Procedimientos para la planificación en los Centros Educativos tipo V ( multi...
Lecturas críticas últimoimpresono.11
1. w w w . P E R I Ó D I C O D E L I B R O S . c o m
Lecturas C R Í T I C A S
P V P $ 5 . 0 0 0 - Pe r i ó d i c o d e c r í t i c a b i b l i o g r á f i c a . No . 1 1 . B o g o t á , A b r i l d e 2 0 1 2 - I S S N 2 0 1 1 - 6 1 2 8
Allan Moore, David Lloyd, Amparo Dávila, Clarice Lispector,
Angel Cappelletti, Manuel González Prada, Omar Jayyam,
Ramiro Lagos, Peter Schneider, Juan Villoro, Matilde Sánchez,
Javier Cercas, Charles Dickens, Henry Bergson, Max Stirner, Alfred Jarry
3. Narrativas
El hombre árbol, la mujer sapo y el huésped
traspasa, que no cierra su mirada
Cuentos reunidos Karla Sandomingo sin párpados, que abre su silencio
Amparo Dávila
aterrador al desdibujar el propio
Fondo de Cultura Económica
miedo con esa sombra. Y el dolor
298 páginas
queda ahí, parado en la puerta,
México, 2010 busque. Luego, el narrador que- detonan las cosas tristísimas, de- recargado en el muro de la muer-
da de lado para que aparezca la soladas, vivas, palpitantes con un te, otra vez. Otra vez el dolor y
segunda voz de él como pensa- corazón difícil de dibujar porque la muerte. Porque parece que la
miento girando alrededor de una es un corazón de otra parte. muerte ronda callada, poderosa.
queja grande –su esposa es una Amparo Dávila tiene un co- Y más parece una solución que
mujer-desastre que antes fue una razón de otra parte, tal vez naci- un infierno. “Aún cuando hay
mujer hermosa y cuidada-, y de do en las minas, en las cavernas quienes aseguran que el dolor es
un deseo enorme de escapar de oscuras de la imaginación, en la interminable y que nunca se ago-
su entorno tan sucio y poco esti- biblioteca repleta de libros que ta, yo opino que después del 10º
mulante, una situación precaria, contenía a su padre trabajando, grado de mi escala, solo queda la
mediocre y triste. El narrador en el punto cero del miedo, en memoria de las cosas, doliendo
cuenta mientras el personaje sue- la noche. Su corazón pudo haber ya no en acción sino en recuer-
ña y nosotros escuchamos la voz nacido nocturno, en sus prime- do”. Así los cuentos de la autora:
de su pensamiento. El personaje ras palpitaciones de la escritura, se quedan ya no en acción, sino
viaja a través de su mirada per- con un ser informe viviendo en como una impronta que no tiene
dida hacia los pájaros que surcan esos espacios que atrapan sin re- forma definida pero es una hue-
el cielo y se dirigen al bosque. medio: los miedos de la infancia, lla permanente. El lector de Am-
Quiere ser árbol. Quiere ser ár- en la infancia. Pero los miedos paro Dávila que entra a la lectura
No sé cómo fue que descubrí
bol para sentir el aire, los pájaros, del adulto, de la mujer, del hom- de su obra narrativa sale de sus
a Amparo Dávila. Seguramente
la paz. Quiere ser árbol con el bre, atrapados en el infinito de su cuentos como se sale de hacer el
fue en un recoveco del tiempo,
riesgo de no ser reconocido por destino inefable y terrible. Como amor, como diría alguna vez Ju-
cuando algunos segundos que-
sus hijos, de ser tallado por los “El huésped”, un ser que dibu- lio Cortázar al hablar de la efec-
daron suspendidos, o cuando
enamorados con su nombre gra- ja el miedo aterrador que está tividad de un cuento breve. Eso
estaba lista para entrar a la lec-
bado en un corazón eterno, con adentro de ella misma pero que siento: Se termina la acción de la
tura con una taza de café en día
el riesgo de ser talado, de morir trajo su marido de sabe dios dón- lectura y el cuento se queda sin
lluvioso, lista para sentir la pro-
pese a todo. ¿Qué puede uno ha- de. Y no la escucha porque es un poder contarlo o repetirlo, que
fundidad de su obra, la turba-
cer sino mirarlo correr escaleras mueble más. Ella, quien además causa extrañeza cuando regresa
ción que provoca la ambigüedad
abajo rumbo al bosque para es- es la narradora, lo dice. Y ve la de golpe en un recuerdo, con sus
de sus historias, la incertidumbre
capar? ¿Quiere la “Muerte en el sombra de su miedo paseándose atmósferas borrosas, neblinosas.
en la que se viven sus personajes,
bosque”? por toda su casa: es tan terrible
la oscuridad interna en que ellos Sus primeros libros de cuentos
habitan. Si se quisiera desgranar el que no puede describirlo por en- (en 1959, Tiempo destrozado,
cuento, cualquier cuento de tero: “Guadalupe y yo nunca lo y en 1964, Música concreta, y
No alcanzo a ver la turbulen-
Amparo Dávila, se toparía con nombrábamos, nos parecía que en 1977, Árboles petrificados)
cia en el corazón del hombre que
estructuras fragmentarias, con al hacerlo cobraba realidad aquel marcan claramente la naturaleza
quiere ser árbol, pero la siento.
la ambigüedad en una historia ser tenebroso” con sus grandes de su narrativa: de terror, pero
La atmósfera de caos que mues-
que la convierte en varias por las ojos amarillentos, casi redondos más bien fantástica, pero más
tra el narrador a través de los es-
lecturas posibles, con la pregun- y sin párpados, que parecían “pe- bien metafórica, pero más bien
pacios es detallada y maravillosa
ta que ni alcanza a formularse, netrar a través de las cosas y de poética, pero más bien… no es
como reflejo del caos interno
con ese asombro particular que las personas”. Es el miedo que encasillable, y la inteligencia, la
del personaje, del desastre en su
realidad: el departamento donde agudeza y sensibilidad de esta
vive con su mujer gorda que hue- narradora todavía permanece en
le a cebolla, lleno de recuerditos El lector de Amparo Dávila la sencillez de su pluma, sin aspa-
vientos, sin ruido. Tal vez debía
viejos y empolvados con pedace-
ra de cosas inservibles, repetido
que entra a la lectura de su obra ser más leída. Tal vez el tiempo
en la vivienda de la señora igual sale de sus cuentos como se sale le traiga lectores sensibles, agu-
de gorda y desordenada con cajo-
nes llenos de recuerditos viejos y
de hacer el amor, como diría alguna dos e inteligentes. Y los ojos del
lector siguen estas palabras que
empolvados con pedacera de co- vez Julio Cortázar al hablar de la intentan definir lo indefinible,
sas inservibles, de donde sacará efectividad de un cuento breve. cuando lo único importante que
deben encontrar en estas líneas
el número del dueño de un de-
partamento en renta. Porque la es lo siguiente: hay que buscarla
esposa de este señor está harta de en los estantes de las bibliotecas,
vivir en un lugar pequeño y no debajo del miedo, en Google, en
esperará más tiempo para que él el sueño que, al despertar, quedó
Abril 2012. No. 11. 3
4. Narrativas
temblando en el último hilo que
La ética del animal perfecto
recuerdas y que se va borrando y
que no puedes reconstruir y no
quieres perder. Así es Amparo
Dávila cuando cuenta. Deja que
te cuente de alguien que está pa-
ralizado en las escaleras viendo pa-
sar a su amor, aquella mujer que
Cerca del corazón salvaje Gabriela Santa Arciniegas
Clarice Lispector
le produce dolor, y luego cómo el Alfaguara, clásicos
placer del dolor hace que prefiera Espana, 2000
matarla antes que perder su sen- 300 páginas.
timiento de estudio. Deja que te
cuente del hombre que entendió
que la mejor solución era llegar a
la central y pedir un boleto a cual- “Cerca del corazón salvaje” de la
quier parte antes que averiguar si brasilera Clarice Lispector fue su
sus fantasmas eran de cuerpo y primera novela, escrita cuando ella
tela o si sólo era su mente destro- apenas tenía 17 años; pero ya a esta
zando su incipiente libertad. Deja edad la autora tenía un estilo defi-
que te descubra Amparo Dávila nido, osado, íntimo, del cual ella
a ti en un recoveco del tiempo, misma decía que es un “no-estilo”.
cuando algunos segundos que- La verdad la autora no necesitaba
Clarice Lispector. Foto: Claudia Andujar (1961).
daron de pronto suspendidos, o tener más de 17 años para ser el
cuando estabas listo para leer con monstruo que fue. Pues lo único
taza de café en mano un día llu- que precisaba era su infancia. Era
vioso, listo para sentir la profun- donde siempre volvía. Era de don-
didad de su obra, la turbación que de sacaba el tema de toda su obra
provoca la ambigüedad de sus his- narrativa y poética. De su infancia
torias, la incertidumbre en la que y de su yo inabarcable. Ella decía
se viven sus personajes, la oscuri- que: “unos cosen para afuera, yo
dad interna en que ellos habitan. coso para adentro”.
