Una niña de 14 años presentó dolor de cabeza, debilidad y parestesias que progresaron hasta la región cervical, acompañado de disartria y disfagia. Examen físico mostró temperatura elevada y dificultad para hablar. Más tarde presentó convulsiones. Análisis de LCR mostró glucosa baja, proteínas elevadas y linfocitos elevados. Fue diagnosticada con meningitis tuberculosa.