Como echar raíces profundas en el amor de Dios

1. Raíces firmes en el amor de Dios
Las plantas germinaron con rapidez porque la tierra era poco profunda, pero pronto las
plantas de marchitaron porque no tenían raíces profundas y murieron (Mateo 13.5-6); (…), las
semillas sobre la tierra rocosa, representan a los que oyen el mensaje y de inmediato lo
reciben con alegría; pero como no tienen raíces profundas, no duran mucho. En cuanto tienen
problemas o son perseguidos por creer la palabra de Dios, caen (Mateo 13-20-21).
Las citas anteriores, nos llevan a la reflexión espiritual de la necesidad de tener raíces
profundas o firmes en Dios. Los que escuchamos la palabra hemos experimentado de las
persecuciones o los problemas que se presentan después de ello. Conocemos de personas que
ante la tribulación o el desierto prefieren abandonar el camino de Dios.
Nótese la secuencia de las enseñanzas de Jesús:
1. Se
recibe la
semilla.
2. No se echan
raíces profundas
3. Vienen
problemas
4. Temor,
huyen
Muchos cristianos creemos, que poseer los dones espirituales o asistir a la iglesia en cuanto
servicio exista, nos hace firme. Pero he conocido de personas que teniendo los anteriores
signos cristianos han desmayado ante el primer problema. ¡Y es que una cosa debe tener claro
el creyente! los dones no nos dan firmezas, los dones no nos garantizan la salvación.
Un ejemplo claro de esto, se observa cuando leemos Mateo 10.1, 4, 8 y 20. Jesús les dio
autoridad a los discípulos para expulsar demonios y sanar toda clase de enfermos; Judas
Iscariote se encontraba entre los discípulos con autoridad, pero al final Judas traicionó a Jesús
y no entró al Reino de Dios.
Se alardea de los dones, se menosprecia a otros hermanos porque nosotros manifestamos los
dones, nos creemos superiores, discriminamos, pero muchos no tenemos raíces firmes en el
amor de Dios. Los dones espirituales son terrenales y momentáneos, no eternos. (1 Corintios
13.8-10); son para ayuda mutua entre hermanos (1 Corintios 12.7); son selectivos (1 Corintios
12.8-10); y se distribuyen voluntariamente de acuerdo a la decisión del Espíritu Santo (1
Corintios 12.11). es decir, el creyente no tiene que hacer fuerzas, ni meritos para tener los
dones, es por la Gracia de Dios.

2. Incluso, algunos se presentaran ante Jesús exhibiendo como garantía de Salvación, el ejercicio
de los dones espirituales, pero la respuesta a muchos será “Nunca los conocí. Aléjense de mí,
ustedes que violan las leyes de Dios (Mateo 7.21-23). Seguros de los dones, no nos
preocupamos en echar raíces firmes en el amor de Dios.
Jesús en Mateo 10.22 expresó con respecto a la salvación: “el que se mantenga firme hasta el
fin será salvo”. Es decir, el cristiano debe preocuparse por buscar firmeza, en obtener las cosas
que le dan firmezas.
¿Pero cuáles son esas cosas que brindan firmeza, y que si, necesitan esfuerzo?, Pablo en
Efesios 3. 14-17 nos brinda información al respecto:
Pablo pide en oración a Dios, que de sus gloriosos e inagotables recursos seamos fortalecidos
con poder en nuestro ser interior por medio del Espíritu Santo; una vez fortalecidos con poder
Cristo habitara en nuestros corazones “en la medida en que confiemos en el”; y echaremos
raíces profundas en el amor de Dios.
Orar,
pidiéndole
a Dios.
Que de sus
gloriosas
e
inagotables
riquezas.
Raíces
Firmes en
el amor de
Dios
Seamos
fortalecidos
con poder en
nuestro
ser
interior.
En
la
medida en
que
confiemos
en Cristo.
Por medio
del Espíritu
Santo
Cristo se
mantiene
en nuestros
corazones
Se observan los pasos para echar raíces firmes en el amor de Dios, la oración, ser fortalecidos
con poder en nuestro ser interior mediante el Espíritu Santo; una vez, Cristo habitará en
nuestros corazones, pero “en la medida en que confiemos en él”, es decir, vamos a necesitar
pruebas, desiertos, etcétera.
Y el Espíritu Santo nos fortalece con poder con los recursos gloriosos e inagotables de Dios.
¿Pero cuáles son esos recursos? En 2 Samuel 2.6, podemos observar que el Amor de Dios en el

3. principal recurso inagotable. Y en 1 de Colosenses 1.11 se nos describe otros recursos gloriosos
que fortalecen, como son: constancia y paciencia. ¡Esto es principalmente por lo que hay que
pedir en oración!, amor, constancia y paciencia. Esto nos ayudara a tener raíces profundas y
firmes en Dios. Pero el mayor de todos los recursos en es amor (1 Corintios 13.13).
Dios los bendiga,
Robert Ivam Quiñones Garavit