Deja que te traiga un huésped a En todas las obras de Clarice,
tu cuarto y que no sepas quién es, la trama es secundaria. Las accio-
qué es, qué hace ahí y por qué te nes existen para ilustrar caracterís-
mira dormir o cocinar, y que ade- ticas sicológicas de los personajes.
más no puedas deshacerte de él si Por eso, ella se decía, más que una
no es con la solución más tajante. escritora, una “sentidora”. (Olivei- refiere desde el título, “El corazón cir, lo sé bien, pero no lo puedo
O que te narre la preocupación de ra). Muchas veces fue comparada salvaje”, que aparece en el epígra- decir. Sobre todo, tengo miedo
un amigo por su amiga que se va con Virginia Woolf y con James fe de la novela, tomado de Joyce: de decir, porque en el momento
desbaratando por una infidelidad Joyce, con el fluir de conciencia “él estaba solo. Estaba abandona- en que tengo que hablar, no sólo
que la lleva a ¿la locura? ¿O por y el monólogo interior; sin em- do, feliz, cerca del salvaje corazón no exprimo lo que siento; más
qué ve a un sapo con ojos idén- bargo, ella misma confesaba no de la vida”. El corazón salvaje es bien, lo que siento se transforma
ticos a los de la otra, parado por haber leído nunca a ninguno de la esencia, es la verdad que somos lentamente en lo que digo. O por
fuera de su ventana croando y estos dos autores. No le interesaba detrás de toda apariencia, todo lo menos, lo que me hace actuar
croando? ¿Pero locura de quién si seguir a nadie. Le interesaba escri- paradigma, toda ley. no es lo que siento sino lo que
él comienza a ver cómo le crecen bir. Desde sí. Romper. Develar. Y Para construir esa ética, la au- digo” (Lispector, 11). Esta dico-
los ojos a la costurera amante del le interesaba sobre todo el Yo. tora se vale de una estructura na- tomía entre el sentir y el lenguaje,
novio de su amiga?, que te lleve rrativa en donde la vida de Joana sumerge a Clarice en la misma
al departamento de esa amante En la novela que nos ocupa,
es contada en un reiterativo volver preocupación que aborda a Musil
costurera a la que le vio los ojos “Perto do Coracao Selvagem”, se
a la infancia, por un lado, y por el desde “Las tribulaciones del estu-
más grandes y la cabeza más ve una indagación constante por
otro, el mundo de los hechos apa- diante Törless”. Törless busca un
grande (¿será mentira, metáfora, el ser mujer, y por el ser, a secas.
rece sólo como una consecuencia puente entre él y lo inexpresado,
realismo mágico, literatura fan- Hay también una búsqueda de la
o a veces simplemente como un pero el puente se deconstruye; no
tástica, terror humano, psicología libertad, un deseo de recuperar la
mundo paralelo a la geografía in- conduce a la idea de infinito sino
deforme?) para tapar de una vez imaginación. Por otra parte, se ve
terior de Joana, que es realmente a un signo vacío. Claudio Magris
por todas el abismo en el que cae la incomunicabilidad del lengua-
el asunto principal de la obra. Este dice: “Musil es un escritor que lo
su amiga, cayendo él, cayendo tú je, la soledad, y el constante du-
mundo se presenta mucho más cifra todo en la verdad y que en
también, hasta que termines de dar de todos los paradigmas. El
interesante, colorido y vasto que consecuencia se debate en el dile-
ver la sangre entre tus dedos. Deja paradigma “ética” es uno de los
el mundo de las formas. Aquí es ma entre la necesidad de expresar-
que te cuente. cuestionados; es deconstruido en
donde se presenta la primera ten- la y la imposibilidad de hacerlo”
esa búsqueda del ser, sólo que ese
sión, pues el lenguaje no le es sufi- (Magris, 274). El personaje de
ser no se nos presenta idealizado,
ciente a Clarice para expresarse ni Lispector sufre de una angustia
Karla Sandomingo es narradora sino que se devuelve a lo primal, a
comunicarse. “Es curioso cómo parecida. “Nada puedo decir aún
mexicana, gestora cultural. Premio lo animal. Su ética es “la ética del
no sé decir quién soy. Quiero de- dentro de la forma. Todo lo que
Juan José Arreola de cuento. animal perfecto”. Es a lo que se
4 Abril 2012. No. 11.
5. Narrativas
poseo está muy profundo dentro - Malo es no vivir…
de mí” (Lispector, 50). El sí mis- Clarice Lispector - Morir? – preguntó él.
ma, no posee un lenguaje posible
para comunicar-se, y el lenguaje
sufre de una angustia - No, no –gimió ella
- Qué es, entonces? Dime.
humano es un código que ade- parecida a la de Musil: - Malo es no vivir, solo eso. Morir
más de ser limitado, al usarse,
envuelve a Joana en su mentira,
“Nada puedo decir es otra cosa. Morir es diferente de
lo bueno y lo malo”. (pg. 48).
la convence de sentir diferente de aún dentro de la forma.
lo que está en su interior. No hay
una posible conciliación.
Todo lo que poseo Para Lispector, la sustancia
Pero el conflicto de Lispec- está muy profundo ética ya no consiste en poder dife-
renciar bien y mal, o en centrarse
tor va más allá de las dicotomías dentro de mí”. en uno u otro como posibilidad
lenguaje-comunicación e inte-
de vida. Ella quiere devolverse a
rior-exterior, que se encuentran
los orígenes de todo, crear todo
en el nivel conceptual, sino que
de cero. Por eso se pregunta, no
hace tambalear el mismo aparato
en digestión. Pero es la poesía in- ta, sexual, rabiosa. Que se aplica “qué es el bien para otros?”, sino
estructural, formal, del lengua-
dudablemente vista por un niño al concepto general de ser huma- “qué es el bien para mí?”.
je de los textos filosóficos, o de
cualquier texto del mundo adul- en su más elemental y poderoso no. Ahí todo lo demás le parece En esa búsqueda Joana está
to. Ella recupera el lenguaje de la asombro. un juego: “Su tía jugaba con una sola. La mayoría de los personajes
infancia que aún no conoce lími- La devoración. Clarice, des- casa, una cocinera, un marido, de la novela se identifican con un
tes sociales ni morales impuestos, de dentro de sí misma, devora el una hija casada, visitas. El tío ju- concepto cultural y social de gé-
para encontrar —o abarcar— su mundo exterior, desde los cimien- gaba con el trabajo, la hacienda, nero, y siguen las normas mora-
yo, para cuestionarse qué es en tos literarios hasta los conceptos el juego de ajedrez, los periódicos. les y éticas, sin preguntarse nada.
verdad ser mujer. Ahí comienza a ideológicos, filosóficos, morales y Joana buscó analizarlos, sintiendo Joana en cambio no le teme a ex-
nadar por los lindes del “animal éticos más arraigados e incuestio- que así los destruiría” (Lispector, plorarse a sí misma. Ante los ojos
perfecto”. El ejemplo más con- nables, los digiere y los regurgita 44,45). Analizarlos para destruir- adultos, por ejemplo, los de su tía,
tundente que observamos desde en algo diferente. Este proceso es los, es devorarlos para transfor- Joana “es una víbora. Es una ví-
este punto de vista, aparece con el consecuencia de la influencia que mar su propia experiencia como bora fria, Alberto, en ella no hay
poema que la Joana niña inven- el manifiesto antropófago había mujer. amor ni gratitud. Inútil quererla,
ta, llamado “Yo y el sol”, que es ejercido en todos los ámbitos cul- Joana se siente presa: “Presa, inútil hacerle el bien. Yo siento
una clara deconstrucción hecha turales brasileros. Este manifiesto presa. Dónde está la imaginación? que esa niña es capaz de matar a
en el mismo corazón del lenguaje se centra en buscar la identidad Ando sobre caminos invisibles. una persona...” (Lispector, 34).
