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w w w . P E R I Ó D I C O                                                                                                              D E   L I B R O S . c o m




                                       Lecturas                                                                                                                 C   R   Í   T    I    C    A     S
P V P $ 5 . 0 0 0 - Pe r i ó d i c o d e c r í t i c a b i b l i o g r á f i c a . No . 1 1 . B o g o t á , A b r i l d e 2 0 1 2 - I S S N 2 0 1 1 - 6 1 2 8




       Allan Moore, David Lloyd, Amparo Dávila, Clarice Lispector,
        Angel Cappelletti, Manuel González Prada, Omar Jayyam,
     Ramiro Lagos, Peter Schneider, Juan Villoro, Matilde Sánchez,
Javier Cercas, Charles Dickens, Henry Bergson, Max Stirner, Alfred Jarry
C o n t e n i d o
                                     Director
                           Carlos Andrés Almeyda Gómez
                             editorial@periodicodelibros.com




                                                                                                                                           §
                                   Subdirector
                            Celedonio Orjuela Duarte
                                                                                                           Cuentos reunidos	 		            3	      Por Karla Sandomingo
                             orjuela@periodicodelibros.com
                                      Editor                                                               Cerca del corazón salvaje		     4	      Por Gabriela Santa
                           Juan Carlos Gonzalez Franco
                            artfranco@periodicodelibros.com                                                La velocidad de la luz	     	   7	      Por Carolina Urbano
                                       Pág. web
                                    Hollman Lozano                                                         Berlín dividido		           	   8	      Por Isabel Baboun

                                                                                                           Tiempos dificiles			            9	      Por Omar Ortiz
                                ISSN 2011-6128
                      Periódico de libros Lecturas Críticas                                                Rimado del cristo roto	     	   11	     Por Jesús María Stapper
                          www.periodicodelibros.com
                                                                                                           La Habana soñada y vivida	 	    12	     Por Juan Carlos Gonzalez F.
                                No. 11. - Abril de 2012
                                                                                                           Especial anarquismo
                                     PVP: $5.000
                                                                                                           Lenz, un relato		           	   13	     Por Jaime Londoño
                             correo@periodicodelibros.com
                                       ©2011                                                               Regeneración	      		           14	     Por Fabián Muñóz
   Criterios editoriales y de selección competen exclusivamente a PdL.
   Colaboración solicitada. Los juicios emitidos en la presente edición                                    Gargantúa y Pantagruel	     	   16	     Por Cristian Soler
               son responsabilidad exclusiva de sus autores
                     y no comprometen la opinión de                                                        Prehistoria del anarquismo	 	   17	     Por Celedonio Orjuela D.
                             Periódico de Libros.
                                                                                                           Baladas peruanas y Robayat	 	   24	     Por Ricardo Silva-Santiesteban

                                                                                                           V de Vendetta			                27	     Por Javier González Tapia
                     diente de león. editor
                                La Biblioteca del Río                                                      Las llaves invisibles			        29	     Por Iván Darío Álvarez

                                      LA MALDICIÓN                                                         Los talismanes del hunor	   	   22	     Por Juan Manuel Roca
                                      Manuel María Madiedo




                                                         TRÁNSITO
                                             Luis Segundo de Silvestre



                                        de venta en librerías :
    l erner ( centro y norte )•c asa t omada •a rte l etra •c entral •l uvina •b iblos •n obel •P rólogo
            l a m adriguera del c onejo •un l a l ibreria •m agisterio •F ondo de c ultura




         SACRILEGIO                                                                CENTINELA
         Simón Jánicas                                                             Florángela Herrera
                                                                                                              Nuestra carátula: L’anarchiste: Grabado. Félix Va-
                                                                                                              llotton (Lausana, 28 de diciembre de 1865 – París, no-
                                                                                                              viembre de 1925) Pintor y grabador suizo, miembro del
                                                                                                              grupo de los Nabis que a finales del siglo XIX enlazó las no-
                                                                                           pedidos:           vedades de los post-impresionistas con la nueva generación
                                                                                  torregrafica@gmail.com
    pabellón 3, nivel 1,                                                                                      vanguardista de principios del XX.
        stand 129


2 Abril 2012. No. 11.
Narrativas



   El hombre árbol, la mujer sapo y el huésped
                                                                                                                    traspasa, que no cierra su mirada
      Cuentos reunidos                                      Karla Sandomingo                                        sin párpados, que abre su silencio
        Amparo Dávila
                                                                                                                    aterrador al desdibujar el propio
  Fondo de Cultura Económica
                                                                                                                    miedo con esa sombra. Y el dolor
         298 páginas
                                                                                                                    queda ahí, parado en la puerta,
         México, 2010                 busque. Luego, el narrador que-         detonan las cosas tristísimas, de-    recargado en el muro de la muer-
                                      da de lado para que aparezca la         soladas, vivas, palpitantes con un    te, otra vez. Otra vez el dolor y
                                      segunda voz de él como pensa-           corazón difícil de dibujar porque     la muerte. Porque parece que la
                                      miento girando alrededor de una         es un corazón de otra parte.          muerte ronda callada, poderosa.
                                      queja grande –su esposa es una              Amparo Dávila tiene un co-        Y más parece una solución que
                                      mujer-desastre que antes fue una        razón de otra parte, tal vez naci-    un infierno. “Aún cuando hay
                                      mujer hermosa y cuidada-, y de          do en las minas, en las cavernas      quienes aseguran que el dolor es
                                      un deseo enorme de escapar de           oscuras de la imaginación, en la      interminable y que nunca se ago-
                                      su entorno tan sucio y poco esti-       biblioteca repleta de libros que      ta, yo opino que después del 10º
                                      mulante, una situación precaria,        contenía a su padre trabajando,       grado de mi escala, solo queda la
                                      mediocre y triste. El narrador          en el punto cero del miedo, en        memoria de las cosas, doliendo
                                      cuenta mientras el personaje sue-       la noche. Su corazón pudo haber       ya no en acción sino en recuer-
                                      ña y nosotros escuchamos la voz         nacido nocturno, en sus prime-        do”. Así los cuentos de la autora:
                                      de su pensamiento. El personaje         ras palpitaciones de la escritura,    se quedan ya no en acción, sino
                                      viaja a través de su mirada per-        con un ser informe viviendo en        como una impronta que no tiene
                                      dida hacia los pájaros que surcan       esos espacios que atrapan sin re-     forma definida pero es una hue-
                                      el cielo y se dirigen al bosque.        medio: los miedos de la infancia,     lla permanente. El lector de Am-
                                      Quiere ser árbol. Quiere ser ár-        en la infancia. Pero los miedos       paro Dávila que entra a la lectura
No sé cómo fue que descubrí
                                      bol para sentir el aire, los pájaros,   del adulto, de la mujer, del hom-     de su obra narrativa sale de sus
a Amparo Dávila. Seguramente
                                      la paz. Quiere ser árbol con el         bre, atrapados en el infinito de su   cuentos como se sale de hacer el
fue en un recoveco del tiempo,
                                      riesgo de no ser reconocido por         destino inefable y terrible. Como     amor, como diría alguna vez Ju-
cuando algunos segundos que-
                                      sus hijos, de ser tallado por los       “El huésped”, un ser que dibu-        lio Cortázar al hablar de la efec-
daron suspendidos, o cuando
                                      enamorados con su nombre gra-           ja el miedo aterrador que está        tividad de un cuento breve. Eso
estaba lista para entrar a la lec-
                                      bado en un corazón eterno, con          adentro de ella misma pero que        siento: Se termina la acción de la
tura con una taza de café en día
                                      el riesgo de ser talado, de morir       trajo su marido de sabe dios dón-     lectura y el cuento se queda sin
lluvioso, lista para sentir la pro-
                                      pese a todo. ¿Qué puede uno ha-         de. Y no la escucha porque es un      poder contarlo o repetirlo, que
fundidad de su obra, la turba-
                                      cer sino mirarlo correr escaleras       mueble más. Ella, quien además        causa extrañeza cuando regresa
ción que provoca la ambigüedad
                                      abajo rumbo al bosque para es-          es la narradora, lo dice. Y ve la     de golpe en un recuerdo, con sus
de sus historias, la incertidumbre
                                      capar? ¿Quiere la “Muerte en el         sombra de su miedo paseándose         atmósferas borrosas, neblinosas.
en la que se viven sus personajes,
                                      bosque”?                                por toda su casa: es tan terrible
la oscuridad interna en que ellos                                                                                       Sus primeros libros de cuentos
habitan.                                  Si se quisiera desgranar el         que no puede describirlo por en-      (en 1959, Tiempo destrozado,
                                      cuento, cualquier cuento de             tero: “Guadalupe y yo nunca lo        y en 1964, Música concreta, y
    No alcanzo a ver la turbulen-
                                      Amparo Dávila, se toparía con           nombrábamos, nos parecía que          en 1977, Árboles petrificados)
cia en el corazón del hombre que
                                      estructuras fragmentarias, con          al hacerlo cobraba realidad aquel     marcan claramente la naturaleza
quiere ser árbol, pero la siento.
                                      la ambigüedad en una historia           ser tenebroso” con sus grandes        de su narrativa: de terror, pero
La atmósfera de caos que mues-
                                      que la convierte en varias por las      ojos amarillentos, casi redondos      más bien fantástica, pero más
tra el narrador a través de los es-
                                      lecturas posibles, con la pregun-       y sin párpados, que parecían “pe-     bien metafórica, pero más bien
pacios es detallada y maravillosa
                                      ta que ni alcanza a formularse,         netrar a través de las cosas y de     poética, pero más bien… no es
como reflejo del caos interno
                                      con ese asombro particular que          las personas”. Es el miedo que        encasillable, y la inteligencia, la
del personaje, del desastre en su
realidad: el departamento donde                                                                                     agudeza y sensibilidad de esta
vive con su mujer gorda que hue-                                                                                    narradora todavía permanece en
le a cebolla, lleno de recuerditos            El lector de Amparo Dávila                                            la sencillez de su pluma, sin aspa-
                                                                                                                    vientos, sin ruido. Tal vez debía
viejos y empolvados con pedace-
ra de cosas inservibles, repetido
                                            que entra a la lectura de su obra                                       ser más leída. Tal vez el tiempo
en la vivienda de la señora igual           sale de sus cuentos como se sale                                        le traiga lectores sensibles, agu-
de gorda y desordenada con cajo-
nes llenos de recuerditos viejos y
                                          de hacer el amor, como diría alguna                                       dos e inteligentes. Y los ojos del
                                                                                                                    lector siguen estas palabras que
empolvados con pedacera de co-             vez Julio Cortázar al hablar de la                                       intentan definir lo indefinible,
sas inservibles, de donde sacará            efectividad de un cuento breve.                                         cuando lo único importante que
                                                                                                                    deben encontrar en estas líneas
el número del dueño de un de-
partamento en renta. Porque la                                                                                      es lo siguiente: hay que buscarla
esposa de este señor está harta de                                                                                  en los estantes de las bibliotecas,
vivir en un lugar pequeño y no                                                                                      debajo del miedo, en Google, en
esperará más tiempo para que él                                                                                     el sueño que, al despertar, quedó

                                                                                                                                Abril 2012. No. 11. 3
Narrativas

temblando en el último hilo que

                                               La ética del animal perfecto
recuerdas y que se va borrando y
que no puedes reconstruir y no
quieres perder. Así es Amparo
Dávila cuando cuenta. Deja que
te cuente de alguien que está pa-
ralizado en las escaleras viendo pa-
sar a su amor, aquella mujer que
                                           Cerca del corazón salvaje                        Gabriela Santa Arciniegas
                                               Clarice Lispector
le produce dolor, y luego cómo el             Alfaguara, clásicos
placer del dolor hace que prefiera              Espana, 2000
matarla antes que perder su sen-                 300 páginas.
timiento de estudio. Deja que te
cuente del hombre que entendió
que la mejor solución era llegar a
la central y pedir un boleto a cual-   “Cerca del corazón salvaje” de la
quier parte antes que averiguar si     brasilera Clarice Lispector fue su
sus fantasmas eran de cuerpo y         primera novela, escrita cuando ella
tela o si sólo era su mente destro-    apenas tenía 17 años; pero ya a esta
zando su incipiente libertad. Deja     edad la autora tenía un estilo defi-
que te descubra Amparo Dávila          nido, osado, íntimo, del cual ella
a ti en un recoveco del tiempo,        misma decía que es un “no-estilo”.
cuando algunos segundos que-           La verdad la autora no necesitaba




                                                                                                                                                              Clarice Lispector. Foto: Claudia Andujar (1961).
daron de pronto suspendidos, o         tener más de 17 años para ser el
cuando estabas listo para leer con     monstruo que fue. Pues lo único
taza de café en mano un día llu-       que precisaba era su infancia. Era
vioso, listo para sentir la profun-    donde siempre volvía. Era de don-
didad de su obra, la turbación que     de sacaba el tema de toda su obra
provoca la ambigüedad de sus his-      narrativa y poética. De su infancia
torias, la incertidumbre en la que     y de su yo inabarcable. Ella decía
se viven sus personajes, la oscuri-    que: “unos cosen para afuera, yo
dad interna en que ellos habitan.      coso para adentro”.
Deja que te traiga un huésped a            En todas las obras de Clarice,
tu cuarto y que no sepas quién es,     la trama es secundaria. Las accio-
qué es, qué hace ahí y por qué te      nes existen para ilustrar caracterís-
mira dormir o cocinar, y que ade-      ticas sicológicas de los personajes.
más no puedas deshacerte de él si      Por eso, ella se decía, más que una
no es con la solución más tajante.     escritora, una “sentidora”. (Olivei-    refiere desde el título, “El corazón    cir, lo sé bien, pero no lo puedo
O que te narre la preocupación de      ra). Muchas veces fue comparada         salvaje”, que aparece en el epígra-     decir. Sobre todo, tengo miedo
un amigo por su amiga que se va        con Virginia Woolf y con James          fe de la novela, tomado de Joyce:       de decir, porque en el momento
desbaratando por una infidelidad       Joyce, con el fluir de conciencia       “él estaba solo. Estaba abandona-       en que tengo que hablar, no sólo
que la lleva a ¿la locura? ¿O por      y el monólogo interior; sin em-         do, feliz, cerca del salvaje corazón    no exprimo lo que siento; más
qué ve a un sapo con ojos idén-        bargo, ella misma confesaba no          de la vida”. El corazón salvaje es      bien, lo que siento se transforma
ticos a los de la otra, parado por     haber leído nunca a ninguno de          la esencia, es la verdad que somos      lentamente en lo que digo. O por
fuera de su ventana croando y          estos dos autores. No le interesaba     detrás de toda apariencia, todo         lo menos, lo que me hace actuar
croando? ¿Pero locura de quién si      seguir a nadie. Le interesaba escri-    paradigma, toda ley.                    no es lo que siento sino lo que
él comienza a ver cómo le crecen       bir. Desde sí. Romper. Develar. Y           Para construir esa ética, la au-    digo” (Lispector, 11). Esta dico-
los ojos a la costurera amante del     le interesaba sobre todo el Yo.         tora se vale de una estructura na-      tomía entre el sentir y el lenguaje,
novio de su amiga?, que te lleve                                               rrativa en donde la vida de Joana       sumerge a Clarice en la misma
al departamento de esa amante              En la novela que nos ocupa,
                                                                               es contada en un reiterativo volver     preocupación que aborda a Musil
costurera a la que le vio los ojos     “Perto do Coracao Selvagem”, se
                                                                               a la infancia, por un lado, y por el    desde “Las tribulaciones del estu-
más grandes y la cabeza más            ve una indagación constante por
                                                                               otro, el mundo de los hechos apa-       diante Törless”. Törless busca un
grande (¿será mentira, metáfora,       el ser mujer, y por el ser, a secas.
                                                                               rece sólo como una consecuencia         puente entre él y lo inexpresado,
realismo mágico, literatura fan-       Hay también una búsqueda de la
                                                                               o a veces simplemente como un           pero el puente se deconstruye; no
tástica, terror humano, psicología     libertad, un deseo de recuperar la
                                                                               mundo paralelo a la geografía in-       conduce a la idea de infinito sino
deforme?) para tapar de una vez        imaginación. Por otra parte, se ve
                                                                               terior de Joana, que es realmente       a un signo vacío. Claudio Magris
por todas el abismo en el que cae      la incomunicabilidad del lengua-
                                                                               el asunto principal de la obra. Este    dice: “Musil es un escritor que lo
su amiga, cayendo él, cayendo tú       je, la soledad, y el constante du-
                                                                               mundo se presenta mucho más             cifra todo en la verdad y que en
también, hasta que termines de         dar de todos los paradigmas. El
                                                                               interesante, colorido y vasto que       consecuencia se debate en el dile-
ver la sangre entre tus dedos. Deja    paradigma “ética” es uno de los
                                                                               el mundo de las formas. Aquí es         ma entre la necesidad de expresar-
que te cuente.                         cuestionados; es deconstruido en
                                                                               donde se presenta la primera ten-       la y la imposibilidad de hacerlo”
                                       esa búsqueda del ser, sólo que ese
                                                                               sión, pues el lenguaje no le es sufi-   (Magris, 274). El personaje de
                                       ser no se nos presenta idealizado,
                                                                               ciente a Clarice para expresarse ni     Lispector sufre de una angustia
Karla Sandomingo es narradora          sino que se devuelve a lo primal, a
                                                                               comunicarse. “Es curioso cómo           parecida. “Nada puedo decir aún
mexicana, gestora cultural. Premio     lo animal. Su ética es “la ética del
                                                                               no sé decir quién soy. Quiero de-       dentro de la forma. Todo lo que
Juan José Arreola de cuento.           animal perfecto”. Es a lo que se

