El poema lamenta la pérdida de cosas del pasado que ya no regresarán. Describe cosas que se han roto o muerto y no volverán a florecer, como capullos que caen de las ramas o flores arrancadas por el viento. El poeta dice adiós para siempre a sus alegrías y bondades del pasado, así como a cosas celestiales que se han ido para no volver. El corazón del poeta se llena de llagas y maldad por las cosas perdidas.