Las Danzas de la Muerte surgieron en Europa durante la Peste Negra del siglo XIV para recordar a ricos y pobres que la muerte es igual para todos. A través de representaciones gráficas y literarias criticaban la desigualdad social y mostraban la mortalidad humana. En el siglo XV se popularizaron las representaciones de esqueletos bailando que advertían sobre la fugacidad de la vida a través de la danza.