El documento describe el síndrome metabólico y la dislipidemia aterogénica. El síndrome metabólico se define por la presencia de obesidad, hipertensión, dislipidemia e intolerancia a la glucosa. La obesidad contribuye a estos factores de riesgo al elevar los niveles de ácidos grasos libres que causan resistencia a la insulina. La dislipidemia aterogénica incluye hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia y niveles bajos de HDL. El tratamiento