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Olivas Peña Diana Karen
Reporte (Mitos, Leyendas, Cuentos, Fábulas, Apólogos y Parábolas) Emilio Rojas
Las Razas Humanas y los Orígenes de la Religión
Este mito habla de cómo se fue formando la civilización poco a poco en la Tierra, así como
nuestras diferentes culturas, religiones, formas de escritura, razas. Como es que hemos ido
evolucionando hasta ser como lo somos ahora.
Cuenta que la tierra está dividida en cuatro razas, a las cuales divide por color de piel
en roja, blanca, negra y amarilla que se formaron en distintas partes de la Tierra. A través
de miles de años cada continente ha creado su vegetación y los animales que en ella
habitan, y en cada uno de éstos una raza de diferente color. Por ejemplo: el continente
austral que se hundió a causa de una gran tormenta fue la cuna de la civilización roja y los
indios de América son descendientes de estos, África es la madre de la raza negra y Asia de
la amarilla que se conserva en China. Y la última en aparecer, la blanca, que surge de
Europa.
Aquí menciona que anteriormente las razas roja y negra han reinado grandes
imperios y sus civilizaciones han dejado huella en las grandiosas construcciones que
existen hasta hoy en día como en México, la pirámide del sol y los templos de la India y de
Egipto.
Al principio la raza roja era la que reinaba pero debido a un gran cataclismo fue
sumergida bajo el mar y sus ruinas fueron dispersas. Esta civilización, llamada Atlántida
por Platón desapareció para siempre, pero algunas razas polinésicas, indios de América del
Norte y los aztecas y mayas de México son los sobrevivientes de esta antigua raza.
2. La raza negra fue la que siguió en reinar. Ellos invadieron Europa en tiempos
prehistóricos y fueron rechazados por la raza blanca.
Dice que nos dejaron dos huellas que nunca se borraran: el miedo y horror al dragón
que fue el emblema de sus reyes y la idea de que el diablo es negro. La raza negra les
devolvió el insulto al hacer blanco a su diablo.
El Ramayana (Vida de Rama)
Este mito habla de Vishnú, quien reencarna en uno de los hijos de Dasharatha, el rey de
Ayodhya, para poder vencer al demonio Ravana.
Pues bien, todo comienza en la ciudad Ayodhya, con el único deseo del rey
Dasharatha para ser totalmente feliz, el de tener un hijo que siguiera su dinastía. Mientras
que en el cielo tenían otros problemas ya que había un demonio llamado Ravana que no
dejaba en paz a los dioses con su malicia y no lo podían matar puesto que Brahma le había
concedido ser inmune ante los inmortales. Desesperados, los dioses se reunieron con
Brahma para darle sus quejas y preguntarle qué era lo que podían hacer con tal situación;
éste les respondió que los comprendía y que le había concedido todo cuanto le pidió, pero
olvido pedir inmunidad contra el hombre, y por ésto moriría.
En esto llego Vishnú y le rogaron los dioses que tomara la forma de uno de los hijos de
Dasharatha para que fuera el quien acabara con Ravana. Vishnú acepto y en forma de tigre
rojo salió de fuego sagrado de Dasharatha, le dio un puñado de arroz al rey y le pidió que
lo repartiera entre sus esposas, éste le obedeció y poco después nacieron hijos de cada:
Kaushalya tuvo a Rama; Kaikeye tuvo a Bharata; Sumitra a Lakshmana y a Satrunghna.
3. Así crecieron los los príncipes extraordinarios en sabiduría y fuerza siendo Rama quien
en realidad era Vishnú, el que destacaba entre ellos.
Un día un sacerdote llamado Vishvamitra fue con el sacerdote para pedirle permiso para
que sus hijos pudieran ir a enfrentar a dos malignos espíritus llamados Suvahu y Miricha
que estaban atormentando a la comunidad y mancillando el fuego sagrado. Rama con ayuda
de su hermano Lakshmana lograron herirlo, iban a retirarse ya pero el sacerdote tenía una
tarea más para Rama, Janaka, el rajá de Mihila, tenía un arco que habia sido construido
por los por los propios dioses y a quien lograra doblarlo para enarcarlo recibiría a su hija,
Sita, por esposa.
Rama logro doblarlo casi sin hacer esfuerzo y asi desposo a Sita, y sus hermanos
desposaron a las hermanas de Sita.
De regreso a su ciudad natal Dasharatha decidió dejarle el trono a Rama con la gran
alegría de todos. Pero un día antes de la coronación, influenciada por su malvada madre,
Kaikeye, una de sus esposas le pidió que desterrara a Rama de la ciudad durante catorce
años y le cediera el trono a Bharata, su hijo. Y como el rey le había prometido
anteriormente que le cumpliría dos cosas, lo que fuera, que ella le pidiera no pudo negarse.
