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1. Sanar el alma para curar el cuerpo – Parte 3
TERAPIAS VIBRACIONALES:
La física moderna nos enseña que la diferencia entre la materia y la energía es
exclusivamente su nivel de vibración, es decir, su frecuencia.
Las terapias vibracionales buscan restablecer la armonía, entendiendo la interrelación
entre cuerpo, mente y espíritu. Cuando una enfermedad llega al cuerpo o la mente, ya
sea una depresión o una afección física se ha producido un bloqueo de energía.
El cuerpo, la mente y el espíritu vibran a diferentes frecuencias; Cuando uno o varios
factores alteran la calidad y cantidad de energía que poseen, se produce un bloqueo o
la disminución de frecuencia vibratoria.
Existen muchas terapias que utilizan distintas técnicas para restablecer el equilibrio
cuando la persona, por distintas razones, ha perdido su capacidad de mantener la
energía en perfecto orden. En algunas ocasiones la enfermedad puede permanecer,
pero la habilidad de enfrentarse a ella mejora. A veces ninguna terapia ni la medicina
tradicional funcionan, porque inconscientemente la persona decide mantenerse
enferma (muchas veces, como un mecanismo para llamar la atención)
Las terapias vibracionales apuntan a un conocimiento más profundo sobre nosotros
mismos, ayudando a liberarnos de las barreras internas que dirigen nuestra conducta.
Existen básicamente tres clasificaciones: 1ª las de aplicación directa, como el reiki,
cromoterapia, gemoterapia, qi gong, sonoterapia; 2ª las que utilizan agua como
vehículo, como la homeopatía, esencias florales, las 12 biosales, esencias de luces,
de estrellas, de semillas; 3ª Sinergias (combinación simultánea de dos o más remedios
vibracionales)

2. Recogidos navideños
La ocasión lo merece. Pero tú lo mereces aún más. Busca un ratito para ti sola. Sé
que es difícil, los niños, el trabajo, la casa… Pero busca un rato para ti. Y ahora a
practicar.
Para pelo en melena o largo:
Un recogido que no pasa de moda. Recoge una coleta a la altura que desees con una
goma todo el pelo. Separa mechones y gíralos hacia arriba o hacia debajo, en forma
de círculo, de manera que sujetes, con una o varias horquillas, la parte del círculo
pegado a la cabeza. Repártelos por alrededor de la coleta. Deja que las puntas
queden hacia fuera para darle un toque informal o escóndelas en el moño para algo
más formal. Si el pelo lateral no se ajusta a la coleta, péinalo hacia ella, echa laca y
sujétalo con horquillas de adornos (brillantes, de colores). La parte superior delantera
la puedes colocar a tu gusto, con flequillo, raya al lado…
Un peinado recogido ondulado. Recoge una coleta a media altura sólo la parte de
atrás del pelo. Deja los laterales y la parte superior. Haz un moño sencillo con esa
coleta. Puedes unir en círculos y esconder las puntas dentro del moño. Ahora péinate
con la raya al lado (elige el lado que creas que más te favorece). Mientras peinas,
eleva un poco el pelo y coloca unas horquillas, a unos dos dedos de distancia de la
raíz. Realiza la misma operación a unos tres dedos de las horquillas anteriores, así
hasta que llegues al moño. Si aún sobra pelo, rodea el moño con él. Haz lo mismo con
la parte superior y el otro lateral. Añade laca para fijar el peinado. Puedes secarla un
poco con el secador a una velocidad media para que no lo estropee. Deja que las
horquillas hagan su función y retíralas a la media hora (o más tiempo dependiendo de
la rebeldía de tu pelo). Si tienes tenacillas puedes tratar de hacer esas ondas con
ellas. Se trata de un moño clásico muy favorecedor.
A ambos recogidos puedes añadirle detalles como flores a juego con el vestido o
peinetas pequeñas que darán un toque diferente.