4 Abril 2012. No. 11.
Narrativas


poseo está muy profundo dentro                                                                                             - Malo es no vivir…
de mí” (Lispector, 50). El sí mis-                        Clarice Lispector                                                - Morir? – preguntó él.
ma, no posee un lenguaje posible
para comunicar-se, y el lenguaje
                                                        sufre de una angustia                                              - No, no –gimió ella
                                                                                                                           - Qué es, entonces? Dime.
humano es un código que ade-                           parecida a la de Musil:                                             - Malo es no vivir, solo eso. Morir
más de ser limitado, al usarse,
envuelve a Joana en su mentira,
                                                         “Nada puedo decir                                                 es otra cosa. Morir es diferente de
                                                                                                                           lo bueno y lo malo”. (pg. 48).
la convence de sentir diferente de                    aún dentro de la forma.
lo que está en su interior. No hay
una posible conciliación.
                                                         Todo lo que poseo                                                  Para Lispector, la sustancia
    Pero el conflicto de Lispec-                         está muy profundo                                              ética ya no consiste en poder dife-
                                                                                                                        renciar bien y mal, o en centrarse
tor va más allá de las dicotomías                          dentro de mí”.                                               en uno u otro como posibilidad
lenguaje-comunicación e inte-
                                                                                                                        de vida. Ella quiere devolverse a
rior-exterior, que se encuentran
                                                                                                                        los orígenes de todo, crear todo
en el nivel conceptual, sino que
                                                                                                                        de cero. Por eso se pregunta, no
hace tambalear el mismo aparato
                                        en digestión. Pero es la poesía in-    ta, sexual, rabiosa. Que se aplica       “qué es el bien para otros?”, sino
estructural, formal, del lengua-
                                        dudablemente vista por un niño         al concepto general de ser huma-         “qué es el bien para mí?”.
je de los textos filosóficos, o de
cualquier texto del mundo adul-         en su más elemental y poderoso         no. Ahí todo lo demás le parece              En esa búsqueda Joana está
to. Ella recupera el lenguaje de la     asombro.                               un juego: “Su tía jugaba con una         sola. La mayoría de los personajes
infancia que aún no conoce lími-             La devoración. Clarice, des-      casa, una cocinera, un marido,           de la novela se identifican con un
tes sociales ni morales impuestos,      de dentro de sí misma, devora el       una hija casada, visitas. El tío ju-     concepto cultural y social de gé-
para encontrar —o abarcar— su           mundo exterior, desde los cimien-      gaba con el trabajo, la hacienda,        nero, y siguen las normas mora-
yo, para cuestionarse qué es en         tos literarios hasta los conceptos     el juego de ajedrez, los periódicos.     les y éticas, sin preguntarse nada.
verdad ser mujer. Ahí comienza a        ideológicos, filosóficos, morales y    Joana buscó analizarlos, sintiendo       Joana en cambio no le teme a ex-
nadar por los lindes del “animal        éticos más arraigados e incuestio-     que así los destruiría” (Lispector,      plorarse a sí misma. Ante los ojos
perfecto”. El ejemplo más con-          nables, los digiere y los regurgita    44,45). Analizarlos para destruir-       adultos, por ejemplo, los de su tía,
tundente que observamos desde           en algo diferente. Este proceso es     los, es devorarlos para transfor-        Joana “es una víbora. Es una ví-
este punto de vista, aparece con el     consecuencia de la influencia que      mar su propia experiencia como           bora fria, Alberto, en ella no hay
poema que la Joana niña inven-          el manifiesto antropófago había        mujer.                                   amor ni gratitud. Inútil quererla,
ta, llamado “Yo y el sol”, que es       ejercido en todos los ámbitos cul-         Joana se siente presa: “Presa,       inútil hacerle el bien. Yo siento
una clara deconstrucción hecha          turales brasileros. Este manifiesto    presa. Dónde está la imaginación?        que esa niña es capaz de matar a
en el mismo corazón del lenguaje        se centra en buscar la identidad       Ando sobre caminos invisibles.           una persona...” (Lispector, 34).
literario, es decir, en la estructura   del Brasil, regresando al canibalis-   Prisión, libertad. Son esas las pa-          Joana, desde la teoría que
del lenguaje poético como cons-         mo y la desnudez en que vivían         labras que me ocurren. Mientras          Beauvoir expone en “La Etica
tructo social, y lo hace precisa-       los americanos antes de Colón.         tanto no son las verdaderas, uni-        de la ambigüedad”, ha venido al
mente usando las estructuras del        Una de las frases más célebres de      cas e insustituibles, lo siento. Li-     mundo preexistente, mucho más
lenguaje infantil. El poema dice:       este texto es la de: “tupí or not      bertad es poco. Lo que deseo aún         serio que ella, pero a ella aún no le
“Los pollos en el jardín trasero se     tupí”, parodiando, o debemos de-       no tiene nombre” (Lispector, 50).        interesa ser seria, y ella se permite
comieron dos lombrices pero yo          cir, regurgitando a Shakespeare.       El ejemplo citado menciona los           ser perezosa, dedicarse a aprender
no vi”. Cuando el papá le pregun-            Ser tupí. Volver a la infancia    conceptos de libertad y prisión,         de sí misma, inventar poesías for-
ta, “¿Qué tienen que ver tu poesía      cultural de América. La desnudez       pero para derrumbarlos, y plan-          malmente transgresoras. Pero es
y el sol?”, ella le responde: “El sol   que no pretende ocultar nada bajo      tearse un tercer término, oscuro e       cuando el padre muere que ella,
está sobre las lombrices, papá, y       un traje, y la antropofagia que sig-   imposible de nombrar. Joana no           aunque sigue siendo una niña,
por hacer la poesía no vi las lom-      nifica “devorar” lo extranjero para    se queda en lo que tantos pensa-         comienza a cuestionar a los adul-
brices” (Lispector, 5). deconstru-      “regurgitarlo” en algo totalmente      dores han buscado, que es la li-         tos, los confronta, los escandaliza.
ye tanto las bases formales de lo       distinto, auténtico. Porque como       bertad, porque ésta responde aún         No le interesa hacer el pacto con
que occidentalmente considera-          decía Gaudí, “la originalidad es       a mecanismos sociales. Ella quiere       la sociedad para ser aceptada e in-
mos como poesía, que es casi un         volver a los orígenes”. Clarice hace   trascender incluso esos mecanis-         cluida en los roles que ésta le tiene
poema zen: las lombrices no están       precisamente eso: quiere despo-        mos, y por eso lo que desea su-          preparados. En un momento in-
en la escena, y el sol tampoco, lo      jarse del pudor y la apariencia que    pera dicho concepto, para poder          tenta rendirse y firmar ese pacto,
único que está paradójicamente          lleva al hombre a vestirse, prefiere   recuperar “la imaginación” que           y decide, racionalmente, enamo-
es la poesía. La poesía como un         permanecer en la desnudez ino-         es absolutamente un concepto             rarse y casarse. Ahí aparece Otá-
caparazón vacío. La imposibili-         cente del niño —desnudez que           relacionado con la infancia. Ella        vio, su marido. Pero su búsqueda
dad del lenguaje por dar cuenta         puede ser “inmoral” para el adul-      se devuelve incluso a los prime-         siempre vuelve a urgirla, y a hacer-
de todo. El anillo de Musil, por        to— y “devorarse” todos los para-      ros términos que aprende el niño         la un ser siempre distinto al resto,
donde camina el poeta, o el escri-      digmas para re-crearlos. Y ahí es      para vivir en sociedad, lo bueno y       y su proyecto de adaptación social
tor, el anillo que es el lenguaje, y    donde ella se topa con “el animal      lo malo, para cuestionarlos y re-        fracasa. Finalmente encuentra
que es el borde del pozo de lo in-      perfecto” como ella lo llama, o el     batirlos. El siguiente es un diálo-      una forma de saciar su deseo eró-
efable. Es la negación de la poesía     “caballo joven”. El ser mujer, el      go entre el profesor y Joana:            tico a su manera, sin involucrarse
vista por un adulto, pues se devo-      ideal femenino, no aparece idea-                                                emocionalmente con el otro, sin
ra los elementos poéticos –el sol,      lizado, angelizado, marianizado,          “- Bueno es vivir… --balbució ella-   averiguar siquiera el nombre, para
el cielo— y deja sólo unos pollos       sino en el extremo opuesto, como          -. Malo es…                           permitirse permanecer en su bús-
con la barriga llena de lombrices       un ser hembra: Desbocada, egoís-          - …?                                  queda. Y finalmente encuentra la

                                                                                                                                     Abril 2012. No. 11. 5
Narrativas

soledad que necesita para seguirse
explorando interiormente, seguir
sus pulsiones, su deseo. En ello
descubre su fuerza vital que es in-
agotable, y es en últimas, no una
pulsión tanática, sino una pulsión
de vida. Mientras Virgnia Woolf
termina yendo tras la pulsión de
muerte, Lispector en cambio bus-
ca la pulsión de vida:
   “Sí, ella sentía dentro de sí un
   animal perfecto. Le repugnaba
   dejar un día ese animal suelto.
   Por miedo talvés de la falta de
   estética. O recelo de alguna re-
   velación… No, no, --se repetía
   ella— es preciso no tener miedo
   de crear. En el fondo de todo po-
   siblemente el animal le repugna-
   ba porque 	      todavía había en
   ella el deseo de agradar y de ser
   amada” (Lispector, 9).
     Este párrafo es muy impor-          Clarice Lispector
tante para la teoría que Lispector
está creando en esta novela, pues           (op. cit., 13). La infancia equiva-   cesos primarios sobre los cuales se   evidencia la realidad de la mujer:
aquí es donde se relaciona el ani-          le como diría Freud, a las pulsio-    edifica”. Clarice intenta abrir su    un constructo impuesto por los
                                            nes. Al “perverso polimorfo” en       mente de par en par y confrontar      hombres (Woolf, 2008).
mal perfecto con la creatividad de
                                            toda su plenitud. Sin culpa, sin      lo más posible de los contenidos
la que hablábamos. Y con la infan-          remordimiento, sin deseo de ser
                                                                                                                            Al final del libro, la respuesta
cia, porque para un niño todo es                                                  secundarios de ésta, para que, con    frente a la pregunta de “qué es el
                                            aceptada. Sólo actuando según
nuevo, todo está por ser inventa-                                                 ese estilo fresco e infantil, pene-   bien para mí” se queda sin poder
                                            sus deseos. Acercándose lo más
do. “Todo es nuevo bajo el sol”.            posible a escuchar los furiosos
                                                                                  tren los contenidos subconscien-      ser pronunciada, más aún, sin po-
                                            latidos del salvaje corazón de la     tes, primarios, a su conciencia,      der ser e-nunciada, a causa de la
     Para enfocarse en la fuerza vi-
                                            vida. Lo interior es tan vasto,       y de ese modo, regresando a su        incomunicabilidad del lenguaje.
tal, que es lo que ella quiere defen-
                                            que de él sólo se puede conocer       infancia, acercarse a ese “animal
der, Joana lleva la sustancia ética                                                                                         Al volver a las últimas líneas
                                            una parte: “es posible ser más allá   perfecto”. Ella conoce sus miedos
hasta su límite. Pero acepta que                                                                                        del libro: “y un día vendrá, sí, un
                                            de lo que se es […] soy más que       frente a los castigos que la socie-
tiene miedo de que, por defender                                                                                        día vendrá en mí (…) y que todo
                                            yo casi siempre”. Y el egoísmo,       dad le puede propinar al identifi-
esa fuerza vital, se vaya a escindir        visto así, como fuente de todo
                                                                                                                        venga y caiga sobre mí, hasta la
                                                                                  carla subversiva y particularizada,
del todo de lo que se considera             conocimiento, es la clave para                                              incomprensión de mí misma en
                                                                                  “delirante” (tomando la anotación
“mujer”, de lo que se considera             llegar a lo vital. “Estar pisando                                           ciertos momentos blancos por-
                                                                                  de Green sobre el significado de la
“humano”. El deseo de convertirse           sobre lo vital sin saber”, como                                             que me basta cumplir y entonces
                                                                                  palabra delirar como “sacar fuera
en ese animal perfecto, se contra-          si la respuesta ya estuviera ahí,                                           nada impedirá mi camino hasta la
                                                                                  del surco”).
pone incesantemente a la angustia           pero como el yo es tan vasto,                                               muerte-sin-miedo, de cualquier
de que ese “animal perfecto” se             hay que dedicarle mucho tiempo            La autora se vulnera, en trans-   lucha o descanso me levantaré
suelte y ella deje de ser del todo          para poder identificar qué es o       parencia, superponiéndose a su        fuerte y bella como un caballo jo-
estética. Esto se complementa con           dónde está lo vital. Y al final del   personaje Joana, que no es más        ven” (Lispector, 154, 155), como
este fragmento:                             libro insiste: “de cualquier lucha    que una radiografía de ella misma.    una esperanza a futuro. En ese
                                            o descanso me levantaré fuerte        Este personaje le sirve a Clarice
   “No me acusen. Buscar la base                                                                                        momento lejanísimo y nebuloso
                                            y bella como un caballo joven”        no sólo para cuestionar valores y
   del egoísmo: todo lo que no soy                                                                                      ella dejará de temer, estallará, ter-
                                            (Op. Cit., 155).                      circunstancias reales pero ajenas,
   no me puede interesar, es posi-                                                                                      minará la gestación de la infancia
   ble ser más allá de lo que se es           Pero, como toda búsqueda on-        estos valores y circunstancias fue-   que es semilla de su fuerza vital,
   –mientras tanto yo me sobrepaso       tológica, ésta tiene un para qué.        ron la realidad de la propia auto-    de su “capacidad tan roja y afir-
   aun sin delirio, soy más que yo       Una meta, que está volcada hacia         ra, en ellos fue criada y educada.
                                                                                                                        mativa cuanto clara y suave” (op.
   casi siempre–; tengo un cuerpo        la creación artística, o más concre-     En el Brasil de los años cuarenta,
   y todo lo que yo haga es conti-
                                                                                                                        cit, 154). Pero por ahora, aún en
                                         tamente, literaria. Virginia Woolf       en la comunidad nordestina que
   nuación de mi comienzo [...] es                                                                                      las últimas palabras de la novela,
                                         en el último capítulo de “Una            era básicamente de agricultores
   posible que esté pisando sobre lo                                                                                    persiste la tensión. Por eso el tí-
                                         habitación propia” (Woolf, 2008)         y campesinos, donde los valores
   vital sin saber; esa es mi mayor                                                                                     tulo del libro es “Cerca del cora-
                                         dice sobre la creación literaria: “La    morales y sociales son marcados
   humildad”. (Op. Cit., 11). El                                                                                        zón salvaje” y no “En el corazón
                                         mente entera debe yacer abierta          por el machismo, el cristianismo,
   egoísmo es definido como una                                                                                         salvaje”, porque con la limitación
                                         de par en par” como un requisi-          el patriarcado, donde la mujer
   especie de solipsismo, pues sólo                                                                                     del lenguaje y con ese miedo a ser
   interesa lo interior, y lo exterior   to primordial para la escritura.         debe cumplir con unos roles muy
                                         Y según lo planteado por Green                                                 plenamente, lo único que logra es
   se diluye. Pone en evidencia el                                                específicos y delimitados. Esta
                                         (Green, 382,383): “la fantasía,                                                acercarse a ese ideal de ser.
   discurso primario en donde re-                                                 característica influye sobre el as-
   side la particularidad. “Dónde        como el texto, […] deja aquí y           pecto sicológico de cada miem-
   estaban las mujeres apenas hem-       allí, justamente por ser una obra        bro femenino del grupo cultural,      Gabriela Santa Arciniegas es
   bras? Y la continuación de lo que     de ficción y, por lo tanto, goberna-     forzándolo a la sumisión. En am-      poeta, traductora y profesora uni-
   había iniciado cuando niña?”          da por el deseo, huellas de los pro-     bientes como éste es donde más se     versitaria.

