2. “Cualquier aspiración a delimitar
precisamente las características del ensayo
está condenada por definición al fracaso.
Este género no acepta una definición
unívoca: necesita de una descripción”.
Augusto Albajari en “Escribir un ensayo”.
3. Por otro, CÓMO SE LLEGA AL ENSAYO:
investigación y proceso de escritura del ensayo en
tanto respuesta textual a un problema retórico.
Estas dos preguntas estructuran
dos recorridos para nuestra exposición.
Por un lado, QUÉ ES UN ENSAYO: descripción,
génesis y actualización del ensayo en tanto género.
4. ORIGEN:
A nivel mundial: última mitad del siglo XVI con la publicación de la obra de
Michel de Montaigne.
A nivel nacional: junto con el nacimiento de la Nación.
• Alternativa a la prosa científica: ENSAYO ≠ CIENCIA.
• Diversidad (de temas) y marginalidad (en la esfera discursiva).
• Tendencia a la narratividad y recurrencia del “yo”: se lee
explícitamente lo personal y lo subjetivo.
• Es un “atisbo”, un “intento”, una “prueba” antes que algo definitivo,
imperecedero. La fragilidad y la caducidad son sus marcas.
• Algunos nombres: Mariano Moreno (Representación de los
Hacendados), Juan Bautista Alberdi (Bases y puntos de partida para la
organización oolítica de la República Argentina), Domingo Faustino
Sarmiento (Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas).
5. Es un discurso argumentativo: intención apelativa, carácter persuasivo no
informativo.
Sus temas son múltiples. Pero no interesan los datos fríos sino sus
implicaciones, sus derivaciones, sus interrelaciones.
Si bien su estructura es libre, debe partir de una hipótesis sobre el tema
escogido, hipótesis que se defiende con argumentos.
Utiliza recursos retóricos para persuadir/convencer: metáforas, ejemplos,
analogías, citas de autoridad, anécdotas…
Es una construcción abierta: se apoya en el punto de vista de quien escribe;
implica la responsabilidad de exponer las propias ideas y opiniones y respaldarlas
con el compromiso de la firma personal.
Se rebela contra la idea de “obra capital”, de totalidad: selecciona UN aspecto
de la existencia para reflexionar sobre él.
Casi siempre, es el tema el que determina las diferentes tipologías: ensayo
literario, filosófico, sociológico, histórico…
Es, en general, un texto breve: busca comunicar en forma directa, ágil y
sencilla.
Ahorra las citas bibliográficas: valen más las ideas que sus representaciones.
6. Pese a su libertad y originalidad, exige rigor: debe sustentarse la validez de las
opiniones, confrontando el propio texto con otros textos sobre el mismo tema.
Siempre debe aportarse un análisis que requiere de la fundamentación de una
hipótesis central. Para ampliar, ver Cómo realizar un ensayo.
Mucho depende de la naturaleza de la materia o disciplina en la que se
enmarque, dado que cada una de ellas tiene sus propios fundamentos
metodológicos y epistemológicos. Pero siempre deben suministrarse evidencias
y ejemplos, deben clarificarse los fundamentos lógicos, debe apelarse a leyes o
principios propios de cada área de conocimiento.
Los ensayos, por lo general, son literarios debido a que su principal objetivo es
que el autor exprese su opinión sobre un determinado tema. Pero en otras
disciplinas, incluso en el área de Ciencias Sociales, como la Historia, se exige
objetividad, es decir, que la hipótesis central se sustente con hechos y no
solamente con opiniones.
7. “(…) escribir sobre un problema, sí, pero usarlo de
excusa para otros, para reelaborar los textos que en
ese momento está leyendo el escritor o para
proponer ideas que el lector no necesariamente
pueda asociar o justificar”.
Augusto Albajari.
“El ensayo es el centauro de los géneros”.
Alfonso Reyes.
8. El método es antimetódico: estimula para que cada intento sea único, cada
recorrido, personal y cada forma, deformada.
Cada escritor encuentra su camino; sin embargo, hay algunas orientaciones
generales respecto del camino a seguir:
1) Definir el propósito o motivación que origina la selección y
desarrollo del tema específico (intencionalidad).
2) Realizar una investigación en torno del tema a discurrir: en
general se da como un recorrido bibliográfico por distintos autores
(o bien, diferentes obras de un mismo autor), pero puede
alternarse con algún trabajo de campo que sirva como insumo.
