Este documento hace un llamado a votar de manera responsable en las elecciones. Define la democracia como un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, en el que todos somos iguales. Argumenta que al votar debemos elegir al mejor candidato basados en sus acciones pasadas y presentes, no en promesas vacías. Cita a diversos filósofos y pensadores para resaltar que un voto responsable busca el bien común sobre intereses particulares.
1. POR UN VOTO RESPONSABLE.
Seamos todos bienvenidos a este foro, es decir a este espacio que semejante al
foro romano o al ágora helena era el lugar en el cual se reunían los ciudadanos a
debatir los asuntos importantes para su ciudad o polis. Fue así como en esos
lugares de la antigua Grecia y de la Roma Republicana surgió la democracia,
“doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno”, o,
“predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado”, como lo define el
Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, por lo cual podemos
afirmar sin ambages que es el gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo; y
como el pueblo somos todos, será el gobierno de todos, no de uno o de unos; para
lo cual se precisa aceptar que todos somos iguales. Y lo somos no porque un
legislador ya caprichoso, ya iluminado así lo haya señalado o se haya plasmado en
un texto constitucional. ¡No! lo somos por naturaleza; ya en el mito creacional
judeocristiano así se señalaba y si miramos el proceso evolutivo de la naturaleza,
con el paso de los miles de millones de años de evolución, no hay quien pueda
endilgarse el derecho a señalarse superior a otro, todos, gústenos o no, somos
iguales y como tales debemos obrar.
Hoy, aquí y ahora estamos por y para ello; para definir consciente, voluntaria,
racional y responsablemente por quien votar. ¿Pero que es el voto? La tercera
acepción de la palabra en el diccionario señalado lo define como el: “parecer o
dictamen explicado en una congregación o junta en orden a la decisión de un punto
o elección de un sujeto; y el que se da sin fundarlo, diciendo simplemente sí o no”;
por ello debe ser consciente y responsable; ¡y! responsable, con “y” griega, no con
“i” latina como algunos buscan, producto de adulaciones, promesas, dadivas, cantos
de sirenas o similares.
Al surgir la democracia como sistema de gobierno, opuesto a la tiranía, se buscaba
un gobierno más armónico en el cual todos tuvieran de todo, en donde las
igualdades fueran más notorias y se mermaran las desigualdades,
2. desgraciadamente el sistema tanto aquí como allá y acullá se está descomponiendo
y pareciera ser que estamos acercándonos a la oclocracia, peor aún a la
cleptocracia de mano de la plutocracia. Esperemos que no se llegue a esos
abismos, ello se logrará con un voto responsable. ¿Por qué responsable? Solo la
persona es el único ser conductual, es decir que realiza conductas, que no está
movido solamente por las fuerza físicas de la naturaleza, ni los meros instintos. La
persona como ser racional, es un sujeto de elección, debe elegir mínimo entre dos
cosas, su actuar no es fatalista, siempre tiene ante sí un panorama de posibilidades
entre las cuales escoge la que considere la mejor, opta por una u otra y por ello
responde; si fuera un animal que solo sigue el instinto no se le puede exigir
responsabilidad. ¿Y que es responsabilidad? Es asumir las consecuencias de sus
actos, por serle suyos. Este principio es la base del Derecho y pilar del Derecho
Penal. En otras palabras: al votar debemos responder por las consecuencias de
dicho voto.
La historia del derecho al voto ha sido larga y dolorosa, en un inicio fue solo para
unos pocos: los patricios páter familias, más adelante para los ricos, después para
los alfabetas, después de muchas vejaciones, dolores, sufrimientos, torturas,
encarcelamientos, lo conquistaron las mujeres (¿por qué digoconquistaron? porque
los derechos se conquistan, se reconocen, se respetan, se exige su cumplimiento,
se sanciona su lesión, pero jamás se mendigan). Hoy el voto es para todos los
ciudadanos, es decir los mayores de 18 años, ayer 25, después 21 ¿y mañana 16?