6 Abril 2012. No. 11.
Narrativas



                                       Entre la guerra y el arte
                                                                                                                   fulas de escritor, en compañía de
     La velocidad de la luz                                   Carolina Urbano                                      su amigo Marcos, artista plásti-
         Javier Cercas
                                                                                                                   co, quienes sin haber “expuesto
        Tusquets editores
                                                                                                                   un solo cuadro ni publicado
          298 páginas
                                       un estilo, crean un conjunto de        su familia, con su vida y con su     un solo cuento” sentían que el
         México, 2005
                                       pensamientos y, si se quiere, una      oficio. Esto puede sonar un poco     mundo los estaba “ningunean-
                                       filosofía. Javier Cercas es uno de     moralista y sabemos, además, que     do de forma flagrante”. Aun así,
                                       ellos, puesto que sus libros no son    no necesariamente los grandes        estaban dispuestos a fracasar de
                                       títulos aislados que finalmente es-    genios, o los grandes pensadores,    forma completa y absoluta en
                                       tán unidos por un estilo y ya. En      creadores y científicos, son las     nombre del arte, pues estaban
                                       la obra de Cercas, sus pensamien-      mejores personas, de hecho, gene-    convencidos de que era lo úni-
                                       tos están unidos a los de los per-     ralmente ocurre lo contrario. Pero   co que querían hacer en la vida.
                                       sonajes, a la trama de sus novelas,    no se trata de dar una lección de    De esta joven actitud libertaria
                                       a los temas que en ensayos o en        humildad o humanismo, sino           (que significa hacer y ser lo que
                                       sus columnas de El país desarrolla     de mostrar que no es la guerra la    se quiere), el pretendido escritor
                                       de manera independiente a la lite-     única manera en que un hombre        va forjando una carrera gracias a
                                       ratura, pero que salen y entran de     pierde lo que le es esencial.        su “exilio” en Urbana una pe-
                                       la literatura a la realidad sin cho-       La vida del protagonista y la    queña ciudad en el Oeste Medio
                                       carse, ni traicionarse. El resultado   vida de Rodney se desarrollan        de los Estados Unidos donde
                                       de tan peligroso estilo es producir    de manera paralela para mostrar      puede iniciar un doctorado, tra-
                                       en el lector no solo un placer es-     dos caminos diferentes por los       bajar como docente y escribir su
     Si te empeñas en ser escritor,    tético, sino todo un tratado sobre     que el hombre puede llegar al        primera novela (que en términos
aplaza todo lo que puedas el éxito.    el oficio de escribir, hasta el pun-   mismo estado de degradación.         reales corresponde a la forma
   		              Rodney Falk.        to de que las historias que narra      Rodnay es, en su juventud un         como Cercas escribe su opera
                                       parecen excusas con las cuales de-     hombre sensible, inteligente,        prima El inquilino). A partir de
                                       velar, no los secretos, sino los ca-   pero demasiado recto para de-        allí, el éxito se empieza a abrir
En el arte, como en la vida,           minos siempre oscuros por donde        clinar a la guerra en vez de ha-     como la maldición paradisíaca
las reglas tienen la estabilidad del   transita el autor cuando intenta,      cerle frente tal como lo ha hecho    que ya le había descrito Rodney
viento y la solidez del agua. Ga-      en este caso, escribir una novela.     su hermano, y como antes su          hasta colmarse con la muerte
damer diría que las reglas se au-            En la Velocidad de la luz,       padre y abuelo. Con la misma         de su esposa y su hijo, causada,
toconstruyen en una obra de la         Rodney Falk es un excombatien-         rectitud pudo volverse fuerte y      según él, por su vanidad y so-
misma forma en que se crean para       te de Vietnam, pero también un         sobrevivir en Vietnam hasta que      berbia, más que por el accidente
un juego. En cualquier caso, tan-      ilustre intelectual echado a perder    es tocado por la febril locura de    que realmente ocurrió. Nuestro
to para el arte como para la vida,     por los estragos que ha dejado la      la guerra, es decir, por el grado    protagonista reacciona pero es
existen dos caminos para llegar a      guerra en su mente. Además de          más alto de la estupidez huma-       tarde, no tiene motivaciones
ellas: construirlas para sí o aco-     su personalidad hosca y asocial,       na que se alcanza justamente         para escribir, su vida ha dejado
modarse a las de los demás. El pri-    Rodney es un lector voraz y el         cuando los hombres cruzan el         de tener sentido y se dedica a
mer camino es el de la libertad; el    alter ego del protagonista (que es     umbral donde el odio, la nece-       una vida sórdida que le permita
segundo, el del sometimiento y la      el mismo Cercas, sin serlo) en su      sidad de matar, el sentirse pode-    olvidarse del pasado y de su sen-
sumisión. El primero es espinoso       faceta de escritor, pues se consti-    roso y héroe frente al enemigo,      timiento de culpa.
y complejo, el segundo fácil y có-     tuye en la conciencia que dicta las    se convierte en una costumbre,           Estas dos historias tan di-
modo. Generalmente las personas        pautas de su escritura, de los plan-   en algo normal. Entonces, pasa       símiles, unidas a través de una
optan por la este último bajo la       teamientos éticos y estéticos que      que no hay héroes, ni poder, ni      casual amistad y por el gusto a
promesa de una vida tranquila y        tras bambalinas mueve el oficio        siquiera un enemigo real, tal        la literatura nos muestra el ca-
sin preocupaciones sociales o eco-     de escribir. Uno de los principios     como ocurre en el film Apo-          rácter vivificador de la palabra.
nómicas. Sin embargo, siempre          que Rodney afirma consiste en          calipsis now de Coppola. Los         Ambos personajes se abstraen
hay quien prefiera escoger el pri-     que todo escritor muere como tal       grandes hombres de la guerra         del mundo, de sus imperfec-
mer camino. Algunos escritores         cuando, como una suerte de des-        dejan así de ser hombres y que-      ciones, de sus defectos y limi-
están en ese grupo.                    tino fatal, alcanza el éxito. Scott    dan en un estado tal que jamás       taciones haciendo lo que más
    En ese sentido, ser escritor       y Hemingway son un ejemplo             logran recuperar su humanidad,       les gusta: hablar de literatura.
implica, precisamente, definir o       de ello, “nadie muere por haber        pues como sucede con Rodney,         El inhumano Rodney pasa de
concebir de nuevo cada género          fracasado, pero es imposible so-       a las pequeñas oportunidades de      asesino a sabio esteta, de com-
literario. Cortázar concibió una       brevivir con dignidad al éxito”,       felicidad y olvido, les pasará la    batiente sanguinario a un apa-
manera de entender el cuento, lo       dice, como una advertencia y a la      cuenta de cobro el pasado, sin       sionado lector que encuentra
mismo habían hecho ya Borges y         vez como una premonición, pues         misericordia ni fuerzas para de-     en la literatura la vida que le fue
Gogol y Bocaccio, etc., etc. Cada      es justo lo que va a experimentar      tenerlo.                             negada, y que incluso es capaz
uno crea sus propias reglas, rein-     el protagonista cuando, aliena-            El caso del protagonista, por    de reemplazarla. Por esto, en su
venta su propio género. Para quie-     do por los excesos que van de la       supuesto, es menos cruel, y ve-      viaje a España, decide cancelar
nes logran tal hazaña, además de       mano del éxito, ha acabado con         mos como crece el joven con ín-      su estadía en Pamplona, al com-

                                                                                                                               Abril 2012. No. 11. 7
Narrativas


                                                        La ciudad reconfigurada
prender que “había cometido
un error y que no merecía la
pena correr el riesgo de que los
Sanfermines reales degradaran
los radiantes Sanfermines fic-
ticios que le había enseñado a                 Berlín Dividido.
                                         Juan Villoro y Matilde Sánchez
                                                                                                   Isabel Baboun Garib
recordar Hemingway”.
                                                Brutas Editoras
    El protagonista, por su parte,
                                               Nueva York, 2011
rescata su humanidad a través                                                   a dos especialistas en el género:       se convertía en un paranoico sis-
                                                  137 páginas.
de la literatura de otra forma, ya                                              Juan Villoro y Matilde Sánchez.         tema de alarma, algo extraño para
que, siendo escritor, se nutre de la                                            Impresos en la librería McNa-           un viajero venido de México,
más absoluta necesidad de escri-                                                lly Jackson de Nueva York en el         donde la guerra ocurre lejos, o se
bir y esta solo sucede cuando no                                                momento y a pedido, es decir, un        pierde rápido”. La necesidad por
existe otra opción y se convierte                                               libro que si el lector lo requiere se   pertenecer a través de un retorno,
en el único camino posible para                                                 imprime de inmediato, en el mo-         porque es así como Villoro nos
decir algo, para hacerlo, sentirlo                                              mento, y se vende.                      invita a mirar ese Berlín, a partir
o expresarlo. Por esto, una vez                                                     Brutas se hace cargo de un          de un retorno, de un regreso, el
tocado fondo, y nuevamente con                                                  Berlín doble, contado dos ve-           que probablemente seguirá ocu-
la necesidad de escribir, ahora so-                                             ces. Uno Oriental y el otro visto       rriendo aún estando fuera de un
bre la vida de Rodney, sentía que                                               desde la parte occidental. Posible      Berlín perpetuo, histórico.
“Estaba más vivo que nunca, pero                                                espejismo pero cierto. Entonces             Para Matilde Sánchez (Buenos
era como si estuviera muerto y la                                               dividido por que son dos auto-          Aires, 1958) la necesidad de to-
escritura fuese el único modo de                                                res mirando una misma ciudad            mar lecciones de alemán fue mo-
evocar la vida, el cordón último                                                que se muestra igual pero distin-       tivo suficiente para el arribo a un
que me unía a ella”.                    La crónica de viajes ha sido            ta. Para Juan Villoro (ciudad de        invierno, a su Winterreise. Sán-
    Marcos, el pintor, también          motivo e impulso para escrituras        México, 1986) autor de “Testi-          chez ha realizado una importante
experimenta algo similar, después       que se debaten en más de un gé-         go” además de numerosos relatos         labor como escritora, tanto de fic-
de reconocerse como el más fraca-       nero. El testimonio, la autobio-        y otros volúmenes, las crónicas         ción como de no-ficción, apare-
sado de los hombres , de aislarse       grafía, continúan convocando            que aquí publica, se encuentran         ciendo en su prosa una delicadeza
en una casa de campo y hastiarse        experiencias, territorios en los        en las revistas “Eñe” y “Letras Li-     en contraste permanente con más
de aburrimiento, siente de nuevo        que detenerse y quedarse. La in-        bres”. “Berlín, capital del fin del     de un tono, dejándonos con ga-
las ganas de pintar y lo hace, y lo     definición genérica en torno a lo       mundo” y “Berlín, un mapa para          nas de más. La siguiente crónica
hace “bien”. Pues no hay mejor          cronístico sin embargo, permite         perderse” son versiones de los re-      forma parte de “La canción de
manera de acceder a los misterios       una mixtura del yo que narra lla-       corridos que implicaron valorar         las ciudades” volumen que reúne
del arte que por la vía de la pérdi-    mándonos a mirarlo dos veces,           un pasado en reubicación perma-         varios relatos a partir de experien-
da de intereses artísticos externos,    promoviendo una lectura viva            nente y desaparición. “Durante          cias de viajes. Aquí la crónica se
o del completo ocio, o de la nece-      y contingente. Hoteles, playas          tres años la ciudad en espejo me        titula “Berlín, 86” y despunta en
sidad ineludible de expresarse.         nudistas, museos, anticipan una         convirtió en un pasado por parti-       el Berlín Occidental. Para Matil-
     No obstante, contrario a lo        nostalgia muchas veces ajena a          da doble, un náufrago voluntario,       de sus conocimientos básicos del
que se puede pensar, no quiero          la propia experiencia, pero que         que perdía la brújula en el Este y      idioma “bastaban para saber que
mostrar con este escrito que la li-     se ancla sin mayor explicación.         el Oeste” dice Villoro, revelando       hablaban una lengua cerrada a las
teratura sea una especie de “salva-     La melancolía de un pasado              un entorno cruzado por la histo-        influencias” aunque se mantuvo
ción”, sino advertir que detrás de      incrustado en aquellos lugares          ria reciclada en su arquitectura,       firme con la convicción de que
esas inclinaciones artísticas, en los   que visitamos por primera vez,          en sus calles y museos parciales,       si conseguía hablarla, se converti-
tres personajes, la salvación está      los cuales no nos pertenecen            como él mismo los denomina.             ría en una escritora. Hospedarse
realmente en poder hacer lo que         del todo, obligan a recorrerlos y       La ruta empieza en el verano de         significó adentrarse también en
se quiere hacer, por mero gusto,        rápidamente a formar parte de           1981 en Berlín Oriental, para           esa sintaxis, la que para Sánchez
por placer, sin esperar retribu-        nosotros. Es en ese ajetreo de ca-      asumir el puesto de trabajo como        aparecía en la lógica del frío, de la
ciones o pagos. Curiosamente, y         minatas difusas donde queremos          agregado cultural en la RDA. La         temperatura como algo básico y
volviendo a la máxima de Rodney         aferrarnos, fundando una nueva          estadía se perfila primero en un        al mínimo. En casa de Aurore, la
acerca del éxito, podemos decir         biografía. El trayecto a través de      hotel para luego mudarse a un           dueña del hospedaje, el invierno
que en la realidad Cercas pudo          los ojos, la captura fiel o infiel de   departamento donde las toses de         había que pasarlo con seis trozos
manejar dignamente el prestigio         paisajes superpuestos, uno sobre        sus vecinos serían bulla habitual.      de carbón y comprender el pasa-
obtenido a partir de la novela Sol-     otro, permiten nuestra versión          El encuentro con el Muro para el        do y la propia biografía a través
dados de Salamina, seguramente,         de lo visto, aunque ya existan          autor constituyó un hecho geo-          de los objetos. Sánchez se aferraba
porque toda regla tiene sus ex-         otras tantas. Es el caso de “Berlín     gráfico fundamental, una delimi-        al tragaluz para no asfixiarse con
cepción. Pero, a lo mejor, porque       dividido”, libro que se parte en        tación que también cruza su escri-      las estufas a carbón. Aprender
pudo matar esos demonios a tra-         dos, en más de un Berlín. Bru-          tura y divide su estadía. La guerra,    alemán fue para ella otro posible
vés de esta novela.                     tas editoras, que en su colección       la pregunta sobre el tiempo y qué       tragaluz, en el cual respirar más
                                        “Destinos Cruzados” ya habría           leemos cuando leemos tiempo.            de cerca un idioma que la lleva-
                                        lanzado “Japón” a cargo de los          La construcción de un imagina-          ría a hablar de nuevo, uno que
Carolina Urbano es profesora
                                        narradores Lolita Bosch y Alber-        rio en el que su autor es consien-      entonces también la definiría, y
universitaria, poeta y ensayista.
Columnista de El Tabloide, Tu-          to Olmos, esta vez edita un libro       te de una errancia necesaria pero       le ayudaría a escribir. Estaba la
luá, Colombia.                          nuevo, convocando nuevamente            inevitable. “Nuestro inconsciente       profesora de lengua, Suzanne, y

8 Abril 2012. No. 11.
Narrativas


Matilde recorría la ciudad a tra-
vés de una arquitectura contenida
en el “tiempo imperativo, en las
instrucciones del subte, en mi
carta de transporte”, y memori-
zando billetes. Su experiencia fue
la de atravesar ese lenguaje pero
en los quiebres, pliegues y fallas
contenidos en él. Berlín o el país
del extrañamiento, del repaso de
una ciudad codificada en letras
que leídas en voz alta entregaban
un paisaje encubierto por melan-
colías, objetos como prueba de
una historia detenida también en
la calle. Para Matilde Sánchez su
Berlín fue la del repaso de una
práctica lingüística, anotada en
los cuadernos de ejercicios que        propia palabra, la que se redefine     el dialecto que allí pareciera ser     un formato compartido, distraí-
para ella, se habían convertido en     en una nueva personalidad, do-         tan normal y cotidiano. Son otras      do de las preocupaciones quizás
el diario de esa ruta todavía exten-   ble, informe, desprendida de lo        las costumbres, otros los hábitos      habituales cuando se llega a un
sa por recorrer.                       que ha sido. El aterrizaje enton-      de vida. Se extraña quizás lo que      lugar por primera vez. La trama
    Pareciera que la experiencia       ces obedece a esa incertidumbre,       parecía normal y aparecen las an-      será aventurarse, y después contar
de un viaje no terminara con su        aquí acotada al encuentro de otro      sias de volver, llevarnos la extran-   la historia, escribirla, perderla de
arribo, sino con una escritura que     idioma, reducido a un cuarto de        jería de vuelta, lo propio, que a      vista. Desconocerla.
pide encontrar su coordenada y         hotel, a objetos antiguos, a estufas   vista de otros resulta exótico. Ber-
letra justa en una historia quizás     de leña. Y la visita a ese espacio     lín dividido nos deja esos trayec-     Isabel Baroun Garib, poeta chile-
escrita desde antes. Algo se nece-     podría llegar a desconcertarnos:       tos, dibujos extraños pero ciertos,    na residente en NY, actriz e intrer-
sita reafirmar, o prometer desde la    no conocer el idioma, no hablar        fieles a lo que pretenden narrar en    prete de música barroca.




                              El problema de la libertad
                                                                                                                     chos y de números, de acuerdo
         Tiempos dificiles                                        Omar Ortíz                                         a los principios vitales del señor
         Charles Dickens
                                                                                                                     Tomás Gradgrind, “Un hom-
             Cátedra
                                                                                                                     bre que arranca del principio de
           450 páginas
                                       diferente es el actual universo ca-    el que el émbolo de la máquina         que dos y dos son cuatro, y nada
          Madrid, 1992
                                       pitalista del que vivieron los teje-   de vapor subía y bajaba con mo-        más que cuatro, y al que no se
                                       dores de Coketown, que se nos          notonía, lo mismo que la cabeza        le puede hablar de que consienta
                                       describe como “…una ciudad de          de un elefante enloquecido de          que alguna vez sean algo más”,
                                       ladrillo rojo, es decir, de ladrillo   melancolía. Contenía la ciudad         no han mejorado en mucho las
                                       que habría sido rojo si el humo y      varias calles anchas, todas muy        precarias condiciones de vida de
                                       la ceniza se lo hubiesen consen-       parecidas, además de muchas            la gran mayoría de los seres vivos
                                       tido; como no era así, la ciudad       calles estrechas que se parecían       que ocupamos las muchas Coke-
                                       tenía un extraño color rojinegro,      entre sí todavía más que las gran-     town establecidas en lo ancho y
                                       parecido al que usan los salvajes      des; estaban habitadas por gentes      lo largo del planeta.
                                       para embadurnarse la cara. Era         que también se parecían entre sí,          Porque Dickens además de
                                       una ciudad de máquinas y de            que entraban y salían de sus ca-       mostrar en detalle las deplorables
                                       altas chimeneas, por las que sa-       sas a idénticas horas, levantando      circunstancias de vida de los tra-
                                       lían interminables serpientes de       en el suelo idénticos ruidos de        bajadores de la época, demuestra
                                       humo que no acababan nunca             pasos, que se encaminaban ha-          cómo estas patéticas y opresivas
                                       de desenroscarse, a pesar de salir     cía idéntica ocupación y para las      condiciones laborales despojan a
                                       y salir sin interrupción. Pasaban      que cada día era idéntico al de        quienes son víctimas de ellas no
                                       por la ciudad un negro canal y         ayer y al de mañana y cada año         solo de los mínimos bienes mate-
Cuando leemos Tiempos difí-            un río de aguas teñidas de púr-        era una repetición del anterior        riales para el disfrute de una vida
ciles, la novela con que Dickens       pura maloliente; tenía también         y del siguiente”. Idéntica urbe a      digna, sino de su vida interior,
abordó la situación ideológica,        grandes bloques de edificios lle-      la que padecen hoy los obreros         de sus emociones y aspiraciones,
económica y social de la Inglate-      nos de ventanas, y en cuyo inte-       de Chicago, de Shanghái o de           es decir, de su individualidad,
rra de hace doscientos años, te-       rior resonaba todo el día un con-      Yumbo, y entonces concluir que         de la complejas situaciones que
nemos que plantearnos que tan          tinuo traqueteo y temblor y en         dos siglos de realidades, de he-       alimentan la formación y el cre-

