de la mujer. Hablar de la mujer en el contexto
eclesial actual, va en consonancia con la apertura deseada por el Concilio Vaticano II15 y proclamada por Juan
XXIII como un «signo de los tiempos»16. Sin embargo, han pasado ya cincuenta años desde el Concilio Vaticano
II, y el espacio que se le da a la mujer en la Iglesia es mínimo, su voz apenas se escucha. El Papa Benedicto
XVI, como prefecto de la Congregación de la fe en la carta «Sobre la Colaboración del Hombre y la Mujer en la
Iglesia y en el Mundo»17 hace una invitación a participar a una mayor profundización y diálogo sobre el tema18. Y
12 «Se querría meter en mitad del mundo, por ver si pudiese ser parte para que un alma alabase más a Dios; y
si es mujer, se aflige del atamiento que le hace su natural porque no puede hacer esto, y ha gran envidia a
los que tienen libertad para dar voces, publicando quien es este gran Dios de las caballerías. ¡Oh pobre
mariposilla atada con tantas cadenas, que no te dejan volar lo que querrías!» M. 4.6.3.
13 Cf. JAVIERRE J.M., La Jesuita.
14 Basta leer la vida de Mary Ward en el siglo XVII. Cf. JAVIERRE J.M., La Jesuita Mary Ward, o en el XIX
esta cita de Teresa de Lisieux: «Todavía hoy sigo sin comprender por qué en Italia se excomulga tan
fácilmente a las mujeres. A cada paso nos decían: «¡No entren aquí... No entren allá, que quedarán
excomulgadas...!» ¡Pobres mujeres! ¡Qué despreciadas son...! Sin embargo, ellas aman a Dios en número
mucho mayor que los hombres, y durante la pasión de Nuestro Señor las mujeres tuvieron más valor que los
apóstoles, pues desafiaron los insultos de los soldados y se atrevieron a enjugar la Faz adorable de Jesús...
Seguramente por eso él permite que el desprecio sea su parte en la tierra, ya que lo escogió también para sí
mismo... En el cielo demostrará claramente que sus pensamientos no son los de los hombres, pues entonces
las últimas serán las primeras». GARCIA SETIÉN E., Teresa de Lisieux Obras Completas, 238-239.
15 «Sois la mitad de la inmensa familia humana», «...llega la hora, ha llegado la hora en que la vocación de la
mujer adquiere en el mundo una influencia, un peso, un poder jamás alcanzados hasta ahora». CONCILIO
ECUMENICO VATICANO II. Mensaje del Concilio a las Mujeres, 1.2.
16 «...un fatto a tutti noto, e cioè l’ingresso della donna nella vita pubblica: [...] Nella donna infatti, diviene
sempre più chiara e operante la coscienza della propia dignità. Sa di non poter permettere di essere
considerata e trattata come strumento; esige di essere considerata come persona, tanto nell’ambito della vita
domestica che in quello della vita pubblica», JUAN XXIII, Pacem in Terris, n. 22.
17 CONGREGACION PARA LA DOCTRINA DE LA FE. Carta a los Obispos.
13
14. este es el desafío actual en la cultura eclesial: continuar una vía de dialogo y profundización sobre el papel de la
mujer.
¿Qué vivió Teresa y a qué nos invita? ¿Qué nos dice del papel de la mujer en la Iglesia?
14
2. TERESA DE JESUS19
El contexto histórico eclesial del siglo XVI en el que se desarrolla Teresa está entretejido con los deseos de
promover a la mujer, y con un misoginismo ambiental, fruto de un preconcepto (como ya veíamos en la Perfecta
Casada) sobre la mujer. Se creía que tenía una inferioridad racional (aunque no le era permitido estudiar para
demostrar lo contrario), que era fácilmente engañada en la oración, que tenía dificultades para el discernimiento y
los juicios morales y, por ello, era sospechosa de alumbradismo y luteranismo. Las mujeres eran más vulnerables
a las tentaciones del demonio en la carne20. El ideal de santidad para la mujer era callar, someterse al marido,
dedicarse a hilar y a estar en casa. Teresa nos habla de este sometimiento:
«Así como dicen que ha de hacer la mujer, para ser bien casada, con su marido, si está triste, se ha de
mostrar ella triste, y si está alegre, aunque no lo esté, alegre, mirad de qué sujeción os habéis librado
hermanas, esto con verdad, sin fingimiento hace el Señor con nosotros: que El se hace el sujeto, y
quiere seáis vos la señora, y andar El a vuestra voluntad, si estáis alegre, miradle resucitado...» (C.
