Este poema anima al lector a no rendirse y continuar persiguiendo sus sueños. Aconseja aceptar las sombras del pasado, liberar las cargas emocionales y volar de nuevo. Incluso cuando haya miedo o frío, el poema dice que aún queda fuego en el alma y vida en los sueños, por lo que vale la pena intentarlo de nuevo cada día.