                                                                                                                                 Abril 2012. No. 11. 9
Narrativas

cimiento de un individuo y su                                                                                      se comporta a través de la novela
preparación para el ejercicio de                                                                                   como uno de nuestros ricachos
su libertad.                                                                                                       actuales en los que todo vale
    Recordemos que el señor                                                                                        con tal de conseguir sus aviesos
Gradgrind es un convencido de                                                                                      propósitos. La descripción que
las tesis utilitaristas, según las                                                                                 se nos ofrece de este siniestro y
cuales la razón está regida úni-                                                                                   contemporáneo personaje habla
camente por criterios científicos                                                                                  por sí misma. “Era hombre rico:
entendidos estos como los que                                                                                      banquero, comerciante, fabri-
tienen que ver con la zoología,                                                                                    cante y no sé cuántas cosas más.
la botánica, las matemáticas y                                                                                     Grueso, vocinglero, de mirada
todas las disciplinas cuantifica-                                                                                  penetrante y risa metálica. Pare-
bles, medibles y comprobables                                                                                      cía hecho de un material tosco
en un laboratorio. Todo lo de-                                                                                     que había sido estirado mucho
más es nocivo para la educación                                                                                    para darle mayor volumen. De
de quienes tendrán a su cargo la                                                                                   cabeza y frente grandes, volumi-
dirección de la sociedad. Conse-                                                                                   nosas, con las venas de las sienes
cuente con estos principios, los                                                                                   hinchadas y la piel de la cara tan
hijos y educandos de Gradgrind,                              HARD TIMES                                            tirante, que parecía que no le de-
son formados al modo como Ja-                                                                                      jaba cerrar los ojos y que tiraba
mes Mill, educó a su hijo John                                                                                     de sus cejas hacia arriba. Todo
Stuart Mill, quien a los cinco                                                                                     su aspecto producía el efecto de
años sabía griego, a los nueve       proclamando al género humano            cuando el trigo se encarecía, y se    estar inflado como un globo y
álgebra y latín y a los doce era     que allí estaba el Circo Sleary,        ensoberbecía cuando el trigo se       pronto a subir por los aires. Era
un muchacho excepcionalmente         que solicitaba el favor de su visi-     abarataba; algo que aumentaba a       un hombre que jamás creía ha-
erudito, con conocimientos de        ta”. Y más adelante el meticuloso       determinado porcentaje, y arro-       berse jactado lo suficiente de que
un adulto, pero carente de toda      educador Gradgrind encuentra a          jaba un porcentaje similar de         era un hijo de sus propias obras”.
actividad emocional, situación       Luisa y Tomás, sus pequeños hi-         delitos, y otro porcentaje similar        Y así como el señor Bounder-
que le provoca varias crisis por     jos, fisgoneando bajo la carpa del      de mendicidad; algo provechoso        by protagoniza buena parte de la
creerse una persona incapaz de       circo la maravillosa actividad que      con lo cual se amasaban vastas        historia de infamias que nutre la
sentir emociones hasta que des-      allí se les ofrecía. Al quejarse ante   fortunas, algo que en ocasiones       novela, otro personaje, el joven
cubre a los poetas, lee a Word-      su esposa, la fantasmal señora          crecía como el mar, causaba da-       Bitzer, da cuenta de los resulta-
sworth, a Coleridge y esta nueva     Gradgrind, sobre la aborrecible         ños y estragos (sobre todo a sí       dos de una educación donde se
y vital experiencia aporta a su      pilatuna de los niños, el enojado       mismo) y bajaba de nuevo; así         ha erradicado todo lo concer-
vida la placidez y la diversidad     marido exclama, “-hubiera prefe-        veía ella a los obreros de Coke-      niente a la imaginación, a la fan-
que le habían sido negadas.          rido encontrar a mis hijos leyen-       town. Nunca había pensado se-         tasía, a la creatividad y al juego,
    Dos pasajes de la novela ilus-   do poesía antes que eso”.               pararlos en unidades, así como        o sea todo talante, toda virtud
tran adecuadamente la actitud             Como vemos, el señor Grad-         no había pensado separar el mar       que tenga que ver con la emo-
de Gradgrind a este respecto.        grind representa una mentali-           en las gotas que lo componían”.       ción y los sentimientos. Desde
Y son las páginas por donde el       dad que se rige básicamente por             El señor Gradgrind es un          su aspecto Bitzer da la impresión
orgulloso, optimista y satisfe-      principios y valores que tienen         convencido de buena fe de las         de un ser carente de todo aspec-
cho padre, el muy práctico se-       que ver con los fundamentos de          bondades de su pensamiento,           to humano: frio, translucido,
ñor Gradgrind, se encuentra a        la economía política, que anu-          de los principios utilitaristas que   todo su accionar se encamina a
las afueras de la ciudad con el      la lo múltiple en la conforma-          nutren sus concepciones. Al fin       usar a los demás para sus pro-
Circo Sleary, en una escena que      ción del mundo, por porciones,          y al cabo el utilitarismo busca la    pios fines. A una súplica de su
hace recordar a los Señores Azu-     incluidos los humanos, que se           felicidad de todos con la contri-     maestro el señor Gradgrind para
les del Submarino Amarillo, la       pueden y deben sopesar y medir.         bución de los individuos, muy         que tenga compasión de su hijo
bella película de los Beatles. Así   Así convierte a todo ser vivien-        distinto a los valores de costo-      Tomás, implicado en un asunto
nos la presenta el autor, “Había     te, incluyendo las formaciones          beneficio que impone la actual        delictivo, el robo al banco del se-
entrado ya en el campo neutral       sociales, en un dato o conjunto         utilidad neo liberal, que no mira     ñor Bounderby, responde Bitzer,
de las afueras de la ciudad, que     de datos que por medio de ope-          sino el enriquecimiento y bene-       “Perdonadme si os interrumpo,
ni es ya ciudad ni es todavía cam-   raciones matemáticas pueden             ficio de los detentadores de la       pero estoy seguro que vos sabéis
po, pero que está muy mal lo         establecerse en sistemas donde          riqueza a costa de la gran mayo-      perfectamente que todo el siste-
mismo como campo que como            sus preferencias y satisfacciones       ría de los asociados. Pero al final   ma social no es sino una cues-
ciudad; de pronto asaltó sus oí-     se combinen y fusionen. Por             Gradgrind nos demostrará con          tión de interés propio. La única
dos un estrépito musical. Era un     ello, para Luisa la clase trabaja-      su actitud que en el fondo de su      manera de mover a una persona
estrépito de metales y golpes de     dora se convierte en, “Algo que         ser persistía un acervo humano.       es mover su interés propio. Los
bombo y tambor y procedía de         debía trabajar tanto y cobrar           Luego, este abanderado de una         hombres somos así. Sabéis per-
una banda de música agregada a       tanto, y nada más; que se debía         causa filosófica necesita de un       fectamente, señor, que es este
un circo que había instalado sus     determinar infaliblemente por           ejecutor, de un operador de tales     el catecismo que me enseñaron
barracas de madera allí cerca; la    las leyes de la oferta y la deman-      conceptos y el autor nos lo brin-     cuando yo era muchacho”.
banda de música bramaba más          da, algo que tropezaba con esas         da con creces con el fanfarrón           Por fortuna, hay un mundo
y mejor. En la cúspide del tem-      leyes y se metía en dificultades,       de la humildad, como Dickens          antagónico al mundo donde las
plo aquel flameaba una bandera       algo que se marchitaba un poco          llama al señor Bounderby, quien       gentes de Coketown no tienen

10 Abril 2012. No. 11.
Poesía

siquiera la voluntad de rebelarse.      lidario de ayuda y compromisos         que tienen otras vidas, que narran        hacer de la vida una divertida me-
Y es el mundo del circo. En el          mutuos, donde los participantes        o muestran otras historias y que le       táfora que como en el circo, todos
circo se juega, en su espacio cual-     de la pista convierten sus defectos    permiten descifrar mejor sus pro-         tengamos la capacidad de bailar,
quier cosa puede ser verosímil y        en motivos de compromiso para          pias actuaciones y su propia vida.        saltar, reír, llorar, y sobre todo de
desde las muchas posibilidades          con sus semejantes. Así, el ebrio      La razón, nutrida por la imagina-         mostrar nuestro cuerpo como el
que nos ofrece, existe la posibi-       es el primero en enfrentar un pe-      ción se vuelve generosa, dadivosa         libro donde están escritos los co-
lidad de la fantasía, y desde este      ligro con tal de aportar su cola-      para los otros a los que aprende a        tidianos placeres de la existencia.
variado y disímil lugar se apren-       boración para beneficio de otro.       mirar con la visión de la tolerancia      El compendio, en fin, de muestra
de a enfrentar al mundo a través        El circo es como el mundo de la        y el respeto. Sin imaginación, la         personal e intransferible libertad.
de la imaginación y a valorar las       literatura, de la novela, donde las    razón es una armazón de extrema
cosas por lo que las mismas son         cosas no son como son sino como        frialdad y crueldad. La respuesta
y no tan solo por su valor de uso.      deberían ser. Donde el espectador      entonces al llamado final que nos         Omar Ortíz Forero es poeta, editor
El circo también es un espacio so-      y el lector, hacen suyos personajes    plantea la novela, no es otra que         y director de la revista Luna Nueva.




                   Mirada periférica de un cristo roto
                                                                                                                         con sevicia a los incautos, a los ig-
    Rimado del Cristo roto                                 Jesús María Stapper                                           norantes y, a los miserables. Sabe
         Ramiro Lagos                                                                                                    el poeta santandereano que es un
         Sic Editorial.                 manentes que increpan mi alma,         testigo scholars, y como un fabu-         profeta de largo camino. Sabe que
      Bucaramanga, 2004                 y “mis almas”, porque dentro de        loso actor, Ramiro Lagos es por           es un juglar de clerecía, un asceta
         100 páginas                    mí ser, tengo almas para todo. Y       sí mismo, palabra y testimonio,           consumado, aunque se entien-
                                        es también, una visión particular      testimonio poético. Sabe él, que          de asceta a su manera. Sabe que
                                        que desde la periferia, me permite     desde la Edad Media, la sociedad          es quizás el mejor apóstata de su
                                        acercarme al libro del más osado y     feudal se dividió en tres clases          propia profecía poética. Entien-
                                        contemporáneo juglar de clerecía,      cuya composición y separación             de que él es el único responsable
                                        Ramiro Lagos Castro, cuyo título       era de clérigos, guerreros y traba-       de su llegada al cielo. Y para con-
                                        es Rimado del Cristo Roto.             jadores. Y en Rimado del Cristo           tinuar en esa brega, cual si fuera
                                            Esculca el autor de Rimado del     Roto, su más reciente libro, contra       un caminante misionero estoico y
                                        Cristo Roto, allende Las Cristiadas,   las acciones pecaminosas de algu-         franciscano, prosigue su vuelo de-
                                        todos los vericuetos que contie-       nos clérigos, religiosos, y castas,       nunciante, por eso atrapa la voz de
                                        nen escritos poéticos que incurren     enfila baterías quien fuera un sa-        Neruda en su Canto General.
                                        y concurren con sus versos para        cerdote en ciernes, yendo quizás              A través de salmos, cántigas,
                                        la denuncia escueta sobre la ven-      tras la senda de Ernesto Cardenal,        sonetos, hasta la octava real,
                                        ta de cada dios; y por ende, sobre     o del propio Camilo Torres, y de          etc., entre la metáfora y la rima,
                                        la descuartización permanente de       cuantos sacerdotes y ex-sacerdotes        rima épica, va Ramiro Lagos a
¿En qué lugar purgarán las pe-          Cristo. Y lo hace al igual que Dan-    se han dedicado a la rebeldía, re-        través del Rimado del Cristo
nas los dioses cuando pecan? ¿Será      te en su “intento de reconquistar      beldía que enfatiza su voz en con-        Roto, tras la “caza de nombres-
que mi Dios, mi único Dios, ne-         la creación de Dios para alterar el    tra de los actos deleznables. Ellos,      poetas”. Los atrapa, y los instala
cesita la rivalidad de otros dioses     destino del hombre”. Si Dante es       los “rebeldes” de Ramiro Lagos,           con sus versos junto a los suyos
porque la competencia cuando se         guiado por Virgilio y luego por        no gustan de los Cristos delebles         para regalarnos con su libro,
hace desde las alturas, con altura,     Beatriz, Ramiro Lagos es guia-         porque suben o bajan de precio,           un canto casi místico con “la
es sana y fortalece? ¿Será que mi       do por la necesidad suprema del        de un día para otro. Ellos desco-         sonoridad épica de un clarín li-
Dios y los “otros dioses” son capa-     hombre miserable y su impoten-         nocen esos Cristos cuyos valores          berador”. Atrapa a Juan Ramón
ces de darle mejoramiento conti-        cia; y también, por la musa su-        reales se manifiestan al vaivén de        Jiménez porque: “la poesía es
núo a sus paraísos? ¿Será que algu-     prema que halla en los gemidos de      los mercaderes y mercados porque          una religión del Dios deseado y
nos paraísos ya pasaron de moda?        las voces poéticas que denuncian.      van sin alma y sin corazón de un          deseante”.
¿Será necesario consensuar entre        De alguna manera, al igual que         lado para otro, van perdidos “sin             A Pedro Bonifacio Palacios
los dioses, la creación de un infier-   Dante y Virgilio, Ramiro también       ton ni son”. Ellos desconocen “los        con “sus salmos”. Al peruano
no exclusivo para “los dioses des-      trata de redimir al hombre de su       dogmatismos de ciertos arcipres-          Manuel González Prada con
viados de rumbo”? ¿Será que en          infamia contra el hombre. Porque       tes”. Desconocen también “a los           “sus presbiterianas”. Al chileno
algún momento puedo escuchar            bien sabe nuestro vate santande-       voceros de la biblia traicionada”.        Miguel Arteche y su “Cristo
el vocabulario maldito de un dios       reano, como sabe Baudelaire que:       Ignoran por completo a los “sa-           Roto”. Atrapa a Helcías Martán
cuando vocifera o aúlla de dolor o      “un pueblo de demonios danza en        nedrines madrugadores del alba”.          Góngora con su “Acto de fe”,
arrepentimiento? ¿Será que la ig-       nuestras cabezas”, e igualmente        Sin embargo, atrapa la rebeldía de        etc. “Congrega” el autor de Ri-
nominia, la miseria, el desarraigo      saben ellos dos, que ante la pérdi-    Ramiro, la gesta en pro de la repa-       mado de Cristo Roto, poesía y
y la injusticia soportados con todo     da del poder de Dios, “el diablo       ración, quiero decir, la más eleva-       pintura; y concatenadas, nos la
rigor por el hombre, son los úni-       es quien maneja los hilos que nos      da convivencia del hombre en el           regala en la magia y en la espe-
cos medios para ostentar indivi-        mueven”.                               amor, la justicia y la libertad, sin la   ranza bendita que despierta al
dualmente un lugar en el paraíso?           Inmerso dentro del Mester de       venta de Cristo-s Roto-s que son          inicio de una oblación sincera y
Son algunas de las preguntas per-       Clerecía como un gran testigo,         utilizados para cautivar y explotar       sin genuflexiones. Congrega en