3) Determinar una o varias hipótesis: es conveniente que
aparezca/a claramente enunciada porque es el factor director del
escrito.
4) Establecer el plan del texto: consiste en el bosquejo de la
organización que el autor decide darle a la información en el
texto.
9. EL PLAN DEL TEXTO:
admite ordenamientos de tipo deductivo e inductivo. Algunos ejemplos:
ESQUEMA 2
• Formulación de hipótesis a partir de la bibliografía.
• Exposición del trabajo de campo.
• Confirmación, refutación, ampliación o reformulación de la
hipótesis inicial. Hipótesis personal.
ESQUEMA 1
• Presentación de la doxa (saberes aceptados, imaginarios
institucionalizados) sobre el tópico del ensayo.
• Oposición a partir del trabajo de campo.
• Reformulación del concepto o las ideas clave como conclusión.
ESQUEMA 3
• Descripción del trabajo de campo.
• Análisis de rasgos recurrentes o significativos.
• Confrontación de los conceptos teóricos.
• Formulación de la hipótesis personal.
10. 5) LA REDACCIÓN:
es la penúltima parada en el camino de elaboración de un ensayo.
El proceso de escritura es recursivo y cíclico: es un proceso que tiene idas y
vueltas, que incluye múltiples versiones (“borradores”) del mismo texto.
Si bien al estilo o al tono del ensayo debe encontrarlo cada uno, algunos
recursos pueden servir de inspiración para la escritura:
• Interesar al lector: el ensayo debe atrapar desde su inicio,
debe abrirse de manera llamativa, sorpresiva, o bien,
provocativa, utilizando, en la medida de lo posible, recursos
literarios para captar el interés y ganarse la voluntad del lector.
Veamos el primer párrafo de dos famosos ensayos:
“Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo.
Todas las fuerzas de la vieja Europa se han unido en santa
cruzada para acosar a ese fantasma: el Papa y el Zar,
Metternich y Guizot, los radicales franceses y los polizontes
alemanes”.
Karl Marx y Frederich Engels, El manifiesto comunista.
11. “¡Sombra terrible de Facundo, voy a evocarte, para que,
sacudiendo el ensangrentado polvo que cubre tus cenizas, te
levantes a explicarnos la vida secreta y las convulsiones internas
que desgarran las entrañas de un noble pueblo!
Domingo Faustino Sarmiento, Facundo.
• Una alternativa para ganar el interés del lector es encabezar el
cuerpo del texto con un epígrafe: cita textual que se ubica, en
itálica o con distinto tamaño de letra, en la parte superior
derecha del texto, a continuación del título del ensayo.
• Explicitar el propósito: el motivo que mueve a la escritura
debe darse a conocer en los primeros párrafos. Ejemplo:
“Quizás el motivo principal para publicar ahora este libro de
ensayos se encuentre en la creencia de que aún puede
ampliarse el círculo de debate público y preparar así el campo
para un orden más humano en materia de construcción y modo
de vivir, que el que trata de imponer una economía basada en el
dinero e intoxicada de poder.”
Lewis Mumford, La carretera y la ciudad.
12. • Capitulizar: mediante la numeración o el subtitulado, se
ordenan los temas y se hace más accesible la lectura y ágil la
escritura de los ensayos más extensos. Dos ejemplos en:
Facundo de Domingo F. Sarmiento.pdf y Análisis de En la
masmédula.doc
Asimismo, anticipar al lector la división o repasar los puntos (o
subtítulos) por tratar, puede predisponer a la comprensión y
permite seguir el hilo expositivo más sencillamente. Ejemplo:
“Esta obra se compone de dos partes. En la primera, he
expuesto sistemáticamente, en su cohesión, los diferentes
aspectos de la vida humana enfocada bajo el ángulo del
erotismo. He reunido en la segunda estudios independientes en
los que he abordado la misma cuestión: la unidad del conjunto
es innegable”.
George Bataille, El erotismo.
• Ordenar la información: la disposición de la información y las
ideas dentro de cada capítulo o parágrafo es otra decisión
importante en este momento de la redacción. En general, se
adopta un criterio y se lo mantiene hasta el final: cronológico,
comparativo o por causa-efecto (son los más comunes).
