Este documento discute la doctrina de la inerrancia bíblica. Presenta pruebas deductivas e inductivas de la inerrancia basadas en el carácter de Dios, el poder de Dios y el trabajo del Espíritu Santo. También aborda posibles problemas como la ausencia de los manuscritos originales y aparentes errores científicos o contradicciones en la Biblia. Concluye que las dificultades en la Biblia son insignificantes en comparación con los problemas de rechazar su inspiración y que, aunque no podemos ent
1. Seteca, Curso: Bibliología y Teología Propia
I Trimestre, 2009
Oscar Arias D.
Inerrancia
Introducción:
1. Aclaración: La doctrina de la inspiración verbal no pretende enseñar que todas las palabras de la Biblia
fueron pronunciadas originalmente por Dios mismo, o por hombres impulsados por la voluntad divina.
Todos sabemos que en las Escrituras hay palabras de Satanás y de hombres y mujeres rebeldes, inicuos
y opuestos a Dios. Cabe destacar, en el estudio de estos casos, que la inspiración no garantiza que
todas las palabras de la Biblia se conforman al carácter y propósito de Dios, sino que todas las palabras
que Él quiso incluir en su revelación escrita se encuentra fielmente registradas en los manuscritos
originales.
2. Afirmación: Si creemos en la inspiración plenaria y verbal de las Escrituras, la inerrancia es una
consecuencia lógica. No se puede separa una de la otra. Hay sólo dos alternativas lógicas: o la Biblia es
sin error por ser inspirada, o es un libro como cualquier otro.
I. Pruebas deductivas de la inerrancia
A. El carácter de Dios (Ti. 1:2; Ro: 3:4; Jn. 17:17)
Dios es veraz y no puede mentir. Entonces, la palabra de Dios no puede contener errores de
ningún tipo. Dios no puede ser verdad y al mismo tiempo equivocarse en su revelación.
B. El poder de Dios: ¿Tiene Dios la capacidad de producir una Biblia sin errores?
C. La obra del Espíritu Santo.
Puesto que la Biblia fue escrita bajo el control del Espíritu Santo, ¿permitió Él errores en su
producción?
D. La insensatez que sería confiar en una Biblia con errores.
Si los profetas, apóstoles y aun el mismo Jesús estuvieron equivocados en poco o en mucho, ¿qué
garantía tenemos de que lo que creemos es confiable? Si los escritos de la Biblia se equivocaron en
algo ¿cómo sabemos que el resto de lo que dijeron es verdad? ¿Podemos confiar en la promesa de
que Cristo regresará algún día?
E. El carácter del lenguaje humano.
Una comunicación exacta requiere un lenguaje exacto. Aunque el lenguaje es limitado, esto no
significa que Dios no pueda valerse del lenguaje del hombre para comunicarle de manera exacta su
voluntad. Si desconfiamos y somos escépticos ante la confiabilidad del lenguaje humano como
instrumento de comunicación, entonces ponemos en duda nuestras propias afirmaciones de
cualquier cosa.
II. Pruebas inductivas de la inerrancia
A. Mateo 4:4 Note la importancia de toda palabra que sale de la boca de Dios.
2. El Texto Bíblico, Inerrancia, pág. 24
B. Mateo 5:17-19
La jota es la letra más pequeña del alfabeto hebreo ( ), y la tilde es una pequeña marca que
distingue ciertas letras del mismo alfabeto ( ).
C. Mateo 22:32
“Yo soy el Dios de Abraham.. .Dios no es Dios de muertos, sino de vivos”. Aquí se ve la importancia el tiempo
verbal soy en lugar de era.
D. Juan 10:34-35
Jesús llama ley a las palabras que se citan en el Salmo 82:6 Se refiere a ciertas palabras en
particular, y hace una afirmación sobre las Escrituras en general.
E. Gálatas 3:16
Note la importancia del número de una palabra (simiente) en singular y no en plural. Hasta los
pequeños e insignificantes detalles gramaticales son importantes.
F. 2 Timoteo 3:16 Toda la escritura es inspirada, no parcialmente. Este argumento se puede aplicar
también a la inerrancia. Sería muy subjetivo decir que sólo una parte de la Biblia es inspirada o
inerrante.