                                                                                                                                     Abril 2012. No. 11. 11
Crónica

un soneto a Miguel de Unamu-
no y Diego Velázquez:
     “El gran maestro de la pers-                        Cuando salí de Cuba...
pectiva y la luz” con “Cristo
Expósito”. Congrega a Goya
en la perspectiva de “El Cristo              La Habana soñada                             Juan Carlos Gonzalez Franco
Abandonado” porque: “Pinta                        y vivida
Goya el agónico momento /del              José Luis Díaz-Granados
Cristo roto de dolor profundo”.           Franco Galería Editorial             su cantoral que busca el amor           dos por una bella serie de foto-
Congrega la “energía ilumina-                   Bogotá, 2012                   brujo y sobretodo, esta Colom-          grafías que revelan la compleja
da” en “El Cristo Salvador” de                  136 páginas                    bia ausente cuando se le decretó        arquitectura habanera, la cultura
Dalí. Congrega a Rubén Darío                                                   la errancia por el Caribe que sin-      de sus gentes, los paisajes tropi-
con la imagen del Nazareno de                                                  tió y cantó como Pablo Neruda,          cales, el hito de los encuentros,
América en el “Eccehomo Andi-                                                  su maestro.                             los momentos intensos a veces
no” que “tiene su tez de andino                                                    Nuestra colección fue inicia-       solitarios que permiten entender
bronceado”. Existen Cristos para                                               da con textos del maestro Fer-          la comunicación intelectual del
todo. Cristo está acostumbrado                                                 nando Soto Aparicio y su libro          autor, la realidad social de aque-
a su descuartización permanen-                                                 “Lección de Amor” , ilustrado           llos entornos, el fuego poético de
te. Bien sabe que por doquiera                                                 con una veintena de pinturas del        los momentos y la razón de ser
se venden retazos de su sangran-                                               artista santandereano Hugo Díaz         del hombre libre y justo.
te cuerpo. Por ejemplo, existen                                                Gutiérrez: álbum que guarda una             La inspiración editorial de
el “Cristo tugurial”y el “Cristo                                               poética transgresora y que es bi-       este libro radica en dos circuns-
suburbial”, válganme ustedes,                                                  blia de los enamorados en varios        tancias especiales: la inmensa
los términos aplicados. Existen                                                géneros literarios. El segundo vo-      amistad que sostengo con el au-
los Cristos “innecesarios”. Me                                                 lumen es “’Piel de Sombra” del          tor a quien admiro por su obra
refiero a los Cristos que habitan                                              escritor Pedro Manuel Rincón,           y su lealtad y, el profundo amor
dentro de los espejos: “Cristo de                                              Pemán R, ilustrado por el pintor        a una isla que caló mis vivencias
los espejos”. Es un Cristo que        Con el título La habana so-              y escultor Hever Sánchez, mues-         cuando tuvimos la oportunidad
se rompe o se evade, casi que lo      ñada y vivida del poeta y ami-           tra poética que es un canto de lo       de realizar allí actividades de in-
puedo calificar de irresponsable.     go José Luis Diaz-Granados,              cotidiano y del amor.                   tercambio cultural con sus insti-
Hay algunos Cristos más pobres        presentamos el tercer volumen                El presente libro se estruc-        tuciones y con sus artistas tanto
que otros, viven los estigmas de      de nuestra colección “Voces de           tura con una serie de crónicas          en el campo de la literatura como
la estratificación. Tal vez, Él, no   América”, esfuerzo que reivindi-         existencialmente concebidas por         en el del arte plástico, fruto de
se haya dado cuenta todavía,          ca aquel sueño de convertir en           el autor para plasmar sus expe-         lo cual son los libro-arte que re-
que a pesar de tanta praxis por       realidad y desde el compromiso           riencias de exilio en Cuba que          copilan muestras sobre salientes
su venta, su cuerpo diezmado dé       editorial, una colección literaria       carga el peso de la nostalgia por       de dichas disciplinas estéticas del
tan buenos resultados económi-        que dé cuenta de lo mejor de las         la ausencia forzada, pero tam-          ámbito latinoamericano son un
cos.                                  letras latinoamericanas. Con este        bién la fuerza sentimental de la        sabor generoso a espíritu Caribe.
     Ramiro Lagos en su Rima-         autor, la labor ha de entenderse         isla, de La Habana, de sus gen-             Este nuevo esfuerzo editorial
do del Cristo Roto nos entrega        como el trasegar entre laberintos        tes y sus calles, de sus rincones       viene a llenar las expectativas de
búsquedas y hallazgos que nos         e inventarios y aún a las puertas        bohemios, de sus espacios de            los inquietos de la cultura y de
enseñarán a procurar caminos          del infierno como José Luis lo ha        amor y su música Caribe, de los         los amantes del sentir cubano,
limpios para llegar a un Cristo       hecho a lo largo de su andadura          encuentros intelectuales. Recoge        cuyos hombres y mujeres alber-
real vivo, sin intermediarios, sin    literaria. También es una fiesta         así mismo el fruto parcial de su        gan la idea de dignidad que se
comerciantes, sin el flagelo im-      perpetua entre el muro y la pa-          espacio semanal “Crónicas del           percibe en su territorio y su his-
preso del dogma y de la política.     labra con ritmos de primavera            Milenio” dentro del programa            toria y que significa tanto para
Iremos hacia un Cristo sin castas     en un diluvio inolvidable, con           radial “Despertar con Cuba”             ellos que sientes a Cuba como
y sin membrecías, sin fanatismos      la memoria alegre que escucha            transmitido por la emisora pa-          “El territorio Libre de América”.
lacerantes y divisionistas.           alegremente la rapsodia del ca-          triótica radio Habana Cuba,
     La venta de Cristos (y otros     minante en busca de los años             programa que difundió todos los          Juan Carlos Gonzalez Franco es
dioses) es permanente. Hoy son        extraviados o de la muñeca noc-          miércoles durante su estadía en          artista plastico, gestor cultural, editor,
más en cantidad, y son más mi-        turna en el más terrenal de los          la isla. Los textos –testimoniales       escritor y responsable de la edición
serables que en la época del pro-     oficios. Se trata de proseguir tras      y sentimentales– van acompaña-           impresa de Pdl.
lífico Victor Hugo. Al parecer los
alaridos superan toda redención,         Del libro...                           so océano. Recuerdo que comen-         hasta que en algún momento de
porque la abrupta realidad, nos              En mi ya remota adolescencia,      zaba más o menos así: “¿Quiere         mi vida, al regreso de un viaje por
enseña con franqueza, que nada           a finales de los años 50, leí una      usted saber cómo es un amanecer        la Unión Soviética, me encontré
cambia, que cuando el hombre             deliciosa novela de Hemingway          en La Habana?”, y pasaba ensegui-      con que al despertar dentro de
se propone arrasar al hombre,            titulada Tener y no tener, cuyo        da a elaborar la transposición de la   un enorme avión “Tupolev” que
todo es igual. Les dejo, a manera        ambiente habanero hace que el          realidad más asombrosa y fiel de la    me traía de Moscú y de Shan-
de conclusión y apostilla, en los        lector se sumerja de tal forma en      bella ciudad.                          non, tenía frente a mis ojos un
versos de una inquietud.                 el universo maravilloso de esta        Con la obsesión de saber en ver-       espléndido sol matinal, tranquilo
                                         ciudad feliz, que se llega a sentir    dad cómo era, o mejor, cómo es,        y bermejo, como el descrito por
                                         hasta su temperatura estival y el      un amanecer en La Habana, dejé         Hemingway en su mencionada
José María Staper es pintor, poeta
                                         frescor húmedo de su esplendoro-       pasar largos días con sus noches       novela...
y escritor.