literario, es decir, en la estructura del Brasil, regresando al canibalis- Prisión, libertad. Son esas las pa- Joana, desde la teoría que
del lenguaje poético como cons- mo y la desnudez en que vivían labras que me ocurren. Mientras Beauvoir expone en “La Etica
tructo social, y lo hace precisa- los americanos antes de Colón. tanto no son las verdaderas, uni- de la ambigüedad”, ha venido al
mente usando las estructuras del Una de las frases más célebres de cas e insustituibles, lo siento. Li- mundo preexistente, mucho más
lenguaje infantil. El poema dice: este texto es la de: “tupí or not bertad es poco. Lo que deseo aún serio que ella, pero a ella aún no le
“Los pollos en el jardín trasero se tupí”, parodiando, o debemos de- no tiene nombre” (Lispector, 50). interesa ser seria, y ella se permite
comieron dos lombrices pero yo cir, regurgitando a Shakespeare. El ejemplo citado menciona los ser perezosa, dedicarse a aprender
no vi”. Cuando el papá le pregun- Ser tupí. Volver a la infancia conceptos de libertad y prisión, de sí misma, inventar poesías for-
ta, “¿Qué tienen que ver tu poesía cultural de América. La desnudez pero para derrumbarlos, y plan- malmente transgresoras. Pero es
y el sol?”, ella le responde: “El sol que no pretende ocultar nada bajo tearse un tercer término, oscuro e cuando el padre muere que ella,
está sobre las lombrices, papá, y un traje, y la antropofagia que sig- imposible de nombrar. Joana no aunque sigue siendo una niña,
por hacer la poesía no vi las lom- nifica “devorar” lo extranjero para se queda en lo que tantos pensa- comienza a cuestionar a los adul-
brices” (Lispector, 5). deconstru- “regurgitarlo” en algo totalmente dores han buscado, que es la li- tos, los confronta, los escandaliza.
ye tanto las bases formales de lo distinto, auténtico. Porque como bertad, porque ésta responde aún No le interesa hacer el pacto con
que occidentalmente considera- decía Gaudí, “la originalidad es a mecanismos sociales. Ella quiere la sociedad para ser aceptada e in-
mos como poesía, que es casi un volver a los orígenes”. Clarice hace trascender incluso esos mecanis- cluida en los roles que ésta le tiene
poema zen: las lombrices no están precisamente eso: quiere despo- mos, y por eso lo que desea su- preparados. En un momento in-
en la escena, y el sol tampoco, lo jarse del pudor y la apariencia que pera dicho concepto, para poder tenta rendirse y firmar ese pacto,
único que está paradójicamente lleva al hombre a vestirse, prefiere recuperar “la imaginación” que y decide, racionalmente, enamo-
es la poesía. La poesía como un permanecer en la desnudez ino- es absolutamente un concepto rarse y casarse. Ahí aparece Otá-
caparazón vacío. La imposibili- cente del niño —desnudez que relacionado con la infancia. Ella vio, su marido. Pero su búsqueda
dad del lenguaje por dar cuenta puede ser “inmoral” para el adul- se devuelve incluso a los prime- siempre vuelve a urgirla, y a hacer-
de todo. El anillo de Musil, por to— y “devorarse” todos los para- ros términos que aprende el niño la un ser siempre distinto al resto,
donde camina el poeta, o el escri- digmas para re-crearlos. Y ahí es para vivir en sociedad, lo bueno y y su proyecto de adaptación social
tor, el anillo que es el lenguaje, y donde ella se topa con “el animal lo malo, para cuestionarlos y re- fracasa. Finalmente encuentra
que es el borde del pozo de lo in- perfecto” como ella lo llama, o el batirlos. El siguiente es un diálo- una forma de saciar su deseo eró-
efable. Es la negación de la poesía “caballo joven”. El ser mujer, el go entre el profesor y Joana: tico a su manera, sin involucrarse
vista por un adulto, pues se devo- ideal femenino, no aparece idea- emocionalmente con el otro, sin
ra los elementos poéticos –el sol, lizado, angelizado, marianizado, “- Bueno es vivir… --balbució ella- averiguar siquiera el nombre, para
el cielo— y deja sólo unos pollos sino en el extremo opuesto, como -. Malo es… permitirse permanecer en su bús-
con la barriga llena de lombrices un ser hembra: Desbocada, egoís- - …? queda. Y finalmente encuentra la
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6. Narrativas
soledad que necesita para seguirse
explorando interiormente, seguir
sus pulsiones, su deseo. En ello
descubre su fuerza vital que es in-
agotable, y es en últimas, no una
pulsión tanática, sino una pulsión
de vida. Mientras Virgnia Woolf
termina yendo tras la pulsión de
muerte, Lispector en cambio bus-
ca la pulsión de vida:
“Sí, ella sentía dentro de sí un
animal perfecto. Le repugnaba
dejar un día ese animal suelto.
Por miedo talvés de la falta de
estética. O recelo de alguna re-
velación… No, no, --se repetía
ella— es preciso no tener miedo
de crear. En el fondo de todo po-
siblemente el animal le repugna-
ba porque todavía había en
ella el deseo de agradar y de ser
amada” (Lispector, 9).
Este párrafo es muy impor- Clarice Lispector
tante para la teoría que Lispector
está creando en esta novela, pues (op. cit., 13). La infancia equiva- cesos primarios sobre los cuales se evidencia la realidad de la mujer:
aquí es donde se relaciona el ani- le como diría Freud, a las pulsio- edifica”. Clarice intenta abrir su un constructo impuesto por los
nes. Al “perverso polimorfo” en mente de par en par y confrontar hombres (Woolf, 2008).
mal perfecto con la creatividad de
toda su plenitud. Sin culpa, sin lo más posible de los contenidos
la que hablábamos. Y con la infan- remordimiento, sin deseo de ser
Al final del libro, la respuesta
cia, porque para un niño todo es secundarios de ésta, para que, con frente a la pregunta de “qué es el
aceptada. Sólo actuando según
nuevo, todo está por ser inventa- ese estilo fresco e infantil, pene- bien para mí” se queda sin poder
sus deseos. Acercándose lo más
do. “Todo es nuevo bajo el sol”. posible a escuchar los furiosos
tren los contenidos subconscien- ser pronunciada, más aún, sin po-
latidos del salvaje corazón de la tes, primarios, a su conciencia, der ser e-nunciada, a causa de la
Para enfocarse en la fuerza vi-
vida. Lo interior es tan vasto, y de ese modo, regresando a su incomunicabilidad del lenguaje.
tal, que es lo que ella quiere defen-
que de él sólo se puede conocer infancia, acercarse a ese “animal
der, Joana lleva la sustancia ética Al volver a las últimas líneas
una parte: “es posible ser más allá perfecto”. Ella conoce sus miedos
hasta su límite. Pero acepta que del libro: “y un día vendrá, sí, un
de lo que se es […] soy más que frente a los castigos que la socie-
tiene miedo de que, por defender día vendrá en mí (…) y que todo
yo casi siempre”. Y el egoísmo, dad le puede propinar al identifi-
esa fuerza vital, se vaya a escindir visto así, como fuente de todo
venga y caiga sobre mí, hasta la
carla subversiva y particularizada,
del todo de lo que se considera conocimiento, es la clave para incomprensión de mí misma en
“delirante” (tomando la anotación
“mujer”, de lo que se considera llegar a lo vital. “Estar pisando ciertos momentos blancos por-
de Green sobre el significado de la
“humano”. El deseo de convertirse sobre lo vital sin saber”, como que me basta cumplir y entonces
palabra delirar como “sacar fuera
en ese animal perfecto, se contra- si la respuesta ya estuviera ahí, nada impedirá mi camino hasta la
del surco”).
pone incesantemente a la angustia pero como el yo es tan vasto, muerte-sin-miedo, de cualquier
de que ese “animal perfecto” se hay que dedicarle mucho tiempo La autora se vulnera, en trans- lucha o descanso me levantaré
suelte y ella deje de ser del todo para poder identificar qué es o parencia, superponiéndose a su fuerte y bella como un caballo jo-
estética. Esto se complementa con dónde está lo vital. Y al final del personaje Joana, que no es más ven” (Lispector, 154, 155), como
este fragmento: libro insiste: “de cualquier lucha que una radiografía de ella misma. una esperanza a futuro. En ese
o descanso me levantaré fuerte Este personaje le sirve a Clarice
“No me acusen. Buscar la base momento lejanísimo y nebuloso
y bella como un caballo joven” no sólo para cuestionar valores y
del egoísmo: todo lo que no soy ella dejará de temer, estallará, ter-
(Op. Cit., 155). circunstancias reales pero ajenas,
no me puede interesar, es posi- minará la gestación de la infancia
ble ser más allá de lo que se es Pero, como toda búsqueda on- estos valores y circunstancias fue- que es semilla de su fuerza vital,
–mientras tanto yo me sobrepaso tológica, ésta tiene un para qué. ron la realidad de la propia auto- de su “capacidad tan roja y afir-
aun sin delirio, soy más que yo Una meta, que está volcada hacia ra, en ellos fue criada y educada.