¿Qué propondrán los políticos ávidos de votos irresponsables?
Ante esta lucha histórica, descrita en clave de corta duración no se puede ser
inferior. Al votar mañana debemos optar por el mejor, por el “aristos” griego; no por
el que mejor hable o pronuncie palabras sonoras, o encienda los ánimos con
discursos patrioteros, o nos traiga a colación un pasado histórico, o hagan
malabares y prometan el oro y el moro; todo ello son palabras vacuas, que tan solo
son aire y van al aire, son solo hermosos cantos de sirenas ¿o de tritones?, porque
ahora me pregunto ¿por qué no hay una mujer? ¡Mujeres! ¿por qué en esa mesa
3. no hay una sola mujer? ¿acaso sois inferiores?, bien; u ¿os tienen como inferiores?,
grave; u ¿os consideráis inferiores?, gravísimo. Pero tranquilas, ya os endulzarán
los oídos a cambio del voto; y es que en esta contienda como en la guerra y en el
amor todo se vale.
Pues bien, decíamos votar por el mejor y ¿cómo saber quién es el mejor?
Recordemos las palabras que hace veinte siglos, en la lejana Palestina, pronunciara
el Mártir del Gólgota, el divino taumaturgo que murió en la cruz por lo que dijo, no
por lo que hizo (derecho penal de autor); y entre aquello que dijo, señaló que a las
personas las conocemos por sus actos y nuestras abuelas, en su sabiduría
campirana sentenciaban “amores son acciones y no buenas razones”.
Para conocer los pueblos debemos estudiar su historia, su pasado, sus cimas y sus
simas, sus aciertos y fracasos; y al igual, para conocer a los hombres hemos de
indagar en su pasado y presente personal, no en el ¿cómo nació?, porque todos
nacimos desnuditos y todos nacimos de mujer, excepto Macduf en la tragedia de
“Macbeth” de William Shakespeare. Miremos que han hecho, como, lo han hecho,
si pueden responder honestamente de su patrimonio, como es su vida familiar, su
responsabilidad como padre, como esposo; como se desempeñó como servidor
público o cual ha sido su realización como profesional liberal, cual ha sido su vida
social, cual el comportamiento con sus semejantes, cuáles son sus gustos y
aficiones, cuáles sus apetencias, sus vicios; recordemos con Balzac que no hay
hombre completo sin su vicio, o acaso es que todos somos virtuosos, si es así
despleguemos nuestras alas de arcángeles, todos tenemos virtudes y pecados,
todos somos hombres que nos debatimos entre el bien y el mal; pero ¿qué prima
en cada uno de quienes hoy nos piden el voto?.
La responsabilidad del voto es una responsabilidad ética; rememoremos a Hegel
quien señalaba que el Estado es la comunidad ética, es la realización de la ética,
en la cual comunidad están aunados tanto quienes gobiernan como los ciudadanos,
enfatizando que el gobierno está ordenado por la ética.
4. Esa ética conlleva hacer el bien, tanto para consigo mismo como para con los
demás; por ello la ética es ontológica, propia del ser, connatural con la persona
humana e igual para todos y deontológica por que rige las relaciones con los demás,
por ende votar responsablemente es un deber ético, porque debemos tender al bien
de cada uno e igualmente al de todos; el voto irresponsable, el voto comprado, el
voto vendido, el voto bufón es un voto antiético que lesiona a la sociedad y la
sociedad es nuestra razón de vivir. Si recurrimos a los profetas del Pacto Social,
pensamiento que tuvo sus orígenes antes de que Rousseau y Hobbes lo
popularizaran, nos habla de un pacto de un pacto de mutua ayuda y no agresión,
mutua ayuda que se traduce en servicio de todos y para todos; en las democracias
esta mutua ayuda se traduce en votar con responsabilidad, buscando un buen
gobierno que favorezca a todos y no lo contario.