12 Abril 2012. No. 11.
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  • 1. w w w . P E R I Ó D I C O D E L I B R O S . c o m Lecturas C R Í T I C A S P V P $ 5 . 0 0 0 - Pe r i ó d i c o d e c r í t i c a b i b l i o g r á f i c a . No . 1 1 . B o g o t á , A b r i l d e 2 0 1 2 - I S S N 2 0 1 1 - 6 1 2 8 Allan Moore, David Lloyd, Amparo Dávila, Clarice Lispector, Angel Cappelletti, Manuel González Prada, Omar Jayyam, Ramiro Lagos, Peter Schneider, Juan Villoro, Matilde Sánchez, Javier Cercas, Charles Dickens, Henry Bergson, Max Stirner, Alfred Jarry
  • 2. C o n t e n i d o Director Carlos Andrés Almeyda Gómez editorial@periodicodelibros.com § Subdirector Celedonio Orjuela Duarte Cuentos reunidos 3 Por Karla Sandomingo orjuela@periodicodelibros.com Editor Cerca del corazón salvaje 4 Por Gabriela Santa Juan Carlos Gonzalez Franco artfranco@periodicodelibros.com La velocidad de la luz 7 Por Carolina Urbano Pág. web Hollman Lozano Berlín dividido 8 Por Isabel Baboun Tiempos dificiles 9 Por Omar Ortiz ISSN 2011-6128 Periódico de libros Lecturas Críticas Rimado del cristo roto 11 Por Jesús María Stapper www.periodicodelibros.com La Habana soñada y vivida 12 Por Juan Carlos Gonzalez F. No. 11. - Abril de 2012 Especial anarquismo PVP: $5.000 Lenz, un relato 13 Por Jaime Londoño correo@periodicodelibros.com ©2011 Regeneración 14 Por Fabián Muñóz Criterios editoriales y de selección competen exclusivamente a PdL. Colaboración solicitada. Los juicios emitidos en la presente edición Gargantúa y Pantagruel 16 Por Cristian Soler son responsabilidad exclusiva de sus autores y no comprometen la opinión de Prehistoria del anarquismo 17 Por Celedonio Orjuela D. Periódico de Libros. Baladas peruanas y Robayat 24 Por Ricardo Silva-Santiesteban V de Vendetta 27 Por Javier González Tapia diente de león. editor La Biblioteca del Río Las llaves invisibles 29 Por Iván Darío Álvarez LA MALDICIÓN Los talismanes del hunor 22 Por Juan Manuel Roca Manuel María Madiedo TRÁNSITO Luis Segundo de Silvestre de venta en librerías : l erner ( centro y norte )•c asa t omada •a rte l etra •c entral •l uvina •b iblos •n obel •P rólogo l a m adriguera del c onejo •un l a l ibreria •m agisterio •F ondo de c ultura SACRILEGIO CENTINELA Simón Jánicas Florángela Herrera Nuestra carátula: L’anarchiste: Grabado. Félix Va- llotton (Lausana, 28 de diciembre de 1865 – París, no- viembre de 1925) Pintor y grabador suizo, miembro del grupo de los Nabis que a finales del siglo XIX enlazó las no- pedidos: vedades de los post-impresionistas con la nueva generación torregrafica@gmail.com pabellón 3, nivel 1, vanguardista de principios del XX. stand 129 2 Abril 2012. No. 11.
  • 3. Narrativas El hombre árbol, la mujer sapo y el huésped traspasa, que no cierra su mirada Cuentos reunidos Karla Sandomingo sin párpados, que abre su silencio Amparo Dávila aterrador al desdibujar el propio Fondo de Cultura Económica miedo con esa sombra. Y el dolor 298 páginas queda ahí, parado en la puerta, México, 2010 busque. Luego, el narrador que- detonan las cosas tristísimas, de- recargado en el muro de la muer- da de lado para que aparezca la soladas, vivas, palpitantes con un te, otra vez. Otra vez el dolor y segunda voz de él como pensa- corazón difícil de dibujar porque la muerte. Porque parece que la miento girando alrededor de una es un corazón de otra parte. muerte ronda callada, poderosa. queja grande –su esposa es una Amparo Dávila tiene un co- Y más parece una solución que mujer-desastre que antes fue una razón de otra parte, tal vez naci- un infierno. “Aún cuando hay mujer hermosa y cuidada-, y de do en las minas, en las cavernas quienes aseguran que el dolor es un deseo enorme de escapar de oscuras de la imaginación, en la interminable y que nunca se ago- su entorno tan sucio y poco esti- biblioteca repleta de libros que ta, yo opino que después del 10º mulante, una situación precaria, contenía a su padre trabajando, grado de mi escala, solo queda la mediocre y triste. El narrador en el punto cero del miedo, en memoria de las cosas, doliendo cuenta mientras el personaje sue- la noche. Su corazón pudo haber ya no en acción sino en recuer- ña y nosotros escuchamos la voz nacido nocturno, en sus prime- do”. Así los cuentos de la autora: de su pensamiento. El personaje ras palpitaciones de la escritura, se quedan ya no en acción, sino viaja a través de su mirada per- con un ser informe viviendo en como una impronta que no tiene dida hacia los pájaros que surcan esos espacios que atrapan sin re- forma definida pero es una hue- el cielo y se dirigen al bosque. medio: los miedos de la infancia, lla permanente. El lector de Am- Quiere ser árbol. Quiere ser ár- en la infancia. Pero los miedos paro Dávila que entra a la lectura No sé cómo fue que descubrí bol para sentir el aire, los pájaros, del adulto, de la mujer, del hom- de su obra narrativa sale de sus a Amparo Dávila. Seguramente la paz. Quiere ser árbol con el bre, atrapados en el infinito de su cuentos como se sale de hacer el fue en un recoveco del tiempo, riesgo de no ser reconocido por destino inefable y terrible. Como amor, como diría alguna vez Ju- cuando algunos segundos que- sus hijos, de ser tallado por los “El huésped”, un ser que dibu- lio Cortázar al hablar de la efec- daron suspendidos, o cuando enamorados con su nombre gra- ja el miedo aterrador que está tividad de un cuento breve. Eso estaba lista para entrar a la lec- bado en un corazón eterno, con adentro de ella misma pero que siento: Se termina la acción de la tura con una taza de café en día el riesgo de ser talado, de morir trajo su marido de sabe dios dón- lectura y el cuento se queda sin lluvioso, lista para sentir la pro- pese a todo. ¿Qué puede uno ha- de. Y no la escucha porque es un poder contarlo o repetirlo, que fundidad de su obra, la turba- cer sino mirarlo correr escaleras mueble más. Ella, quien además causa extrañeza cuando regresa ción que provoca la ambigüedad abajo rumbo al bosque para es- es la narradora, lo dice. Y ve la de golpe en un recuerdo, con sus de sus historias, la incertidumbre capar? ¿Quiere la “Muerte en el sombra de su miedo paseándose atmósferas borrosas, neblinosas. en la que se viven sus personajes, bosque”? por toda su casa: es tan terrible la oscuridad interna en que ellos Sus primeros libros de cuentos habitan. Si se quisiera desgranar el que no puede describirlo por en- (en 1959, Tiempo destrozado, cuento, cualquier cuento de tero: “Guadalupe y yo nunca lo y en 1964, Música concreta, y No alcanzo a ver la turbulen- Amparo Dávila, se toparía con nombrábamos, nos parecía que en 1977, Árboles petrificados) cia en el corazón del hombre que estructuras fragmentarias, con al hacerlo cobraba realidad aquel marcan claramente la naturaleza quiere ser árbol, pero la siento. la ambigüedad en una historia ser tenebroso” con sus grandes de su narrativa: de terror, pero La atmósfera de caos que mues- que la convierte en varias por las ojos amarillentos, casi redondos más bien fantástica, pero más tra el narrador a través de los es- lecturas posibles, con la pregun- y sin párpados, que parecían “pe- bien metafórica, pero más bien pacios es detallada y maravillosa ta que ni alcanza a formularse, netrar a través de las cosas y de poética, pero más bien… no es como reflejo del caos interno con ese asombro particular que las personas”. Es el miedo que encasillable, y la inteligencia, la del personaje, del desastre en su realidad: el departamento donde agudeza y sensibilidad de esta vive con su mujer gorda que hue- narradora todavía permanece en le a cebolla, lleno de recuerditos El lector de Amparo Dávila la sencillez de su pluma, sin aspa- vientos, sin ruido. Tal vez debía viejos y empolvados con pedace- ra de cosas inservibles, repetido que entra a la lectura de su obra ser más leída. Tal vez el tiempo en la vivienda de la señora igual sale de sus cuentos como se sale le traiga lectores sensibles, agu- de gorda y desordenada con cajo- nes llenos de recuerditos viejos y de hacer el amor, como diría alguna dos e inteligentes. Y los ojos del lector siguen estas palabras que empolvados con pedacera de co- vez Julio Cortázar al hablar de la intentan definir lo indefinible, sas inservibles, de donde sacará efectividad de un cuento breve. cuando lo único importante que deben encontrar en estas líneas el número del dueño de un de- partamento en renta. Porque la es lo siguiente: hay que buscarla esposa de este señor está harta de en los estantes de las bibliotecas, vivir en un lugar pequeño y no debajo del miedo, en Google, en esperará más tiempo para que él el sueño que, al despertar, quedó Abril 2012. No. 11. 3
  • 4. Narrativas temblando en el último hilo que La ética del animal perfecto recuerdas y que se va borrando y que no puedes reconstruir y no quieres perder. Así es Amparo Dávila cuando cuenta. Deja que te cuente de alguien que está pa- ralizado en las escaleras viendo pa- sar a su amor, aquella mujer que Cerca del corazón salvaje Gabriela Santa Arciniegas Clarice Lispector le produce dolor, y luego cómo el Alfaguara, clásicos placer del dolor hace que prefiera Espana, 2000 matarla antes que perder su sen- 300 páginas. timiento de estudio. Deja que te cuente del hombre que entendió que la mejor solución era llegar a la central y pedir un boleto a cual- “Cerca del corazón salvaje” de la quier parte antes que averiguar si brasilera Clarice Lispector fue su sus fantasmas eran de cuerpo y primera novela, escrita cuando ella tela o si sólo era su mente destro- apenas tenía 17 años; pero ya a esta zando su incipiente libertad. Deja edad la autora tenía un estilo defi- que te descubra Amparo Dávila nido, osado, íntimo, del cual ella a ti en un recoveco del tiempo, misma decía que es un “no-estilo”. cuando algunos segundos que- La verdad la autora no necesitaba Clarice Lispector. Foto: Claudia Andujar (1961). daron de pronto suspendidos, o tener más de 17 años para ser el cuando estabas listo para leer con monstruo que fue. Pues lo único taza de café en mano un día llu- que precisaba era su infancia. Era vioso, listo para sentir la profun- donde siempre volvía. Era de don- didad de su obra, la turbación que de sacaba el tema de toda su obra provoca la ambigüedad de sus his- narrativa y poética. De su infancia torias, la incertidumbre en la que y de su yo inabarcable. Ella decía se viven sus personajes, la oscuri- que: “unos cosen para afuera, yo dad interna en que ellos habitan. coso para adentro”. Deja que te traiga un huésped a En todas las obras de Clarice, tu cuarto y que no sepas quién es, la trama es secundaria. Las accio- qué es, qué hace ahí y por qué te nes existen para ilustrar caracterís- mira dormir o cocinar, y que ade- ticas sicológicas de los personajes. más no puedas deshacerte de él si Por eso, ella se decía, más que una no es con la solución más tajante. escritora, una “sentidora”. (Olivei- refiere desde el título, “El corazón cir, lo sé bien, pero no lo puedo O que te narre la preocupación de ra). Muchas veces fue comparada salvaje”, que aparece en el epígra- decir. Sobre todo, tengo miedo un amigo por su amiga que se va con Virginia Woolf y con James fe de la novela, tomado de Joyce: de decir, porque en el momento desbaratando por una infidelidad Joyce, con el fluir de conciencia “él estaba solo. Estaba abandona- en que tengo que hablar, no sólo que la lleva a ¿la locura? ¿O por y el monólogo interior; sin em- do, feliz, cerca del salvaje corazón no exprimo lo que siento; más qué ve a un sapo con ojos idén- bargo, ella misma confesaba no de la vida”. El corazón salvaje es bien, lo que siento se transforma ticos a los de la otra, parado por haber leído nunca a ninguno de la esencia, es la verdad que somos lentamente en lo que digo. O por fuera de su ventana croando y estos dos autores. No le interesaba detrás de toda apariencia, todo lo menos, lo que me hace actuar croando? ¿Pero locura de quién si seguir a nadie. Le interesaba escri- paradigma, toda ley. no es lo que siento sino lo que él comienza a ver cómo le crecen bir. Desde sí. Romper. Develar. Y Para construir esa ética, la au- digo” (Lispector, 11). Esta dico- los ojos a la costurera amante del le interesaba sobre todo el Yo. tora se vale de una estructura na- tomía entre el sentir y el lenguaje, novio de su amiga?, que te lleve rrativa en donde la vida de Joana sumerge a Clarice en la misma al departamento de esa amante En la novela que nos ocupa, es contada en un reiterativo volver preocupación que aborda a Musil costurera a la que le vio los ojos “Perto do Coracao Selvagem”, se a la infancia, por un lado, y por el desde “Las tribulaciones del estu- más grandes y la cabeza más ve una indagación constante por otro, el mundo de los hechos apa- diante Törless”. Törless busca un grande (¿será mentira, metáfora, el ser mujer, y por el ser, a secas. rece sólo como una consecuencia puente entre él y lo inexpresado, realismo mágico, literatura fan- Hay también una búsqueda de la o a veces simplemente como un pero el puente se deconstruye; no tástica, terror humano, psicología libertad, un deseo de recuperar la mundo paralelo a la geografía in- conduce a la idea de infinito sino deforme?) para tapar de una vez imaginación. Por otra parte, se ve terior de Joana, que es realmente a un signo vacío. Claudio Magris por todas el abismo en el que cae la incomunicabilidad del lengua- el asunto principal de la obra. Este dice: “Musil es un escritor que lo su amiga, cayendo él, cayendo tú je, la soledad, y el constante du- mundo se presenta mucho más cifra todo en la verdad y que en también, hasta que termines de dar de todos los paradigmas. El interesante, colorido y vasto que consecuencia se debate en el dile- ver la sangre entre tus dedos. Deja paradigma “ética” es uno de los el mundo de las formas. Aquí es ma entre la necesidad de expresar- que te cuente. cuestionados; es deconstruido en donde se presenta la primera ten- la y la imposibilidad de hacerlo” esa búsqueda del ser, sólo que ese sión, pues el lenguaje no le es sufi- (Magris, 274). El personaje de ser no se nos presenta idealizado, ciente a Clarice para expresarse ni Lispector sufre de una angustia Karla Sandomingo es narradora sino que se devuelve a lo primal, a comunicarse. “Es curioso cómo parecida. “Nada puedo decir aún mexicana, gestora cultural. Premio lo animal. Su ética es “la ética del no sé decir quién soy. Quiero de- dentro de la forma. Todo lo que Juan José Arreola de cuento. animal perfecto”. Es a lo que se 4 Abril 2012. No. 11.
  • 5. Narrativas poseo está muy profundo dentro - Malo es no vivir… de mí” (Lispector, 50). El sí mis- Clarice Lispector - Morir? – preguntó él. ma, no posee un lenguaje posible para comunicar-se, y el lenguaje sufre de una angustia - No, no –gimió ella - Qué es, entonces? Dime. humano es un código que ade- parecida a la de Musil: - Malo es no vivir, solo eso. Morir más de ser limitado, al usarse, envuelve a Joana en su mentira, “Nada puedo decir es otra cosa. Morir es diferente de lo bueno y lo malo”. (pg. 48). la convence de sentir diferente de aún dentro de la forma. lo que está en su interior. No hay una posible conciliación. Todo lo que poseo Para Lispector, la sustancia Pero el conflicto de Lispec- está muy profundo ética ya no consiste en poder dife- renciar bien y mal, o en centrarse tor va más allá de las dicotomías dentro de mí”. en uno u otro como posibilidad lenguaje-comunicación e inte- de vida. Ella quiere devolverse a rior-exterior, que se encuentran los orígenes de todo, crear todo en el nivel conceptual, sino que de cero. Por eso se pregunta, no hace tambalear el mismo aparato en digestión. Pero es la poesía in- ta, sexual, rabiosa. Que se aplica “qué es el bien para otros?”, sino estructural, formal, del lengua- dudablemente vista por un niño al concepto general de ser huma- “qué es el bien para mí?”. je de los textos filosóficos, o de cualquier texto del mundo adul- en su más elemental y poderoso no. Ahí todo lo demás le parece En esa búsqueda Joana está to. Ella recupera el lenguaje de la asombro. un juego: “Su tía jugaba con una sola. La mayoría de los personajes infancia que aún no conoce lími- La devoración. Clarice, des- casa, una cocinera, un marido, de la novela se identifican con un tes sociales ni morales impuestos, de dentro de sí misma, devora el una hija casada, visitas. El tío ju- concepto cultural y social de gé- para encontrar —o abarcar— su mundo exterior, desde los cimien- gaba con el trabajo, la hacienda, nero, y siguen las normas mora- yo, para cuestionarse qué es en tos literarios hasta los conceptos el juego de ajedrez, los periódicos. les y éticas, sin preguntarse nada. verdad ser mujer. Ahí comienza a ideológicos, filosóficos, morales y Joana buscó analizarlos, sintiendo Joana en cambio no le teme a ex- nadar por los lindes del “animal éticos más arraigados e incuestio- que así los destruiría” (Lispector, plorarse a sí misma. Ante los ojos perfecto”. El ejemplo más con- nables, los digiere y los regurgita 44,45). Analizarlos para destruir- adultos, por ejemplo, los de su tía, tundente que observamos desde en algo diferente. Este proceso es los, es devorarlos para transfor- Joana “es una víbora. Es una ví- este punto de vista, aparece con el consecuencia de la influencia que mar su propia experiencia como bora fria, Alberto, en ella no hay poema que la Joana niña inven- el manifiesto antropófago había mujer. amor ni gratitud. Inútil quererla, ta, llamado “Yo y el sol”, que es ejercido en todos los ámbitos cul- Joana se siente presa: “Presa, inútil hacerle el bien. Yo siento una clara deconstrucción hecha turales brasileros. Este manifiesto presa. Dónde está la imaginación? que esa niña es capaz de matar a en el mismo corazón del lenguaje se centra en buscar la identidad Ando sobre caminos invisibles. una persona...” (Lispector, 34). literario, es decir, en la estructura del Brasil, regresando al canibalis- Prisión, libertad. Son esas las pa- Joana, desde la teoría que del lenguaje poético como cons- mo y la desnudez en que vivían labras que me ocurren. Mientras Beauvoir expone en “La Etica tructo social, y lo hace precisa- los americanos antes de Colón. tanto no son las verdaderas, uni- de la ambigüedad”, ha venido al mente usando las estructuras del Una de las frases más célebres de cas e insustituibles, lo siento. Li- mundo preexistente, mucho más lenguaje infantil. El poema dice: este texto es la de: “tupí or not bertad es poco. Lo que deseo aún serio que ella, pero a ella aún no le “Los pollos en el jardín trasero se tupí”, parodiando, o debemos de- no tiene nombre” (Lispector, 50). interesa ser seria, y ella se permite comieron dos lombrices pero yo cir, regurgitando a Shakespeare. El ejemplo citado menciona los ser perezosa, dedicarse a aprender no vi”. Cuando el papá le pregun- Ser tupí. Volver a la infancia conceptos de libertad y prisión, de sí misma, inventar poesías for- ta, “¿Qué tienen que ver tu poesía cultural de América. La desnudez pero para derrumbarlos, y plan- malmente transgresoras. Pero es y el sol?”, ella le responde: “El sol que no pretende ocultar nada bajo tearse un tercer término, oscuro e cuando el padre muere que ella, está sobre las lombrices, papá, y un traje, y la antropofagia que sig- imposible de nombrar. Joana no aunque sigue siendo una niña, por hacer la poesía no vi las lom- nifica “devorar” lo extranjero para se queda en lo que tantos pensa- comienza a cuestionar a los adul- brices” (Lispector, 5). deconstru- “regurgitarlo” en algo totalmente dores han buscado, que es la li- tos, los confronta, los escandaliza. ye tanto las bases formales de lo distinto, auténtico. Porque como bertad, porque ésta responde aún No le interesa hacer el pacto con que occidentalmente considera- decía Gaudí, “la originalidad es a mecanismos sociales. Ella quiere la sociedad para ser aceptada e in- mos como poesía, que es casi un volver a los orígenes”. Clarice hace trascender incluso esos mecanis- cluida en los roles que ésta le tiene poema zen: las lombrices no están precisamente eso: quiere despo- mos, y por eso lo que desea su- preparados. En un momento in- en la escena, y el sol tampoco, lo jarse del pudor y la apariencia que pera dicho concepto, para poder tenta rendirse y firmar ese pacto, único que está paradójicamente lleva al hombre a vestirse, prefiere recuperar “la imaginación” que y decide, racionalmente, enamo- es la poesía. La poesía como un permanecer en la desnudez ino- es absolutamente un concepto rarse y casarse. Ahí aparece Otá- caparazón vacío. La imposibili- cente del niño —desnudez que relacionado con la infancia. Ella vio, su marido. Pero su búsqueda dad del lenguaje por dar cuenta puede ser “inmoral” para el adul- se devuelve incluso a los prime- siempre vuelve a urgirla, y a hacer- de todo. El anillo de Musil, por to— y “devorarse” todos los para- ros términos que aprende el niño la un ser siempre distinto al resto, donde camina el poeta, o el escri- digmas para re-crearlos. Y ahí es para vivir en sociedad, lo bueno y y su proyecto de adaptación social tor, el anillo que es el lenguaje, y donde ella se topa con “el animal lo malo, para cuestionarlos y re- fracasa. Finalmente encuentra que es el borde del pozo de lo in- perfecto” como ella lo llama, o el batirlos. El siguiente es un diálo- una forma de saciar su deseo eró- efable. Es la negación de la poesía “caballo joven”. El ser mujer, el go entre el profesor y Joana: tico a su manera, sin involucrarse vista por un adulto, pues se devo- ideal femenino, no aparece idea- emocionalmente con el otro, sin ra los elementos poéticos –el sol, lizado, angelizado, marianizado, “- Bueno es vivir… --balbució ella- averiguar siquiera el nombre, para el cielo— y deja sólo unos pollos sino en el extremo opuesto, como -. Malo es… permitirse permanecer en su bús- con la barriga llena de lombrices un ser hembra: Desbocada, egoís- - …? queda. Y finalmente encuentra la Abril 2012. No. 11. 5
