El documento ofrece 10 pasos para vivir el nuevo año con grandes alegrías y satisfacciones tomando como ejemplo los 10 pasos que Dios le pidió a Josué. Los pasos incluyen escuchar a Dios, enterrar el pasado, levantarse y comenzar a caminar, conocer el cuadro completo, practicar la presencia de Dios, pararse en la promesa, mirar hacia adelante, jugar según las reglas, moverse en fe sin temor, y tomar una posición sobre las órdenes de Dios.
GUÍA PARA EL REZO DEL SANTO ROSARIO, tamaño cuartilla A5 .pdf
Año nuevo
1. DIEZ PASOS EN UN NUEVO AÑO QUE COMIENZA
Vamos a comenzar un nuevo año como un reto grande pero también
como un regalo de bendición de Dios. Hoy, quizás te preguntas como
puedes vivir de tal manera que al terminar este año puedas tener
grandes alegrías y satisfacciones. He aquí 10 pasos que necesitas dar
con firmeza si quieres finalizar este año con grandes satisfacciones:
Estos son mismos 10 pasos que Dios le pidió a Josué que diera cuando
iba a poseer la tierra prometida. Un nuevo año es una tierra prometía.
JOSUÉ 1:1-10
1.- Escuche a Dios. 1:1.
Dios le dijo a Josué hijo de Nun, asistente de Moisés. Dios siempre
habla, a través de su palabra, al corazón, a través de personas o de las
circunstancias de la vida. Este atento a lo que Dios te dirá.
2.- Entierre el pasado. 1:2.
Mi siervo Moisés ha muerto. Por eso tú y todo este pueblo deberán
prepararse para cruzar el río Jordán y entrar a la tierra que les daré a
ustedes los israelitas. Moisés, representó para JOSUE el pasado.
Entierra tu pasado, no vivas más del ayer y prepárate a caminar en un
nuevo año, sin estar llorando el ayer.
3.- Levántese y comience a andar. 1:3
Tal como le prometí a Moisés, yo les entregaré a ustedes todo lugar
que toquen sus pies. Levántese, no se quede postrado donde estas. Lo
que pises, se te dará, pero para eso hay que comenzar a andar.
4.- Conozca el cuadro completo. 1:4
Su territorio se extenderá desde el desierto hasta el Líbano, y desde el
gran río Éufrates, territorio de los hititas, hasta el mar Mediterráneo,
que se encuentra al oeste. No te quedes mirando un pedacito de tu vida.
Mira todo lo que Dios ha hecho en ti y contempla el cuadro completo
de tu vida.
5.- Practique la Presencia de Dios. 1:5
2. Durante todos los días de tu vida, nadie será capaz de enfrentarse a ti.
Así como estuve con Moisés, también estaré contigo; no te dejaré ni te
abandonaré. Recuerda, lo más importante en tu vida, es la presencia de
Dios, disfrútala, gózala y vive en esa presencia.
6.- Párese en la Promesa. 1:6
Sé fuerte y valiente, porque tú harás que este pueblo herede la tierra
que les prometí a sus antepasados. Dios te ha dado y te dará promesas,
parate en ellas, porque las promesas de Dios son reales y se cumplen
7.- Practique la habilidad de ver directo hacía adelante. 1:7
Sólo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la
*ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella para nada;
sólo así tendrás éxito dondequiera que vayas. Recuerda, mira siempre
hacía adelante y no te vayas ni a la izquierda ni a la derecha.
8.- Juegue de acuerdo a las reglas. 1:8
Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche;
cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y
tendrás éxito.
Las reglas de juego las marca la Palabra de Dios, vive en esos
principios.
9- Muévase en fe y no en temor. 1:9
Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te
desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará donde quiera que
vayas. Habrá cosas que te harán temblar, pero no temas, vive por fe.
10:- Tome una posición sobre las órdenes de Dios. 1:10
Entonces Josué dio la siguiente orden a los jefes del pueblo:
Vayan por todo el campamento y díganle al pueblo que prepare
provisiones, porque dentro de tres días cruzará el río Jordán para tomar
posesión del territorio que Dios el Señor le da como herencia. Mantén
una posición firme en amar y obedecer a Dios. Y entonces tendrás
UN REAL FELIZ AÑO NUEVO.
3. CONVERSION CRISTIANA EN TRES PASOS
Por Tanto, así dijo Jehová; si te convirtieres, yo te restaurare, y delante de mí estarás; y
si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no
te conviertas a ellos.