26,4)21.
Teresa descubre a Jesùs como Siervo humilde que se hace cercano, muy diferente de los jueces de este mundo
como nos lo presenta en CE 4,1
Ella vivió en carne propia la situación de menosprecio a la mujer. Ella misma nos cuenta un episodio que es
«para mucho llorar» (F.20,4). Unos padres, apenados porque no habían tenido un niño, sino una niña, no tuvieron
reparo en sus cuidados, dejándola casi morir: «como cosa que les importaba poco la vida de la niña, al tercer día
de su nacimiento la dejaron sola y sin acordarse nadie de ella […]. Cuando a la noche vino una mujer que tenia
cuenta con ella y supo lo que pasaba, fue corriendo a ver si era muerta» (F.20,4). Analiza esta situación haciendo
ver cuán diferentes son los pensamientos de Dios:
«Cosa cierto mucho para llorar, que sin entender los mortales lo que les está mejor, como los que del
todo ignoran los juicios de Dios, no sabiendo los grandes bienes que pueden venir de la hijas ni los
grandes males de los hijos, no parece que quieren dejar al que todo lo entiende y los cría, sino que se
matan por lo que se habían de alegrar. [...] ¡Oh, Válgame Dios, cuán diferente entenderemos estas
ignorancias en el día a donde se entenderá la verdad de todas las cosas, y cuántos padres se verán ir
al infierno por haber tenido hijos y cuántas madres también se verán en el cielo por medio de sus
hijas!» (F.20,3).
18 «Las presentes reflexiones se proponen, además, como punto de partida de profundización dentro de la
Iglesia, y para instaurar un diálogo con todos los hombres y mujeres de buena voluntad, en la búsqueda
sincera de la verdad y el compromiso común de desarrollar relaciones siempre más auténticas» Op. Cit. 1.
19
Para este apartado se puede ahondar más en GONZALEZ CASAS M.R., Teresa de Jesús Memoria
Subversiva, Barcelona 2005
20 «...en ellas no es tan fuerte la razón como en los varones, que con la razón que en ellos es mayor, refrenan las
pasiones de la carne; pero las mujeres son mas carne que espíritu, e por ende son más inclinadas a ello que al
espíritu», DE CÓRDOBA M., Tratado que se intitula Jardín de las nobles doncellas, 91. Escrito de finales
del siglo XVI, citado en AHLGREN G., Teresa of Avila, 7.
21 También: «... la gran merced que el Señor les ha hecho en escogerlas para Sí y librarlas de estar sujetas a un
hombre, que muchas veces las acaba la vida y plega a Dios no sea también el alma». F. 31,46.
15. En torno a los 40 años Teresa comienza a tener experiencias místicas que le cambian el rumbo. Vive con
grandes deseos de comunicar el amor de Dios, pero su condición de mujer se lo impide:
«Se querría meter en mitad del mundo, por ver si pudiese ser parte para que un alma alabase más a
Dios; y si es mujer, se aflige del atamiento que le hace su natural porque no puede hacer esto, y ha
gran envidia a los que tienen libertad para dar voces, publicando quien es este gran Dios de las
caballerías. ¡Oh pobre mariposilla atada con tantas cadenas, que no te dejan volar lo que querrías!»
(M.4.6.3).
Una mujer como ella, se aflige de este atamiento de ser mujer y tiene envidia a los que con libertad pueden dar
voces publicando quién es este gran Dios. Ella quisiera gritar, anunciar el Reino, predicar, pero se lo impide su
condición de mujer. Así se lo comunicaba al P. García de Toledo, destinatario del libro de la Vida: «Dé voces
vuestra merced en decir estas verdades, pues Dios me quitó a mí esta libertad» (V.27,13). Aparece
continuamente esta lucha entre los grandes deseos de anunciar y predicar el Reino y la poca libertad con la que
se encontraba para hacerlo: «¡Oh, quién diese voces por él para decir cuan fiel sois a vuestros amigos!»
(V.25,17).