  • 6. Narrativas soledad que necesita para seguirse explorando interiormente, seguir sus pulsiones, su deseo. En ello descubre su fuerza vital que es in- agotable, y es en últimas, no una pulsión tanática, sino una pulsión de vida. Mientras Virgnia Woolf termina yendo tras la pulsión de muerte, Lispector en cambio bus- ca la pulsión de vida: “Sí, ella sentía dentro de sí un animal perfecto. Le repugnaba dejar un día ese animal suelto. Por miedo talvés de la falta de estética. O recelo de alguna re- velación… No, no, --se repetía ella— es preciso no tener miedo de crear. En el fondo de todo po- siblemente el animal le repugna- ba porque todavía había en ella el deseo de agradar y de ser amada” (Lispector, 9). Este párrafo es muy impor- Clarice Lispector tante para la teoría que Lispector está creando en esta novela, pues (op. cit., 13). La infancia equiva- cesos primarios sobre los cuales se evidencia la realidad de la mujer: aquí es donde se relaciona el ani- le como diría Freud, a las pulsio- edifica”. Clarice intenta abrir su un constructo impuesto por los nes. Al “perverso polimorfo” en mente de par en par y confrontar hombres (Woolf, 2008). mal perfecto con la creatividad de toda su plenitud. Sin culpa, sin lo más posible de los contenidos la que hablábamos. Y con la infan- remordimiento, sin deseo de ser Al final del libro, la respuesta cia, porque para un niño todo es secundarios de ésta, para que, con frente a la pregunta de “qué es el aceptada. Sólo actuando según nuevo, todo está por ser inventa- ese estilo fresco e infantil, pene- bien para mí” se queda sin poder sus deseos. Acercándose lo más do. “Todo es nuevo bajo el sol”. posible a escuchar los furiosos tren los contenidos subconscien- ser pronunciada, más aún, sin po- latidos del salvaje corazón de la tes, primarios, a su conciencia, der ser e-nunciada, a causa de la Para enfocarse en la fuerza vi- vida. Lo interior es tan vasto, y de ese modo, regresando a su incomunicabilidad del lenguaje. tal, que es lo que ella quiere defen- que de él sólo se puede conocer infancia, acercarse a ese “animal der, Joana lleva la sustancia ética Al volver a las últimas líneas una parte: “es posible ser más allá perfecto”. Ella conoce sus miedos hasta su límite. Pero acepta que del libro: “y un día vendrá, sí, un de lo que se es […] soy más que frente a los castigos que la socie- tiene miedo de que, por defender día vendrá en mí (…) y que todo yo casi siempre”. Y el egoísmo, dad le puede propinar al identifi- esa fuerza vital, se vaya a escindir visto así, como fuente de todo venga y caiga sobre mí, hasta la carla subversiva y particularizada, del todo de lo que se considera conocimiento, es la clave para incomprensión de mí misma en “delirante” (tomando la anotación “mujer”, de lo que se considera llegar a lo vital. “Estar pisando ciertos momentos blancos por- de Green sobre el significado de la “humano”. El deseo de convertirse sobre lo vital sin saber”, como que me basta cumplir y entonces palabra delirar como “sacar fuera en ese animal perfecto, se contra- si la respuesta ya estuviera ahí, nada impedirá mi camino hasta la del surco”). pone incesantemente a la angustia pero como el yo es tan vasto, muerte-sin-miedo, de cualquier de que ese “animal perfecto” se hay que dedicarle mucho tiempo La autora se vulnera, en trans- lucha o descanso me levantaré suelte y ella deje de ser del todo para poder identificar qué es o parencia, superponiéndose a su fuerte y bella como un caballo jo- estética. Esto se complementa con dónde está lo vital. Y al final del personaje Joana, que no es más ven” (Lispector, 154, 155), como este fragmento: libro insiste: “de cualquier lucha que una radiografía de ella misma. una esperanza a futuro. En ese o descanso me levantaré fuerte Este personaje le sirve a Clarice “No me acusen. Buscar la base momento lejanísimo y nebuloso y bella como un caballo joven” no sólo para cuestionar valores y del egoísmo: todo lo que no soy ella dejará de temer, estallará, ter- (Op. Cit., 155). circunstancias reales pero ajenas, no me puede interesar, es posi- minará la gestación de la infancia ble ser más allá de lo que se es Pero, como toda búsqueda on- estos valores y circunstancias fue- que es semilla de su fuerza vital, –mientras tanto yo me sobrepaso tológica, ésta tiene un para qué. ron la realidad de la propia auto- de su “capacidad tan roja y afir- aun sin delirio, soy más que yo Una meta, que está volcada hacia ra, en ellos fue criada y educada. mativa cuanto clara y suave” (op. casi siempre–; tengo un cuerpo la creación artística, o más concre- En el Brasil de los años cuarenta, y todo lo que yo haga es conti- cit, 154). Pero por ahora, aún en tamente, literaria. Virginia Woolf en la comunidad nordestina que nuación de mi comienzo [...] es las últimas palabras de la novela, en el último capítulo de “Una era básicamente de agricultores posible que esté pisando sobre lo persiste la tensión. Por eso el tí- habitación propia” (Woolf, 2008) y campesinos, donde los valores vital sin saber; esa es mi mayor tulo del libro es “Cerca del cora- dice sobre la creación literaria: “La morales y sociales son marcados humildad”. (Op. Cit., 11). El zón salvaje” y no “En el corazón mente entera debe yacer abierta por el machismo, el cristianismo, egoísmo es definido como una salvaje”, porque con la limitación de par en par” como un requisi- el patriarcado, donde la mujer especie de solipsismo, pues sólo del lenguaje y con ese miedo a ser interesa lo interior, y lo exterior to primordial para la escritura. debe cumplir con unos roles muy Y según lo planteado por Green plenamente, lo único que logra es se diluye. Pone en evidencia el específicos y delimitados. Esta (Green, 382,383): “la fantasía, acercarse a ese ideal de ser. discurso primario en donde re- característica influye sobre el as- side la particularidad. “Dónde como el texto, […] deja aquí y pecto sicológico de cada miem- estaban las mujeres apenas hem- allí, justamente por ser una obra bro femenino del grupo cultural, Gabriela Santa Arciniegas es bras? Y la continuación de lo que de ficción y, por lo tanto, goberna- forzándolo a la sumisión. En am- poeta, traductora y profesora uni- había iniciado cuando niña?” da por el deseo, huellas de los pro- bientes como éste es donde más se versitaria. 6 Abril 2012. No. 11.
  • 7. Narrativas Entre la guerra y el arte fulas de escritor, en compañía de La velocidad de la luz Carolina Urbano su amigo Marcos, artista plásti- Javier Cercas co, quienes sin haber “expuesto Tusquets editores un solo cuadro ni publicado 298 páginas un estilo, crean un conjunto de su familia, con su vida y con su un solo cuento” sentían que el México, 2005 pensamientos y, si se quiere, una oficio. Esto puede sonar un poco mundo los estaba “ningunean- filosofía. Javier Cercas es uno de moralista y sabemos, además, que do de forma flagrante”. Aun así, ellos, puesto que sus libros no son no necesariamente los grandes estaban dispuestos a fracasar de títulos aislados que finalmente es- genios, o los grandes pensadores, forma completa y absoluta en tán unidos por un estilo y ya. En creadores y científicos, son las nombre del arte, pues estaban la obra de Cercas, sus pensamien- mejores personas, de hecho, gene- convencidos de que era lo úni- tos están unidos a los de los per- ralmente ocurre lo contrario. Pero co que querían hacer en la vida. sonajes, a la trama de sus novelas, no se trata de dar una lección de De esta joven actitud libertaria a los temas que en ensayos o en humildad o humanismo, sino (que significa hacer y ser lo que sus columnas de El país desarrolla de mostrar que no es la guerra la se quiere), el pretendido escritor de manera independiente a la lite- única manera en que un hombre va forjando una carrera gracias a ratura, pero que salen y entran de pierde lo que le es esencial. su “exilio” en Urbana una pe- la literatura a la realidad sin cho- La vida del protagonista y la queña ciudad en el Oeste Medio carse, ni traicionarse. El resultado vida de Rodney se desarrollan de los Estados Unidos donde de tan peligroso estilo es producir de manera paralela para mostrar puede iniciar un doctorado, tra- en el lector no solo un placer es- dos caminos diferentes por los bajar como docente y escribir su Si te empeñas en ser escritor, tético, sino todo un tratado sobre que el hombre puede llegar al primera novela (que en términos aplaza todo lo que puedas el éxito. el oficio de escribir, hasta el pun- mismo estado de degradación. reales corresponde a la forma Rodney Falk. to de que las historias que narra Rodnay es, en su juventud un como Cercas escribe su opera parecen excusas con las cuales de- hombre sensible, inteligente, prima El inquilino). A partir de velar, no los secretos, sino los ca- pero demasiado recto para de- allí, el éxito se empieza a abrir En el arte, como en la vida, minos siempre oscuros por donde clinar a la guerra en vez de ha- como la maldición paradisíaca las reglas tienen la estabilidad del transita el autor cuando intenta, cerle frente tal como lo ha hecho que ya le había descrito Rodney viento y la solidez del agua. Ga- en este caso, escribir una novela. su hermano, y como antes su hasta colmarse con la muerte damer diría que las reglas se au- En la Velocidad de la luz, padre y abuelo. Con la misma de su esposa y su hijo, causada, toconstruyen en una obra de la Rodney Falk es un excombatien- rectitud pudo volverse fuerte y según él, por su vanidad y so- misma forma en que se crean para te de Vietnam, pero también un sobrevivir en Vietnam hasta que berbia, más que por el accidente un juego. En cualquier caso, tan- ilustre intelectual echado a perder es tocado por la febril locura de que realmente ocurrió. Nuestro to para el arte como para la vida, por los estragos que ha dejado la la guerra, es decir, por el grado protagonista reacciona pero es existen dos caminos para llegar a guerra en su mente. Además de más alto de la estupidez huma- tarde, no tiene motivaciones ellas: construirlas para sí o aco- su personalidad hosca y asocial, na que se alcanza justamente para escribir, su vida ha dejado modarse a las de los demás. El pri- Rodney es un lector voraz y el cuando los hombres cruzan el de tener sentido y se dedica a mer camino es el de la libertad; el alter ego del protagonista (que es umbral donde el odio, la nece- una vida sórdida que le permita segundo, el del sometimiento y la el mismo Cercas, sin serlo) en su sidad de matar, el sentirse pode- olvidarse del pasado y de su sen- sumisión. El primero es espinoso faceta de escritor, pues se consti- roso y héroe frente al enemigo, timiento de culpa. y complejo, el segundo fácil y có- tuye en la conciencia que dicta las se convierte en una costumbre, Estas dos historias tan di- modo. Generalmente las personas pautas de su escritura, de los plan- en algo normal. Entonces, pasa símiles, unidas a través de una optan por la este último bajo la teamientos éticos y estéticos que que no hay héroes, ni poder, ni casual amistad y por el gusto a promesa de una vida tranquila y tras bambalinas mueve el oficio siquiera un enemigo real, tal la literatura nos muestra el ca- sin preocupaciones sociales o eco- de escribir. Uno de los principios como ocurre en el film Apo- rácter vivificador de la palabra. nómicas. Sin embargo, siempre que Rodney afirma consiste en calipsis now de Coppola. Los Ambos personajes se abstraen hay quien prefiera escoger el pri- que todo escritor muere como tal grandes hombres de la guerra del mundo, de sus imperfec- mer camino. Algunos escritores cuando, como una suerte de des- dejan así de ser hombres y que- ciones, de sus defectos y limi- están en ese grupo. tino fatal, alcanza el éxito. Scott dan en un estado tal que jamás taciones haciendo lo que más En ese sentido, ser escritor y Hemingway son un ejemplo logran recuperar su humanidad, les gusta: hablar de literatura. implica, precisamente, definir o de ello, “nadie muere por haber pues como sucede con Rodney, El inhumano Rodney pasa de concebir de nuevo cada género fracasado, pero es imposible so- a las pequeñas oportunidades de asesino a sabio esteta, de com- literario. Cortázar concibió una brevivir con dignidad al éxito”, felicidad y olvido, les pasará la batiente sanguinario a un apa- manera de entender el cuento, lo dice, como una advertencia y a la cuenta de cobro el pasado, sin sionado lector que encuentra mismo habían hecho ya Borges y vez como una premonición, pues misericordia ni fuerzas para de- en la literatura la vida que le fue Gogol y Bocaccio, etc., etc. Cada es justo lo que va a experimentar tenerlo. negada, y que incluso es capaz uno crea sus propias reglas, rein- el protagonista cuando, aliena- El caso del protagonista, por de reemplazarla. Por esto, en su venta su propio género. Para quie- do por los excesos que van de la supuesto, es menos cruel, y ve- viaje a España, decide cancelar nes logran tal hazaña, además de mano del éxito, ha acabado con mos como crece el joven con ín- su estadía en Pamplona, al com- Abril 2012. No. 11. 7
  • 8. Narrativas La ciudad reconfigurada prender que “había cometido un error y que no merecía la pena correr el riesgo de que los Sanfermines reales degradaran los radiantes Sanfermines fic- ticios que le había enseñado a Berlín Dividido. Juan Villoro y Matilde Sánchez Isabel Baboun Garib recordar Hemingway”. Brutas Editoras El protagonista, por su parte, Nueva York, 2011 rescata su humanidad a través a dos especialistas en el género: se convertía en un paranoico sis- 137 páginas. de la literatura de otra forma, ya Juan Villoro y Matilde Sánchez. tema de alarma, algo extraño para que, siendo escritor, se nutre de la Impresos en la librería McNa- un viajero venido de México, más absoluta necesidad de escri- lly Jackson de Nueva York en el donde la guerra ocurre lejos, o se bir y esta solo sucede cuando no momento y a pedido, es decir, un pierde rápido”. La necesidad por existe otra opción y se convierte libro que si el lector lo requiere se pertenecer a través de un retorno, en el único camino posible para imprime de inmediato, en el mo- porque es así como Villoro nos decir algo, para hacerlo, sentirlo mento, y se vende. invita a mirar ese Berlín, a partir o expresarlo. Por esto, una vez Brutas se hace cargo de un de un retorno, de un regreso, el tocado fondo, y nuevamente con Berlín doble, contado dos ve- que probablemente seguirá ocu- la necesidad de escribir, ahora so- ces. Uno Oriental y el otro visto rriendo aún estando fuera de un bre la vida de Rodney, sentía que desde la parte occidental. Posible Berlín perpetuo, histórico. “Estaba más vivo que nunca, pero espejismo pero cierto. Entonces Para Matilde Sánchez (Buenos era como si estuviera muerto y la dividido por que son dos auto- Aires, 1958) la necesidad de to- escritura fuese el único modo de res mirando una misma ciudad mar lecciones de alemán fue mo- evocar la vida, el cordón último que se muestra igual pero distin- tivo suficiente para el arribo a un que me unía a ella”. La crónica de viajes ha sido ta. Para Juan Villoro (ciudad de invierno, a su Winterreise. Sán- Marcos, el pintor, también motivo e impulso para escrituras México, 1986) autor de “Testi- chez ha realizado una importante experimenta algo similar, después que se debaten en más de un gé- go” además de numerosos relatos labor como escritora, tanto de fic- de reconocerse como el más fraca- nero. El testimonio, la autobio- y otros volúmenes, las crónicas ción como de no-ficción, apare- sado de los hombres , de aislarse grafía, continúan convocando que aquí publica, se encuentran ciendo en su prosa una delicadeza en una casa de campo y hastiarse experiencias, territorios en los en las revistas “Eñe” y “Letras Li- en contraste permanente con más de aburrimiento, siente de nuevo que detenerse y quedarse. La in- bres”. “Berlín, capital del fin del de un tono, dejándonos con ga- las ganas de pintar y lo hace, y lo definición genérica en torno a lo mundo” y “Berlín, un mapa para nas de más. La siguiente crónica hace “bien”. Pues no hay mejor cronístico sin embargo, permite perderse” son versiones de los re- forma parte de “La canción de manera de acceder a los misterios una mixtura del yo que narra lla- corridos que implicaron valorar las ciudades” volumen que reúne del arte que por la vía de la pérdi- mándonos a mirarlo dos veces, un pasado en reubicación perma- varios relatos a partir de experien- da de intereses artísticos externos, promoviendo una lectura viva nente y desaparición. “Durante cias de viajes. Aquí la crónica se o del completo ocio, o de la nece- y contingente. Hoteles, playas tres años la ciudad en espejo me titula “Berlín, 86” y despunta en sidad ineludible de expresarse. nudistas, museos, anticipan una convirtió en un pasado por parti- el Berlín Occidental. Para Matil- No obstante, contrario a lo nostalgia muchas veces ajena a da doble, un náufrago voluntario, de sus conocimientos básicos del que se puede pensar, no quiero la propia experiencia, pero que que perdía la brújula en el Este y idioma “bastaban para saber que mostrar con este escrito que la li- se ancla sin mayor explicación. el Oeste” dice Villoro, revelando hablaban una lengua cerrada a las teratura sea una especie de “salva- La melancolía de un pasado un entorno cruzado por la histo- influencias” aunque se mantuvo ción”, sino advertir que detrás de incrustado en aquellos lugares ria reciclada en su arquitectura, firme con la convicción de que esas inclinaciones artísticas, en los que visitamos por primera vez, en sus calles y museos parciales, si conseguía hablarla, se converti- tres personajes, la salvación está los cuales no nos pertenecen como él mismo los denomina. ría en una escritora. Hospedarse realmente en poder hacer lo que del todo, obligan a recorrerlos y La ruta empieza en el verano de significó adentrarse también en se quiere hacer, por mero gusto, rápidamente a formar parte de 1981 en Berlín Oriental, para esa sintaxis, la que para Sánchez por placer, sin esperar retribu- nosotros. Es en ese ajetreo de ca- asumir el puesto de trabajo como aparecía en la lógica del frío, de la ciones o pagos. Curiosamente, y minatas difusas donde queremos agregado cultural en la RDA. La temperatura como algo básico y volviendo a la máxima de Rodney aferrarnos, fundando una nueva estadía se perfila primero en un al mínimo. En casa de Aurore, la acerca del éxito, podemos decir biografía. El trayecto a través de hotel para luego mudarse a un dueña del hospedaje, el invierno que en la realidad Cercas pudo los ojos, la captura fiel o infiel de departamento donde las toses de había que pasarlo con seis trozos manejar dignamente el prestigio paisajes superpuestos, uno sobre sus vecinos serían bulla habitual. de carbón y comprender el pasa- obtenido a partir de la novela Sol- otro, permiten nuestra versión El encuentro con el Muro para el do y la propia biografía a través dados de Salamina, seguramente, de lo visto, aunque ya existan autor constituyó un hecho geo- de los objetos. Sánchez se aferraba porque toda regla tiene sus ex- otras tantas. Es el caso de “Berlín gráfico fundamental, una delimi- al tragaluz para no asfixiarse con cepción. Pero, a lo mejor, porque dividido”, libro que se parte en tación que también cruza su escri- las estufas a carbón. Aprender pudo matar esos demonios a tra- dos, en más de un Berlín. Bru- tura y divide su estadía. La guerra, alemán fue para ella otro posible vés de esta novela. tas editoras, que en su colección la pregunta sobre el tiempo y qué tragaluz, en el cual respirar más “Destinos Cruzados” ya habría leemos cuando leemos tiempo. de cerca un idioma que la lleva- lanzado “Japón” a cargo de los La construcción de un imagina- ría a hablar de nuevo, uno que Carolina Urbano es profesora narradores Lolita Bosch y Alber- rio en el que su autor es consien- entonces también la definiría, y universitaria, poeta y ensayista. Columnista de El Tabloide, Tu- to Olmos, esta vez edita un libro te de una errancia necesaria pero le ayudaría a escribir. Estaba la luá, Colombia. nuevo, convocando nuevamente inevitable. “Nuestro inconsciente profesora de lengua, Suzanne, y 8 Abril 2012. No. 11.
  • 9. Narrativas Matilde recorría la ciudad a tra- vés de una arquitectura contenida en el “tiempo imperativo, en las instrucciones del subte, en mi carta de transporte”, y memori- zando billetes. Su experiencia fue la de atravesar ese lenguaje pero en los quiebres, pliegues y fallas contenidos en él. Berlín o el país del extrañamiento, del repaso de una ciudad codificada en letras que leídas en voz alta entregaban un paisaje encubierto por melan- colías, objetos como prueba de una historia detenida también en la calle. Para Matilde Sánchez su Berlín fue la del repaso de una práctica lingüística, anotada en los cuadernos de ejercicios que propia palabra, la que se redefine el dialecto que allí pareciera ser un formato compartido, distraí- para ella, se habían convertido en en una nueva personalidad, do- tan normal y cotidiano. Son otras do de las preocupaciones quizás el diario de esa ruta todavía exten- ble, informe, desprendida de lo las costumbres, otros los hábitos habituales cuando se llega a un sa por recorrer. que ha sido. El aterrizaje enton- de vida. Se extraña quizás lo que lugar por primera vez. La trama Pareciera que la experiencia ces obedece a esa incertidumbre, parecía normal y aparecen las an- será aventurarse, y después contar de un viaje no terminara con su aquí acotada al encuentro de otro sias de volver, llevarnos la extran- la historia, escribirla, perderla de arribo, sino con una escritura que idioma, reducido a un cuarto de jería de vuelta, lo propio, que a vista. Desconocerla. pide encontrar su coordenada y hotel, a objetos antiguos, a estufas vista de otros resulta exótico. Ber- letra justa en una historia quizás de leña. Y la visita a ese espacio lín dividido nos deja esos trayec- Isabel Baroun Garib, poeta chile- escrita desde antes. Algo se nece- podría llegar a desconcertarnos: tos, dibujos extraños pero ciertos, na residente en NY, actriz e intrer- sita reafirmar, o prometer desde la no conocer el idioma, no hablar fieles a lo que pretenden narrar en prete de música barroca. El problema de la libertad chos y de números, de acuerdo Tiempos dificiles Omar Ortíz a los principios vitales del señor Charles Dickens Tomás Gradgrind, “Un hom- Cátedra bre que arranca del principio de 450 páginas diferente es el actual universo ca- el que el émbolo de la máquina que dos y dos son cuatro, y nada Madrid, 1992 pitalista del que vivieron los teje- de vapor subía y bajaba con mo- más que cuatro, y al que no se dores de Coketown, que se nos notonía, lo mismo que la cabeza le puede hablar de que consienta describe como “…una ciudad de de un elefante enloquecido de que alguna vez sean algo más”, ladrillo rojo, es decir, de ladrillo melancolía. Contenía la ciudad no han mejorado en mucho las que habría sido rojo si el humo y varias calles anchas, todas muy precarias condiciones de vida de la ceniza se lo hubiesen consen- parecidas, además de muchas la gran mayoría de los seres vivos tido; como no era así, la ciudad calles estrechas que se parecían que ocupamos las muchas Coke- tenía un extraño color rojinegro, entre sí todavía más que las gran- town establecidas en lo ancho y parecido al que usan los salvajes des; estaban habitadas por gentes lo largo del planeta. para embadurnarse la cara. Era que también se parecían entre sí, Porque Dickens además de una ciudad de máquinas y de que entraban y salían de sus ca- mostrar en detalle las deplorables altas chimeneas, por las que sa- sas a idénticas horas, levantando circunstancias de vida de los tra- lían interminables serpientes de en el suelo idénticos ruidos de bajadores de la época, demuestra humo que no acababan nunca pasos, que se encaminaban ha- cómo estas patéticas y opresivas de desenroscarse, a pesar de salir cía idéntica ocupación y para las condiciones laborales despojan a y salir sin interrupción. Pasaban que cada día era idéntico al de quienes son víctimas de ellas no por la ciudad un negro canal y ayer y al de mañana y cada año solo de los mínimos bienes mate- Cuando leemos Tiempos difí- un río de aguas teñidas de púr- era una repetición del anterior riales para el disfrute de una vida ciles, la novela con que Dickens pura maloliente; tenía también y del siguiente”. Idéntica urbe a digna, sino de su vida interior, abordó la situación ideológica, grandes bloques de edificios lle- la que padecen hoy los obreros de sus emociones y aspiraciones, económica y social de la Inglate- nos de ventanas, y en cuyo inte- de Chicago, de Shanghái o de es decir, de su individualidad, rra de hace doscientos años, te- rior resonaba todo el día un con- Yumbo, y entonces concluir que de la complejas situaciones que nemos que plantearnos que tan tinuo traqueteo y temblor y en dos siglos de realidades, de he- alimentan la formación y el cre- Abril 2012. No. 11. 9