Jeremías 15.19
¡Que hermosas palabras de Dios al Profeta Jeremías y que apropiadas para nuestro tiempo!
Es cierto que en este pasaje Dios está hablando a su pueblo en ese tiempo, pero también
nos habla a nosotros, muchos siglos después, pues la Palabra de Dios es Eterna y adecuada
para cada tiempo, situación y personas.
4. El camino de Salvación de Dios y Su meta es liberarnos por medio de la nueva vida que
nos dio en el momento que recibimos la nueva vida en Jesús, y es allí donde comienza la
conversión verdadera de un cristiano, pues la meta de Dios es liberarnos (1) Del pecado,
(2) de lo natural (nuestra naturaleza) y (3) de lo sobrenatural (y de sus aspectos
pecaminosos); si nos convertimos (nos volvemos) a Dios, El promete hoy como en los
tiempos de Jeremías, restaurarnos,(volvernos en la forma y para lo que originalmente
fuimos formados) que estaremos en su presencia (por medio del Espíritu) y que si
aprendemos a discernir (entresacar lo precioso de lo vil) lo bueno de lo malo, El promete
que seremos su boca (Su Palabra, estará en nuestra boca).
Para que esto tenga lugar, nuestra conversión debe ser sincera, interior (de adentro hacia
fuera) y los cambios deben reflejarse interior y exteriormente, pues con este propósito esta
inspirado este devocional:
1º. Paso – Creer. Este primer paso lo damos cuando creemos en Jesucristo como único y
suficiente Señor y Salvador, en nuestro Padre Celestial que lo envió y en el Espíritu Santo
que nos dejó y que vive en nosotros; no basta solo con creer en Dios: todo el mundo cree
en Dios, todas las religiones respetan, honran y veneran a un Dios.(¿) y algunos hasta
dicen que Dios nos ama, seamos o no pecadores y que todos los caminos conducen a Dios,
pero si esto fuera cierto, no tendría sentido que Dios hubiera enviado a su unigénito hijo
Jesucristo a sufrir y morir, para después resucitarlo y darnos la esperanza de que nosotros
también resucitaremos y tendremos con su hijo, vida eterna; no existiría La Biblia, ni las
profecías, ni el pueblo judío y nuestra historia, seria seguramente muy diferente.
2º. Paso – Conocer. El conocimiento de La Palabra de Dios (La Biblia) es el segundo
paso de una conversación; después de creer en Dios (a quien nadie ha visto, pero que
Jesucristo ha dado a conocer) es necesario creerle a Dios y la única manera de saber lo que
Dios piensa, hace y hará, es conociendo Su Palabra; es sabiendo lo que allí esta escrito,
sabiendo lo que quiere de sus hijos, como debemos comportarnos, que es bueno y que es
malo; es sabiendo y conociendo la Ciencia de Dios y Su voluntad.
Cuando uno conoce La Palabra de Dios, cuando Su palabra esta escrita en nuestra mente y
nuestro corazón, Dios nos regala discernimiento, revelación y sabiduría y podemos usarla
sabiamente para nuestra vida y para la vida de los demás.
3º. Paso – Obedecer. Aunque parezca que ya hemos dicho suficiente sobre este tema,
siempre encontramos algo nuevo y la obediencia es nuestro más bello adorno, ¿quien no
ama a un hijo obediente? 1ª. De Sam 15:22, El profeta Samuel, dijo: ¿“Se complace
Jehová tanto en los holocaustos y victimas, como en que se obedezca a las palabras de
Jehová”? y obedecer a Dios, Su palabra y hacer lo que Dios espera que hagamos, es la
mejor forma que tiene nuestro ser de agradar a Dios, por todo lo que ha hecho en nuestra
vida, lo que nos ha dado y lo que hará en el futuro. La única forma de constatar y
experimentar la vida espiritual es a través de la obediencia y sujeción a la Palabra y Su
autoridad delegada.
5. Cuando cumplimos con estos tres pasos, podemos decir que estamos verdaderamente en el
camino de la Santidad de Dios, que somos sus hijos y que tendremos vida eterna en Cristo
Jesús, su Hijo; que somos restaurados, bendecidos y redimidos de Jesús El Cristo.
Cuando Jesús apareció al Apóstol Pablo, dejándolo ciego, le dijo: (Pablo tuvo una
conversión de tres pasos: (1) creyó, (2) conocía ya La Torá y (3) obedeció lo que Jesús le
envió a hacer).
Librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quien ahora te envío, para que abras
sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de
Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mi, perdón de pecados y
herencia entre los santificados.