2. Es muy difícil perdonar, pero lo es más aún, cuando quien nos ha lastimado, es alguien a quien amamos intensamente, alguien en el que se ha puesto toda la confianza, aquél que ha jurado ser leal y fiel, alguien con el que se ha compartido momentos de alegría y tristeza. .
3. Lo paradójico, es que solo perdona quien ama de verdad. Una herida hecha en el alma, no sana de la noche a la mañana. Así como las heridas físicas demoran en cicatrizar necesitando cuidados y medicina, las del alma requieren paciencia y amor .
4. Perdonar más que un sentimiento, es una decisión, es un acto voluntario y debe hacerse todo para lograrlo. “ Por que amo, decido perdonar”
5. Perdonar no es olvidar, es recordar sin dolor. aunque la experiencia nos haya marcado, lo verdaderamente importante, es que pase a ser parte de nuestra historia.
6. Perdonar no es siempre reconciliarse, para vivir el perdón no se necesita volver a compartir con quien nos ha causado dolor, algunas veces es mejor no reconciliarse, si ello puede causar un nuevo daño, pero sí debe tenerse el corazón limpio de mácula .
7. Perdonar genera tranquilidad, paz y armonía con uno mismo, sin albergar sentimientos de rencor y venganza. Aunque no debe disculparse las acciones del otro, es más sano pensar que talvez sus valores e ideas son diferentes a las nuestras.
8. Perdonar es tan importante como pedir perdón. Exáminate, haz conciencia y pide perdón, pero primero, da el perdón más importante: “ El tuyo”
9. Perdónate a ti mismo, quizá el daño que causaste al la otra persona, con o sin intención, no ha sido tan grande como el que has causado contra ti y esto no te ha permitido estar en paz contigo, ni con Dios.
10. Por eso, pídele a El que te enseñe a perdonar y dile: “ Señor que pueda yo tener el mismo Espíritu tuyo que te permitió perdonar a todos los que te habían dañado”.
11. Pues en este proceso,muchas veces logramos con Dios lo que no hemos podido durante mucho tiempo y con mucho esfuerzo.