mativa cuanto clara y suave” (op.
casi siempre–; tengo un cuerpo la creación artística, o más concre- En el Brasil de los años cuarenta,
y todo lo que yo haga es conti-
cit, 154). Pero por ahora, aún en
tamente, literaria. Virginia Woolf en la comunidad nordestina que
nuación de mi comienzo [...] es las últimas palabras de la novela,
en el último capítulo de “Una era básicamente de agricultores
posible que esté pisando sobre lo persiste la tensión. Por eso el tí-
habitación propia” (Woolf, 2008) y campesinos, donde los valores
vital sin saber; esa es mi mayor tulo del libro es “Cerca del cora-
dice sobre la creación literaria: “La morales y sociales son marcados
humildad”. (Op. Cit., 11). El zón salvaje” y no “En el corazón
mente entera debe yacer abierta por el machismo, el cristianismo,
egoísmo es definido como una salvaje”, porque con la limitación
de par en par” como un requisi- el patriarcado, donde la mujer
especie de solipsismo, pues sólo del lenguaje y con ese miedo a ser
interesa lo interior, y lo exterior to primordial para la escritura. debe cumplir con unos roles muy
Y según lo planteado por Green plenamente, lo único que logra es
se diluye. Pone en evidencia el específicos y delimitados. Esta
(Green, 382,383): “la fantasía, acercarse a ese ideal de ser.
discurso primario en donde re- característica influye sobre el as-
side la particularidad. “Dónde como el texto, […] deja aquí y pecto sicológico de cada miem-
estaban las mujeres apenas hem- allí, justamente por ser una obra bro femenino del grupo cultural, Gabriela Santa Arciniegas es
bras? Y la continuación de lo que de ficción y, por lo tanto, goberna- forzándolo a la sumisión. En am- poeta, traductora y profesora uni-
había iniciado cuando niña?” da por el deseo, huellas de los pro- bientes como éste es donde más se versitaria.
6 Abril 2012. No. 11.
7. Narrativas
Entre la guerra y el arte
fulas de escritor, en compañía de
La velocidad de la luz Carolina Urbano su amigo Marcos, artista plásti-
Javier Cercas
co, quienes sin haber “expuesto
Tusquets editores
un solo cuadro ni publicado
298 páginas
un estilo, crean un conjunto de su familia, con su vida y con su un solo cuento” sentían que el
México, 2005
pensamientos y, si se quiere, una oficio. Esto puede sonar un poco mundo los estaba “ningunean-
filosofía. Javier Cercas es uno de moralista y sabemos, además, que do de forma flagrante”. Aun así,
ellos, puesto que sus libros no son no necesariamente los grandes estaban dispuestos a fracasar de
títulos aislados que finalmente es- genios, o los grandes pensadores, forma completa y absoluta en
tán unidos por un estilo y ya. En creadores y científicos, son las nombre del arte, pues estaban
la obra de Cercas, sus pensamien- mejores personas, de hecho, gene- convencidos de que era lo úni-
tos están unidos a los de los per- ralmente ocurre lo contrario. Pero co que querían hacer en la vida.
sonajes, a la trama de sus novelas, no se trata de dar una lección de De esta joven actitud libertaria
a los temas que en ensayos o en humildad o humanismo, sino (que significa hacer y ser lo que
sus columnas de El país desarrolla de mostrar que no es la guerra la se quiere), el pretendido escritor
de manera independiente a la lite- única manera en que un hombre va forjando una carrera gracias a
ratura, pero que salen y entran de pierde lo que le es esencial. su “exilio” en Urbana una pe-
la literatura a la realidad sin cho- La vida del protagonista y la queña ciudad en el Oeste Medio
carse, ni traicionarse. El resultado vida de Rodney se desarrollan de los Estados Unidos donde
de tan peligroso estilo es producir de manera paralela para mostrar puede iniciar un doctorado, tra-
en el lector no solo un placer es- dos caminos diferentes por los bajar como docente y escribir su
Si te empeñas en ser escritor, tético, sino todo un tratado sobre que el hombre puede llegar al primera novela (que en términos
aplaza todo lo que puedas el éxito. el oficio de escribir, hasta el pun- mismo estado de degradación. reales corresponde a la forma
Rodney Falk. to de que las historias que narra Rodnay es, en su juventud un como Cercas escribe su opera
parecen excusas con las cuales de- hombre sensible, inteligente, prima El inquilino). A partir de
velar, no los secretos, sino los ca- pero demasiado recto para de- allí, el éxito se empieza a abrir
En el arte, como en la vida, minos siempre oscuros por donde clinar a la guerra en vez de ha- como la maldición paradisíaca
las reglas tienen la estabilidad del transita el autor cuando intenta, cerle frente tal como lo ha hecho que ya le había descrito Rodney
viento y la solidez del agua. Ga- en este caso, escribir una novela. su hermano, y como antes su hasta colmarse con la muerte
damer diría que las reglas se au- En la Velocidad de la luz, padre y abuelo. Con la misma de su esposa y su hijo, causada,
toconstruyen en una obra de la Rodney Falk es un excombatien- rectitud pudo volverse fuerte y según él, por su vanidad y so-
misma forma en que se crean para te de Vietnam, pero también un sobrevivir en Vietnam hasta que berbia, más que por el accidente
un juego. En cualquier caso, tan- ilustre intelectual echado a perder es tocado por la febril locura de que realmente ocurrió. Nuestro
to para el arte como para la vida, por los estragos que ha dejado la la guerra, es decir, por el grado protagonista reacciona pero es
existen dos caminos para llegar a guerra en su mente. Además de más alto de la estupidez huma- tarde, no tiene motivaciones
ellas: construirlas para sí o aco- su personalidad hosca y asocial, na que se alcanza justamente para escribir, su vida ha dejado
modarse a las de los demás. El pri- Rodney es un lector voraz y el cuando los hombres cruzan el de tener sentido y se dedica a
mer camino es el de la libertad; el alter ego del protagonista (que es umbral donde el odio, la nece- una vida sórdida que le permita
segundo, el del sometimiento y la el mismo Cercas, sin serlo) en su sidad de matar, el sentirse pode- olvidarse del pasado y de su sen-
sumisión. El primero es espinoso faceta de escritor, pues se consti- roso y héroe frente al enemigo, timiento de culpa.
y complejo, el segundo fácil y có- tuye en la conciencia que dicta las se convierte en una costumbre, Estas dos historias tan di-
modo. Generalmente las personas pautas de su escritura, de los plan- en algo normal. Entonces, pasa símiles, unidas a través de una
optan por la este último bajo la teamientos éticos y estéticos que que no hay héroes, ni poder, ni casual amistad y por el gusto a
promesa de una vida tranquila y tras bambalinas mueve el oficio siquiera un enemigo real, tal la literatura nos muestra el ca-
sin preocupaciones sociales o eco- de escribir. Uno de los principios como ocurre en el film Apo- rácter vivificador de la palabra.
nómicas. Sin embargo, siempre que Rodney afirma consiste en calipsis now de Coppola. Los Ambos personajes se abstraen
hay quien prefiera escoger el pri- que todo escritor muere como tal grandes hombres de la guerra del mundo, de sus imperfec-
mer camino. Algunos escritores cuando, como una suerte de des- dejan así de ser hombres y que- ciones, de sus defectos y limi-
están en ese grupo. tino fatal, alcanza el éxito. Scott dan en un estado tal que jamás taciones haciendo lo que más
En ese sentido, ser escritor y Hemingway son un ejemplo logran recuperar su humanidad, les gusta: hablar de literatura.
implica, precisamente, definir o de ello, “nadie muere por haber pues como sucede con Rodney, El inhumano Rodney pasa de
concebir de nuevo cada género fracasado, pero es imposible so- a las pequeñas oportunidades de asesino a sabio esteta, de com-
literario. Cortázar concibió una brevivir con dignidad al éxito”, felicidad y olvido, les pasará la batiente sanguinario a un apa-
manera de entender el cuento, lo dice, como una advertencia y a la cuenta de cobro el pasado, sin sionado lector que encuentra
mismo habían hecho ya Borges y vez como una premonición, pues misericordia ni fuerzas para de- en la literatura la vida que le fue
Gogol y Bocaccio, etc., etc. Cada es justo lo que va a experimentar tenerlo. negada, y que incluso es capaz
uno crea sus propias reglas, rein- el protagonista cuando, aliena- El caso del protagonista, por de reemplazarla. Por esto, en su
venta su propio género. Para quie- do por los excesos que van de la supuesto, es menos cruel, y ve- viaje a España, decide cancelar
nes logran tal hazaña, además de mano del éxito, ha acabado con mos como crece el joven con ín- su estadía en Pamplona, al com-
Abril 2012. No. 11. 7
8. Narrativas
La ciudad reconfigurada
prender que “había cometido
un error y que no merecía la
pena correr el riesgo de que los
Sanfermines reales degradaran
los radiantes Sanfermines fic-
ticios que le había enseñado a Berlín Dividido.