13. El orden cronológico permite distribuir la información de acuerdo con un
criterio de tiempo. Domina la referencia de hechos históricos, los procesos de
elaboración o transformación de productos. Se vale de una serie de nexos que
ayudan a reforzarlo: inicialmente, posteriormente, finalmente, de inmediato,
después, con anterioridad, al principio, seguidamente, al final, antes, entonces,
más tarde…
El orden comparativo posibilita vincular los datos recogidos según semejanzas
y diferencias. Se vale de razonamientos para contrastar ideas. Se refuerza en el
texto por medio de los siguientes conectores: por otra parte, más bien,
contrariamente, antes bien, ahora bien, a diferencia de, no obstante, sin embargo,
en contraposición, en cambio, con todo, por el contrario, de todas maneras…
El ordenamiento por causa-efecto ayuda a reforzar las relaciones entre
conceptos o hechos. Un ensayo así estructurado expone de manera repetida, por
ejemplo, las razones y las consecuencias de una situación. Se utilizan, entre otros
recursos, los siguientes conectores: por tanto, en consecuencia, debido a ello, por
esto, como resultado de ello, porque, ya que, visto que, a causa de...
14. • Recapitular: en el cierre del desarrollo argumentativo se
reserva un espacio para retomar los ítemes principales
expuestos en el ensayo. Aunque no se diferencie una parte
concreta o explícita para esto, siempre se repasan o se unen los
puntos sueltos que hayan quedado sin unir.
“En resumen: parece que pueden caer partículas en agujeros
negros que luego se desvanezcan y desaparezcan de nuestra
región del universo. Las partículas parten hacia pequeños
universos que se separan del nuestro. Es posible que esos
universos reintegren en algún otro punto. Quizá no sirva gran
cosa para los viajes espaciales, pero su presencia significa que
seremos capaces de predecir menos de los que esperábamos,
incluso aunque encontráramos una teoría unificada completa
(…) en los últimos años, varios investigadores han comenzado a
estudiar los pequeños universos. No creo que nadie se haga rico
patentándolos como un modo de viaje espacial, pero se han
convertido en un campo muy interesante de investigación”.
Stephen Hawking, Historia del tiempo.
15. 6) LA REVISIÓN:
es el último paso a cumplimentar para producir un ensayo. Si bien suele hacerse a
medida que el autor redacta el texto, la puntada final debe darse una vez que se
considera concluida la primera versión del escrito, y luego de haberla dejado reposar
unos días. Aquí, una posible guía para la revisión:
Organización:
*¿Explican claramente el primer párrafo o la introducción las metas del
trabajo?
* Revisá la tesis del escrito: ¿hay una frase completa que la enuncia? Si no
existiese, ¿se deja entrever alguna hipótesis del autor en el cierre del texto?
* ¿Cómo es la conclusión? ¿Junta todas la ideas presentadas? ¿Concluye bien,
es decir, ahora el lector conoce más información y tiene mejor idea del punto
principal que antes?
* ¿Fluyen bien las frases y las palabras? ¿Hay buen sentido de conexión entre
frases, párrafos, ideas?
Contenido:
* ¿El ensayo aporta una idea nueva?
* ¿Fueron las ideas apoyadas por evidencia?
Forma:
* ¿El trabajo está bien presentado? ¿La forma es coherente con el contenido?
* ¿Es la presentación relevante al tópico? ¿Facilita la comprensión o distrae del
tema?
16. “En contra de lo universal y necesariamente válido, en contra de lo
que la academia establece que ocurre en el ámbito del saber, el
ensayo expresa lo que a uno se le ocurre. Y también lo que (a) uno
lee (ocurre).”
Augusto Albajari.
17. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
ALBAJARI, Augusto. “Escribir un ensayo”. En PAMPILLO, Gloria et al. (2005).
Una araña en el zapato; La narración. Teoría, lecturas, investigación y
propuestas de escritura. Buenos Aires: Libros de la Araucaria. Serie
“Comunicación y Estudios Literarios”.
BRAVO, Ana y ADÚRIZ, Javier (2000). El ensayo o la seducción de lo discutible.
Buenos Aires: Kapelusz.
SARMIENTO, Domingo F. et al. (1974). Selección de ensayistas argentinos.
Buenos Aires: Kapelusz.