ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
El tacto pedagógico, retrasando o evitando la interacción.
1. Benemérito Instituto Normal del Estado
“Gral. Juan Crisóstomo Bonilla”
Licenciatura en Educación Física
Observación y Práctica Docente IV
Docente en formación: Pedro Caleb Delgado Domínguez.
3. El
tacto incluye una sensibilidad de
saber cuando dejar pasar algo, cuándo
evitar hablar, cuándo no intervenir o
cuándo hacer como que no nos damos
cuenta de algo.
Una
forma especial de contenerse es la
paciencia, la facultad de esperar una
ecuanimidad (equilibrio constante).
4. La
paciencia ha sido descrita como una
virtud fundamental que todo profesor
y padre debe poseer. La paciencia
permite al educador integrar al niño en
el curso de las cosas necesario para
crecer y aprender (cuando es
necesario más tiempo o persistencia
para que un niño aprenda).
5. En
nuestra cultura occidental, los padres
y profesores se sienten orgullosos y felices
de que sus hijos progresen más allá de lo
previsto. En consecuencia, en lugar de
contenerse, el adulto suele a veces
empujar y forzar el aprendizaje de los
niños.
Hay
muchas cosas en el desarrollo del
niño que no pueden forzarse y para lo que
se requiere paciencia.
6. A
veces resulta muy difícil para los
adultos contenerse cuando el niño
parece no saber hacer algo, cuando la
persona joven se equivoca, o cuando
el alumno hace las cosas con una
lentitud desesperante. El adulto se
suele exasperar y se siente tentado a
intervenir, para “ayudar”, cuando el
niño debería o podría querer resolver
la situación por si mismo.
7. Hay
que contenerse, el niño debe
pensar, aprender y practicar.
Existen
situaciones en la que lo
correcto e idóneo es actuar de forma
inmediata y directa; por ejemplo no
siempre cuando una clase se
descontrola, o cuándo en una
situación existe riesgo o peligro,
resulta adecuado contenerse.