2. ÉPOCA ANTIGUA
En la época antigua, poco a poco fue gestándose la
hermenéutica entre los griegos. Desde el comienzo de la
filosofía se da la pugna entre los que privilegiaban el sentido
literal de los textos y los que privilegiaban el sentido alegórico.
3. Socráticos: Platón y Aristóteles
La misma palabra hermeneuein tuvo una evolución. Primero significaba
el dar a conocer algo, por ejemplo de parte de los dioses, como era la
función de Hermes. Así ocurre en Platón, para quien hermeneieum
designar el ser mensajero y hermenenéouon es el intérprete de los
mensajes divinos, así Eros es un buen intérprete de los mismos y aun
habla de un arte hermenéutica aplicada a lo divino. Por eso el
Hermenauta o hermeneus es un mediador ordinariamente entre los
dioses y los hombres.
No se extraña el que la hermenéutica haya estado ligada a la
retórica, que es una de las disciplinas que proporcionan la estilística. La
retórica no sólo era vista como una técnica de producción del
discurso, sino también como una técnica de comprensión del mismo.
4. ÉPOCA MEDIEVAL
Aunque el estudio de la hermenéutica de la Edad Media ha
sido muy relegado en las historias de esta disciplina, es casi
ocioso decir que en esta época hubo un cultivo muy fuerte de
interpretación. Los medievales tenían buenos maestros: los
judíos y los griegos. Si tomamos en cuenta la época
inmediatamente anterior, designada como Época Patrística, la
hermenéutica medieval se da sobre todo como exégesis de la
Biblia. Podemos señalar dos tipos principales de
interpretación: la literal y la alegórica (o simbólica, o
espiritual)
5. LA ALTA EDAD MEDIA
En el caso de los monjes de los siglos V a X, sobre todo agustinos y
benedictinos, se dedican a retener el legado hermenéutico de los
Padres, especialmente el de San Agustín. Se muestra un gran gusto
por la exégesis alegórica; ella predomina sobre la literal. Sobresale la
alegoría porque es lo que el monje necesita para articular su vivencia
mística.
Obtenemos una lección de la Alta Edad Media, para la hermenéutica
actual. En la tensión dialéctica entre monjes y escolásticos, donde
otra vez se juegan el sentido literal y el simbólico, vemos que es
posible no sólo no renunciar a ninguno de los dos sentidos, sino que
también es posible aglutinarlos proporcionalmente. Siempre va a
predominar alguno de los dos, pero sin destruir al otro; así puede
predominar una de las dos hermenéuticas, pero nunca destruyendo la
otra.
6. EL ESPLENDOR DE LA EDAD MEDIA
En el paso del siglo XII al XIII, encontramos muchos autores que se
dedicaron a hacer compendios. Se hicieron
glosas, interlineales, marginales, etc. Con una exégesis cursiva o
rápida. Son una especie de manuales, servían de instrumentos. Tienen
una finalidad pedagógica.
La lección que se desprende de aquí para la actualidad, en esta nueva
y diferente pugna entre sentido literal y simbólico, es más radical que
las anteriores: el sentido simbólico sólo puede darse gracias al
literal, por virtud de la sujeción que éste le da para que no se pierda en
el infinito del sentido, que también puede ser el infinito del sin-sentido.
El sentido simbólico sólo es posible si se atrapa, al menos en alguna
medida, el literal. Es el que va a evitar la herejía o el absurdo, se
relaciona con una relación.
7. LA BAJA EDAD MEDIA
Durante la baja edad media es para nuestra hermenéutica
actual la necesidad que da el cientificismo, como el
nominalismo ambiente, de sobrepujar y trascender el sentido
literal, para acceder a lo simbólico. Pero que puede soltarse y
exagerarse tanto que borre el sentido literal y sólo quede el
sentido simbólico, no sujetable a ningún canón de la tradición.
Es como diría el psicoanálisis, el retorno de lo reprimido, su
venganza. Así, si tapamos o bloqueamos el sentido
simbólico, éste se sobrepone al literal, y rompe sus paredes
hasta anegarlo todo.