Gracián explica la gran fuerza de su celo apostólico y los deseos de librarse de los atamientos que afligían
15
lo que su espíritu interior clamaba:
«...mil veces suspiraba por poder tener la libertad, talentos y oficios que tienen los hombres para traer
almas a Dios predicando, confesando y convirtiendo gentiles hasta derramar la sangre por Cristo; y
nunca me insistía en otra cosa, sino en que no cesase de predicar, dándome para esto muchos avisos y
consejos»22.
Teresa suspiraba por una libertad que en esos tiempos «le había sido quitada» (Cf.V. 27,13), (C.E. 3,6). Como
sabemos, Teresa bandeaba lo mejor que podía la situación, sin dejar de hacer aquello que el amor a Dios y el
deseo de salvar almas le inspiraban. Las fundaciones le implicaban salidas de la clausura, tratar con arrieros,
señoras, obispos y estudiantes, y esto le hizo ganar la exclamación del Nuncio:
«Fémina inquieta, andariega, desobediente y contumaz, que a título de devoción inventaba malas
doctrinas, andando fuera de la clausura, contra el orden del concilio tridentino y prelados, enseñando
como maestra, contra lo que san Pablo enseñó, mandando que las mujeres no enseñasen»23.
Meditaba sobre estas cosas en la oración, pensando si pudieran tener razón aquellos a los que les parecía mal
que saliese a fundar, cuando escuchó del Señor: «Diles que no se sigan por sola una parte de la Escritura,
que miren otras, y que si podrán por ventura atarme las manos» (R.19).
No le ataron las manos al Señor, ni a Teresa, que experimentó fuertemente los condicionamientos socio-culturales
de la Iglesia del siglo XVI. A pesar de esta situación adversa a la mujer, fundó 17 Monasterios a lo
largo de toda España. Nada detuvo el espíritu inquieto de Teresa, a pesar de que a la mujer religiosa de su
tiempo le estaba prohibido salir de la clausura, predicar y enseñar, pues estas actividades estaban fuera de lo
que se concebía como el rol de una mujer santa.
22 RIBERA F., Scholias y adiciones a la vida de la Madre Teresa, citado por ÁLVAREZ T., Obras Completas,
a pie de página de la cita de F. 1,7.
23 DE SANTA MARÍA, F., «Reforma de los descalzos», I, IV, c.30, n.4, 661, en ÁLVAREZ T., Diccionario,
1149.
16. Su experiencia y magisterio fueron acrisolados con el fuego de la prueba. Fue acusada 7 veces a la
Inquisición24. Y lo que estaba en el fondo de todas las acusaciones era simple y llanamente que era mujer y
enseñaba cosas de alumbrados, como era la práctica de oración mental. Decían que el tipo de oración que tenían
sus monjas en los monasterios era idéntica a la de los alumbrados de Llerena; y que la doctrina de sus libros, era
la misma que profesaban los adictos a la secta de los alumbrados en Extremadura y Andalucía25. Parece que el
sufrimiento causado por los confesores, era una manifestación del ambiente contrario a la Madre Teresa, que
cristalizó posteriormente en estas acusaciones a la Inquisición26.
Que los teólogos, y en particular los Inquisidores, querían vedar a las mujeres la práctica de la oración mental y
privarlas de los frutos de vida interior, es un hecho cada vez más comprobado en las investigaciones históricas27.
El mismo P. Bañez, que manifiestaba amor y admiración por ella, después de tratarla por más de 20 años dice en
las declaraciones para el proceso de beatificación y canonización: «...que no convenía que anduviese en público
este libro mientras ella viviese; pero que se guardase en el Santo Oficio hasta ver en qué paraba esta mujer»28.
En medio de tantas suspicacias y sospechas, entendemos la queja que lanzó Teresa contra los jueces de
este mundo, poniendo como modelo a Jesús justo juez y su actitud con las mujeres. Este fragmento del texto fue
totalmente cancelado por los censores de la primera redacción del Camino de Perfección y recuperado en las
investigaciones posteriores sobre los originales29:
«Ni aborrecisteis Señor de mi alma, cuando andábais por el mundo, las mujeres, antes las favorecisteis
siempre con mucha piedad y hallasteis en ellas tanto amor y más fe que en los hombres, pues estaba
vuestra sacratísima Madre en cuyos méritos merecemos – y por tener su hábito – lo que desmerecimos
por nuestras culpas. ¿No basta, Señor, que nos tiene el mundo acorraladas...que no hagamos cosa que
valga nada por Vos en público, ni osemos hablar algunas verdades que lloramos en secreto, sino que
no nos habíais de oír petición tan justa? No lo creo yo, Señor por vuestra bondad y justicia, que sois
24 El análisis de cada una de las acusaciones, así como los errores tanto de percepción como doctrinales de los
Inquisidores, los analiza ampliamente LLAMAS E., «Santa Teresa de Jesús ante la Inquisición»; Santa
Teresa de Jesús y la Inquisición Española; «Teresa de Jesús y los alumbrados».