III. Problemas en cuanto a la inspiración e inerrancia
A. La ausencia de los manuscritos originales.
Los judíos, y luego los cristianos, fueron fieles guardianes del Texto Sagrado. Las copias se
multiplicaron desde el principio (Dt. 17:18-20). Las versiones o traducciones indican que el texto
se ha preservado. Las variantes en los manuscritos existentes no afectan la sustancia del texto.
Los estudios históricos y lingüísticos, y los descubrimientos arqueológicos han confirmado en
muchísimos casos el Texto Sagrado. Si se compara la evidencia que tenemos para la Biblia (gran
número de manuscritos antiguos) con la que existe para otras grandes obras literarias de la
antigüedad, concluimos que la Biblia se halla en gran ventaja.
B. La limitación de la inspiración divina a los manuscritos originales.
¿Por qué no inspiró el Espíritu Santo a los copistas y traductores? El trabajo de los escritores
originales es mucho más difícil que el de los copistas o traductores. Los escritores sagrados
(hagiógrafos) tenían que plasmar por escrito una revelación, los copistas solamente tuvieron que
transmitir lo que ya estaba escrito. Además, si Dios hubiera inspirado también a los traductores,
¿Cuál versión en Castellano (por ejemplo) sería la “inspirada”? Dios no ha reescrito el texto
bíblico, pero sí lo ha preservado a través de los siglos, de tal modo que podemos decir con certeza
que en nuestras manos tenemos la Palabra que Él reveló a los escritores originales. El hecho de que
hubo un original divinamente inspirado sirve de garantía a las versiones de la actualidad. Las
variantes entre los manuscritos antiguos resultan ser de poco peso.
3. El Texto Bíblico, Inerrancia, pág. 25
C. Los aparentes errores científicos de la Biblia.
1. Los diferentes campos de acción de la ciencia y la Biblia
(a) El método científico sirve para determinar la veracidad de ciertas realidades, pero no todas
las realidades. También hay que señalar que los científicos se reservan el derecho de emitir
juicios sobre la Biblia, sin permitir que ella hable por sí misma. Sin embargo, no permiten
al teólogo que emita juicios científicos debido a su notoria incapacidad en esa área. 23 A
veces basta que alguna persona sea experto en cierta rama de la ciencia para que se le dé
autoridad en asuntos religiosos. En este sentido el teólogo está en desventaja porque a él
no se le permite hacer una apología de su fe sin que conozca todos los campos del saber
humano. Es importante dejar bien claro que es necesario conocer la Biblia antes de emitir
juicios científicos en contra de ella.
(b) Antes de emitir un juicio sobre la veracidad bíblica en lo científico, es necesario conocer lo
que la ciencia dice sobre determinado asunto. Por ejemplo: la teoría de la evolución sigue
siendo solamente una teoría para los hombres de la ciencia.
(c) Debe reconocerse que la realidad se compone no sólo de lo natural, sino también de lo
sobrenatural. La Biblia se relaciona con ambos elementos de la realidad. En cambio, la
ciencia sólo con una de ellas.
(d) Hasta la fecha no se ha señalado un supuesto error bíblico que haya menoscabado la
confianza del pueblo de Dios en la veracidad de las Escrituras.
(e) En realidad, los supuestos errores científicos de la Biblia, se aplican básicamente a los
llamados errores históricos.
2. Aparentes contradicciones en el Texto.
(a) Mateo 27:9
(b) Mateo 2:23
Conclusión:
1. Es cierto, y sería insensatez, negar que hay cosas que en la Biblia no podemos entender a cabalidad.
Hay dificultades que no podemos resolver completamente. Una opción fácil sería unirnos al clamor
popular de que la Biblia tiene errores. De hecho muchos lo están haciendo.
2. Si hay problemas en el cristianismo, los que existen en cualquier sustituto que se ofrezca para la fe
cristiana son aún mayores e incalculables. Las dificultades en las doctrinas de la Biblia son reales, pero
son insignificantes cuando se las compara con los tremendos problemas que se le plantean a los que no
aceptan la doctrina bíblica de la inspiración.24
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Gracias a Dios tenemos cada vez más cristianos que son también científicos en todas las ramas.
24
E. J. Young, The Word is Truh, págs. 59-60.