1. Complejo de Castración Curso Introductorio de Psicoanálisis - Universidad Arturo Prat Abril - 2008
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13. Complejo de Castración Masculino (no hay odio preedipico) 1º tiempo Universalidad del pene 2º tiempo El pene está amenazado verbalmente por el padre 3 º tiempo El pene está amenazado ante la visión del cuerpo desnudo de la mujer 4º tiempo La madre está castrada “ yo puedo estar castrado como ella”, piensa el niño Emergencia de la angustia de castración Tiempo final Separación de la madre Deseo orientado hacia otras mujeres Final del Complejo de Castración y del Edipo
14. Complejo de Castración Femenino Odio preedípico 1er tiempo Universalidad del pene (clítoris) (no hay amenazas verbales) 2do tiempo Comparado visualmente, el clítoris resulta “inferior” al pene. 3er tiempo La madre está castrada “ Yo fui castrada como ella”, piensa la niña. Emergencia de la envidia del pene Resurgimiento del odio Tiempo final Separación de la madre Deseo orientado hacia el padre y hacia otros hombres. Fin del complejo de castración y nacimiento del complejo de Edipo.
17. ¿Qué es el falo? En el proceso de Castración - en el varón y la niña -, se deduce que el objeto central en torno al cual se organiza el Complejo de Castración, no es el órgano anatómico peniano sino su representación . Lo que el niño percibe como el atributo poseído por algunos y ausente en otros no es el pene sino su representación psíquica , ya sea bajo la forma imaginaria o bajo la forma simbólica. J. Lacan
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19. Metamorfosis de Narciso En suma, el “pene”, en su realidad anatómica, no forma parte del campo del psicoanálisis: sólo entra en este campo en tanto atributo imaginario – “falo imaginario” -.
20. Falo simbólico: Es la “ figura simbólica del falo imaginario”. Asigna al órgano masculino el valor de objeto separable del cuerpo, desmontable e intercambiable con otros objetos. Aquí, el falo simbólico puede ocupar uno de los lugares en una serie de términos equivalentes. Ej. En el complejo de castración masculino, el falo puede ser reemplazado por cualquiera de los objetos que se ofrecen al niño en el momento en que es obligado a renuncia al goce con su madre. Como debe renunciar a la madre, también abandona el falo imaginario con el cual esperaba hacerla gozar. El falo es intercambiado entonces por otros objetos equivalentes (pene = heces = regalos =…), “ecuación simbólica” en Freud. Estos objetos actúan a modo de señuelos para mantener el deseo sexual del niño y a la vez posibilita apartar la peligrosa eventualidad de gozar de la madre.
21. En el caso del complejo de castración femenino (en la tercera salida del complejo de castración femenino), se produciría una sustitución del pene por el deseo de procrear : el falo imaginario es reemplazado simbólicamente por un niño. El falo es el patrón simbólico El falo simbólico significa y recuerda que todo deseo en el hombre es un deseo sexual – no deseo genital -; deseo tan insatisfecho como el deseo incestuoso al cual el ser humano hubo de renunciar. El falo es el significante del deseo: esto implica recordar que todas las experiencias erógenas de la vida infantil y adulta, todos los deseos humanos (deseo oral, anal, visual, etc.) estarán siempre marcados por la experiencia crucial de haber tenido que renunciar al goce de la madre y aceptar la insatisfacción del deseo.
22. Decir que el “falo” es el significante del deseo equivale a decir que todo deseo es sexual , y que todo deseo es finalmente insatisfecho .