Así partió Rama fuera de la ciudad junto con Sita quien le dijo que su lugar era con su
marido. También iban acompañados por el hermano de Rama, Lakshmana, quien le ofreció
su ayuda y apoyo para cualquier cosa y se fueron todos al bosque.
Un día mientras Rama estaba destruyendo demonios provoco la ira de Ravana y éste
para vencerlo, como primera fase de su plan planeo robar a Sita y para hacerlo se puso de
acuerdo con Maricha, esta se convirtió en un precioso ciervo de piedras preciosas y se lució
4. enfrente de la cabaña de Rama, y este sin escuchar las advertencias de su hermano
Lakshmana salió a cazarlo.
De regreso a su forma normal, Maricha llamó a Sita y a Lakshmana imitando la voz de
Rama. Lakshmana salio en busca de su hermano dejando sola a Sita y entonces fue cuando
Ravana aprovecho para robársela. Este le ofreció todas las riquezas del mundo si es que se
entregaba a él, pero Sita se negó y este frustrado por no haberlo conseguido la encerró en su
palacio.
Mientras que Rama y Lakshmana vagaban por el mundo sin saber nada de Ravana más
que su nombre. En su camino se hallaron a Sugriva, el rey destronado de los monos, lo
ayudaron a recuperar sus territorios, y asi, Sugriva y su mejor amigo Hanuman fueron sus
mejores aliados y los ayudaron a encontrar a Ravana y junto con él a Sita y después varios
años de peleas y muertes, se enfrentó varias veces a Ravana y siempre lo venció, hasta que
un día sus armas que habían sido bendecidas por dioses lo mataron.
Rama se volvió a reunir con cita pero esta se sorprendido cuando la rechazo
públicamente por haber pasado demasiado tiempo en casa de otro, él pensaba que ella le
había sido infiel y que ahora era impura. Tal fue la desesperación de Sita que lanzó a una
hoguera, pero Agni el dios del fuego, la devolvió diciéndole a Rama que Sita era pura, que
Ravana la había tentado muchas veces pero que ella nunca acepto.
Dice que despues regresaron a Ayodhya donde fueron recibidos con gusto y alegría
y despues de haberse cumplido los catorce años de destierro por fin pudo ocupar el trono
que gustoso le cedió Bharata. Rama gobernó 10 mil años, Sita quedó embarazada y Rama
5. la dejo vivir en Ganges para protegerla de los murmullos de la gente de por qué habia
permanecido tanto tiempo en la casa de Ravana.
Rama y Sita tuvieron dos hijos, Kusha y Lava, los cuales fueron criados por el brahmán
Valmiki quien les enseñó el Ramayana y lo recitaron ante el rey Rama quien reconoció que
eran sus hijos y una vez más hizo una prueba para mostrar la pureza de Sita pero en plena
demostración la Madre Tierra saco un trono de piedras preciosas y oro en el cual se sentó
ella y así la Tierra se la llevo de regreso a donde salió.
Rama reinó por otros mil años hasta que se cumplió el plazo y Rama fue llamado de
nuevo hacia el cielo donde podía tomar la forma que quisiera y el decidió tomar la forma de
Vishnú y se reunió con Sita.
El Día y la Noche
Cuenta que El Señor de los cielos al ver la bondad del día le obsequió un disco de oro,
llamado sol que utilizaba para iluminar el palacio del universo. Pero la noche al ver todos
estos tratos especiales para con el día sintió mucha envidia, y el señor de los cielos al ver su
actitud lo mando hacia un rincón e hizo que su oscuridad fuera mayor al confrontarse con el
día. Entonces un gigante llamado Ti-Nu sintiendo lastima por ella y queriendo consolarla,
le robó un pedazo de fuego al sol, pero El Señor de los cielos tenía un perro llamado Pao
que persiguió al gigante y esté tratando de proteger el fuego lo envolvió con nubes pero las
nubes tenían fisuras y pequeños pedazos de fuego se fueron regando, luego tropezó con Pa-
Me, la mujer de la inmensidad, quien estaba ordeñando la cabra favorita de los dioses y
mojó el pedazo de sol, y es por eso que la noche ahora tiene estrellas y es blanca la luna.
6. Rojas, E. (2004). Mitos, Leyendas, Cuentos, Fábulas, Apólogos y Parábolas. México,
Distrito Federal: Editorial Editer’s Publishing House. Cuarta Edición (2004)