Juan Villoro y Matilde Sánchez
Isabel Baboun Garib
recordar Hemingway”.
Brutas Editoras
El protagonista, por su parte,
Nueva York, 2011
rescata su humanidad a través a dos especialistas en el género: se convertía en un paranoico sis-
137 páginas.
de la literatura de otra forma, ya Juan Villoro y Matilde Sánchez. tema de alarma, algo extraño para
que, siendo escritor, se nutre de la Impresos en la librería McNa- un viajero venido de México,
más absoluta necesidad de escri- lly Jackson de Nueva York en el donde la guerra ocurre lejos, o se
bir y esta solo sucede cuando no momento y a pedido, es decir, un pierde rápido”. La necesidad por
existe otra opción y se convierte libro que si el lector lo requiere se pertenecer a través de un retorno,
en el único camino posible para imprime de inmediato, en el mo- porque es así como Villoro nos
decir algo, para hacerlo, sentirlo mento, y se vende. invita a mirar ese Berlín, a partir
o expresarlo. Por esto, una vez Brutas se hace cargo de un de un retorno, de un regreso, el
tocado fondo, y nuevamente con Berlín doble, contado dos ve- que probablemente seguirá ocu-
la necesidad de escribir, ahora so- ces. Uno Oriental y el otro visto rriendo aún estando fuera de un
bre la vida de Rodney, sentía que desde la parte occidental. Posible Berlín perpetuo, histórico.
“Estaba más vivo que nunca, pero espejismo pero cierto. Entonces Para Matilde Sánchez (Buenos
era como si estuviera muerto y la dividido por que son dos auto- Aires, 1958) la necesidad de to-
escritura fuese el único modo de res mirando una misma ciudad mar lecciones de alemán fue mo-
evocar la vida, el cordón último que se muestra igual pero distin- tivo suficiente para el arribo a un
que me unía a ella”. La crónica de viajes ha sido ta. Para Juan Villoro (ciudad de invierno, a su Winterreise. Sán-
Marcos, el pintor, también motivo e impulso para escrituras México, 1986) autor de “Testi- chez ha realizado una importante
experimenta algo similar, después que se debaten en más de un gé- go” además de numerosos relatos labor como escritora, tanto de fic-
de reconocerse como el más fraca- nero. El testimonio, la autobio- y otros volúmenes, las crónicas ción como de no-ficción, apare-
sado de los hombres , de aislarse grafía, continúan convocando que aquí publica, se encuentran ciendo en su prosa una delicadeza
en una casa de campo y hastiarse experiencias, territorios en los en las revistas “Eñe” y “Letras Li- en contraste permanente con más
de aburrimiento, siente de nuevo que detenerse y quedarse. La in- bres”. “Berlín, capital del fin del de un tono, dejándonos con ga-
las ganas de pintar y lo hace, y lo definición genérica en torno a lo mundo” y “Berlín, un mapa para nas de más. La siguiente crónica
hace “bien”. Pues no hay mejor cronístico sin embargo, permite perderse” son versiones de los re- forma parte de “La canción de
manera de acceder a los misterios una mixtura del yo que narra lla- corridos que implicaron valorar las ciudades” volumen que reúne
del arte que por la vía de la pérdi- mándonos a mirarlo dos veces, un pasado en reubicación perma- varios relatos a partir de experien-
da de intereses artísticos externos, promoviendo una lectura viva nente y desaparición. “Durante cias de viajes. Aquí la crónica se
o del completo ocio, o de la nece- y contingente. Hoteles, playas tres años la ciudad en espejo me titula “Berlín, 86” y despunta en
sidad ineludible de expresarse. nudistas, museos, anticipan una convirtió en un pasado por parti- el Berlín Occidental. Para Matil-
No obstante, contrario a lo nostalgia muchas veces ajena a da doble, un náufrago voluntario, de sus conocimientos básicos del
que se puede pensar, no quiero la propia experiencia, pero que que perdía la brújula en el Este y idioma “bastaban para saber que
mostrar con este escrito que la li- se ancla sin mayor explicación. el Oeste” dice Villoro, revelando hablaban una lengua cerrada a las
teratura sea una especie de “salva- La melancolía de un pasado un entorno cruzado por la histo- influencias” aunque se mantuvo
ción”, sino advertir que detrás de incrustado en aquellos lugares ria reciclada en su arquitectura, firme con la convicción de que
esas inclinaciones artísticas, en los que visitamos por primera vez, en sus calles y museos parciales, si conseguía hablarla, se converti-
tres personajes, la salvación está los cuales no nos pertenecen como él mismo los denomina. ría en una escritora. Hospedarse
realmente en poder hacer lo que del todo, obligan a recorrerlos y La ruta empieza en el verano de significó adentrarse también en
se quiere hacer, por mero gusto, rápidamente a formar parte de 1981 en Berlín Oriental, para esa sintaxis, la que para Sánchez
por placer, sin esperar retribu- nosotros. Es en ese ajetreo de ca- asumir el puesto de trabajo como aparecía en la lógica del frío, de la
ciones o pagos. Curiosamente, y minatas difusas donde queremos agregado cultural en la RDA. La temperatura como algo básico y
volviendo a la máxima de Rodney aferrarnos, fundando una nueva estadía se perfila primero en un al mínimo. En casa de Aurore, la
acerca del éxito, podemos decir biografía. El trayecto a través de hotel para luego mudarse a un dueña del hospedaje, el invierno
que en la realidad Cercas pudo los ojos, la captura fiel o infiel de departamento donde las toses de había que pasarlo con seis trozos
manejar dignamente el prestigio paisajes superpuestos, uno sobre sus vecinos serían bulla habitual. de carbón y comprender el pasa-
obtenido a partir de la novela Sol- otro, permiten nuestra versión El encuentro con el Muro para el do y la propia biografía a través
dados de Salamina, seguramente, de lo visto, aunque ya existan autor constituyó un hecho geo- de los objetos. Sánchez se aferraba
porque toda regla tiene sus ex- otras tantas. Es el caso de “Berlín gráfico fundamental, una delimi- al tragaluz para no asfixiarse con
cepción. Pero, a lo mejor, porque dividido”, libro que se parte en tación que también cruza su escri- las estufas a carbón. Aprender
pudo matar esos demonios a tra- dos, en más de un Berlín. Bru- tura y divide su estadía. La guerra, alemán fue para ella otro posible
vés de esta novela. tas editoras, que en su colección la pregunta sobre el tiempo y qué tragaluz, en el cual respirar más
“Destinos Cruzados” ya habría leemos cuando leemos tiempo. de cerca un idioma que la lleva-
lanzado “Japón” a cargo de los La construcción de un imagina- ría a hablar de nuevo, uno que
Carolina Urbano es profesora
narradores Lolita Bosch y Alber- rio en el que su autor es consien- entonces también la definiría, y
universitaria, poeta y ensayista.
