El documento describe cómo varios pueblos germánicos como los hunos, alanos, vándalos, suevos y visigodos presionaron al Imperio Romano y penetraron en la Península Ibérica y el sur de las Galias. Estos pueblos se establecieron y la sociedad visigoda se polarizó entre una minoría opulenta y una mayoría en la miseria, lo que llevó a revueltas campesinas y conflictos sociales. El comercio se debilitó al no haber un mercado integrado y