25 Cf. LLAMAS E., «Teresa de Jesús y los alumbrados», 147.
26 «Quienes subestiman o pretenden desvalorizar este problema, ignoran tal vez ese clima de recelos, de
suspicacias, de oposición y desconfianzas ante una mujer, que daba lecciones de vida espiritual a letrados
pagados de sí mismos que ostentaban el monopolio de la mente». LLAMAS E., «Teresa de Jesús y los
alumbrados», 149-150.
27 En el siglo XVI el ambiente antifeminista era muy fuerte. Kraemer y Sprenger con la publicación de Malleus
Malleficarum en 1546 crearon un ambiente contra todo lo que pudiera significar la desviación del
alumbradismo, embustes e ilusiones de mujeres. Esto confirmaba la teoría donde se afirmaba que «femina» –
mujer se deriva de «fe» y «minus»: como si toda mujer por serlo tuviese una proclividad innata a engaños e
ilusiones espirituales. Cf. LLAMAS E., «Teresa de Jesús y los alumbrados», 152.
28 de SANTA TERESA S., BMC, I,10. Después de muerta la Santa cuando se hizo la primera publicación de
sus escritos en 1588 por Fray Luis de León comenzaron a desfilar las acusaciones contra su doctrina. Sólo un
año después en 1589 se hizo la primera acusación por Alonso de la Fuente, posteriormente se despertó una
feroz persecución con 4 delatores más (apoyados entre ellos) que perduró hasta 1598. Cf. LLAMAS E.,
Santa Teresa de Jesús, 402. Bañez seguramente sabía cómo estaban las acusaciones. Su declaración fue el 16
de octubre de 1591. Posiblemente algunas de sus afirmaciones como «aunque fuese engañada no era
engañadora, pues tan de veras buscaba la luz y manifestaba males y bienes» y «...hasta ver en qué paraba esta
mujer» obedecen al «miedo» e «inseguridad» de lo que para él podría implicar como catedrático defender a
una mujer acusada por la Inquisición. El P. Bañez era maestro de Teología y Catedrático de Prima en la
Universidad de Salamanca. Aunque hay que decir que Teresa se había fiado totalmente de él.
29 El facsímil ha sido editado en 1964 C. de Valladolid y 1984 C. Escorial Cf. ÁLVAREZ T., «Santa Teresa y
las mujeres en la Iglesia: Glosa al texto teresiano de Camino 3».
16
17. juez justo y no como los jueces del mundo, que- como son hijos de Adán, y en fin todos varones – no
hay virtud de mujer que no tengan por sospechosa. Sé, que algún día ha de haber, Rey mío que se
conozcan todos. No hablo por mí, que ya tiene conocida el mundo mi ruindad y yo holgado que sea
pública; sino porque veo los tiempos de manera que no es razón desechar ánimos virtuosos y fuertes,
aunque sean de mujeres» (C.E. 3,6. Los puntos suspensivos significan que hay una palabra ilegible).
Algunos de sus contemporáneos para aceptar ciertos aspectos de su personalidad, que no entraban dentro de
sus conceptos culturales de mujer preferían llamarla varón como podemos leer en la homilía de las primeras
fiestas de celebración y beatificación de la Santa: «Esta […] ya dejó de ser mujer, restituyéndose en el ser de
varón con mayor gloria suya que si lo hubiera sido desde principio, pues enmendó a la naturaleza con su virtud,
volviéndose con ésta al hueso de adonde salió»30.