3. Desmaquilla tus ojos
Los ojos son uno de los órganos más importantes del ser humano por su capacidad de
expresión, pero también son unos de los más sensibles del cuerpo. Para protegerlos,
su delicada estructura ha sido dotada con pestañas ciliares y superciliares que las
cubren, protegen y le dan la apariencia sensual y característica a los mismos. Para
resaltarlas, les aplicamos máscaras de pestañas, que cada vez son más agresivas con
ellas, por su capacidad a prueba de agua y lágrimas.
Cada ojo tiene en promedio entre 70 y 300 pestañas, sin contar las pestañas bebés,
aquellas que esperan pacientemente a que caigan las mayores para salir a la luz.
Estas son muy delicadas y, cuando no realizamos un adecuado proceso de
desmaquillaje o simplemente no las limpiamos por cansancio, estas se debilitan y
caen, perdiendo cantidad y volumen.
La función principal de las pestañas es proteger los ojos
de las bacterias, el polvo y las basurillas del medio
ambiente, por eso es necesario que las conservemos en
cantidad. Para ayudar a mantenerlas en su lugar, existe
variedad de lociones y geles de limpieza que no solo
ayudan a remover los residuos de máscara de pestañas,
sino que son tan suaves que protegen la vista y las
pestañas nuevas.
Pero no se trata solo de retirar el maquillaje, sino de seguir una rutina que evite la
caída de pestañas. Lo primero es elegir la solución desmaquillante adecuada a
nuestro tipo de piel; luego es necesario utilizar motas de algodón o hisopos untados
con el desmaquillante para retirar los residuos de cada pestaña. El movimiento
correcto es ir de la naciente de las pestañas hacia afuera, en forma suave y con los
ojos cerrados.
Imagen: http://www.vistelacalle.com

4. Los mitos del comer
Algunas veces lo hemos escuchado de mamá y ella de la abuela, otras veces lo
hemos leído de ojillo en el subte fuera de contexto o lo escuchamos del inefable
conductor de la televisión, lo cierto es que hay reglas del comer que no son más que
verdades a medias o directamente falsedades.
En el N° 88 de la revista especializada, Vivir mejor, del doctor Jorge Cormillot, se
enumeran una serie de creencias sobre el comer, que solamente tienen el valor de
que siempre se repiten y nadie las cuestiona, y van desde mandatos familiares hasta
comentarios al pasar de conocidos o amigos. Veamos.
Hoy rompí la dieta, no importa, mañana sigo: Esta afirmación es falsa lisa y
llanamente. Las comidas de u a dieta son todas importantes. Si no me pude contener y
rompí la dieta “es indispensable que vuelva inmediatamente” al plan de alimentación
prescripto. Lo importante es no descontrolarse.
Conviene comer a la misma hora cotidianamente: Otra falsedad. Lo que si es
necesario, dicen los especialistas, es no esperar a tener hambre para comer si estoy a
dieta y realizar ingestas cada dos o tres horas, es decir, cuatro comidas principales
(desayuno, almuerzo, merienda y cena) y dos refrigerios menores, uno a media
mañana y otro a media tarde.
La grasa aumenta la saciedad: No. Según investigaciones actuales no son las
grasas sino los alimentos ricos en proteínas y fibras los que nos satisfacen el apetito
más rápido. Aunque “se necesita más tiempo para digerir las grasas” dice el informe
“es el nutriente que menos saciedad proporciona” mientras se está comiendo.
Comer de noche acumula kilos: No. Lo importante es hacer las cuatro comidas al
día con las dos colaciones intermedias. Las que causan el aumento de peso son las
calorías que se consumen durante toda la jornada, no importa cuando, y durante la
semana. Lo que sucede de noche es que con el cansancio y el estomago vacío es
más fácil comer más y lo primero que se pone a tiro.
La dieta de a dos es más fácil: No siempre. Los especialistas sostienen que la dieta
es algo personal pues cada cual tiene su rutina, sus gustos de comidas y, en general,
sus propias motivaciones. El ser humano es social, sobre esto no hay dudas, de
hecho existen grupos de autoayuda, pero lo que valen son los propios objetivos.

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