8. ÉPOCA MODERNA
El renacimiento dio a la hermenéutica una orientación filológica:
se hicieron las primeras ediciones científicas, como una primicia
de lo que después serían en la modernidad. La época
moderna, con su racionalismo y empirismo, propició el
cientificismo, que añora el sentido claro y distinto, y relega el
múltiple significado, la polisemia, que es el núcleo de la labor
interpretativa. Por eso la hermenéutica decayó
muchísimo, reducida a la filología ilustrada y científica.
9. ÉPOCA CONTEMPORÁNEA
Después de haberse apagado mucho la hermenéutica en la
modernidad, por obra del racionalismo, del empirismo y de la
ilustración, cosa que en la época contemporánea continuó y aun
recrudeció el positivismo, en esta última época ella resurgió, sobre
todo por virtud del romanticismo, del vitalismo, del historicismo, de la
fenomenología y del existencialismo.
10. FRIEDRICH SCHLEIERMACHER
Logro un notable renacimiento de la
hermenéutica, en medio de un olvido bastante
grande de la misma por parte de la
modernidad. En el contexto del
romanticismo, supo ser atento a los ideales de
este movimiento, y lo plasmo en su método
hermenéutico, aunque también recogió y
exhibió las deficiencias del mismo. Algo loable
fue el haber llamado la atención hacia la
importancia de la hermenéutica, ya no tanto
como instrumento de la filosofía, sino como
una actitud filosófica y como un modo de
filosofar.
11. FRIEDRICH NIETZCHE
Influyo mucho también al resurgimiento de la hermenéutica, llega a decir
que no hay objetos, sólo interpretaciones. Con ello niega la posibilidad
de conocimiento metafísico. La metafísica ha de dar un paso a la
interpretación, como retórica hermenéutica. El ser se hunde en la
nada, Dios está muerto; todo eso lleva al nihilismo.
Hace, pues, un llamado muy fuerte al individualismo, descree de la
verdad “objetiva”, y le importa más la verdad del yo. Por eso no trata de
demostrar, sino de persuadir. En contra de los idealismos
metafísicos, resalta la temporalidad y la historicidad. Como en el origen
de todo se encuentra la oculta voluntad de poder del hombre, el
hermeneuta debe imponer su interpretación, que es nueva, sobre las
interpretaciones anteriores, viejas, y puede hacerlo por la “violencia
discursiva” de la retórica.
12. WILHEM DILTHEY
Es el que más directamente vuelve a
poner la hermenéutica en circulación a
finales del siglo XIX y principios del XX.
Se opone al reduccionismo de los
positivistas, que pretenden imponer a
todas las ciencias el modelo de las
naturales; Dilthey se propone defender las
“creencias del espíritu”, conservándoles
sus métodos objetivos propios: en ellas se
trata de comprender, no de explicar, la
realidad humana, que es radicalmente el
mundo de la vida y, por lo tanto, la historia.
Su constante recurso a la historia le ha
valido ser llamado historicista.
13. MARTIN HEIDEGGER
En su obra Ser y Tiempo, como uno de
los momentos de su metafísica, coloca el
trabajo hermenéutico de ser del hombre.
Con ello propició y fomentó mucho el
pensamiento hermenéutico, además de
que elaboró varios de los conceptos que
son imprescindibles para esta
disciplina, tales como el conocimiento
como des-velación comprensiva, la fusión
de horizontes, entre otros.
14. HANS-GEORG GADAMER
En su comprensión hermeneuticista ve a la
interpretación que se haga de un texto tiene
que ser defendida mediante la
argumentación. Es decir, la argumentación es
posible, y se da en el diálogo, con
instrumentos y recursos que aporta la
retórica, como se hacía en la antigüedad
clásica. Hace ver que toda interpretación se
da dentro de una tradición interpretativa, pero
añade que se debe llegar a trascender dicha
tradición, mediante la innovación, que es
producto de un trabajo profundo, no sólo del
golpe de genio.
15. PAUL RICOEUR
La hermenéutica es considerada por Ricoeur
como un arte de captar los significados de los
textos que son polisémicos, esto es, que tienen
sentidos múltiples; por ello los más apropiados
son los simbólicos, que son los más ricos. En el
acto de la interpretación se aproximan mucho la
comprensión y la explicación, llegando casi a
fusionarse. El acto interpretativo tiene como
modelo la metáfora, esto es, lo que literalmente
se presenta y lo que se contiene de manera
profunda u oculta.