Columnista de El Tabloide, Tu- to Olmos, esta vez edita un libro te de una errancia necesaria pero le ayudaría a escribir. Estaba la
luá, Colombia. nuevo, convocando nuevamente inevitable. “Nuestro inconsciente profesora de lengua, Suzanne, y
8 Abril 2012. No. 11.
9. Narrativas
Matilde recorría la ciudad a tra-
vés de una arquitectura contenida
en el “tiempo imperativo, en las
instrucciones del subte, en mi
carta de transporte”, y memori-
zando billetes. Su experiencia fue
la de atravesar ese lenguaje pero
en los quiebres, pliegues y fallas
contenidos en él. Berlín o el país
del extrañamiento, del repaso de
una ciudad codificada en letras
que leídas en voz alta entregaban
un paisaje encubierto por melan-
colías, objetos como prueba de
una historia detenida también en
la calle. Para Matilde Sánchez su
Berlín fue la del repaso de una
práctica lingüística, anotada en
los cuadernos de ejercicios que propia palabra, la que se redefine el dialecto que allí pareciera ser un formato compartido, distraí-
para ella, se habían convertido en en una nueva personalidad, do- tan normal y cotidiano. Son otras do de las preocupaciones quizás
el diario de esa ruta todavía exten- ble, informe, desprendida de lo las costumbres, otros los hábitos habituales cuando se llega a un
sa por recorrer. que ha sido. El aterrizaje enton- de vida. Se extraña quizás lo que lugar por primera vez. La trama
Pareciera que la experiencia ces obedece a esa incertidumbre, parecía normal y aparecen las an- será aventurarse, y después contar
de un viaje no terminara con su aquí acotada al encuentro de otro sias de volver, llevarnos la extran- la historia, escribirla, perderla de
arribo, sino con una escritura que idioma, reducido a un cuarto de jería de vuelta, lo propio, que a vista. Desconocerla.
pide encontrar su coordenada y hotel, a objetos antiguos, a estufas vista de otros resulta exótico. Ber-
letra justa en una historia quizás de leña. Y la visita a ese espacio lín dividido nos deja esos trayec- Isabel Baroun Garib, poeta chile-
escrita desde antes. Algo se nece- podría llegar a desconcertarnos: tos, dibujos extraños pero ciertos, na residente en NY, actriz e intrer-
sita reafirmar, o prometer desde la no conocer el idioma, no hablar fieles a lo que pretenden narrar en prete de música barroca.
El problema de la libertad
chos y de números, de acuerdo
Tiempos dificiles Omar Ortíz a los principios vitales del señor
Charles Dickens
Tomás Gradgrind, “Un hom-
Cátedra
bre que arranca del principio de
450 páginas
diferente es el actual universo ca- el que el émbolo de la máquina que dos y dos son cuatro, y nada
Madrid, 1992
pitalista del que vivieron los teje- de vapor subía y bajaba con mo- más que cuatro, y al que no se
dores de Coketown, que se nos notonía, lo mismo que la cabeza le puede hablar de que consienta
describe como “…una ciudad de de un elefante enloquecido de que alguna vez sean algo más”,
ladrillo rojo, es decir, de ladrillo melancolía. Contenía la ciudad no han mejorado en mucho las
que habría sido rojo si el humo y varias calles anchas, todas muy precarias condiciones de vida de
la ceniza se lo hubiesen consen- parecidas, además de muchas la gran mayoría de los seres vivos
tido; como no era así, la ciudad calles estrechas que se parecían que ocupamos las muchas Coke-
tenía un extraño color rojinegro, entre sí todavía más que las gran- town establecidas en lo ancho y
parecido al que usan los salvajes des; estaban habitadas por gentes lo largo del planeta.
para embadurnarse la cara. Era que también se parecían entre sí, Porque Dickens además de
una ciudad de máquinas y de que entraban y salían de sus ca- mostrar en detalle las deplorables
altas chimeneas, por las que sa- sas a idénticas horas, levantando circunstancias de vida de los tra-
lían interminables serpientes de en el suelo idénticos ruidos de bajadores de la época, demuestra
humo que no acababan nunca pasos, que se encaminaban ha- cómo estas patéticas y opresivas
de desenroscarse, a pesar de salir cía idéntica ocupación y para las condiciones laborales despojan a
y salir sin interrupción. Pasaban que cada día era idéntico al de quienes son víctimas de ellas no
por la ciudad un negro canal y ayer y al de mañana y cada año solo de los mínimos bienes mate-
Cuando leemos Tiempos difí- un río de aguas teñidas de púr- era una repetición del anterior riales para el disfrute de una vida
ciles, la novela con que Dickens pura maloliente; tenía también y del siguiente”. Idéntica urbe a digna, sino de su vida interior,
abordó la situación ideológica, grandes bloques de edificios lle- la que padecen hoy los obreros de sus emociones y aspiraciones,
económica y social de la Inglate- nos de ventanas, y en cuyo inte- de Chicago, de Shanghái o de es decir, de su individualidad,
rra de hace doscientos años, te- rior resonaba todo el día un con- Yumbo, y entonces concluir que de la complejas situaciones que
nemos que plantearnos que tan tinuo traqueteo y temblor y en dos siglos de realidades, de he- alimentan la formación y el cre-
Abril 2012. No. 11. 9
10. Narrativas
cimiento de un individuo y su se comporta a través de la novela
preparación para el ejercicio de como uno de nuestros ricachos
su libertad. actuales en los que todo vale
Recordemos que el señor con tal de conseguir sus aviesos
Gradgrind es un convencido de propósitos. La descripción que
las tesis utilitaristas, según las se nos ofrece de este siniestro y
cuales la razón está regida úni- contemporáneo personaje habla
camente por criterios científicos por sí misma. “Era hombre rico:
entendidos estos como los que banquero, comerciante, fabri-
tienen que ver con la zoología, cante y no sé cuántas cosas más.
la botánica, las matemáticas y Grueso, vocinglero, de mirada
todas las disciplinas cuantifica- penetrante y risa metálica. Pare-
bles, medibles y comprobables cía hecho de un material tosco
en un laboratorio. Todo lo de- que había sido estirado mucho
más es nocivo para la educación para darle mayor volumen. De
de quienes tendrán a su cargo la cabeza y frente grandes, volumi-
dirección de la sociedad. Conse- nosas, con las venas de las sienes
cuente con estos principios, los hinchadas y la piel de la cara tan
hijos y educandos de Gradgrind, HARD TIMES tirante, que parecía que no le de-
son formados al modo como Ja- jaba cerrar los ojos y que tiraba
mes Mill, educó a su hijo John de sus cejas hacia arriba. Todo
Stuart Mill, quien a los cinco su aspecto producía el efecto de
años sabía griego, a los nueve proclamando al género humano cuando el trigo se encarecía, y se estar inflado como un globo y
álgebra y latín y a los doce era que allí estaba el Circo Sleary, ensoberbecía cuando el trigo se pronto a subir por los aires. Era
un muchacho excepcionalmente que solicitaba el favor de su visi- abarataba; algo que aumentaba a un hombre que jamás creía ha-
erudito, con conocimientos de ta”. Y más adelante el meticuloso determinado porcentaje, y arro- berse jactado lo suficiente de que
un adulto, pero carente de toda educador Gradgrind encuentra a jaba un porcentaje similar de era un hijo de sus propias obras”.