Y ahora tornemos la vista hacia los candidatos, cuyo nombre viene de “cándida”,
túnica blanca usada por los romanos que se postulaban para el Senado, símbolo,
no de castidad, sino de dignidad, de vida digna, vida virtuosa, palabra que proviene
de “vir”, palabra de gran entidad entre los romanos, de donde surgen: virilidad, valor,
virtud; es decir las más grandes connotaciones morales.
Ustedes están avalados por todos los partidos políticos y en sus banderas tremolan
todos los colores del arco iris, desde el azul escarlata, hasta el rojo esmeralda,
pasando por el verde turquí. Dedicados a esa actividad que se llama Política y que
El Estagirita denominaba “Politeia”, como el derecho de la ciudad, de la ciudadanía
y de los ciudadanos y estos últimos tienen el derecho a un buen gobernante, y el
buen gobernante no nace, se hace. El gobernante debe buscar el bien común,
señalaba El Aquinate, y para llegar al bien común debe obrar de acuerdo con la ley
natural que se encuentra escrita en el corazón de cada hombre y que se conoce por
la luz de la razón, razón que es común a todas las personas; ese gobernar debe ser
ético sigue diciendo el Doctor Angélico y la ética es el amor al prójimo, que es querer
el bien de todos los hombres que se plasma a través de normas que son
ordenaciones de la razón, es decir ordenes de la razón, porque la razón siempre es
5. lógica. Las normas justas siempre sirven al bienestar de la comunidad. El orden
político es emanación natural de la sociabilidad humana, se es gobernante para
buscar el bien común, no el bien particular, ni el de unos pocos, sino de todos. Es
la obligaciónlegal y moral que tiene quien de ustedes salga electo, es una obligación
sagrada, si no la quieren cumplir, si buscan otros intereses, lo honesto y enhiesto
es retirarse.
Es bueno recordar también a Maquiavelo que aconseja al gobernante no ser odiado
y ello se logra absteniéndose de ser rapaz y usurpador de los bienes y esos bienes
no son solo los privados de cada súbdito, sino principalmente el tesoro público, el
erario, que a más de ser de todos es sagrado; por ello cuando en la antigüedad
grecolatina se sancionó el delito de peculado, se le bautizó con ese nombre, de
“pecus”, ganado sagrado que pertenecía a los dioses y se tenía en los templos para
su sacrificio. El erario que ustedes van a manejar son dineros sagrados, ya no de
los dioses, pero sí de los hombres, producto de los impuestos en su mayoría
emanados de los trabajadores que no pueden ocultar sus ingresos, porque tanto
empleadores, como bancos y Estado se lo controlan; estos dineros son el producto
del trabajo, del sudor de miles de personas y el manejo que le van a dar ha de ser
digno de tal sacrificio, por ende debe ser limpio, transparente y en beneficio común.
¡Ah! Ahora les insto a que miremos al frente, ¿quiénes están aquí?, algunos
estudiantes ante quienes me inclino por que son la razón de ser de mi labor, y
¿quiénes más? ¡Ah sus seguidores!, pero entre ellos, ojo, muchos son aduladores;
sobre ellos, Maquiavelo recomendaba a Cesar Borgia rechazarlos y en cambio
elegir un conjunto de hombres sabios cuya tarea sea responder las consultas con
toda la verdad. Jamás dejar que otro decida por ustedes y no modificar la decisión
ya tomada. Además, me pregunto desde mi escepticismo intelectual al ver que
pertenecen a diversas comunidades políticas ¿quién los gobierna?. Un gobernante
prudente y sabio será capaz de tomar consejos como es debido, pero el mérito no
será de quien aconseja, sino de quien debe ser aconsejado. Recibid consejos, no
órdenes. Gobernad y no seáis gobernados.
