Como obispo responsable de la Dimensión Episcopal de Justicia, Paz, Reconciliación, fe y política quiero expresar a los Obispos de la Provincia Eclesiástica de Xalapa, a la Coordinación Nacional de la Brigada de Búsqueda, a la Red de Enlaces Nacionales y a las Familias de los Desaparecidos en Veracruz mi cercanía, oración, acompañamiento y solidaridad. Además, enviar un fraternal saludo a la Diócesis de Córdoba y a las Parroquias de Amatlán de los Reyes y de Paso del Macho, por acoger a la brigada y a todos los familiares de personas desaparecidas que tanto nos necesitan en medio del dolor y la angustia.
1. ACOMPAÑAMIENTO, SOLIDARIDAD Y ORACIÓN
SOBRE LA SEGUNDA BRIGADA NACIONAL DE BUSQUEDA DE PERSONAS
DESAPARECIDAS EN VERACRUZ
Como obispo responsable de la Dimensión Episcopal de Justicia, Paz, Reconciliación, fe
y política quiero expresar a los Obispos de la Provincia Eclesiástica de Xalapa, a la
Coordinación Nacional de la Brigada de Búsqueda, a la Red de Enlaces Nacionales y a las
Familias de los Desaparecidos en Veracruz mi cercanía, oración, acompañamiento y
solidaridad. Además, enviar un fraternal saludo a la Diócesis de Córdoba y a las
Parroquias de Amatlán de los Reyes y de Paso del Macho, por acoger a la brigada y a
todos los familiares de personas desaparecidas que tanto nos necesitan en medio del
dolor y la angustia.
Del 15 al 29 de julio se lleva a cabo la Segunda Brigada Nacional de Búsqueda de
Personas Desaparecidas en Veracruz, como Iglesia católica acompañamos a este
número importante de familias que buscan a sus seres queridos en diferentes lugares,
como hospitales, morgues, cárceles y fosas clandestinas.
En el mes de abril de este año, se llevó a cabo la Primera Brigada de Búsqueda en la
entidad, localizándose en diferentes puntos restos humanos, que aún están siendo
procesados por las autoridades; a su regreso la brigada decidió volver con un mensaje
de paz y esperanza para las familias de personas desaparecidas en Veracruz,
expresando su solidaridad y cercanía con todas las personas que han perdido a un ser
querido en esta tragedia humanitaria.
México vive una gran crisis humanitaria en la que, según el Registro Nacional de
Personas Extraviadas y Desaparecidas, hay, a nivel nacional, al menos 27 mil 659
personas desaparecidas entre 2007 y 2015, que se suman a otras dramáticas cifras de
ejecuciones extrajudiciales, feminicidios y otros delitos. El drama que enfrentan las
familias de personas desaparecidas es muy grave, la incertidumbre de no saber dónde
están sus familiares, si están vivos o muertos, si están pasando hambre, frío o sed los
mantiene en una situación de gran dolor, que se acrecienta cada día que pasa sin que se
sepa sobre su paradero.
México debe hacer frente, con sensibilidad y seriedad a este problema y sanar ésta
herida tan abismal. Reconocemos el esfuerzo que el gobierno está haciendo en la
materia, no obstante, señalamos que se deben seguir buscando las condiciones
2. legislativas, institucionales y presupuestales para dar cumplimiento a los derechos de
las familias de los desaparecidos, sobre todo, los derechos a la verdad, a la justicia y a la
reparación del daño y el compromiso de nunca jamás se repitan hechos semejantes. De
no atenderse, la crisis de derechos humanos que atraviesa el país, se puede profundizar
y complicar. El Estado ha de atender responsablemente y no eludir su responsabilidad
A los familiares de los desaparecidos les expreso que en su caminar no están solos,
cuentan con el respaldo, la oración y la solidaridad de la Iglesia en México, pedimos al
Espíritu Santo les llene de consuelo, fuerza, esperanza y les ánimo a todos, por
doloroso y complejo que parezca el camino, a buscar y a encontrar en sus iglesias
particulares el acompañamiento espiritual, psicosocial, pastoral y jurídico que
requieren. Desde hace seis años, de manera más explícita, la Iglesia en México ha
asumido el compromiso de construir la paz, a través del acompañamiento integral a las
víctimas de las violencias en el país. Por ello, pido a todas las Parroquias de México a ser
misericordiosos y acoger a sus hijos e hijas y acompañarles en su incansable búsqueda.
Hago, además, un llamado a la sociedad de Veracruz y del País a estar atentos y a
observar a la Segunda Brigada Nacional y a solidarizarse de todas las formas que les sea
posible. El drama de los desaparecidos es también responsabilidad de la sociedad civil.
Hoy más que nunca, México necesita ciudadanos comprometidos en la promoción y
defensa de los derechos humanos, y mexicanos y mexicanas solidarias en la búsqueda
de la justicia, la verdad, el perdón, la reconciliación y la paz.
A las autoridades competentes, les solicitamos que se tomen las medidas adecuadas
para que la Brigada pueda llevar a cabo su labor, que de suyo es muy dolorosa, para
que cuenten con la seguridad, la garantía de su vida y su integridad, así como el
acompañamiento que se requiere.
Con mi oración, cariño y bendición.
En Cristo, nuestra Paz
+ Carlos Garfias Merlos
Arzobispo de Acapulco
y responsable de la Dimensión de Justicia,
Reconciliación, Paz, Fe y Política.