actividad emocional, situación Luisa y Tomás, sus pequeños hi- delitos, y otro porcentaje similar Y así como el señor Bounder-
que le provoca varias crisis por jos, fisgoneando bajo la carpa del de mendicidad; algo provechoso by protagoniza buena parte de la
creerse una persona incapaz de circo la maravillosa actividad que con lo cual se amasaban vastas historia de infamias que nutre la
sentir emociones hasta que des- allí se les ofrecía. Al quejarse ante fortunas, algo que en ocasiones novela, otro personaje, el joven
cubre a los poetas, lee a Word- su esposa, la fantasmal señora crecía como el mar, causaba da- Bitzer, da cuenta de los resulta-
sworth, a Coleridge y esta nueva Gradgrind, sobre la aborrecible ños y estragos (sobre todo a sí dos de una educación donde se
y vital experiencia aporta a su pilatuna de los niños, el enojado mismo) y bajaba de nuevo; así ha erradicado todo lo concer-
vida la placidez y la diversidad marido exclama, “-hubiera prefe- veía ella a los obreros de Coke- niente a la imaginación, a la fan-
que le habían sido negadas. rido encontrar a mis hijos leyen- town. Nunca había pensado se- tasía, a la creatividad y al juego,
Dos pasajes de la novela ilus- do poesía antes que eso”. pararlos en unidades, así como o sea todo talante, toda virtud
tran adecuadamente la actitud Como vemos, el señor Grad- no había pensado separar el mar que tenga que ver con la emo-
de Gradgrind a este respecto. grind representa una mentali- en las gotas que lo componían”. ción y los sentimientos. Desde
Y son las páginas por donde el dad que se rige básicamente por El señor Gradgrind es un su aspecto Bitzer da la impresión
orgulloso, optimista y satisfe- principios y valores que tienen convencido de buena fe de las de un ser carente de todo aspec-
cho padre, el muy práctico se- que ver con los fundamentos de bondades de su pensamiento, to humano: frio, translucido,
ñor Gradgrind, se encuentra a la economía política, que anu- de los principios utilitaristas que todo su accionar se encamina a
las afueras de la ciudad con el la lo múltiple en la conforma- nutren sus concepciones. Al fin usar a los demás para sus pro-
Circo Sleary, en una escena que ción del mundo, por porciones, y al cabo el utilitarismo busca la pios fines. A una súplica de su
hace recordar a los Señores Azu- incluidos los humanos, que se felicidad de todos con la contri- maestro el señor Gradgrind para
les del Submarino Amarillo, la pueden y deben sopesar y medir. bución de los individuos, muy que tenga compasión de su hijo
bella película de los Beatles. Así Así convierte a todo ser vivien- distinto a los valores de costo- Tomás, implicado en un asunto
nos la presenta el autor, “Había te, incluyendo las formaciones beneficio que impone la actual delictivo, el robo al banco del se-
entrado ya en el campo neutral sociales, en un dato o conjunto utilidad neo liberal, que no mira ñor Bounderby, responde Bitzer,
de las afueras de la ciudad, que de datos que por medio de ope- sino el enriquecimiento y bene- “Perdonadme si os interrumpo,
ni es ya ciudad ni es todavía cam- raciones matemáticas pueden ficio de los detentadores de la pero estoy seguro que vos sabéis
po, pero que está muy mal lo establecerse en sistemas donde riqueza a costa de la gran mayo- perfectamente que todo el siste-
mismo como campo que como sus preferencias y satisfacciones ría de los asociados. Pero al final ma social no es sino una cues-
ciudad; de pronto asaltó sus oí- se combinen y fusionen. Por Gradgrind nos demostrará con tión de interés propio. La única
dos un estrépito musical. Era un ello, para Luisa la clase trabaja- su actitud que en el fondo de su manera de mover a una persona
estrépito de metales y golpes de dora se convierte en, “Algo que ser persistía un acervo humano. es mover su interés propio. Los
bombo y tambor y procedía de debía trabajar tanto y cobrar Luego, este abanderado de una hombres somos así. Sabéis per-
una banda de música agregada a tanto, y nada más; que se debía causa filosófica necesita de un fectamente, señor, que es este
un circo que había instalado sus determinar infaliblemente por ejecutor, de un operador de tales el catecismo que me enseñaron
barracas de madera allí cerca; la las leyes de la oferta y la deman- conceptos y el autor nos lo brin- cuando yo era muchacho”.
banda de música bramaba más da, algo que tropezaba con esas da con creces con el fanfarrón Por fortuna, hay un mundo
y mejor. En la cúspide del tem- leyes y se metía en dificultades, de la humildad, como Dickens antagónico al mundo donde las
plo aquel flameaba una bandera algo que se marchitaba un poco llama al señor Bounderby, quien gentes de Coketown no tienen
10 Abril 2012. No. 11.
11. Poesía
siquiera la voluntad de rebelarse. lidario de ayuda y compromisos que tienen otras vidas, que narran hacer de la vida una divertida me-
Y es el mundo del circo. En el mutuos, donde los participantes o muestran otras historias y que le táfora que como en el circo, todos
circo se juega, en su espacio cual- de la pista convierten sus defectos permiten descifrar mejor sus pro- tengamos la capacidad de bailar,
quier cosa puede ser verosímil y en motivos de compromiso para pias actuaciones y su propia vida. saltar, reír, llorar, y sobre todo de
desde las muchas posibilidades con sus semejantes. Así, el ebrio La razón, nutrida por la imagina- mostrar nuestro cuerpo como el
que nos ofrece, existe la posibi- es el primero en enfrentar un pe- ción se vuelve generosa, dadivosa libro donde están escritos los co-
lidad de la fantasía, y desde este ligro con tal de aportar su cola- para los otros a los que aprende a tidianos placeres de la existencia.
variado y disímil lugar se apren- boración para beneficio de otro. mirar con la visión de la tolerancia El compendio, en fin, de muestra
de a enfrentar al mundo a través El circo es como el mundo de la y el respeto. Sin imaginación, la personal e intransferible libertad.
de la imaginación y a valorar las literatura, de la novela, donde las razón es una armazón de extrema
cosas por lo que las mismas son cosas no son como son sino como frialdad y crueldad. La respuesta
y no tan solo por su valor de uso. deberían ser. Donde el espectador entonces al llamado final que nos Omar Ortíz Forero es poeta, editor
El circo también es un espacio so- y el lector, hacen suyos personajes plantea la novela, no es otra que y director de la revista Luna Nueva.
Mirada periférica de un cristo roto
con sevicia a los incautos, a los ig-
Rimado del Cristo roto Jesús María Stapper norantes y, a los miserables. Sabe
Ramiro Lagos el poeta santandereano que es un
Sic Editorial. manentes que increpan mi alma, testigo scholars, y como un fabu- profeta de largo camino. Sabe que
Bucaramanga, 2004 y “mis almas”, porque dentro de loso actor, Ramiro Lagos es por es un juglar de clerecía, un asceta
100 páginas mí ser, tengo almas para todo. Y sí mismo, palabra y testimonio, consumado, aunque se entien-
es también, una visión particular testimonio poético. Sabe él, que de asceta a su manera. Sabe que
que desde la periferia, me permite desde la Edad Media, la sociedad es quizás el mejor apóstata de su
acercarme al libro del más osado y feudal se dividió en tres clases propia profecía poética. Entien-
contemporáneo juglar de clerecía, cuya composición y separación de que él es el único responsable
Ramiro Lagos Castro, cuyo título era de clérigos, guerreros y traba- de su llegada al cielo. Y para con-
es Rimado del Cristo Roto. jadores. Y en Rimado del Cristo tinuar en esa brega, cual si fuera
Esculca el autor de Rimado del Roto, su más reciente libro, contra un caminante misionero estoico y
Cristo Roto, allende Las Cristiadas, las acciones pecaminosas de algu- franciscano, prosigue su vuelo de-
todos los vericuetos que contie- nos clérigos, religiosos, y castas, nunciante, por eso atrapa la voz de
nen escritos poéticos que incurren enfila baterías quien fuera un sa- Neruda en su Canto General.
y concurren con sus versos para cerdote en ciernes, yendo quizás A través de salmos, cántigas,
la denuncia escueta sobre la ven- tras la senda de Ernesto Cardenal, sonetos, hasta la octava real,
ta de cada dios; y por ende, sobre o del propio Camilo Torres, y de etc., entre la metáfora y la rima,
la descuartización permanente de cuantos sacerdotes y ex-sacerdotes rima épica, va Ramiro Lagos a
¿En qué lugar purgarán las pe- Cristo. Y lo hace al igual que Dan- se han dedicado a la rebeldía, re- través del Rimado del Cristo
nas los dioses cuando pecan? ¿Será te en su “intento de reconquistar beldía que enfatiza su voz en con- Roto, tras la “caza de nombres-
que mi Dios, mi único Dios, ne- la creación de Dios para alterar el tra de los actos deleznables. Ellos, poetas”. Los atrapa, y los instala
cesita la rivalidad de otros dioses destino del hombre”. Si Dante es los “rebeldes” de Ramiro Lagos, con sus versos junto a los suyos
porque la competencia cuando se guiado por Virgilio y luego por no gustan de los Cristos delebles para regalarnos con su libro,
hace desde las alturas, con altura, Beatriz, Ramiro Lagos es guia- porque suben o bajan de precio, un canto casi místico con “la
es sana y fortalece? ¿Será que mi do por la necesidad suprema del de un día para otro. Ellos desco- sonoridad épica de un clarín li-
Dios y los “otros dioses” son capa- hombre miserable y su impoten- nocen esos Cristos cuyos valores berador”. Atrapa a Juan Ramón
ces de darle mejoramiento conti- cia; y también, por la musa su- reales se manifiestan al vaivén de Jiménez porque: “la poesía es
núo a sus paraísos? ¿Será que algu- prema que halla en los gemidos de los mercaderes y mercados porque una religión del Dios deseado y
nos paraísos ya pasaron de moda? las voces poéticas que denuncian. van sin alma y sin corazón de un deseante”.