6. Ahora dejemos las disertaciones de los filósofos y recurramos a las bellas letras. En
el capítulo 42 de la segunda parte del Quijote, este da consejos a Sancho Panza
antes que fuese a gobernar la Ínsula Barataria, consejos validos ayer como hoy,
tales como: el temor a Dios, el conocerse a sí mismo (difícil conocimiento), ser
“humilde virtuoso que pecador soberbio”, “tomar por medio la virtud, porque la
sangre se hereda y la virtud se aquista y la virtud vale por si sola lo que la sangre
no vale”; “hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre, pero no más justicia
que las informaciones del rico. Procura descubrir la verdad por entre las promesas
y dadivas del rico como por entre los sollozos e importunidades del pobre” y otros
más por el mismo tenor; en el capítulo siguiente, 43, le da consejos en relación con
la compostura y buenas maneras en el comer, beber, vestir y holgar que tampoco
se han de dejar de lado.
Y a aquellos que se consideren herederos del pensamiento de Ezequiel Rojas,
hombre ímprobo, recto, de honestidad acrisolada, tanto que Francisco de Paula
Santander y Santos Gutiérrez le designaron como albacea testamentario de todos
sus bienes, lo cual acredita su reputación de hombre honesto. En “La razón de mi
voto”, primer ideario de lo que sería el partido Liberal, indica que se debe “adoptar
una severa y rigurosa economía y que no se inviertan las rentas publicas sino en
las necesidades reales de la sociedad”; principios que no se quedaron en la letra,
sino que los puso en práctica cuando fue Ministro de Hacienda, “el gobierno se debe
organizar en beneficio de los gobernados”, es decir en beneficio del pueblo que lo
eligió y a quien representa y no en beneficio de uno o de una camarilla.
Y para concluir citemos a Carlos Arturo Torres, una de los grandes cimeras del
pensamiento político nacional, que en su “Profesión de fe” señala. “El sufragio debe
ser libre, independiente y puro bajo la salvaguardia de un poder electoral
independiente” … “en el orden económico el régimen debe ser tan favorable como
sea posible a las iniciativas y a las energías individuales en pro de la colectividad
entera y no una legislación destinada a enriquecer, so pretexto de proteger castas
o gremios industriales o agrarios o en detrimento de la maza común de
7. consumidores”; “supresión de todo funcionario público cuyos servicios no sean
estrictamente necesarios”. ¡Ojo! Que diría Carlos Arturo Torres de las nóminas
paralelas; pero bueno, afortunadamente murió hace más de un siglo y podemos hoy
seguir prometiendo puestos y curules en la burocracia, como dice originariamente
la canción “Soy boyacense” del maestro Vargas y no un “aplauso a la democracia”
como la han corregido. Torres hacía énfasis en la necesidad de la educación, como
base fundamental de la libertad; “la alta función del liberalismo es convencer, fundar
escuelas”. Por ello la educación y la cultura son importantísimas, trascendentales.
Es deber del gobernante propender por exaltar la cultura, la alta cultura, la perenne,
la que ha dado movimiento al mundo y no la popular, comercial y ramplona, cuya
divulgación la hacen las empresas comerciales y no es dable al gobierno financiarla,
pues el gasto es mucho y los frutos pobres. El gasto en ello -nuestro departamento
ha sido en los últimos años triste ejemplo- raya en los tipos del Código Penal.
Aquí termino, no molesto más, mi ánimo, desde mis 70 años, 55 viendo la política
nacional, 40 la departamental y 35 dedicado a la enseñanza por vocación, no por
profesión, me dan título para hablar, mi deseo no es ofender, si lo he hecho,
presento disculpas, si me disculpan, lo agradezco, si no, también. Solo deseo
despertar entre mis estudiantes y los que no lo son, inquietudes. A todos ellos solo
ruego una cosa, voten, voten responsablemente por el candidato que consideren
mejor, o mejor en blanco, pero voten, es una obligación cívica, política y ética.
carlos gabriel salazar cáceres
Tunja 8 de septiembre de 2015.
Foro ¿Qué gobernador necesita Boyacá?
Universidad Santo Tomás.
Corporación Propósito Boyacá.