Sus escritos y testimonio han interpelado a la Iglesia durante cuatro siglos, hasta llegar a proclamarla
Doctora Universal. De esta manera se reconocía pública y oficialmente que la mujer es igual al varón en el nivel
religioso y espiritual, y que los condicionamientos para reconocer o no reconocer esta verdad provienen de
valoraciones histórico-culturales. Karl Rahner a propósito de su doctorado expresaba:
«Su declaración como doctora de la Iglesia demuestra que si antes no se reconoció este título a las
mujeres no fue debido a la falta de mujeres dignas de tal título sino a la actitud de no conferirlo por
razones nacidas precisamente de una valoración histórica y cultural de la mujer. Con esta
proclamación ha quedado claro el texto de 1 Cor 14,3431 como norma del apóstol condicionada por su
tiempo y justificada para ese mismo tiempo»32.
Teresa de Jesús es icono de la la Iglesia esposa y al mismo tiempo por su proceso de transformaciòn en Cristo,
como mujer, es icono de Cristo entregado amorosamente al servicio de la humanidad. En ella Dios rescata su
propia identidad de mujer como imagen de Dios en Cristo, y asi presenta, con su vida, una nueva imagen de
mujer que parte desde las raices màs profundas de la dignidad humana, porque tiene como base una teologìa
antropologica común en varón y mujer. Ella es transformada en Cristo. Por tanto, ya con el reconocimiento del
doctorado de Teresa, se reconoce la igualdad religiosa espiritual de la mujer y el varón, pero esto fue hace más
de 40 años….¿que pasos tenemos que dar?
¿Qué luces nos dá Teresa para responder a los desafíos de la cultura eclesial sobre el lugar de la mujer en la
Iglesia? Y en la Iglesia de América Latina?
Conclusión:
Lo que hizo que Teresa traspasara las barreras culturales que le impedían realizar su misión como mujer, fue el
amor apasionado por la Humanidad de Cristo y su celo apostólico. No se trata por tanto de una lucha que brote
30 Relación sencilla y fiel de las fiestas (1627) citado por AHLGREN G., Teresa of Avila, 165. Las cursivas son
17
mías.
31
“Las mujeres cállense en las asambleas; que no les está permitido tomar la palabra antes bien, estén
sumisas como también la Ley lo dice. Si quieren aprender algo, pregúntenlo a sus propios maridos en casa;
pues es indecoroso que la mujer hable en la asamblea.¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios? O
¿solamente a vosotros ha llegado?”
32 RAHNER K., «La experiencia personal de Dios más apremiante que nunca», 22.
18. de un revanchismo, sino de realizar nuestra misión, que seguramente provocará un estallido de conflictos por
nuestra condición de mujeres. Ella quería fundar y no la dejaban salir del monasterio, quería enseñar a sus
monjas y las mujeres no podían enseñar, quería escribir y se ganó las acusaciones de la Inquisición, porque no
se amoldaba al cuadro de «santidad y virtud» que los letrados de su tiempo esperaban de la mujer en la Iglesia.
Hoy con Teresa somos invitadas a ejercer la potestad que Jesús ya había dado a las mujeres de su
tiempo, y que formó parte característica de los inicios del cristianismo33: la mujer es sujeto y no sólo objeto de
potestad, tenemos un poder decisional y un derecho de autodeterminación. Este poder sobre nosotras mismas,
también lo podemos ejercer sobre el varón34 (san Pablo perteneció a una comunidad donde había una diaconisa,
Teresa fue fundadora de los monasterios de varones). Nuestra vida junto con Teresa debe ser un
cuestionamiento continuo y un nuevo paradigma de lo que Dios quiere de una mujer en el contexto eclesial.
El Cardenal Martini, planteaba hace años como un desafío pendiente después del Concilio Vaticano II el papel de
la mujer en la Iglesia, que necesariamente está vinculado a un replanteamiento de los ministerios.
¡Mujeres! ¡Somos un poco más de la mitad de la humanidad!, ¿se imaginan lo que sería la Iglesia sin las
mujeres?, ¿Se imaginan lo que sería el mundo sin la presencia de la mujer? Entonces ¡ocupemos nuestros
puestos en estos tiempos nuevos que el Señor nos regala!, ¡Descubramos la nueva misión que Dios nos confía
para este siglo XXI! Hoy San Enrique de Ossó apóstol teresiano del siglo XIX nos interpela con un nuevo grito
apostólico ¡manos a la obra! ¡Que el tiempo apremia y la caridad de Cristo urge!
33 Cf. RIGATO M.L., «Presenza viva e marginalizzazioni della donna nella chiesa romana delle origini».
34 Cf. RIGATO M.L., «Una Rilettura de 1 Cor 10, 32-33+11,1-16», 64-65.
18