¿Será necesario consensuar entre De alguna manera, al igual que lado para otro, van perdidos “sin A Pedro Bonifacio Palacios
los dioses, la creación de un infier- Dante y Virgilio, Ramiro también ton ni son”. Ellos desconocen “los con “sus salmos”. Al peruano
no exclusivo para “los dioses des- trata de redimir al hombre de su dogmatismos de ciertos arcipres- Manuel González Prada con
viados de rumbo”? ¿Será que en infamia contra el hombre. Porque tes”. Desconocen también “a los “sus presbiterianas”. Al chileno
algún momento puedo escuchar bien sabe nuestro vate santande- voceros de la biblia traicionada”. Miguel Arteche y su “Cristo
el vocabulario maldito de un dios reano, como sabe Baudelaire que: Ignoran por completo a los “sa- Roto”. Atrapa a Helcías Martán
cuando vocifera o aúlla de dolor o “un pueblo de demonios danza en nedrines madrugadores del alba”. Góngora con su “Acto de fe”,
arrepentimiento? ¿Será que la ig- nuestras cabezas”, e igualmente Sin embargo, atrapa la rebeldía de etc. “Congrega” el autor de Ri-
nominia, la miseria, el desarraigo saben ellos dos, que ante la pérdi- Ramiro, la gesta en pro de la repa- mado de Cristo Roto, poesía y
y la injusticia soportados con todo da del poder de Dios, “el diablo ración, quiero decir, la más eleva- pintura; y concatenadas, nos la
rigor por el hombre, son los úni- es quien maneja los hilos que nos da convivencia del hombre en el regala en la magia y en la espe-
cos medios para ostentar indivi- mueven”. amor, la justicia y la libertad, sin la ranza bendita que despierta al
dualmente un lugar en el paraíso? Inmerso dentro del Mester de venta de Cristo-s Roto-s que son inicio de una oblación sincera y
Son algunas de las preguntas per- Clerecía como un gran testigo, utilizados para cautivar y explotar sin genuflexiones. Congrega en
Abril 2012. No. 11. 11
12. Crónica
un soneto a Miguel de Unamu-
no y Diego Velázquez:
“El gran maestro de la pers- Cuando salí de Cuba...
pectiva y la luz” con “Cristo
Expósito”. Congrega a Goya
en la perspectiva de “El Cristo La Habana soñada Juan Carlos Gonzalez Franco
Abandonado” porque: “Pinta y vivida
Goya el agónico momento /del José Luis Díaz-Granados
Cristo roto de dolor profundo”. Franco Galería Editorial su cantoral que busca el amor dos por una bella serie de foto-
Congrega la “energía ilumina- Bogotá, 2012 brujo y sobretodo, esta Colom- grafías que revelan la compleja
da” en “El Cristo Salvador” de 136 páginas bia ausente cuando se le decretó arquitectura habanera, la cultura
Dalí. Congrega a Rubén Darío la errancia por el Caribe que sin- de sus gentes, los paisajes tropi-
con la imagen del Nazareno de tió y cantó como Pablo Neruda, cales, el hito de los encuentros,
América en el “Eccehomo Andi- su maestro. los momentos intensos a veces
no” que “tiene su tez de andino Nuestra colección fue inicia- solitarios que permiten entender
bronceado”. Existen Cristos para da con textos del maestro Fer- la comunicación intelectual del
todo. Cristo está acostumbrado nando Soto Aparicio y su libro autor, la realidad social de aque-
a su descuartización permanen- “Lección de Amor” , ilustrado llos entornos, el fuego poético de
te. Bien sabe que por doquiera con una veintena de pinturas del los momentos y la razón de ser
se venden retazos de su sangran- artista santandereano Hugo Díaz del hombre libre y justo.
te cuerpo. Por ejemplo, existen Gutiérrez: álbum que guarda una La inspiración editorial de
el “Cristo tugurial”y el “Cristo poética transgresora y que es bi- este libro radica en dos circuns-
suburbial”, válganme ustedes, blia de los enamorados en varios tancias especiales: la inmensa
los términos aplicados. Existen géneros literarios. El segundo vo- amistad que sostengo con el au-
los Cristos “innecesarios”. Me lumen es “’Piel de Sombra” del tor a quien admiro por su obra
refiero a los Cristos que habitan escritor Pedro Manuel Rincón, y su lealtad y, el profundo amor
dentro de los espejos: “Cristo de Pemán R, ilustrado por el pintor a una isla que caló mis vivencias
los espejos”. Es un Cristo que Con el título La habana so- y escultor Hever Sánchez, mues- cuando tuvimos la oportunidad
se rompe o se evade, casi que lo ñada y vivida del poeta y ami- tra poética que es un canto de lo de realizar allí actividades de in-
puedo calificar de irresponsable. go José Luis Diaz-Granados, cotidiano y del amor. tercambio cultural con sus insti-
Hay algunos Cristos más pobres presentamos el tercer volumen El presente libro se estruc- tuciones y con sus artistas tanto
que otros, viven los estigmas de de nuestra colección “Voces de tura con una serie de crónicas en el campo de la literatura como
la estratificación. Tal vez, Él, no América”, esfuerzo que reivindi- existencialmente concebidas por en el del arte plástico, fruto de
se haya dado cuenta todavía, ca aquel sueño de convertir en el autor para plasmar sus expe- lo cual son los libro-arte que re-
que a pesar de tanta praxis por realidad y desde el compromiso riencias de exilio en Cuba que copilan muestras sobre salientes
su venta, su cuerpo diezmado dé editorial, una colección literaria carga el peso de la nostalgia por de dichas disciplinas estéticas del
tan buenos resultados económi- que dé cuenta de lo mejor de las la ausencia forzada, pero tam- ámbito latinoamericano son un
cos. letras latinoamericanas. Con este bién la fuerza sentimental de la sabor generoso a espíritu Caribe.
Ramiro Lagos en su Rima- autor, la labor ha de entenderse isla, de La Habana, de sus gen- Este nuevo esfuerzo editorial
do del Cristo Roto nos entrega como el trasegar entre laberintos tes y sus calles, de sus rincones viene a llenar las expectativas de
búsquedas y hallazgos que nos e inventarios y aún a las puertas bohemios, de sus espacios de los inquietos de la cultura y de
enseñarán a procurar caminos del infierno como José Luis lo ha amor y su música Caribe, de los los amantes del sentir cubano,
limpios para llegar a un Cristo hecho a lo largo de su andadura encuentros intelectuales. Recoge cuyos hombres y mujeres alber-
real vivo, sin intermediarios, sin literaria. También es una fiesta así mismo el fruto parcial de su gan la idea de dignidad que se
comerciantes, sin el flagelo im- perpetua entre el muro y la pa- espacio semanal “Crónicas del percibe en su territorio y su his-
preso del dogma y de la política. labra con ritmos de primavera Milenio” dentro del programa toria y que significa tanto para
Iremos hacia un Cristo sin castas en un diluvio inolvidable, con radial “Despertar con Cuba” ellos que sientes a Cuba como
y sin membrecías, sin fanatismos la memoria alegre que escucha transmitido por la emisora pa- “El territorio Libre de América”.
lacerantes y divisionistas. alegremente la rapsodia del ca- triótica radio Habana Cuba,
La venta de Cristos (y otros minante en busca de los años programa que difundió todos los Juan Carlos Gonzalez Franco es
dioses) es permanente. Hoy son extraviados o de la muñeca noc- miércoles durante su estadía en artista plastico, gestor cultural, editor,
más en cantidad, y son más mi- turna en el más terrenal de los la isla. Los textos –testimoniales escritor y responsable de la edición
serables que en la época del pro- oficios. Se trata de proseguir tras y sentimentales– van acompaña- impresa de Pdl.
lífico Victor Hugo. Al parecer los
alaridos superan toda redención, Del libro... so océano. Recuerdo que comen- hasta que en algún momento de
porque la abrupta realidad, nos En mi ya remota adolescencia, zaba más o menos así: “¿Quiere mi vida, al regreso de un viaje por
enseña con franqueza, que nada a finales de los años 50, leí una usted saber cómo es un amanecer la Unión Soviética, me encontré
cambia, que cuando el hombre deliciosa novela de Hemingway en La Habana?”, y pasaba ensegui- con que al despertar dentro de
se propone arrasar al hombre, titulada Tener y no tener, cuyo da a elaborar la transposición de la un enorme avión “Tupolev” que
todo es igual. Les dejo, a manera ambiente habanero hace que el realidad más asombrosa y fiel de la me traía de Moscú y de Shan-
de conclusión y apostilla, en los lector se sumerja de tal forma en bella ciudad. non, tenía frente a mis ojos un
versos de una inquietud. el universo maravilloso de esta Con la obsesión de saber en ver- espléndido sol matinal, tranquilo
ciudad feliz, que se llega a sentir dad cómo era, o mejor, cómo es, y bermejo, como el descrito por
hasta su temperatura estival y el un amanecer en La Habana, dejé Hemingway en su mencionada
José María Staper es pintor, poeta
frescor húmedo de su esplendoro- pasar largos días con sus noches novela...
y escritor.
12 Abril 2012. No. 11.