  • 10. Narrativas cimiento de un individuo y su se comporta a través de la novela preparación para el ejercicio de como uno de nuestros ricachos su libertad. actuales en los que todo vale Recordemos que el señor con tal de conseguir sus aviesos Gradgrind es un convencido de propósitos. La descripción que las tesis utilitaristas, según las se nos ofrece de este siniestro y cuales la razón está regida úni- contemporáneo personaje habla camente por criterios científicos por sí misma. “Era hombre rico: entendidos estos como los que banquero, comerciante, fabri- tienen que ver con la zoología, cante y no sé cuántas cosas más. la botánica, las matemáticas y Grueso, vocinglero, de mirada todas las disciplinas cuantifica- penetrante y risa metálica. Pare- bles, medibles y comprobables cía hecho de un material tosco en un laboratorio. Todo lo de- que había sido estirado mucho más es nocivo para la educación para darle mayor volumen. De de quienes tendrán a su cargo la cabeza y frente grandes, volumi- dirección de la sociedad. Conse- nosas, con las venas de las sienes cuente con estos principios, los hinchadas y la piel de la cara tan hijos y educandos de Gradgrind, HARD TIMES tirante, que parecía que no le de- son formados al modo como Ja- jaba cerrar los ojos y que tiraba mes Mill, educó a su hijo John de sus cejas hacia arriba. Todo Stuart Mill, quien a los cinco su aspecto producía el efecto de años sabía griego, a los nueve proclamando al género humano cuando el trigo se encarecía, y se estar inflado como un globo y álgebra y latín y a los doce era que allí estaba el Circo Sleary, ensoberbecía cuando el trigo se pronto a subir por los aires. Era un muchacho excepcionalmente que solicitaba el favor de su visi- abarataba; algo que aumentaba a un hombre que jamás creía ha- erudito, con conocimientos de ta”. Y más adelante el meticuloso determinado porcentaje, y arro- berse jactado lo suficiente de que un adulto, pero carente de toda educador Gradgrind encuentra a jaba un porcentaje similar de era un hijo de sus propias obras”. actividad emocional, situación Luisa y Tomás, sus pequeños hi- delitos, y otro porcentaje similar Y así como el señor Bounder- que le provoca varias crisis por jos, fisgoneando bajo la carpa del de mendicidad; algo provechoso by protagoniza buena parte de la creerse una persona incapaz de circo la maravillosa actividad que con lo cual se amasaban vastas historia de infamias que nutre la sentir emociones hasta que des- allí se les ofrecía. Al quejarse ante fortunas, algo que en ocasiones novela, otro personaje, el joven cubre a los poetas, lee a Word- su esposa, la fantasmal señora crecía como el mar, causaba da- Bitzer, da cuenta de los resulta- sworth, a Coleridge y esta nueva Gradgrind, sobre la aborrecible ños y estragos (sobre todo a sí dos de una educación donde se y vital experiencia aporta a su pilatuna de los niños, el enojado mismo) y bajaba de nuevo; así ha erradicado todo lo concer- vida la placidez y la diversidad marido exclama, “-hubiera prefe- veía ella a los obreros de Coke- niente a la imaginación, a la fan- que le habían sido negadas. rido encontrar a mis hijos leyen- town. Nunca había pensado se- tasía, a la creatividad y al juego, Dos pasajes de la novela ilus- do poesía antes que eso”. pararlos en unidades, así como o sea todo talante, toda virtud tran adecuadamente la actitud Como vemos, el señor Grad- no había pensado separar el mar que tenga que ver con la emo- de Gradgrind a este respecto. grind representa una mentali- en las gotas que lo componían”. ción y los sentimientos. Desde Y son las páginas por donde el dad que se rige básicamente por El señor Gradgrind es un su aspecto Bitzer da la impresión orgulloso, optimista y satisfe- principios y valores que tienen convencido de buena fe de las de un ser carente de todo aspec- cho padre, el muy práctico se- que ver con los fundamentos de bondades de su pensamiento, to humano: frio, translucido, ñor Gradgrind, se encuentra a la economía política, que anu- de los principios utilitaristas que todo su accionar se encamina a las afueras de la ciudad con el la lo múltiple en la conforma- nutren sus concepciones. Al fin usar a los demás para sus pro- Circo Sleary, en una escena que ción del mundo, por porciones, y al cabo el utilitarismo busca la pios fines. A una súplica de su hace recordar a los Señores Azu- incluidos los humanos, que se felicidad de todos con la contri- maestro el señor Gradgrind para les del Submarino Amarillo, la pueden y deben sopesar y medir. bución de los individuos, muy que tenga compasión de su hijo bella película de los Beatles. Así Así convierte a todo ser vivien- distinto a los valores de costo- Tomás, implicado en un asunto nos la presenta el autor, “Había te, incluyendo las formaciones beneficio que impone la actual delictivo, el robo al banco del se- entrado ya en el campo neutral sociales, en un dato o conjunto utilidad neo liberal, que no mira ñor Bounderby, responde Bitzer, de las afueras de la ciudad, que de datos que por medio de ope- sino el enriquecimiento y bene- “Perdonadme si os interrumpo, ni es ya ciudad ni es todavía cam- raciones matemáticas pueden ficio de los detentadores de la pero estoy seguro que vos sabéis po, pero que está muy mal lo establecerse en sistemas donde riqueza a costa de la gran mayo- perfectamente que todo el siste- mismo como campo que como sus preferencias y satisfacciones ría de los asociados. Pero al final ma social no es sino una cues- ciudad; de pronto asaltó sus oí- se combinen y fusionen. Por Gradgrind nos demostrará con tión de interés propio. La única dos un estrépito musical. Era un ello, para Luisa la clase trabaja- su actitud que en el fondo de su manera de mover a una persona estrépito de metales y golpes de dora se convierte en, “Algo que ser persistía un acervo humano. es mover su interés propio. Los bombo y tambor y procedía de debía trabajar tanto y cobrar Luego, este abanderado de una hombres somos así. Sabéis per- una banda de música agregada a tanto, y nada más; que se debía causa filosófica necesita de un fectamente, señor, que es este un circo que había instalado sus determinar infaliblemente por ejecutor, de un operador de tales el catecismo que me enseñaron barracas de madera allí cerca; la las leyes de la oferta y la deman- conceptos y el autor nos lo brin- cuando yo era muchacho”. banda de música bramaba más da, algo que tropezaba con esas da con creces con el fanfarrón Por fortuna, hay un mundo y mejor. En la cúspide del tem- leyes y se metía en dificultades, de la humildad, como Dickens antagónico al mundo donde las plo aquel flameaba una bandera algo que se marchitaba un poco llama al señor Bounderby, quien gentes de Coketown no tienen 10 Abril 2012. No. 11.
  • 11. Poesía siquiera la voluntad de rebelarse. lidario de ayuda y compromisos que tienen otras vidas, que narran hacer de la vida una divertida me- Y es el mundo del circo. En el mutuos, donde los participantes o muestran otras historias y que le táfora que como en el circo, todos circo se juega, en su espacio cual- de la pista convierten sus defectos permiten descifrar mejor sus pro- tengamos la capacidad de bailar, quier cosa puede ser verosímil y en motivos de compromiso para pias actuaciones y su propia vida. saltar, reír, llorar, y sobre todo de desde las muchas posibilidades con sus semejantes. Así, el ebrio La razón, nutrida por la imagina- mostrar nuestro cuerpo como el que nos ofrece, existe la posibi- es el primero en enfrentar un pe- ción se vuelve generosa, dadivosa libro donde están escritos los co- lidad de la fantasía, y desde este ligro con tal de aportar su cola- para los otros a los que aprende a tidianos placeres de la existencia. variado y disímil lugar se apren- boración para beneficio de otro. mirar con la visión de la tolerancia El compendio, en fin, de muestra de a enfrentar al mundo a través El circo es como el mundo de la y el respeto. Sin imaginación, la personal e intransferible libertad. de la imaginación y a valorar las literatura, de la novela, donde las razón es una armazón de extrema cosas por lo que las mismas son cosas no son como son sino como frialdad y crueldad. La respuesta y no tan solo por su valor de uso. deberían ser. Donde el espectador entonces al llamado final que nos Omar Ortíz Forero es poeta, editor El circo también es un espacio so- y el lector, hacen suyos personajes plantea la novela, no es otra que y director de la revista Luna Nueva. Mirada periférica de un cristo roto con sevicia a los incautos, a los ig- Rimado del Cristo roto Jesús María Stapper norantes y, a los miserables. Sabe Ramiro Lagos el poeta santandereano que es un Sic Editorial. manentes que increpan mi alma, testigo scholars, y como un fabu- profeta de largo camino. Sabe que Bucaramanga, 2004 y “mis almas”, porque dentro de loso actor, Ramiro Lagos es por es un juglar de clerecía, un asceta 100 páginas mí ser, tengo almas para todo. Y sí mismo, palabra y testimonio, consumado, aunque se entien- es también, una visión particular testimonio poético. Sabe él, que de asceta a su manera. Sabe que que desde la periferia, me permite desde la Edad Media, la sociedad es quizás el mejor apóstata de su acercarme al libro del más osado y feudal se dividió en tres clases propia profecía poética. Entien- contemporáneo juglar de clerecía, cuya composición y separación de que él es el único responsable Ramiro Lagos Castro, cuyo título era de clérigos, guerreros y traba- de su llegada al cielo. Y para con- es Rimado del Cristo Roto. jadores. Y en Rimado del Cristo tinuar en esa brega, cual si fuera Esculca el autor de Rimado del Roto, su más reciente libro, contra un caminante misionero estoico y Cristo Roto, allende Las Cristiadas, las acciones pecaminosas de algu- franciscano, prosigue su vuelo de- todos los vericuetos que contie- nos clérigos, religiosos, y castas, nunciante, por eso atrapa la voz de nen escritos poéticos que incurren enfila baterías quien fuera un sa- Neruda en su Canto General. y concurren con sus versos para cerdote en ciernes, yendo quizás A través de salmos, cántigas, la denuncia escueta sobre la ven- tras la senda de Ernesto Cardenal, sonetos, hasta la octava real, ta de cada dios; y por ende, sobre o del propio Camilo Torres, y de etc., entre la metáfora y la rima, la descuartización permanente de cuantos sacerdotes y ex-sacerdotes rima épica, va Ramiro Lagos a ¿En qué lugar purgarán las pe- Cristo. Y lo hace al igual que Dan- se han dedicado a la rebeldía, re- través del Rimado del Cristo nas los dioses cuando pecan? ¿Será te en su “intento de reconquistar beldía que enfatiza su voz en con- Roto, tras la “caza de nombres- que mi Dios, mi único Dios, ne- la creación de Dios para alterar el tra de los actos deleznables. Ellos, poetas”. Los atrapa, y los instala cesita la rivalidad de otros dioses destino del hombre”. Si Dante es los “rebeldes” de Ramiro Lagos, con sus versos junto a los suyos porque la competencia cuando se guiado por Virgilio y luego por no gustan de los Cristos delebles para regalarnos con su libro, hace desde las alturas, con altura, Beatriz, Ramiro Lagos es guia- porque suben o bajan de precio, un canto casi místico con “la es sana y fortalece? ¿Será que mi do por la necesidad suprema del de un día para otro. Ellos desco- sonoridad épica de un clarín li- Dios y los “otros dioses” son capa- hombre miserable y su impoten- nocen esos Cristos cuyos valores berador”. Atrapa a Juan Ramón ces de darle mejoramiento conti- cia; y también, por la musa su- reales se manifiestan al vaivén de Jiménez porque: “la poesía es núo a sus paraísos? ¿Será que algu- prema que halla en los gemidos de los mercaderes y mercados porque una religión del Dios deseado y nos paraísos ya pasaron de moda? las voces poéticas que denuncian. van sin alma y sin corazón de un deseante”. ¿Será necesario consensuar entre De alguna manera, al igual que lado para otro, van perdidos “sin A Pedro Bonifacio Palacios los dioses, la creación de un infier- Dante y Virgilio, Ramiro también ton ni son”. Ellos desconocen “los con “sus salmos”. Al peruano no exclusivo para “los dioses des- trata de redimir al hombre de su dogmatismos de ciertos arcipres- Manuel González Prada con viados de rumbo”? ¿Será que en infamia contra el hombre. Porque tes”. Desconocen también “a los “sus presbiterianas”. Al chileno algún momento puedo escuchar bien sabe nuestro vate santande- voceros de la biblia traicionada”. Miguel Arteche y su “Cristo el vocabulario maldito de un dios reano, como sabe Baudelaire que: Ignoran por completo a los “sa- Roto”. Atrapa a Helcías Martán cuando vocifera o aúlla de dolor o “un pueblo de demonios danza en nedrines madrugadores del alba”. Góngora con su “Acto de fe”, arrepentimiento? ¿Será que la ig- nuestras cabezas”, e igualmente Sin embargo, atrapa la rebeldía de etc. “Congrega” el autor de Ri- nominia, la miseria, el desarraigo saben ellos dos, que ante la pérdi- Ramiro, la gesta en pro de la repa- mado de Cristo Roto, poesía y y la injusticia soportados con todo da del poder de Dios, “el diablo ración, quiero decir, la más eleva- pintura; y concatenadas, nos la rigor por el hombre, son los úni- es quien maneja los hilos que nos da convivencia del hombre en el regala en la magia y en la espe- cos medios para ostentar indivi- mueven”. amor, la justicia y la libertad, sin la ranza bendita que despierta al dualmente un lugar en el paraíso? Inmerso dentro del Mester de venta de Cristo-s Roto-s que son inicio de una oblación sincera y Son algunas de las preguntas per- Clerecía como un gran testigo, utilizados para cautivar y explotar sin genuflexiones. Congrega en Abril 2012. No. 11. 11
  • 12. Crónica un soneto a Miguel de Unamu- no y Diego Velázquez: “El gran maestro de la pers- Cuando salí de Cuba... pectiva y la luz” con “Cristo Expósito”. Congrega a Goya en la perspectiva de “El Cristo La Habana soñada Juan Carlos Gonzalez Franco Abandonado” porque: “Pinta y vivida Goya el agónico momento /del José Luis Díaz-Granados Cristo roto de dolor profundo”. Franco Galería Editorial su cantoral que busca el amor dos por una bella serie de foto- Congrega la “energía ilumina- Bogotá, 2012 brujo y sobretodo, esta Colom- grafías que revelan la compleja da” en “El Cristo Salvador” de 136 páginas bia ausente cuando se le decretó arquitectura habanera, la cultura Dalí. Congrega a Rubén Darío la errancia por el Caribe que sin- de sus gentes, los paisajes tropi- con la imagen del Nazareno de tió y cantó como Pablo Neruda, cales, el hito de los encuentros, América en el “Eccehomo Andi- su maestro. los momentos intensos a veces no” que “tiene su tez de andino Nuestra colección fue inicia- solitarios que permiten entender bronceado”. Existen Cristos para da con textos del maestro Fer- la comunicación intelectual del todo. Cristo está acostumbrado nando Soto Aparicio y su libro autor, la realidad social de aque- a su descuartización permanen- “Lección de Amor” , ilustrado llos entornos, el fuego poético de te. Bien sabe que por doquiera con una veintena de pinturas del los momentos y la razón de ser se venden retazos de su sangran- artista santandereano Hugo Díaz del hombre libre y justo. te cuerpo. Por ejemplo, existen Gutiérrez: álbum que guarda una La inspiración editorial de el “Cristo tugurial”y el “Cristo poética transgresora y que es bi- este libro radica en dos circuns- suburbial”, válganme ustedes, blia de los enamorados en varios tancias especiales: la inmensa los términos aplicados. Existen géneros literarios. El segundo vo- amistad que sostengo con el au- los Cristos “innecesarios”. Me lumen es “’Piel de Sombra” del tor a quien admiro por su obra refiero a los Cristos que habitan escritor Pedro Manuel Rincón, y su lealtad y, el profundo amor dentro de los espejos: “Cristo de Pemán R, ilustrado por el pintor a una isla que caló mis vivencias los espejos”. Es un Cristo que Con el título La habana so- y escultor Hever Sánchez, mues- cuando tuvimos la oportunidad se rompe o se evade, casi que lo ñada y vivida del poeta y ami- tra poética que es un canto de lo de realizar allí actividades de in- puedo calificar de irresponsable. go José Luis Diaz-Granados, cotidiano y del amor. tercambio cultural con sus insti- Hay algunos Cristos más pobres presentamos el tercer volumen El presente libro se estruc- tuciones y con sus artistas tanto que otros, viven los estigmas de de nuestra colección “Voces de tura con una serie de crónicas en el campo de la literatura como la estratificación. Tal vez, Él, no América”, esfuerzo que reivindi- existencialmente concebidas por en el del arte plástico, fruto de se haya dado cuenta todavía, ca aquel sueño de convertir en el autor para plasmar sus expe- lo cual son los libro-arte que re- que a pesar de tanta praxis por realidad y desde el compromiso riencias de exilio en Cuba que copilan muestras sobre salientes su venta, su cuerpo diezmado dé editorial, una colección literaria carga el peso de la nostalgia por de dichas disciplinas estéticas del tan buenos resultados económi- que dé cuenta de lo mejor de las la ausencia forzada, pero tam- ámbito latinoamericano son un cos. letras latinoamericanas. Con este bién la fuerza sentimental de la sabor generoso a espíritu Caribe. Ramiro Lagos en su Rima- autor, la labor ha de entenderse isla, de La Habana, de sus gen- Este nuevo esfuerzo editorial do del Cristo Roto nos entrega como el trasegar entre laberintos tes y sus calles, de sus rincones viene a llenar las expectativas de búsquedas y hallazgos que nos e inventarios y aún a las puertas bohemios, de sus espacios de los inquietos de la cultura y de enseñarán a procurar caminos del infierno como José Luis lo ha amor y su música Caribe, de los los amantes del sentir cubano, limpios para llegar a un Cristo hecho a lo largo de su andadura encuentros intelectuales. Recoge cuyos hombres y mujeres alber- real vivo, sin intermediarios, sin literaria. También es una fiesta así mismo el fruto parcial de su gan la idea de dignidad que se comerciantes, sin el flagelo im- perpetua entre el muro y la pa- espacio semanal “Crónicas del percibe en su territorio y su his- preso del dogma y de la política. labra con ritmos de primavera Milenio” dentro del programa toria y que significa tanto para Iremos hacia un Cristo sin castas en un diluvio inolvidable, con radial “Despertar con Cuba” ellos que sientes a Cuba como y sin membrecías, sin fanatismos la memoria alegre que escucha transmitido por la emisora pa- “El territorio Libre de América”. lacerantes y divisionistas. alegremente la rapsodia del ca- triótica radio Habana Cuba, La venta de Cristos (y otros minante en busca de los años programa que difundió todos los Juan Carlos Gonzalez Franco es dioses) es permanente. Hoy son extraviados o de la muñeca noc- miércoles durante su estadía en artista plastico, gestor cultural, editor, más en cantidad, y son más mi- turna en el más terrenal de los la isla. Los textos –testimoniales escritor y responsable de la edición serables que en la época del pro- oficios. Se trata de proseguir tras y sentimentales– van acompaña- impresa de Pdl. lífico Victor Hugo. Al parecer los alaridos superan toda redención, Del libro... so océano. Recuerdo que comen- hasta que en algún momento de porque la abrupta realidad, nos En mi ya remota adolescencia, zaba más o menos así: “¿Quiere mi vida, al regreso de un viaje por enseña con franqueza, que nada a finales de los años 50, leí una usted saber cómo es un amanecer la Unión Soviética, me encontré cambia, que cuando el hombre deliciosa novela de Hemingway en La Habana?”, y pasaba ensegui- con que al despertar dentro de se propone arrasar al hombre, titulada Tener y no tener, cuyo da a elaborar la transposición de la un enorme avión “Tupolev” que todo es igual. Les dejo, a manera ambiente habanero hace que el realidad más asombrosa y fiel de la me traía de Moscú y de Shan- de conclusión y apostilla, en los lector se sumerja de tal forma en bella ciudad. non, tenía frente a mis ojos un versos de una inquietud. el universo maravilloso de esta Con la obsesión de saber en ver- espléndido sol matinal, tranquilo ciudad feliz, que se llega a sentir dad cómo era, o mejor, cómo es, y bermejo, como el descrito por hasta su temperatura estival y el un amanecer en La Habana, dejé Hemingway en su mencionada José María Staper es pintor, poeta frescor húmedo de su esplendoro- pasar largos días con sus noches novela... y escritor. 12 Abril 2012. No. 11.